SOMOS LUZ PARA EL MUNDO-BRILLEMOS
Ustedes son la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder. Ni se enciende una lámpara y se pone debajo de la cama, sino que se pone sobre un candelero, para que alumbre a todos los que están en la casa. Así alumbre su luz delante de los demás seres humanos, viendo sus buenas obras, y glorifiquen a su Padre que está en los cielos, a través Mateo 5:14-16.
YO SOY el Señor, en justicia te he llamado; te sostendré por la mano y por ti velaré, y te pondré como pacto al pueblo, como luz para las naciones. Isaías 42:6.
Jesús les habló otra vez diciendo: YO SOY la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida, Juan 8:12. Esta luz resplandece en medio de las tinieblas y no puede ser extinguida. Juan 1:5.
Cuando empezamos a escudriñar las Escrituras y nos interesamos en lo que ella dice y nos enseña, es interesante ver que lo primero que el Creador hace al fundar la creación es separar la luz de las tinieblas, dice que vio que la luz era buena, lo cual nos indica que las tinieblas son malas y no pueden prevalecer donde hay luz, sino que esas tinieblas deben disiparse con la luz, y como todo mundo sabe, en la oscuridad se hacen cosas malas que no se harían a plena luz del día, en la noche suceden las cosas más desagradables y terribles, al hablar de tinieblas la biblia se refiere al reino de satanás y sus demonios donde trabajan sus malvados hijos. Y este es el juicio: la Luz vino al mundo, pero los hombres amaron más las tinieblas, pues sus acciones eran malas. Juan 3:19.
Y qué sucede si nos adentramos en lugares oscuros donde no hay luz y no podemos ver el camino, posiblemente tropecemos y caigamos; en la antigüedad la luz nocturna eran fogatas, velas y pequeñas lámparas de aceite, era difícil de mantener esa luz, por eso uno de los primeros inventos fue la bombilla, así en las noches podemos caminar como con la luz de día; Dios es el Gran Creador de la luz, Jesucristo vino a concretar la fuerza, el poder y la bondad de la Luz, el Dios hecho hombre aseguró ser la Luz del mundo, lo cual desde el AT ya se nos decía, que Dios es la Luz que salva. El SEÑOR es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El SEÑOR es la fortaleza de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? Salmos 27:1.
En la disertación del Sermón del Monte, el Dios hecho Hombre no solo nos comisionó, sino que nos dio la responsabilidad de ser luz para el mundo, Él empezó enviando a sus discípulos y luego la iglesia original del primer siglo empezó a trabajar por todas las naciones como luz en el mundo. Esto debería causar en cada uno de nosotros, un gran gozo debido al privilegio de ser luces que brillamos en medio de tantas tinieblas del mundo, al mismo tiempo, debiéramos reflexionar y entender este poderoso rol que tenemos los cristianos, si el SEÑOR es la Luz y dijo que somos luz del mundo, significa que este mundo está en tinieblas, un aspecto que continuamente recalca el evangelio. Que su luz brille delante de los hombres, viendo sus buenas obras, y así glorifiquen a su Padre que está en los cielos. Mateo 5:6.
En la oscuridad somos vulnerables, expuestos al peligro porque no podemos ver claramente lo que se mueve y lo que sucede, pero en la luz hay seguridad y claridad tanto para ver como para caminar y actuar, esa es la razón por la cual nuestro Salvador vino a dar luz a esta tierra, alumbrando el camino de su pueblo, debemos tomar consciencia de esto, las tinieblas y la oscuridad del mundo actual nunca antes fueron tan evidentes, tan reales y palpables como hoy; Jesús nuevamente nos conduce a una enseñanza que recuerda cuál debe ser la naturaleza y el carácter de los discípulos de Cristo e hijos de Dios llamados cristianos. Si nuestro Rey y Capitán es la Luz del mundo, nosotros también somos luz en este mundo, dos afirmaciones que van juntas; somos luz por la relación que tenemos con Cristo, su Luz está en nosotros para alumbrar este mundo, su promesa es que: El que lo sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida, Juan 8:12. Jesús es nuestra luz vital respecto a la vida terrenal como la eterna.
Al nacer de nuevo en Cristo, nos hacemos nuevas personas con nueva esencia, es por eso que Pablo dijo: Porque en otro tiempo ustedes eran tinieblas, pero ahora son luz en el SEÑOR, Efesios 5:8. No solo hemos recibido luz, sino que hemos sido hechos luz para el mundo; esta extraordinaria realidad solo se produce por la unión estrecha entre el cristiano y su Salvador, al convertirnos al SEÑOR su naturaleza divina y su gloria resplandeciente comienzan a vivir en nosotros, para que seamos lo que Él es. Mientras tienen la luz, crean en la Luz, para que sean hijos de la Luz…Juan 12:36.
Andando por el camino nuevo y teniendo la nueva naturaleza, alumbraremos a muchos más con la luz del evangelio que nos da conocimiento e instrucción divina; Cristo ha pasado a ser parte de nosotros, Él se ha convertido en nuestra vida para que reflejemos la luz de su verdad, esto nos aclara nuestra identidad de hijos y sentido de pertenencia al reino de la luz. Todos ustedes son hijos de la Luz, y del día. No son de la noche ni pertenecen a la oscuridad 1 Tesalonicense 5:5.
El anterior texto bíblico nos recuerda que, si somos de la luz y del día, no tenemos porque pecar deliberadamente, pues las malas obras pertenecen a las tinieblas. El Señor lo dijo: El que me ama obedece mis enseñanzas. Y YO y mi Padre vendremos y viviremos con él, Juan 14:23; El Todopoderoso mora en cada cristiano, El Padre de las luces, Santiago 1:7, por eso podemos afirmar que cada uno de nosotros somos luz para el mundo; En las bienaventuranzas Jesús declaró primero que éramos sal, ahora dice que somos luz. Mateo 5:13-16.
Lo primero que hace la luz es exponer las tinieblas y todo lo que pertenece a la oscuridad; no estamos conscientes de las tinieblas hasta que la luz aparece. La palabra hebrea para luz es or, expresa claridad, resplandor de fuego que emite un foco luminoso, especialmente al comenzar un nuevo día, también indica razón, complacencia y alegría en la dulce experiencia de la vista agradable a los ojos, cuando vemos el sol, la luna y las estrellas, porque la luz proporciona sabiduría, felicidad y vida; por su parte, oscuridad en hebreo es hosek, que traduce niebla y sombra de muerte, Y vio Dios que la luz era buena, y la separó de las tinieblas, Génesis 1:4.
Si observamos y analizamos las propiedades de la luz, veremos que ella produce grandes cambios a su paso. 1 Refracción, esta hace que se produzcan cambios de dirección de la luz que pebetra en la oscuridad, 2. Reflexión, los rayos de luz a su paso, reflejan y muestran la realidad como lo hace un espejo, eliminando lo que era aparente e impreciso; 3. Difracción, donde llega la luz, se eliminan los obstáculos oscuros porque cada rayo lumínico penetra en todo orificio y cavidad, 4. Dispersión es cuando una rayo de luz blanca atraviesa una superficie acuosa o trasparente haciendo que se produzcan diversos colores sobre la superficie del agua, y 5. Torsión, consiste en que si un rayo de luz atraviesa un cuerpo, acelera el poder de su energía y es capaz de aumentar la velocidad de su giro, lo cual también se denomina torsión o auto torque. ¡Qué cosa más increíble saber esto! ¡Levántate y resplandece, porque tu luz ha llegado! Porque la gloria del SEÑOR brilla sobre ti. Isaías 60:1.
Cristo la Luz del mundo que habita en nosotros nos hace luz para el mundo, esto nos dice que donde llegamos, Cristo debe ser revelado, es por eso que nuestro estilo de vida y testimonio deben provocar rompimiento de las tinieblas para que surjan grandes cambios de vida y de atmósfera y que miles cambien la dirección mundana y pecaminosa y se vuelvan al Camino estrecho, con su entendimiento alumbrado por la palabra mostrada en nosotros; si somos luz haremos que el pecado salga a la vista, y con el fuego del Espíritu Santo muchas vidas podrán dar un giro de 180 grados mirándose en el espejo de Cristo y nuestro testimonio, y su camino recobre los colores de la vida. Así manda el SEÑOR: Te he puesto por luz a las naciones, para que lleves mi salvación hasta los confines de la tierra. Hechos 13:47.
Por otra parte, los efectos de la luz en la vida humana son extraordinarios a nivel biológico, visual, y emocional. Nos damos cuenta con los rayos del sol, que si un día es oscuro y con nubes negras muchas personas se sienten tristes, se encierran, se ponen mucha ropa y se acobijan en su hogar, pero cuando sale el sol, la tierra se llena de colores, se alegran los corazones y hay mucha actividad. YO SOY la Luz del mundo, el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida. Juan 8:12.
a) Biológicamente: la luz nos sincroniza con el día actuando a favor de nuestra salud y favoreciendo el tener buen sueño, la luz con su energía actúa como agente sobre la melatonina de nuestro organismo, es decir que al tomar los rayos de luz del sol se suprime el insomnio. b) Visualmente: los rayos de luz amplían y alegran el horizonte y los espacios, es por eso que los centros comerciales y otros establecimientos públicos son muy iluminados atrayendo a muchas personas; c) emocionalmente: un lugar lleno de luz produce buen ánimo en las personas y hay más rendimiento en el trabajo, especialmente, la luz de colores dinamiza, haciendo que la individualidad de la gente cambie y se unan en grupos. No se enciende una lámpara para esconderla debajo de un cajón; por el contrario, se pone en un lugar alto para que alumbre a todos los de la casa. Brillen su luz delante de todos…Mateo 5:15-16.
La felicidad ilumina con alegría el rostro de una persona reflejando desde el interior la luz que hay en su espíritu, pero si esa persona está en oscuridad, su rostro estará apagado y reflejará tristeza o angustia, Proverbios 16:30 y 16:15. Es así como se ve la salvación o la falta de ella, por eso la predicación del Evangelio es fundamental, pues la palabra de Dios expone las tinieblas que hay en el mundo. El pueblo que andaba en la oscuridad vio una gran Luz, y la Luz ha brillado para los que andaban en tinieblas, Isaías 9:2 y Mateo 4:16.
Una estancia o un lugar lleno de luz, hace que las personas sientan calor de vida gregaria con el deseo de compartir, hablar y reír, a su vez, se anima a los presentes a fijarse con atención en lo que le rodea, como en un centro comercial, donde se fijan en los productos y hace que la gran mayoría compre algo. Si la luz puede cambiar y mejorar el nivel y calidad de vida humana, promoviendo progreso, innovación, alegría, sentido de la vida y rendimiento activo laboral durante el día y en la noche un efecto de descanso con sueño plácido y reparador, entonces conocer a Jesucristo, vivir en su palabra y compartir sus maravillas, a la Luz de su presencia y su gloria vale la pena en grado superlativo. ¡Seamos luz en el mundo! Él revela lo profundo y lo escondido, y sabe lo que se oculta en las sombras. En el Eterno Dios, habita la luz. Daniel 2:22.
Jesús enseñó que debíamos ser luz del mundo, Él es el Creador, Él sabe y conoce todo el valor que representa lo que ha creado, por eso nuestro primer efecto como hijos de Dios y seguidores de Cristo es ser sal e irradiar luz para disfrutar de una vida completa y plena mientras estemos en el mundo, Con la Luz de Cristo somos saludables, fuertes y activos biológicamente; con Cristo vemos la vida con sentido y razón de ser, una oportunidad maravillosa de hacer lo mejor por otros sirviendo al reino de los cielos de nanera visual con lo que mostramos. La vida con sus pruebas pero con la luz de Cristo es mucho mejor, con Cristo vivimos en gozo y contentamiento sin importar las circunstancias, esto es de manera emocional y saludable. Porque si vivimos en la luz, así como Dios está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado. Juan 1:7.
Todas las características, resultados y beneficios de la luz, debe producir en cada uno de los hijos de Dios un efecto diferencial, funcionando pacífica, amable, fraternal, concreta y coherentemente como verdaderos hijos de luz que iluminan con brillo propio; Jesucristo y el Padre habitan en nosotros a través de la Fuente de Luz y Aliento de Vida que es el Espíritu Santo, de quien somos templo; por lo tanto, debemos producir un efecto personal de integridad, y luego un efecto colectivo y específico de multiplicación. Si el mundo ve nuestra luz despertaremos su interés, atraeremos su atención y nos buscarán, eso nos permitirá hablar y enseñar el evangelio de la cruz. Con la luz despertamos juntos a la vida, el amor, y la libertad. SER la LUZ, desarrolla el poder del cambio al nuevo rumbo en la dirección correcta hacia la vida eterna. Por eso pido en oración que sean iluminados los ojos de su corazón, para que sepan a qué esperanza Él los llamó, y cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos. Efesios 1:18.
Alumbremos el camino de muchos, e iluminemos el entendimiento de más porque SER sal es darle sabor a la vida para preservación, pero ser luz, es irradiar a Cristo mediante nuestros actos, nuestros hechos y estilo de vida en espíritu y en verdad, como decía el poeta: Lo que haces habla tan fuerte, que no puedo escuchar lo que dices; nuestro testimonio y manera de comportarnos es lo primero que debe hablar; Evangelio y comportamiento predican y comparten juntos impactando con gracia. Restáuranos, SEÑOR nuestro Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y sálvanos. Salmos 80:19.
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad del oriente, un hombre que de noche caminaba a oscuras llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella.
En determinado momento se encuentra con un amigo, el amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta que es Guno, el ciego del pueblo; entonces le dice: ¿Qué haces Guno, tu siendo ciego, andando con una lámpara en la mano si tú no ves? Entonces el ciego le responde: Yo no llevo la lámpara para alumbrar mi camino, yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mí.
No solo es importante la luz que me puede servir a mí, sino la luz que yo tengo para que otros también puedan servirse de ella. Cada uno de nosotros puede iluminar y aclarar el camino de otros, aunque tengamos impedimentos propios, poder ser luz e luminar a la gente, no es nada difícil si tan solo hacemos lo correcto y lo que nos corresponde hacer moralmente. Sin embargo, muchas veces hay gente sana y completa que, en vez de alumbrar, oscurece y sirve de obstáculo a los demás. Lucas 11:35.
¿Cómo? Cuando desaniman, critican, murmuran, dan mal ejemplo, no perdonan, son egoístas, odian en vez de amar, guardan resentimiento y recuerdan continuamente los pequeños errores y faltas de otros formando una maraña de división, etc.. Ser luz, ser luminares, ser lámparas, ser antorchas y estrellas que alumbran, podría marcar la diferencia entre la vida y la muerte, entre la salvación y la condenación. Andemos como hijos de luz, pues si somos hijos de Dios, lo imitamos a Él y lo glorificamos. Efesios 5:1-2.
¿Vivimos de tal modo como para interesar a otros a buscar a Cristo preguntándonos la razón de nuestra luz?
¿La santidad que vivimos, se hace luz que reproche silenciosamente las tinieblas del mundo?
¿La luz de nuestro gozo, equilibrio y madurez en la cotidianidad, permite a otros ver la diferencia?
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.