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20 abr 2020

DOS CAMINOS Y DOS PUERTAS, ¿CUÁL ESCOGES?


SOLO HAY DOS CAMINOS Y DOS PUERTAS

¿POR DÓNDE VAS Y A DÓNDE LLEGARÁS?  

He aquí yo pongo hoy delante de ustedes la bendición y la maldición: la bendición si oyen los mandamientos de YHWH nuestro Dios…y la maldición, si no oyen los mandamientos de YHWH nuestro Dios, y si no se apartan del camino que YO les ordeno hoy. No yendo a otros dioses…Deuteronomio 11:26-28, 30:15-19,

Allí habrá una calzada, y un Camino de Santidad; los necios no transitarán por él, sino que será solo para el que decida andar por El. Isaías 35:8. Proverbios 11. Anúnciale al pueblo que YO el SEÑOR, les doy a escoger entre el camino de la vida y el camino de la muerte. Jeremías 21:8.

Es mejor un día en los atrios que mil fuera de ellos; prefiero estar en el umbral de la puerta de la casa de Dios, que morar en las tinieblas de impiedad. Salmos 84.10. Entren por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino, que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella. Porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan, Mateo 7:13-14.

Retomo esta enseñanza tan importante que Abba Padre me dio en septiembre de 2015, sea que muchos crean o no crean, Dios vuelve a recordarnos el destino final, pues la muerte y la eternidad son una realidad latente mientras estemos en esta tierra, y el buen Padre, quiere tocar el corazón de miles para que abandonen su vida de pecado y se vuelvan a Él, pues solo en Jesucristo hay salvación; el Hijo de Dios es el Camino, la Verdad y la Vida, Él es la puerta abierta a la vida eterna, vino a traernos el reino de Dios, como la Puerta de la ovejas, Él pagó nuestro rescate eterno para conducir al Padre los que han de ser salvos, porque le creen a Dios y reciben su enseñanza en el corazón para hacer a Jesucristo SEÑOR y Salvador, somos nosotros los que ponemos voluntad para seguir a Cristo y cumplir los mandamientos de la ley de Dios. Porque de tal manera amó Dios a la humanidad, que entregó a su Unigénito Hijo, para que todo aquel que crea en Jesucristo, no se pierda, sino que tenga vida eterna. Juan 3:16

Un día los salvados, los que creyeron y abandonaron la vida de pecado para consagrarse a Dios, entrarán al cielo con Cristo, porque fueron guiados por su Espíritu Santo, pero los otros, los que no creyeron, y amaron más al mundo y el pecado rechazando al Salvador, caerán al abismo eterno, pues Dios mismo se hizo Hombre y descendió del cielo para cumplir su misión redentora, apartando para Él a los creyentes y transformando sus vidas para la eternidad bienaventurada, pero los incredulos pecadores se perderán. Los malos serán echados en el horno de fuego; allí será el lloro y el crujir de dientes. Mateo 13:50.

Debemos tener claro que solo hay dos Caminos:  Cristo o el mundo donde gobierna el enemigo, solo hay dos puertas que se abrirán en la eternidad: la puerta al cielo o la puerta al abismo; Dios ha puesto un punto de partida, y es el arrepentimiento genuino y de todo corazón, confesando a Dios nuestros pecados, reconociendo a Cristo como único SEÑOR, Dios y Salvador, poniéndonos a cuentas con Él para librarnos de la condenación eterna; con Cristo somos reconciliados con el Padre, lavados en su sangre y es olvidado nuestro pecado, Dios nos acoge como hijos si nos volvemos a Él, rescatándonos así de las garras del maligno. Dios, ten misericordia de nosotros y bendícenos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, para que sea conocido en la tierra tu Camino, y en todas las naciones tu salvación. Salmos 67:1-2.

Es nuestra responsabilidad escoger el camino en que andamos mientras vivimos y pensar qué puerta se nos abrirá cuando salgamos de este mundo; si queremos ir al lado del Padre, tenemos que andar por el buen Camino, renunciando a cada paso al pecado, la tentación y la debilidad de la carne, buscando la ayuda y dirección del Espíritu Santo, Él nos renueva y nos restaura desde nuestro ser interior para que se refleje en el exterior y nos va perfeccionando constantemente hasta que expiremos, porque la vida de fe es un proceso continuo de santificación hacía la vida eterna para no ser presos de la muerte eterna. Porque el que persevere hasta el fin, ese será salvo. Mateo 24:13. 

Evitar a Dios y hacer lo que nos plazca es ir por el camino ancho de la perdición, pero ser salvos es ir por la senda angosta de la fe obediente; entendamos y tomemos consciencia de la importancia de la vida después de la muerte, la salvación es un regalo de Dios a todo aquel que cree, pero la condenación está destinada para los incrédulos que aman el pecado; cuidemos la salvación como el más grande tesoro mientras tengamos vida, porque después de morir, no hay nada qué hacer por nuestra alma. Porque Dios dice: en el momento oportuno te escuché; en el día de salvación, te ayudé. Y este es el momento oportuno, este es el día de salvación. 2 Corintios 6:12.

Salvación es humildad, mansedumbre y santidad viviendo en el Espíritu Santo con el cual somos sellados como propiedad de Dios y que debemos avivar a cada paso andando en la Luz para no terminar en las tinieblas eternas; al recibir a Jesucristo como SEÑOR y Salvador empieza nuestro crecimiento espiritual y personal, unido al estudio diario de la palabra, orando y conociendo a Dios; en relación estrecha, es una tarea diaria que debemos cultivar hasta que cerremos los ojos a este mundo. Les digo la verdad: el que oye mi palabra, y cree al que me envió tiene vida eterna; y no será condenado, porque ha pasado de muerte a vida. Juan 5:24. 

Todo aquel que vive en la carne, ya está en condenación pero ser salvos es vivir en el Espíritu, si nos hemos convertido a Cristo y hemos sido lavados de todo pecado con su sangre, pues somos purificados con el fuego del Espíritu; entonces Dios ocupa nuestro corazón, llena y gobierna nuestra vida en la medida que hayamos entregado todo en manos de Dios. Porque en ningún otro hay salvación, y no hay otro nombre bajo el cielo en el cual podamos ser salvos. Hechos 4:12.

Ir por el camino ancho es la mayor pérdida porque la puerta de condenación será abierta al morir, pero ser salvos es el mayor milagro de la vida, y la puerta del cielo se nos abrirá cuando nos vayamos de este mundo; en Cristo m somos cambiados y mudados a una nueva persona con hambre y sed de la presencia de Dios y ardemos en su amor con un profundo deseo de ser llenos de su presencia y rodeados de su gloria para ir creciendo integralmente; condenación es ignorancia y torpeza, pero salvación es sabiduría deseando alcanzar la estatura de Jesús. Por el camino nuevo y vivo que Jesucristo inauguró para nosotros, al romper el velo que nos separaba, es decir, porque puso su cuerpo en sacrificio por nosotros y nos ha acercado al Padre. Hebreos 10:20.

Hay gente que dice ser salva, pero su manera de vivir dice todo lo contrario, sus vidas no se han regenerado, sus acciones no son coherentes con su supuesta fe en Dios, siguen igual que el mundo, y su comportamiento no ha sido modificado, siguen haciendo lo que quieren sin tener en cuenta a Dios. No se engañen; nadie se burla de Dios. Cada uno recogerá lo que haya sembrado, Gálatas 6:7. Los malvados no heredarán el reino de Dios. 1 Corintios 6:9-10.

Una vida sin salvación es una vida vieja y gastada en la carne de pacado, pero al ser salvos somos vestidos del nuevo hombre creado en santidad según Dios, porque hemos revivido espirutualmente; y tenemos el tesoro del Espiritu en vasijas de barro que se transforman continuamente en manos del Alfarero que renueva nuestra mente y da forma a nuestra vida desde adentro hacia afuera, aborreciendo lo que Dios aborrece, viviendo por la palabra de Dios, descansados de Dios y dejando atrás las costumbres y los comportamientos viciados para dar buen fruto, santos para Dios e íntegros con la gente, pero los que van por el camino ancho mienten y se engañan así mismos alejados de toda espiritualidad según Dios. Solo en Diis halla descanso mi alma, porque de Él viene mi salvacion. Salmos 62:1.

La vida por la senda angosta de la salvación, es entrega, amor y reverencia a Dios en oración continua y estudio diario de la biblia buscando el consejo y la dirección del Espíritu, para NO correr el riesgo de alejarnos de Él, impidiendo así que el enemigo aproveche para sabotear nuestra salvación ni nos engañe, ni nos desvíe del camino recto; ser salvos nos hace esforzarnos e incansables desplegando toda nuestra energía para vivir en la presencia de Dios y que también otros sean salvos. ¿Cómo escaparemos nosotros, si descuidamos una salvación tan grande? La cual fue primeramente anunciada por el Padre y nos fue confirmada en el Hijo, por los que lo oyeron. Hebreos 2:3

Una de las mentiras de satanás es hacerle creer a la gente que es fácil hacerse salvo y llamarse hijo de Dios, muchos se llaman cristianos, pero solo de nombre porque sus vidas no reflejan el poder transformador del Evangelio. Para ser hijos de Dios debemos mantenernos en el camino angosto donde menguamos cada día mientras reflejamos a Cristo, quebrantamos el espíritu y crucificando la carne (deseos y pasiones del cuerpo) purificando el alma a cada instante. Por lo tanto, hagan morir todo lo terrenal que hay en ustedes; que nadie cometa inmoralidad sexual, ni haga cosas impuras, ni siga sus pasiones y bajos deseos, ni se deje llevar por la avaricia, (que es una forma de idolatría), Colosense 3:5.

Un genuino hijo de Dios se examina a diario en el espejo de Cristo y la palabra pidiendo convi ción de pecado al Espíritu Santo, hacemos un análisis de lo que hacemos en el día, pues todo el tiempo estamos expuestos a fallarle a Dios; lo hermoso de todo es que si cultivamos amistad con Cristo, Él nos fortalece y ayuda para que permanezcamos firmes hasta al final. El Espíritu Santo es el mayor recurso para mantenernos cerca al Padre y a los pies de Cristo limpios de pecado por la fe en Él. Solo Cristo nos levanta del basurero del mundo y nos introduce en su reino para vivir a la manera de Dios. Pues la Escritura dice: sean ustedes santos, pues YO SOY santo, 1 Pedro 1:16.

Cristo es el Camino, la santidad es la puerta estrecha, pero son pocos los que creen en Él y aceptan su vida de pureza, pero en Él nos descargamos de todo peso y todo lo negativo que nos agobie. Vengan a Mí, todos los que están trabajados y cargados, y YO los haré descansar. Mateo 11:28.

Imaginar que somos salvos por hacer "buenas obras", es como intentar entrar por una puerta angosta cargados con todo el equipaje del camping. Cristo es la Puerta al reino de los cielos y el Camino que nos lleva al cielo del Padre, ese camino se abrió con su cruz. Cristo no va a permitir que entremos a sus moradas eternas con todo el bagaje de nuestra basura terrenal, necesitamos despojarnos de todo peso y de nuestra propia justicia, dejando de creer que somos buenos por el simple hecho de que “no mato, no robo, con nadie me meto y a nadie le hago daño", ¿En verdad crees eso? Lee Mateo 25:35-45Por lo tanto...despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia, y corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante, puestos los ojos en Jesús...Hebreos 12:1-8.

Ningún superhombre, millonario, docto y astuto podrá entrar por la puerta estrecha con toda su basura carnal, soberbia humana y vida acomodada al mundo, necesitará ser justificado en Cristo, lavarse en su sangre y mostrar frutos dignos de arrepentimiento, Mateo 3:8-10, de lo contrario no podrá entrar al Reino de los cielos. Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿Qué bien haré para tener la vida eterna? Jesús le respondió: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoros en el cielo; y ven sígueme, Mateo 19: 16 y 21.

No se ha visto nunca un entierro con trasteo, pero el mundo vive en busca de riquezas, comodidad, poder y placeres que a la postre serán su perdición; todo eso es un estilo de vida engañoso, pasajero y vano, pues en el mundo se mueve satanás engañando a la gente porque quiere llevárse muchas almas con Él al infierno. Háganse tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen y donde ladrones no minan ni hurtan. Mateo 6:20.

Jesús apuntó directo al equipaje del joven rico, ese joven trataba de pasar por la puerta estrecha con toda su riqueza, pero llevaba la basura de su auto justificación, diciéndole a Jesús que siempre guardaba todos los mandamientos, Mateo 19:16-30. Pero cuando el SEÑOR le dijo que diera todo a los pobres, el joven rico se fue triste, amaba sus riquezas, eso le impidió quedarse con Jesús, no pudo negarse a sí mismo y tampoco pudo desprender su corazón de sus bienes y su comodidad y no fue salvo, Mateo 6:19-21.

Los bienes, las riquezas y el poder, hacen que muchas personas como el joven rico no estén dispuesto a doblegarse a Dios ni renunciar a su estilo de vida terrenal. Si usted no entra a través de Jesucristo, ni va por el camino angosto de su verdad, andará por el sendero equivocado y va por el camino ancho de la perdición, tiene que morir a sus deseos, a su avaricia y ambición por lo material, tiene que olvidarse de los placeres malsanos y, despojarse de todo lo que lo encadena y le impide ser libre para seguir a Cristo, Busquen primero el reino de Dios y su justicia y todas esas cosas les serán añadidas. Mateo 6:33. 

Debemos ser como niños en total dependencia del Padre, vivir en pureza, con espontaneidad, inocencia, sin malicia, alegres, sinceros, afectivos y creyendo a Dios, son características para entrar al reino de Dios; como dijo alguien: Nada en mis manos tengo, sólo a tu cruz me aferro, oh Cristo. Y Les digo la verdad: Si no se convierten, y si no se hacen como niños, no podrán entrar en el reino de los cielos. Mateo 18:3.

La salvación no es una emoción del momento, es espiritual, eterna, un acto de fe sincera y profunda en Dios, abriendo el corazón a su amor y su presencia, haciendo morir el ego y la autosuficiencia, rendidos con el alma desnuda al SEÑOR, como lo hizo el publicano que pedía misericordia, se golpeaba el pecho y ni siquiera levantaba el rostro rogando perdón, Lucas 18:13-14. Si caminamos por la senda angosta, al final entramos por la puerta estrecha, habiendo sido obedientes y de férrea decisión para abandonar la vida vieja de pecado, santificados en Cristo y dependiendo del Padre al 100%. Puestos los ojos en Jesús, el Autor y perfeccionador de la fe…Hebreos 12:2.

Entonces, ¿Cuáles son las dos puertas y los dos caminos? Las dos puertas son la entrada al cielo o la entrada al infierno, los dos caminos son Cristo y su palabra y el mundo que engaña con su vanidad y estilos de vida gobernados por satanás, donde con sus artimañas sabotea la obra redentora de Cristo en muchos tontos, pero cada uno tiene libertad para elegir uno de estos dos caminos, y una de estas dos puertas. Mira, YO he puesto delante de ti, el camino de la vida y el camino de la muerte; depende de ti y de tu obediencia o tu desobediencia; escoge pues entre la salvación y la condenación, entre lo bueno y lo malo, entre la pérdida y el éxito, entre el premio y el desastre. Deuteronomio 30:15. Dichosos los que conservan un corazón limpio, pues ellos verán a Dios. Mateo 5:8.

Jesucristo es el Camino, la conversión es la puerta que nos conduce al cielo con una vida consagrada de santidad, enseñados en su palabra, guiados y aconsejados por el Espíritu Santo para entrar finalmente ante la presencia del Padre. Concentren toda su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2. Si tu mano se hace caer, córtala. Es preferible entra en el cielo con una mano, que ir con tus manos al infierno donde el fuego no se extingue, y donde el gusano de ellos no muere…Marcos 9:42-50.

Salvación no es añadir a Cristo a nuestra vida y continuar como si nada, ser salvos es entrega total, renuncia a la maldad que ofrece el mundo, vencimiento diario al pecado, negarse a la carne caminando de la mano de Cristo y bajo la luz de la mirada del Padre. Cristo es todo lo que necesitamos para ser felices y vivir a plenitud, aun con los problemas que da el mundo; Jesucristo es el Camino al Padre, la verdad, la vida, la luz del mundo, la puerta de sus ovejas, el Buen Pastor, el pan vivo que calma nuestra hambre, la fuente que calma nuestra sed, es el Tabernáculo de David, la Vid verdadera, el Hijo de Dios que no une al Padre, el Redentor, el Salvador, el SEÑOR y Dios que resucitó para darnos vida, es nuestro todo. Escribe al ángel de la iglesia en Filadelfia: el Santo, el Verdadero, el que tiene la llave de David, el que abre y nadie cierra, y cierra y nadie abre, dice esto: YO conozco tus obras. Mira he puesto delante de ti una puerta abierta que nadie puede cerrar, porque tienes un poco de poder, has guardado mi palabra y no has negado mi nombre. Apocalipsis 3:7-8. 

Jesucristo es todo lo que necesitamos para caminar rectamente y entrar a la vida eterna, con Él logramos ser santos, humildes, mansos, generosos, virtuosos, sabios, prestos a perdonar y vivir como dignos hijos de Dios dando fruto de pureza y verdad para exaltar su nombre y atraer a otros a su reino. Solo en Jesucristo hay salvación, porque NO hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. Hechos 4:12. Y solo hay un Mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hecho Hombre, quien se dio a sí mismo en recate por muchos, y dio testimonio a su tiempo. 1 Timoteo 2:5-6. Aleluyaaa 

La gran realidad es que muchos ignoran, que nadie podrá ir al cielo haciendo lo contrario a la palabra de Dios y rechazando a Cristo. No existe un sitio medio después de la muerte, así que ni misas, ni oraciones, ni ninguna otra cosa sacará de su lugar a los muertos. La única manera de ser salvos es a través de Jesucristo mientras vivimos, decidiendo por voluntad propia, creerle y recibirlo como SEÑOR y Salvador, con Él vamos al cielo, sin Él, muchos irán al infierno porque siguen haciendo los que les da la regalada gana, se gozan haciendo su propia voluntad dejando a Dios a un lado, viviendo en vanidades ilusorias y temporales y dándole gusto a su cuerpo; así que, si no has tenido un encuentro personal con Jesucristo, lamentablemente te condenarás. Arrepiéntete, abandona tu pecado y vuélvete a Dios, entrégale tu vida y vive para obedecer su palabra llena de principios y virtudes, viviendo con responsabilidad.

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.