REFLEJOS DEL CORAZÓN HUMANO

Un corto mensaje en diapositivas, aumenta digitalmente la imagen en la pantalla de tu dispositivo para que puedas leer con claridad. Deseo que el contenido te haga reflexionar y te pongas a cuentas con tu Creador, porque el tiempo apremia. 

Nada hay tan engañoso y perverso como el corazón humano. ¿Quién es capaz de comprender su propio corazón? Jeremías 17:9.

Pues cada uno muestra por su conducta que llevan la ley escrita en el corazón. Su propia conciencia lo comprueba, y sus propios pensamientos los acusan o los defiende. Romanos 2:15.

El SEÑOR vio que era mucha la maldad de los hombres en la tierra, y que toda intención de los pensamientos de su corazón era solo hacer siempre el mal. Génesis 6:5.

Antes del quebrantamiento se eleva el corazón del hombre, y antes de la honra es el abatimiento. Proverbios 18:12.

Hagn todoc on amor. Porque el amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso, ni jactancioso ni orgulloso.El amor no se comparte con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente y no guard rencor.  1 Corintios 16:14 y 13:4-5.

SEÑOR, Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; ¡Estando a tu lado seré siempre dichoso! Salmos 16:11.

Los preceptos del SEÑOR son rectos; alegran el corazón. El mandamienmto del SEÑOR es puro; da luz a los ojos. Salmos 19:8.

Yo espero en el SEÑOR; en Él espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza. Salmos 130:5.

Espera un poco, y te mostraré que todavía hay mucho más que decir a favor de Dios. Job 36:2. Con Dios están la sabiduría y el poder; suyos son el consejo y el entendimiento. Job 12:13.

¡Quién no te temrá, oh Rey de las naciones! Porque a Ti se te debe reverenciar. Entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay nadie semejante a Ti SEÑOR. Jeremías 10:7. 

Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídala a Dios. y Él se la dará; pues Dios da a todos sin limitación y sin hacer reproche alguno. Pero tiene que pedir con fe, sin dudar nada; porque el que duda es como una ola del mar, que el viento lleva de un lado para otro. Santiago 1:5-6.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.