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25 oct 2015

ENSEÑANDO A LOS HIJOS



ENSEÑANDO HIJOS EN
Amor, Disciplina y Límites

Grábate en tu mente todas las cosas que hoy YO te he dicho, y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes, Deuteronomio 6:7-8.

Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados en ella, Hebreos 12:11.

¡Formar hijos! Nadie nos enseña, lo aprendemos en el camino cuando somos padres; criar niños y educarlos no es tarea fácil, no hay un manual escrito y nadie nos da las pautas precisas para cada momento y circunstancia que atravesamos como familia con nuestros hijos; pero Dios siempre está cerca para darnos sabiduría, control y dirección a través de su palabra y su presencia que en ocasiones nos permite escuchar su voz.

Los padres debemos ser conscientes que en nuestras nuevas generaciones hay una enorme ola de rebeldía, mal comportamiento y un torcido estilo de vida que afecta negativamente; la juventud rebelde y sin control crea desorden, daña todo a su paso y provoca caos, porque el sistema mundial está en abierta rebeldía contra Dios, todos parecen empeñados en romper con las leyes divinas sin importarles nada, como resultado hay dolor, anarquía, violencia y muerte; la sociedad se destruye y se va hundiendo a pasos agigantados. Dios está llamando a su pueblo para volver a traer orden, para que los adultos dejen de pensar tanto en el dinero para dar todo a los hijos y se encarguen de ellos; también la Iglesia es columna y fundamento de la verdad para apoyar a las familias, 1 Timoteo 3:15.


Los padres muchas veces somos crueles con los hijos, pero debemos orar y pedir sabiduría a Dios para corregirlos, para valorar lo que son y detectar sus dones y talentos; para entender cuando vienen angustiados y preocupados; los problemas de los niños y los pequeños que están entrando en la juventud, a los adultos nos parecen tontos, pero para ellos en ese momento es algo importantes que merece toda nuestra atención y ayuda de padres, si no los atendemos, ¿a quién irán?

Los padres debemos estar apegados a Dios, porque continuamente hay que cambiar los métodos de corrección y disciplina para los hijos, educarlos con paciencia y bondad para poder guiarlos a lo mejor. Debemos mantener ocupados a los niños que son activos, debemos jugar con ellos; desde mi experiencia, como hermana mayor de diez hermanos y como madre de dos hermosas personita, les puedo asegurar con certeza que cuando corriges señalando el hecho incorrecto y no calificando negativamente al niño y al joven, ellos serán sensibles a la corrección, lograremos cambio y buenos resultados, Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán, Proverbios 22:6. .

Los padres implícitamente hemos adquirido responsabilidad vitalicia y Dios nos ha encomendado una gran misión, así como nosotros, los hijos también han venido a la vida con un propósito; le guste o no le guste al mundo, la familia y la Iglesia deben estar unidas para formar generaciones de vida, de paz, respeto, orden, armonía y fundamentos morales, Dios nos ha hecho padres para manifestar al mundo la verdad que nos hace libres, Juan 8:32.


La familia está para dirigir a los hijos por el camino de la madurez, los hijos todo el tiempo están viendo a los padres, y ellos imitan lo que ven; el hogar es la escuela de auto gobierno, el varón que cambia de esposa, se casa y se descasa muchas veces, jamás alcanzará madurez si no se hace firme en Dios y por lo tanto jamás logrará su propio auto gobierno; el matrimonio y la familia son escuela de auto gobierno para los hijos, en el hogar tenemos libertad para hablar, movernos y expresarnos, pero los padres deben poner límites en medio de esa libertad, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo, Efesios 5:21.


Para alcanzar madurez y auto gobierno con límites en casa, se necesita la disciplina con amor y autoridad, pero es lo que menos se hace ni se imparte. La disciplina nos capacita para vivir bien, el objetivo principal de los padres al ejercer disciplina es ayudar al niño y al joven desde la corrección, para que llegue a ser una persona capaz de manejarse así misma; el mejor padre, el mejor maestro, el mejor pastor y mejor mentor, es aquel que progresivamente y con el correr del tiempo se vuelve innecesario para su pupilo; para  ser padres, Dios nos ha dejado enseñanzas, estrategias y recursos en su palabra.


1. GÁNESE EL RESPETO Y MANTÉNGALOPadres, no hagan enojar a sus hijos, con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina y la instrucción que proviene del Señor. Efesios 6:4. El respeto que aprende un niño con sus padres, será proporcional y directo con el respeto que tendrá por las reglas de la escuela y las leyes de su país, las autoridades públicas, los superiores y la sociedad en general. El respeto es una avenida en dos sentidos, un padre o una madre no puede esperar respeto de sus hijos, si ellos no respetan a sus hijos, si son sarcásticos y criticones con los pequeños, no puede esperar que sus hijos lo respeten y acaten.


La biblia es extraordinaria y única en sabiduría para ayudarnos a formar familia; nos ordena amar a los semejantes, y para amarlos, hemos de empezar por amarnos a nosotros mismos; ni tú ni yo podremos respetar a los demás, si no nos valoramos con dignidad; los padres que ganan y mantienen el respeto de sus hijos desde los primeros años, serán respetados y valorados toda la vida; los padres deben ser conscientes que si no son merecedores del respeto, tampoco lo serán en sus creencias, sus normas morales, su país, ni nada de lo que ellos crean y quieran enseñar a sus hijos.


Lo triste es que aquellos padres que no han logrado que sus hijos crean y confíen en ellos, son personas que les cuesta creer en Dios y verlo como su Padre celestial y Salvador. Los padres que no se han ganado el respeto de sus hijos, tampoco lograrán que ellos lo hagan con su fe, su moral ni nada de lo que ellos intenten con sus hijos. Es por ello que la brecha generacional es preocupante hoy, esa brecha se generó en el hogar y ahora se hace muy visible en la clase de sociedad que tenemos; necesitamos rescatar la compañía, la comunicación, el orden que se rompió en casa, busquemos momentos para compartir; la falta de respeto rompe con el aprecio y la consideración mutua, Dios es el Dios del orden y la paz, 1 Corintios 14:33.


Los padres suelen considerar a sus hijos de manera elemental y a la ligera, no consideran que los niños son los observadores más agudos, con sus cinco sentidos lo graban todo con lujo de detalles, son esponjas que absorben todo a su paso, así que los padres no pueden esperar mayor respeto de sus hijos, que el que ellos se otorguen entre sí, o el que le den a sus hijos y a otras personas.


2. ESTABLEZCA LÍMITES EN SU FAMILIA. Hijos, obedezcan a sus padres…porque esto es lo correcto. Honra a tu padre y a tu madre…si lo haces, te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra, Efesios 1:1-3. Un hogar feliz y bien estructurado, tiene límites; para mantener relaciones sanas y pacíficas es necesario establecer fronteras bien definidas, los hijos necesitan saber hasta dónde pueden llegar, qué se les puede permitir, y qué se le prohíbe, los límites específicos y claros deben definirse de la mejor manera posible, razonables y rígidos en algunos casos; los límites se quitan o se modifican en la mediad que los hijos crecen, cuando los hijos conocen sus límites, no se meterán en problemas, a menos que deliberadamente los busquen, pero mientras se mantengan dentro de sus límites, encontrarán seguridad, aceptación y aprobación por parte de sus mayores.


Vivimos en un mundo donde hay una terrible prohibición, “es prohibido prohibir” los psicólogos y muchos que se llaman expertos, prohíben a los padres el castigo, la corrección y la disciplina, aluden que hay que dejar hacer a los hijos lo que ellos quieran, si un padre o una madre corrige a sus hijos, éstos pueden denunciar a sus padres ante las autoridades. Pero la biblia nos enseña que hay que establecer corrección a los hijos para que haya orden y respeto, todo en la vida tiene límites. Toda la escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. 2 Timoteo 3:16.


Dios siendo Dios, es modelo de auto gobierno, Él es el origen de toda ley y autoridad, y ha establecido principios y mandatos para guardar límites en el universo,  la sabiduría de Dios le puso límites a los mares, para que no se extendieran más allá de sus márgenes, también demarcó los cimientos de la tierra, Proverbios 8:29.


Dios es el primero en respetar los límites, la omnipotencia de Dios no es como la imaginamos, hay muchas cosas que Él no hace, por respeto a los límites, Dios es nuestro perfecto modelo de auto gobierno, Dios no miente, por lo tanto sus promesas y sus juramentos no pueden cambiar, Hebreos 6:18. Él no puede mentir, tampoco puede morir, Él no hace que un cuadrado sea redondo, no se niega a sí mismo para perdonar y salvar a todos los que acuden a Él, Dios es amplio en perdonar, Isaías 55:7.


Todos necesitamos límites, cuánto más los hijos, los hijos deben experimentar el amor y reconocer el valor de las personas y las cosas; cuando vamos a un centro comercial, toda la mercancía tiene límites, no todo se puede tocar ni manosear a voluntad; necesitamos límites en la familia, que se ha ido resquebrajando por falta de amor, disciplina y límites. La carencia de límites ha hecho olvidar y fallar en principios morales, y en el valor de vida humana, lo vemos en la indiferencia ante niños, mujeres y ancianos, a las nuevas generaciones parece que no les importara. Una sociedad sin límites, no aprecia nada, ve todo descartable, inútil y sin valor, trasgrediendo la palabra de Dios, Filipenses 2:3.


Aún la libertad tiene límites, cuando ésta pierde sus límites, se transforma en anarquía y libertinaje descarado, muchos que gritan ser libres, en realidad son libertinos sin Dios ni ley; la persona verdaderamente libre, no hace lo que quiere, sino lo que debe. Una persona que dice ser libre para actuar como quiera y obrar a su parecer, en realidad es un pobre esclavo de la tiranía de su ego inflado y equivocado; es esclavo de su egoísmo, de la opinión y el parecer ajeno y de las circunstancias, es un muñeco y un títere de sí mismo. Todo tiene límites, ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba saliéndose de su seno… establecí sobre él mi decreto. Le puse puertas y cerrojo, y dije: hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y allí parará el orgullo de sus olas? Job 38:8-11.


3. ENSEÑE RAZONAMIENTO Y OBEDIENCIA. Vengan ahora, razonemos, para resolver este asunto, dice el Señor, Isaías 1:18a. Lo peor que le puede suceder a una persona, es que aprenda solo a obedecer sin razonar,  debo pensar el porqué de obedecer; padres enseñen a sus hijos a controlar su comportamiento, no permitan pataletas, enseñen serenidad y sujeción; que los hijos piensen lo que hacen, para que cuando crezcan, sepan hacer buenas decisiones, resolver problemas, tener en cuenta que hay opciones para construir planes para un mejor futuro cada día. A lo primero que los padres deben poner límites, es a controlar su propio comportamiento, razonar claramente sobre las posibilidades de elección, ¡Ya no sigas enojado! ¡Deja a un lado tu ira! No pierdas los estribos que eso sólo te trae daño. Salmos 37:8.


Cuando un hijo entiende las consecuencias de sus actos y su comportamiento, podrá comportarse bien cuando sus padres no estén presentes, padres somos llamados a formar buenos ciudadanos, construir adultos aptos, ayudarles a desprenderse y separarse de la niñez y la temprana juventud para que sean adultos maduros y sabios, porque lo que el hombre siembra, eso también segará, Gálatas 6:7.


Los niños nacen con la naturaleza caída, egoístas, no reconocen límites, no aceptan autoridad ni ley, queriendo manejar el mundo a su voluntad. Los padres debemos ser parte en la madurez y adaptación de los hijos para vivir como gente responsable. Cuando a los hijos se les enseña a cumplir reglas, serán personas confiables; los padres deben hablar siempre con la verdad y dar explicaciones claras para ayudar a entender a sus críos que cada acción requiere cordura y sabiduría para evitar el mal.


La única forma de ser libres, es ser responsables, así los hijos llegarán a ser aves con dos alas para volar con libertad responsable, entonces, las cumbres serán de ellos. Tú debes permanecer fiel a las cosas que se te han enseñado, porque sabes que son verdad, y sabes que puedes confiar en quienes te enseñaron. Desde la niñez se te han enseñado las Escrituras; las cuales te dan sabiduría para recibir salvación que viene por confiar en Cristo Jesús, 2 Timoteo 3:14-15, porque la disciplina y la instrucción que viene de Dios, nos hace inteligentes y prudentes.


Para formar un delincuente, todos contribuimos, para su rehabilitación hace falta la integración y acción de toda la sociedad, resulta fácil señalar y criticar, pero Dios no nos llamó a ser jueces, somos llamados a establecer el orden, establecer la verdad de Dios, los límites de Él para vivir bien y convivir en paz.


Nunca antes, como hoy, nuestros niños y jóvenes son tan vulnerables y expuestos; están a merced de depredadores sexuales y de hombres lobos, vemos a diario, como todos aquellos niños y jóvenes desamparados terminan siendo abusados, maltratados, mercantilizados, y aún asesinados por gente sin escrúpulos y perversos; los padres de ellos, descubrieron muy tarde lo que les sucedía. Hoy debemos estar más alerta que nunca, para que en nuestras familias no nos pase igual.


Nos tenemos que levantar como familia y como iglesia, unidos para señalar y exigir cambios a los medios de comunicación que trasmiten basura, antivalores y perversión. Es urgente hacerlo ahora, no cuando ya no haya vuelta de hoja, no esperemos que siga avanzando tanta perversión, que no sea demasiado tarde, no esperemos que los hijos y nietos perezcan en medio de este mar de maldad que anega la moral y los principios impidiendo crecer sanamente a nuestros pequeñitos. Es tiempo de exigir a los gobiernos que asuman su responsabilidad de poner límites en la sociedad y los medios.


Es un privilegio convertirse en padres, y vernos reflejados en ellos, para dejar huellas de bien en sus vidas y poder seguir viviendo en ellos con su buen estilo de vida; agradezcamos a Dios ser padres, abuelos y tíos pero asumamos la responsabilidad que nos compete como tal. Dios nos ha dado el don de formar generaciones inteligentes y bellas promesas humanas para el bien de la sociedad.


Gracias Señor por los hijos que nos has dado, por el privilegio que nos diste de formarlos, por los recursos que nos permitiste para educarlos, te imploramos que tomes bajo tu cuidado a todas nuestras generaciones por venir, para que sean extensión y ejemplo de verdaderas familias multiplicadoras del bien de tu reino. Amén.

Mg. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino