El
fundamento de Dios está firme, teniendo este sello: Conoce el SEÑOR a los que
son suyos; apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo…Así
que si alguno se limpia de esto, será instrumento para honra,
santificado, útil al SEÑOR, y dispuesto para toda buena obra. 2 Timoteo
2:19-21.
Porque no
nos predicamos a nosotros mismos, sino que predicamos a Cristo, como SEÑOR y
Dios, y nosotros somos sus servidores por amor a Dios. 2 Corintios 4:5.
Que el
SEÑOR nos lleve a amar como Dios ama, y a perseverar en pureza como Cristo perseveró. 2
Tesalonicenses 3:5.
Hace varios años atrás encontré un mensaje
curioso acerca de las herramientas que hablan en una carpintería, desconozco el
autor, pero es una hermosa prosopopeya a manera de metáfora ontológica, la
cual traigo a colación para recrearla, con el deseo de Dios de tocar la conciencia social de su pueblo para todos los tiempos, en que el mundo reclama un gran cambio de conciencia y mentalidad con respecto a Dios, lo recto, lo puro, lo santo y lo bueno para que redunde en poder y transformación espiritual a la manera de Dios, empezando por nosotros, el pueblo redimido de Cristo, renovados en nuestra manera de pensar y de actuar para ser verdaderos testimonios e instrumentos de hobra en las poderosas manos del Altísimo. Si nos juzgamos a
nosotros mismo, no seríamos juzgados. 1 Corintios 11:31.
En toda la Escrituras observamos con
atención que en cada momento de la
historia del pueblo de Israel, el SEÑOR levantaba hombres y mujeres que eran
usados por Él como jueces y reyes para traer cambio, llevar a cabo transformación y ser parte activa en los planes gloriosos del Eterno, no solo para afectar a su propio pueblo, sino para
traer juicios de Dios contra los enemigos de la vida, la justicia, la paz y la verdad; porque ser
pueblo de Dios significa ser focos de su luz admirable en medio de las tinieblas del mundo; la nación santa de Dios reclama gestores de cambio para nuevos tiempos, y nuevos comienzos de bienestar en el pueblo escogido y de todos los que se acojan al Salvador y Dueño de todo. Porque Esdras había
preparado su corazón para buscar la ley del SEÑOR, para practicarla, y enseñar
sus estatutos y ordenanzas en Israel. Esdras 7:10.
El Padre celestial no nos creó ni nos
puso en la tierra para quedarnos lelos como meros observadores de lo que pasa y
sucede en el mundo, Dios nos creó y nos puso como nación de vida y pionera de libertad en la tierra en que nacimos, siendo parte del plan divino para un buen destino integral y colectivo de bendición y progreso, lo cual debe redundar no solo a nuestro favor, sino como testimonio de conducta intachable y buen ejemplo, donde dejamos huella del poder de Dios a través de nosotros, hacia las nuevas generaciones que son los hijos y los
nietos que han salido de nuestros lomos y que un dia saldrán del nido para ser faros de luz en este mundo de tinieblas. Dando gracias
al SEÑOR que nos ha capacitado para compartir la herencia de los santos que viven en la
Luz. Colosenses 1:12.
Así como Esdras y Nehemías se ocuparon del estado y la situación de su nación, para reconstruir y reedificar lo que los enemigos destruyeton, en su época y en su momento, también nosotros, los hijos de Dios, discípulos de Cristo y templos de su Espíritu Santo por la redención de Cristo, somos responsables del bienestar social de nuestra nación, desde nuestra vida espiritual, para que lo bueno y lo santo impregne e invada la atmosfera de nuestro país. Y dije: te ruego, oh YHWH, Dios de los cielos, fuerte, grande y temible, que guardas el pacto y la misericordia a los que te aman y guardan tus mandamientos; esté ahora atento tu oído y abiertos tus ojos para oír la oración de tu siervo, que hago ahora delante de Ti, día y noche, por los hijos de tu pueblo, tus siervos; confieso los pecados de tu pueblo que hemos cometido contra tí; sí, yo y la casa de mi padre hemos pecado. Nehemías 1:5-6.
Como gestores espirituales de cambio, lo primero a lo que estamos comprometidos con Dios, es a orar, interceder y clamar por nuestra nación y el bienestar de nuestra tierra, porque todo el acontecer nacional en las
áreas civiles, políticas, sociales y espirituales de nuestro paías nos afecta a todos, pero como gente espiritual y gente que le perrenece a Dios, nos corresponde velar espiritualmente y con testimonio por el bien, la vida, libertad, orden y la paz que nos incumbe a todos. Esdras y Nehemías servidores del Reino fueron los pioneros y promotores de un nuevo comienzo para sus compatriotas, acudiendo a Dios con oraciones y acciones de fe para restaurar los muros que protegían la nación; ellos intercedieron, se uníeron, planearon, se organizaron y trabajaron juntos hombro a hombro por la reconstrucción de su nación. Si me
olvidara de ti, oh Jerusalén, pierda mi diestra su destreza. Salmos 137:5.
Una minoría que además era exiliada, no se olvidó de su ciudad natal,
lloraron, clamaron y buscaron la dirección de Dios para hacer algo que los salvara
de los numerosos enemigos. ¿Y nosotros qué hacemos?
Estos varones valientes y esforzados, atesoraban
su herencia espiritual más que las casas, los comercios y bienes materiales que
habían obtenido en Babilonia, ellos amaban vivir para adorar a Dios en el
lugar que Él les había otorgado como su tierra; toda oportunidad que
Dios nos da para hacer algo bueno a favor de nuestra nación y de nuestra
familia, vale cualquier sacrificio, y lo primero que debemos hacer es limpiar, reparar y reconstruir el templo de Dios, que somos cada uno de nosotros, fieles testigos del Dios vivo que ve todo, oye, perdona, libera y salva si nos volvemos a Él. Levantémonos y edifiquemos. Así esforzaron sus manos para
bien. Nehemías 2:18b.
Esdras y Nehemías marcaron un hito total en la nueva historia de la nación de Israel después del exilio y la esclavitud, más que una congregación,
se transformaron en nación, porque se dedicaron con toda su energía, propósito espiritual y sus fuerzas en luchar
contra los ejércitos invasores y enemigos, porque NO podemos permitir que los incrédulos y enemigos
del SEÑOR gobiernen y dirijan nuestra nación, debemos ser parte del gobierno y la acción civil para marcar una santa diferencia delante de ellos, como gente que se santifica, se compromete, se esfuerza, trabaja y da testimonio de rectitud en el Cristo de la gloria. Edificamos, pues, el muro, y toda la muralla fue terminada hasta la mitad de su altura porque el pueblo tuvo ánimo para trabajar. Nehemías 4:6.
Los enemigos de Dios y nuestros solo trabajan por avaricia de riquezas y
codicia de poder llevados por sus pasiones mezquinas, pues no tienen la dirección
del Eterno; pero nosotros somos linaje escogido, real sacerdocio, nación santa y
pueblo adquirido por Dios para las buenas obras que el creó de antemano, pero necesitamos disponernos como Esdras y Nehemías para defender nuestro pais e implantar el Reino de Dios y su justicia, es así y por medio de la palabra, la lucha y el testimonio, que debemos ser promotores y
gestores de cambio, no solo en nuestra nación, sino en toda la tierra…No teman delante de ellos; acuérdense del SEÑOR, grande y
temible, y peleen por sus hermanos, por nuestros hijos e hijas, por nuestras mujeres y por nuestras casas,
Nehemías 4:14.
Nuestra mirada no puede ser solo al
presente, sino tener una proyeccion grande como lo es nuestro Dios, hacia mejores horizontes para el futuro, sin importar la oposición de los enemigos; levantemos murallas espirituales
de defensa, edifiquemos paredes de protección en la unión y el trabajo, juntos como un solo pueblo de Dios contra las artimañas del mal, preparémonos y armémonos espiritual e integralmente contra lo que podría
suceder mañana; estemos atentos y activos como buenos obreros que trabajan con inteligencia, diligencia y sabiduría en la conservación de la paz, la vida y la libertad que Jesucristi ganó para nosotros, en cada lugar donde hay un
discípulo de Él, porque el tiempo se va cumpliendo y se nos pedirá cuentas, y será lindo que el SEÑOR nos diga en aquel día: Muy bien, servidor fiel, sobre poco has sido fiel, te
pondré a cargo de mucho más; entra y alégrate conmigo. Mateo 25:23.
Esdras y Nehemías eran hombres que tenían el corazón
en las manos de Dios, aplicaban la ley divina a su propia vida antes de
predicarla a los demás, por eso muchos se les unieran, porque ellos eran verdaderos embajadores de la fe y la esperanza para levantar su nación. Mientras
Esdras oraba y hacía confesión, llorando y postrándose delante del SEÑOR, se
juntó a él una gran multitud del pueblo, hombres, mujeres y niños. Esdras 10:1.
Lo que hoy hagamos, será de gran
bendición para el mañana de nuestros herederos, somos una gran familia en Dios construyendo
puentes de unidad y santidad para que muchos más vengan a conocer al Cristo
vivo y sean hijos del Dios real y verdadero. Nehemías era un gran organizador,
un director y jefe efectivo demostrando cualidades de hombre de Dios, en
oración, acción, resolución de problemas, confianza absoluta en Dios, con una
respuesta rápida y decidida ante el conflicto, era abnegado, un buen
administrador, un verdadero hombre que dependía de Dios, no actuaba sin
oración, y no oraba sin actuar. No teman
delante de los enemigos, acuérdense del SEÑOR, Él es grande y temible y peleará
por nosotros. Nehemías 4:14.
Somos herramientas útiles con características
propias para ser usados en el Taller del Maestro conforme a sus propósitos.
Puedes ser un martillo, un tornillo, un metro, un clavo, un serrucho, una
tuerca, o lo que seas, siempre seremos de bendición si nos ponemos en las manos
del Carpintero que sabe cómo usar cada herramienta. Enséñales que hagan el bien, que sean ricos en buenas obras, generosos y
prontos a compartir, acumulando para si mismos el tesoro de un buen fundamento
para el futuro, para que puedan echar mano de lo que en verdad es vida.
1Timoteo 6:18-19.
SI NOS DISPONEMOS EN LAS MANOS DE DIOS PARA HACER SU VOLUNTAD, CUMPLIENDO NUESTRO LLAMADO, VEREMOS NUESTRAS NACIONES EN BENDICIÓN Y NO CAERÁN ANTE EL ASEDIO DE LAS TINIEBLAS. ¡Aleluya!
Lic. MEHC. hija
del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
A continuación una corta pero hermosa parábola en diapositivas que tipifica nuestra labor en la obra del reino, y que nos enseña acerca del trabajo en equipo que requiere el pueblo de Dios para ser gestores de cambio en las manos de Dios, sea el tiempo que sea el que estemos pasando.
Personifiquemos las herramientas de las que nos suplimos
cada día
con una asamblea en la carpintería.
El martillo tomó la vocería, pero los demás le notificaron que debía
renunciar. ¿La causa? ¡Hacía demasiado ruido! y además
golpeaba todo el tiempo. El martillo aceptó, pero pidió que también fuera
expulsado el tornillo porque había que darle muchas vueltas para que sirviera
de algo. Ante el ataque, el tornillo
aceptó pero a su vez pidió la expulsión de la lija. Hizo ver que ella era muy
áspera en su trato y que siempre tenía fricciones con los demás.
La lija estuvo de acuerdo, con la condición de que fuera expulsado el
metro que se la pasaba midiendo a los demás según su propia perspectiva, como
si fuera perfecto.
Entando en ese debate, entró el Carpintero, se puso el delantal e
inició su trabajo. Utilizó el martillo, la lija, el metro y el tornillo. Terminó
su tarea y finalmente una tosca madera se convirtió en un hermoso juego de
ajedrez.
Cuando la carpintería quedó nuevamente sola, la asamblea de
herramientas reanudó la deliberación. Fue entonces cuando tomó la palabra el
serrucho, y dijo: señores, ha quedado demostrado que tenemos defectos, pero el
carpintero trabaja con nuestras cualidades y dones. Eso es lo que nos hace
valiosos. Así que no pensemos ya en nuestros falencias y puntos negros,
concentrémonos en la utilidad de nuestras cualidades y puntos buenos.
Toda la Asamblea reunida encontró que: el martillo era fuerte, el tornillo unía y daba fuerza, la lija era
especial para afinar y limar asperezas, además, observaron que el metro es
preciso y exacto.
Entonces se dieron cuenta que eran un equipo capaz de producir y hacer
cosas de calidad. Se sintieron orgullosos de sus fortalezas y de trabajar
juntos, porque nuestra vida en este mundo y trato con la gente es el taller en que
Cristo trabaja en cada uno de nosotros para servirnos unos a otros dando honor a Dios con nuestras diferencias. El hierro se afila con el hierro y el hombre en el trato con el hombre se pule. Proverbios 27:17.
Ocurre lo
mismo con los seres humanos. En un hogar, en la empresa, en la Iglesia, en la
escuela y universidad, nos miramos los defectos unos a otros, la situación se
vuelve tensa y negativa. Pero si cambiamos la perspectiva y miramos con
justicia los puntos fuertes de cada uno, florecerán los mejores tiempos y amistades y todos
prosperaremos.No juzguen a otros, y Dios no los juzgará a ustedes. No condenen a otros, y Dios no los condenará a ustedes. Perdonen, y Dios los perdonará. Lucas 6:37-38.
Humanamente
todos resaltamos más nuestros defectos, pero el carpintero de Nazareth, nos ve en
los dones, talentos y fortalezas con que nos dotó, haciéndonos útiles en sus manos, porque así como Jesús moldeaba la madera en su taller de carpintería, Él ahora moldea nuestra vida y nuestro carácter en el taller del mundo y las circunstancias, para ser transformados en instrumentos y vasijas para su gloria y honora, aprendiendo con su amor y su bondad, a ser fraternos, soportarnos, apoyarnos y ayudarnos mutuamente. Dios nos ha dado a todos diferentes capacidades, según lo que Él quiso darle a cada uno. Por eso, si Dios nos utiliza para trabajar en su nombre, hagámoslo como corresponde a un seguidor de Cristo. Romanos 12:6.
Encontrar
cualidades, es para espíritus superiores y sólo Dios puede inspirar todos los
éxitos humanos porque es nuestro Creador, y desde allí vendrá vida y bienestar
para todos, pero solo el amor de Dios en Cristo, tiene el poder de cambiar los
corazones por el Espíritu Santo que no fue dado. Nadie tenga más alto concepto de sí
mismo, ni se crean mejores de lo que realmente son. Más bien, véanse según la
capacidad que Dios les ha dado para ser seguidores de Cristo. Romanos 12:3
Porque así dice el SEÑOR: tú eres mi
mazo, mi arma de guerra; contigo destrozaré naciones, contigo
destruiré reinos; por medio de ti, destrozaré caballos y jinetes…Jeremías
51:20-22.
Ustedes no
me escogieron a mí, sino que yo los he escogido a ustedes y les he encargado
que vayan y den mucho fruto, y que ese fruto permanezca. Así el Padre les dará
todo lo que le pidan en mi nombre. Juan 15:16.
Dios ha
escogido a la gente despreciada y sin importancia de este mundo, es decir, a
los que no son nada, para anular a los que son algo.
1 Corintios
1:28.
Porque Dios
es quien obra en nosotros tanto el querer como el hacer, por su perfecta
voluntad. Filipenses 2:13-14
Porque, así
como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero, todos los miembros del
cuerpo, aunque son muchos, constituyen un solo cuerpo, así también en Cristo. 1
Corintios 12:12.
El SEÑOR le
dijo: Ve, porque él es mi instrumento escogido, para llevar mi nombre en
presencia de los gentiles, de los reyes y los de mi pueblo. Hechos 9:15.