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17 oct 2015

LOS JUEGOS DE AZAR-ESCLAVIZAN Y DESTRUYEN-ESCAPA POR TU VIDA,

LOS JUEGOS DE AZAR ESCLAVIZAN Y DESTRUYEN

La sanguijuela tiene dos hijas que dicen ¡dame! ¡dame! Hay tres cosas que nunca se sacian, y la cuarta nunca dice basta. El seol, la matriz estéril y la tierra que no se sacia de aguas, y el fuego que jamás dice basta, Proverbios 30:15-16.

Así como la muerte y la destrucción nunca se sacian, el deseo del hombre nunca queda satisfecho, Proverbios 27:20. Y dónde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón, Mateo 6:21.

Hace algún tiempo escuché esta enseñanza poco usual, que hoy me parece importante compartir; es acerca de las apuestas, las loterías y los juegos de azar. Estoy segura que será algo que a muchos los confrontará y a otros tantos no les agradará. La multitud hace lo del dicho: ¿Para dónde va Vicente? Para donde va toda la gente, por eso se imaginan que para donde van todos, es lo verdadero y lo correcto. Y se dicen: si todos lo hacen, yo también lo hago, asegurando que “la mayoría y la multitud mandan” queriendo ser iguales y homogéneos para su desdicha, pero el camino ancho por donde van todos, es el que lleva a la perdición, Mateo 7:13-14.

Debemos predicar la verdad de Dios, no para ser populares, ni famosos y mucho menos de renombre, quizá podamos ser conocidos por unos pocos cercanos; tampoco nos volvemos ricos, en el único lugar que seremos populares y ricos será en el cielo sirviendo a nuestro Señor Jesucristo, Es mejor hacer tesoros en el cielo, donde no son minados, dañados ni robados,
Mateo 6:19-20.

Los cristianos somos ovejas en medio de lobos, nacidos dos veces en medio de una multitud que sólo ha nacido una vez, y por ser hijos de Dios siempre iremos en contra del las costumbres y manías del mundo, estamos para proyectar orden, virtud, paz y andar en la verdad siendo sal de la tierra y luz del mundo, Mateo 5:13-16.

La Biblia es el Manual y guía máxima de los más grandes principios para la vida, por lo cual es increíble que un cristiano apueste, y es imprudente que la sociedad fomente las apuestas, los casinos y los juegos de azar o cualquier tipo de vicio, y no debemos acomodarnos al mundo, Romanos 12:2.

La Biblia habla de tomar riesgos como parte del buen aprendizaje de la vida para madurar, crecer y ganarse el pan, así como un agricultor, un edificador y un comerciante toman riesgos para obtener sus ganancias, el que al viento observa, no sembrará, y el que mira a las nubes no segará, Eclesiastés 11:4.

No podemos esperar tiempos perfectos que garanticen realizar una tarea, debemos arriesgar en trabajos y negocios honestos para poder ganar el sustento dignamente. La Biblia no habla en contra de tomar riesgos legítimos, nos endeña y alienta a ser valientes y esforzados trabajadores, Dios continuamente nos anima diciendo: “¡Sé fuerte y valiente, pon manos a la obra! No temas ni desmayes, porque Dios el Señor estará contigo, no te dejará ni te desamparará hasta que todo esto acabe, 1 Crónicas 28:20. Como personas de fe, hemos de exponer nuestra propia vida poniendo en la obra los dones, talentos y capacidades que Dios nos ha dado para lograr cosas mejores a través del arduo trabajo, el esfuerzo y el sacrificio.

No podemos confundir invertir con apostar, son dos cosas muy diferentes, las apuestas son una verdadera amenaza para la juventud que crece imaginando que los juegos de azar y las apuestas son algo aceptable, hay jóvenes universitarios que reciben las mesadas que sus padres envían y las apuestan en los casinos perdiendo todo, los juegos nunca serán base de la economía, no se dejen engañar, así como el vino y cualquier otro vicio encadena y roba la sabiduría y la libertad, así son los juegos de azar, Proverbios 20:1.

En las apuestas siempre hay perdedores porque se pronostica tener, lo que en verdad le pertenece a otros, por un ganador hay muchos perdedores; es verdad que la inversión plantea ganancia para todos los involucrados y suple necesidades mutuas, pero no lo es en este caso. Invertir crea beneficios para muchos más de los que invierten, se produce nuevas riquezas y premia a los inversionistas; pero en las apuestas NO SE PRODUCE NADA BUENO, solo engaño, pérdida de tiempo y dinero; los gobiernos hacen que muchos arriesguen dinero para las apuestas, pero solo unos pocos obtendrán el beneficio y la gran mayoría perderá quedando frustrados, sintiéndose miserables y derrotados, pero si el Hijo los liberta, serán verdaderamente libres, Juan 8:36.

Un gobierno que permite loterías, juegos de azar y cualquier otro vicio, lo que crea no son “negocios” son lugares de pérdida donde todos son desafortunados, allí se multiplican los fracasados; para que las loterías funcionen, deben haber millones de perdedores que viven en la luna. En los negocios de inversión se producen ganadores, en las apuestas se pone y se pierde. Un negocio bueno, verdadero y sano es ganar y ganar. George Washington dijo al respecto: Las apuestas son hijas de la repugnancia, hermanas de la iniquidad y padres de la destrucciónEl azar está en contra de los principios bíblicos.

1. Principio de la honestidad. Es el primer principio que violan las apuestas, las loterías, los juegos de azar y todo vicio. Específicamente la biblia no habla directo acerca de apuestas y juegos, pero enseña principios de vida emanados del corazón de Dios, No codiciarás… cosa alguna de tu prójimo, Éxodo 20:17. La gente compra lotería, se mete en juegos de azar y clandestinidad, porque codician dinero rápido y fácil, no quieren esforzarse trabajando honestamente, pero si ambicionan amasar riquezas de la noche a la mañana; el mandamiento de Éxodo se refuerza cuando dice: raíz de todos los males es el amor al dinero, el cual codiciando algunos se extraviaron de la fe y fueron traspasados de muchos dolores, 1 Timoteo 6:10,  así que las loterías, juegos de azar, vicios y cualquier cosa clandestina se encuadran perfectamente contenidos en los textos bíblicos.

Apuestas, juegos de azar, vicios y toda clandestinidad violan el principio de la honestidad que está contenido en el noveno mandamiento que dice, No hurtarás, Éxodo 20:15, apostar y traficar es una forma de robo en mutuo consentimiento, es la transferencia de riquezas no ganadas ni cedidas, dando antes algo a cambio, al apostar y traficar se desea y se codicia lo que otro tiene, para pasar a ser controlado por el codicioso, mientras que el otro no recibe nada sino que lo pierde, aquí está escondido el espíritu de robo, de hurto y de codicia por amor a las riquezas fáciles, pero los ladrones y los avaros no entrarán en el reino de los cielos, 1 Corintios 6:9-10.

Como la ruleta rusa, que es un asunto de inmoralidad que promueve el asesinato en mutuo consentimiento, lo cual es algo perverso, sucio, indecente y degradante. En el muto asentimiento para robar y dejarse robar cuando apuestan, un tonto apuesta y pierde, mientras un avispado toma lo que le pertenece al apostador, apropiándose de la supuesta ganancia, convirtiéndose en un ladrón con licencia para robar, pues es el mismo caso de un asaltante que en un lugar oscuro intimidad a su víctima para quitarle las prendas, en ambos casos se arrebata lo que le pertenece a otro, El que roba, no robe más, sino más bien trabaje, haciendo con sus manos lo que bueno, a fin de que tenga qué compartir con el que tiene necesidad, Efesios 4:28.

Cuando se apuesta con los dados, todos ponen lo que poseen y sólo uno se lleva lo de todos, esos jugadores y supuestos ganadores tienen el mismo espíritu perverso del hombre que asalta en la calle, la diferencia es que en el asalto hay un hecho forzado, mientras que en las apuestas, juegos de azar y tráfico, son un robo de mutuo acuerdo. Así que las apuestas y juegos de azar violan la ley de Dios que es el Principio de la honestidad y rectitud, No hurtarán, ni engañarán, ni se mentirán unos a otros, Levítico 19:11.

2. Principio del amor, Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primer y más grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos mandamientos depende toda la ley y los profetas, Mateo 22: 37-40. Las apuestas son el placer y ganancia mal habida a costa del dolor de la pérdida de otras personas, cuando uno desea que el otro pierda para poder ganarle, no se está amando al otro porque está tratando de arrebatarle lo que le pertenece, el amor no quita, el amor DA.

Si usted se cree ganador en apuestas, se está degradando así mismo y hace de su prójimo su víctima, todos los millones de apostadores, son víctimas y adictos al juego, es un problema igual que el alcoholismo y la drogadicción y con los mismos síntomas que esclavizan, destruyen y matan, Sean sobrio y estén siempre alerta, porque su enemigo, el diablo, ronda como un león rugiente, buscando a quien devorar, 1 Pedro 5:8.

Las apuestas y los juegos de azar, llevan a muchas personas a terminar en enfermedades mentales, los adictos al juego tienen un impacto sobre la sociedad, se sepultan en deudas exorbitantes antes de buscar ayuda, las familias quedan arruinadas, su productividad laboral se deteriora hasta tocar fondo, acuden al robo y malversación de dineros para saldar deudas, No confíen en la extorsión ni se hagan ilusiones con la rapiña; y aunque se multipliquen sus riquezas, no pongan el corazón, en ellas, Salmos 62:10.

No solo sufre el apostador adicto, sino que arrastra a toda su inocente familia al dolor, las personas de escasos recursos son los que más sufren, por ser los más propensos a los juegos, las apuestas y el azar de las loterías, porque lo ven como única fuente de riqueza y tabla de salvación de su pobreza, Ustedes no pasan por tentaciones que no sean soportables humanamente. Ustedes pueden confiar en Dios, Él no los dejará sufrir pruebas más allá de lo que puedan soportar. Al contrario, cuando les llegue la tentación, Dios les dará la manera de salir de ella, para que puedan soportar, 1 Corintios 10:13.

Los menos pobres, acuden a los casinos donde pierden su dinero por miles, pues se ilusionan en la espera de un golpe mágico de suerte que nunca llega. Los medios de comunicación promocionan esta clase de juegos haciéndoles creer a las gentes que serán ricos fácilmente, Si alguien ayuda a un ladrón, solo se perjudicará a sí mismo, jurará decir la verdad, pero en realidad mentirá y engañará. El que se asocia con un ladrón aborrece su propia vida; oye las maldiciones, pero no las denuncia, Proverbios 29:24..

El índice de suicidios en muchas partes del mundo son el resultado de la perdida en las apuestas, al igual que los crimines, no hay amor al prójimo y mucho menos se construye una sana economía sobre algo que destruye y arruina la vida y la estabilidad de muchas familias; un caso típico en la biblia es Judas Iscariote que por unas monedas apostó vender al Salvador, luego al ver su realidad, se ahorcó,

El gobierno que saca impuestos de las debilidades y la miseria humana, es repugnante y corrupto el corazón de esos gobernantes. No se puede decir que se sana a una población a costa de la miseria de otros, eso solo produce dolor y pérdidas humanas, Dios pagará a cada uno, según lo que merezcan sus obras, Romanos 1:6.

Lo lamentable es que los juegos, apuestas y tráfico crecen especialmente entre la juventud porque los medios promocionan y facilitan las apuestas; peor aún, es un gran problema socialmente aceptado, legalizado y fomentado por gobernantes sin escrúpulos y medios de comunicación viciados, porque es el Estado el que le hace la publicidad a las loterías con el pretexto de usar esos impuestos para la salud, YO el Señor amo la justicia y el derecho, pero aborrezco el latrocinio que es robo y crimen…Isaías 62:8a.

3. Principio al trabajoSi alguno no quiere trabajar, tampoco coma, 2 Tesalonicenses 3:10. La biblia enseña que se adquieren riquezas por medio del trabajo honrado, el sacrificio, la responsabilidad y el esfuerzo laboral propio. En vez de promocionar inalcanzables y falsas riquezas, se debería promocionar la lucha contra la pobreza mediante el trabajo honesto y bien remunerado. La verdad es que hay muchas más probabilidades que le caiga un rayo y lo mate, a que se gane el premio mayor de la lotería o una gran suma en el casino, que luego irá a aportarla y perderá el doble; el ser humano no se sacia cuando anda en un círculo vicioso, Eclesiastés 1:8-9.

Los gobiernos son puestos para servir a la sociedad y aquellos que dicen amar a Cristo, deben mostrar compasión hacia los pobres, no a través de rifas, apuestas o juegos de azar que en nada ayudan a la gente, sino que les quitan, lastiman y destruyen. Si el gobierno en verdad quiere ayudar a los necesitados, NO DEBE PROMOCIONAR LOS JUEGOS, LAS LOTERIAS Y EL AZAR, sino promover la forma de dar empleo, promover talentos y dones abriendo oportunidades de trabajo digno, Reprime el llanto de tu voz, y de tus ojos las lágrimas; porque hay salario para tu trabajo, declara el Señor, Jeremías 31:16.

Las apuestas son un fraude económico que exprime y saca todo el tiempo, sin producir verdadera riqueza y mucho menos bienestar, son una sanguijuela social. La Biblia enseña de integridad a través de la industria y el trabajo. Las apuestas, las loterías, los juegos de azar y el tráfico solo redistribuyen riquezas manchadas de pecado que saca de las manos de los tontos perdedores y las pasa a las de unos pocos avivatos. Los impuestos que perciben los Estados promocionando las apuestas no son suficientes para sanar y limpiar la miseria de sus pueblos. En lugar de abrir tantos casinos, ¿por qué no se abren sitios donde las familias unidas puedan trabajar, tener recreación y descanso? La sanguijuela tiene dos hijas que dicen ¡dame! Y ¡dame más!, Proverbios 30:15.

4. Principio de la providencia divinaEstos movimientos de dinero mal habido violan el principio de la Providencia divina porque el adicto jugador quiere vivir según la suerte, y no depende de la ayuda de Dios. Pero ustedes los que dejan a Dios, que olvidan su santo monte, que ponen mesa para la fortuna, y suministran libaciones para el destino; YO los destinaré a la espada, y todos se arrodillarán al degolladero…Isaías 65:11.

La fortuna es la diosa de la suerte, la casualidad y la ventura. Los creyentes no se desean suerte, se bendicen; la palabra suerte proviene del nombre de una diosa pagana, por eso los apostadores dependen de la casualidad del azar, pero la Biblia dice que debemos depender de la providencia de Dios, Más buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas les serán añadidas, Mateo 6:33. Cuando se juega y se apuesta, sólo se piensa con el egoísmo del yo-ego, no en otros y la confianza está depositada en la posibilidad de la suerte y la ruleta del ego que no se sacia.

Esta clase de juegos traen dolor, angustia y destrucción, en vez de sana recreación frescura, descanso o renuevo; un casino es el centro mismo del infierno, usted verá allí gente, adusta, sombría, ensimismada, ansiosa y alejada de la realidad, allí no existe ninguna clase de recreación. Las apuestas y el juego son una maldición que promociona vicio, crimen y ruina alejando a las personas de Dios. Apostar va acompañado de inmoralidad, carnalidad, promiscuidad, avaricia, pleitos, engaño, celos, iras, egoísmo, contiendas, embriaguez, crimen y hasta muerte, porque donde hay algo podrido, llegan los buitres, este es el panorama de un casino que despide olor a azufre del averno, Toda su tierra es azufre, sal y calcinación, sin sembrar, nada germina y el pasto no crece en ella…Deuteronomio 29:23.

El juego, las apuestas y loterías no contribuyen en nada al bien común, por el contrario, corrompen los valores, se burlan del trabajo, financian el delito, roban a los niños, corrompen a los jóvenes, esclavizan a mucha gente y envenenan todo lo que tocan.

Olvídese de las apuestas y los juegos de azar, póngase a favor del trabajo y el tomar riesgos con esfuerzo y de la mano de Dios para que tenga ganancia segura. Pero recuerde dos cosas que si son totalmente seguras: a) Pero si así no lo hacen, he aquí que habrán pecado contra Dios; y deben saber que su pecado los alcanzará, Números 32:23. Y b) Vengan a Mí todos los cansados y cargados, y YO les daré descanso, Mateo 11:28. Jesús te salvará si le entregas tu vida y tu corazón, confía en Él y abandona tu pecado. Hay una esperanza firme y segura en Cristo. Lo más maravilloso que nos puede pasar, es conocer a Jesucristo para tenerlo como Señor y Dios de nuestra vida.

Lic. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino

¿Quieres ser libre y avanzar? Abre tu corazón a Cristo y entrégale todo lo que eres, ´¡Conocerás La Verdad y serás verdaderamente libre! Amén.


NADIE TE AMA COMO DIOS TE AMA

¡DIOS TE AMA, MÁS DE LO QUE IMAGINAS!

Porque fue tal la manera de Dios amar a la humanidad, que entregó a su Hijo único Jesucristo, para que todo el que crea en Él no se condene, sino que tenga vida eterna, Juan 3:16.

 

Para que Cristo viva en sus corazones por la fe, y que el amor sea la raíz y el fundamento de sus vidas, A fin de que puedan comprender con todo el pueblo santo cuán ancho, largo, alto y profundo es el amor de Dios, Efesios 3:17-19.

 

Ni lo más alto, ni lo más profundo, ni ninguna otra de las cosas creadas por Dios, ¡Nada, podrá separarnos del amor que el Padre nos ha mostrado en Cristo Jesús  nuestro Señor, Romanos 8:39.

 

Si todos se detuvieran a pensar por un instante, cuánto nos ama Dios, estoy convencida que miles de pecadores dejarían su maldad y llorarían amargamente por mucho tiempo, el apóstol lo experimentó y escribió muy bien, el amor de Dios sobre pasa todo entendimiento y conocimiento humano; el amor divino es interminablemente grande, extremadamente alto, e incalculablemente profundo. Ruego, pues, que conozcan ese amor, que es mucho más grande que todo cuanto podamos conocer, para que lleguen a colmarse de la plenitud total de Dios, Efesios 8:19.

 

El amor de Dios es lo único que cambia vidas, nos seduce de tal forma, que nos atrae como un imán y nos hace caer de rodillas para adorarlo; el amor de Dios ha sido y será siempre, la fuerza, el asidero, el aliento, el poder y la vitalidad que nos impele a amarlo para corresponder al menos un poquito a su amor, la razón del Gran Mandamiento es poder experimentar el amor de Dios, amándolo como sólo Él es digno. Deuteronomio 6:4-5, y lo repite en Mateo 22:37-38Marcos 12:30 y Lucas 10:27.

 

El amor de Dios me hace amar su presencia, rendirme ante su majestad, depender de su poderío y centrar mi vida en Él; su amor me quebranta, me hace llorar de alegría, me consuela, me alienta, me llena, me satisface y satura todas las áreas de mi ser, su fiel y constante amor me mantiene con vida, le da razón de ser a todo lo que hago; es tan fuerte su amor, que me impulsa aun a amar a aquellos que me cuesta amar y hacer aquello que me parece duro y pesado, así lo experimentó el profeta: Me sedujiste, oh SEÑOR, y fui seducido; más fuerte fuiste Tú que yo, y me venciste; Jeremías 20:7a.

 

Las Escrituras están llenas de pasta a pasta describiendo ese sublime y único amor que le da sentido a nuestra existencia, ese amor que nos hace ser fuertes contra todo, porque a pesar de mis fallas y errores su amor permanece inamovible y fiel, Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: que si uno murió por todos, entonces todos morimos, porque Él por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí mismos, sino para Aquel que murió y resucitó por ellos, 2 Corintios 5:14-15.

 

El amor de Dios se apodera de nosotros desde que conocemos a Jesucristo, y comprendemos que en su dolor, muerte y resurrección nos perdonó, nos adoptó como hijos, nos hizo nuevas personas y nos dio la oportunidad de un nuevo comienzo y una mejor vida en esta tierra, con la seguridad que nuestra alma estará junto a Él por la eternidad; el amor de Dios no desprecia ni rechaza un corazón que se acerca a Él, hecho pedazos, porque un espíritu dolido y un al  arrepentida viene a ser una ofrenda para Dios. Los sacrificios para Dios son el espíritu quebrantado; al corazón contrito y humillado no despreciarás, Tú, oh Dios, Salmos 51:17.

 

Aunque tú lo hayas abandonado después de conocerlo, Él siempre ha estado a tu lado, aunque hayas caído en los pecados más groseros, Dios sigue amándote, Él espera que te acerques de nuevo, con un corazón sincero, dispuesto a ser limpio y cambiar para volver a los brazos de su amor, Vuelvan ahora al Señor su Dios. Porque Él es compasivo y clemente, lento para ira, abundante en misericordia. Dispuesto siempre a levantar el castigo, Joel, 2:13.


Para aquellos que aún no lo conocen, este es el momento de volverse a Dios, sólo en Él tendrás la verdadera paz, y serás saciado con su amor en todas las áreas de tu vida, no se puede experimentar su presencia ni su gozo si andas en tu voluntad, descarriado y alejado de su bondad; Dios no desprecia, ni condena, Él ama recibe y perdona a quienes lo buscan sinceramente, a los que voluntariamente quieren depositar su vida en Él, Vengan dice el SEÑOR y estemos a cuentas, si tus pecados fueran negros como la grana, como la nieve serán emblanquecidos, aunque sean como el rojo más intenso, serán como blanca lana. Isaías 1:18.

 

Si todos conociéramos cuánto valemos para Dios, el mal no nos podría engañar, porque al comprender lo profundo y grandioso de su amor, nos permite con mayor facilidad vencer el pecado, porque ser puros y santos, depende de cuánto amamos al Dios conocido, antes algunas veces no pecábamos, por miedo al castigo, ahora no pecamos deliberadamente por lo grande e incomparable amor de Dios. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino que Él nos amó primero, y envió a su Hijo para que fuera ofrecido, como sacrificio por el perón de nuestros pecados. 1 Juan 4:10.  

 

si llegamos a resbalar, posiblemente es sin que lo queramos hacer, porque al levantar los ojos a la cruz, no podemos más que quebrantarnos y llorar, esto nos hace desistir de pecar para cuidar nuestra santidad; y con santidad tenemos autoridad para echar fuera al enemigo, crucificar la carne para rendir adoración al todopoderoso Dios de amor y fuente de amor líquido que nos corre por las venas. Somos la obra maestra del Creador, quien nos creó de nuevo en Cristo Jesús, para que hagamos las cosas buenas que Él preparó de antemano, para que nosotros las practiquemos. Efesios 2:10.

 

En medio de las crisis de la vida, cada persona enfrenta una batalla interna, entre la persona que cree ser, y la persona que Dios lo ha llamado a SER. Es la guerra entre el bien y el mal, entre la imagen que nos hemos formado de sí mismos, con la imagen que Dios soñó para cada uno, en medio de todo eso, el amor de Dios está siempre presente y camina con el justo, Isaías 43:2. No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá el que te guarda, Salmos 121:3.

 

El amor de Dios es como fuego que desciende desde su trono para purificarlo todo en nosotros, Él quema la hojarasca y la cizaña, y hace arder de pasión santa los corazones de aquellos que lo aman y se humillan ante ÉL, YO amo a los que me aman, y me hallan los que temprano me buscan, Proverbios 8:17.

El amor incondicional y eterno de Dios ha hecho que nos diseñe como personas de gran potencial, dando a cada uno dones específicos, y una llamado especial y personal para permanecer unidos a su corazón. Nuestra falta de conocimiento de Dios, nos ha impedido vivir en el centro de su voluntad; no amar a Dios ha hecho en un porcentaje muy alto que nuestras raíces familiares y el ambiente donde nos hemos criado, haya sido afectado con la frialdad y la indiferencia, haciendo de la sociedad seres sin afecto. Este además, es motivo de que muchos se devalúen a sí mismos, porque no pueden comprender el amor del Padre Dios; pero a pesar de todo, su amor no cambia hacia nosotros, Él nos ama a pesar de todo, y extiende su tiernas manos para sostenernos y hacernos fuertes con su amor en medio del dolorYO me aparecí a él de lejos. Porque YO te he amado con amor eterno; por eso te sigo tratando con bondad. Jeremías 31:3.

Rescatemos el amor y la imagen de Dios en nosotros y apoyémonos en Él, esforcemos por conocerlo más y tenerlo como el Padre maravilloso que necesitamos a diario. Dejemos ya de ser manipulados por los comportamientos y circunstancias negativos que rodearon nuestra vida, cambiemos el dolor por amor y construyamos una nueva manera de vivir llenándonos de su amor, Toda la plenitud de la deidad del Padre reside corporalmente en Cristo que nos amó de tal manera hasta morir por amor a nosotros, Ustedes en otro tiempo estaba muertos espiritualmente a causa de sus pecados, y por no haberse despojado de su naturaleza pecadora; pero ahora Dios nos ha dado vida juntamente con Cristo, porque por amor, nos ha perdonado todos los pecados.  Colosenses 2.3 

El amor y la fidelidad del Eterno Dios han estado y estarán siempre ahí, nunca estamos solos ni sin su amor inefable. Aménnn.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo real y verdadero, y servidora de su reino.