PRIMER MANDAMIENTO
La clave del amor y la fidelidad a Dios.
No tendrás dioses ajenos delante de Mí, Éxodo 20:3, Deuteronomio 5:7.
Los que rinden culto a dioses falsos, le dan la espalda a todas las misericordias de Dios, Jonás, 2:8.
A quienes andan
detrás de otros dioses se les multiplicarán los problemas, Salmos 16:4a. Por lo tanto, amados míos
huyan de la idolatría, 1 Corintios 10:14.
Es posible que la gran mayoría ignore, no entienda, o deliberadamente no asimile lo que quiere decir NO tener dioses ajenos, esto significa dejar de lado, daler la espalda, ignorar y olvidar al Creador y Salvador, Quien es el único Dios vivo, real y verdadero que nos cuida porque nos ve todo el tiempo, que nos oye, atiende y responde cuando le hablamos, porque nos creó a su imagen y semejanza; el Creador Salvador es el origen de todo lo bueno, hermoso y perfecto, Él es la verdad viviente, Él es la justicia misma, la vida, la libertad y la paz que necesitamos movernos a plenitud con las dificultades que implica estar en un mundo caído. Nuestro Dios vivo es el único camino a una existencia plena, plácida y completa para asegurar una eternidad gloriosa. El Eterno Dios es la persona más importante que impacta y transforma nuestro corazón con su amor palpable y maravilloso. El Padre demuestra su amor para con nosotros, en que aún siendo pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8.
A Dios no lo podemos ver como nos vemos a nosotros mismo en carne y hueso, Dios es Espíritu y Aliento de vida, pero lo percibimos con nuestro espíritu y lo vemos en la creación y las bendiciones que nos otorga a cada instante. La peor tragedia del
mundo es alejarse de su Creador y Dador de vida, el único Dios que puede dirigir nuestros pasos con rectitud, diligencia, verdad y firmeza de fe. Dios es Espíritu, y los que lo adoran deben adorarlo en espíritu y en verdad, Juan 4:24. No rindas culto a ninguno de los dioses de las naciones...Se encenderá el enojo de tu Dios y te borrará de la faz de la tierra. Deuteronomio 6:14-15.
El gran problema de la raza humana es ir tras el modernismo, la ciencia, el conocimiento, las actualidades, las riquezas y las novedades que ofrece el mundo sin tener en cuenta a Dios; el facilismo, la abundancia de información, la vida cómoda, el conformismo y el acomodo a todo eso hace que la gente se adapte al mundo dejando rezagado en segundo o tercer plano al SEÑOR y Dios, Dueño del universo; vemos cómo todos
corren tras los deleites del mundo como si fuera el más rico postre, pero ignoran la palabra de Dios, no les importa el Evangelio ni les interesa conocer a Jesucristo, por lo tanto no entienden que es necesario una relación personal con Él para que ocupe nuestro corazón y nos guie en bienestar por la vida.Los que confían en ídolos vanos, su propia misericordia abandonan. Jonás 2:8.
El alejamiento y la indiferencia ante lo santo
y lo divino es lo que ha llevado a la humanidad al punto más álgido y cruel de la malvada deshumanización, haciendo que la sociedad viva en medio de guerras y anarquía por falta de amor y fidelidad a Dios, a sí mismos y a los demás por desobediencia a este mandamiento y no darle el lugar que le corresponde a Dios. Es por todo esto que
necesitamos con suma urgencia volver no solo a recordar los mandamientos y los
principios de Dios, sino a vivirlos, mostrarlos y enseñarlos en las escuelas,
colegios, universidades y todo lugar donde se forme a las personas desde la niñez hasta su
edad adulta empezando por la familia y la iglesia. Hijo mío no olvides mi enseñanza, y tu corazón guarde mis mandamientos, porque largura de dias y años de vida y paz se te añadirán. Proverbios 3:1-2.
Vivimos en una
sociedad religiosa, intelectualista y materialista que conoce más del mundo que de Dios; ni siquiera se conocen a sí mismos, muchos ignoran o se niegan voluntariamente a no saber del mejor amigo, mejor
consejero, mejor intercesor y el más grande y fiel Dios de amor y
misericordia; ese amoroso Dios que todo el tiempo está empeñado en salvar,
transformar y dar vida nueva a miles de miles que andan sin rumbo sin sentido y sin
razón de ser o vivir. Pero tenemos dos razones muy importantes para conocer y
volvernos a los principios y mandamientos Bíblicos:
a.
Dios es el único, el indicado y digno para darnos reglas, mandatos, leyes, normas, y
principios que nos enseñen a vivir; sólo Él tiene el poder de mandarnos y darnos
órdenes, si es que se le puede decir en estos términos, pues Dios todo lo hace por amor y con amor porque sólo Él nos ama de verdad, es santo, bueno, justo, fiel y sabio, es nuestro Dueño, Creador, sustentador, redentor y dador de vida. Mateo 5:19.
b. Dios no nos prohíbe tener ídolos con órdenes o mandatos represivos, Dios nos quiere evitar dolor y sufrimiento, sus instrucciones son amorosas enseñanzas llenas de ternura, dirección, consejo y misericordia queriendo
advertirnos y prevenirnos contra toda clase de mal. Esa fue la razón por la cual
Jesucristo murió en la cruz, darnos vida nueva, enseñarnos a ser fieles al Padre, perdonarnos y reconciliarnos consigo mismo. Así como el Eterno sacó al pueblo
de Israel de la esclavitud egipcia, hoy nos quiere liberar de la iniquidad idolátrica que mata y adormece el espíritu, el Buen padre quiere darnos libertad de adulterio espiritual como se narra en Oseas capítulos 1 y 2, un adulterio que hace ver a su pueblo como una sucia ramera..Así como el adulterio entre esposos provoca innumerables situaciones oscuras que se esconden, el adulterio espiritual provoca toda clase de pecados descarados como la apostasía, acarreando juicio y castigo. Oseas capítulos 3 al 10.
El Primer Mandamiento ordena no tener ni adorar otro dios diferente al Creador y Salvador. Con esta ordenanza lo que Dios nos quiere decir es: ¡Debes tenerme a Mí como único Dios, como la persona más
importante y más grande de tu vida porque Yo pagué el precio por ti! Hemos sido creados con
espiritualidad y nos queda imposible vivir sin tener a quien
adorar, si no tenemos a Cristo en el corazón como el Primer y más grande amor que nos acerca al Padre, será difícil dar fruto digno y tener una espiritualidad genuina a la manera de Dios. Las personas sin Dios idolatran muchas y cualquier cosa o persona, lo cual les produce no solo vacío en el alma, peligro, juicio y condenación por estar sin Cristo. El que comete
adulterio no tiene entendimiento; destruye su alma el que lo hace. Proverbios
6:32.
Los
que NO adoran al Dios real, vivo y verdadero, inventan los dioses falsos que no hablan, no
oyen, no ven ni tocan, porque sus ídolos inertes les permiten vivir en su pecado y hacer lo
que cada uno quiere, se inclinan delante de ellos y entablan un monólogo donde los idólatras se justifican así mismos, sin tener una respuesta divina que lo conduzca a la verdad y lo recto. Se aumentarán los dolores de aquellos que corren tras otros dioses. Jamás aceptaré sus oraciones y sacrificios, ni con mis labios pronunciaré sus nombres. Salmos 16:4.
Un ídolo puedría ser una persona, una cosa o una costumbre que ocupa el lugar más importante en el corazón humano, algo más poderoso e influyente en la vida de las personas y que se
interpone entre Dios y ellos. Los que tienen ídolos deben saber que llegar a
los pies de Cristo no es una simple influencia, Cristo es poder transformador de cambio radical y absoluto de
vida, donde Dios es el primero todo el tiempo, a Él escuchamos hablar y cuando fallamos nos convence de pecado para arrepentimiento, restauración y consuelo..Jeremías 11:12.
Los ídolos no sólo
son imágenes de piedra, madera o papel, es todo aquello que desplaza del Primer
Lugar que solo le corresponde a Cristo en la vida de una persona, es todo lo que sirve de tropiezo y obstáculo en la
relación personal y directa con nuestro Creador y Salvador. Los ídolos de las naciones son el oro, la plata, y toda obra de las manos de los hombres. Salmos 135:15.
Los ídolos también pueden ser ideologías, teorías y maneras de pensar, que inducen al hombre a la avaricia, la codicia de posesiones o bienes
materiales, emociones, sentimientos, apetitos, deseos, ambiciones y
actividades que inducen al odio, la venganza, la guerra y las divisiones, tomando la mayor parte de nuestro tiempo, superando nuestra ocupación, y excediendo los limites de la moral y la justicia, Por lo tanto, cuiden los miembros de
su cuerpo, hagan morir las cosas pecaminosas y terrenales que acechan dentro de
ustedes. No tengan nada que ver con la inmoralidad sexual, las impurezas, las
bajas pasiones y los malos deseos. No sean avaros, pues todo esto es idolatría,
y si hacen estas cosas, adoran las cosas de este mundo y no a Dios, Colosenses
3:5.
La idolatría mantiene el vacío cósmico de
Dios en la gente insatisfecha, frustrada, ingrata y vacía, por eso creen
que no tienen lo suficiente, ven solo necesidades y carencias, y se pasan la
vida persiguiendo muchas cosas olvidándose de la vida eterna. Sean
sus costumbres sin avaricia, contentos con lo que tienen ahora; porque Dios
dijo: No te dejaré ni te desampararé; de manera que podemos decir
confiadamente: El Señor es mi ayudador, no temeré, Hebreos 13:5.
El dios dinero, las riquezas y posesiones materiales, Lucas
12:16-21.
Esa fue la enseñanza de Jesús con la parábola de un hombre rico que construyó
muchos graneros para guardar lo que tenía; se iban aumentando sus riquezas y
propiedades construyendo cada vez bodegas más grandes para almacenar todo lo que
tenía, Pensó: tengo mucho almacenado, me
relajaré, comeré, beberé y me divertiré. Pero Dios les respondió: ¡Necio¡ Esta
noche morirás, y ¿quién se quedará con todo aquello por lo que has trabajado?
Así le pasará a quien almacena riquezas terrenales pero no enriquece su
relación con Dios.
Este pasaje bíblico
nos muestra una forma de idolatría, que es el amor por el dinero, el cual lleva a la
ambición de riquezas, posesiones y bienes materiales de manera exagerada, para lo cual mucha gente se agota trabajando más de lo normal y fuera del horario de
trabajo, olvidándose de su amistad con Dios y hasta de la familia por causa de la avaricia, el afán y
amor por las riquezas que destruye, porque raíz de todos los males, es el
amor al dinero, 1 Timoteo 6:10.
El amor al dinero y las posesiones se convierte en un ídolo porque en vez de poner
toda la confianza en Dios y depender de Él, confían en la cuenta bancaria, en la apariencia y en sí mismos, y en ocasiones mostrando bienes que en
realidad no poseen, trabajando hasta el agotamiento y con el riesgo de
enfermarse. 1 Corintios 10:7.
El dios de las pasiones y emociones equivocadas, Porque por ahí andan
muchos, de los cuales ya les dije muchas veces, y ahora lo vuelvo a decir
llorando, que son enemigos de la cruz de Cristo. Y su fin es la perdición. Su
dios son sus propios apetitos, y sienten orgullo de lo que debería darles
vergüenza. Solo piensan en las cosas de este mundo, Filipenses 3:18-19.
Las pasiones y las emociones desordenadas pueden
convertirse en ídolos que brotan de los cinco sentidos para someter y
esclavizar el corazón, la mente, la voluntad y el cuerpo con apetitos, pensamientos,
sensualidades y programas sucios en la TV que envenenan el alma. En los medios continuamente
vemos los resultados funestos de personas que no controlaron su forma de comer,
también se ve la perversión sexual de aquellos que se dieron a los placeres del
cuerpo y los extremos del cuidado físico, No rindamos culto a
ídolos como hicieron en el pasado. Las Escrituras dicen que el pueblo celebró
con abundancia y se entregaron a diversiones paganas. Cometiendo inmoralidad
sexual, lo cual causó la muerte de 23.000 en un sólo día, 1
Corintios 10:7-10.
El ídolo por los
apetitos y deseos de experimentar nuevas emociones, arrastra a la gente a
relaciones ilícitas, pecaminosas y perversas contra natura, a ser compradores compulsivos y acumuladores, se vuelven
esclavos de la moda, de las marcas y de tener cosas que ni siquiera necesitan; quejándose de lo que no tienen; no hallan contentamiento
con lo que Dios les da, por eso los apetitos, las
pasiones, los impulsos y hasta los pensamientos dominan a millones de personas
en el mundo manteniéndolos presos, porque aman más lo que sienten y apetecen que a Dios.
El dios conocimiento e intelectuaismol, La rebelión es tan pecaminosa como la
hechicería, y la terquedad, tan mala como rendir culto a ídolos, 1 Samuel 16:23; Reúnanse
y vengan; acérquense juntos, fugitivos de las naciones. No tienen conocimiento
los que llevan su ídolo de madera y suplican a un dios que no puede salvar,
Isaías 45:20.
Son muchas
las personas que no quieren saber nada de Dios por lo tanto no leen la biblia, prefieren miles de libros que en realidad son basura de ateos, y se enojan cuando se les habla
del cielo, del infierno y de los temas de la palabra de Dios, ellos
prefieren adquirir el conocimiento de la cultura del mundo, aman acumular títulos, carreras y estudios, ambicionando éxito y fama para competir con muchos deseando siempre el
primer lugar; se llenan de ilusiones y fantasías; el centro de sus
conversaciones tienen que ver con su carrera, su profesión y sus logros,
centran su atención en lo que tienen pero se les olvida que es Dios quien les ayudado y les da el poder para ser, hacer y tener lo que han logrado. Les interesa muy poco la
persona de Jesús y se desentienden de la obra de Dios, no sólo lo olvidan
sino que ni se acuerdan de Él ni lo tienen en cuenta, han entronado en su
corazón su ego intelectualidad y sus logros académicos, pasan años
estudiando y ni un día le dedican a su Creador.
El ídolo de las personas, Si alguno viene a Mí
para ser Mi discípulo, tendrá que amarme más que a su padre o a su madre, más
que a su esposo/a o a sus hijos, y más que a sus hermanos y hermanas; Ustedes
no pueden seguirme, a menos que me amen más que a su propia vida, Lucas
14:26.
Claramente la palabra nos dice que amar a Dios por encima del amor a las
personas es más importante que centrar nuestra vida en algún ser humano, porque
las personas manipulan, controlan, fallan y si son absorbentes roban el amor y
el tiempo que le pertenece a Dios, por eso algunos se sienten tan comprometidos
que descuidan al Señor de la obra.
Si permitimos que
otros nos manejen la vida, nos arreglen los problemas y nos extiendan la mano
todo el tiempo; si continuamente estamos buscando apoyo y consuelo en las
personas y no en Dios, esas personas se convierten en ídolos por el apego que se crea, se
hacen dependientes de otros mas no de Dios. YO, el Señor, Dios de Israel, declaro: ¡Maldito
quien confía en los demás! ¡Maldito quien confía en sí mismo! ¡Maldito quien me
da la espalda, se aleja de Mi y se apoya en otro ser humano y no en Mí!
Jeremías, 17:5.
Los apegos a las
personas, sean familia, amigos o conocidos, es una cadena de esclavitud
emocional que desata celos, envidia, competencia y egoísmo; este es el problema
de quienes aman más a otras personas que a Dios, y cuando llegan a morir sus
ídolos humanos, se enojan, pelean y hasta blasfeman contra Dios, conozco casos específicos de personas que se volvieron ateos, incrédulos e impíos alejándose totalmente del Dios que consuela, alienta, levanta y llena vacíos. Sólo Dios
debe ser el número uno en nuestras relaciones y en nuestro corazón.
Cuando el amor por sí mismos, supera a una persona, eso es egolatría,
el mundo de ese ser humano gira en torno a él o ella, se vuelve esclavo de su yo, de su apariencia y su presentación ante los demás, son personas que viven para
agradar al mundo y no a Dios. Les importa más lo que la gente piensa, opina y
dice de ellos, que los que Dios dice; son seres manipulables y manipuladores, débiles e inconstantes en sus relaciones personales, son ajenos a la relación con
Dios. Llegan a sacrificar sus propios gustos y preferencias por estar de
acuerdo con los demás queriendo encajar en un grupo, andan por donde va la mayoría y no ven el camino angosto que lleva a la vida.
Es imposible ocultar la idolatría delante de Dios, no podemos dejarla en la casa
para ir a cantar en la congregación, No hay nada en la creación que esté oculto
ante los ojos de Dios. Todo está desnudo y expuesto ante Él; y sólo a Él
tendremos que rendir cuentas, Hebreos 4:13.
Tenemos un Dios
eterno e inmutable que no cambia. Él no es emocional ni temperamental, que ame un día y otro no, su
amor siempre está a nuestro alcance, su carácter es omnipotente, omnisciente y
omnipresente. Si quebrantamos el Primer mandamiento teniendo dioses ajenos,
no podremos cumplir los demás, a cambio nos volveremos orgullosos, falsos, vanos y vacíos como
los ídolos, y muchos se irán pareciendo más y más a sus
ídolos pero no a Cristo, No debes reconocer a ningún otro Dios,
aparte de Mí, porque no hay otro salvador, Oseas 13:4.
¡Qué Dios siempre sea
nuestro más grande tesoro y que cada día amemos más a Cristo para llegar a su
estatura de pureza y santidad y todo el tiempo ocupe el primer lugar en nuestra vida. Así sea, Amén.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.