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23 ago 2015

CAMBIEMOS LA ATMÓSFERA


ESCUCHEMOS A DIOS, ACTUEMOS Y CAMBIARÁ LA ATMÓSFERA

El Poderoso Dios, el SEÑOR, ha hablado, y convocado a la tierra, desde el nacimiento del sol hasta su ocaso. Salmos 50:1.

Ciertamente el Eterno habla una y otra vez, pero nadie se da cuenta de ello. En un sueño, en una visión nocturna, cuando un sueño profundo cae sobre los hombres, mientras dormitan sobre sus lechos, entonces Él abre el oído del hombre y sella su instrucción. Job 33:4-16.

En estos últimos días Dios nos ha hablado por su Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo el universo. Hebreos 1:2. 

El Eterno Creador, desde que hizo al hombre sobre la creación, nunca ha dejado de hablar, exhortar, advertir, instruir, aconsejar y bendecir para que su pueblo cambie de actiud, actúe y se perfeccione conforme a su voluntad divina, pero no siempre habla de la misma manera. Él habla por su palabra, por el Hijo, por el Espíritu, las circunstancias y los profetas. Ha rugido el León, ¿Quién no temerá? Ha hablado el SEÑOR Dios, ¿quién no profetizará? Amós 3:8.

Nuestro Dios ha hablado una y otra vez para evitarnos dolor y sufrimiento, unos lo entienden, lo escuchan y lo obdecen, otros solo lo oyen y perciben despreocupadamente, pero no entienden porque se hacen los desentendidos, otros ni se dan por entendidos, ya sea porque no les interesa o porque están muy ocupados; pero lo más importante es saber que nuestro Creador y Salvador levanta su voz y la deja oír permanentemente porque Él anhela hacer siempre cambios en sus hijos, para algo mejor, para un obrar limpio, para que aprendamos a pensar y hablar en bendeción y con sabiduría; al cambiar nuestras actitudes y renovar nuestros pensamientos, no solo ya no seremos igual, sino que seremos parte del cambio de la atmósfera espíritual y física que nos rodea. No se trata de negar la realidad, sino de ser sensibles, flexibles pero espírituales y aplomados en este mundo, comportándonos con humildad y santidad; en la Biblia está lo sorprendente y maravilloso para nuestro cambio vital, pero nuestro Creador usa múltiples recursos para dejarse oír. Job 33:14-16.

¿Qué se supone que debemos hacer para producir un cambio no solo en nosotros sino en el entorno? Todo gira alrededor de Dios, poniéndolo a Él como prioridad y contando con su dirección en cada recodo del camino, pero tú y yo debemos actuar en un trabajo combinado junto a Él y prestando atención a lo que nos dice, atentos y dispuestos en el momento indicado, no cuando queremos, nos parece o nos queda tiempo. Es imprescindible empezar el cambio por nosotros mismos, de manera personal, porque el caos que vemos hoy sobre la tierra, unido a la enfermedad, muerte y dolor, es porque no hemos atendido las instrucciones ni el llamados del Padre. Desde los cielos te hizo oír para disciplinarte; y sobre la tierra te hizo ver su gran fuego, y oíste sus palabras en medio de ese fuego. Deuteronomio 4:36.

Para que haya un cambio tanto en nuestra vida como en el entorno, es una verdadera renovación de la mente, lo cual es cuestión de madurez y caracter definido para no dejarnos vencer por el ego, ni por las artimañas del enemigo ni las falacias del mundo. Dios hace su parte profética y nosotros hacemos nuestra parte moral, algo en lo que siempre Dios ha insistido en las enseñanzas de su palabra que recibo, Él habla y yo escucho, aprendo y transmito para hacernos fuertes espiritual y emocionalmente. Filipenses 2:13. Esto es posible mientras cultivemos una relación estrecha, activa y viva con el SEÑOR, en dependencia al Espíritu Santo. Éxodo 20:22.

Dios se hace oír de muchas maneras, solo digamos como el jóven profeta:...Habla SEÑOR, que tu siervo escucha. 1 Samuel 3:10.

1. Dios usa su palabra. Toda la escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir, y para instruir en justicia. 2 Timoteo 3:16. La palabra es la manera predilecta del Padre para dirigirse a los suyos, pero todo depende de si leemos la Biblia, si la escudriñamos, la estudiamos, la meditamos, la memorizamos, la aprendemos, investigamos y la llevamos por obra; la palabra del SEÑOR permanece para siempre, pero tenemos que hacer nuestra parte valorándola, creyéndola, practicándola con fe y compartiéndola con el testimonio. Porque así ha dicho el SEÑOR, te he puesto como luz de las naciones, para que lleves mi salvación  hasta las partes más lejanas de la tierra. Hechos 13:47.

La palabra es la que produce milagros empezando por confrontarnos con ella para luego transformarnos; la Biblia es la herramienta que Dios usa para dejar oír su voz, en la medida que nos sumerjamos en ella, en esa medida seremos no solo nuevos sino que caminamos en el proceso de ser perfeccionados cada día. Por eso, todos nosotros, ya sin el velo que nos cubría la cara somos como un espejo que refleja la gloria del SEÑOR, y vamos transformándonos en su imagen misma, porque cada vez tenemos más de su gloria, y esto por la acción del SEÑOR, en su Espíritu. 2 Corintios 3:18.

2. Dios usa su Espíritu Santo. Pero el defensor, el Espíritu Santo que el Padre envía en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que YO les he dicho. Juan 14:26. El Espíritu de Dios ha hecho su casa en nosotros, por eso, Él sabe consolarnos y ayudarnos; nos enseña y nos recuerda todo lo que nuestro Salvador dijo y proclamó. El Espíritu nos vivifica, es decir nos da vida y la renueva, porque fue el Aliento de Vida que levantó a Jesús de la tumba. Y el Espíritu de Aquel que resucitó a Jesús vive en ustedes, el mismo que resucitó a Cristo dará nueva vida a sus cuerpos mortales por medio del Espíritu de Dios que vive en ustedes. Romanos 8:11. 

El propósito principal del Padre es que seamos plenos en su Espíritu para que tengamos el carácter del Hijo, no es hacernos felices y evitarnos el dolor, sino que al revelar Dios su palabra por el Espíritu, nos hacernos fuertes, esforzados y valientes ante el dolor de la prueba. Dios no es responsable de lo malo que hacen los hombres sin su sabiduria, pues sin Dios no tenemos la capacidad de entender lo infinito en mentes finitas y terrenales. La espiritualudad, quiérase o no, determina casi la totalidad de nuestro caracter, actitudes y comportamiento con Dios y con la gente, y si somos seguidores de Cristo debemos dejarnos transformar por el Espíritu de la palabra, Cristo, la Palabra viviente hecho carne, y participar de sus sufrimientos y siendo moldeados y esculpidos en sus manos como barro moldeable para alcanzar liberación y restaurauración completa, lo cual, obviamente, hará la diferencia en el entorno y la atmósfera espiritual. Porque estoy seguro que Dios, quien comenzó su buena obra en ustedes, la irá llevando a buen término hasta el día en que Jesucristo regrese. Filipenses 1:6.

3. Dios usa las circunstancias. Yo le mostraré lo mucho que debe sufrir por mi causa. Hechos 9:16. Una vida transformada es el resultado de un genuino morir para vivir, sin que los problemas ni las circunstancias afecten el propósito para el cual Dios nos trajo a este mundo; el Padre desea por sobre todas las cosas,  hacernos semejantes a su Hijo; el mundo solo produce ataduras, la carne pone cadenas hedonistas y el enemigo termina matando y destruyendo en el infierno, pero Dios usa todo eso para conducirnos, hablarnos y tratarnos con situaciones buenas y no tan buenas que nos suceden y nos pueden resultar a veces mut fuertes, porque muchas de ellas son similares al sufrimiento por el que pasó nuestro Dulce Salvador; el Dios Hombre, que aprendió a obedecer a su Padre mediante el sufrimiento. Hebreos 5:8.

Si alguíen nos oye cantar y adorar, cuando estamos en cadenas de dolor y opresión, como lo hicieron Pablo y Silas, el cambio en la atmósfera será tremendo: temblará la tierra, las cadenas se romperán y las vidas se volverán a Cristo reclando ser salvos. Hechos 16:16-40.. ¿Cómo queremos aprender? Si la vida solo fuera, dicha, gozo y juerga, con plena seguridad que sería aburrida, torcida y ociosa, no habría retos para franquear ni pruebas para vencer, seriamos unos cobardes, acomodados y pusilánimes. ¡Lo bueno del dolor, es que nos saca del error! Por eso debemos estar atentos a lo que Dios continuamente está hablando, no siempre el dolor, las duras circunstancias y el desierto son prueba, pueden ser trato santificador amoroso del Padre. Te llevaré al desierto, para conquistarte y hablarte con ternura al oido. Oseas 2:14.

4. Dios usa sus profetas. En tiempos antiguos Dios habló a nuestros antepasados muchas veces y de muchas maneras por medio de sus profetas. Hebreos 1:1. Hoy lo sigue haciendo, y por mucho tiempo, en infinidad de ocasiones y de muchas maneras Dios nos ha estado hablando por los profetas, pero muchos han echado a la espalda sus advertencias y sus instrucciones, criticas y rechazos es lo que oímos al respecto. Escuchen mis queridos hermanos, tengan presente esto: Todos debemos estar listos para escuchar y ser lentos para hablar y para enojarnos. Santiago 1:19.

El Padre se delita comunicándose con los seres humanos que hizo a su semejanza, por eso nos creó inteligentes, espirituales, responsables y capaces de responderle a Él y al prójimo adecuadamente; antes que hubiera pecado, el hombre estaba en constante comunión con su Creador y los ángeles, pero la intrusión del enemigo nos separó, entonces los profetas empezaron a ser sus representantes para reconocer  y dar a conocer la revelación divina. Tal como lo anunció por boca de sus santos profetas desde los tiempos antiguos. Lucas 1:70.

Los profetas son un canal de comunicación de Dios con sus hijos y sus criaturas. Porque nunca hace nada el SEÑOR, sin revelárselo a sus siervos los profetas. Amós 3:7. Pero Él dijo que si su pueblo no escucha ni atiende a esos profetas, su ira subirá contra el pueblo y no habrá remedio. Pero muchos se burlan y critican a los mensajeros de Dios; despreciaron sus avisos y menospreciaron a los profetas, hasta que la ira del SEÑOR estalló contra su pueblo de modo que ya no hubo remedio. 2 Crónicas 36:16.

El Eterno ha preparado el Camino correcto y perfecto para transformar la atmósfera física y natural desde lo espirutal y con la colaboración de su pueblo  y se atienda o no, su tiempo profético seguirá cumpliéndose; el Padre nos ama, valora y escoge, por eso envía su voz, para que de seres humanos imperfectos, lleguemos a ser en Él perfectos, tanto hombres como mujeres y en su pura potestad, liberarnos y recordarnos que aunque no somos de este mundo, SÍ PODEMOS SER PARTE ACTIVA DEL CAMBIO, estando en su cercanía, su compañerismo, su amor y su gracia transformadora con cada instrucción y advertencia que hace. Y no hemos escuchado SEÑOR, tampoco hemos obedecido las enseñanzas que nos diste por medio de tus siervos los profetas. Daniel 9:10.

Entonces si prestamos atención a lo que Dios dice, habrá vida, libertad justicia y bendición. Sin embargo, les daré salud y los curaré: los sanaré y haré que disfruten de abundante paz y seguridad, Jeremías 33:6.

Si el SEÑOR dice les daré, es algo seguro, un imperativo de certeza donde no tendremos que ir por las cosas que Él promete, sencillamente Él nos las dará y tendremos que obedecer y sujetarnos a la voz de su palabra. Dijo Jesús: dichosos los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. Lucas 11:28.

a. Les daré Salud, es una condición de sanidad al cuerpo enfermo, como fruto del Espíritu Santo, expresamente se refiere a la sanidad integral de nuestro ser, sanidad de la psiquis o alma, sanidad del espíritu, bienestar social refiriéndose a tener salubridad pública, Dios lo hará todo y habrá recuperación en el campo de batalla, y en el campo de las batallas el Espíritu Santo nunca falla. El SEÑOR nos confortará cuando estemos enfermos, nos confortará en el lecho de dolor. Salmos 41:3.

b. Los Curaré, Dios promete curar a quienes estén enfermos, es un efecto como cuando se curan los alimentos, las pieles y los cueros para que no se dañen y puedan permanecer en perfecto estado por mucho tiempo para ser usados, rejuvenecidos para resistir con el paso del tiempo, así obra el Espíritu Santo, nos curte el alma y el cuerpo para que nada nos dañe, es decir, estar resistentes en fe, curados en el cuerpo y fortalecidos en el alma. Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente. 3 Juan 1:2. 

c. Los sanaré, Es un efecto, nuestra sanidad humana no es solo física, es también la del alma y la del espíritu; nuestro Dios trabaja integralmente y se interesa mucho en términos de salubridad, por eso Moisés escribió muy bien acerca de las leyes sanitarias en Levítico y Deuteronomio, y era necesario porque el pueblo andaba en el desierto, y los términos enseñados para la salubridad era una profilaxis primitiva, para ser fuertes y gozar de sanidad total y definitiva. Solo en Dios descansa mi alma; de Él viene mi salvación. Salmos 62:1.

Dios usa la ciencia y a los profesionales de salud para curar enfermos, pero Él es poderoso para sanar milagrosamente, aunque Jesús cuando sanaba pedía a los sanados que a nadie se lo dijeran, y hoy en día muchos usan las sanidades para espectáculo, Dios sigue sanando cuerpos y las almas para su gloria; nosotros también podemos ser canal de sanidad con lo que hacemos y decimos, Porque panal de miel son las palabras amables; endulzan la vida y dan salud al cuerpo. Proverbios 16:24.

d. Haré que disfruten de abundante paz. El disfrute de la vida es gozo, placer, agrado y alegría, y mucho más si somos sanos y fuertes para trabajar y luchar, pero la paz interior es mucho más, es algo fuera del alcance del mundo natural; la paz que nuestro Dios nos da es completa y abundante, algo que alcanza y sobra para transmitir y dar, será una paz abundante, copiosa, única e increíble en Dios. No se inquieten por nada, oren y rueguen con acciones de gracias y traigan sus peticiones delante del SEÑOR. Y la paz de Dios que sobrepasa el entendimiento humano, guardará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús. Filipenses 4:6-7.

e. Disfruten de abundante Seguridad, lo que viene sobre Colombia y las naciones puede ser una Seguridad abundante con paz si atendemos a la voz de Dios todo el tiempo, aunque muchas personas no lo quieran ni crean, los creyentes somos gente pacificadora podemos mucho en Dios; los hombres y las mujeres de Dios somos antagonistas de la guerra, de la inseguridad y de violencia, también sabemos que muchos del pueblo han sido víctimas de los violentos y tenemos dolor de patria, por eso debemos luchar la vida y la paz, pero en el Espíritu. He aquí, Dios es mi salvación; me aseguraré y no temeré; porque mi fortaleza y mi canción es YHWH de los ejércitos, pues solo Él es nuestra salvación. Isaías 12:2.

Dios hace un llamado al país, en especial a sus hijos de Dios para sembrar un precedente de vida, paz, justicia y libertad que Dios se propone en esta nación y hasta en el continente si encuentra un pueblo que responda y obedezca conforme a los parámetros divinos de arrepentimiento, perdón y RECONCILIACIÓN, Él nos traerá justicia porque el negocio de Dios, es la salvación de las almas y la reconciliación de la raza humana. Elegidos según la presciencia de Dios Padre en la santificación del Espíritu, para obedecer a Jesucristo y ser rociados con su sangre: gracia y paz nos sean multiplicadas. 1 Pedro 1:2.

Este es un llamado del cielo para que todos unidos como hermanos, como un solo pueblo, como una nación, todos juntos nos humillemos al SEÑOR para poder vivir envueltos en la gloria de Dios adorando y obedeciendo con humildad para ir a rescatar las almas perdidas y las ovejas perniquebradas. Se romperán las cortinas de impiedad que han bajado desde el segundo cielo y habrá bendición inmarcesible; será el SHALOM de Jehová, porque Él es el Dios de paz, así que sigamos rogando y trabajando porque cese al fuego, la muerte y la violencia, tendremos un nuevo país, sonrisas volverán, y Colombia nacerá como la luz de la aurora en medio de los aires celestiales que nos permitirán respirar con libertad. Isaías 61:1.

Hemos sufrido por muchos siglos una guerra sin cuartel entre el bien y el mal, entre la luz y las tinieblas y si la paz de Dios se instala en nuestros corazones se verá en toda la atmósfera de la nación y nos haremos grandes guerreros del bien. El Shalom de Dios debe salir de nuestro corazón, reflejándose en nuestra conducta, palabras, gestos y trato con la gente. Porque el Padre no liberó del dominio de las tinieblas y nos trasladó al reino de su Hijo amado, en quien tenemos redención; el perdón de los pecados. Colosenses 1:13-14.

Dios hará grandes cosas si los colombianos desarmamos los corazones y nos armamos espiritualmente; si la política se desarma de la corrupción, la codicia de poder  y la avaricia por las riquezas, pero al mismo tiempo debemos estar atentos a las instrucciones y mensajes del Eterno para luchar y que el postconflicto no desbarate personas, familia y sociedad sino que permanezcamos como Dios nos creó, tampoco que las minorías les digan a la mayoría lo que se debe hacer, y en eso hay que tener mucho cuidado, para no caer en el engaño Así el pueblo del SEÑOR será salvo; como está escrito: el LIBEERTADOR viene de Sión y apartará la impiedad de su pueblo. Romanos 11:26.

Así que el Señor nos da un mensaje para que la salud divina se instale en nuestra mente, llegue a nuestro corazón, y se vuelve un hacer diario y permanente, ES UN LLAMADO URGENTE para la Paz, también  desde los personal, acabando con los celos, las envidias, el individualismo, el afán de riquezas y la sed desmedida de poder pasando por encima de los otros, somos una colectividad, no individualidades mezquinas.

Somos más los sanos y muchos más los de buena voluntad, queremos libertad, paz y sanidad total, no queremos pañitos de agua tibia, así que curtámonos nuestra vida en Dios, y que los dardos del enemigo reboten y salgan fuera, porque la Comisión de la Verdad nos hará libres. Por lo tanto, que no reine el pecado en nuestro cuerpo mortal ni obedezcamos a las pasiones de la carne. Romanos 6:12. Porque el SEÑOR es Espíritu, y donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17.

Aunque los medios de comunicación andan gobernados por satanás, LAS NOTICIAS DE DIOS deben salir al aire, no permitamos que nos callen, la voz de Dios dirá quién será el verdadero triunfador, aunque el horizonte se ponga oscuro, digamos como Neil Anderson, “Cuando supe que Dios era todo lo que tenía, supe que Dios era todo lo que necesitaba.” Así es el panorama para Colombia.

Dios desea que toda Colombia tome esta palabra al pie de la letra, la ponga en su corazón y en la práctica, habla nuestro Señor Jesucristo: Creedme que YO SOY en el Padre, y el Padre en MÏ; de otra manera, creedme por las mismas obras. De cierto, de cierto os digo; el que en MI cree, las obras que YO hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque YO voy al Padre. Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. Si algo pidiereis en mi nombre, YO lo haré. Juan 14:11-14.

Dios anhela una Colombia llena de pueblo santo y que unos a otros se den seguridad y confianza, para que haya cuerpos con salud, almas curadas del dolor y una nación llena de luz mental, emocional y espiritual. Hay un nuevo amanecer en Cristo. Hay un nuevo amanecer en Cristo, aunque nada aún podamos ver, aunque no podamos entender, hay una nuevo amanecer en Cristo para nuestra nación.

¿Eres sensible y atento a la voz de Dios para obedecerla y practicar su evangelio? Que haya cambio y transformación a la manera de Dios es nuestra elección; para demostrar nuestra fe al SEÑOR atendamos a su voz; eso depende de nuestras prioridades y de lo que es más importante para nosotros.

OREMOS: SEÑOR amado, hoy vengo delante de Ti para pedirte perdón si en mi caminar contigo he desatendido tu voz, te suplico que me hagas más sensible y que agudices en mí el discernimiento para obedecer y que haya cambio en mi vida conforme a tu voluntad. Gracias Padre por escucharme y responderme, en el nombre de Jesucristo, Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.