COLOMBIA TIENE UN LLAMADO PROFETICO PARA HONRAR A SU CREADOR Y SALVADOR
Pero
ustedes son una familia escogida, un sacerdocio al servicio del Rey, una nación
santa, un pueblo adquirido por l Padre. Y esto s así para que vayan y anuncien
las obras maravillosas del Creador, el cual los llamó a salir de la oscuridad
para entrar en su Luz maravillosa, 1 Pedro 2:9.
Nuestra nación clama
libertad del yugo opresor de la tiranía del pecado que ha traido corrupción,
injusticia, latrocinio, perversión, muerte y toda clase de maldad, que solo
podrá ser cambiado cuando el pueblo se humille en arrepentimiento ante el
Libertador de libertadores, trayendo consigo la Paz verdadera que solo procede
del Dios Creador y Salvador, Juan 14:26.
El nombre de Colombia, se
estableció como una forma de darle honor al descubridor judío Cristobal Colón,
y propuesto por el libertador Simón Bolívar, en la carta de Jamaica
influenciado por el periódico el Colombiano de Francisco de Miranda, nombre que
se ratificó en la segunda estrofa de nuestro himno nacional que dice: ¡independencia
grita! El mundo americano, se baña en sangre de héroes, la tierra de Colón.
El nombre de nuestro país,
Colombia, se desprende de Cristobal Colón o Cristóphorus Columbus en latín
y Xpotopopos Khristóphoros en griego, que al pasarlo a Español
sería: Columbus=paloma y Cristóbal=Portador de Cristo o el que lleva a Cristo
consigo; del mismo modo sabemos que la paloma es el símbolo del Espíritu Santo
con su fruto implícito: amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe,
mansedumbre, templanza, contra tales cosas no hay ley. Pero esta riqueza
espiritual será posible, visible y palpable, cuando la nación entera reconozca
a su Único Dios Creador y Salvador; el único Dios vivo, real y verdadero y
abandone lo que es del mundo, Salmos 33:12.
Colombia es una alegoría o
representación a la obra del Espíritu Santo, esta nación es tierra del Espíritu
de Dios que obró en la vida terrenal de nuestro Salvador Jesucristo, por lo
tanto, Colombia está llamada a representar a Cristo y glorificar al Padre entre
las naciones de la tierra. En consecuencia, Colombia tiene en su nombre un
llamado profético para ir a llevar el evangelio de la cruz a todas las naciones
de la tierra, la Iglesia del Gran Libertador en Colombia, llena del
Espíritu Santo, mostrando y dando fruto, Hechos 1:8.
Adicional a esto, en la
primera estrofa de nuestro himno nacional dice: ¡Cesó la horrible
noche! La libertad sublime, derrama las auroras de su invencible luz. La
humanidad entera, que entre cadenas gime, comprende las palabras del que murió
en la cruz, esta letra fue escrita por Rafael Núñez,
escritor colombiano que tuvo varias veces la oportunidad de ser presidente.
Al decir: cesó la
horrible noche, es un acto profético confesado y declarado
contra el pasado que hace alusión a la terminación de los terribles, violentos
y sangrientos días de lucha por la independencia de esta nación, resaltando
tiempos de libertad sublime; está palabra se refiere a lo celestial y divino en
el derramamiento del Espíritu Santo y el despertar espiritual que necesita esta
bendita tierra colombiana para salir de la oscuridad de la impiedas del pecado
y la maldad. Derrama las auroras de su invencible luz, solo
la gloriosa Luz de Jesucristo, el Coloso Vencedor de la tirania del
pecado, lo único que puede darnos verdadera libertad de la injusticia,
corrupción, maldad y violencia para poder vivir en la plenitud del
Creador; por lo tanto Colombia debe volverse a Jesucristo para irradiar su
luz a las naciones y ser testimonio de una guerra acabada y vencida, Juan
8:12.
Continua diciendo el
himno: la humanidad entera que entre cadenas gime, mientras
el mundo gime, Colombia debe entender su llamado profético y comprender las
palabras del que murió en la cruz. Es importante comprender cada
Palabra que Jesús habló y enseñó mientras ejercía su ministerio redentor y
agonizaba en la cruz fueron:
1. Padre, perdónalos porque
no saben lo que hacen, Lucas 23:34
2. Hoy estarás conmigo en el
paraíso, Lucas 23:43
3. Madre he ahí a tu hijo,
hijo he ahí a tu madre, Juan 19:26.27
4. Dios mío, Dios mío ¿por
qué me has desamparado? Marcos 15:34
5. Tengo sed, Juan 19:28
6. Consumado es, Juan 19:30
7. Padre, en tus manos
entrego mi espíritu, Lucas 23:46.
1. La urgencia del perdón, Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen,
Lucas 23:34. En
estos tiempos, el perdón es un urgente principio bíblico que debe vivir el
pueblo colombiano, es apremiante llenarnos del fruto del Espíritu para acabar
con tanta agresividad que hay en las almas llenas de ira, inconformismo y
queja; empezar a perdonarnos a nosotros mismos, a los demás y a los gobernantes
que han pasado para que haya paz desde el interior de los corazones; el perdón
está basado en el amor primeramente a Dios, luego, al prójimo y a sí mismos. El
perdón es voluntario, de corazón, sea unilateral o bilateral, pero un perdón que
lleva a olvidar todo lo malo para llegar a la reconciliación y a la restitución
subsanando las relaciones y cicatrizando las heridas, Mateo 6:14 y
Marcos 11:26.
La iglesia primitiva
practicó el perdón emanado de un corazón lleno del amor de Dios; el mártir
Esteban quien mientras agonizaba apedreado por sus perseguidores, a la cabeza
de Pablo de Tarso, pidió perdón a Dios por su asesinato y violenta muerte;
debido a ese perdón unilateral, Pablo se convirtió a Cristo, y de ser el mayor
perseguidor de la iglesia del Señor, llegó a convertirse en el máximo apóstol
del evangelio y testigo fiel de Jesucristo, Y puesto de rodillas, clamó
a gran voz: Señor, no les tomes en cuenta este pecado, Hechos 7:60.
2. Respuesta a un clamor, Hoy estarás conmigo en el paraíso,
Lucas 23:43. Cristo
respondió amorosamente a la petición del ladrón arrepentido, prometiéndole que
ese mismo día estaría con Él en el Paraíso. El trasfondo en esta palabra nos
enseña que quien clama a Dios puede tener la seguridad de una respuesta, y que
la vida eterna comienza en Cristo, Aquí y Ahora y que sólo en Él encontramos
entrada al Paraíso permaneciendo perpetuamente en la presencia de Dios por su
gracia y su favor. Nuestra
nación gime de angustia como Esteban y Jesús en la cruz ante tanta injusticia y
maldad; mientras Cristo padecía y agonizaba en manos de sus verdugos, nos daba
ejemplo de CLAMAR en la ORACIÖN e INTERCECIÖN ante el Padre para perdonarnos, darnos
vida y paz en profunda suplica y santidad. Así debe gemir la Iglesia del
Cordero, porque solo Dios es nuestra única ayuda y tabla der salvación, sólo Él
puede respondernos de manera justa y perfecta ante toda la locura que estamos
viviendo, Y predicar el Evangelio, es la forma de allanar el camino al
Señor, Isaías 40:3 para preparar
el camino a la Segunda Venida de nuestro Gran Libertador. Evangelizar,
discipular y predicar la palabra del Señor es la forma de abrirle las puertas
del Paraíso a muchos pecadores que necesitan venir a salvación y ser
arrebatados de la condenación, ese es nuestro llamado y nuestra tarea mientras
tengamos vida.
3. Amparo ante el desamparo. Madre he ahí a tu hijo, hijo he ahí a tu madre,
Juan 19:26.27. En nuestra sociedad actual es común, el rechazo, el
menosprecio y el desamparo en diversas circunstancias, especialmente por el
marginamiento económico y social contra las familias menos favorecidas, y como
en tiempos de Jesús, hay muchas mujeres viudas y madres solteras desamparadas
que necesitan protección y ayuda.
Jesús en medio del profundo
dolor de su tormento en la cruz, no se olvidó de su madre, aunque también
ella fue de alivio para Jesús, porque lo estaba acompañando en el momento
máximo de la entrega sacrificial, el Señor se encargó del cuidado de María y se
la recomendó a su discípulo Juan para que la adoptara como madre propia. De
igual manera el amor cristiano debe estar dispuesto a recibir, apoyar y ayudar
al desamparado y al necesitado, empezando por los de su casa, los hermanos de
la congregación y sus conciudadanos, Mateo
25:35-45.
La Biblia nos enseña que Dios no hace acepción de persona, Hechos 10:34, Romanos 2:11, y Gálatas 2:6, por lo tanto Dios no quiere el rechazo ni el menosprecio en esta nación y mucho menos la división entre su pueblo ni la nación, Isaías 61.Jesús quiere que todos sean salvos y se duelen por amor de los que aún siguen perdidos para que sean salvos eternamente, por lo tanto debemos desarrollar el amor de Cristo yendo a buscar las ovejas perdidas, Ezequiel 18:23 y Mateo 5:20.
4. Esfuerzo máximo en el clímax del dolor y la soledad, Dios mío, Dios mío ¿por
qué me has desamparado? Marcos 15:34. Estando al límite de su agonía y haciendo un supremo
esfuerzo Jesús trata de llevar un poco de oxígeno a sus pulmones, con sus ojos
borrosos por la sangre y el sudor, ora al Padre con Salmos 22; deja
oír un grito desgarrador de angustia, experimentando la más profunda soledad y
abandono del Padre en el clímax de su crucifixión cuando cargaba el pecado de
la humanidad.
El clamor de Jesús en la
cruz es el clamor del Justo que sufre por los injustos, anhelando la libertad
salvadora; por momentos el Padre guardó silencio ante el dolor del Hijo, porque
sabía que se debía cumplir el plan salvador de amor ofreciendo la vida del
único Santo para que muchos vivan, y no hay palabras que puedan describir la
profundidad del sacrificio y el dolor de nuestro Salvador. Porque nadie
tiene un amor mayor, que el que da su vida por su amigo, Juan 15:13.
El abismo del pecado entre
Dios y los seres humanos produce dolor y gemido a la raza humana, el grito del
Señor es un clamor a nuestro favor deseando ardientemente que todos busquen su
amparo, Jesús nos enseña a sacar fuerzas para luchar, orar y clamar a Dios en
estos momentos del colmo de la maldad aberrante que nos impide respirar vida, libertad,
moral y verdad. Nuestros pulmones espirituales ya no pueden respirar sanamente,
por eso es urgente movilizarnos y hacer presencia contra todo lo que se opone a
los principios de Dios, porque Dios hace habitar en familia a los desamparados; y
saca a los cautivos a prosperidad; pero los rebeldes habitan en tierra seca,
Salmos 68:6.
5. Anhelo ardiente de saciar la sed, Tengo sed, Juan
19:28. Debido a su sudor y pedida de sangre, nuestro Señor estaba
deshidratado, por eso necesitaba angustiosamente calmar su sed física; el
sentido máximo de esta expresión es espiritual, Jesús ansiaba ardientemente
culminar su obra, la sed que produjo su cruz fue la misma que Jesús experimentó
frente al Pozo de Jacob pidiéndole agua a la samaritana porque conocía su
condición pecadora. Era el Dios humanado entre los hombres, grandiosamente real
y palpable revelándose para saciar la vida no sólo de la mujer samaritana, sino
de miles personas sobre la tierra que tienen sed de justicia, como lo dice la
bienaventuranza en Mateo 5:6.
A Emanuel, Dios con nosotros
se le dio a beber vinagre cuando dijo que tenía sed, porque a los crucificados
en la antigüedad se les daba agua mezclada con vinagre a manera de anestésico
que les ayudaba a mitigar el dolor. Hoy mucha gente al embriagarse o drogarse,
cree que con eso sus penas y sus problemas pasarán, pero se engañan. Lo hermoso
de esta escena en la cruz es que aunque Jesús sintió sed, Él se negó a beber el
vinagre mezclado con agua, porque su sed no era meramente física, era algo más
sublime, era la sed de dar vida y saciar el vacío cósmico del corazón humano
con la gloriosa salvación y el triunfo de su batalla ganada sobre el diablo, la
muerte y el pecado al lograr su poderosa resurrección, Juan 4:14.
Pedirle agua a la samaritana
era algo en sentido espiritual, Jesús quería la conversión de la mujer, y Él se
estaba presentando como su Salvador para que ella saciara su sed de amor, y
llenara todos sus vacíos. En ese momento la mujer samaritana estaba
representando a toda la humanidad sedienta y necesitada de Dios; la sed del
cuerpo es limitada, pero la sed espiritual de amor, justicia y verdad, es
interior insaciable, por lo tanto la sed del alma es una sed ilimitada que sólo
Dios puede saciar en Cristo cuando las personas se convierten a Él, Salmos 22:26.
¿Colombia está saciando la
sed de aquellos que sufren dolor y necesidad a su alrededor? Jesús dijo que a
los pobres los tendríamos siempre con nosotros, Mateo 26:11
y Marcos 14:7.
Con esto Jesús nos enseña a solidarizarnos con el necesitado, no solamente
material, sino emocional y espiritualmente. Nuestro Salvador, experimentó la
sed del Redentor, por lo tanto los cristianos en Colombia, como discípulos de
Cristo, también estamos llamados a padecer la sed de Cristo anhelando y trabajando
por almas para el reino de Dios, para que puedan ser saciados con el amor del
Padre.
6. Todo se ha cumplido y hecho está, consumado es, Juan
19:30. Jesús estaba confirmando que todo lo profetizado en Él con respecto
a la salvación se cumplía y finalizaba con su muerte. hasta el último detalla
de su misión redentora; todo el tiempo de su vida en la tierra había hecho la
voluntad de su Padre, esa era una declaración de victoria total sobre su
archienemigo y el de las almas, Juan 4:34 y
Juan 6:38.
Nuestro Señor Jesucristo
llevó a cabo el propósito por el cual el Padre lo había enviado a la tierra y
cumplía con su pueblo. Así también lo hizo el apóstol Pablo: Porque yo
ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cerca, He peleado
la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me
está guardad la corona de justicia, la cual me dará el Señor, Juez justo en
aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida, 2
Timoteo 4:6-8.
El Salvador como el Gran
Vencedor cumplió con la ley en su totalidad, durante su vida fue perfecto en
santidad, y obedeció activamente lo establecido por el Padre para Él. No fue
alguien a quien la muerte lo sorprendió con las manos vacías, fue el Soberano
Señor que llenó el reino de los cielos con vidas transformadas y almas salvadas
para complacer el corazón del Padre, Porque ejemplo les he dado,
para que como Yo les he hecho, ustedes también hagan, Juan 13:15.
Es la misma responsabilidad
de la iglesia de Cristo, caminar en santidad, vivir la palabra y obedecer
activamente los principios y mandatos que alegran el corazón del Padre,
permitiendo la manifestación gloriosa del Espíritu Santo para preparar el
camino de La Segunda Venida de nuestro triunfante y glorioso Salvador.
7. Abandono en las manos del Padre, Padre, en tus manos
entrego mi espíritu, Lucas 23:46. ¿Qué mejor final podía tener toda esta
maravillosa historia de amor y vida! Entregarse y abandonarse en las manos del
Padre es la mejor decisión; manos amorosas, manos de vida, manos de salvación,
manos de sustento, manos de protección, manos de poder, manos de ternura, manos
de gracia y manos de victoria del Padre es todo lo que necesita el mundo de hoy,
Proverbios 3:5-8.
Jesús había cumplido en la
tierra, y seguía poniéndose a disposición del Padre, Estas palabras de Jesús
nos inspiran al sacrificio y entrega total a Dios hasta la muerte; toda nuestra
vida debe reposar en las manos de mejor Padre. Mucho más en estos tiempos
peligrosos, aunque mucha gente no pueda entender que los tiempos de Dios no son
nuestros tiempos, y que por lo tanto no podemos confiarnos ni quedarnos
impávidos obrando en nuestras fuerzas, lo que necesita Colombia es la poderosa
presencia de Dios en las vidas y en las familias.
El mundo vive como si Dios
no existiera, y hasta creen que Él no interviene en nuestras vidas, se han
vuelto independientes y cada uno ha tomado las propias riendas de su vida.
Estamos mal, porque son muy pocos los que han puesto su vida y su espíritu en
las manos del Todopoderoso Dios. El común del mundo tropieza, cae y cree que
Dios los ha abandonado, pero es la humanidad la que se ha negado a reconocer y
recibir el amor del Padre. Cada uno voluntariamente, se ha negado al amor y el
cuidado del Padre, pero aún hay tiempo de decirle, ¡Abba Padre! No estamos
solos en el mundo, El Padre continuamente nos dice: YO estoy contigo, no temas
ven a Mí, Éxodo 33:14.
Pero estas siete Palabras
del que murió en la cruz, no es todo lo que necesitamos comprender, es URGENTE
conocer a Dios a través de las páginas de la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis,
porque es la única forma de ser transformados desde adentro y se refleje afuera.
Así conoceremos a Dios y aprenderemos a orar, a dar amor, a perdonar, a clamar
e interceder y a cumplir la Gran Comisión UNIDOS. Sólo la UNIDAD EN AMOR
alrededor de Cristo podrá salvar nuestra nación, y la paz se hará a la manera
de Dios no al acomodo del gobernante e turno, Proverbios 21:21.
Colombia, tienes un llamado
URGENTE, has sido escogida por el Eterno Creador para ser la luz y la sal del
mundo, y tanta el nombre de Colombia como las palaras de nuestro himno nacional,
son la confirmación de que toda nuestra patria debe comprender, reflexionar y
vivir en Cristo y su Evangelio para poder experimentar la gloria de la
libertad, la justicia y la paz, en la presencia de Dios mediante un despertar
espiritual sin precedentes. Sólo cuando el país tome conciencia de esto,
tendremos una nación nueva, con un pueblo de mente renovado y un corazón limpio
Ezequiel 36:26.30.
Todo esto es la razón por la
cual satanás ha querido destruir a nuestra tierra Colombiana, con violencia,
guerra, narcotráfico, drogadicción, corrupción, brujería, masonería, idolatría,
impureza sexual y desviación de los principios y fundamentos de Dios.
Pedimos tu intervención
Todopoderoso Dios de amor para que ayudes a tu pueblo en esta nación y que sea
una realidad toda palabra profética que nos has traído.
Lic.MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.
PALABRA PROFÉTICA
Miami, Agosto 21 / 2002.
Profecía escrita para
Colombia por el hermano David Greco en su libro: Dios Sana mi Nación!.
¡Colombia eres cabeza entre
las naciones!
¡Libertarás s los esclavos
de las pesadas cargas de Egipto!
¡Colombia tienes la unción
de Moisés! Eres como el niño Moisés. Dios te ha ungido para que seas un pueblo
libertador.
Colombia, como el Faraón
ordenó la matanza de los niños hebreos, Satanás ha querido que seas destruida.
Por eso Dios te ha tenido que esconder, pero serás arrebatada de las aguas de
la maldad y libertarás a los pueblos oprimidos.
Colombia, como Moisés, has
estado en el desierto por mucho tiempo, Satanás ha querido zarandearte, Pero
Jesús, tu Intercesor, ha rogado al Padre a tu favor y te levantarás en poder y
autoridad.
Las naciones verán tu
liberación y entonces temerán a Dios. Verán tu salvación así como el ángel de
la muerte no visitó al pueblo de Dios y a cambio aumentó en gran manera a pesar
de las persecuciones, verán que así como El Eterno enriqueció Israel cuando
salió de Egipto y como prosperó después de 40 años en el desierto, tu también
Colombia, serás engrandecida.
Entrarás en las promesas de
Dios, serás ejemplo de carácter, de autoridad espiritual y del poder del
Espíritu Santo a todas las naciones de la tierra. Hablarás con autoridad porque
llevarás en tu cuerpo las marcas de tu dolor, pero también la unción de la
victoria sobre la sentencia satánica.
Como Moisés tú has sido un
pueblo manso, pero Dios te levantará como un grande entre las naciones. Como
Moisés fue legislador, tú Colombia, establecerás normas y leyes espirituales
que serán enseñadas en las naciones. Enseñaras a los pueblos a batallar con
armas espirituales. Entrenarás para discipular y fortalecer al cuerpo de
Cristo: Serás maestro y líder en el evangelismo y la oración.
Tú dirás: Moisés no entró en
la tierra prometida porque no creyó. Pero hoy tu Dios te dice que Moisés si
entró en la tierra. Miles de años después de su muerte, el Cristo transfigurado
lo llevó a un monte en galilea para que allí pudiera poner su pie en la tierra
prometida.
Colombia, no temas. Dios
cumplió su promesa con Moisés. Moisés si puso su pie en la tierra de la
promesa. Tú también verás tu tierra sanada y prosperada. Tú también serás
nación evangelizada y restaurada.
Colombia, por tu fidelidad y
tu sacrificio, Dios te sanará y te llevará a otras naciones a implantar
esperanza, sanidad y vida.
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