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12 jun 2016

NO TENGAS DIOSES AJENOS-1er. MANDAMIENTO-


PRIMER MANDAMIENTO
La clave del amor y la fidelidad a Dios.

No tendrás dioses ajenos delante de Mí, Éxodo 20:3, Deuteronomio 5:7.

Los que rinden culto a dioses falsos, le dan la espalda a todas las misericordias de Dios, Jonás, 2:8.

A quienes andan detrás de otros dioses se les multiplicarán los problemas, Salmos 16:4aPor lo tanto, amados míos huyan de la idolatría, 1 Corintios 10:14.


Es posible que la gran mayoría ignore, no entienda, o deliberadamente no asimile lo que quiere decir NO tener dioses ajenos, esto significa dejar de lado, daler la espalda, ignorar y olvidar al Creador y Salvador, Quien es el único Dios vivo, real y verdadero que nos cuida porque nos ve todo el tiempo, que nos oye, atiende y responde cuando le hablamos, porque nos creó a su imagen y semejanza; el Creador Salvador es el origen de todo lo bueno, hermoso y perfecto, Él es la verdad viviente, Él es la justicia misma, la vida, la libertad y la paz que necesitamos movernos a plenitud con las dificultades que implica estar en un mundo caído. Nuestro Dios vivo es el único camino a una existencia plena, plácida y completa para asegurar una eternidad gloriosa. El Eterno Dios es la persona más importante que impacta y transforma nuestro corazón con su amor palpable y maravilloso. El Padre demuestra su amor para con nosotros, en que aún siendo pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8.

A Dios no lo podemos ver como nos vemos a nosotros mismo en carne y hueso, Dios es Espíritu y Aliento de vida, pero lo percibimos con nuestro espíritu y lo vemos en la creación y las bendiciones que nos otorga a cada instante. La peor tragedia del mundo es alejarse de su Creador y Dador de vida, el único Dios que puede dirigir nuestros pasos con rectitud, diligencia, verdad y firmeza de fe. Dios  es Espíritu, y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad, Juan 4:24. No rindas culto a ninguno de los dioses de las naciones...Se encenderá el enojo de tu Dios y te borrará de la faz de la tierra. Deuteronomio 6:14-15.

El gran problema de la raza humana es ir tras el modernismo, la ciencia, el conocimiento, las actualidades, las riquezas y las novedades que ofrece el mundo sin tener en cuenta a Dios; el facilismo, la abundancia de información, la vida cómoda, el conformismo y el acomodo a todo eso hace que la gente se adapte al mundo dejando rezagado en segundo o tercer plano al SEÑOR y Dios, Dueño del universo; vemos cómo todos corren tras los deleites del mundo como si fuera el más rico postre, pero ignoran la palabra de Dios, no les importa el Evangelio ni les interesa conocer a Jesucristo, por lo tanto no entienden que es necesario una relación personal con Él para que ocupe nuestro corazón y nos guie en bienestar por la vida.Los que confían en ídolos vanos, su propia misericordia abandonan. Jonás 2:8.

El alejamiento y la indiferencia ante lo santo y lo divino es lo que ha llevado a la humanidad al punto más álgido y cruel de la malvada deshumanización, haciendo que la sociedad viva en medio de guerras y anarquía  por falta de amor y fidelidad a Dios, a sí mismos y a los demás por desobediencia a este mandamiento y no darle el lugar que le corresponde a Dios.  Es por todo esto que necesitamos con suma urgencia volver no solo a recordar los mandamientos y los principios de Dios, sino a vivirlos, mostrarlos y enseñarlos en las escuelas, colegios, universidades y todo lugar donde se forme a las personas desde la niñez hasta su edad adulta empezando por la familia y la iglesia. Hijo mío no olvides mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de dias y años de vida y paz se te añadirán. Proverbios 3:1-2.

Vivimos en una sociedad religiosa, intelectualista y materialista que conoce más del mundo que de Dios; ni siquiera se conocen a sí mismos, muchos ignoran o se niegan voluntariamente a no saber del mejor amigo, mejor consejero, mejor intercesor y el más grande y fiel Dios de amor y misericordia; ese amoroso Dios que todo el tiempo está empeñado en salvar, transformar y dar vida nueva a miles de miles que andan sin rumbo sin sentido y sin razón de ser o vivir. Pero tenemos dos razones muy importantes para conocer y volvernos a los principios y mandamientos Bíblicos:

a. Dios es el único, el indicado y digno para darnos reglas, mandatos, leyes, normas, y principios que nos enseñen a vivir; sólo Él tiene el poder de mandarnos y darnos órdenes, si es que se le puede decir en estos términos, pues Dios todo lo hace por amor y con amor porque sólo Él nos ama de verdad, es santo, bueno, justo, fiel y sabio, es nuestro Dueño, Creador, sustentador, redentor y dador de vida. Mateo 5:19.

b. Dios no nos prohíbe tener ídolos con órdenes o mandatos represivos, Dios nos quiere evitar dolor y sufrimiento, sus instrucciones son amorosas enseñanzas llenas de ternura, dirección, consejo y misericordia queriendo advertirnos y prevenirnos contra toda clase de mal. Esa fue la razón por la cual Jesucristo murió en la cruz, darnos vida nueva, enseñarnos a ser fieles al Padre, perdonarnos y reconciliarnos consigo mismo. Así como el Eterno sacó al pueblo de Israel de la esclavitud egipcia, hoy nos quiere liberar de la iniquidad idolátrica que mata y adormece el espíritu, el Buen padre quiere darnos libertad de adulterio espiritual como se narra en Oseas capítulos 1 y 2, un adulterio que hace ver a su pueblo como una sucia ramera..Así como el adulterio entre esposos provoca innumerables situaciones oscuras que se esconden, el adulterio espiritual provoca toda clase de pecados descarados como la apostasía, acarreando juicio y castigo. Oseas capítulos 3 al 10.

El Primer Mandamiento ordena no tener ni adorar otro dios diferente al Creador y Salvador. Con esta ordenanza lo que Dios nos quiere decir es: ¡Debes tenerme a Mí como único Dios, como la persona más importante y más grande de tu vida porque Yo pagué el precio por ti! Hemos sido creados con espiritualidad y nos queda imposible vivir sin tener a quien adorar, si no tenemos a Cristo en el corazón como el Primer y más grande amor que nos acerca al Padre, será difícil dar fruto digno y tener una espiritualidad genuina a la manera de Dios. Las personas sin Dios idolatran muchas y cualquier cosa o persona, lo cual les produce no solo vacío en el alma, peligro, juicio y condenación por estar sin Cristo. El que comete adulterio no tiene entendimiento; destruye su alma el que lo hace. Proverbios 6:32.

Los que NO adoran al Dios real, vivo y verdadero, inventan los dioses falsos que no hablan, no oyen, no ven ni tocan, porque sus ídolos inertes les permiten vivir en su pecado y hacer lo que cada uno quiere, se inclinan delante de ellos y entablan un monólogo donde los idólatras se justifican así mismos, sin tener una respuesta divina que lo conduzca a la verdad y lo recto. Se aumentarán los dolores de aquellos que corren tras otros dioses. Jamás aceptaré sus oraciones y sacrificios, ni con mis labios pronunciaré sus nombres. Salmos 16:4.

Un ídolo  puedría ser una persona, una cosa o una costumbre que ocupa el lugar más importante en el corazón humano, algo más poderoso e influyente en la vida de las personas y que se interpone entre Dios y ellos. Los que tienen ídolos deben saber que llegar a los pies de Cristo no es una simple influencia, Cristo es poder transformador de cambio radical y absoluto de vida, donde Dios es el  primero todo el tiempo, a Él escuchamos hablar y cuando fallamos nos convence de pecado para arrepentimiento, restauración y consuelo..Jeremías 11:12.

Los ídolos no sólo son imágenes de piedra, madera o papel, es todo aquello que desplaza del Primer Lugar que solo le corresponde a Cristo en la vida de una persona, es todo lo que sirve de tropiezo y obstáculo en la relación personal y directa con nuestro Creador y Salvador. Los ídolos de las naciones son el oro, la plata, y toda obra de las manos de los hombres. Salmos 135:15.

Los ídolos también pueden ser ideologías, teorías y maneras de pensar, que inducen al hombre a la avaricia, la codicia de posesiones o bienes materiales, emociones, sentimientos, apetitos, deseos, ambiciones y actividades que inducen al odio, la venganza, la guerra y las divisiones, tomando la mayor parte de nuestro tiempo, superando nuestra ocupación, y excediendo los limites de la moral y la justicia, Por lo tanto, cuiden los miembros de su cuerpo, hagan morir las cosas pecaminosas y terrenales que acechan dentro de ustedes. No tengan nada que ver con la inmoralidad sexual, las impurezas, las bajas pasiones y los malos deseos. No sean avaros, pues todo esto es idolatría, y si hacen estas cosas, adoran las cosas de este mundo y no a Dios, Colosenses 3:5.

La idolatría mantiene el vacío cósmico de Dios en la gente insatisfecha, frustrada, ingrata y vacía, por eso creen que no tienen lo suficiente, ven solo necesidades y carencias, y se pasan la vida persiguiendo muchas cosas olvidándose de la vida eterna. Sean sus costumbres sin avaricia, contentos con lo que tienen ahora; porque Dios dijo: No te dejaré ni te desampararé; de manera que podemos decir confiadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré, Hebreos 13:5.
 
El dios dinero, las riquezas y posesiones materiales, Lucas 12:16-21. Esa fue la enseñanza de Jesús con la parábola de un hombre rico que construyó muchos graneros para guardar lo que tenía; se iban aumentando sus riquezas y propiedades construyendo cada vez bodegas más grandes para almacenar todo lo que tenía, Pensó: tengo mucho almacenado, me relajaré, comeré, beberé y me divertiré. Pero Dios les respondió: ¡Necio¡ Esta noche morirás, y ¿quién se quedará con todo aquello por lo que has trabajado? Así le pasará a quien almacena riquezas terrenales pero no enriquece su relación con Dios.

Este pasaje bíblico nos muestra una forma de idolatría, que es el amor por el dinero, el cual  lleva a la ambición de riquezas, posesiones y bienes materiales de manera exagerada, para lo cual mucha gente se agota trabajando más de lo normal y fuera del horario de trabajo, olvidándose de su amistad con Dios y hasta de la familia por causa de la avaricia, el afán y amor por las riquezas que destruye, porque raíz de todos los males, es el amor al dinero, 1 Timoteo 6:10.

El amor al dinero y las posesiones se convierte en un ídolo porque en vez de poner toda la confianza en Dios y depender de Él, confían en la cuenta bancaria, en la apariencia y en sí mismos, y en ocasiones mostrando bienes que en realidad no poseen, trabajando hasta el agotamiento y con el riesgo de enfermarse. 1 Corintios 10:7.

El dios de las pasiones y emociones equivocadas, Porque por ahí andan muchos, de los cuales ya les dije muchas veces, y ahora lo vuelvo a decir llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo. Y su fin es la perdición. Su dios son sus propios apetitos, y sienten orgullo de lo que debería darles vergüenza. Solo piensan en las cosas de este mundo, Filipenses 3:18-19.

Las pasiones y las emociones desordenadas pueden convertirse en ídolos que brotan de los cinco sentidos para someter y esclavizar el corazón, la mente, la voluntad y el cuerpo con apetitos, pensamientos, sensualidades y programas sucios en la TV que envenenan el alma. En los medios continuamente vemos los resultados funestos de personas que no controlaron su forma de comer, también se ve la perversión sexual de aquellos que se dieron a los placeres del cuerpo y los extremos del cuidado físico, No rindamos culto a ídolos como hicieron en el pasado. Las Escrituras dicen que el pueblo celebró con abundancia y se entregaron a diversiones paganas. Cometiendo inmoralidad sexual, lo cual causó la muerte de 23.000 en un sólo día, 1 Corintios 10:7-10.

El ídolo por los apetitos y deseos de experimentar nuevas emociones, arrastra a la gente a relaciones ilícitas, pecaminosas y perversas contra natura, a ser compradores compulsivos y acumuladores, se vuelven esclavos de la moda, de las marcas y de tener cosas que ni siquiera necesitan; quejándose de lo que no tienen; no hallan contentamiento con lo que Dios les da, por eso los apetitos, las pasiones, los impulsos y hasta los pensamientos dominan a millones de personas en el mundo manteniéndolos presos, porque aman más lo que sienten y apetecen que a Dios.

El dios conocimiento e intelectuaismol, La rebelión es tan pecaminosa como la hechicería, y la terquedad, tan mala como rendir culto a ídolos, 1 Samuel 16:23; Reúnanse y vengan; acérquense juntos, fugitivos de las naciones. No tienen conocimiento los que llevan su ídolo de madera y suplican a un dios que no puede salvar, Isaías 45:20.

Son muchas las personas que no quieren saber nada de Dios por lo tanto no leen la biblia, prefieren miles de libros que en realidad son basura de ateos, y se enojan cuando se les habla del cielo, del infierno y de los temas de la palabra de Dios, ellos prefieren adquirir el conocimiento de la cultura del mundo, aman acumular títulos, carreras y estudios, ambicionando éxito y fama para competir con muchos deseando siempre el primer lugar; se llenan de ilusiones y fantasías; el centro de sus conversaciones tienen que ver con su carrera, su profesión y sus logros, centran su atención en lo que tienen pero se les olvida que es Dios quien les ayudado y les da el poder para ser, hacer y tener lo que han logrado. Les interesa muy poco la persona de Jesús y se desentienden de la obra de Dios, no sólo lo olvidan sino que ni se acuerdan de Él ni lo tienen en cuenta, han entronado en su corazón su ego intelectualidad y sus logros académicos, pasan años estudiando y ni un día le dedican a su Creador.

El ídolo de las personas, Si alguno viene a Mí para ser Mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más que a su esposo/a o a sus hijos, y más que a sus hermanos y hermanas; Ustedes no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida, Lucas 14:26. Claramente la palabra nos dice que amar a Dios por encima del amor a las personas es más importante que centrar nuestra vida en algún ser humano, porque las personas manipulan, controlan, fallan y si son absorbentes roban el amor y el tiempo que le pertenece a Dios, por eso algunos se sienten tan comprometidos que descuidan al Señor de la obra.

Si permitimos que otros nos manejen la vida, nos arreglen los problemas y nos extiendan la mano todo el tiempo; si continuamente estamos buscando apoyo y consuelo en las personas y no en Dios, esas personas se convierten en ídolos por el apego que se crea, se hacen dependientes de otros mas no de Dios. YO,  el Señor, Dios de Israel, declaro: ¡Maldito quien confía en los demás! ¡Maldito quien confía en sí mismo! ¡Maldito quien me da la espalda, se aleja de Mi y se apoya en otro ser humano y no en Mí! Jeremías, 17:5.

Los apegos a las personas, sean familia, amigos o conocidos, es una cadena de esclavitud emocional que desata celos, envidia, competencia y egoísmo; este es el problema de quienes aman más a otras personas que a Dios, y cuando llegan a morir sus ídolos humanos, se enojan, pelean y hasta blasfeman contra Dios, conozco casos específicos de personas que se volvieron ateos, incrédulos e impíos alejándose totalmente del Dios que consuela, alienta, levanta y llena vacíos. Sólo Dios debe ser el número uno en nuestras relaciones y en nuestro corazón.

Cuando el amor por sí mismos, supera a una persona, eso es egolatría, el mundo de ese ser humano gira en torno a él o ella, se vuelve esclavo de su yo, de su apariencia y su presentación ante los demás, son personas que viven para agradar al mundo y no a Dios. Les importa más lo que la gente piensa, opina y dice de ellos, que los que Dios dice; son seres manipulables y manipuladores, débiles e inconstantes en sus relaciones personales, son ajenos a la relación con Dios. Llegan a sacrificar sus propios gustos y preferencias por estar de acuerdo con los demás queriendo encajar en un grupo, andan por donde va la mayoría y no ven el camino angosto que lleva a la vida.

Es imposible ocultar la idolatría delante de Dios, no podemos dejarla en la casa para ir a cantar en la congregación, No hay nada en la creación que esté oculto ante los ojos de Dios. Todo está desnudo y expuesto ante Él; y sólo a Él tendremos que rendir cuentas, Hebreos 4:13.

Tenemos un Dios eterno e inmutable que no cambia. Él no es emocional ni temperamental, que ame un día y otro no, su amor siempre está a nuestro alcance, su carácter es omnipotente, omnisciente y omnipresente. Si quebrantamos el Primer mandamiento teniendo dioses ajenos, no podremos cumplir los demás, a cambio nos volveremos orgullosos, falsos, vanos y vacíos como los ídolos, y muchos se irán pareciendo más y más a sus ídolos pero no a Cristo, No debes reconocer a ningún otro Dios, aparte de Mí, porque no hay otro salvador, Oseas 13:4.

¡Qué Dios siempre sea nuestro más grande tesoro y que cada día amemos más a Cristo para llegar a su estatura de pureza y santidad y todo el tiempo ocupe el primer lugar en nuestra vida. Así sea, Amén.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.



CRISTO IDENTIDAD PERFECTA




EN CRISTO ESTÁ NUESTRA VERDADERA IDENTIDAD CON EL ADN DE DIOS

Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre la faz de la tierra, y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos, Hechos 17:26.

Y Dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y ejerza dominio sobre los peces del mar, sobre las aves del cielo, sobre los ganados, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra, Génesis 1:16.

El primer Adán es de la tierra, es terrenal,; el segundo Hombre, que es el Señor Jesucristo es del cielo. Así como el terrenal, tales también los terrenales; y como es el celestial, también son los celestiales, Y así como hemos traído la imagen del terrenal, traeremos también la imagen del celestial, 1 Corintios15:47-49.  
            
La ciencia  continuamente comprueba nuestro ADN familiar y puede verificar si somos hermanos, una familia o una raza, pero al final todos somos semejantes al Creador. Hoy en día el desarrollo de la ciencia y la tecnología de los hombres que de forma loca y descontrolada altera y transforma el origen de la genética, del ADN, no solo animal, sino también el humano, es la misma obra de satanás cuando hizo pecar a la primera pareja en el Huerto del Edén. En la creación fuimos hechos a imagen y semejanza de nuestro Creador, pero el enemigo corrompió y dañó la pureza de ese ADN; por lo tanto Dios tuvo que planificar el rescate no solo del alma, sino del ADN espiritual del ser humano, Génesis 1:26-27.

El ADN de Dios está renovado y provisto en su pueblo, en los redimidos en Cristo, en los que nacen de nuevo y son salvos, por medio de la sangre de Jesucristo, Y de una sangre ha hecho todo el linaje de los hombres, para que habiten sobre la faz de la tierra, y les ha prefijado el orden de los tiempos, y los términos de la habitación de ellos, Hechos 17:26.

Todo esto ha sido posible mediante el sacrificio del Cordero de Dios, que llevó sobre su cuerpo la lepra del pecado como dice la Escritura acerca de la condición humana De la planta del pie a la cabeza no hay en él nada sano, sino golpes, verdugones y heridas recientes; no han sido curadas, ni vendadas, ni suavizadas con aceite, Isaías 1:6. Jesús vino a sanar, limpiar, rescatar y santificar a su descendencia de esa maligna enfermedad que mata eternamente, porque el alma que peca, muere, Ezequiel 18:20.

Jesús tomó en su forma de humana, nuestra naturaleza caída, siendo Dios se hizo siervo semejante a los hombres, en esa condición se humilló en obediencia hasta la muerte de cruz, Filipenses 2:5-8. ¿Cuánto más la sangre de Cristo, el cual por el Espíritu eterno se ofreció a sí mismo sin mancha al Padre, purificará nuestra conciencia de obras muertas para servir al Dios vivo? Hebreos 9:14.

Cuando Jesús fue engendrado por el Espíritu Santo en el vientre de María, se generó el maravilloso e insondable milagro entre la unión de la divinidad con lo humano, por eso Jesús fue 100% Dios y 100% hombre, Jesús es verdadero Dios y verdadero Hombre, Él se despojó de su gloria pero no de su divinidad, y tampoco el hacerse humano anuló la humanidad en su encarnación, Por lo tanto, el Señor mismo les dará una señal: He aquí, que una virgen concebirá y dará a luz un Hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel, (que traducido es Dios con nosotros), Isaías 7:24.

Al descubrir nuestra procedencia, conocemos nuestras raíces, sabemos de dónde nacimos, de dónde venimos, y dónde nos criamos, entonces podremos decir que tenemos una identidad y pertenecemos a una familia, a una cultura, a una nación y a un continente, ¿O acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, que vive en ustedes, el cual tienen de Dios, y que no es de ustedes? 1 Corintios 6:19. Somos pertenencia de Dios, porque todo fue creado por Él y para Él, Colosenses 1:16.

Es mediante Jesucristo que dejamos de ser advenedizos, que dejamos de ser extraños para el Padre, después de la caída en el Edén, El mismo Dios Creador nos buscó, volvió a hacernos posesión suya en Cristo para engrandecer su nombre en medio de un pueblo que muestre su esencia, que lleve su verdad, que porte su presencia y que refleje la gloria de su Hijo, Ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios como su posesión, para que anuncien las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su Luz Admirable, 1 Pedro 2:9

Somos hijos de Dios, Porque venida la fe, ya no estamos bajo el yugo de la ley, pues hemos venido a ser hijos de Dios por la fe en Cristo Jesús, Gálatas 3:25-26. Por lo tanto, así como cada redimido es hijo de Dios, la Iglesia es la familia de ese hijo de Dios en Cristo, Para que sepamos cómo debemos portarnos en la familia de Dios, que es la iglesia del Dios viviente, la cual sostiene y defiende la verdad, 1 Timoteo 3:15.

Es en Cristo que vinimos a ser familia de Dios mediante la fe en Él quien es el Autor y Consumador de nuestra fe salvadora, Así pues, ya no son ustedes extraños ni extranjeros, sino que son ciudadanos de los santos, y son de la familia de Dios, Efesios 3:19. Por eso dice, Así que entonces, hagamos bien a todos según tengamos la oportunidad, y especialmente a los de la familia de la fe, Gálatas 6:10. Fue algo que Jesús lo dijo cuando sus discípulos le avisaron que su madre y sus hermanos lo buscaban, Respondiendo Jesús les dijo: mi madre y mis hermanos son todos aquellos que oyen la palabra de Dios y la hacen, Lucas 8:21.

Por todo lo anterior podemos decir con claridad que poseemos una identidad y poseemos un sentido de pertenencia, Por lo tanto debemos desafiarnos a nosotros mismos para dejar de titubear deslizándose en el mundo y ligarnos a la cultura del reino de Dios, porque Él quiere hacer de cada uno de nosotros verdaderos hijos, sacerdotes y embajadores de su reino, Así que somos embajadores de Cristo, lo cual es como si Dios mismo les rogara a ustedes por medio de nosotros. Así pues, en el hombre de Cristo les rogamos que acepten reconciliarse con Dios, que es su Padre, 2 Corintios 5:20.

Tenemos un Padre, tenemos un Señor, tenemos un ayudador y tenemos una familia a la cual pertenecemos, y nuestra identidad nos la da Cristo. Porque somos el cuerpo de Cristo, Así como el cuerpo humano, está formado por muchos miembros y es un solo cuerpo, así también Jesucristo. De la misma manera, todos nosotros, judíos y no judíos, esclavos o libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de esa mismo Espíritu, 1 Corintios 12:12-13.

Por lo tanto vivimos una cultura bíblica, y cuando Cristo vuelva, todas las naciones de la tierra serán revividas y seremos un solo pueblo pues Cristo de dos pueblos hizo uno. Porque Jesús mismo es nuestra paz, quien de dos pueblos, (judíos-gentiles) hizo uno, derribando la pared intermedio de separación, Efesios 2:14. Así que para reconocer plenamente nuestra identidad relacionada con el ADN de Jesús, y aclarar nuestro sentido de pertenencia debemos entender que:

1. El Padre nos identifica como sus hijos, sus , su familia y su pueblo, Ustedes antes ni siquiera eran pueblo, pero ahora son pueblo de Dios; antes Dios no les tenía compasión, pero ahora les tiene misericordia, 1 Pedro 2:10. Porque a los que de antemano había conocido, los destino desde un principio a ser como su Hijo, para que su Hijo Jesucristo, sea el primogénito entre muchos hermanos, Romanos 8:29
            
2. Dios nos identifica como herederos suyos y depositarios de su gracia, Y si ustedes son de Cristo, entonces son descendientes de Abraham y herederos de las promesas que Dios le hizo a él, Gálatas 3:29. Dios ha desatado todo su amor sobre nosotros cuando no lo merecíamos, éramos ramas silvestres pero fuimos perdonados e injertados en la Vida verdadera y nuestros nombres están escritos en el libro de la vida si es que permanecemos unidos a Cristo hasta el fin.

3. Somos propiedad de Dios, no nos definen los sentimientos, ni las propias opiniones, ni los fracasos, ni los éxitos, tampoco por todo lo material que podamos disfrutar nos definimos, Y el Espíritu mismo, da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si en verdad padecemos con Él, a fin de que también seamos glorificados con Cristo Romanos 8:16-17. Deben saber que el Señor, es Dios; Él nos hizo, y no nosotros a nosotros mismos; pueblo suyo somos y ovejas de su prado, Salmos 100:3. Porque el Padre nos ha comprado a precios de sangre del Hijo, 1 Corintios 6:20.

4. Dios nos identifica como sus santos, la sangre de Cristo nos ha lavado y limpiado, es cierto que fallamos pero su gracia, su fidelidad y su amor cuando reconocemos el pecado y nos arrepentimos nos sostienen, Por lo tanto sean ustedes perfectos como su Padre celestial es perfecto, Mateo 5:48. Aprendan de Mí que soy manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas, Mateo 11:29. Canten alabanzas al Señor, ustedes sus santos, y alaben su poderoso nombre, Salmos 30:40.

5. Dios nos da la distinción de sacerdotes y embajadores suyos. Y ustedes serán llamados sacerdotes del Señor; ministros de nuestro Dios serán llamados, Isaías 61:6. Nosotros somos real sacerdocio y nación santa para que anunciemos las virtudes de Aquel que nos llamó de las tinieblas a su luz admirable. El sacerdote tiene acceso directo al Padre, por lo tanto nuestra vida es un continuo servicio a Dios, lo cual implica que llevamos su presencia de generación en generación. Nuestra identidad en Cristo lleva un destino eterno extraordinario, Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para hacer buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que andemos en ellas, Efesios 2:10.

La importancia y trascendencia de esta identidad y pertenencia en Cristo fue lo que hizo que Jesús orara en Juan 17 por la unidad y cohesión de la Iglesia. Sabiendo esto, debemos entender que hay una guerra continua que el enemigo tiene contra los hijos de Dios, y que él vino para destruir nuestra identidad, y robar nuestro lugar de pertenencia, pero el poder de Dios que habita en nosotros nos habilita para hacerle frente y vencerlo con santidad, firmeza de fe obediente y caminando en la verdad de Cristo.

Saber quiénes somos en Cristo nos debe impulsar a afirmar y acentuar nuestra identidad en Él como la esposa del Cordero que debe santificarse continuamente para estar preparada para las Bodas del Cordero como vírgenes prudentes que anhelan a su Señor. El Señor del universo nos observa y escucha continuamente, Él anhela que le cantemos canciones continuamente y que lo adoremos como ciudadanos de la Nueva Jerusalén donde un día estaremos con Cristo por la eternidad y tendremos un nombre nuevo.

Así que el ADN de Dios nos hace uno en Cristo Jesús, SEÑOR nuestro, Somos hermanos, somos una familia, somos una raza, somos semejantes al Creador, con el propósito de vivir unidos, crecer, trabajar, compartir, mejorar el mundo, cuidar nuestro planeta, protegernos unos a otros, soportarnos, ayudarnos, colaborarnos y lo que cada uno recibe de Dios, cada don y cada habilidad no es para competir, ni para envidiar, ni para celar, ni para robarlo, ni para destruirlo sino para edificarnos mutuamente; hemos sido creados por el único Dios real, fiel, verdadero y amoroso que nos dejó su palabra, su evangelio de vida, cuya esencia es el amor, no el odio. ¿Entonces, por qué nos hacemos tanto daño?

Acabemos de una vez por todas con la división entre el pueblo de Dios y unámonos en la esencia del Evangelio de la cruz que es el Amor de Dios, para que podamos impactar al mundo.  Con una mente abierta a la realidad y la verdad de Dios, con un corazón abierto para recibir a Jesucristo como Señor y Salvador amando a todos sin acepción de persona, y con una actitud dispuesta a rendirnos y entregarnos a Aquel que sólo quiere el bien para la raza humana al morir por todos y cada uno en la cruz y Quien pronto volverá por aquellos que han decidido ser sus discípulos, servidores, buenos mayordomos y llamados al ministerio de la reconciliación, 2 Corintios 5:11-20. Amén.

¿Y tú que no te decides a rendir tu vida a Cristo, qué esperas de tu destino final?

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino
https://www.youtube.com/watch?v=xKNB2WO_4Zk&t=350s  
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