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28 sept 2016

LA VERDADERA PAZ VIENE DE DIOS



LA VERDADERA PAZ PROCEDE DE DIOS

Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo a los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a ustedes, Juan 20:19.

Estaban todavía hablando de estas cosas, cuando Jesús se puso en medio de ellos y los saludó diciendo: Paz a ustedes, Lucas 24:36.

La paz según el original hebreo es Shalom, es la paz celestial, santa y sobrenatural que desciende del Creador del universo y Salvador de la raza humana, la paz que todo lo inunda de su presencia y lo llena de su gracia; no es esa clase de paz que conocemos comúnmente según se nos ha enseñado, no es la paz que pregonan los gobernabtes de turno, la paz de Dios es de aquellos que conocen y reconocen al Dios Santo y Todopoderoso, es la calma del dominio propio que experimentamos estando bien con Cristo, es disfrutar esa clase de prosperidad y libertad a la manera del Dueño del universo; es esa clase de vida con salud visible trabajando para el reino celestial; es esa forma de vida a plenitud donde el SEÑOR nos hace rebosar de su gozo y tranquilidad sin importar las circunstancias que vemos, es caminar con Jesucristo libres de todo miedo y angustia, ssabiendo que en Ék estamos seguros, guardados y protegidos contra toda artimaña maligna. Porque Dios guardará en completa paz a aquel cuyo pensamiento persevera en Cristo, pues estamos confiados en Él. Isaías 26:3.

La paz de Dios, su Shalom de total plenitud, se deriva de la palabra shalam que es estar completos en Él, por haber sido rescatados, restituidos y sin ninguna deuda pendiente, ni acta de decretos en contra, eso es vida y prosperidad en Dios. La paz que Dios provee es fortaleza espiritual y firmeza de fe para afrontar todo ataque del maligno y toda la realidad contraria a la vida, la verdad y la libertad que Cristo nos otorgó dejando la tumba vacía y subiendo glorioso, de nuevo a su trono celestial, Pero procuren que esa fortaleza los lleve a la perfección, a la madurez plena, sin que les falte nada, Santiago 1:4.

Experimentar la paz de Dios es vivir completos, al sentirnos saciados y en contentamiento con lo necesario, se tenga mucho, poco o nada, pues cada situación es una oportunidad para estar con Cristo, saciados o en ayuno, y sin deber nada a nadie ni que nadie nos deba nada. No tener deudas con nadie nos permite experimentar libertad sin cargas y con bienestar integral, es decir serenidad y tranquilidad desde adentro para expresarlo afuera con risas, salud física y carácter afirmativo lo cual se refleja en nuestro comportamiento y trato afable, desarmados de ira, enojo, envidia, resentimiento y venganza, eliminando todas las trabas y cadenas del mundo y su príncipe de maldad, No tengan deudas con nadie, aparte de la deuda del amor que tienen unos con otros; pues el que ama a su prójimo ya ha cumplido todo lo que la ley ordena, Romanos 12:8..

La paz que nos dejó Cristo, es la que sobrepasa nuestro razonamiento carnal y humano, porque está fundada sobre la base de la vida en el Espíritu por la fe genuina y férrea de nuestra confianza en el Salvador; es decir, que así nos falten algunas cosas, tenemos la certeza y seguridad de que Dios sostiene nuestra vida, Él nos suplirá todo porque es nuestro Hacedor, Dueño y Rescatador, dándonos fuerza y vida para que podamos exaltar su nombreby ensanchar su reino dignamente como sus hijos legítimos y ciudadanos de su reino eterno; José les preguntó a sus hermanos cómo estaban, y también pregunto: ¿Cómo está su padre, el anciano del cual me hablaron? ¿Vive todavía? Génesis 43:27.

La paz de Dios es estar unidos al Espíritu Santo y dispuestos a que el Creador nos gobierne, dirija y tenga todo el dominio y el poderío sobre nuestra vida y nuestra familia, porque Él sabe obrar milagros y maravillas a nuestro favor, y todo lo que recibimos de Él es un regalo de gracia, es gratis; que todo el bienestar del que podemos disfrutar, fue pagado por nuestro Dulce SEÑOR y Salvador Jesucristo el Mesías prometido que vino para hacernos totalmente libres en Él. Esta paz comprende el milagro de la salvación, que significa ser salvos del alma, libres de espíritu y sanos del cuerpo. Todos los que tengan sed, vengan a beber agua; los que no tengan dinero, vengan, consigan trigo de balde y coman; compren vino y leche sin pagar nada, Isaías 55:1.¡Gloria al Eterno!

La paz de Dios en nuestro corazón, imprime su divina impronta identificándonos como suyos y herederos de sus pronesas, con un lugar en los cielos junto a El para vivir en la tierra con armonía emocional, balance mental y coherencia espiritual, dentro del orden y propósito divino; paz del griego Eirené, también es reposo y quietud en medio de las tormentas del mundo y los conflictos de la vida. No es como algunos se ufanan firmando acuerdos o algún documento entre humanos para lograr la paz que solo son estratagemas maquiavélucas con interese personales escondidos, palabreria solo de labios entre gobernantes de las naciones, Cuando la gente diga: Todo está en paz y tranquilo, entonces vendrá de repente sobre ellos la destrucción, como le vienen los dolores de parto a una mujer que está en cinta y no podrán escapar, 1 Tesalonicenses 5:3.

La paz que viene de Dios sobrepasa el raciocinio humano, por lo tanto, no se puede entender con el intelecto porque viene de Dios y se discierne por el Espíritu, entre los espirituales, es la paz divina que nos hace inamovibles, firmes y serenos por su Espíritu Santo que habita en los hijos de Dios para no perder la sobriedad ni la calma, por dura que sea una situación o un evento; es de Espíritu a espíritu que recibimos balance total en medio de las tormentas. Así Dios les dará su paz, que es más grande y profunda de lo que el hombre pueda entender; y esta paz cuidará nuestros corazones y nuestros pensamientos por medio de Cristo Jesús Filipenses 4:7.

La paz que proviene de Dios es como una sinfonía musical que armoniza el alma en todo cuanto vivimos, decimos y hacemos. Es la paz que nace desde lo profundo de nuestro corazón y se proyecta en la atmósfera que nos rodea porque la expresamos con amor y templanza en nuestro comportamiento. Si en tu vida y en la mía no hay paz Shalom, entonces ni tu casa, ni la sociedad, ni el mundo tendrán paz. La paz verdadera, la de Dios, fluye con libertad y se nota en nuestros ademanes, gestos, mirada y trato con los demás, redundando en sanas, limpias y amables relaciones, Sus casas están libres de temor, y no está la vara de Dios sobre ellos, Job 21:9.

Nuestra obligación es buscar la paz Shalom de Dios y permanecer en ella libres de toda carga y deuda con los demás; no deudas económicas, no deudas por falta de perdón, no deudas por contiendas, etc. Procuren estar en paz con todos y lleven una vida santa, pues sin la santidad, nadie podrá ver al Señor, Hebreos 12:14.

La paz de Dios está revelada en el madero de la cruz y el cuerpo llagado y ensangrentado del Cordero de Dios; el madero vertical representa nuestra paz interior, nuestra paz espiritual basada en nuestra relación e intimidad con el Eterno Dios en comunión y amistad con Cristo bajo la unción y dirección del Espíritu Santo; Les digo todo esto para que encuentren paz en su unión conmigo. En el mundo, ustedes habrán de sufrir; pero tengan valor; YO he vencido al mundo, Juan 16:33.

Por su parte, el madero horizontal, representa las relaciones con todos nuestros semejantes, de manera fraternal, amigable e imparcial, Vivan en armonía unos con otros. No sean orgullosos, sino póngase al nivel de los humildes. No presuman de sabios, Romanos 12:16. Por lo tanto, busquemos todo lo que conduce a la paz y a la edificación mutua, Romanos 14:19. 

Es por eso que la paz Shalom de Dios para tu alma y la mía está en Cristo Jesús por fe en acto redentor que clavó todo lo que se opone en el madero y avergonzó toda potestad maligna conforme a la palabra; Dios es la salida a todo dolor, a los sin sabores y tristezas que el mundo da afectando nuestro ser integral según la profundidad de la crisis, pero que podemos vencer con la presencia del Espíritu Santo y su fruto, recobrando fuerzas, color y luz de vida en medio de la oscuridad del abatimientos y el profundo pozo de la desesperación, yo lo sé, lo he vivido, he cruzado abismos profundos y Dios me ha sacado en victoria con la paz de su consuelo, ¿Por qué te abates, oh alma mía, y te turbas dentro de mí? Espera en Dios; porque aún hemos de alabarlo, Él es nuestra salvación y nuestro Dios, Salmos 37:3-5.

Solo la paz Shalom de Dios es lo único que nos ayuda a sostenernos y soportar con sabiduría y aplomo para seguir luchando como valientes soldados de Aquel que es el Varón de Guerra, Aquel Capitán de las huestes que pelea nuestras duras batallas para dar la salida al final del túnel, Aférrate al Señor, y no te apartes de Él; así, al final tendrás prosperidad. Acepta todo lo que venga, y sé paciente si la vida trae sufrimientos. Porque el valor del oro se prueba en el fuego, y el valor de los hombres en el horno del sufrimiento. Confía en Dios, y Él te ayudará; procede rectamente y espera en Dios, Eclesiástico 2:3-6.

Concluimos diciendo, que la verdadera paz solo procede de Dios y Cristo la sustenta con su Espíritu Santo llenando nuestra existencia, con el poder de su palabra, creyendo, poniendo en práctica lo que Dios ordena, y confiando con paciencia sabiendo esperar en el Todopoderoso y Santo Dios hasta que llegue la bendición, la respuesta y cambien los tiempos. Números 6:24-26 y Juan 14:33. Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadera y servidora de su reino