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30 jul 2016

NO ASESINARÁS-2da.PARTE-6to MANDAMIENTO


SEXTO MANDAMIENTO, SEGUNDA PARTE
PENA DE MUERTE AL HOMICIDA

Si alguien quita una vida humana, la vida del homicida también será quitada por manos humanas, pues Dios creó a los seres humanos a su propia imagen, Génesis 9:6; Maldito todo el que acepte un pago por asesinar a un inocente...Deuteronomio 27:25.

Dice el Señor Todopoderoso: vengan, pongámonos a cuenta: si sus pecados son rojos como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si son rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana. Si quieren y me escuchan…si no quieren y son rebeldes, serán consumidos a espada; porque la boca de Jehová lo ha dicho, Isaías 1:18-19. Al mencionar el rojo, bien podría referirse al pecado de derramar sangre, y la espada indica juicio, castigo y pena por mano humana de parte de Dios para un alma no arrepentida.

Retomando el tema del Sexto Mandamiento Bíblico No asesinarás, hay aspectos que deben tratarse y aclararse con base en lo que Dios dice en su palabra, por lo cual, teniendo el texto bíblico podemos decir que: La pena de muerte o pena capital definitivamente fue establecida por Dios. Hablar de pena de muerte no es simple Ley Mosaica del Antiguo Testamento, es hacer justicia y obedecer a Dios, cuando se trata de un caso de maldad premeditada y extrema de odio, genocidio y cevicia, lo cual, desde todo punto de vista es digno de sentencia máximaLa pena de muerte no está establecida para todos los casos de homicidio, aqui es importante el Derecho y la investigación de gente honesta, íntegra y confiable. Aprendan a hacer el bien; hagan justicia, restituyan al agraviado, defiendan el derecho del huérfano, y amparen las viudas. Isaías 1:17.

Confieso que investigar, leer y documentarme a cerca del Sexto Mandamiento Bíblico me ha impactado y ha dejado preguntas en mi corazón, pero nadie mejor que el propio Dios para despejar las dudas, responder las preguntas y aclarar lo referente a un tema y que está escrito en las Sagradas Escrituras, y que es asunto de vida, verdad y justicia que compete a toda la gente de sanas costumbres que no debe aceptar ni permitir males horrendos como todos aquellos que involucran pérdidas humanas. Zacarías 7:9-10.

Con respeto a NO ASESINARÁS, confieso que no es nada fácil abordar el tema, y mucho menos hablar de él con la gente, todos tienen un punto de vista y una posición diferente, pero debemos seguir los parámetros justos de Dios, porque jamás la humanidad estará totalmente de acuerdo. El punto es saber y llevar a cabo lo que Dios establece en su palabra, sus mandamientos son para que haya orden, justicia y bienestar para la humanidad. El Padre Eterno ordena que valoremos la vida, que nos respetemos unos a otros y que vivamos en amor, para que haya justicia, paz y vida abundante sobre la tierra. ¡Levanta la voz y hazles  justicia! Defiende a los pobres y a los necesitados. Proverbios 31:9.

La pena de muerte o pena capital, definitivamente fue establecida por Dios desde tiempos del Antiguos porque El conoce el coazón humano, El que derrame sangre de hombre, por el hombre su sangre será derramada; porque a imagen de Dios es hecho el ser humano, Génesis 9:6.

Observamos que es un texto escrito al principio de la creación cuando aún no existía la Ley Mosaica del Sinaí. Entonces cuando se habla de la pena capital o pena de muerte, no podemos decir que nos quedamos solo en palabras de la Ley, sino que hagamos efecttiva la ley y el Derecho, sino que es lo que el Creador dictó en casos de homicidio culposo, premeditado y malintencionado, como lo trate en la primera parte del Sexto Mandamiento, pero debemos apelar a la sabiduría y dirección de Dios para obrar sin mora equvocaciones.Mateo 5:21-22.

Dios es la única persona verdaderamente justa sobre todo el universo, el versículo de Génesis 9:6 habla claramente de un acto de asesinato malintencionado, y lleva implícita la autoridad de Dios para que el justo ejerza la responsabilidad y obligación de sentenciar a un homicida según sea el caso; hombre por hombre y sangre por sangre. Esta es una forma de Dios llamar la atención del hombre para no atentar contra la vida de otro ser humano, Dios nos ha dado su palabra para infundir y practicar respeto y valor a la vida de las personas que es sagrada, por lo cual NADIE se puede atrever a traspasar los límites de Alto Valor de la vida humana, solo Dios puede quitar la vida al justo, al pobre, al debil y al inocnte porque Él nos da su Alento de vida. A nosotros nos corresponde defender la vida y hacer lo justo. Romanos 13:9.

El punto neurálgico de este tema, es saber el punto de vista de Dios para cada caso; un juez, una corte, un jurista, una sentencia, debe conducirse y dictarse conforme a la verdad y mandato de Dios para cada caso en particular. Las autoridades que tienen el poder para impartir justicia y orden debe llevar a cabo la tarea de la sabiduría Salomónica, para que la ley NO falle e imponga la pena debida y confome a la gravedad del hecho; para esto TODOS los entes gubernamentales tienen que vivir en el Espíritu y tener una relación personal con Cristo, amando al Padre por encima de todo y vivir la palabra de Dios en sus propias vidas y así no corra el riesgo de equivocarse.1 de Timoteo 1:9.

Dios es sano, justo, amoroso, misericordioso y perdonador, es el único que conoce las más profundas intenciones del corazón humano, a Él no se le puede engañar, Él mos da revelación y conocimiento para ser justos conformados a sus enseñanzas y ordenanzas. Un asesino quizá pueda arrepentirse de su delito, pero eso NO LO EXIME DEL MERECIDO CASTIGO. Éxodo 21:12. Mientras meditaba en esto por el camino de la montaña, pregunté a Dios desde mi corazón, Señor:

¿Cómo es esto? Entonces vino a mi mente, el recuerdo del primer crimen sobre la tierra, Caín, quien segó la vida a su hermano Abel. Pero ¿Asesinó o mató Dios a Caín? NO. Cuando Caín sintió envidia contra la bondad de su hermano, Dios lo vio porque siempre ha estado atento a las obras de cada uno y conoce muy bien las intenciones del corazón del hombre. Por eso el Eterno Dios le preguntó: ¿Caín, por qué estás tan enojado? ¿Por qué te ves tan decaído? Pero Caín no respondió nada, a lo cual de nuevo el Santo Dios le advirtió claramente: Serás aceptado si haces lo correcto, pero si te niegas a hacer lo correcto, entonces, ¡ten cuidado! El pecado está a la puerta, al acecho y ansioso por controlarte; pero tú debes dominarlo y ser su amo. Génesis 4:6-7. Hay homicidios que no son paa pena de muerte, pero si psra cada perpetua o a largo plazo segun los anecexentes; pero antes de cometer locuras, con la  intervención de Dis podemos vencer la tentación y el pecado de malos deseos con la ayuda del Espíritu Santo qu nos aconseja y dirige. Proverbios 18:17.

El texto bíblico es muy claro, Dios sabía la mala intención en el corazón de Caín contra su hermano. ¿Por qué? Porque aunque eran hermanos, uno tenía buenos sentimientos y el otro no. Por eso el Señor Todopoderoso se lo advirtió y aclaró. Si haces lo correcto siempre te aceptaré con agrado, pero si te dejas dominar por la maldad de tu corazón, estarás en peligro.

Y cuáles fueron los resultados a pesar de las aclaraciones y advertencias del Amoroso Eterno a Caín, ya todos lo sabemos, asesinó Caín a Abel su hermano. El pecado de asesinato se iba gestando en la mente y el corazón de Caín, hasta que se dejó vencer por sus bajos instintos. Y ¿qué pasó después? Apcalípsis 21:8.

Más tarde el Señor Eterno le preguntó a Caín: ¿Dónde está tu hermano? Y Caín respondió. No lo sé ¡No tengo porque cuidarlo! Entonces El Señor Dios le dijo: ¿Por qué has asesinado a tu hermano? ¡Desde la tierra la sangre de tu hermano pide venganza! ¡Esto no puede dejarse sin castigo!

Maldito serás, y la tierra que cultives no te producirá nada, pues has asesinado a tu propio hermano y la tierra se bebió su sangre. Por eso andarás por la tierra como un vagabundo, que no tiene donde vivir. Entonces Caín le dijo a Dios: Ese castigo es más de lo que pueda soportar, hoy me estás condenando a vivir en la tierra como un vagabundo. Tendré que andar escondiéndome de Ti y cualquiera que me encuentre me asesinará tambiénPero Dios le respondió: De ninguna manera. Si alguien se atreve a darte muerte, sufrirá un castigo siete veces peor. Entonces Dios le puso a Caín una marca, para que nadie se atreviera a quitarle la vida. Así Caín se apartó de la presencia de Dios y se fue a vivir al país de los vagabundos, al este del Edén, Génesis 4:9-16.

El Señor del universo no le dio muerte a Caín, lo maldijo, le permitió vivir una vida miserable, en ruinas, en tristeza, en pobreza y con la culpa de su homicidio en la conciencia, las imágenes de su acto perverso, nunca se borrarían de su memoria, la ruina y la vida miserable de Caín serían tan grandes, que por mucho que se esforzara trabajando nunca sería productivo ni feliz. Además de eso, Dios le puso una señal a Caín, es decir lo marcó como homicida por el resto su vida, impidiendo que nadie tocara la vida de Caín solo Dios, así recordaría su crimen por la eternidad y sería atormentado por el resto de sus días, porque sin arrepentimiento NO hay salvación. 1 Juan 3:12 y Apocalipsis 22:15.

La justicia de Dios es perfecta para cada caso. Él castiga el crimen pero también da oportunidad de arrepentirse, si te arrepientes y te transformas, aunque pagues una pena, puedes ser mudado en una persona nueva para ser salvo eternamente, Números 35:11; pero si persistes en tu maldad, tu pecado te llevará a la muerte eterna. Porque la paga del pecado es muerte, pero el regalo de Dios, es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro, Romanos 6:23.

En el AT se establece la pena de muerte para: el asesinato, Éxodo 21:12; el secuestro y trata de personas, Éxodo 21:16; el matricida y parricida, Éxodo 21:15 y 17; el bestialismo, Éxodo 22:19; el adulterio, Levítico 20:10; asesinato en caso de embarazo, que incluye el aborto. Éxodo 21:23-25; la homosexualidad, Levítico 20:13; por ser un falso profeta, Deuteronomio 13:5 y para los brujos y hechiceros, Éxodo 22:18; las Sagradas Escrituras contemplan penas contra la violencia, la perversión, corrupción y actos de inmoralidad e impureza sexual, porque el cuerpo es el tempmo donde vive Dios. Y en Éxodo 21 y Levítico 20, hay advertencias contra la idolatría de la religiosidad y los falsos servidores de Dios, Deuteronomio 13:9-15.

El caso de David, que fue hombre conforme al corazón de Dios, pero cometió adulterio con Betsabé esposa de Urías,  porque David adultero y mandó a poner a Urías al frente del escuadrón donde arreciaba la batalla, David fue el cerebro del asesinató, aunque no asesino el a Urias, lo puso en manos de los enemigos de Israel, 2 Samuel 11. David cayó en pecado grosero porque no tenía puesta su atención en Dios, sino que se dio al ocio desatendiendo sus responsabilidades de rey, y cuando reconoció su pecado, halló el perdón de Dios, pero tuvo que soportar las consecuencias de su pecado por el reso de su vida. 2 Samuel 12:9-10.

Sin embargo, Dios mostraba su misericordia con mucha frecuencia cuando la pena de muerte debía ejecutarse, 2 Samuel 11:-1-5 y 2 Samuel 12:13. Todos somos dignos de muerte a causa de tanto pecado, pero el Padre cargó en el Hijo toda nuestra maldad, Romanos 5:8, somos perdonados, pero cada pecado llevará consecuncias y dolor en la vida.

En el caso de Pablo de Tarso con Esteban lleno del Espíritu Santo que predicaba pero los legalistas y religiosos se enfurecían en su corazón y crujían contra él los dientes, y dando gritos, arremetieron contra Esteban, echándolo fuera de la ciudad para apedrearlo, y los testigos pusieron sus ropas a los pies del joven llamado Saulo; y mientras moría Esteban orando a Dios, Saulo consentía en su muerte y asolaba la iglesia, entrando de casa en casa arrastrando a hombres y a mujeres, y los entregaba a la cárcel, aunque se arrepintió cuando el SEÑOR lo encontró en el camino, Pablo tuvo que sufrir mucho. Hechos 7:54-60 y Hechos 8:3-25.

Claramente vemos a Saulo como el cabecilla de un gran número de asesinos religiosos legalistas que perseguían cristianos para matarlos a piedra. Pero Dios salió al encuentro de Pablo en el camino de Damasco, se reveló a él para transformar su vida para que llegara a ser el más grande de los apóstoles y evangelista a los gentiles bajo la sentencia de sufrir grandes penalidades como servidor del Santo Dios. Cuando el Señor habló a Ananías acerca de Pablo dijo: Ve, porque instrumento escogido me es este, para llevar mi nombre en presencia de los gentiles, y de gobernantes, y de los hijos de Israel; porque YO le mostraré cuánto le es necesario padecer por mi nombre, Hechos 9:15-16.

Por otra parte, el Señor mismo ajustició a varias personas: delante de Moisés y de Israel ante la rebeldía y soberbia de Coré y su grupo, la tierra se abrió y se los tragó, Números 16. Porque la rebelión es tan grave como la adivinación y la desobediencia como la idolatría, 1 Samuel 15:23. Ya había Dios advertido el castigo contra brujos adivinos y contra la idolatría. Por otra parte el Señor envío juicios de muerte y destrucción a muchas naciones, pero también perdonó a otras como Nínive, que se arrepintió ante el mensaje de Jonás. Dios tiene el derecho legal y la soberanía de ejecutar sus juicios pues es Dios. Sólo Él que conoce el corazón humano, sabe quién se arrepentirá y quién persistirá en su maldad.

Así que al Dios decretar una sentencia de muerte, por una parte, y otorgar el perdón por otra parte, nos muestrasu soberanía la majestad de la justicia divina que se lleva a cabo según el caso; una vez investigado y analizado, esto la sentencia ante un homicidio debe ser equivalente al crimen, es muy distinto la pena para alguien que no se arrepiente, sino que se ríe, se mofa de su maldad y hasta llega a decir que lo volvería a hacer, y otro muy distinto el castigo para aquel que se arrepiente y muestra un cambio definitivo, reflexionando y doliéndose por su delito, porque en Cristo hay perdón, amor y gracia para el pecador arrepentido. El primero merecería una cadena perpetua o quizá la muerte, pero el segundo una sentencia en años y tratamiento de recuperación y restauración. Proverbios 29:10.

Amado Señor de amor y misericordia, te alabo y te bendigo por tu favor y tu gracia, en tus manos coloco mi espíritu, alma y cuerpo para que Tú tomes el control de mi vida, que mis sentimientos y pensamientos sean claros, que mis decisiones sean rectas y justas conforme a tu voluntad, libérame de la confusión, de la mentira, el engaño y la maldad; pongo cada instante de mi respirar en tus manos, para que toda mi vida sea alumbrada por la justicia de tu amor. En el nombre de Jesús, Amen.