LOS JUEGOS DE AZAR ESCLAVIZAN Y DESTRUYEN
La
sanguijuela tiene dos hijas que dicen ¡dame! ¡dame! Hay tres cosas que nunca se
sacian, y la cuarta nunca dice basta. El seol, la matriz estéril y la tierra
que no se sacia de aguas, y el fuego que jamás dice basta, Proverbios 30:15-16.
Así como la muerte y la
destrucción nunca se sacian, el deseo del hombre nunca queda satisfecho,
Proverbios 27:20. Y dónde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón, Mateo
6:21.
Hace algún tiempo escuché esta enseñanza poco usual, que hoy me
parece importante compartir; es acerca de las apuestas, las loterías y los
juegos de azar. Estoy segura que será algo que a muchos los confrontará y a
otros tantos no les agradará. La multitud hace lo del dicho: ¿Para dónde va
Vicente? Para donde va toda la gente, por eso se imaginan que para donde van
todos, es lo verdadero y lo correcto. Y se dicen: si todos lo hacen, yo también
lo hago, asegurando que “la mayoría y la multitud mandan” queriendo ser iguales
y homogéneos para su desdicha, pero el camino
ancho por donde van todos, es el que lleva a la perdición, Mateo 7:13-14.
Debemos predicar la verdad de Dios, no para ser populares, ni famosos y mucho menos de renombre, quizá podamos
ser conocidos por unos pocos cercanos; tampoco nos volvemos ricos, en el único
lugar que seremos populares y ricos será en el cielo sirviendo a nuestro Señor
Jesucristo, Es mejor hacer
tesoros en el cielo, donde no son minados, dañados ni robados, Mateo
6:19-20.
Los
cristianos somos ovejas en medio de lobos, nacidos dos veces en medio de una
multitud que sólo ha nacido una vez, y por ser hijos de Dios siempre iremos en contra
del las costumbres y manías del mundo, estamos para proyectar orden, virtud, paz y andar en la verdad
siendo sal de la tierra y luz del mundo, Mateo 5:13-16.
La Biblia es el Manual y guía máxima de los más grandes principios
para la vida, por lo cual es increíble que un cristiano apueste, y es
imprudente que la sociedad fomente las apuestas, los casinos y los juegos de
azar o cualquier tipo de vicio, y no debemos acomodarnos al mundo, Romanos 12:2.
La Biblia habla de tomar riesgos como parte del buen aprendizaje
de la vida para madurar, crecer y ganarse el pan, así como un agricultor, un edificador
y un comerciante toman riesgos para obtener sus ganancias, el que al
viento observa, no sembrará, y el que mira a las nubes no segará, Eclesiastés
11:4.
No podemos esperar tiempos perfectos que garanticen realizar una
tarea, debemos arriesgar en trabajos y negocios honestos para poder ganar el
sustento dignamente. La Biblia no habla en contra de tomar riesgos legítimos,
nos endeña y alienta a ser valientes y esforzados trabajadores, Dios
continuamente nos anima diciendo: “¡Sé fuerte
y valiente, pon manos a la obra! No temas ni desmayes, porque Dios el Señor
estará contigo, no te dejará ni te desamparará hasta que todo esto acabe, 1
Crónicas 28:20. Como personas de fe, hemos de exponer nuestra propia vida
poniendo en la obra los dones, talentos y capacidades que Dios nos ha dado para
lograr cosas mejores a través del arduo trabajo, el esfuerzo y el sacrificio.
No podemos confundir invertir con apostar, son dos cosas muy
diferentes, las apuestas son una verdadera amenaza para la juventud que crece imaginando
que los juegos de azar y las apuestas son algo aceptable, hay jóvenes
universitarios que reciben las mesadas que
sus padres envían y las apuestan en los casinos perdiendo todo, los juegos
nunca serán base de la economía, no se dejen engañar, así como el vino y
cualquier otro vicio encadena y roba la sabiduría y la libertad, así son los
juegos de azar, Proverbios
20:1.
En las apuestas siempre hay perdedores porque se pronostica tener,
lo que en verdad le pertenece a otros, por un ganador hay muchos perdedores; es
verdad que la inversión plantea ganancia para todos los involucrados y suple
necesidades mutuas, pero no lo es en este caso. Invertir crea beneficios para
muchos más de los que invierten, se produce nuevas riquezas y premia a los
inversionistas; pero en las apuestas NO SE PRODUCE NADA BUENO, solo engaño, pérdida de tiempo y dinero; los gobiernos hacen que
muchos arriesguen dinero para las apuestas, pero solo unos pocos obtendrán el
beneficio y la gran mayoría perderá quedando frustrados, sintiéndose miserables
y derrotados, pero si el
Hijo los liberta, serán verdaderamente libres, Juan 8:36.
Un gobierno que permite loterías, juegos de azar y cualquier otro
vicio, lo que crea no son “negocios” son lugares de pérdida donde todos son
desafortunados, allí se multiplican los fracasados; para que las loterías
funcionen, deben haber millones de perdedores que viven en la luna. En los
negocios de inversión se producen ganadores, en las apuestas se pone y se
pierde. Un negocio bueno, verdadero y sano es ganar y ganar. George Washington dijo al
respecto: Las apuestas son hijas de la repugnancia, hermanas de la iniquidad y
padres de la destrucción. El azar está en contra de los principios bíblicos.
1.
Principio de la honestidad. Es el primer principio que violan las apuestas, las
loterías, los juegos de azar y todo vicio. Específicamente la biblia no habla directo
acerca de apuestas y juegos, pero enseña principios de vida emanados del
corazón de Dios, No codiciarás… cosa alguna de tu prójimo, Éxodo 20:17. La gente compra lotería,
se mete en juegos de azar y clandestinidad, porque codician dinero rápido y
fácil, no quieren esforzarse trabajando honestamente, pero si ambicionan amasar
riquezas de la noche a la mañana; el mandamiento de Éxodo se refuerza cuando
dice: raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando
algunos se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores, 1
Timoteo 6:10, así que las loterías, juegos de azar, vicios y
cualquier cosa clandestina se encuadran perfectamente contenidos en los textos
bíblicos.
Apuestas, juegos de azar, vicios y toda clandestinidad violan el
principio de la honestidad que está contenido en el noveno mandamiento que
dice, No hurtarás, Éxodo 20:15, apostar y traficar es una forma de robo en mutuo consentimiento,
es la transferencia de riquezas no ganadas ni cedidas, dando antes algo a
cambio, al apostar y traficar se desea y se codicia lo que otro tiene, para
pasar a ser controlado por el codicioso, mientras que el otro no recibe nada
sino que lo pierde, aquí está escondido el espíritu de robo, de hurto y de
codicia por amor a las riquezas fáciles, pero los
ladrones y los avaros no entrarán en el reino de los cielos, 1 Corintios 6:9-10.
Como la ruleta rusa, que es un asunto de inmoralidad que promueve
el asesinato en mutuo consentimiento, lo cual es algo perverso, sucio,
indecente y degradante. En el muto asentimiento para robar y dejarse robar
cuando apuestan, un tonto apuesta y pierde, mientras un avispado toma lo que le
pertenece al apostador, apropiándose de la supuesta ganancia, convirtiéndose en
un ladrón con licencia para robar, pues es el mismo caso de un asaltante que en
un lugar oscuro intimidad a su víctima para quitarle las prendas, en ambos casos
se arrebata lo que le pertenece a otro, El que
roba, no robe más, sino más bien trabaje, haciendo con sus manos lo que bueno,
a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad, Efesios 4:28.
Cuando se
apuesta con los dados, todos ponen lo que poseen y sólo uno se lleva lo de
todos, esos jugadores y supuestos ganadores tienen el mismo espíritu perverso
del hombre que asalta en la calle, la diferencia es que en el asalto hay un
hecho forzado, mientras que en las apuestas, juegos de azar y tráfico, son un robo de mutuo acuerdo.
Así que las apuestas y juegos de azar violan la ley de Dios que es el Principio
de la honestidad y rectitud, No hurtarán, ni engañarán, ni se
mentirán unos a otros, Levítico 19:11.
2.
Principio del amor, Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y
con toda tu mente. Este es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es
semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos
depende toda la ley y los profetas, Mateo 22: 37-40. Las apuestas son el
placer y ganancia mal habida a costa del dolor de la pérdida de otras personas,
cuando uno desea que el otro pierda para poder ganarle, no se está amando al
otro porque está tratando de arrebatarle lo que le pertenece, el amor no quita,
el amor DA.
Si usted se cree ganador en apuestas, se está degradando así mismo
y hace de su prójimo su víctima, todos los millones de apostadores, son
víctimas y adictos al juego, es un problema igual que el alcoholismo y la
drogadicción y con los mismos síntomas que esclavizan, destruyen y matan,
Sean sobrio y estén siempre alerta, porque su enemigo, el diablo, ronda como un
león rugiente, buscando a quien devorar, 1 Pedro 5:8.
Las apuestas y los juegos de azar, llevan a muchas personas a
terminar en enfermedades mentales, los adictos al juego tienen un impacto sobre
la sociedad, se sepultan en deudas exorbitantes antes de buscar ayuda, las
familias quedan arruinadas, su productividad laboral se deteriora hasta tocar
fondo, acuden al robo y malversación de dineros para saldar deudas,
No confíen en la extorsión ni se hagan ilusiones con la rapiña; y aunque se
multipliquen sus riquezas, no pongan el corazón, en ellas, Salmos 62:10.
No solo sufre el apostador adicto, sino que arrastra a toda su
inocente familia al dolor, las personas de escasos recursos son los que más
sufren, por ser los más propensos a los juegos, las apuestas y el azar de las
loterías, porque lo ven como única fuente de riqueza y tabla de salvación
de su pobreza,
Ustedes no pasan por tentaciones que no sean soportables humanamente. Ustedes
pueden confiar en Dios, Él no los dejará sufrir pruebas más allá de lo que
puedan soportar. Al contrario, cuando les llegue la tentación, Dios les dará la
manera de salir de ella, para que puedan soportar, 1 Corintios 10:13.
Los menos pobres, acuden a los casinos donde pierden su dinero por
miles, pues se ilusionan en la espera de un golpe mágico de suerte que nunca
llega. Los medios de comunicación promocionan esta clase de juegos haciéndoles
creer a las gentes que serán ricos fácilmente, Si alguien ayuda a un
ladrón, solo se perjudicará a sí mismo, jurará decir la verdad, pero en
realidad mentirá y engañará. El que se asocia con un ladrón
aborrece su propia vida; oye las maldiciones, pero no las denuncia, Proverbios
29:24..
El índice de suicidios en muchas partes del mundo son el resultado
de la perdida en las apuestas, al igual que los crimines, no hay amor al
prójimo y mucho menos se construye una sana economía sobre algo que destruye y
arruina la vida y la estabilidad de muchas familias; un caso típico en la
biblia es Judas Iscariote que por unas monedas apostó vender al Salvador, luego
al ver su realidad, se ahorcó,
El
gobierno que
saca impuestos de las debilidades y la miseria humana, es
repugnante y corrupto el corazón de esos gobernantes. No se puede decir que se sana a
una población a costa de la miseria de otros, eso solo produce dolor y pérdidas
humanas, Dios pagará a cada uno, según lo que
merezcan sus obras, Romanos 1:6.
Lo lamentable
es que los
juegos, apuestas y tráfico crecen especialmente entre la juventud porque los medios
promocionan y
facilitan las
apuestas; peor aún, es un gran problema socialmente aceptado, legalizado y
fomentado por gobernantes sin escrúpulos y medios de comunicación viciados,
porque es el Estado el que le hace la publicidad a las loterías con el pretexto
de usar esos
impuestos para la salud, YO el Señor amo la justicia y el
derecho, pero aborrezco el latrocinio que es robo y crimen…Isaías 62:8a.
3.
Principio al trabajo. Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma, 2 Tesalonicenses 3:10. La biblia enseña que se adquieren
riquezas por medio del trabajo honrado, el sacrificio, la responsabilidad y el
esfuerzo laboral propio. En vez de promocionar inalcanzables y falsas riquezas,
se debería promocionar la lucha contra la pobreza mediante el trabajo honesto y
bien remunerado. La verdad es que hay muchas más probabilidades que le caiga un
rayo y lo mate, a que se gane el premio mayor de la lotería o una gran suma en
el casino, que luego irá a aportarla y perderá el doble; el ser
humano no se sacia cuando anda en un círculo vicioso, Eclesiastés 1:8-9.
Los gobiernos son puestos para servir a la sociedad y aquellos que
dicen amar a Cristo, deben mostrar compasión hacia los pobres, no a través de rifas, apuestas o juegos de azar que en
nada ayudan a
la gente, sino que les quitan,
lastiman y destruyen. Si el gobierno en verdad quiere ayudar a los necesitados, NO DEBE
PROMOCIONAR LOS JUEGOS, LAS LOTERIAS Y EL AZAR, sino promover la forma de dar
empleo, promover talentos y dones abriendo oportunidades de trabajo digno,
Reprime el llanto de tu voz, y de tus ojos las lágrimas; porque hay salario
para tu trabajo, declara el Señor, Jeremías 31:16.
Las
apuestas son un fraude económico que exprime y saca todo el tiempo, sin
producir verdadera riqueza y mucho menos bienestar, son una sanguijuela social.
La Biblia enseña de integridad a través de la industria y el trabajo. Las
apuestas, las loterías, los juegos de azar y el tráfico solo redistribuyen
riquezas manchadas de pecado que saca de las manos de los tontos perdedores y
las pasa a las de unos pocos avivatos. Los impuestos que perciben los Estados promocionando
las apuestas no son suficientes para sanar y limpiar la miseria de sus pueblos.
En lugar de abrir tantos casinos, ¿por qué no se abren sitios donde las
familias unidas puedan trabajar, tener recreación y descanso?
La
sanguijuela tiene dos hijas que dicen ¡dame! Y ¡dame más!, Proverbios 30:15.
4.
Principio de la providencia divina. Estos movimientos de dinero mal habido violan el principio
de la Providencia divina porque el adicto jugador quiere vivir según la suerte,
y no depende de la ayuda de Dios. Pero ustedes los que dejan a
Dios, que olvidan su santo monte, que ponen mesa para la fortuna, y suministran
libaciones para el destino; YO los destinaré a la espada, y todos se
arrodillarán al degolladero…Isaías 65:11.
La fortuna es la diosa de la suerte, la casualidad y la ventura. Los
creyentes no se desean suerte, se bendicen; la palabra suerte proviene del
nombre de una diosa pagana, por eso los apostadores dependen de la casualidad
del azar, pero la Biblia dice que debemos depender de la providencia de Dios, Más
buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas les
serán añadidas, Mateo 6:33. Cuando se juega y se apuesta, sólo se piensa con el egoísmo del
yo-ego, no en otros y la confianza está depositada en la posibilidad de la
suerte y la ruleta del ego que no se sacia.
Esta clase de juegos
traen dolor, angustia y destrucción, en vez de sana recreación frescura, descanso o renuevo; un
casino es el centro mismo del infierno, usted verá allí gente, adusta, sombría,
ensimismada, ansiosa y alejada de la realidad, allí no existe ninguna clase de
recreación. Las apuestas y el juego son una maldición que promociona vicio,
crimen y ruina alejando a las personas de Dios. Apostar va acompañado de
inmoralidad, carnalidad, promiscuidad, avaricia, pleitos, engaño, celos, iras,
egoísmo, contiendas, embriaguez, crimen y hasta muerte, porque donde hay algo
podrido, llegan los
buitres, este es el panorama de un casino que despide olor a azufre del averno,
Toda su tierra es azufre, sal y calcinación, sin sembrar, nada germina y el
pasto no crece en ella…Deuteronomio 29:23.
El juego, las apuestas y loterías no contribuyen en nada al bien
común, por el contrario, corrompen los valores, se burlan del trabajo,
financian el delito, roban a los niños, corrompen a los jóvenes, esclavizan a
mucha gente y envenenan todo lo que tocan.
Olvídese de las apuestas y los juegos de azar, póngase a favor del
trabajo y el tomar riesgos con esfuerzo y de la mano de Dios para que tenga
ganancia segura. Pero recuerde dos cosas que si son totalmente seguras: a) Pero si así no lo hacen, he aquí que habrán pecado contra Dios; y deben
saber que su pecado los alcanzará, Números 32:23. Y b) Vengan a
Mí todos los cansados y cargados, y YO les daré descanso, Mateo 11:28. Jesús te salvará si le
entregas tu vida y tu corazón, confía en Él y abandona tu pecado. Hay una
esperanza firme y segura en Cristo. Lo más maravilloso que nos puede pasar, es
conocer a Jesucristo para tenerlo como Señor y Dios de nuestra vida.
Lic. MEHC
hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino
¿Quieres ser libre y avanzar? Abre tu corazón a Cristo y entrégale
todo lo que eres, ´¡Conocerás La Verdad y serás verdaderamente libre! Amén.