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8 sept 2016

OÍR LA VOZ DE DIOS


OÍR LA VOZ DE DIOS

Cuando Moisés entró en el Tabernáculo del Testimonio para hablar con el Señor, escuchó que Él Señor le hablaba desde encima del propiciatorio del Arca de la Alianza, de en medio de los dos querubines, Números 7:89.

Parecido al arco iris cuando aparece entre las nubes en un día lluvioso. De esta manera se me presentó la gloria del Señor. Al verla, me incliné hasta toar el suelo con la frente, luego oí su voz que me hablaba, Ezequiel 1:28.

A veces creemos que poder oír la voz de Dios es algo extraño y sólo para ciertas personas, pero la realidad es que como Dios no es propiedad privada, Él nos habla a todos, especialmente a los cristianos, a los que tienen comunión, amistad e intimidad con Él, Dios no está sujeto ni al espacio ni al tiempo, por lo tanto nos puede hablar en cualquier momento y en todo lugar. Dios le habló a Jonás en un barco, en medio del mar y cuando éste estaba enojado, Y YHWH le dijo a Jonás: ¿haces bien en enojarte tanto? Jonás 4:4.

Dios nos habla primeramente por su palabra, por una enseñanza del evangelio, por la predicación en la congregación, a través de una persona, en sueños, en visiones, por la creación, por acontecimientos, a través de nuestra conciencia y algunas veces audiblemente en momento y circunstancias apremiantes y especiales, El ángel de YHWH se le apareció a Gedeón y dijo: YHWH está contigo, varón esforzado y valiente Gedeón le respondió: Ah Señor mío, si YHWH está con nosotros, ¿Por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas, que nuestros padres nos han contado… Y mirando YHWH a Gedeón le dijo: Ve con esta tu fuerza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¡Acaso no SOY YO quien te envío?...Ah, Señor YHWH, que he visto al Ángel de YHWH cara a cara. Pero YHWH le dijo: Paz a ti, no tengas temor, no  morirás, Jueces 6:12-23.  

Dios sigue hablando a través de Jesús y su palabra, escuchar la voz de Señor de universo, es algo que todos deseamos, unos más intensamente que otros, pero no es nada extraño ni difícil, además Él quiere siempre dejarse oír, ¿puedes creer que Dios nos habla en los rugidos de la tierra cuando tiembla, en el ruido de las olas, en los truenos, en la lluvia, en el correr del agua, en el canto de los pájaros, en una mariposa que vuela cerca o alrededor de ti? 

Cuando nos ejercitamos en oír a Dios como al amigo fiel, podremos escucharlo todos los días continuamente, cuando vamos por el camino, cuando trabajamos o cuando paseamos y descansamos, Y oyeron la voz de YHWH Dios que se paseaba en el huerto, al aire del día; y el hombre y su mujer se escondieron de la presencia de YHWH Dios entre los árboles del huerto, Génesis 3:8, Elias escuchó varios sonidos de la naturaleza, pero la voz de Dios estuvo en un silvo apacible, dándole instrucciones, animándolo y dirigiéndole hacia lo qué debía hacer.1 Reyes1:18.  

1. La voz de Dios no es extraña ni misteriosa, Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo…Isaías 6:4-5. Su voz puede sonar de diversas formas, en mi caso, por ejemplo la he oído audiblemente en momentos cruciales de dolor y de prueba en mi vida, consolando, alentando y dándome instrucciones; también cuando me quejaba y murmuraba oí la voz tronante y fuerte del Señor enojado corrigiendo mi actitud, ahí, yo caí rostro al piso como desmayada, perdí totalmente mis fuerzas, mientras Él me seguía hablando; fue algo increíble, duré tres días débil y sin fuerzas como si hubiera salido de una cirugía. Luego he seguido escuchando la voz del Señor, de manera normal, como la de un Padre o un buen amigo que me aclara preguntas, me enseña, me consuela, me dirige y me alienta.

Dios deja oír su voz todo el tiempo, Él nos habla, pero estamos tan distraídos y desentendidos que ni lo percibimos, debemos agudizar los cinco sentidos espirituales en nuestra comunión y amistad con Jesús para hacernos sensibles no solo a su presencia, sino al sonido de su poderosa, tierna y dulce voz. Dios nos habla para tratar personalmente con nosotros, corregirnos, guiarnos, dirigirnos, aconsejarnos, madurarnos y hacernos crecer en el Espíritu. La voz de Dios no es automática, nos habla cuando menos lo esperamos, basta que lo deseemos con toda el alma para que Él se deje oír y estar listos para responderle: Habla, Señor, que tu siervo escucha, 1 Samuel 3:1-21.

En ocasiones he estado confundida, triste y deseosa de una palabra de aliento, entonces voy de rodillas al trono de Abba Padre, me postro, cubro mi rostro con las manos y le hablo a Dios, pidiéndole con todas mis fuerzas que por favor me aconseje y me consuele a través de su palabra, entonces voy y abro una de mis biblias menos rayada y trajinada, ahí está su palabra perfecta y extraordinaria, entonces me alegro, resalto el texto y coloco la fecha, y si es posible en qué momento me respondió el Señor, Dios quiere hablarnos, pero nos pide que lo oigamos atentamente para obedecerle, así Él nos bendice y nos cuida, Éxodo 23:21. No se trata de oír por oír la voz de Dios, siempre hay un propósito que es conforme a su voluntad, como lo hizo con Abraham antes destruir a Sodoma y Gomorra, Génesis 18: 17-33.

En tiempos de turbulencia de un mundo oscuro cargado de maldad, deberíamos preguntarnos, ¿Para qué queremos oír la voz de Dios? Dios mira las intenciones del corazón, eso es importante para poder escuchar la voz más poderosa y dulce del universo, si deseas escuchar al Dueño de todo porque lo amas y deseas alegrar su corazón haciendo lo que Él ordena, entonces es posible que ya la estés escuchando y no te has dado cuenta; Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, más cortante que toda espada de doble filo, que penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón, Hebreos 4:12.

2. Escuchamos la voz de Dios en las escrituras, Mis ovejas oyen mi voz y YO las conozco, y me siguen, y YO les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano, Juan 10:27. Si amas la palabra de Dios, te confrontarás con ella, te examinas y la vives, entonces, estás oyendo al Señor, porque es Dios quien coloca el deseo en el corazón de leer, escudriñar y estudiar su palabra. Un texto bíblico es suficiente para decir que hemos escuchado la voz de Dios, Jesús lo expresó en muchos textos del evangelio. Ser hijos de Dios con fe obediente, y amantes de sus instrucciones, nos permite tener la bendición y el privilegio garantizado de su presencia, y la gracia de oírlo hablar. La Biblia, la palabra viva, cobra poder cuando la creemos y la vivimos.

Cuando Dios nos deja oír su voz, está tratando con nosotros, haciendo su obra transformadora, está permitiendo que nos conozcamos a nosotros mismos, y que reconozcamos a los otros en medio de las circunstancias; en esa medida, podemos identificar nuestro pecado, nuestras falencias y nuestra actitud hacia los demás, al mismo tiempo, estaremos conociendo mejor al Padre, por lo tanto, escuchamos a Dios hablar por el espíritu de su palabra, escudriñen las escrituras, porque ustedes saben que en ellas tienen vida eterna, y ellas son las que dan testimonio de Mí, Juan 5:39.

Si apartamos tiempo suficiente y en calma para leer capítulos enteros de la biblia, estaremos oyendo la voz de Dios; para poder entender lo que Dios nos dice, debemos tomar la palabra literalmente, porque la Biblia se revela por sí misma, no saque el texto del contexto, porque Dios es Dios de orden; si no te resulta fácil entender, ve a una versión de lenguaje popular, y podrás comprender mejor, lo que Dios te está diciendo.

3. Orar es hablar con Dios, por lo tanto escuchamos su voz, Cuando Cornelio oraba a la hora novena del día, un ángel de Dios entró donde él estaba y le dijo: Cornelio, mirándolo Cornelio fijamente, y atemorizado dijo al ángel: ¿Qué es Señor? Y le respondió el ángel: Tus oraciones y tus ofrendas, han subido para memoria delante de Dios, hechos 10:3-4.

No hay cosa más maravillosa que hablar con Dios cuando oramos, es la oportunidad que tienes de contarle todo lo que sientes, todo lo que piensas y deseas; es el momento oportuno para expresarle todo nuestro amor, decirle cuán bello, grande, santo y poderoso es; cuánto lo necesitamos y deseamos. Dios desea escucharnos también, cuando derramos nuestra alma ante Él, de seguro, no solo lo oirás hablar, podrás sentir su abrazo y su presencia exquisita y grandiosa. Aprendemos a conocerlo de cerca a entrar ante su trono de gloria, el ambiente cambia, y hasta podrías percibir una aroma extraordinaria.

Hablar con Dios es el más grande de los deleites, es algo inigualable; puede llegar el momento en que se entabla una conversación donde tú preguntas y Él responde, o viceversa. La oración es el momento perfecto para oír la voz de Dios; nuestro corazón está preparado, y ensancha de amor ante su presencia.Salomón oraba a Dios y Él le respondió, añadiendo a su petición, no solo le dio sabiduría, le dio riquezas, 2 Crónicas 1:7-13.
4. Escuchar a Jesús es oír la voz de Dios, Dios habiendo hablado muchas veces y de muchas maneras en otro tiempo a los padres por los profetas, en estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, a quien constituyó heredero de todo, y por quien así mismo hizo el universo, Hebreos 1:1-2. Nuestra mirada y nuestro corazón deben estar puestos en Jesús, sea en momentos de alegría o de dolor, su amor siempre será suficiente. Jesús no solo nos habla, también nos sostiene en sus brazos y nos mira a los ojos, y el que ha visto al Hijo, ha visto al Padre…Juan 14:9.

Para escuchar a Jesús y conocerlo, debemos ir en pos Él, leer y estudiar sus enseñanzas en los evangelios y seguirlo, Y cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues? El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: YO SOY Jesús, a quien tu persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón, Hechos 9:4-5.

Si quiere escuchar hablar a Jesús, debes profundizar de cerca tu relación personal con Él, debes oír y obedecer lo que Él enseñó y mostró con su vida; Él nos prometió su ayuda y su consuelo a través del Dulce y delicado Espíritu Santo; tenerlo a Él reinando en nuestro corazón es tener al Padre y al Hijo, porque es Emmanuel, Dios con nosotros, ÝO rogaré al Padre, y les dará otro Consolador, para que esté con ustedes para siempre. El Espíritu de Verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no lo ve, ni lo conoce; pero ustedes lo conocen, porque mora con ustedes y estará en ustedes, Juan 14:16-17.

5. Para escuchar a Dios, necesitamos la ayuda del Espíritu Santo, Porque ha parecido al Espíritu y a nosotros, no imponerles ninguna carga, más que estás cosas necesarias, Hechos 15:28. En la iglesia primitiva, los discípulos conversaban con el Espíritu Santo y Él los aconseja y los guiaba a lo perfecto de Dios, así todos con sabiduría y poder de lo alto, enseñaban la palabra; en Hechos 1:8, nuestro Redentor cumplió su promesa, y nos envió al Amigo, Ayudador y Consolador.

El Espíritu Santo es lo mejor que nos ha podido dejar nuestro Rey Jesús, es el amigo perfecto, es increíble cómo nos ayuda constantemente, nos recuerda la palabra de manera extraordinaria, nos corrige, nos enseña y nos exhorta con su voz cargada de amor y ternura, se me llenan los ojos de lágrimas al pensar en Él, ¡como el Santo Espíritu no hay nada igual!

Él está disponible para todo el que quiera venir bajo el abrigo de sus grandiosas y formidables alas protectores. Ámalo intensamente, llama a la tierna y dulce paloma celestial y de inmediato acudirá a ti; Él nos enseña a ser dóciles, delicados y dulces. Llénate de su presencia y su fuego invadirá todo tu ser, prepara tus cinco sentidos para oír su cálida y suave voz. Él continuamente te recuerda al Padre, al Hijo y su palabra, Nehemías 9:30.

El grandioso Espíritu de Dios nos permitirá oír la voz de Dios en nuestros pensamientos, en nuestras conversaciones con otros hermanos, en los testimonios, nos dejará ver la gloria del Eterno en las circunstancias y en la naturaleza. Juan 16:8.

Anhela ardientemente oír la voz de Dios y te aseguro que pronto la escucharás, dispón tu corazón y tu vida, voluntariamente ríndete a Él, porque es tan delicado que no obliga a nadie, pero espera una dócil respuesta de su llamado por parte de nosotros. ¡Aleluyaaa!, ¡Santooo!

¡Hijos de Dios, aclamen al Señor, proclamen su gloria y su poder! ¡Aclamen el nombre glorioso del Señor! ¡Adoren al Señor en la magnificencia de su santidad! La voz del León de Judá ruge sobre la superficie del mar El Dios de gloria truena. La voz del Señor retumba sobre el mar.

Mg. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino
                   Dios nos habla a través de los testimonios



TESTIMONIO HABLA POR SÍ MISMO


EL TESTIMONIO HABLA POR SÍ MISMO

Jesús les dijo: Síganme, y YO los haré pescadores de hombres, Mateo 4:19.

Que su vida sea como una luz que brilla delante de los hombres, para que viendo sus buenas acciones, glorifiquen a su Padre que está en los cielos, Mateo 5:16

Honren a Cristo como Señor en sus corazones. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que ustedes tienen, 1 Pedro 3:15.

El testimonio tiene poder y gran valor en la vida del cristiano, con él se abren o se cierran puertas, se atrae o se aleja a la gente, con el testimonio mostramos a Cristo y la clase de vida que se vive en el reino de Dios; el testimonio hace diferencia entre los hijos de Dios y el mundo sin Cristo, nuestro estilo de vida y comportamiento son lo que impacta a primera vista, Dios nos ha exhibido…como a sentenciados a muerte; porque hemos venido a ser un espectáculo para el mundo, tanto para los ángeles como para los hombres, 1 Corintios 4:9.

Muchos no pueden ni dan testimonio, pero dicen ser creyentes, quizá no lo logran porque tienen miedo, les da vergüenza, o simplemente porque no llevan una vida que pueda reflejar a Cristo en sí mismos, La realidad es que es Dios quien nos hace testimonios vivos santos, en una trabajo mancomunado de voluntades, Él nos da su amor, su perdón y su salvación, nosotros nos disponemos de corazón y nos comprometemos con Cristo para que nuestra vida pueda ser cambiada, Ustedes no me escogieron a Mí, sino que YO los he escogido a ustedes y les he encargado que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará todo lo que le pidan en mi nombre, Juan 15:16.

Así como el pez va a la carnada, la muerte y queda atrapado en el anzuelo, nuestro testimonio limpio y resplandeciente es el que atrae a la gente y nosotros testificamos de las promesas de Dios a ellos, es una buena estrategia para pescar y al mismo teimpo evitar la condenación y la crítica; Cristo nos atrojo con su delicado amor, y el Espíritu Santo nos capacita para ser como Jesús en pro de ser buenos testimonios, Juan ha dado testimonio de la palabra de Dios, y de Jesucristo, y de todas las cosas que ha visto, Apocalipsis 1:2.

Es con el testimonio que hablamos, declaramos y mostramos qué clase de personas somos, él es el que confirma la palabra que predicamos, el testimonio es la evidencia de o que somos como hijos de Dios y ciudadanos del su reino. El testimonio nos hace testigos de Cristo, la biblia lo llama embajadores, representantes del reino de Dios aquí en la tierra. El testimonio confirma el lugar al cual pertenecemos, nos identifica con el Dios de quien somos, a quien nos parecemos y representamos, dándonos una tarea para hacer, Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para posesión suya; a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de la tinieblas a su luz admirable, 1 Pedro 1:29.

El buen testimonio es el que nos avala si practicamos la verdad o la mentira; si en verdad pertenecemos y estamos en la familia de Dios, y si en verdad nos identificamos con Cristo; es la clase de testimonio que damos, el que nos hace acreedores de un premio o de un castigo; así como un testigo falso que da un falso testimonio es penalizado y castigado por mentiroso, faltando a la verdad, de igual modo, nuestro testimonio, nos merecedores de un juicio o de premios ante el Tribunal de Cristo; de igual modo como en las leyes humanas, el falso testigo es culpable de una pena o condena, aquellos que no cumplieron su palabra, que se acomodaron al mundo, que permitieron que las ganas le pudieran al miedo y vivieron en su pasiones; aquellos que por engañar y faltar a la verdad no dijeron lo que Dios les mando decir, ni hicieron lo que Dios les mandó decir, sino lo que les pareció, los falsos testigos de Cristo en esta tierra, que han intentado manipular, por intereses perdónales y fines lucrativos, siendo malos testimonios, serán culpables de juicio, Entonces el rey dirá a los de la izquierda: Apartaos de mi, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles…Mateo 25:41. Juicio a las naciones, leamos todo el texto Mateo 25: 31-46. ¡Oh Señor ten misericordia, son palabras muy fuertes y peor aún, será una sentencia real!

Para poder ser testimonio o testigos de algo o de alguien necesitamos conocer a fondo el asunto y a la persona¸ somos testigos de Cristo, porque lo conocemos a través de la historia bíblica y de nuestro caminar con Él; hemos visto sus maravillas y el milagro más grande transformando nuestras vidas; por lo tanto testificamos de Cristo con nuestro estilo de vida, hemos conocido al Padre a través de Jesús; nuestro testimonio es nuestra carta de presentación, nuestra vida cristiana es una declaración pública, y nuestro interés es mostrar a Cristo, Así brille la luz de ustedes delante de los hombres, para que vean sus buenas acciones y glorifiquen a su Padre que está en los cielos, Mateo 5:16.

Podemos ser testimonio vivo del amor de Dios en Cristo, poder testificar del poder que hay en su palabra, podemos testificar de la realidad de su presencia, por los milagros, por las oraciones contestadas, por el perdón y la salvación, por sus continuos cuidados y su abundante amor; nuestro testimonio es un asunto de verdad vivida con nuestras propias vidas, con la abundancia de Dios en nuestros corazones, porque nos ha llamado a mostrar y compartir nuestra fe.Todo lo que hacemos de manera persona, pública o privada, Dios nos ha dado responsabilidad y tarea en su reino, Ustedes son la sal de la tierra, pero si la sal pierde su sabor, para nada sirve…Ustedes son la luz del mundo que se exhibe desde un candelero… Mateo, 5:13-15.

Nuestro testimonio debe real real y visible en una vida apartada para Dios y consagrada a su verdad; no hemos sido llamados a debatir, ni a discutir para forzar a nadie a llegar a los pies de Cristo, somos sencillamente testigos del Evangelio que Cristo enseñó y testificó con su divina vida, por lo tanto no juzgamos ni abogamos por nadie, esa es tarea de Dios, no nuestra, NO juzguen para que no sean juzgados. Porque con el juicio con que juzgan, serán ustedes juzgados, y con la medida conque miden, serán medidos, Mateo 7:1-2.

Nuestro testimonio de hijos de Dios y discípulos de Cristo debe siempre reflejar el carácter de Él, su sencillez, mansedumbre, su misericordia y su amor, ternura en nuestro comportamiento, no pisando con el intelecto ni las habilidades, porque todo lo que somos y tenemos procede de Dios, Porque por gracia somos salvos por medio de la fe; y esto no es de nosotros, sino un regalo de Dios; no son nuestras obras, para que nos gloriemos en ellas. Sino que somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que andemos en ellas, Efesios 2:8-9.

Nuestro testimonio muchas veces es de sufrimiento, de prueba y procesos que Dios prepara para perfeccionarnos en Él, para que podamos contar sus maravillas, para que aprendamos a ser como niños, y testificar con sencillez, espontaneidad y experiencia nuestra vida en Cristo; todo el poder de nuestra narración y testimonio se basa en Jesús, y de igual manera como Él nos reveló al Padre, nuestro testimonio debe revelar al Hijo en su amor sufrido, sacrificado y confirmado en la cruz, gocemos por cuanto somos participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria nos gocemos con gran alegría, Si somos vituperados por el nombre de Cristo, dichosos somos, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre nosotros…1 Pedro 4:13-14.

Nuestro testimonio debe basarse en la realidad del amor y la verdad, porque él nos amó primero y nosotros hemos puesto toda nuestra fe y confianza en Dios; aunque no lo vemos con los ojos naturales, lo vemos actuar con los ojos del Espíritu, salvando, sanando, liberando y cambiando vidas continuamente; nunca estamos solos, Él camina y vive con nosotros, esto nos hace tener la mente de Cristo, por lo tanto prestamos mucha atención en dar fruto; nuestros frutos son testimonio de lo que somos en Él, nos identifican y conocen por nuestro fruto, Mateo 7:15-20. Ese fruto determina la clase de personas que somos en lo que hacemos.

Gran parte de nuestro testimonio está basado en la clase y calidad de obras que hacemos, nuestra manera de hablar, nuestro carácter y actitudes también nos identifican y determinan nuestro testimonio, Hermanos míos, ¿de qué aprovechará si alguno dice que tiene fe, y no tiene obras? Santiago 2:14-17. De qué nos sirve decir que somos hijos de Dios, que somos cristianos, que somos creyentes y seguidores de Cristo, si no tenemos misericordia, si no practicamos el amor samaritano, que ayuda, alimenta, viste, sacia el hambre y la sed, abriga al que tiene frío, sana, consuela y lleva salvación al que está perdido? ¡Lo que haces habla tan fuerte, que no puedo escuchar lo que dices! Esa es la realidad.

El testimonio es integral, involucra toda las áreas de nuestra vida, cómo vivimos, cómo tratamos a los demás, qué vocabulario usamos al hablar, cómo nos vestimos, cómo nos presentamos, cómo somos, no solo en el templo, sino en la casa, en el vecindario, en el trabajo, en la escuela y en todas partes; la rectitud y la integridad nos evita usar máscaras y fachadas que son falsedad y apariencia. Para ser buenos testimonios del reino de Dios y testigos de Cristo, debemos preguntarnos continuamente, ¿cómo actuaría y qué haría Jesús en mi lugar? Lleven mi yugo sobre ustedes, y aprendan de Mí, que SOY manso y humilde de corazón; y hallara´n descanso para sus almas, Mateo 11:29.

Es nuestro testimonio el mejor anzuelo para que muchos peces caigan en la red de Dios, nuestra calidad de vida y comportamiento debe atraer a la gente, despertar en ellos el deseo de acercarse a Cristo, para ello debemos ser tiernos y dulces como el Espíritu Santo, sencillos, prudentes y sacrificados como Jesús y dignos de confianza como el Padre, El prudente mira bien sus pasos, Proverbios 14:15. El prudente oculta y controla el enojo, Proverbios 12:16; el prudente entiende su camino, Proverbios 14:8; el prudente ve el mal y se escapa, Proverbios 22:3; El prudente calla en tiempo malo, Amós 5:13.

Nuestro carácter es tratado continuamente por el Señor, para que nuestro temperamento se perfeccione, y no nos juegue una mala pasada, en ese proceso nuestro testimonio se perfecciona en Dios, para hacernos diferentes al mundo, para que madurenos en la fe y aprender a vivir una vida en el Espíritu, dominando la carne y el viejo hombre; es por eso que tener un buen testimonio es nuestra lucha diaria, porque la carne, el mundo y las tentaciones nos amenazan en echar el buen testimonio por la borda, Pues lo que hago no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco…Romanos 7:15-19.

Los que no conocen a Dios, lo que no practican la palabra, los que no se someten a Cristo, los que no se comprometen con el reino de Dios, y los que tienen amistad con el mundo, están en peligro, no pueden dar buen testimonio porque son tibios y mundanos, por lo tanto renunciar a la senda angosta que lleva a la vida, toman la senda ancha que lleva a la perdición, se resignan al fracaso, no luchan, son cobardes, buscan la ley del menor esfuerzo, de lo fácil y lo de menos valor, ellos deben nacer de nuevo y empezar otras vez en su primer amor en comunión íntima con Cristo, así podrán ser buen testimonio, Dios no desfallece ni se fatiga con cansancio…Él da esfuerzo al cansado, y multiplica las fuerzas al que no tiene ninguna…Los que esperan en YHWH tendrán nuevas fuerzas, levantarán alas como las águilas; correrán y no se cansarán, caminarán y no se fatigarán, Isaías 40:28-31.

Nuestro buen testimonio debe animarnos a ser buenos cristianos, verdaderos hijos de Dios, fieles soldados de Cristo, y sumisos sujetos al Espíritu Santo; debemos mantenernos unidos a Dios, dependiendo de su amor, su sabiduría y su gracia; nuestra carne debe permanecer crucificada para que la pecaminosidad no salte; debemos permanecer como atalayas, vigilantes y atentos, velando y orando, debemos afirmar el corazón en la palabra de Dios y arraigar nuestro mente a la de Cristo, debemos romper con el viejo hombre y ser verdaderamente libres en Cristo, Estemos firmes, en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estemos otra vez sujetos al yugo de la esclavitud, Gálatas 5:1.

Nuestros pensamientos en Cristo son claros, nuestro sentir se perfecciona en el poder del Espíritu de Dios que nos nutre con su fruto y transforma nuestra vida a cada momento, pues hemos venido a ser la morada de Dios, ya no nos pertenecemos a nosotros mismos, ni somos errantes del mundo, tenemos una meta que cumplir, un rumbo que debemos marcar; necesitamos romper con los esquemas y paradigmas mentales, romper con viejas actitudes y hechos que riñen con el buen testimonio y la vida de fe, No nos amoldemos a este mundo, sino transformados por medio de la renovación de nuestro entendimiento, para que comprobemos que la voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta, Romanos 12:2.

Sometimiento y dependencia a Dios es la solución para tener un buen testimonio, compromiso con la obra redentora, voluntad rendida a la de Cristo y una férrea determinación para ser verdaderamente santos, vestidos del nuevo hombre según Dios, no estamos donde debemos estar, pero ya no estamos donde solíamos estar, Cristo nuestra Roca, nuestro asidero, nuestro refugio, nuestra fuerza y nuestro poder para vencer, Somos más que vencedores en Él.

Concluimos diciendo que tener vidas cristianas de testimonio requiere estar comprometidos con libertad y de corazón con el Padre, tener cercanía e intimidad con Cristo, mostrar pasión y amor por la obra salvadora en compañía del Espíritu Santo, reflejar el carácter de Cristo, evidenciado en nuestra comportamiento y actitud hacia la vida y las personas, en coherencia con la fe que profesamos a partir de la palabra, siendo honestos con nosotros mismos habiendo nacido de nuevo, Y ahora, pueblo del Señor, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, que le temas a tu Dios, que andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas al Señor tu Dios, con todo tu corazón, y con toda tu alma, Deuteronomio 10:12.

OREMOS: Por favor Abba Padre, ayúdanos a cambiar, porque humanamente no podemos, necesitamos más de tu dirección y tu presencia para ser tus verdaderos testigos y tener testimonios que glorifiquen tu nombre, en el nombre de Jesús, te lo pedimos, Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino


Con amor eterno te he amado; por tanto, te prolongué mi misericordia, Jeremías 31:3b.

ESTRATEGIA DE DIOS PARA SU PUEBLO

https://www.youtube.com/watch?v=LjffPO71TJs     UNIDOS ALABEMOS, ADOREMOS, OREMOS, PREDIQUEMOS, AYUNEMOS, ATALAYEMOS Y VEREMOS LA GLORIA DE DIOS EN NUESTRA NACIÓN 



ESTRATEGIAS DE DIOS EN MEDIO DE LA AMENAZA
2 Crónicas 20  y Efesios 6:10-18.

Somos hijos de Dios, nuestro Padre es el Dios de la victoria, por lo tanto debemos estas felices aún en medio de las dificultades, las fuerzas de confusión, el engaño y de temor en todo tiempo, porque no podemos olvidar que hay un mundo visible y otro invisible, y que todo lo que ocurre en el mundo natural depende de lo que está ocurriendo en el mundo espiritual, por lo tanto estamos en continua guerra espiritual que exige seriedad y responsabilidad de parte nuestra, como lo hizo el rey Josafat en 2 Cónicas 20.

Este rey de Judá, era un hombre piadoso, en época en que Israel aún no se había dividido, al norte tenían sus vecinos samaritanos que se habían mezclado con los paganos. Hay que seguir el ejemplo del rey Josafat:

Estudiemos detenidamente la estrategia que Dios da a su pueblo a través de las acciones del rey Josafat, es un ejemplo muy importante que debemos seguir siempre que estemos en crisis. Josafat tiene un gran problema porque tres pueblos vecinos le declararon la guerra, y le avisan que una gran multitud venía contra él, pero solo contaba con un ejército reducido. En medio de ese asedio, Josafat se atemorizó, era un temor sano de supervivencia, no era miedo de fobia, que sí es pecado. El temor natural fue dado por Dios para conservación de la vida, ante la presencia de peligro.

1. Cuando este rey subió al trono, lo primero que hizo fue preguntar dónde había un profeta de Dios para consultarlo; entonces su siervo le dijo que Eliseo era profeta del Dios Altísimo, Eliseo era el siervo de Elías, por lo cual Josafat mandó a llamarlo, 2 Crónicas 20:1-2. Por ser Josafat un hombre espiritual, mantenía fuertes diferencias con los samaritanos, muy similar a lo que ocurre hoy entre la tradición y la ortodoxia cristiana. Hubo un momento peligroso en que los sirios venían contra ambas partes.

2. Entonces el rey Josafat, después de haber estado orando todo un día, fue al al rey de Samaria y le dijo, que como ellos decían su Dios y el de Judá era el mismo, sus pueblos también podían ser un pueblo, así le pidió unirse contra el enemigo común. (como sucedió en el plantón) Estas son cosas que a veces tenemos que hacer, pero sin rendir ni uno solo de nuestros principios; pero son momentos especiales en que ese tipo de estrategias son convenientes, 2 Crónicas 20:3a.

3. Josafat entonces, toma una gran decisión, consultó al Señor y proclamó ayuno en toda la nación; se acordó de su Padre, El Dios de los ejércitos, Dios de Israel, Dios de la victoria. Lo primero que debemos hacer en medio de las dificultades es buscar al Señor, 2 Crónicas 20: 3b.

4. Luego ordenó una gran convocatoria de todas las ciudades, para pedir todos juntos y unidos la ayuda en oración al Eterno Creador, 2 Crónicas 20:4.

5. Ahora Josafat hace una gran declaración, en vez de quedarse quieto o quejarse ante la situación; Josafat se paró delante del templo y de la asamblea para hablar con Dios Señor, ¿No eres Tú Dios en los cielos y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? ¿No fuiste Tú Dios nuestro, quien expulsaste a los pueblos que antes vivían aquí? ¿Y no fuiste Tú quien le dio esta tierra a los descendientes de Abraham tu amigo para siempre? Y nosotros hemos habitado aquí, y se ha edificado en esta nación (Colombia) santuario a tu nombre, diciendo: Si mal viene sobre nosotros, o espada de castigo, o pestilencia, o hambre, nos presentaremos delante de Ti, porque Tú nombre está aquí. (Colombia) y a causa de nuestras tribulaciones clamamos a Ti, y Tú nos escucharás y nos salvarás. 2 Crónicas 20:5-11.

Aprendemos a través de Josafat, la necesidad de proclamar ayuno, oración convocar Asamblea de todo el pueblo, y reconocer lo que Dios ha hecho en nuestra vida: Mira que los mismos que dijiste que no los destruyéramos, ahora son ellos los que nos quieren destruir y acabar, y enviaste a tu pueblo por otro camino, y ahora ellos quieren arrojarnos de la tierra que Tú nos diste como herencia, 2 Crónicas 20:10-11. Es necesario recordar todas las bendiciones que hemos recibido de Dios en esta tierra, no quejarse ni unirse a la crítica, eso ratifica que nuestro Dios es el Dios de las victorias. De las misericordias del Señor, haré memoria, Isaías 63:7.

6. Ahora Josafat, formula una gran pregunta: ¡Oh Dios nuestro! ¿Acaso no vas a dictar sentencia contra ellos? Nosotros no podemos contra tan grande multitud; no sabemos qué hacer, y a Ti volvemos nuestros ojos y ponemos nuestra esperanza. 2 Crónicas 20:12. Volverse al Dios de la fuerza y la victoria es lo que tenemos que hacer, 2 Crónicas 20:12. Esa pregunta va hasta el trono del Señor porque Él está atento a nuestras plegarias, Él atiende nuestras preguntas y nos da respuesta.

7. Josafat obtiene una gran unidad, Toda la gente de Judá estaba de pie delante de YAHWEH, con sus niños, sus mujeres y sus hijos, aún los más pequeños, porque la unidad se consigue sólo al buscar a Dios, 2 Crónicas 20:13.

8. Josafat recibe una gran respuesta, entonces el Espíritu del Señor vino sobre Jahaziel, hijo de Zacarías, era un levita que se encontraba en la asamblea, porque en medio de la unidad de su pueblo el Espíritu de Dios se manifiesta, y este levita habló de parte de Dios diciendo: No tengan miedo, ni se acobarden cuando vean ese gran ejército, porque la guerra no es de ustedes, sino Mía. El Espíritu Santo da la estrategia, ustedes no tienen que intervenir en esta batalla, solamente cada uno quédese en su puesto, mientras miran la salvación que el Señor dará, habitantes de esta nación, no tengan miedo, no se confundan ni se intimiden, porque YO El Señor, estaré con ustedes, 2 Crónicas 20:14-17. Este es el marco teórico de lo que el pueblo de Dios debe hacer cuando está en dificultades y amenaza de guerra.

9. Josafat entonces, preside una Gran Adoración con todos los habitantes de Judá y Jerusalén, y se postraron rostro en tierra y adoraron al Señor, los levitas se pusieron de pies para adorar a voz en cuello. Ellos no se olvidaron de su Señor cuando les confirmó la victoria, sino que adoraron unidos en alta voz toda la noche, porque Dios había respondido,  2 Crónicas 20:18-19.

10. Josafat pronuncia una gran exhortación, a la madrugada; se levantaron y salieron al desierto, fueron los puritanos cuando iniciaba USA en los caminos del Señor, que acuñaron la frase: al que madruga, Dios lo ayuda, quizá por eso Jesús madrugaba tanto a orar. Mientras el pueblo avanzaba, Josafat se detuvo y dijo: Habitantes de Judá y Jerusalén, (Colombia) confíen en el Señor, confíen en sus profetas, y serán librados, 2 Crónicas 20:20. Señor yo confío en Ti, y en tus profetas, y seré librada.

11. Josafat organiza una Gran Alabanza, porque hay que seguir trabajando con los métodos espirituales que el Señor nos ha enseñado, Josafat, después de consultar con el pueblo, designó a los que irían delante del ejército, vestidos con ornamentos sagrados, para que cantaran con instrumentos y alabar el esplendor de su santidad del Señor, dando gracias por su gran amor que perdura para siempre, 2 Crónicas 20:21. Señor te doy gracias, porque tu gran amor es para siempre.

12. Josafat obtiene una gran victoria, Y tan pronto como empezaron a entonar los cánticos de alabanza, el Señor, puso las emboscadas de ellos mismos, entre los amonitas, moabitas y los del monte de Seir, y se destruyeron entre ellos, así los derrotó el Señor. Fue el Señor Todopoderoso quien dio la batalla y la victoria, mientras el pueblo alababa, los enemigos se confundieron y se destruyeron entre sí, 2 Crónicas 20:22-24. Cuando estemos rodeados de enemigos y de problemas, sigamos el ejemplo de Josafat. Y Dios librará la batalla por tí y por mí, Él hará que los enemigos se confundan y se eliminen entre ellos. Luego Josafat, ese hombre de fe que confío en el Dios de Israel, recibió la ñapa.

13. Josafat recibe una gran riqueza, No sudó, no llevó los bueyes al arado, porque cuando el pueblo del Señor fue a revisar qué había pasado en el desierto, vieron que ninguno de sus enemigos había escapado con vida, entonces Josafat y el pueblo se apoderó del botín, porque entre los cadáveres encontraron muchas riquezas, 2 Crónicas 20:25. Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las cosas te serán añadidas, Mateo 6:33.

Ellos encontraron vestidos y joyas preciosas, cada uno se apoderó de todo lo que quiso hasta más no poder, era tanto el botín, que duraron tres en recogerlo. Porque cuando buscamos primero al Señor y nos sometemos a su palabra, seguimos sus instrucciones y sus métodos, Él por añadidura, dará las riquezas, porque las riquezas son la ñapa a la obediencia.

14. Josafat pronuncia una gran bendición, porque era un gobernante muy espiritual y tenía total dependencia de Dios. Al cuarto día después de la victoria, se congregaron en el valle de Beraca y alabaron al Señor, por eso llamaron a ese lugar, el Valle de la bendición, allí donde el Todopoderoso les dio las riquezas, bendijeron y adoraron al Señor,  2 Crónicas 20:26, pero como no hay vacaciones espirituales…

15. Josafat da un Gran testimonio, porque cuando el Señor hace algo por nosotros, debemos hacer un gran escándalo por las maravillas que ha hecho. Más tarde todos los de Judá y Jerusalén, (Colombia) con el rey a la cabeza, regresaron a Jerusalén llenos de gozo, cantando y danzando al son de instrumentos, porque estaban agradecidos por la liberación que el Señor les había dado. Estaban pasando por el territorio enemigo para que todo el mundo quedara notificado que los enemigos habían desaparecidos, y el pueblo de Dios, no había sufrido ni un rasguño, porque había sido el Señor quien dio la batalla y la victoria, 2 Crónicas 20: 27-29.

Y al oír las naciones de la tierra que el Señor había peleado contra los enemigos de su pueblo y les había dado la victoria, el temor se apoderó de ellos. Porque si hacemos la voluntad de Dios, muchos otros llegarán a la verdad.

El resultado final de seguir las instrucciones de Dios, obedecer sus mandamientos, adorarlo, alabarlo, ser agradecidos, no olvidar sus bendiciones y dar testimonio de sus grandes hechos, fue que durante el gobierno de Josafat se disfruto de tranquilidad, porque Dios le dio PAZ por todas partes, Aménnnn.

Cuando sintamos temor, debemos buscar a Dios, Él siempre responderá, nos dará palabra de sabiduría y de ciencia, por medio de alguien, para saber cómo actuar para obtener la victoria. Arrodillémonos y adoremos al Rey del Universo, exhortemos y enseñemos para que todos los que oigan se comprometan a seguir al Señor, no dejándonos guiar por el sentido común ni la sabiduría del mundo.

Cuando adoramos, los demonios huyen, porque la adoración y la alabanza son arma espiritual, 1 Samuel 16:23. Por lo tanto no debemos pelear con armas físicas; ganamos la guerra espiritual adorando y alabando.

Hay que conocer bien el reino espiritual y no enfrentarnos con los títeres que tenemos en frente, pues en el reino sobrenatural están los titiriteros que mueven las marionetas desde arriba. Los que vemos en frente son las marionetas, con ellas no es la pelea, tomemos las tijeras de la alabanza y la adoración y cortemos el hilo que las une al manipulador, al titiritero que se llama satán, y a las marionetas se les caerán los hielos, pues no se mueven por su propia voluntad, sino son movidas por las potestades que habla Pablo en Efesios 6. Convirtamos nuestra casa en el valle de la bendición al Dios Eterno, no callemos ante las maravillas del Señor, para que todos disfrutemos de PAZ.

Amado Padre celestial recibo tu palabra como un consejo para mí y para mi NACIÓN, en el nombre de Jesucristo; con la espada del Espíritu que es tu santa palabra, enfrento toda fuerza de tinieblas en mi vida y mi nación, y les digo en el nombre de Jesucristo, por el poder de tu Santo Espíritu y con la fe del corazón: satanás, no tienes autoridad sobre mi vida, ni sobre mi familia, ni sobre mis finanzas, ni sobre la Iglesia, ni sobre mi nación.

Yo me postraré en el templo del Señor para seguir sus instrucciones, que Tú me has dado en Josafat, con su ejemplo de vida, veré la victoria definitiva sobre el mundo, sobre el pecado, la carne, las dificultades, la guerra, la pobreza, la injusticia, la enfermedad, la envidia, la perversión, y toda cosa mala que rodee mi vida. Soy libre, completamente libre, en el Valle de Beracá, bendiciendo al Señor que me da la victoria, Améeennn.

Comparto esta palabra que fue dada por Dios a uno de sus siervos en esta nación.

ES TIEMPO DE FE, ES TIEMPO DE ENTREGA Y DEPENDENCIA TOTAL A DIOS. ES TIEMPO DE CREER A SU PALABRA, A SUS ENSEÑANZAS Y ESTRATEGIAS PARA PONERLAS EN PRÁCTICA, SOLO ASÍ VEREMOS LA GLORIA DE DIOS EN NUESTRA NACIÓN Y EL MUNDO ENTERO.