LECCIÓN #22.
APARTADOS PARA DIOS
Como Aquel que los llamó es santo, sean también ustedes santos en toda
su manera de vivir; porque escrito está: Sean santos, porque YO SOY santo, Pedro 15-16.
Sigan la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor,
Hebreos 12:14.
Los principios de Dios no cambian, son sine-quanon. (Es decir, son necesarios,
esenciales y de carácter obligatorio para que todo funcione correctamente y sean posible el bien y la justicia). Los que cambiamos y alteramos esos principios somos
los seres humanos, que desobedecemos sus mandamientos y preceptos acomodando
valores según la cultura del mundo y el parecer de cada quien. Dios y su
palabra son eternos por eso debemos mantenernos como un faro que alumbra para andar
con
pasos firmes en Dios en la pureza de su palabra y la santidad del Espíritu.
El sentido y significado de santidad se desprende de
santificar y purificar una cosa común para apartarla al propósito divino y sacarla de lo profano; en el AT se usa el término hebreo gadosh o gadash que significa santo y limpio, moralmente consagrado y dedicado exclusivamente para Dios. En el NT se
usa el término griego hagios que se traduce sagrado y
consagrado para un uso santo. Aplicándolo a la vida del cristiano, Dios nos llama
a vivir, convivir y movernos con pureza e integridad de corazón porque Cristo
nos ha limpiado de pecado y culpa, la santidad debe ser una constante en la vida de quienes amamos a Dios, somos responsables de ponernos a cuentas con Dios cada día para poder mostrar
un estilo de vida consagrado, trasparente, moralmente irreprensible, físicamente purificado
y espiritualmente rendido, entregado y dependiente de Aquel que nos salvó en
la cruz y nos dio vida eterna en la tumba vacía.
La santidad es un mandato de Dios para todos sus hijos, 1 Pedro 1:16, porque sin santidad
es imposible ver a Dios; ser santo es vivir alejados
del pecado, crucificados en la carne, muertos para el mundo y limpios ante su presencia, Mateo 5:8. No hemos
sido quitados del mundo sino guardados del mal y sacados de las tinieblas a la
luz, Colosenses 1: 12-14. La santidad
nos libera de las practicas inmorales, corruptas y torcidas que predominan en
el sistema del mundo gobernado por el archienemigo de Dios, Juan 14: 30, Efesios 2: 2-3, el Padre nos sacó de la esclavitud del Egipto del mundo y nos ha trasladado al reino de su hijo amado Jesucristo, Colosenses 1: 10-14.
Ser santos es nuestro reto diario y progresivo que avanza en la medida que aplicamos
las instrucciones de Dios y vivimos su palabra para agradarlo a Él; la santidad no está en nuestra capacidad, eso sería fariseísmo, alcanzar
santidad es por gracia en el poder del Espíritu Santo que recibimos de Cristo, Él quien nos quita lo viejo y nos sostiene con su
bondad en medio de toda la contaminación que nos rodea. Pero lo más grande que he aprendido al respecto es que, antes a veces no pecábamos por miedo al castigo, pero ahora en Cristo, no pecamos por amor a Él.
Los verdaderos cristianos no somos perfectos como
algunos creen, enfrentamos una lucha espiritual sin cuartel, podemos ser tentados y tropezar pero nos levantamos,
1 Corintios 10:12, nos
disponemos para ser sostenidos y guiados por el Señor, pues no estamos solos en
las batallas. Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de
Dios” 2 Corintios. 7:1.
La tendencia al pecado y a fallar es latente en la
vida de todo creyente porque somos humanos, pero esto no justifica vivir en el pecado. En el
carácter cristiano debe predominar la pureza y el amor en una búsqueda continua y ferviente por santificarnos, puesto que Dios tiene una permanente amonestación
para que seamos mejores cada día, 1 Tesalonicenses 4:1-7. Sólo podemos perfeccionar todo aquello que ya estemos haciendo bien, así que la santidad bíblica es un diario morir así mismos con el compromiso de vivir para glorificar a nuestro Hacedor; la santificación empieza cuando entregamos la vida a Cristo, es el
camino a la excelencia mientras vivimos en esta tierra donde Jesucristo es la Autopista por donde debemis transitar para permanecer santos, Juan 17:16, la
perfección de la santificación será alcanzada solo en la eternidad, junto a Dios, Romanos 8:17.
El carácter del
cristiano debe sobresalir con una vida de santidad. No hay métodos
humanos para ser santos, lo único que puede santificar al discípulo de Cristo
y siervo de Dios es: su palabra, Juan 17:17-19, 1 Timoteo 4:5; el Espíritu Santo, 1 Corintios 6:11 y 1 Pedro 1:2; la oración, Mateo 26:41 y 1 de Timoteo, 4:5; permanecer en comunión unidos a Jesucristo, 2 Corintios 5:17, Efesios 4:13 y 15; y ser
lavados en la sangre de Cristo cada vez que resbalamos y nos arrepentimos, Hebreos 10:10, 13:12 y
Apocalipsis 7:14. Ser santos exige abandonarnos totalmente y sin
reservas a Dios, negándonos al yo, muriendo al ego día a día y dejando a Cristo
crecer en nosotros mientras nosotros menguamos, Juan 3:30.
La base de la santificación es nuestra pertenencia y dependencia a
Dios en la identidad de Cristo, por lo tanto debemos sujetarnos y ser obedientes a
su Palabra; nadie alcanzará la santidad sin humilde sumisión a lo santo. El
proceso de santificación progresará maravillosamente mientras permanezcamos ligados
al corazón de Dios asimilando sus verdades espirituales eternas y permitiendo que se
cumpla en nosotros su voluntad cada día, pues somos de su propiedad, Levítico 20:7 y 26.
La santidad se anhela continuamente para ser puesta en
la práctica y mantener una vida íntegra que agrade a Dios; hablando siempre la
verdad, y desechando toda contaminación de pensamiento y obra, Efesios 4:22-32 y 1 Pedro 2:1. Una vida
santa, abandona toda manera infructuosa de actuar con viejos hábitos que están
dominados y viciados por deseos y pensamientos carnales, Efesios 2:3 y 4:22-24. Ser santos es demostrar que
verdaderamente amamos a Dios, sin apoyarnos en nuestra propia humana prudencia, Proverbios 3:5-7, no dando
rienda suelta al cuerpo, ni a los cinco sentidos que conducen a la muerte, no
sólo física, sino espiritual y eterna, 1 Corintios 6:9-10, y Apocalipsis
21:8.
Podremos conservar la santidad si andamos en adoración pensando en Dios guiados por su Espíritu
y viviendo el fruto que Él nos provee para caracteruzar nuestro carácter y haciéndolo diferente al resto del mundo, Gálatas: 5: 22-23. Santidad es meditar, vivir y actuar en toda circunstancia a la luz de la Palabra y nuestra profesion de fe recta e íntegra con pasos firmes en Dios, sabiendo que los ojos de Dios continuamente nos observan.
Si sabemos que Dios nos ve todo el tiempo, dejaremos toda maldad oculta y nos enfocaremos
en lo puro para hacer sonreír, agradar y contentar el corazón inmaculado de
nuestro santo Dios.
La vida de santidad no es apariencia ni mera participación,
es hacer visible a Cristo en nuestra vida. Ser santos no es un atributo moral
inherente al ser humano, es la esencia de la naturaleza divina y activa de Dios en el
creyente nacido de nuevo, Gálatas 2: 20 y 5: 24-25, Santidad es lo que nos hace distintos al mundo y se desarrolla
en nuestro encuentro diario cara a cara con Dios, 2 Corintios 4:16. Santidad es expresión plena de amistad estrecha con Cristo que nos reviste del nuevo hombre según
Dios, dejando de lado todo lo terrenal que nos afecte y frena nuestro crecimiento
espiritual, Romanos 6:6,
8:37.
La santidad como don divino nos da libertad para
adorar y servir con humildad, autenticidad y autoridad moral en pro de la
edificación de la Iglesia y el avance del Reino de Dios sobre la tierra,
transformando nuestra vida en un limpio testimonio frente
al resto del género humano, y dándonos poder y victoria frente al reino de las
tinieblas, 1 Juan 5:18, para “Cantar a Jehová, y celebrar la memoria de su santidad." Salmos 30:4.
La obra del Espíritu Santo es la santificación del
cuerpo de Cristo, en virtud de la cual, el creyente en todas sus dimensiones se
renueva y se hace reflejo de la sustancia inmaculada de Cristo; somos como barro dócil, moldeable y útil en las mans de Dios para
su obra salvadora, porque un santo es manejable y enseñable en su proceso vital de santificación que
solamente alcanzará su plenitudal al final de los tiempos. “En quien todo el edificio, bien
coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor" Efesios
2:21.
La santidad tipificada en Éxodo 30 habla de darnos a Dios,
lavarnos en agua pura, servir y ungirnos de aceite del Espíritu para exhalar los olores fragantes de la gloria de Dios. El cuerpo de Cristo como real sacerdocio y embajadores de
Cristo, tiene la responsabilidad de ser portadores de la presencia de Dios ante el mundo en el fuego del Espíritu Santo que limpia, transforma y purifica personas y comunidades
enteras, para hacerlas vasos de honra hasta lo último de la tierra. Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, para
santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra" Efesios 5:25-26, Porque el que
santifica y los que son santificados, de uno son todos; por lo cual no se
avergüenza de llamarlos hermanos" Hebreos 2:11.
La santidad incluye la totalidad de la vida humana, 1 Tesalonicenses 4:7, en todo
tiempo y lugar, como lo aclara Romanos 8:1-27 que nos exhorta a vivir en el Espíritu. Ser santos es permitir
que el Señor gobierne nuestra vida de manera total sin que nos
guardemos nada para nosotros sino que sea Él quien dirija todo nuestro ser. Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser,
espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro
Señor Jesucristo."1 Tesalonicenses 5:23.
Con el don de la gracia divina lo primero que
debe fluir en nosotros es un ardiente deseo de ser santos, conducirnos y servir limpiamente por amor a Él;
sin este vivo, intenso y pujante deseo es imposible ser santos. Dios
espera nuestra libre cooperación en respuesta a su majestad y su profundo amor
sacrificial, Lucas 1:74-75. Debemos cultivar cada día la santidad con ímpetu para satisfacer el
corazón de Dios, 2 Corintios 7:1. La pasión por Dios nos
impulsa a poner en marcha y Con pasos firmes en Dios el camino de la pureza ante Él y los hombres para trascender su gloria y llevar salvación al
mundo, Romanos 6:15-23.
La
santidad es de los valientes que se ajustan a las leyes eternas, Romanos 7:22. Mientras más intenso y serio es el compromiso de ser santos, más
decididos y firmes serán los pasos por el camino estrecho para llegar a la
meta del supremo llamamiento, Efesios 3:16-19. La santidad es la victoria en el combate espiritual llevando una vida
de orden y prioridades donde Dios es lo Primero y Cristo el centro de nuestra vida, aprovechando al máximo el
tiempo para estar en su presencia contemplando la hermosura de su santidad, Salmos
27:4.
“Es mejor ser un santo que un conocedor. De hecho, la única manera de ser verdadero conocedor, es procurando siempre ser un verdadero santo.” GeorgeWhitefield
“Es mejor ser un santo que un conocedor. De hecho, la única manera de ser verdadero conocedor, es procurando siempre ser un verdadero santo.” GeorgeWhitefield
REFUERZO 22.
APARTADOS PARA DIOS
1 ¿Por qué debemos ser santos? 1 Pedro 1:16____________________________________
2. ¿Qué dice 2 Corintios 7:1 con relación a la
santidad?
3. Defina santidad
con base en lo estudiado.
4. ¿Cuál es nuestra responsabilidad como hijos de
Dios? 1 Juan 3:3 y 1 Tesalonicenses 4:7.
5. Esto hace un obrero aprobado, 2 Timoteo 2:21
6. ¿Dónde y con quién habita el Señor? Isaías 57:15.
7. ¿Cómo se debe adorar a Dios? Juan 4:24.
8. Así llevamos ofrenda al Señor, 1 Crónicas 16:29.
9. Cómo templos del E.S. e Iglesia de Cristo ¿qué
conviene? Salmo 93:5.
10. ¿Qué hace la santidad en el hombre interior? 2
Corintios 4:16.
11. ¿Qué produce la santidad en el viejo hombre? Romanos
6:6.
12. Esto es necesario para santidad, Gálatas 2:20.
13. ¿Cómo define Cristo la santidad? Mateo 5:8.
14. ¿Para qué santifica Dios a su Iglesia? Efesios
4:12.
15. ¿Por qué amó Cristo a la Iglesia y se entregó
por ella? Efesios 5:25-26.
16. Según 1Tesalonisenses 5:23, otra forma
de definir santidad es:
17. ¿Cómo se define a un santo? Salmos 24:3-4.
18. ¿Cómo somos santificados? Hebreos 10:10.
19. ¿Para quienes Dios es bueno? Salmos 73:1.
20. ¿Quiénes
son templo del E.S. y cómo debe ser ese templo? 1 Corintios 3:17.
21. ¿Para qué nos escogió Dios antes de la fundación
del mundo? Efesios 1:4.
22. Anote Efesios 2:21 y diga quién es ese edificio.
23. ¿Cómo presentará Cristo la Iglesia para sí
mismo? Efesios 5:27.
24. ¿Qué normas se nos dan para ser santos? Romanos
13:13-14.
25. ¿Cómo debe estar nuestro corazón cuando Cristo
regrese? 1 Tesalonicenses 3:13.
26. ¿Qué dice 1 Pedro 2:5 con relación a la santidad?
27. ¿Cómo debemos andar? 2 Pedro 3:11.
28. ¿Cuál es la voluntad de Dios en 1
Tesalonicenses 4:3?
29. ¿Por qué somos disciplinados? Hebreos 12:10.
30. ¿Qué se aconseja en Romanos 6:19?