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7 feb 2017

LA MUERTE QUE DA VIDA


LA MUERTE QUE DA VIDA

En verdad, en verdad les digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y muere, quedará solo, pero si muere, llevará mucho fruto, Juan 12:24

Despójense del viejo hombre, que se corrompe según los deseos engañosos de la carne, Efesios 4:22b. Otra versión dice: tienen que abandonar su vieja naturaleza, que está podrida por los deseos engañosos de los sentidos.

Quizá nos suene contradictorio y extraño decir que la muerte da vida, pero es una gran realidad bíblica que brotó de los labios del más Grande Maestro y Señor, nuestro Salvador Jesucristo de Nazaret: Les aseguro una gran verdad, si el grano de trigo no es sembrado en tierra y muere, quedará solo. Pero si muere, su muerte producirá muchos granos nuevos, será vida para abundante cosecha nueva, Juan 12:24.

Jesús nos exhorta a morir a sí mismos, morir a las pasiones del cuerpo, morir a lo que ofrece el mundo, para no acomodarnos ni seguir su corriente y así poder morir a las tinieblas, disfrutat de una vida abundante y de vida eterna cuando dejemos de respirar en este planeta.

El más grande milagro y privilegio es la salvación, una vida shalom que es la plenitud de Dios en bien-estar y buenas obras que nacen de un corazón limpio, pensamientos rectos e intenciones puras que deben verse reflejados en nuestra manera de actuar, hablar, pensar, caminar obedeciendo y agradando a Dios.
  
La ciencia moderna ha denominado al “yo” el “ego,” dicen que el ego es la instancia psíquica a través del cual el ser humano se reconoce y es consciente de su propia personalidad e identidad; es decir que para el mundo el ego es el punto de partida para definir su ser físico y psíquico en la realidad exterior que enfrentan las personas.

La biblia define al “yo” el alma, ella es la esencia de cada ser humano, Y el mismo Dios de paz, los santifique por completo; y todo su ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo, 1 Tesalonicenses 5:23. El alma es el asiento de la mente, la voluntad y las emociones, eso es lo que nos caracteriza como seres pensantes con libertad para decidir, escoger y actuar, El alma que peque, esa morirá, Ezequiel 18:20. Se condenará si no se arrepiente ni cambia el estilo de vida pecaminosa.

Así que, con base en la palabra de Dios,  el “yo” alma, o ego, es donde habita la naturaleza pecaminosa del viejo hombre no redimido que hace lo que le parece porque no reconoce a su Creador. El alma redimida puede vivir en libertad para Dios, pero el “ego” vieja naturaleza carnal sirve al mundo y a sus propios apetitos. Porque el ego que mueve a una persona sin Dios, es esclava de todo lo que no tiene que ver con Dios; todos exteriorizamos nuestro mundo interior afectando cada día nuestra vida física, emocional, mental y espiritual, Lucas 6:45.

Miremos cómo el ego del viejo hombre sin Dios afecta nuestro entorno.

1. TODO ES PELIGRO Y AMENAZA, ¿De dónde vienen las guerras y los conflictos entre ustedes? Acaso no salen de las pasiones que luchan dentro de ustedes mismos? Santiago 4:1.

Alguien gobernado por su ego percibe a los demás como amenaza y no como complemento para ayudarse mutuamente, cree que los otros atentan contra su seguridad por eso vive a la defensiva y listo al ataque viendo enemigos potenciales en aquellos que lo rodean; el ego alma no sometida a Dios, mantiene un espíritu de competencia y contienda enfrentándose contra todo lo que él imagina amenaza y obstáculo.

Son personas conflictivas en todo lugar, pelean en la fila por el turno, por el asiento en el auto bus, si alguien los mira, ven en el otro una actitud de reto y ofensa, esgrimiendo palabras soeces, actitudes ásperas porque imaginan que se defienden Andan al ataque ante las preguntas de su familia y sus superiores, mienten, esconden cosas y viven una vida pesada porque su alma siempre está armada y lista para la guerra.

2. TODO LO VEN COMO UN ENFRENTAMIENTO DE FUERZAS. Codician muchas cosas y no las consiguen…Riñen y se hacen la guerra. Santiago 4:2b.

La vieja naturaleza del ego compite, divide y pelea porque quiere estar por encima y por delante de los demás, no sólo ve al otro como un contendor, sino como un enemigo delante del cual debe destacarse y sobresalir; esa actitud en muchos casos ha sido creada desde el hogar, porque desde niños les dijeron: no se deje, defiéndase y demuestre que usted no es bobo y es el mejor, no sea menso, no permita que lo menosprecien, demuestre quien es usted. Si otro compra algo, él lo quiere también, el afán por resaltar los lleva a ser esclavos de las marcas y la moda. No se dan cuenta que todos los comerciales y la publicidad de los medios está montada sobre la envidia y la codicia para competir.

3. EL EGO DEL VIEJO HOMBRE ES CRUEL, Matan y sienten envidia, porque no pueden obtener lo que quieren. Santiago 2c.

El ególatra es cruel, implacable, no siente piedad ni misericordia porque toda su vida gira en torno a sí mismo, adolece de intenciones limpias. Se burla, dice chistes crueles, rotula, señala y no le importa el dolor del otro, si ve llorar a alguien le da lo mismo. El ego del viejo hombre está viciado y es esclavo de de todo lo temporal y pasajero; así es como se mueven los delincuentes, los que matan, roban, violan y cometen toda clase de atropellos y maldades sin que les importe nada ni se les mueva una pestaña, son sin sentimientos porque el ego es su propio dios, no respetan a.su Creador, su corazón es de piedra y no sienten piedad por nadie

4. EL EGO SIEMPRE TIENE UNA RESPUESTA, La palabra necia hace subir el furor...porque la boca de los necios habla sandeces. Proverbios 15:1-2. El ególatra siempre tiene una respuesta para justificarse y argumentar sus faltas; se sienta en la palabra y no deja expresar al otro, porque el ego inflado no le deja agachar la cabeza, no se humilla, defiende lo suyo, resaltando lo que él es pues esta atiborrado de sí mismo, tiene el lema de primero muerto que doblegarme, por eso todo lo critica y vive haciendo comparaciones, por eso Jesús dice: Aprendan de Mí que SOY manso y humilde de corazón y hallarán descanso para su alma, Mateo 11:29.

5. EL EGO ES VANAGLORIOSO, Pues aunque sabían de Dios, no lo conocieron ni le dieron honra, tampoco le dieron gracias, sino que se hicieron vanos en sus razonamientos y su necio corazón fue oscurecido, Romanos 1:21.

Una persona gobernada por su ego estudia toda la vida, se infla y se engorda de conocimiento, llenando su intelecto con títulos de universidades de renombre para que hablen de él como el reverendo, su eminencia, el ilustrísimo, su excelencia, etc., se cree el más grande, el que más sabe, y que sin él no se puede hacer nada, por lo tanto no reconoce el esfuerzo y la labor de otros. Son esos que se llenan de cosas no porque las necesitan sino porque los adornan, hablan de quienes son y de aquello que que les da prestigio, fama y liderazgo.

6. EL EGO CONTINUAMENTE BUSCA RECONOCIMIENTO Una persona que vive en su vieja naturaleza sin Dios, es alguien servil y activista porque desea que lo adulen y le den reconocimiento por lo que hace, llama la atención, quiere que otros se den cuenta que él existe, vive preguntando si lo que hace está bien o mal, busca aprobación, pone temas para lucirse y que lo feliciten, disimula como quien no quiere la cosa esperando que lo resalten en algo, busca el aplauso, y figurar como si fuera un famoso, Gálatas 1:10.

El monstruo y el mayor enemigo que daña nuestro entorno está dentro de cada quien, muchos no se dan cuenta que gran parte de sus dificultades y problemas se debe a su vieja naturaleza gastada llamada ego; son aquellos que no sanan, viven heridos, ofendidos y resentidos por el peso de la amargura y el pecado de orgullo y altivez de espíritu; se sienten víctimas, creen que nadie les reconoce su trabajo y esfuerzo, piensan que nadie los valora; en casa se creen usados o como un cero a la izquierda, creen que los demás hablan mal de ellos, pero la realidad es que su alma no conoce a Dios, y no se ha sometido a Cristo, Sométanse a Dios y resistan al diablo, así huirá de ustedes. Acérquense a Dios, y Él se acercará a ustedes. Santiago 4:7-8.  

El ego pone su vieja naturaleza en el centro de su vida, por eso atacan, se amargan y actúan sin escrúpulos; son seres hirientes, duros, arrogantes, altivos, desobedientes, ofrecen excusas pero no pide perdón porque todo lo que hacen es calculado para su provecho personal por lucir, siempre quieren estar en primero, segundo y tercer lugar y lo que quede también para ellos.

7. EL EGO DESPLAZA A DIOS, Pero por la dureza de tu corazón no arrepentido, no has querido cambiar, sino que sigues acumulando la ira de Dios. El castigo te llegará el día de su juicio. Porque Dios pagará a cada uno según sus obras, Romanos 2:5-6.

Una persona sin el temor ni conocimiento de Dios es su propio dios, víctima y esclavo de sí mismo, fomenta toda clase de violencia, de guerra, altanería, anarquía, celos, contiendas y venganzas porque su yo ha desplazado a Cristo del trono de su corazón, por eso es alguien peligroso capaz de asesinar y hacer toda clase de daño para lograr sus mezquinos propósitos.

Acabar y hacer morir el ego es la razón por la cual Jesús nos insta a morir como el grano de trigo en la tierra, y ser como niños, volver a la pureza, espontaneidad y sencillez de un pequeño, y sacar de nuestra vida todo lo que nos esclaviza. Podemos hacer morir el ego, menguar a sí mismos y vencer la vieja naturaleza, solo recibiendo a Cristo como Salvador personal, rindiéndonos a Dios y viviendo sus instrucciones plasmadas en la Biblia, allí están los principios, mandamientos y decretos que nos salvan del mal y la condenación eterna.

Debemos ser renovados en la manera de pensar y en las actitudes que ponemos frente a la vida, las circunstancia, las personas y el mundo, y centrándonos en tomar la imagen de Cristo, así habrá verdadera justicia y paz en la tierra.

Sin Cristo los malos deseos son los que gobiernan el alma humana. Dios nos llama a ser íntegros y santos de corazón como le corresponde vivir a personas que Cristo ha regenerado y lavado con su sangre, es imperativo abandonar y dar la espalda al pecado; porque la raíz que vino a matar Jesús en la cruz fue la vieja naturaleza del ego inflado por el pecado de la rebeldía y la desobediencia. Ya el hacha está puesta a la raíz de los árboles. Y todo árbol que no da fruto bueno será cortado y arrojado al fuego para que arda, Mateo 3:10.

Permitamos que sea Cristo quien nos gobierne, no sigamos siendo movidos por el ego inflado que envilece nuestra vida afectiva y pervierte nuestra alma, el ego esclavo del pecado da rienda suelta a los placeres de la carne y las diversiones del mundo oponiéndonos a lo moralmente establecido por Dios. Decidámos morir a nosotros mismos para que mengue la locura del mundo. La muerte del ego es la que nos provee la verdadera vida en Cristo, porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia. Pecadores, limpien sus manos; y ustedes los de doble ánimo (ego), purifiquen sus corazones, Aflíjanse, lamenten y lloren delante de Dios…humíllense ante el Señor, y Él los exaltará, Santiago 4:9-10.

Dios nos ayude y bendiciones para todos.

Mg. MMEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.