Moisés hizo una serpiente
de bronce, y la colgó sobre un asta; y cuando alguno era mordido por una
serpiente ardiente, miraba a la serpiente de bronce y recuperaba la vida,
Números 21:9.
Y como Moisés levantó la
serpiente en el desierto, así es necesario que sea levantado el Hijo del
Hombre, Juan 3:14. Fijemos la mirada en Jesús,pues de Él procede nuestra fe y
Él es quien la perfecciona. Jesús soportó la cruz, sin hacer caso de lo
vergonzoso de esa muerte, porque sabía que después del sufrimiento tendría gozo
y alegría; y se sentó a la derecha del trono del Padre, Hebreos 12:2.
Como todos los años, escudriño la Biblia en
un año, y he llegado a este texto bíblico de la serpiente de bronce, que en varias ocasiones al leerlo me ha causado mucho curiosidad, pero que hoy me propongo profundizar para
aclarar algunos puntos que no entendía, y que Dios en su amor nos revela para
hacernos sabios, en virtud del cambio y la libertad que nos da su salvación.
Como en la antigüedad, hoy día hay miles de personas en peligro de muerte, no
solo física, sino espiritual, debido al veneno de la serpiente, y por eso no reconocen su pecado y se apartan de su Creador y Salvador, por lo cual podrían estar eternamente lejos de la presencia de Dios a causa de su idolatría
y egocentrismo que los conduce al colmo de la maldad, contaminando y llenando las naciones con ideologías y pensamientos torcidos, no queriendo saber las enseñanzas y las instrucciones divinas dada en la
Biblia. Porque la paga del pecado es muerte,
Romanos 6:23.
El común de la gente no solo desprecia, sino que desconoce el camino la verdad y la vida en Dios con las bendiciones que Él provee, pues la soberbia y vanagloria del mundo, les hace ver más importante el dinero, la fama, las riquezas, el poder y los bienes materiales que son satisfacciones temporales que acaban pronto; tratar de satisfacer su ego y guardar las apariencias delante de los hombres, es un fiasco que lleva a perder la vida eterna, cuando mejor sería buscar a Dios para conocerlo mejor cada día para servirle y honrarlo. La serpiente confundió, enredó e hizo ver y entender a la mujer cosas que Dios no había dicho. La serpiente es el animal más astuto sobre los demás animales del campo que el SEÑOR ha hecho. Y puso a dudar a la mujer al decirle: ¿con que Dios te ha dicho que no comas de ningún árbol del huerto. Génesis 3:1.
La vida
mundana con sus costumbres paganas transcurre en el devenir de miles de tontos
que ignoran y desdeñan al SEÑOR Jesucristo y se olvidan del Padre celestial, rechazando su amor, sus
instrucciones y sus enseñanzas de vida plasmadas en el manual por excelencia, la
Biblia. Pero la palabra que es la voz de Dios, tiene vida y poder. Corta las entrañas como si fuera una espada de doble filo, penetra el alma y el espíritu, hasta llegar a los tuétanos; así es como somete a juicio los pensamientos y las intenciones más íntimas del corazón humano. Hebreos 4:12-13.
Satanás tomó forma de serpiente para engañar a Eva y llevarla a creer más en el diablo que en Dios, así hizo caer a la mujer y el hombre de la conexión y gracia divina, así que el Eterno tomó el mismo invento del reptil engañador, para destruilo y vencerlo; la serpiente de bronce es una tipología y revelación de la cruz de Cristo, quien nos salvaría del veneno mortal del ofidio que nos llevó al pecado; por otra parte, la vara en la mano de Moisés convertida en serpiente, representa la autoridad divina que nos fue dada sobre el mal cuando nacimos de nuevo; el Hijo de Dios levantado en la cruz, fue la estrategia de Dios para doblegar, avergonzar y vencer a la serpiente antigua, raíz de todo engaño, pecado e idolatría; esta enseñanza es una metáfora que compara la muerte eterna a causa de la rebelión contra Dios, con la muerte física a causa del veneno de una víbora, lo cual era reprensión de Dios porque el pueblo murmuraba contra Dios y se quejaba contra Moisés. Números 21:5.
El pueblo era mordido por las serpientes ardientes e iban muriendo, pero si alzaban la mirada a la serpiente de bronce vivían y eran libres del veneno mortal; así el pecado hace arder el alma en el fuego infernal, pero cuando el ser humano levanta su mirada para fijarse en el mártir de la cruz, viene el arrepentimiento salvador y logra la vida en Cristo; esto solo demanda FE de parte de la gente para volverse a Cristo y ser salvos; también nos recuerda la misión de ir a rescatar las almas de las fauces de la serpiente para que muchos no mueran bajo su veneno. Y como Moisés levantó la serpiente de bronce en el desierto, así fue necesario, que Jesucristo el Hijo del Hombre, fuera levantado para salvación de muchos. Juan 3:14.
Era necesario que Cristo fuera crucificado en el madero para vencer a la serpiente antigua, que se llama diablo y satanás, así pudo otorgarnos vida eterna y poder para hollar serpientes
y escorpiones, lo cual representa las trampas, artimañas y tentaciones del enemigo con la idolatría que conduce al ser humano a falsos dioses, a causa de un ego inflado que es soberbia; en hebreo idolatría es Avodah zarah, y se traduce como serpiente astuta y
mentirosa, o culto y adoración extraña, Ellos me volvieron la cerviz, y no el rostro y cuando les
enseñaba desde temprano y sin cesar, no escucharon para recibir corrección,
Antes pusieron sus abominaciones (ídolos) dentro de la casa en la cual es
invocado mi nombre, contaminándola, Jeremías 32:33-34.
La serpiente de bronce era una forma usada por Dios para transformar la mentalidad del pueblo y quitar la idolatría de su corazón, lo cual traían de Egipto, pues la idolatría desplaza a Dios, y todo
lo que suplanta el lugar que le corresponde a Dios y robe nuestra atención y
adoración de Él, es como veneno que mata el alma, prefiriendo el engaño del mundo para vivir en la mentira y no en la realidad de Dios. Por lo tanto, debemos tomar cada día nuestra cruz de fe
obediente, negándonos a los deseos y pasiones del yo viciado por las costumbres
del mundo, para ir en pos del antídoto contra el veneno del engaño, que es Jesucristo, Camino, Verdad y Vida del reino de Dios y su justicia. Los que confían en
ídolos, están abandonando su propia misericordia. Jonás 2:8.
La cultura del mundo es idolátrica en todos sus aspectos, por eso necesitamos poner los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe genuina, esto nos obliga a conocer a Dios, en Cristo, para tener la certeza de
salvación donde Él nos proveerá lo que realmente necesitemos sin tener que idolatrar,
codiciar ni depender de los hombres; pero muchos van tras los ídolos humanos del mundo, sean artistas, políticos, podrr, riquezas y toda clase de corrupción que desvía a miles queriendo tener más de lo que realmente necesitan, porque al ídolo de su ego reinando en sus corazones, está lleno de avaricia y amor por el poder, y las cosas materiales y no por el
Creador, suplantando así a Cristo y siendo ingratos con nuestro Hacedor, por eso
la mayoría ignora, desecha y olvida a Dios, descuidando su alma, y haciendo caso omiso a
su misión en esta tierra, así desdeñan la pureza de su vida. Pero temo que, así como la
serpiente con su astucia engañó a Eva, sus mentes sean desviadas de su
humildad, pureza y devoción a Cristo. 2 Corintios 11:3.
Son muchos los que se quejan, maldicen,
blasfeman y murmuran contra Dios, si no obtienen lo que quieren conforme a sus caprichos, no haciendo la voluntad de Dios, por eso son desagradecidos con Dios, que les da cada día una oportunidad de vida y
salvación; pero nosotros, los hijos de Dios, aunque el camino parezca largo,
escabroso y prolongado, nos mantenemos firmes, con todo nuestro ser en Cristo y la mirada fija en Él, agradecidos por su Espíritu Santo que reside en nuestros corazones y nos guía como columna
de nube en el día y columna de fuego en la tinieblas del mundo, aunque no vemos
literalmente a Dios, vemos sus manifestaciones grandes y pequeñas, así disfrutamos a cada instante su presencia, sus bendiciones y sus cuidados, demostraciones claras y evidentes de su amor, fidelidad y presencia. Éxodo
15:5-16. Enseñándoles que guarden todas las cosas que YO les he mandado; y he aqui, YO estoy con ustedes, todos los días, hasta el fin del mundo. Mateo 28:20.
La serpiente representa muerte, pero Cristo en la cruz es vida, la serpiente es amenaza y veneno letal, Cristo es el antídoto para toda obra del diablo, la serpiente es idolatría, Cristo es una realidad latente de salvación por la eternidad; pero los necios se fastidian con la vida que Dios ofrece, prefieren hacer las cosas del mundo siguiendo al príncipe de este mundo, los deseos y los impulsos
de sus sentidos, corriendo el peligro de ser mordidos continuamente con el veneno del pecado que mata y los aleja del Reino, viven en la mentira y el engaño de la serpiente porque les resulta más fácil, pero al final quedarán en la profundidad de la
condenación, porque así como ellos se olvidan y se fastidian de Dios, El
también se fastidiará de ellos y les dará la espalda a causa de su idolátrica y deslealtad. Hay camino que al hombre le parece derecho, pero su fin es camino de muerte. Proverbios 14:12.
Cuando los israelitas iban por el desierto
rumbo a la tierra prometida, habiendo sido liberados de la esclavitud de
Egipto, desbordaron su enojo y su descontento murmurando contra la provisión
que Dios les daba, se levantaron contra el libertador Moisés que el SEÑOR les
había dado para dirigirlos, ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para
que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma
tiene fastidio de este pan liviano, Número 21:5...Pero de la raíz de la culebra saldrá aspid, y de su fruto, serpiente voladora. Isaías 14:20.
La mirada del pueblo era corta, circunstancial y hacia el suelo como la mirada de los pollos sobre los granos; no miraban hacia arriba como las águilas, por eso estimaron liviana y fastidiosa la comida celestial que el Creador les ofrecía; así es el materialismo, la magia, la hechicería y las costumbres del Egipto del mundo, mantiene a muchos en lo físico pero lejos de lo espiritual, por eso se quejan y se rebelan deseando lo que hay en tierra de esclavitud, eso es una clara demostración de idolatría y esclavitud mental que se opone a Dios. Es por eso que en el castigo que Dios advierte para Judá por su rebelión contra YHWH, les anuncia: He aquí YO envío sobre ustedes serpientes, áspides contra los cuales no hay encantamiento, y los morderán, dice YHWH. Jeremías 8:17.
No era la primera vez que se quejaban, ya se habían rebeldizado en varias ocasiones expresando su deseo de volver a Egipto, razón por la cual Dios les envió serpientes ardientes que los mordían, es decir, muy venenosas y letales para matarlos, Número 21:6. Lo grandioso de todo, es que la misericordia del Padre creó la solución al pecado de rebeldía, la serpiente de bronce, este metal aleatorio es símbolo de fuerza, dureza, obstinación humana que trae reprensión de Dios, pero al mismo tiempo simboliza expiación y purificación, exactamente lo que Cristo hizo al ser levantado en la cruz; así la fuente de bronce en el tabernáculo, era usada por los sacerdotes para bañarse antes de entrar al lugar santo para no morir en la presencia de Dios. Éxodo 30:18-21. El bronce también representa la protección, ayuda y respaldo de Dios para sus hijos contra sus enemigos, Cristo es nuestro escudo protector contra las acechanzas de la oscuridad y del mundo. Y te pondré en este pueblo por muro fortificado de bronce, pelearán contra ti pero no te vencerán; porque YO estoy contigo para guardarte y para defenderte, dice YHWH. Jeremías 15:20.
La serpiente de bronce en el asta de madera era una sombra del
sacrificio del Cordero de Dios, que nos obliga a hacer un alto en el camino
para detenernos a mirar al Cristo crucificado, y ser salvos del veneno mortal de la condenación
exhalado por la serpiente antigua. El soplo de Dios despejó el cielo; y con su mano destruyó a la serpiente furtiva. Job 26:13.
El texto bíblico de la serpiente de bronce
nos revela primeramente el plan salvador de Dios en Cristo, con la profundidad
de su sacrificio que sana, perdona, libera y hace todo nuevo, derrotando la
vieja naturaleza que dejó la serpiente en el corazón del hombre. Veamos
algunos aspectos en la serpiente de bronce de los cuales podemos sacar enseñanza:
1. Dios resalta y destruye la perversión mortal de la idolatría. Y habló el pueblo contra Dios y contra Moisés: ¿Por qué nos hiciste subir de Egipto para que muramos en este desierto? Pues no hay pan ni agua, y nuestra alma tiene fastidio de este pan tan liviano, Números 21:5. YHWH había ordenado al pueblo en el monte Hor que fuera por el desierto hacia el mar de las Cañas o mar Rojo para rodear la tierra de Edon. En el monte Hor murió Aarón y Eleazar su hijo tomó el lugar del sacerdocio; YHWH ordenó pasar por los límites de Edom para que no entran dentro de la ciudad, donde adoraban otros dioses, el Padre quería protegerlos de ver la idolatría de Edom, de donde nació el hedonismo, el amor al ego del que habla Epicuro y que da placer a los sentidos, y así mismos, lo cual es una forma de idolatría de la religiosidad, por eso el SEÑOR dijo a los fariseos: ¡Serpientes! ¡Raza de vívoras! ¿Cómo van a escapar del castigo del infierno? Mateo 23:33.
Esaú, es llamado Edom, él prefirió antes satisfacer
su vientre con guiso rojo de lentejas que conservar su primogenitura; los edomitas
pertenecían al reino de Jeroboan, gente dada a los ídolos, pero en el camino el
pueblo se rebeló contra Dios y contra Moisés, y el Eterno ya no podía
soportar más necedad de un pueblo que no pensaba en Él porque mantenía el corazón en
Egipto pensando en la comida, pero como ellos no se volvieron a su Libertador, la
paciencia del SEÑOR se colmó para reprender al pueblo quejumbroso. Y su lengua es aguda como serpiente y sus palabras son como veneno de víbora. Salmos,140:3.
La obstinación, rebeldía y las palabras irreverentes y ofensivas del pueblo del pueblo deseando volver a Egipto eran franca rebelión contra la bondad y majestad de Dios, Él ya no los pidía soportar, porque el pueblo pensaba solo en saciar su vientre y no en agradar ni adorar a Dios; ellos estaban mostrando los apegos carnales a lo que habían aprendido en Egipto, despreciando el cuidado amoroso de Dios, la amabilidad y servicio de Moisés, quejándose muchas veces sin que hasta ese momento hubieran recibido un castigo ejemplar por dar rienda suelta a su malvado corazón y torpe lengua. Por eso el que cava el hoyo, en él caé, y el que rompe el muro, la serpiente lo morderá. Eclediastés 10:8.
La queja del pueblo iba en aumento añorando la tierra de esclavitud y la vida de Egipto como si hubiera sido un lugar de bienestar, Números 20:5. Por eso el desierto se convirtió en su lugar de reprensión y tumba para los murmuradores e ingratos, que murieron a causa del veneno de las serpientes ardientes, era reprension y prueba para los israelitas mayores de 20 años, gente desagradecida que recordaba los puerros y el pescado, diciendo que comían de balde, lo cual era mentira y contrario a la verdad de su esclavitud. Y ¿de que sirve un encantador si la serpiente muerde antes de ser domada? Eclesiastés 10:11.
Aquí
la palabra de Dios cobra valor y sentido cuando dice que muchos llaman a lo malo bueno y
viceversa, lo cual constituye un brote de rebelión que es idolatría para Dios,
puesto que la rebeldía humana quiere imponer lo suyo por encima de la voluntad
de Dios, Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como
ídolos e idolatría la obstinación…1 Samuel 15:23. ¡Ay de los que lo a lo malo
llaman bueno y a lo bueno malo…que ponen lo dulce por amargo y lo amargo por
dulce…¡Ay de los sabios en sus propios ojos, y de los que son prudentes en sí
mismos! Isaías 5:20-22.
Lo oscuro de la idolatría, es precisamente
llamar bueno a lo malo, malo a lo bueno, y santo a lo profano engañados por su
razonamiento carnal; la idolatría hace que las personas alteren el orden real
de las cosas, pierdan el juicio y la razón correcta a la verdad abriendo
puertas a la injusticia y la perversión; el pueblo cambiaba la realidad
esclavista de Egipto, desestimando la bendición de Dios en el desierto, allí
estaban protegidos y guiados por el SEÑOR, y era el lugar donde debían adorar,
Dios les había dado libertad y promesas, junto con una justa porción diaria de
alimentos, nadie se enfermaba y la ropa ni los zapatos se les acabaron pero
ellos menospreciaron toda ésta gracia, Éxodo 19:5-6.
Fue en el desierto donde YHWH les cambió la
identidad de esclavos a libres, elección divina y muestra de amor y alianza
entre Dios y el pueblo que debía romper con las malas costumbres y la injusticia para olvidarse
de la tiranía egipcia fijando el corazón y los ojos en el SEÑOR, dependiendo de su gobierno y dirección. Los reparos y la crítica son idolatría,
porque idealizan mentiras como si fueran una verdad, precisamente esa raíz de
idolatría fue la que los llevó a hacer el becerro de oro, centrados en sí
mismos y no en Dios; deseaban y codiciaban los bacanales que ofrecía Egipto en
vez de adorar a Dios, eso es pecado de rebeldía, codicia e ingratitud, que es
idolatría violatoria al décimo mandamiento, con una raiz de hedonismo que busca el
placer propio tapando el dolor, pero para crecer y madurar, necesitamos pasar
por la prueba y el dolor. Deuteronomio 5:21.
El pueblo estaba en el desierto, pero tenían maná, codornices y agua de la peña, Números 11:4-9 y 20:1-13.
El Padre les dio a comer pan de nobles, en otras palabras, el alimento que Dios
les proveyó en el desierto era pan celestial y único, nunca más visto en la
tierra, ¡El hombre comió pan de ángeles! ¡Dios les dio de comer en
abundancia! Salmos 78:25. YHWH los puso a prueba, para que la realidad de
su corazón saliera a flote y ver si actuaban según sus instrucciones o
no. Éxodo 16:4.
El maná era símbolo de la ley y la palabra, pero el pasó por el desierto dió testimonio del cuidado amoroso de Dios para su pueblo en momentos de aridez y escases, Dios les daba la ración exacta y necesaria, ni
más ni menos, una forma de ser procesados para aprender a vivir con lo
necesario sin padecer hambre. Cuando el pueblo consideró la provisión de Dios
como fastidiosa y estimó el pan celestial como liviano, estaban rechazando
abiertamente al Salvador, el Pan de vida y el Agua viva, esa actitud del
pueblo, está relaciona con el entorno idolátrico y apóstata del mundo que invierte,
pervierte y desvirtúa la verdad de Dios y sus principios, llevando a muchos que deseen lo
del mundo profano y no lo santo. Jeremías 4:21 y Ezequiel
20:23.26 y 21:24.27.
Despreciar la provisión salvadora de Dios,
saca a la luz la falsa piedad que atesora un corazón infiel, el Padre ya les
había dicho que no imitaran las costumbres de los pueblos que eran idólatras
porque hastiarían a su Creador con rituales religiosos, oscuras, falsos y
míticos, Levítico 20:23. Aborrecer el maná y quejarse de sed en el
desierto, es propio de una conducta pagana y desagradecida,
gente adicta a ídolos que esconden un demonio detrás de cada imagen. Pondré los cadáveres de los hijos de Israel
delante de sus ídolos, y esparciré sus huesos alrededor de sus altares.
Ezequiel 6:5.
Las serpientes eran adoradas en Egipto como
dioses, representaban el engaño, la impiedad y la injusticia con que trataron los egipcios a Israel, les mataban no solo el cuerpo, sino también su alma y su espíritu,
oscureciendo el entendimiento de los israelitas; fue una razón por la cual Dios
les envió serpientes ardientes que los mordían, les inyectaban veneno y morían.
Ellos debían reconocer que se habían contaminado con los demonios de Egipto y sus creencias paganas, pero a cambio se rebelaron
contra su Libertador, Números 21:6.
2. Hay un castigo por el
pecado de idolatría. Y YHWH envió entre el pueblo serpientes
ardientes, que mordían al pueblo; y murió mucho pueblo de Israel, Números 21:6.
La idolatría es un grave pecado de infidelidad y traición al Dios verdadero, idolatría reemplaza al Dios vivo por algo muerto, irreal y falso que suplanta la gloria
divina y despierta las pasiones irracionales más grotezcad del cuerpo, por eso les llegó el
castigo, pues amaron más a Egipto que representa al mundo y no la vida nueva que
Dios ofrece. Isaías 42:17.
La figura serpientes ardientes, habla del
tentador, que engañó en el Edén provocando la caída de la raza humana y su
expulsión del Huerto. Dios se enfurece contra la serpiente y la condena a
arrastrarse y comer polvo, Génesis 3:14; cuando Moisés se presenta
ante faraón, su bastón se transforma en serpiente, primero para avergonzar la
brujería y la adivinación de los egipcios, segundo para revelar la soberanía de
Dios y mostrar su furor contra el engaño, crueldad y fetichismo politeísta de
Egipto y sus innumerables dioses, que no eran más que seres creados que
les impedían conocer al Verdadero Dios; la vara de Aarón devoró las serpientes
de los hechiceros como advertencia para que no nos apoyarnos en las muletas de la
astucia humana que engaña y desvía. Creyéndose
sabios, se volvieron necios y cambiaron la gloria del Dios incorruptible por
imágenes en forma de hombres corruptibles, de aves, de cuadrúpedos y de
reptiles, Romanos 1:22-23.
La serpiente es un animal traicionero,
venenoso, astuto y peligroso, así es el espíritu de idolatría; las serpientes
venenosa que mataban al pueblo, certificaban el señorío y poder de Dios sobre
satanás y su soberanía sobre el terreno natural; tanto la idolatría como las
falsas creencias son destruidas bajo la vara de autoridad divina que ha sido consumada con el sacrificio del Hijo; así que todo lo que se mueve en la
idolatría, la adivinación, hechicería y brujería está vencido por el gobierno y poder de
Dios; por eso, tanto la serpiente en la vara de Aarón, como las serpientes
ardientes eran la más dura y fuerte disciplina y reprensión contra un pueblo idólatra y
materialista; la humanidad en la gran tribulación estará bajo la tiranía de la
cruel serpiente antigua representada en el anticristo que ambiciona ser adorado y suplantar a Cristo en el templo. 2 Tesalonicenses 2:4.
El pueblo que desprecia la palabra, el Pan
Vivo, yéndose tras el engaño y la mentira de la serpiente, sufrirá el abandono
de la protección divina, serán dejados en las fauces de la serpiente, bajo el
efecto del veneno mortal del pecado empujados por la boca de los falsos cristos
y fraudulentos profetas; ellos sufrirán las consecuencias de su idolatría,
rebeldía, desobediencia e incredulidad, amando más al mundo que al Salvador, y por centrarse en su yo, adorando su ego y viviendo en la codicia que no sacia…De
los cuales son Himeneo y Alejandro, a quienes entregué a satanás para que
aprendan a no blasfemar, 1 Timoteo 2:20.
3. Dios da oportunidad de arrepentimiento y
conversión. Entonces
el pueblo vino a Moisés y dijo: hemos pecado por haber hablado contra YHWH, y
contra ti; ruega a YHWH que quite de nosotros estas serpientes. Y Moisés oró
por el pueblo, Números 21:7. Al ver tantos heridos y muertos por las
serpientes, el pueblo teme y suplica la intervención de Moisés ante Dios,
reconociendo su pecado de haber añorado la vida en Egipto y haber rechazado el alimento
celestial. Moisés suplica el perdón y amparo divino para alejar las
serpientes, mientras el pueblo promete volver a las ordenanzas de YHWH, en el
original dice alejándolos de la serpiente, aludiendo a alejarlos del tentador
presente en la idolatría.
Así como Adán y Eva rechazaron los alimentos
dados por Dios, y aceptaron el fruto prohibido que les ofreció la serpiente, de
igual modo los israelitas fueron engañados por la idolatría de Egipto y fueron
cayendo muertos por las serpientes ardientes, mientras iban de camino a la
tierra prometida, nosotros también vamos de camino a la mansión celestial, y
debemos caminar en fidelidad a Dios, abandonando todo apego a lo que nos aleja
de Dios para no caer muertos en el desierto del mundo, pero así, como los israelitas,
muchos idólatras caerán por rebelarse contra Dios y rechazar a Jesucristo y su
evangelio, prefiriendo la multitud de ídolos del mundo, ellos morirán en tierra
seca y árida y no entrarán a la Jerusalén celestial si no se arrepienten,
abandonan su pecado y si no vuelven su mirada y su corazón al Redentor. Isaías
55:7-9.
Rechazar a Dios y su poder salvador en Cristo
y su palabra, es la razón por la cual muchas personas viven entre cardos y
espinos rodeados de serpientes que los matan. Rebelarse contra Dios y
desobedecer sus instrucciones es ser adivinos, lo cual es idolatría. El
adivino, el brujo y el idólatra desprecian el favor de Dios y la biblia, Porque
la rebelión es como pecado de adivinación, y la desobediencia, como idolatría.
Por cuanto has desechado la palabra del SEÑOR, Él también te ha desechado a
ti…1 Samuel 15:23.
4. Dios provee salvación a quien reconoce su
pecado, lo confiesan y se aparta. Y YHWH dijo a Moisés hazte una
serpiente de bronce, y ponla sobre una asta; y cualquiera que sea mordido, si
mira a ella, vivirá, Números 21:8. Esto tiene que ver con lo que dijo Juan
Bautista al exponer a Jesús, y así como la luz del mundo que alumbra; la serpiente de
bronce brillaba con la luz del sol del desierto, la idolatría es una falsa luz
para el necio, pero Cristo es la Luz que alumbra el camino de los santos. Los
capítulos del 1 al 3 de Juan nos dejan escuchar las palabras de Jesús: Y
como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo
del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más
tenga vida eterna, Juan 3:14.
La serpiente de bronce levantada en el asta
en el desierto nos revela a Cristo levantado en el madero en medio del desierto
del mundo pecador, Él tiene el poder liberador que poseía Moisés para guíar al Israel espiritual de hoy; solo Él pudo destruir a la serpiente y su veneno de pecado sacando
la idolatría del corazón humano, para que fijemos la mirada en el crucificado. Hebreos 12:2.
El bronce refulgente simboliza la luz de
Cristo que disipa las tinieblas, como el bronce puesto en el santuario simboliza
santificación y purificación, por eso los Israelitas debían mirar la serpiente
de bronce para no morir bajo el efecto del veneno, debían ser purificados del
engaño del fetichismo; el bronce era un metal que se trabaja a martillo,
simbolizando el cuerpo de Cristo golpeado, herido y traspasado; el bronce
representa al Príncipe de Paz; el altar de bronce en el tabernáculo era el
lugar del sacrificio, por eso Moisés levantó la serpiente de bronce sobre un
estandarte, indicando que el Mesías salvador sería el único sacrificio que
privilegia una única y suficiente salvación a todo aquel que lo mira y le
cree, Juan 3:15-16.
Todo pecador que está bajo el efecto del
veneno del pecado, si se vuelve a Cristo vivirá eternamente, y la sangre del
Cordero lo librará del ardiente y abrasador fuego del infierno. Mirar a Cristo
y adora al Eterno Padre destruye la idolatría de los lugares altos del mundo y
del corazón del hombre que está fascinado por la serpiente y esclavizado por su
veneno. Jesucristo ha vencido no solo a la serpiente, sino también al pecado y los
demonios, Él ha sacado a la luz la incapacidad del hombre para salvarse y
liberarse por sí mismos de los ídolos, Salmos 115:4-8 y Isaías 41:29.
Reconocer la acción mortal de la serpiente,
el veneno del pecado y la banalidad de la idolatría, avergüenza y condena no
solo a la serpiente antigua, sino también a sus principados, potestades,
gobernantes de las tinieblas, y sus huestes espirituales de maldad escondidos
detrás de cada ídolo, Colosenses 2:14; para ponernos en las manos
del Autor y Consumador de la fe genuina que NO avergüenza, sino que produce
regocijo, ilumina el entendimiento y allana el camino. Hebreos
12:2.
En 2 Reyes 18:4 se destaca
la destrucción de la idolatría cuando el rey Ezequías destruyó en Judá la
serpiente de bronce junto con los ídolos, porque hasta ese momento el pueblo le
quemaba incienso como a un dios y la llamaban Nehustan, que traduce cosa de
bronce. Debemos mirar hacia las alturas donde está Dios para renovarnos como
las águilas. La herida del pecado, duele, envenena y mata, pero Cristo, sana,
salva, libera y da vida. Juan 13:14-15 y 1 Corintios
10:9.
Así como el pueblo de Israel peregrinó por el
desierto para llegar a la tierra prometida, hoy la humanidad peregrina por el
desierto del mundo donde muchos perecen a causa de la mordedura de la serpiente
y el veneno de su pecado; solo los que reaccionan y se arrepienten para volver
su corazón y su mirada a Dios, podrán proseguir su peregrinaje terrenal hasta
llegar a la tierra prometida de la Jerusalén celestial cuando salgamos de este
mundo o hasta que Cristo venga por su pueblo, Juan 3:16.