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14 feb 2018

# 45-EL REY Y LA ESPOSA.-SALMOS 45



# 45 EL REY Y LA ESPOSA- SALMOS 45

Este Salmo es un poema mesiánico digno de un rey, un canto en medio de un libro de oraciones sinceras donde se nombra la celebración gloriosa de las bodas del Rey con palabras llenas de amor listo para recibir a su futura esposa que se prepara para las bodas; guarda mucha similitud con el Cantar de los Cantares y en Oseas más acentuado en los tres primeros capítulos con el amor del esposo y la esposa infiel.

Salmos 45 es una canción de amor que representa el profundo afecto de Dios por su pueblo, muchas veces infiel. Antiguamente los reyes eran un símbolo de poder y autoridad para los pueblos, lo que hoy viene a ser el gobernante de una nación,, la máxima autoridad sobre las fuerzas armadas y el máximo Juez de la suprema corte, todo eso en uno, así que tener un buen rey es tener una buena nación.

1. Admiración y elogio al Rey, Rebosa mi corazón palabra buena; dirijo al Rey mi canto; mi lengua es pluma de escribiente muy ligero. Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios. Por tanto Dios te ha bendecido para siempre, Salmos 45:1-2.

El autor se goza al contemplar la hermosura del Rey, de su corazón rebosante de amor y admiración, salen palabras suaves y delicadas que elogian la grandeza de su Majestad; puede darse cuenta y reconocer que Él Hijo del Hombre es el más hermoso de todos; extasiarse en su presencia nos permite ver que la gracia del Padre reposa en la hermosura de Jesús y en el poder amoroso de sus palabras; podemos recordar las palabras del Padre cuando reconoció la divinidad y autoridad del Hijo cuando fue bautizado por Juan en el Jordán, Mateo 3:17.

Trayéndolo a la actualidad del cuerpo de Cristo, podríamos decir que este salmo es un llamado de atención y alabanza a su esposa; cuando estamos en su presencia, no podemos más que admirarlo en su hermosura, su grandeza y su majestad nos hacen adorarlo, reconociendo en su amor sacrificial el beneplácito del Padre: una satisfacción que no solo se queda en el Unigénito, sino que Él anhela verlo en sus hijos, por los cuales entregó lo más valioso, para que aquel día pueda decirnos en las Bodas del Cordero: He aquí mi hija, he ahí mi hijo, amado, en quien me complazco. Es una bella exhortación a la adoración y la intimidad estrecha con el Señor, Mateo 25:21.

2. El Rey es el vencedor, Ciñe tu espada sobre el muslo, oh valiente, con tu gloria y con tu majestad. En tu gloria se prosperado; cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia. Y tu diestra te enseñará cosas terribles. Tus saetas agudas, con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán  en el corazón de los enemigos del Rey, Salmos 45:3-5. La vestimenta del rey es propia de un valiente capitán, listo siempre para la batalla porque conoce muy bien al enemigo, por lo tanto sus saetas son muy definidas, dispuestas directamente al corazón del enemigo para derribarlo.

Nuestro capitán de las huestes y su poderosa palabra son las armas de guerra de su novia; así como el Rey está listo para la batalla, de igual modo su guerrera novia, debe mantener su armadura puesta, lista para asaetear al adversario todas las veces que sea necesario. También la palabra de Dios va directo a nuestro corazón para confrontarnos, transformarnos y hacernos verdaderos soldados dispuestos para la guerra dependiendo del señorío de Cristo para poder vencer. Romanos 8:37.

3. El gobierno eterno del Rey, Tu trono oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino. Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros. Mirra, áloe y casia exhalan todos tus vestidos; desde palacios de marfil te recrean.. Hijas de reyes están entre tus ilustres; está la reina a tu diestra cono oro de ofir, Salmos 45:6-9.

El porte majestuoso del Rey, lleno de gracia y autoridad que ejecuta un gobierno recto y justo, que unido a su fuerza militar poderosa, sus prendas de vestir como su corte son reales y exhalan las más finas fragancias, y su trono para siempre.

Si Cristo es quien gobierna nuestra vida, seremos testimonio eterno, porque nuestro Rey y su mensaje son eternos; su palabra afecta el mundo de generación en generación. Por lo tanto lo primero que debemos poner en nuestra vida es la luz de su evangelio dirigiendo nuestro diario batallar en el mundo para ser grato olor fragante al olfato del Rey en los que se salvan, 2 Corintios 2.15.

La reina a su diestra como oro de Ofir del verso 9, se refiere a la Iglesia sellada con las arras del Espíritu como sello de su propiedad y sentada en lugares celestiales junto con el Rey, Efesios 2:6, por lo tanto nada ni nadie nos podrá separar de su amor, los santos viviremos con Él para reinar sobre reinos y sobre ciudades; cada uno recibirá sus recompensa y responsabilidad en la Jerusalén celestial, de acuerdo a las obras que hizo mientras estuvo en el cuerpo.

4. Advertencia a la esposa del Rey, Oye hija, y mira, e inclina tu oído; olvida a tu pueblo, y la casa de tu padre; y deseará el Rey tu hermosura; e inclínate a Él, porque Él es tu Señor. Las hijas de Tiro vendrán con presentes; implorarán tu favor los ricos del pueblo. Toda gloriosa es la hija del Rey en su morada; de brocado de oro es su vestido, Con vestidos bordados será llevada al Rey; vírgenes irán en pos de ella… Salmos 45:10-15.

Es un mensaje a la familia real; La novia del Rey ocupa una relación única como reina y como hija, Mateo 12:48-50; ella tiene que ser obediente y dependiente de su Rey para servir en medio de su pueblo: la reina es la esposa del Rey, la iglesia, linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para anunciar las virtudes de Aquel, que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable, 1 pedro 2:9.

Esa novia, esposa y familia de Dios puede descuidar su belleza, sin mancha y sin arruga, Efesios 5:27; valiente y atenta enarbolando su radiante espada contra las fuerzas del mal; tú y yo pertenecemos a esa familia no por una membresía, sino por haber nacido en ella, Juan 1:12. Al haber nacido de nuevo, también hemos nacido a una relación espiritual con Él, lo cual debe llevarnos al gozo constante en su presencia; y al final, si no estamos vestidos de boda con lino fino, no podremos entrar en el reinado eterno del cielo, Apocalipsis 19:8.

5. Una promesa de herencia eterna, En lugar de tus padres serán tus hijos, a quienes harás príncipes en toda la tierra. Haré perpetua la gloria de tu nombre en todas las generaciones. Por lo cual te alabarán los pueblos, eternamente para siempre, Salmos 45::16-17. Cuando nacimos en una familia, nuestros padres nos cuidaron, educaron y criaron, con el tiempo crecemos y abandonamos el nido para formar la propia familia; estos dos hermosos versículos de Salmos 45, revelan una maravillosa promesa de Dios para su Esposa.

Esta es una promesa de multiplicación, no solo natural y genética, sino espiritual. Como padres genéticos tenemos la gran responsabilidad ante Dios de formar hijos para su reino, que vendrán a ser príncipes de Sión, en la Jerusalén celestial, del mismo modo multiplicamos hijos con el mensaje del evangelio, haciendo discípulos para Cristo y evangelizando a los de afuera. Solo de esta manera nuestra memoria será eterna no solo en los cielos, sino también en la tierra.

Concluimos este hermoso Salmo diciendo que no hay belleza que pueda compararse a la del Rey del gloria, su poderosa autoridad, su gobierno inamovible e inacabable y su meta salvadora, merecen toda la alabanza y honra que solo Él merece. Único Rey que tiene reino y cetro eterno, con vestidos extraordinarios de luz y santidad, que posee una esposa, una hija y una hermana en una, es la gran manifestación profética de Cristo Rey. Gloria a su poderosos nombre, Amén.

Mg. MEHC, Hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.