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26 abr 2017

LECCIÓN # 21-SANTIDAD-DISCIPULADO A LAS NACIONES-




LECCIÓN #22. APARTADOS PARA DIOS  

Como Aquel que los llamó es santo, sean también ustedes santos en toda su manera de vivir; porque escrito está: Sean santos, porque YO SOY santo,  Pedro 15-16. 

Sigan la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor, Hebreos 12:14.

Los principios de Dios no cambian, son sine-quanon. (Es decir, son necesarios, esenciales y de carácter obligatorio para que todo funcione correctamente y sean posible el bien y la justicia). Los que cambiamos y alteramos esos principios somos los seres humanos, que desobedecemos sus mandamientos y preceptos acomodando valores según la cultura del mundo y el parecer de cada quien. Dios y su palabra son eternos por eso debemos mantenernos como un faro que alumbra para andar con pasos firmes en Dios en la pureza de su palabra y la santidad del Espíritu.

El sentido y significado de santidad se desprende de santificar y purificar una cosa común para apartarla al propósito divino y sacarla de lo profano; en el AT se usa el término hebreo gadosh o gadash que significa santo y limpio, moralmente consagrado y dedicado exclusivamente para Dios. En el NT se usa el término griego hagios que se traduce sagrado y consagrado para un uso santo. Aplicándolo a la vida del cristiano, Dios nos llama a vivir, convivir y movernos con pureza e integridad de corazón porque Cristo nos ha limpiado de pecado y culpa, la santidad debe ser una constante en la vida de quienes amamos a Dios, somos responsables de ponernos a cuentas con Dios cada día para poder mostrar un estilo de vida consagrado, trasparente, moralmente irreprensible, físicamente purificado y espiritualmente rendido,  entregado y dependiente de Aquel que nos salvó en la cruz y nos dio vida eterna en la tumba vacía.

La santidad es un mandato de Dios para todos sus hijos, 1 Pedro 1:16, porque sin santidad es imposible ver a Dios; ser santo es vivir alejados del pecado, crucificados en la carne, muertos para el mundo y limpios ante su presencia, Mateo 5:8. No hemos sido quitados del mundo sino guardados del mal y sacados de las tinieblas a la luz, Colosenses 1: 12-14. La santidad nos libera de las practicas inmorales, corruptas y torcidas que predominan en el sistema del mundo gobernado por el archienemigo de Dios, Juan 14: 30, Efesios 2: 2-3, el Padre nos sacó de la esclavitud del Egipto del mundo y nos ha trasladado al reino de su hijo amado Jesucristo, Colosenses 1: 10-14

Ser santos es nuestro reto diario y progresivo que avanza en la medida que aplicamos las instrucciones de Dios y vivimos su palabra para agradarlo a Él; la santidad no está en nuestra capacidad, eso sería fariseísmo, alcanzar santidad es por gracia en el poder del Espíritu Santo que recibimos de Cristo, Él quien nos quita lo viejo y nos sostiene con su bondad en medio de toda la contaminación que nos rodea. Pero lo más grande que he aprendido al respecto es que, antes a veces no pecábamos por miedo al castigo, pero ahora en Cristo, no pecamos por amor a Él.


Los verdaderos cristianos no somos perfectos como algunos creen, enfrentamos una lucha espiritual sin cuartel, podemos ser tentados y tropezar pero nos levantamos, 1 Corintios 10:12, nos disponemos para ser sostenidos y guiados por el Señor, pues no estamos solos en las batallas. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios” 2 Corintios. 7:1.

La tendencia al pecado y a fallar es latente en la vida de todo creyente porque somos humanos, pero esto no justifica vivir en el pecado. En el carácter cristiano debe predominar la pureza y el amor en una búsqueda continua y ferviente por santificarnos, puesto que Dios tiene una permanente amonestación para que seamos mejores cada día, 1 Tesalonicenses 4:1-7. Sólo podemos perfeccionar todo aquello que ya estemos haciendo bien, así que la santidad bíblica es un diario morir así mismos con el compromiso de vivir para glorificar a nuestro Hacedor; la santificación empieza cuando entregamos la vida a Cristo, es el camino a la excelencia mientras vivimos en esta tierra donde Jesucristo es la Autopista por donde debemis transitar para permanecer santos, Juan 17:16, la perfección de la santificación será alcanzada solo en la eternidad, junto a Dios, Romanos 8:17.

El carácter del cristiano debe sobresalir con una vida de santidad. No hay métodos humanos para ser santos, lo único que puede santificar al discípulo de Cristo y siervo de Dios es: su palabra, Juan 17:17-19, 1 Timoteo 4:5; el Espíritu Santo, 1 Corintios 6:11 y 1 Pedro 1:2;  la oración, Mateo 26:41 y 1 de Timoteo, 4:5; permanecer en comunión unidos a Jesucristo, 2 Corintios 5:17, Efesios 4:13 y 15; y ser lavados en la sangre de Cristo cada vez que resbalamos y nos arrepentimos, Hebreos 10:10, 13:12 y Apocalipsis 7:14. Ser santos exige abandonarnos totalmente y sin reservas a Dios, negándonos al yo, muriendo al ego día a día y dejando a Cristo crecer en nosotros mientras nosotros menguamos, Juan 3:30.

La base de la santificación es nuestra pertenencia y dependencia a Dios en la identidad de Cristo, por lo tanto debemos sujetarnos y ser obedientes a su Palabra; nadie alcanzará la santidad sin humilde sumisión a lo santo. El proceso de santificación progresará maravillosamente mientras permanezcamos ligados al corazón de Dios asimilando sus verdades espirituales eternas y permitiendo que se cumpla en nosotros su voluntad cada día, pues somos de su propiedad, Levítico 20:7 y 26.

La santidad se anhela continuamente para ser puesta en la práctica y mantener una vida íntegra que agrade a Dios; hablando siempre la verdad, y desechando toda contaminación de pensamiento y obra, Efesios 4:22-32 y 1 Pedro 2:1. Una vida santa, abandona toda manera infructuosa de actuar con viejos hábitos que están dominados y viciados por deseos y pensamientos carnales, Efesios 2:3 y  4:22-24. Ser santos es demostrar que verdaderamente amamos a Dios, sin apoyarnos en nuestra propia humana prudencia, Proverbios 3:5-7, no dando rienda suelta al cuerpo, ni a los cinco sentidos que conducen a la muerte, no sólo física, sino espiritual  y eterna, 1 Corintios 6:9-10, y Apocalipsis 21:8.

Podremos conservar la santidad si andamos en adoración pensando en Dios guiados por su Espíritu y viviendo el fruto que Él nos provee  para caracteruzar nuestro carácter y haciéndolo diferente al resto del mundo, Gálatas: 5: 22-23. Santidad es meditar, vivir y actuar en toda circunstancia a la luz de la Palabra y nuestra profesion de fe recta e íntegra con pasos firmes en Dios, sabiendo que los ojos de Dios continuamente nos observan. Si sabemos que Dios nos ve todo el tiempo, dejaremos toda maldad oculta y nos enfocaremos en lo puro para hacer sonreír, agradar y contentar el corazón inmaculado de nuestro santo Dios.

La vida de santidad no es apariencia ni mera participación, es hacer visible a Cristo en nuestra vida. Ser santos no es un atributo moral inherente al ser humano, es la esencia de la naturaleza divina y activa de Dios en el creyente nacido de nuevo, Gálatas 2: 20 y 5: 24-25, Santidad es lo que nos hace distintos al mundo y se desarrolla en nuestro encuentro diario cara a cara con Dios, 2 Corintios 4:16. Santidad es expresión plena de amistad estrecha con Cristo que nos reviste del nuevo hombre según Dios, dejando de lado todo lo terrenal que nos afecte y frena nuestro crecimiento espiritual, Romanos 6:6, 8:37.

La santidad como don divino nos da libertad para adorar y servir con humildad, autenticidad y autoridad moral en pro de la edificación de la Iglesia y el avance del Reino de Dios sobre la tierra, transformando nuestra vida en un limpio testimonio frente al resto del género humano, y dándonos poder y victoria frente al reino de las tinieblas, 1 Juan 5:18, paraCantar a Jehová, y celebrar la memoria de su santidad." Salmos 30:4.

La obra del Espíritu Santo es la santificación del cuerpo de Cristo, en virtud de la cual, el creyente en todas sus dimensiones se renueva y se hace reflejo de la sustancia inmaculada de Cristo; somos como barro dócil, moldeable y útil en las mans de Dios para su obra salvadora,  porque un santo es manejable y enseñable en su proceso vital de santificación que solamente alcanzará su plenitudal al final de los tiempos. En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor" Efesios 2:21.

La santidad tipificada en Éxodo 30 habla de darnos a Dios, lavarnos en agua pura, servir y ungirnos de aceite del Espíritu para exhalar los olores fragantes de la gloria de Dios. El cuerpo de Cristo como real sacerdocio y embajadores de Cristo, tiene la responsabilidad de ser portadores de la presencia de Dios ante el mundo  en el fuego del Espíritu Santo que limpia, transforma y purifica personas y comunidades enteras, para hacerlas vasos de honra hasta lo último de la tierra. Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra" Efesios 5:25-26, Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se avergüenza de llamarlos hermanos" Hebreos 2:11.

La santidad incluye la totalidad de la vida humana, 1 Tesalonicenses 4:7, en todo tiempo y lugar, como lo aclara Romanos 8:1-27 que nos exhorta a vivir en el Espíritu. Ser santos es permitir que el Señor gobierne nuestra vida de manera total sin que nos guardemos nada para nosotros sino que sea Él quien dirija todo nuestro ser. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo."1 Tesalonicenses 5:23.

Con el don de la gracia divina lo primero que debe fluir en nosotros es un ardiente deseo de ser santos, conducirnos y servir limpiamente por amor a Él; sin este vivo, intenso y pujante deseo es imposible ser santos. Dios espera nuestra libre cooperación en respuesta a su majestad y su profundo amor sacrificial, Lucas 1:74-75. Debemos cultivar cada día la santidad con ímpetu para satisfacer el corazón de Dios, 2 Corintios 7:1. La pasión por Dios nos impulsa a poner en marcha y Con pasos firmes en Dios el camino de la pureza ante Él y los hombres para trascender su gloria y llevar salvación al mundo, Romanos 6:15-23.

La santidad es de los valientes que se ajustan a las leyes eternas, Romanos 7:22. Mientras más intenso y serio es el compromiso de ser santos, más decididos y firmes serán los pasos por el camino estrecho para llegar a la meta del supremo llamamiento, Efesios 3:16-19. La santidad es la victoria en el combate espiritual llevando una vida de orden y prioridades donde Dios es lo Primero y Cristo el centro de nuestra vida, aprovechando al máximo el tiempo para estar en su presencia contemplando la hermosura de su santidad, Salmos 27:4

“Es mejor ser un santo que un conocedor. De hecho, la única manera de ser verdadero conocedor, es procurando siempre ser un verdadero santo.” GeorgeWhitefield
  
REFUERZO 22.  APARTADOS PARA DIOS

1 ¿Por qué debemos ser santos? 1 Pedro 1:16____________________________________

2. ¿Qué dice 2 Corintios 7:1 con relación a la santidad?

3.  Defina santidad con base en lo estudiado.

4. ¿Cuál es nuestra responsabilidad como hijos de Dios? 1 Juan 3:3 y 1 Tesalonicenses 4:7.

5. Esto hace un obrero aprobado, 2 Timoteo 2:21

6. ¿Dónde y con quién habita el Señor?  Isaías 57:15.

7. ¿Cómo se debe adorar a Dios? Juan 4:24.

8. Así llevamos ofrenda al Señor, 1 Crónicas 16:29.

9. Cómo templos del E.S. e Iglesia de Cristo ¿qué conviene? Salmo 93:5.

10. ¿Qué hace la santidad en el hombre interior? 2 Corintios 4:16.

11. ¿Qué produce la santidad en el viejo hombre? Romanos 6:6.

12. Esto es necesario para santidad, Gálatas 2:20.

13. ¿Cómo define Cristo la santidad? Mateo 5:8.

14. ¿Para qué santifica Dios a su Iglesia? Efesios 4:12.

15. ¿Por qué amó Cristo a la Iglesia y se entregó por ella? Efesios 5:25-26.

16. Según 1Tesalonisenses 5:23, otra forma de definir santidad es:

17. ¿Cómo se define a un santo? Salmos 24:3-4.

18. ¿Cómo somos santificados? Hebreos 10:10.

19. ¿Para quienes Dios es bueno? Salmos 73:1.

20. ¿Quiénes son templo del E.S. y cómo debe ser ese templo? 1 Corintios 3:17.
21. ¿Para qué nos escogió Dios antes de la fundación del mundo? Efesios 1:4.

22. Anote Efesios 2:21 y diga quién es ese edificio.

23. ¿Cómo presentará Cristo la Iglesia para sí mismo? Efesios 5:27.

24. ¿Qué normas se nos dan para ser santos? Romanos 13:13-14.

25. ¿Cómo debe estar nuestro corazón cuando Cristo regrese? 1 Tesalonicenses 3:13.

26. ¿Qué dice 1 Pedro 2:5 con relación a la santidad?

27. ¿Cómo debemos andar? 2 Pedro 3:11.

28. ¿Cuál es la voluntad de Dios en 1 Tesalonicenses 4:3?

29. ¿Por qué somos disciplinados? Hebreos 12:10.


30. ¿Qué se aconseja en Romanos 6:19?