EL IMPACTANTE CAMBIO
QUE
DIOS ESPERA DE TI Y DE MI
Santidad para
con Dios e integridad entre unos y otros.
Como Aquel que los llamó es santo,
también sean ustedes santos en toda su manera de vivir; porque escrito esta:,
Sean santos, porque YO SOY Santo, 1 Pedro 1:14-16. Sigan la paz con todos, y la
santidad, sin la cual nadie verá al Señor, Hebreos 12:14.
Por lo tanto, ya no se mientan más
unos a otros, sino diga siempre cada uno la verdad a su prójimo, porque todos
somos miembros del cuerpo de Cristo, Efesios 4:25.
Amarás al Señor tu Dios, de todo tu
corazón y de toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas,
Deuteronomio 6:15. Mateo 22:37, Marcos 12:30 y Lucas 10:27. Porque por haberse
multiplicado la maldad sobre la tierra, el amor de muchos se enfriará, Mateo
23:12. Esta
es una de las más tristes realidades que está viviendo la humanidad en estos últimos
tiempos, antes de la Segunda Venida de nuestro Señor Jesucristo.
La falta de amor ha hecho que el corazón de las personas se endurezca de manera alarmante, al grado de creerse dueños de la vida de su prójimo; el extremo del desamor y la maldad les hace creer que al privar de la vida a sus semejantes, hacen el bien según su parecer, pero es la oscuridad del pecado que cubre las mentes de esas personas sin Dios.
La falta de amor ha hecho que el corazón de las personas se endurezca de manera alarmante, al grado de creerse dueños de la vida de su prójimo; el extremo del desamor y la maldad les hace creer que al privar de la vida a sus semejantes,
Nos
quejamos de todo, echamos culpas a todo el mundo, evadimos responsabilidades,
reclamamos derechos sin cumplir deberes; muchos viven encendidos en ira, odio, resentimiento y fastidio contra los que piensan y actúan diferente, porque la pureza y las buenas acciones confrontan su conciencia llena de pecado; se comparan unos a otros, compiten y
se rodean de venganza y malos deseos; pero no se dan cuenta que actúan así
porque no conocen a su Creador ni aman a su Salvador, no han tenido un encuentro personal con Jesucristo, no pueden arrepentirse de sus baja pasiones porque su corazón se ha endurecido a tal grado, que siempre buscan un culpable para responsabilizarlo de todo el dolor que hay sobre la tierra, culpan hasta al mismo Dios y no reconocen que ellos mismos son parte del dolor y del problema, No
se engañen a ustedes mismos, de Dios nadie se puede burlar; lo que cada uno
siembra, eso mismo cosechará, Gálatas 6:7. La vida es un bumerán.
Dios
ha dado instrucciones claras, ha dejado principios para vivir honesta
y dignamente y que todos podamos disfrutar de un ambiente lleno de bienestar y
armonía en esta tierra, aún en medio de las diferencias y las dificultades normales de la vida,
pero la gran mayoría de la gente hace caso omiso a lo que Dios dice y ordena sembrando su propia desdicha, no solo en esta tierra sino en la eternidad, pero si oyes atentamente la voz del Señor tu Dios, para guardar y poner por obra sus
mandamiento...También el Señor te exaltará sobre todas las naciones de la
tierra…siga
leyendo en su biblia y preste oído para vivir una fe obediente, así el bien te
seguirá todo el tiempo de tu vida, Deuteronomio 28:1-14.
La
situación que afronta el mundo de hoy, nos indica que es tiempo de dejar de
culpar a los otros y tomar nuestras propias responsabilidades, es tiempo de enfrentarnos con nosotros mismos y examinarnos
para ver en qué debemos cambiar, cómo debemos ser mejorados seres humanos, en
qué debemos ser renovados para agradar el corazón del Santo. Si cada uno de nosotros se empeña en transformarse en un ser humano de calidad y de ejemplo, que ama, obedece y se somete al Eterno,
las fuerzas del mal tendrán que huir, y el cambio en la sociedad será visible. Así
que, cada uno, según el don que ha recibido de Dios, úselo a
favor de los otros, como buenos administradores de la multiforme gracia de
Dios, 1 Pedro 4:10. Necesitamos ser
íntegros para con nuestro vecino, para con nosotros mismos y con la sociedad.
La
única manera de derrotar tanta barbarie, tanta maldad, tanto desamor, tanta
crueldad y tanta irresponsabilidad, es con Cristo en el corazón, gobernando
nuestras almas y dirigiendo nuestras vidas día a día, la respuesta contra toda locura del mundo se encuentra en la palabra de Dios, Así
brille la luz de ustedes delante de todos los seres humanos, para que vean sus
buenas obras y glorifiquen a su Padre que está en los cielos, Mateo 5:16. Sométanse
a Dios, resistan al diablo y de ustedes huirá, Santiago 4:7. Si satanás huye de cada
uno de nosotros, huirá también de nuestra sociedad.
Someterse
al Eterno Creador implica integridad a toda prueba, limpieza desde adentro del corazón reflejada en los hechos,
pureza de intenciones al relacionarnos unos con otros, transparencia de vida, cumplimiento en lo que prometemos, y rectitud en el camino recto y angosto
por donde andamos; con pensamientos permanentes en Dios para ser guardados y
fortalecidos en todo bien y lo que Él Padre ha establecido para que seamos llenos de vida y
bienestar, Porque Tú, Señor, guardarás en perfecta paz a todos los
que confían en Ti; a todos los que concentran en Ti sus pensamientos, Isaías
26:3.
Necesitamos
ser gobernados totalmente por el Espíritu de Dios para vivir en Él y en su
fruto: Digo pues, anden en el Espíritu, y no satisfagan los
deseos de la carne. Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del
Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagan lo
que ustedes quieren. Pero si somos guiados por el Espíritu, no estaremos bajo
la ley del pecado. Porque las obras de la carne son claramente visibles, y
estas son: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia, idolatría, hechicería,
enemistades, pleitos, celos, iras, contiendas, divisiones, herejías, envidias,
homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes a estas; acerca de los
cuales, YO le advierto, como ya lo he dicho antes, que los que practican tales
cosas, No entrarán al reino de Dios. Pero el fruto del Espíritu es amor,
gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe obediente, mansedumbre, dominio
propio, y no hay ley que condene estas cosas, Gálatas, 5;16-23.
Está
en nuestras manos cambiar e impactar el mundo, si deseamos paz y ser gratos ante los ojos de nuestro Creador y Salvador; y como hijos de Dios vivir una continua fe obediente, alcanzado cada día la estatura de Cristo; ES URGENTE
INTENSIFICAR la vida espiritual a la manera de Dios, orando, ayunando, y viviendo lo que
nos enseña la Biblia para mostrar a Jesucristo; debemos ser verdaderos adoradores en espíritu y verdadad, ofreciendo a Él nuestras vidas santas como holocausto
vivo; necesitamos ser mansos y humildes de corazón como Jesús,
lo cual Él nos enseñó en el Sermón del Monte donde nos instruye en la esencia del verdadero carácter cristiano, del auténtico discípulo que anhela ser como
su Maestro, Mateo 11:29.
Dios sigue hablando para que su Iglesia sea testimonio de santidad y esté como atalaya y virgen prudente porque el fin de satanás para quedar encerrado por mil años, está cerca, por eso ha volcado todo su arsenal maligno engañando a miles para que sean instrumentos de su maldad, el trabajo del cruel es sembrar todo el mal que vemos ante nuestros ojos. Pero nuestra consagración, integridad y santidad lo harán huir despavorido de nuestras vidas y nuestro entorno, Dios nos está llamando a la pureza total, para salir de la tibieza y la liviandad consagrándonos a Él y su evangelio; de esta manera el Eterno, le dará la estocada de gracia al enemigo de las almas, por consigiente habrá despertar en el Cuerpo de Cristo y avivamiento en el mundo, Nuestra mejor manera de discipular es nuestro testimonio de amor, bondad y rectitud ante los ojos del mundo. No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos, Gálatas 6:9; pues el que persevere hasta el fin, ese será salvo, Mateo 24:13.
Oremos con Salmos 141 para que nuestros sentidos no nos engañen y nuestra vida sea guardada de todo mal Amén.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.
Oremos con Salmos 141 para que nuestros sentidos no nos engañen y nuestra vida sea guardada de todo mal Amén.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.