REEDIFICANDO LAS PUERTAS
Parte Dos
Vengan y edifiquemos…y NO estemos más en oprobio…levantémonos y edifiquemos. Esforcemos las manos para bien, Nehemías 2:17b y 20.
¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abierta de par en par, y entrará el Rey de gloria! ¿Quién es este Rey de gloria? YHWH, el fuerte y valiente, el SEÑOR, el poderoso en batalla. ¡Ábranse, puertas eternas! ¡Quédense abierta de par en par, y entrará el Rey de gloria! ¿Quién es este Rey de gloria? YHWH de los ejércitos es el Rey de gloria, Salmos 24:7-10.
Abran las puertas de la justicia, entraré por ellas y daré gracias a Dios. Salmos 118:19. Yo sembré, Apolos regó, pero Dios es quien ha dado el crecimiento, 1 Corintios 3:6-8.
La Escritura nos habla de dos clases de puertas, las que abrimos a Dios con fe obediente para que entren sus bendiciones y aquellas que, con el pecado, la desobediencia y la incredulidad abrimos al adversario, permitiendo que entren los problemas, las ataduras, las cadenas, las caídas y las maldiciones; pero hay esperanza, tenemos la puerta de mayor bendición que es nuestro SEÑOR Jesucristo, si le entregamos nuestra vida y le abrimos el corazón para que Él sea nuestro único SEÑOR y Salvador, con Él tendremos entrada al reino de los cielos. Por eso Él aseguró: YO SOY la puerta, el que por Mí entra, será salvo, entrará y hallará pastos. Juan 10:9.
Geográficamente, Jerusalén es una puerta importante en el Mediterráneo, es la más amplia entrada a Asía, África y Europa, una razón por la que ha sido asediada, no solo en tiempos antigüos, sino hasta hoy; la Escritura nos enseña que Jerusalén tenía doce puertas de acceso al interior, las cuales poseen gran valor espiritual para el pueblo de Dios. Oren de corazón, que haya paz en Jerusalén; para que vivan tranquilos los que te aman. Salmos 122:6.
Jerusalén representa espiritualmente, la vida de los creyentes y la nación de Dios, las doce puertas son símbolo del ascenso, el avance, crecimiento y madurez espiritual y emocional de un hijo con relación a la palabra, relación y conocimiento de Dios; un hijo del reino no se estanca, sino que camina firme hacia nuevos horizontes y adquiere sabiduría de la mano de Dios; las puertas de Jerusalén representan el camino de una vida de fe siguiendo las pisadas de Jesucristo, en el servicio y el testimonio de la misión evangelistica que construyen el reino de Dios sobre la tierra, y que como pueblo santo nos exige coherencia en conducta, hechos y comportamiento. Mateo 28: 18-20 y Hechos 1:8.
Nabucodonor, el invasor y destructor de Jerusalén representa al príncipe de este mundo: arrasó la ciudad, destruyo el templo, puso al pueblo en pobreza y cautividad, derribó los muros, y quemó las puertas capturando gran cantidad de Israelitas a Babilonia; esto es un cuadro real hoy pero espiritual, con relación a la vida de muchos creyentes, que están derribados y enfrentan un continuo ataque de satanás y sus demonios, que usurpan, avasallan, roban, matan y destruyen. Juan 10:10; el sirio Sambalat que impedía la obra de reedificación, significa sin Dios y sin vida. ¡Tremendo! Es el mismo enemigo en persona.
Aplicándolo en la actualidad a la vida espiritual, nos revela que hay mucho pueblo de Dios cautivo en la Babilonia del sistema del mundo, la religiosidad y la rebeldía en que viven algunos "cristianos" sumergidos en la corriente de este siglo, presos de sus pasiones y cautivos del ladrón y secuestrador y cada quien hace su propia voluntad dejando a Dios de lado y tras las espaldas; son ellos mismos los que han abierto sus puertas al invasor y ahora son esclavos y cautivos, porque desoyen e ignoran a su Creador y Salvador, acarreando pobreza y tibieza espiritual entre el pueblo del SEÑOR, gente que no se esmera en conocer a Dios y su palabra, son neófitos, superficiales y ajenos a la realidad del mundo espiritual. Apocalípsis 3:16.
Todo esto hace urgente la reconstrucción y reparación del muro de Jerusalén de nuestra vida y las puertas de los cinco sentidos, si es que en verdad somos seguidores de Jesucristo e hijos del Altísimo; urgente recuperar tu amistad y comunicación con el Todopoderoso, no sigas acomodado en el mundo e indiferente con tu estilo de vida en Babilonia. Porque todos los gentiles han bebido del vino del furor de sus fornicaciones, y los gobernantes de las naciones han fornicado con ella, (Babilonia) y los mercaderes de la tierra se han enriquecido de la potencia de sus deleites. Apocalípsis 18:3.
Aunque sabemos por la historia, que Babilonía fue destruida como imperio, Jeremías 51, ese espíritu maligno perdura hasta hoy en el sistema del mundo que mueve y controla los sectores de la religión, la economía, los medios, los gobiernos y la geopolítica de las naciones, por eso debemos levantarnos del sueño, Efesíos 5:14, para SER como el pueblo antigüo de Israel, que a pesar de la tiranía esclavista, pudo restaurar y construir, no solo el muro, sino también las doce puertas y el templo, lo hizo con el poder del Eterno y la disposición de corazón, todos unidos trabajando, dirigidos por valientes como Nehemías el Intercesor y Edras el Sacerdote, roles que representan a cada creyente y todo el Cuerpo de Cristo. Los que reedificaban y los que transportaban la carga, con una mano trabajaban en la obra, y en la otra mano empuñaban un arma. Nehemias 4:17.
Los redimidos en Cristo somos como Jerusalén, ciudad y templo, con puertas espirituales que abrimos o cerramos en el uso que damos a los cinco sentidos, pero que debemos cuidar; tristemente se han descuidado por muchas razones y de muchas maneras, pero el amor y la misericordia, de Abba Padre nos convocan a restaurar las murallas de nuestra vida, el muro del templo y reparar las puertas caídas, para salir adelante, venciendo la inmoralidad, la injusticia esclavista y tiránica del pecado, el mundo, las tinieblas y la carne, que mantienen a mucho pueblo de Dios, quemado y derribado en mundanalidades, rebeldía, terquedad y ceguera espiritual, porque permitieron entrar al que destruye con enfermedad, pobreza material, mental, espirirual y muerte. Junto a los ríos de Babilonia, allí nos sentabamos, y llorábamos, acordándonos de Sión...Y los que nos habían desolado nos pedían alegría, exigiéndonos que cantaramos...Salmos 137:1-3.
Somos casa viva de Dios para vida, orden, crecimiento, y madurez, no somos reaccionarios emocionales; debemos tener el aplomo del fruto, levantarnos para construir y avanzar en la obra con la voluntad del Padre; con corazones humildes y enseñables, llenos del amor divino que elimina toda vaciedad. Juntos sin ofensas, resentimientos, ni quejas, ni heridas, perdonando y siendo perdonados, libres fuera de Babilonia, porque si en verdad hemos nacido de nuevo, somos restaurados, sanados y reedificados en Cristo, pero si no es así, hay que trabajar para reparar y reedificar y NO estar más en oprobio y cautividad...El rey de Babilonia vino a Jerusalén...y quemó la casa del SEÑOR, y todas las casas del pueblo, y destruyó con fuego todo edificio grande...Y los caldeos (babilonios) quebraron las columnas del templo....Jeremías 52:12-30.
Después de la disciplina y reprensión del SEÑOR con el cautiverio babilónico, el pueblo judío aprendió a adorar al único Dios, abandonó la idolatría rebelde, y tomó conciencia responsable y seriedad de su espiritualidad; empezaron a obedecer la palabra de Dios y a cumplir sus mandamientos; Nehemías y Esdras se mantuvieron apegados a la palabra de Dios, la Torah, la leían cada día a todo el pueblo: uno como Intercesor y dirigente y el otro como sacerdote, que es lo que somos tú y yo en Cristo; ellos se constituyeron en ejemplo de trabajo y esfuerzo aguerrido en la extención de reino de Dios hasta hoy. Los hijos de Israel comieron la pascua, los que habían vuelto del destierro y todos los que se habían apartado de las impurezas de las naciones de la tierra, vinieron para unirse a los que buscaban al SEÑOR, Dios de Israel. Esdras 6:21.
No podemos esperar que llegue el sufrimiento, la esclavitud y la dispersión para que mostremos que somos verdadero pueblo de Dios, reyes y sacerdotes santos. El tiempo apremia, corramos con prontitud a reedificar el muro de la santidad y reparemos las puertas de la integridad, para protegernos e impedir que el enemigo entre y destruya; rescatemos la consagración y el compromiso en entrega total al SEÑOR, con ánimo resuelto y buena voluntad, con pureza y buen servicio a Dios pero sin pereza. Aquí hay una puerta abierta de par en par para una gran obra, aunque muchos se opongan. 1 Corintios 16:9.
¿Qué valor o qué importancia tienen las puertas para nosotros hoy según la historia bíblica? Esta enseñanza deja un precedente en cuanto a la necesidad de edificar una verdadera vida en el Espíritu con la importancia de la mayordomía en la casa de Dios, para que su reino se ensanche y la voluntad divina sea un hecho real entre su pueblo, y el diseño original funcione, según lo que El Eterno creó y estableció desde el principio, lo cual fue rescatado en el sacrificio de Cristo: necesitamos humillarnos ante Dios, practicar la justicia y tener misericordia. Miqueas 6:8.
Los muros y las puertas de Jerusalén encierran una colorida símbología espiritual para aprender a ser responsables ante Dios; somos quienes construimos o derribamos, somos los que permitimos entrar o salir las bendiciones con nuestros actos, conducta y comportamiento, pero tenemos el poder y la autoridad para echar fuera todo lo que no conviene; nuestras puertas solo deben permitir lo santo, lo puro, lo limpio, lo honesto, lo justo, lo honorable, lo digno de alabar y bendecir, frente a quienes nos rodean. Pues el SEÑOR guardará nuestra entrada y nuestra salida, desde ahora y para siempre. Salmos 121:8
Las puertas nos hablan de autoridad y poder en libre albedrío, pero deben abrirse o cerrarse a la manera de Dios, porque cuando el Esposo venga por su esposa, la Iglesia, abrirá la puerta a las vírgenes prudentes, pero cerrará a las insensatas como lo narra Mateo 25 y Apocalipsis 21. Cuidemos el muro de la salvación, reparemos y edifiquemos las puertas del templo del Espíritu Santo con justicia, oración, alabanza, adoración, y humilde rendición y sometimiento en amor al SEÑOR, con santa obediencia y buen desempeño administrativo en la casa del Padre. Entren por sus puertas con acción de gracias, por sus atrios con alabanza; bendigamos al SEÑOR. Salmos 100:4.Esto es a cada paso, NO esporádicamente.
Cada una de las doce puertas con su nombre posee sentido espiritual de formación para crecer y madurar en santidad, dentro de un proceso ineludible del trato de Dios; reconstruir y restaurar muros y puertas significa volver al SEÑOR para recuperar originalidad sin máscaras, a lo que eramos cuando Dios nos creó, pero que se perdió, y Cristó rescató y lo aceptamos cuando nacimos de nuevo en Él; vivimos para reverenciar al SEÑOR, valorar sus mandamientos y la totalidad de su Escritura, la cual nos enseña cómo vivir, cómo conquistar y llegar un día a gobernar sobre la tierra con el Rey, pero habiendo vencido la corriente babilónica del mundo, y así obtener respaldo y respuesta en momentos de dificultad, para al final tener el galardón eterno. Y cuando el pueblo de la tierra entre para adorar al SEÑOR, en la fiesta señalada, el que entre por la puerta del norte, saldrá por la puerta del sur, y el que entre por la puerta del sur, saldrá por la puerta del norte. Nadie volverá por la misma puerta que entró, sino que saldrá por el lado opuesto. Ezequiel 46:9.
Asi como ellos empezaron a organizarse para reconstruir el templo, el muro y las puertas, nosotros debemos empezar reparando desde adentro hacia afuera para reverdecer totalmente como olivos verdes plantados en la casa del SEÑOR. Salmos 52, 92, 128 y más.
1. La Puerta de las Ovejas, Nehemías 3:1. Jesús es la puerta de las ovejas, Juan 10:9, la única entrada a la vida, por esa puerta entraban los pastores sus ovejas; entraremos al reino habiendo sido tratados y formados en el carácter, y capacitados en nuestra relación con Cristo; esa puerta no estaba destruida, pero debía ser alineada, lo hizo el sacerdote Eliasib, que significa Dios restaura y hace regresar, lo cual nos exhorta a ser verdadero real sacerdocio y pueblo santo adquirido por Dios, donde los más maduros son responsables del crecimiento de las ovejas más pequeñas; esta puerta estaba en Belén donde Jesús nació, por eso simboliza salvación. Hebreos 12:2.
Reedificar esta puerta es cuidar nuestra posición en Cristo, pasión por los perdidos y aprecio por la obra; cuerpos en sacrificio vivo y santo, Romanos 12:1; atentos a la voz del Buen Pastor para seguirlo y obedecerlo, Juan 10:27, pero sembrando y cultivando con el Primer amor, Porque tengo contra ti, que has dejado tu Primer Amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y has las primeras obras, pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido. Apocalipsis 2:4-5.
2. La Puerta del Pescado, Nehemías 3:3. Por alli entraban los pescadores para vender el fruto de su trabajo, simboliza el segundo paso a nuestra salvación, que es dar testimonio. Jesús nos llamó pescadores de hombres como la forma en que debemos atraer a las gentes hacia El; por eso debemos lanzar continuamente las redes de amor y misericordia en el mar del mundo, Mateo 4:18-20.
Esta puerta nos habla del servicio porque el testimonio es una forma de servir y trabajar, ensanchando las estacas del reino con el ejemplo de vida, no solo evangelizar y hacer discípulos, sino construyendo vidas con hechos que hablan más que las palabras, Lucas 15:7, para reactivar y fortalecer las misiones, el Evangelismo, las escuelas Samuel de los niños, el ministerio José, Daniel y Timoteo de los jóvenes, el ministetio de las Ester y las Déboras en las mujeres y el ministerio de Moisés en la edad de oro. Somos pescadores de hombres, Mateo 4:19.
3. La Puerta Vieja, Nehemías 3:6, Es la única puerta que debía ser restaurada no reconstruida, las demás reedificadas, simboliza cambio de vida sustituyendo lo viejo y gastado del mundo por lo nuevo de Dios y su reino, volviendo a los principios eternos, poniendo todo en orden empezando por nuestra casa; el SEÑOR ordena que salgamos de Babilonia para volver al una unción fresca de su Espiritu y asi vencer al enemigo, Jeremías 6:16; esta puerta representa nuestra permanencia y fidelidad a Cristo, donde todo enemigo huye, Santiago 4:7; necesitamos volver a los fundamentos bíblicos, restaurando el diseño original de pureza e inocencia que combate toda suciedad y engaño, paseando por el Jardín de la mano del Padre; solo asíֵ puede ser esta puerta reconstruida como lo hizo la iglesia primitiva de Hechos.
Era una puerta situada en la esquina de la ciudad, lo cual nos aclara que debemos edificar sobre la Roca, la Cabeza del Ángulo, Mateo 7:24-27 y Efesios 2:20, para dar firmeza y estabilidad al edificio, sin traspasar los linderos, Jeremías 6:16, 22:28 y 23:10. Esto es total dependencia a Dios en abandono total a la vieja naturaleza, dejando morir al viejo hombre, en cumplimiento a lo que Él ya se nos encomendó, y que el pueblo de Dios de testimonio colectivo glorificando al SEÑOR. Salmos 42:4.
4. La Puerta del Valle, Nehemías 3:13a. Era la puerta que daba al Valle de Cedrón. Al referirse al valle, geográficamente hablando, como lugar de bajo relieve, indica estabilidad integral en humildad y mansedumbre, que si fallamos, pronto nos arrepentimos a los pies del Rey, pues Él mismo nos dio ejemplo al despojarse de su posición de Dios y se hizo hombre en condición de siervo para venir a enseñarnos y salvarnos con su vida. Filipenses 2:5-7. El valle también hace referencia a lo que el profeta habla: abran camino en el desierto, enderecen el camino y preparen calzada al SEÑOR, Isaías 40:3-5.
Esta puerta nos recuerda las palabras del Maestro: ser santos, mansos y humildes de corazón como Él, teniendo un carácter afable y tierno cargado de ternura, y como atalayas que velan y oran por todos en las necesidades del pueblo de Dios en la unidad del Espíritu eliminando toda ruina espiritual personal y colectiva del cuerpo de Cristo, Velen y oren para que no entran en tentación, Mateo 26:41; cuidando el estado espiritual de nuestra propia vida, las familias, la Iglesia local y toda la cristiandad del mundo.
Todo valle sea alzado y bájese todo monte y collado, para que lo torcido se enderece y lo áspero se suavice. Nuestra vida humana está llena de altibajos y continuas luchas, pero en Cristo encontramos estabilidad y balance, transformados por su Espíritu, evidenciando el fruto y los dones en continua respuesta proactiva frente el mundo, sin importar las circunstancias o el ataque de las personas pero honrando a Dios.
5. La Puerta del Muladar, Nehemías 13:3b. Era por donde se echaba el estiercol y la basura de las casas y sacaban los escombros, es una puerta que hay que cerrar para que no contamine con su olor ni se devuelva la suciedad; nuestra vida sin Cristo era un verdadero muladar, pero al llegar Él nos limpió y nos despojamos de todo desecho del mundo y estilo de vida sucia y sin fruto para Dios; la puerta del Valle y del Muladar están en el mismo versículo, indicando que ambas estaban en la parte baja, esto simboliza una continua adoración en humilde reconocimiento a Cristo como Salvador; solo Él saca de nuestro corazón la basura y los desperdicios donde el mundo nos tenía comiendo algarrobas que eran para cerdos, como lo dijo el apóstol: ciertamente estimo todas las cosas como perdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por el cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, Filipenses, 3:8.
Ya no somos pródigos, advenedizos ni mendigos en el mundo, somos hijos de Dios y herederos de las riquezas del reino celestial, Juan 8:31; tenemos que abandonar toda basura de orgullo, soberbia y altivez que es autosuficiencia por codicia de riquezas, poder, fama y reconocimiento, y muchas otras cosas que nos engañan, y empañan nuestra santidad, impidiendo un correcto servicio a Dios. Y aunque andemos en valles de sombras y muerte, Él nos guiará y estaremos seguros, Salmos 23:4.
6. La Puerta de la Fuente, Nehemías 3:15-19, Era la puerta más dañada y derruida porque Nehemías no pudo entrar, lo cual indica que fué el centro del ataque babilónico, Como su nombre lo indica, era el principal acceso a la fuente del Manantial de Gihón, donde se almacenaba el agua más pura para Jerusalén, simbolizando al mismo SEÑOR, Salmos 36:9 e Isaías 8:6. Nos enseña que muchos han abandonado la Fuente de agua Viva, para cavar sus propias cisternas rotas que no conservan el agua, Jeremías 2:13.
El Eterno nos compara a cisternas rotas cuando dejamos de confiar en Él y nos apoyanos en sí mismos y en otros; por eso se ha fugado el gozo, la paz, la fe y la fuerza; es un urgente llamado a volver a Cristo, Fuente de Agua viva, para restaurar el fluir del Espíritu Santo, como lo menciona Ezequiel 47. También representa vida en la palabra, la cual nos constriñe a pureza y santidad, porque como fuentes de riego, salpicamos rocio vivificante a muchos más. Pues, al nacer de nuevo somos lavados en la fuente de la sangre más santa que nos limpia de todo pecado, sacando la basura y eliminando toda sed, encontramos recursos en el Manantial del Espíritu, claramente distinguido en los capítulos 6 al 8 de Romanos, que es el contraste entre vivir en la carne y vivir por el Espíritu, Juan 4:14 y 7:38... Como fuente turbia y manantial corrompido, es el justo que cae delante del impío, Proverbios 25:26,
Vivir en la fuente y fluir en el Espíritu, no se obtiene de la noche a la mañana, es un proceso juicioso y progresivo de estar en la presencia del Santo, testificando contra el mundo y sin dejarnos corromper con el estancamiento mal oliente, sino renovándonos en el rocío de la adoración inteligente que brota desde las entrañas, por la comunicación con la Fuente, para sanidad de los hombres, Juan 7:37-39. Porque, dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a Mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas, cisternas rotas que no retienen agua, Jeremías 2:12; Pero Jesús dijo: Cualquiera que beba de esta agua volverá a tener sed, pero el que beba del agua que Yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que YO le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna, Juan 4:13-14 y Apocalipsis 21:6..
7. La Puerta de las Aguas, Nehemías 3:15 y 26, Era una puerta que permanecía cerrada todo el año, solo se abria para celebrar las últimas tres fiestas bíblicas y que hasta hoy faltan por cumplirse proféticamente; esta puerta estaba al oriente por donde sale el sol, allí había un estanque llamado Mikvá, utilizado una vez al año por el sumo sacerdote en el día de la expiación, y que al sumergirse recrea la renovación del estanque del alma, como cuando nos bautizamos, que se sepulta el ego vanaglorioso y resucitamos en el Espíritu de Cristo, para una total transfornación de vida. Juan 15:3-5.
Esta puerta simboliza la importancia de la palabra en nuestra vida, ella es luz que irrumpe en las tinieblas y nos ilumina a la Luz de Cristo; la palabra corre como aguas que limpian nuestra vida e iluminan el entendimiento, para que también otros sean iluminados y limpios, porque somos luminares en Cristo, y tenemos que alumbrar para disipar las tinieblas de otros, y como lámparas reflejar a Cristo. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino, Salmos 119:105,
Esta puerta habla de nuestra responsabilidad para avivar los ministerios y el servicio para que Dios reactive los dones del Espíritu, y que se hagan sus operaciones y milagros a través de templos vivos y santos, obedientes y diligentes en la aplicación y vivencia de su palabra. Cristo amó a la iglesia y se entregó así mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, Efesios 5:25-26.
La presencia de Dios se manifiesta con maravillas, milagros y prodigios en un evangelio predicado fidedignamente, porque Si no creen por la palabra, creerán por las obras del Espíritu, Juan 4:48; exige que todo el Cuerpo de Cristo vivencie la palabra en su vida personal, familiar y de congregación, Salmos 1. Esdras reunía al pueblo en la puerta de las aguas para leerles la ley de Dios y volviéndolos a los fundamentos, mandamientos y principios de la ley divina no adulterada, no adornada, no aumentada, no disminuida, ni acomodada según el oyente o el predicador, Deuteronomio 4:2 y Apocalipsis 22:19.
8. La puerta de los Caballos, Nehemías 3:28. Zacarías 4:6. Esta puerta era usada por los ginetes cuando regresaban victoriosos de sus batallas y daba directo al palacio del rey, demostrando poderío, fuerza y grandeza, porque los que restauran aquí son los despiertos guerreros del Padre y soldados atalayas de Jesucristo que disciernen los tiempos. 1 Pedro 2:4-5 y 9-10; Josué 24:15, 2 Crónicas 23:15.
Esta puerta nos habla de fuerza y tesón para Interceder ante el Rey a favor propio, de la familia consanguínea, la familia de Dios, la nación y la tierra. Aunque el Eterno estaba presente, los que restauraron esta puerta fueron Nehemias y los sacerdotes frente a sus casas, lo cual indica que todos estaban en familia haciendo sus vidas en un solo cordel de tres dobleces, que como la fuerza del caballo, no se rompe tan facil, por eso son usados para la guerra; los caballos nos representan como intercesores en las batallas espirituales, necesitados de la dirección divina, porque muchas veces somos como caballos salvajes, rebeldes e indomables que necesitan de cabestro y jinete para no desbocarse y caer al precipicio. Salmos 32:9.
La puerta de los caballos restaurada es nuestra existencia en sujeción y dependencia a Dios, viviendo en su presencia como Enoc y Elias y con el poder de la unción del Espiritu, es nuestra victoria en Cristo, obtenida en la cruz y la resurrección; cuando las anteriores puertas han sido restauradas, estamos listos para la batalla con fuerza, vigor y valentía; esta puerta nos habla de abandonar toda cobardia para ser esforzados y valientes, listos en la brecha sirviendo como instrumentos de liberación y bendición para que otros también sean victoriosos en Cristo, porque cuando somos humildes y valientes para vencer el mundo y el pecado, el SEÑOR dará la batalla por nosotros avergonzando al enemigo porque confiamos en Dios y no en nosotros, Salmos 44:3-7, 118:8-9 e Isaías 12:2.
Los caballos simbolizan fuerza y hermosura, la Iglesia debe fortalecerse en la hermosura santificadora de Dios para estar preparada continuamente en la lucha contra las fuerzas del mal que se ciernen sobre la humanidad, porque cuando vencemos en pureza y confianza en Dios al 100%, no viviremos jamás en derrota, Efesios 6:10-18. Cantemos a Dios, cantemos alabanzas en su nombre; abran paso al que cabalga por los desiertos, cuyo nombre es el Gran YO SOY; regocijémonos delante de Él. Salmos 68:4.
El pueblo de Dios necesita porte y vigor para la lucha, porque asi como el caballo necesita de cabestro y jinete para ser dirigido, nosotros necesitamos que Cristo nos gobierne y su Espíritu nos dirija, y aunque veamos al enemigo, NO nos amedrentemos, sino que enfrentemos vestidos con la armadura de Dios y el conocimiento de la sana doctrina bíblica desechando el humanismo del mundo, porque quien confía en sí mismo, dejando de lado a Dios, la serpiente le envolverá los pies y lo hará caer. porque vano para salvarse es el caballo; la grandeza de su fuerza a nadie podrá librar, Salmos 33:17. El creyente y la iglesia reciben fuerza y poder con una vida espiritual alineada a la Escritura, es el poder de Dios el que opera en el pueblo del Eterno, no el empoderamiento humano. Nadie hay como el Eterno, que cabalgo en su majestad sobre los cielos para venir en nuestra ayuda desde las nubes. Deuteronomio 33:26.
La llenura del Espíritu, Lucas 24:49, hace descender la gloria de Dios a la tierra a través de su pueblo; Él es quien nos permite ser verdaderos testigos en casa, en el vecindario, en la ciudad, en la nación y hasta lo último de la tierra con la dinamita de su palabra en el corazón y en la mano. Hechos 1:8, edificando murallas invisibles de protección sobre todo lo nuestro y por todo lugar donde vayamos, El caballo se prepara para el día de la batalla, pero es el SEÑOR quien da la victoria.
9. La Puerta Oriental, Nehemías 3:29. También llamada puerta Dorada, puerta de la misericordia o Puerta de la Hermosa, como lo dice Hechos 3:2. Estaba en la sección oriental del templo que se menciona en Ezequiel 10:19, y nos habla de resurrección en Cristo. Es la puerta más antigüa, se reconstruyó en los siglos VI y VII d.C. pero la original está bajo tierra donde está la actual; da acceso al monte del templo, por alli entró Jesús al monte de los Olivos, Mateo 21, y por allí entrará como Rey cuando venga a gobernar con sus santos, por alli Ezequiel vió salir la gloria de Dios del templo, Ezequiel 10:18-19, pero tambien la vió regresar, Ezequiel 43:1-5, también la puerta del tabernáculo daba al oriente porque es una puerta profética, hoy está cerrada, pero se abrirá cuando el Rey ponga sus pies en el monte de los Olivos. Hechos 1:9-12..
Es alli donde está el campo del alfarero que hace pedazos la vasija que se echó a perder para hacer una nueva, Jeremías 18; el SEÑOR nos restauró en el campo de su sangre para hacerlo todo nuevo, Mateo 27:6-10.Toda actividad y servicio del cuerpo de Cristo debe ser restaurador, debe ser efectuado con la mira y la esperanza en la Segunda venida, mientras trabajamos para renovarnos por dentro y por fuera con una vida de integridad, santidad y consagración como resucitados en Cristo. Fueron los sacerdotes quienes repararon, cada uno frente a su propia casa, lo cual nos enseña que debemos empezar a reparar y reedificar el cuerpo de Cristo desde nuestro propio hogar, y es la puerta que debe mantenerse cerrada con fidelidad, honra, oración, ayuno, vigilia y clamor en el Espíritu para que no entre el adversario del adulterio y el divorcio a derribar y destruir, por eso tanto ataque a la familia en su diseño original. Deutetonomio 12:28.
El Rey debe encontrar vasijas llenas del aceite el día del arrebatamiento, 2 Pedro 3:14. Esto nos advierte y enseña que debemos ser verdaderos padres y verdaderos hijos, embajadores, siervos fieles atentos, discerniendo los tiempos y las sazones cercanas a su venida gloriosa; hay oportunidad para seguir creciendo juntos y en familia a la estatura de Cristo y que la Esposa se prepare para el Esposo, una amada sin mancha y sin arrugas, libre de apariencias y tibiezas. Efesios 5:27.
Enta puerta del oriente, nos ubica en el Huerto del Edén, Génesis 2:8, Canaán, Josué 1:15, la entrada al Tabernáculo de reunión, Números 3:38, el Sol de Justicia tiene la llave para volverla abrir, Ezequiel 8:16, porque de alli salió el relámpago, Mateo 24:27, todos esto son promesas y bendiciones del SEÑOR.
10. Puerta de Efraín, Nehemías 8:13-18. Salieron por familias a recoger ramas de árboles, y cada uno construyó su propia enramada en la plaza de Efraín y hubo gran alegría; el nombre Efraín traduce fructífero, doble fruto y porción, fecundo y fértil, lo cual nos enseña que reparar esta puerta es preocuparse por dar fruto para Dios; esta puerta solo es reparada por creyentes maduros, que han crecido y se examinan diariamente así mismos sin emitir juicios, aqui se ajusta divinamente la diferencia que hace Pablo con Romanos 7 y 8, entre los frutos de la carne y frutos del Espiritu.. Romanos 8:24-39, porque los creyentes maduros y balanceados son de doble bendición para el pueblo de Dios, pues son firmes y radicales en la fe del Hijo de Dios Salmos 1, Filipenses 4:10, 1 Timoteo 6:10.
No es coincidencia que esta puerta estuviera frente a la puerta de las aguas que simboliza vida plena en el Espíritu, tal como lo dice Ezequiel 47, pues no hay madurez sin fruto, y no hay prosperidad física, económica y matetial si primero no hay prosperidad en nuestro ser interior, es decir espiritualidad como Dios la espera de cada uno de nosotros; los maduros han recorrido un largo camino, trabajan, están despiertos velando y son esforzados y valientes; poseen una doble porción del Espíritu como la tuvo Eliseo de Elías, son edificadores y pacificadores enseñando y capacitando al cuerpo de Cristo, queriendo multiplicar gente productiva en el reino de Dios, y en la ejecución del llamado y el ministerio, dando fruto con demostración de dones. Las prosperidad en Dios no significa tener mucho, sino que no nos falte nada, teniendo todo lo necesario para vivir dignamente. 2 Corintios 8:15.
11. La Puerta del Juicio, Nehemías 3:31, Es la puerta donde los ancianos de la ciudad se sentaban a juzgar los asuntos legales del pueblo, nos habla de que un dia todos estaremos frente al tribunal de Cristo para ser juzgados o recompensados, porque cada movimiento, y cada dia de nuestra vida está registrado y es evaluado por el SEÑOR para dar una recompensa. Mateo 10:42, 25:23, Apocalípsis 22:12.
Restaurar esta puerta significa restaurar el gobierno de Dios sobre nuestra vida para que se haga su voluntad y no la nuestra, nos habla que la unción tiene un costo y un precio que debemos pagar como discípulos y seguidores de Jesucristo, llevando su yugo de amor y cargando el escudo de la fe obediente para ser soldados y mayordomos efectivos, que están alertas guardando todas las puertas, vigilando en medio de la oscuridad del mundo, para no ser presos ni encarcelados por el enemigo y los deleites del mundo. Mateo 26:41.
Necesitamos restaurarla y repararla para dejar de ver la paja en el ojo ajeno, pues el juicio comienza por casa. 1 Pedro 4:17. Hemos avanzado en un proceso de continua restauracion de nuestra vida integral y nuestra relación con Dios, donde permitimos el gobierno de Dios en la totalidad de nuestra existencia y es Él quien controla y aconseja a cada paso, Él es ahora el Guardían de nuestra vida, nos cuida y vigila, mientras atendemos lo que Él dice. Habacuc 2:1-4, Nehemías 4:9 y 23, Jueces 7:19, 1 Crónicas 24-28, 2 Pedro 3:17.
Esta puerta era llamada la puerta de la inspección, de la convocación y el encuentro del pueblo con su SEÑOR. Dios ha estado llamando a la iglesia y a cada miembro en particular, para volver completamente a ser pueblo santo, la Iglesia que hace sus tareas asignadas y cumple los encargos ministeriales para los cuales Dios ha dispuesto los ministerios y los obreros de su mies. Mateo 9:38.
Es un llamado a rescatar la Escuela Dominical, el ministerio de adolescentes, jóvenes, mujeres, hombres, ancianos y familia, porque a todos el SEÑOR les ha repartido dones, habilidades y talentos y ninguno puede quedarse mirando, sino todos trabajando, porque todos compareceremos en la gran asamblea que se llevará a cabo en aquel día, 2 Corintios 5:10.
Esta puerta también simboliza la preparación de que habló Pablo, prosigo hacia la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, y todo el contenido de Filipenses 3, cada uno creciendo y avanzando sin parar en Cristo.
12. Puerta de la Cárcel. Nehemías 12:39. Estas dos últimas puertas nos hablan de la revelación de Cristo en la recompensa a los justos y el castigo a los impíos; Él es nuestro Gran Sumo Sacerdote y Abogado, pero Juez para el malvado y dará a cada quien según sus obras, estamos presos en el amor de Cristo, Pablo lo dijo. Efesios 3:1 y 4:1. No trabajamos para sacar favores de Dios, sino por amor a Él, lo cual se hace con madurez espiritual. Filemón 1:9
La salvación es individual y todos rendiremos cuentas en el gran día. Muchos me dirán en aquel día: Señor, Señor, ¿No profetizamos en tu nombre, y en tu nombre echamos fuera demonios, y en tu nombre hicimos muchos milagros? Y entonces les declararé: Nunca os conocí; apartaos de Mí, hacedores de maldad, Mateo 7:22-23, 1 Corintios 4:5. Esta puerta nos habla de contender ardientemente por la fe como lo expresa el Espíritu Santo en la carta de Judas, debemos estar examinándonos a cada paso, para juzgarnos a nosotros mismos y que nadie nos señale ni nos condene; si vemos primero nuestras fallas y errores, no seremos juzgados, nos corregiremos y no estaremos presos en juicios, juzgando a otros, ni cederemos derecho legal a las tinieblas para acusarnos ni condenarnos y mucho menos para atacarnos sino que daremos testimonio. Génesis 41:14.
Quizá no todos alcancen a reconstruir hasta la puerta doce, pero debemos ser lo suficientemente pequeños a nuestros propios ojos y a los ojos de los demás, para que Dios pueda utilizarnos. Pasaremos por el valle de la humillación, pero glorificaremos a Dios, y daremos buen testimonio cristiano. 1 Timoteo 4:16 y 1 Juan 3:2.
¿En qué estado y reparando cuál puerta, nos va a encontrar el Rey de gloria cuando venga por su pueblo?
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
