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9 oct 2015

EL COLOR DE MI VIDA ERES TU JESÚS


EL COLOR DE MI VIDA ERES TÚ SEÑOR

Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que todo era bueno en gran manera, Génesis 1:31.

Y los cimientos del muro de la ciudad estaban adornados con toda piedra preciosa, el primer cimiento era de jaspe; el segundo, zafiro, el tercero, calcedonia, el cuarto, esmeralda; el quinto sardónica; el sexto sardio; el séptimo crisólito; el octavo, berilo; el noveno, topacio; el décimo crisoprasa; el undécimo, Jacinto; y el duodécimo amatista, Apocalipsis 21:19-20.

Tomando la biblia y el mundo natural, los colores son expresividad y simbología de situaciones y momentos dados por Dios o experimentados por el ser humano. Lo cual depende también del contexto y las circunstancias, aunque son significados y simbolismos generales, cada color tiene una importancia en la historia, así que NO podemos hacer de los colores y los números en la biblia una doctrina ni interpretarlos de manera literal.

El maravilloso Fundador del universo creó una gama de formas y colores innumerable, para alegrar no solo la creación y la naturaleza, sino también la vida del ser humano, Dios hizo la variedad de las etnias: blancos, negros, amarillos, cobrizos, rubios, indígenas, albinos, cafés y azules, todos tan bellos y hermosos como su Diseñador; de tal manera que NO hay ninguna razón para discriminar, aburrirnos, ni menospreciarnos; lo que nos lleva a tal locura y desorden es el pecado de una humanidad caída y alejada de su Señor, y no hay justo ni aún uno, Romanos 3:10; pero en medio de la afectación del pecado, la hermosura y belleza de Dios predomina y permanece por la eternidad.

En medio de tanta maldad, la belleza y perfección de Dios resaltan sobre todo; así que ni tu color, tu posición social, tu nivel académico, tu lugar en la sociedad ni absolutamente nada te impiden ser hijo legítimo de Dios, pertenecer a su familia y sentirte feliz con lo que Cristo ha hecho por ti y por mí, porque no hay favoritismos, ni acepción de personas para con Dios, Romanos 2:11. Dios hizo todo con su valor propio, con una razón de ser, con un significado especial y con particular importancia, somos valiosos y amados por Dios.

Dios es el Señor de los colores que alegran tu vida y la mia, aunque a veces el día este gris, la noche negra y el camino parezca oscuro, si vas de la mano de Jesucristo, todo será hermoso. Como los colores del arco iris alegran la atmósfera después de un día lluvioso, dando un brillo especial que trae frescura de paz al ambiente porque se ha calmado la tempestad, Aunque pases por el más oscuro de los valles, no temerás peligro alguno, porque Tú Señor, estás conmigo; tu vara y tu cayado me inspiran confianza, Salmos 23:4.

1. Y lo llenarás de pedrería en cuatro hileras: un hilera de Sárdica, , otra hilera de topacio, y otra de carbunclo, Éxodo 28:17. El color amarillo se menciona en la biblia como topacio y berilo, con sus tonalidades de ámbar, anaranjado y dorado oscuro y claro, proclaman la prodigalidad de Dios dándonos fuerzas para el trabajo que cosechamos con las manos; el amarillo representa abundancia, es el color que se observa en las dulces frutas del otoño que contrastan con las hermosas puestas de sol.

El hermoso amarillo brillante en el tabernáculo representan la divinidad, realeza y sufrimiento de nuestro Salvador, que unido al dorado muestran su sabiduría y claridad de ideas, representado la excelencia y sacralidad de su divinidad. Representa la gloria de Dios, simbolizando unción y consagración que nos eleva a la adoración y la alabanza; nos inspira a la purificación y perseverancia en las pruebas para acercarnos al trono de Dios, el amarillo topacio simboliza ganancia y recompensa de Dios en el sufrimiento, La sabiduría es mejor que las piedras preciosas, no se igualará a ella el topacio de Etiopia; no se podrá apreciar con oro fino, Job 28:18-19.

El amarillo es el color que irradia felicidad con la luz del sol alegrando la estancia y haciendo más brillantes las flores; esa radiante luz amarilla del trópico nos provoca vitalidad y actividad inteligente para alegrarnos en el Hacedor de maravillas,

Date gusto y disfruta del amarillo de los alimentos que producen sensación de calor y provee mayor aporte de oxígeno a tu cerebro; te despierta a la actividad mental estimulando el apetito; el amarillo de las frutas y los vegetales contribuye a una mejor visión, piel sana y reforzamiento del sistema inmune. Los amarillos y anaranjados son ricos en vitamina A y C, potasio y ácido fólico, que colaboran en la cicatrización de las heridas, conservan la juventud de la piel, reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, tienen propiedades efectivas en la prevención de ateroesclerosis y otras enfermedades cardiovasculares.

También el amarillo se asocia con la pereza, lo debilitante, las plagas o las enfermedades, la desnutrición severa y la lepra, Levítico 13:29-30 porque amarillan la piel; es el color que representa el miedo y la muerte, Apocalipsis 6:8.

2. Y vieron al Dios de Israel; y había debajo de sus pies, como un embaldosado de zafiro semejante el cielo cuando está sereno, Éxodo 24:10. El color azul se nombra como tal o como zafiro y berilo en tonalidades de azul claro y lila. Lo vemos en el firmamento y en las aguas, representando salud llena de oxígeno, propicia para una vida productiva en calma y serenidad, los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos, salmos 19:1.

El color azul es símbolo de realeza, es uno de los colores que predominaba en el tabernáculo y en el vestuario de los sacerdotes, Éxodo 28; Dios se mueve en medio de la paz y quietud, allí se revela y es exaltado en su grandeza soberana. También se nombra el azul del zafiro, en el trono de Dios, Y sobre la expansión que había sobre su cabeza, se veía la figura de un trono que parecía piedra de zafiro; y sobre la figura del trono había una semejanza que parecía de hombre sentado sobre el trono, Ezequiel 1:16 y 10:1.

El azul es sinónimo de confianza, fidelidad y seguridad; el azul púrpura o violenta simboliza todo aquello que es espiritual y que no podemos ver ni tocar; representa al Rey de reyes en su esplendor; en el tabernáculo el azul representaba al Hijo de Dios como Señor y Dios del templo que gobernará a Sión, la Nueva Jerusalén.  Es el color preferido de Dios, por eso para un judío de la antigüedad mirar el cielo era recordar la gloria de Dios representada en el mesías Rey. Él es la puerta del atrio, el camino al cielo, única verdad y acceso al Padre, Él único fiel y verdadero; digno de confianza y admiración que nos provee su vida abundante y su paz que no puede dar el mundo porque no la entiende, Juan 14:6.

El azul claro simboliza al Espíritu Santo, algo celestial, majestuoso y puro, representa la realeza del gran Sumo Sacerdote dador del mandamiento nuevo que une y perdona; el azul del zafiro tiene que ver con la revelación divina en cuanto a su poder y dominio; el azul violeta y lila denotan lo sobrenatural del Creador inmutable e invisible; el azul turquesa evoca la fuerza del Varón de Guerra que nos mantiene firmes y valientes en la guerra espiritual diaria; el azul tornasol simboliza sabiduría para conquistar y enojo sin pecar para alcanzar las promesas y los tesoros celestiales  Éxodo 15:3.

Por su poder calmante y relajante, el azul es un color benéfico para el cuerpo y la mente, retarda el metabolismo, todo ello se encuentra en Cristo, porque es Jesús quien fundamenta la tranquilidad de la mente y la conciencia; es el fundamente de la seguridad de la fe en la vida del cristiano; Él es la puerta de las ovejas, el Rey que provee paz, justicia y santidad; es el amor incondicional y sacrificial que restaura.

Los alimentos de tonalidades azul, violeta, morado y púrpura ayudan a combatir el envejecimiento, disminuyen el riesgo de algunos tipos de cáncer, mantienen saludable el tracto urinario y ayudan en la preservación de la memoria.

3. Vengan ahora, y pongámonos a cuentas, dice el Señor; aunque sus pecados sean negros como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; aunque sean rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana,  Isaías 1:18. El color rojo en la biblia se menciona como tal, o en las piedras preciosas del jaspe, sardónica y jacinto. Es también llamado escarlata y carmesí.

El mayor valor y significado del rojo está en la sangre del Cordero de Dios que no solo nos limpia de todo pecado, sino que da vida en sí mismo. Jesús nos enamora y nos impulsa a rendirle el corazón con la pasión y el romance de un alma que se entrega y se consagra a Él. Lo digo desde mi experiencia, solo Dios le da color a LA vida, sabor a mis sin sabores, y sentido a lo sin sentido del mundo, el amor de Dios y su presencia en mi, le da no solo color a mi, sino razón  de ser a lo que vivo y hago cada día. 

El rojo hace referencia a la sangre y a la vida, Génesis 9:4-5 y Levítico 17:11; es símbolo de sacrificio, Éxodo 12:13; es remisión de pecados, Hebreos 9:22. Es señal del nuevo Pacto, Mateo 26:28; también simboliza el fuego del Espíritu Santo y de la guerra espiritual 1 Reyes 2:5, 1 Crónicas 22:8.

El rojo atrae, llama la atención, evoca emociones fuertes e incrementa el apetito; se asocia con la intensidad del amor. También representa vestimenta y mobiliario de nobles en una vida palaciega porque denota lujo, sobriedad, fiesta y alegría, Éxodo 39:8 y 2 Samuel 1:24. No obstante, estudios demuestran que el rojo puede afectar el rendimiento al momento de hacer tareas que requieren concentración, en el caso de resolver exámenes y tomar decisiones, ya que se asocia con el peligro, según el medio que lo contenga, el rojo anaranjado también simboliza maldad, injusticia y lujuria, Apocalipsis 17:3, Jeremías 22:13-14 y Ezequiel 23:14

El rojo como bronce bruñido denota protección, Números 4:8. Autoridad y conocimiento, Apocalipsis 2:18; fecundidad, productividad y cosecha, 2 Crónicas 2:7. El rojo rosa es símbolo de hermandad y buenas relaciones entre los hermanos en el amor y comunión de la iglesia, 2 Crónicas 2:14; el rojo vino simboliza acuerdo, compromiso, pacto, comunión y gozo; el rojo fuccia del jacinto o magenta es un color espiritual asociado a la compasión y la bondad y la ayuda al prójimo, Éxodo 36:35-37 e Isaías 1:18. En tanto que el violeta rosáceo provee un deseo de apartarse del mundo para evitar desafíos, lo cual debe evitarse si se tiende a deprimir, Lamentaciones 4:5.

4. El aspecto de las ruedas y su obra era semejante al color del crisólito, Ezequiel 1:16a. El verde se menciona en la biblia como jade, crisoprasa, amatista y esmeralda está, me menciona como crisólito en la visión del profeta ante la gloria de Dios; el color verde denota vida nueva, eternidad, esperanza, vigor, prosperidad, hermosura y crecimiento espiritual de un nuevo comienzo. El verde es el colora de la naturaleza, de la hierba frondosa, de los altos árboles en los campos y en el bosque, representando esperanza y fe que estimulan a vivir, Bendito el que confía en Jehová, y cuya confianza es Dios. Será como el árbol plantado junto a las aguas, su hoja estará verde y en el año de sequía, no se fatigará, ni dejará de dar fruto. Jeremías 17:7-8.

El crisolito está presente en la roca volcánica, por la localización en el pectoral del sacerdote, simboliza juicio Éxodo 28:2, 15:20-21 y 39:13; también simboliza sentencia y castigo de hombres, Daniel 6:14, pero lo mejor simboliza, justicia y consolación de Dios, Daniel 10:5-7.Aqui Daniel hace mención al oro de ufaz, es una mezcla de colores amarillo verde y rojo representando el fuego del Espíritu.
Los alimentos verdes poseen maravillosas propiedades antioxidantes que ayudan a combatir el cáncer, contribuyen al balance hormonal, brindan protección a los ojos y alivio contra la tensión y ansiedad.

5. Seguí mirando hasta que se establecieron tronos, y el Anciano de Días se sentó. Su vestiduras eran blancas como la nieve, y el cabello de su cabeza como lana pura, su trono llamas de fuego, y sus ruedas, fuego abrasador, Daniel 7:9 y Apocalipsis 1:14. El blanco es símbolo de pureza, santidad, justicia y triunfo, Génesis 30:35.

El color blanco es el que más resalta los atributos de Dios y su requerimiento de santidad para su pueblo, Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignos, Apocalipsis 3:4.

Cada vez que a biblia nombra el color blanco por lo general hacer referencia a la pureza y limpieza de alma; cuando se menciona que Cristo en su Segunda venida vendrá con vestiduras blancas, pero esas ropas estaban tenidas de sangre, y su nombre es el Verbo de Dios, y sus ejércitos celestiales vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos, Apocalipsis 19:13-14. Ambos colores son simbólicos, el blanco es la pureza y majestad del Dios Santo, y el rojo representa que vendrá hacer su justicia contra los impíos.

La luz blanca de la gloria de Dios representa la esencia de su carácter limpio y trasparente, Mateo 16:27. Las escrituras nos describen con lujo de detalles que Jesús vendrá vestido de luz y gloria, que es la gloria del Padre. Mateo relaciona en la transfiguración del Señor, el color blanco de la  luz que lo rodeo dándonos a entender que es una representación de la Segunda Venida de Jesús, Mateo 17:1-2. Un aspecto a resaltar aquí es que aunque la biblia habla de color blanco, no es posible atribuirse un solo color, sino el destello de muchos colores.

También el blanco representa inocencia de la luz de Dios alumbrando en los santificados, los niños y las vírgenes, pero cuando entró el pecado rompió con toda pureza, por eso Adán y Eva se vieron desnudos. Hasta aquí mi análisis de los colores y la biblia, me he limitado a los colores primarios de los cuales se desprenden los demás; todos los colores de la naturaleza Dios los creó para nuestro permanente gozo y reposo en medio de un mundo oscuro, sucio y lleno de conflictos; con los colores Dios siempre ha pensado en nuestro bien estar porque nos ama y desea que disfrutemos la vida a pesar de todo, La vida es como un lindo arco iris que Dios ha diseñado para que disfrutemos todo lo que Él nos permite vivir. .Amén.


NACER DE NUEVO TRAE PAZ

 NACER DE NUEVO ES GANAR LA VERDADERA PAZ DEL CORAZÓN, LA QUE DIOS DA AL CREYENTE EN CRISTO JESÚS.

Al de carácter firme Dios lo guardará en su perfecta paz, porque en el SEÑOR ha confiado. Isaias 26:3.

No se inquieten por nada; mejor aprovechen toda ocasión para orar y rogar, presentando a Dios sus peticiones y dándole gracias. Y la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7.

Que el SEÑOR de paz les conceda siempre su paz en todas las circunstancias...2 Tesalonicenses 3:16. Y que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fuímos llamados en un solo cuerpo, para ser agradecidos. Colosenses 3:15.

Somos seres espirituales, no mera materia que dura un tiempo y luego perece, fuimos hechos a imagen y semejanza del Creador fuente de paz que nos acercó y elevó hasta Él para que permanezcamos como ramas vivas arraigadas al Árbol de la vida que es Cristo Jesús, SEÑOR nuestro; Dios nos creó en paz y para paz por Él y para Él, pero los primeros humanos se dejaron engañar por la serpiente antigua, así perdimos el gozo y la paz porque se rompió la unión humana con su Creador, y se abrió un abismo espiritual que separa a la criatura de su Creador; esa es la razón por la cual requerimos nacer de nuevo, y por lo cual el Padre juró salvar a la humanidad de las garras del engañador, diciendo: Haré que tú (diablo) y la mujer, sean enemigos; pondré enemistad entre sus descendientes y los tuyos. Un hijo de la mujer te aplastará la cabeza, y tú le morderás el calcañar. Génesis 3:15.

 

En mi caso, yo era una persona huraña, iracunda y de vocabulario soez, peleaba con todas las personas y pocos me querían, vivía amargada, a la ofensiva y a la defensiva, tenía rencor y dolor en mi corazón porque desde muy pequeña sufrí como si fuera un mujer adulta ayudado a criar a mis nueve hermanos, de los cuales debía dar cuenta a mis padres, razón por la cual desde mi temprana juventud, doce años, ya pensaba en encontrar esposo para salir corriendo de mi casa paterna, así viví por muchos años, y con noviós abusadores y agresivos; a los 26 tuve mi primer hijo y hasta ese momento nunca gocé de paz, buen ambiente ni felicidad, hasta que Jesucristo salió a mi encuentro. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. Jeremías 29:13.


La verdad, es que desde mi niñez buscaba al SEÑOR Jesús, pero no sabía cómo hallarlo, a mis 34 años alguien me invitó a una congregación el 27 de julio de 1988, allí escuché por primera vez, el Evangelio de las Buenas Nuevas de salvación; desde que entré a la iglesia y hasta el final no deje de llorar durante toda la reunión; al final cuando el pastor hizo el llamado, salí corriendo de mí asiento y dije levantando la mano: yo quiero recibir a Jesús, oré con todos los que estaban al frente y nací de nuevo, ni yo misma me di cuenta lo que sucedió en mi corazón, hasta que pasado un mes, la gente que me conocía empezó a decir, ¿qué le pasó a usted que ya no es la misma? Ya no está enojada ni responde mal, se ve feliz y en paz, ¿por qué? Ahí supe que Cristo vivía en mi corazón y que su paz había llenado mi alma y brotaba desde mí interior hacia afuera. Porque la paz de Cristo reina en nuestros corazones, pues con ese propósito nos llamó Dios a formar parte de su cuerpo y ser agradecidos. Colosenses 3:15.

 

Nunca más volví a estar triste, enojada ni amargada, Jesucristo sació todo mí ser con su la paz de su presencia que fluía como río desde mi ser hacia la gente, esto es algo que sigue sucediendo hasta hoy; supe que haber nacido de nuevo era la clave de paz con Dios y con la gente, en la seguridad de ser salva en Jesús; es por eso que todo ser humano debe tener dos nacimientos: el humano y físico cuando venimos al mundo a través de una madre que nos da a luz, pero también tenemos que nacer espiritualmente, para no seguir muertos para Dios a causa del pecado; Jesucristo hace renacer nuestro espíritu al salvar nuestra alma lavándonos con su sangre, allí también se hace realidad nuestra sanidad del cuerpo; cuando nací de nuevo no somo me llené de paz, también fui sanada de varias enfermedades y disfunciones que atormentaban mi cuerpo cada año, ahora disfruto la paz de Dios en la presencia del SEÑOR. Él fue herido y traspasado por causa de nuestros pecados. La culpa que nos robaba la paz y el abismo que nos separaba del Padre, cayó sobre Cristo, y por sus heridas alcanzamos la sanidadIsaías 53:5.

 

Todos los humanos somos víctimas del engaño desde del Edén donde perdimos la inocencia y la cercanía amistosa con nuestro Creador, fue así como perdimos la paz, la vida, la justicia y la eternidad porque morimos a lo espiritualmente santo, y todo pecador se hizo semejante a satanas, constituyéndose en enemigos de Dios; gente que imita al padre de mentira, es mezquina y como dioses viven para complacerse así mismos, porque la naturaleza santa, humilde y mansa de Dios en nosotros, se convirtió en rebeldia y desobediencia; por eso es imperativo nacer de nuevo para ser salvos y recuperar el shalóm en la plenitud de la paz de Dios; con el nuevo nacimiento Dios otorgó la oportunidad de retornar al diseño original no solo para esta vida, sino para que cuando muramos vayamos en paz al Padre y vivamos con Cristo en armonía eterna. En efecto,  el que ama la vida y goza de días felices, refrena su lengua de hablar maldad y sus labios no profieren engaño. Se aparta del mal y hace el bien, busca la paz y la promueve. 1 Pedro 3:10-11.

 

Con Cristo nacemos de nuevo, a causa de su sacrificio y resurrección, y Él como Príncipe de paz, Isáias 9:6 nos transforma, nos satisface, nos sacia y nos sana, pruduciendo en nosotros su paz, mediante el proceso renovador que permitimos a Dios, haciendo su voluntad y NO la nuestra, es así que descansamos placidamente en el ragazo del Padre. Este proceso dura toda la vida, desde el momento que reconocemos, aceptamos y recibimos a Jesucristo como único Salvador y Mediador entre Dios y nuestra vida, entronándolo en todo nuestro ser, Él nos da un nuevo corazón quitando el prepucio del pecado, porque no solo confesamos con nuestra boca a Cristo, sino que nos entregamos a Él y lo reflejamos con pureza de intenciones en nuestra vida entera por medio de su Espíritu Santo que nos habita. El fruto de la justicia se siembra en paz para los que aman y hacen la paz. Santiago 3:18 


El inquebrantable vínculo de la paz de Dios reside en los redimidos en Cristo, en Él recobramos una conciencia limpia y una mentalidad pacífica producida por el Espíritu, Hebreos 10:22, ya no nos abruma la culpa ni nos atormenta el maligno y su pecado, todo fue puesto en la cruz cuando creímos en el Hijo de Dios; al nacer de nuevo ya no somos esclavos del miedo a la muerte, ahora estamos gozosos para emanar la paz de Cristo como hijos y familia de Dios, pues dejamos de estar a merced del maligno, lo cual es resultado de haber encontrado salvación y tenemos paz por la certeza de estar vivos para Dios, protegidos, cuidados, sanos y libres para amar al SEÑOR y llevar su paz a donde vamos, Cuando entren en una casa, saluden primero diciendo: Paz a esta casa, y si allí hay gente de paz, su paz reposará sobre ellos; pero si no, la paz volverá a ustedes...Lucas 10:5-6. El SEÑOR fortalece a su pueblo; el SEÑOR bendice a su pueblo con paz. Salmos 29:11.

 

Cuando recibimos a Cristo somos salvos, sanos y libres, teniendo acceso a su paz única e inagotable que permanece aún en las circunstancias adversas y las dificultades porque es una paz basada en la fe y conviccion de que Dios gobierna y tiene el control, Él sabe lo que hace y permite, eso nos llena de paz y fortaleza ; así que tú debes nacer de nuevo, si quieres vivir en paz con Dios, en armonía con la gente y con el gozo interior que no hace sentir seguros en Dios; nacemos de nuevo y nos hacemos espirituales al estilo de Dios; ya no seguimos viviendo de manera natural en nuestra propia voluntad ni la del mundo, vivimos en el propósito del Padre, muertos al pecado, asi lo natural y lo visceral, quedan sepultados en la vieja naturaleza del viejo hombre que renació en el poder del Santo Espíritu. Por lo tanto, el que está unido a Jesucristo, es una nueva persona. Ha dejado las cosas viejas y se ha convertido en un nuevo hijo de Dios. 2 Corintios 5:1.

 

Así como pertenecemos a una familia terrenal, ahora en Jesucristo somos familia espiritual del Padre celestial, eso es causa de gran gozo y paz, y hay gran fiesta en el cielo por cada pecador que se arrepiente y recibe a Jesús; ya no pertenecemos a la cultura del mundo, sino a la del reino de Dios, estábamos muertos, pero hemos revivido desde adentro con demostraciones puras hacia afuera. Este es solo el comienzo del proceso santificador, regenerador, restaurador y transformador que Dios hace en cada uno de los nacidos de nuevo, hijos de Dios reconciliados con su Creador, que van rumbo al crecimiento integral que durará mientras peregrinemos por la vida hasta llegar a nuestro destino eterno junto a Dios. YHWH te bendiga y teguarde; el SEÑOR te mire con agrado y te extienda su amor; Dios te muestre su favor y te conceda la paz. Números 6:24-26.

 

Requisito inquebrantable es nacer de nuevo porque humanamente es imposible vencer las tinieblas, abandonar el pecado y vivir con pureza en el mundo, tampoco podemos vencer las pasiones que batallan en el cuerpo por el sólo hecho de quererlo y poner buena voluntad personal, única y exclusivamente es factible vencer todo eso entronando a Cristo en el corazón, haciéndolo SEÑOR y Dios de nuestra existencia. El reino de Dios no es cuestión de comida ni bebida, sino de vivir en justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo. El que así sirve a Cristo agrada al Padre y es aprobado por sus semejantes. Así que, esforcémonos por hacer todo lo que conduce a la paz y a la mutua edificación. Romanos 14:17-19. 

 

Decidirse a nacer de nuevo implica reconocer los pecados, arrepentirnos y confesar todo a Dios mientras haya oportunidad de vida para recibir su perdón y su gracia salvadora de paz y vida abundante viviendo en la ley divina, Porque mucha paz tienen los que aman la palabra de Dios, y para ellos no hay tropiezo, Salmos 119:165. Nacer de nuevo es hacernos genuinos creyentes de fe obediente y seguidores de Jesús en el deleita de su palabra que ponemos por obra. La biblia habla del Reino de Dios desde Génesis hasta Apocalipsis, llamando toda nuestra atención al mensaje redentor en Cristo Jesús, quien es el centro de toda la Escritura y la fuente de la paz verdadera. En consecuencia, a que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro SEÑOR Jesucristo. Romanos 5:1. 


Nacer de nuevo para conocer a Cristo es el más hermoso comienzo de vida nueva. Él es nuestra máxima y única oportunidad de rescate, para rescatar el estilo de vida santo al cual el hombre fue diseñado desde la creación, una vida que se identifica con el Dios que ama, acepta, perdona y protege en la profundidad de la grandeza que entraña el milagro de la cruz, llegando a ser coherederos del Reino de Dios en Cristo Jesús,  para proclamar el Evangelio de la paz, Efesios 6:15Porque cuando estábamos muertos en nuestros delitos y en la incircuncisión de nuestra carne, El Padre nos dio vida juntamente con Cristo, y nos perdonó de todos nuestros pecados. Colosenses 2:13.

 

Nacer de nuevo requiere creer en Dios y creerle a Dios, y su palabra; la persona que nace de nuevo experimenta el mayor milagro de la vida al tener paz y línea directa con el SEÑOR del universo, mediante la fe salvadora que permite al Espíritu de Dios hacer morada en nuestro corazón humano desde el mismo momento que recibimos a Cristo y le permitimos que Él reine, gobierne y dirija toda nuestra existencia desde adentro hacia afuera. Porque de tal manera amó el Padre a los seres humanos, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en ël, no sea condenado, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16.

 

Una vez nacemos de nuevo tenemos que mantenernos firmes en el Camino de Dios y en el trato vitalicio del Padre que irá enrumbado nuestros pasos para experimentar la vida extraordinaria en medio de un mundo ordinario y natural, donde somos diferentes al común de la gente, Así que ahora ya no hay condenación para los que permanecen unidos a Cristo Jesús, Romanos 8:1, vamos tomando el carácter del Hijo y pareciéndonos cada día más a Él, esto viene a ser nuestra prioridad máxima porque Dios ocupa el primer lugar en nuestra vidaAmando al SEÑOR nuestro Dios con todo el corazón, con toda nuestra alma, con toda nuestra mente y con todas nuestras fuerzas. Deuteronomio 6:5.

 

Creer en un Cristo histórico no produce cambio de vida ni salva a nadie, pero nacer de nuevo por la fe, aceptando a Cristo y creyendo lo que hizo en la cruz y la tumba vacía, nos proporciona una vida de paz genuina, Romanos 6:1-4; nacer de nuevo, además de paz, nos da un nuevo corazón, Ezequiel 36:25-28; nos hace nuevos seres humanos, 2 Corintios 5:17, Colosenses 3:5-17; nos introduce en una nueva familia, Efesios 2: 15 -19; encontramos el camino nuevo que lleva al Padre, Hebreos 10:19-25; empezamos a ser parte activa del pacto de la gracia, Hebreos 8:13, y obtenemos una nueva esperanza de vida eterna. 1 Pedro 1:3.

 

Nacer de nuevo también nos permite vivir con gozo el nuevo mandamiento del amor, Juan 13:34,1 Juan 2:8; adquirimos la nueva ciudadanía e identidad espiritual para llegar un día a la ciudad celestial; viviremos en tierra nueva y cielo nuevo, 2 Pedro 3:13Apocalipsis 21:1-18; ¡qué increíble! tenemos vida de paz y seguridad de protección en Cristo, mientras entonamos un cántico nuevo que adorando al SEÑOR, Salmos 33:1-12; también obtenemos un nombre nuevo, Apocalipsis 2:17, viviendo felices con Cristo, un nuevo amanecer cada día, Lamentaciones 3:22-24; gozamos la paz de un nuevo presente en el consejo y la dirección del Espíritu Santo, Isaías 43:18-19.

 

Sin el nuevo nacimiento no hay esperanza alguna de salvación, pero también nacidos de nuevo surge la sabiduría y el entendimiento a las cosas sobrenaturales de Dios, para asimilar y discernir lo santo de lo profano, la luz de las tinieblas, lo bueno de lo malo, para participar en su momento de la primera resurrección de los muertos, Juan 11:25-26. Sin nuevo nacimiento no hay pertenencia ni identidad con el reino de Dios, por eso Jesús le dijo a Nicodemo que era necesario nacer de nuevo para entrar al reino de Dios, pues tener a Cristo como SEÑOR nos abre los sentidos espirituales que comprenden y viven las Escrituras, 1 Pedro 1:23, de ahí que quienes andan sin Cristo, no entienden la Biblia, sino que la tergiversan, la atacan, la polemizan y la evitan.

 

El nuevo nacimiento arranca el endurecimiento del corazón humano para dejar de ser indiferentes a Dios, ni vivimos bajo la manipulación de los sentidos ni los sentimientos engañosos del corazón que esclavizan a la raza caída. Ya no vivimos como los que no conocen a Dios, gente ignorante y terca que hace lo que le place su ego, por eso no pueden disfrutar la vida en la paz que Él Eterno ofrece. La gente sin Cristo, ha perdido totalmente la vergüenza y se han entregado a los vicios, la maldad, toda injusticia y toda clase de indecencias que el Santo condena, Efesios 4:17-19.

 

La persona que no ha nacido de nuevo, vive inquieta, insegura y con zozobras; por eso la gente es emotiva, religiosa e incapaz de tener una verdadera amistad con Dios sin disfrutar de relaciones personales amables y pacíficas. 1 Corintios 2:14Juan 15: 4-7. Aunque muchos sean humanamente morales y éticos en su comportamiento social y crean en un dios, están condenados irremediablemente si Cristo no es su salvador. Santiago 2:19. El Padre envío a Jesús para recuperar las ovejas perdidas y hacerlas volver al redil de su amor y su verdad en la justicia de su reino, Juan 1: 11-13. Los que realmente han nacido de nuevo, se reconocen por la manera de vivir, de hablar y por la calidad de su amor con Dios y sus semejantes. Efesios 4: 17-32.  

Los humanos fuímos creados para vivir en paz con Dios, pero el pecado destruye esa paz, y quienes rechazan a Jesucristo y su oferta de salvación, no tienen ni viven paz. ¿Ya naciste de nuevo en Cristo?  Esta es la oportunidad que el Padre ha puesto para ti, no la desprecies, porque mañana podría ser demasiado tarde. Busquen al SEÑOR mientras puede ser hallado, llámenlo ahora que está cerca. Que el impío abandone su camino, y el hombre inicue deje sus pensamientos, para que se vuelvan al SEÑOR, porque Él tendrá compasión, pues nuestro Dios es amplio para perdonar. Isaías 55:6-8.

No soy lo que debo ser, tampoco lo que quiero ser, pero por la Gracia de Dios, no soy lo que solía ser.— John Newton.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.