Pacientemente esperé a YHWH, y se inclinó a mi, y oyó mi clamor. Me sacó del pozo de la desesperación, del lodo cenagozo; puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios...Salmos 40:1-3. La depresión y la soledad son la carencia de opciones para salir de nuestra burbuja personal; todos en algún
momento de la vida hemos estado deprimidos y en soledad, y lo estaremos si no tomamos los
correctivos necesarios; la falta de Dios, la pobreza espiritual sin la oración, y el no conocer la palabra de Dios, son en gran medida causa de depresión, soledad y miedo que cargan el alma; necesitamos ver la vida como un continuo reto a vencer para crear expectativas. No entres en pánico queriendo estar siempre en tu zona de confor; aprende algo nuevo, renueva tu mente rompiendo esquemas mentales y abandona tus perjuicios. Transformate renovando tu mente sin adaptarte al mundo. Así entenderás que la voluntad de Dios para ti es buena, agradable y perfecta. Romanos 12:2-3 y Mateo 23:4.
Depresión es incentidumbre, falta de fe y esperanza en un buen futuro conforme a la voluntad de Dios, pero va unido a tu esfuerzo y trabajo por ser la persona que has soñado ser; depresión, miedo y soledad generan un sentimiento de impotencia y desesperanza que conlleva a una profunda tristeza, por eso una persona deprimida tiene problemas tan reales como imaginarios al no ser
capaz de solucionarlos ni controlarlos con cabeza fría;
Nadie está excento a la depresión, en
algún momento seremos atacados, pero podemos vencer todo esto de la mano de Dios en oración y ocupándonos en algo creativo, ya sea un hoby o una actividad que nos motive y complete. Es necesario aprender y descubrir cosas nuevas que nos produzcan un aprendizaje, aprovechando el lugar donde estamos y el tiempo para investigar, estudiar y arriegar haciendo algo productivo, como acompañar y servir a otros. He aqui yo estoy oprimido debajo de ustedes como está oprimida una carreta llena de gavillas, Amos 2:13.
Un ejemplo de depresión lo tenemos en la oración de Moisés, el profeta de Dios y el hombre más manso sobre la tierra se sentía tan infeliz, miserable, desmoralizado y deprimido que le dijo a Dios, que si realmente lo amaba, le quitara la vida, es una inconcebible oración para ser pronunciada por el padre de la fe, porque se dejó vencer por un momento, de las malas acciones y actitudes de su pueblo, pero su felicidad y libertad dependia de él mismo y su relación con Dios, no de otras personas, somos nosotros los que decidimos ser felices, libres de miedo y depresión, o quedarnos con las influencias externas negativas. Y si así lo haces tú conmigo, yo te ruego que me des muerte, si he hallado gracia en tus ojos; y que yo no vea mi mal, Números 11:15.
También tenemos la
oración del profeta Elías que deja ver su angustia y desesperanza ante las amenazas de la endiablada Jezabel, el profeta valiente que acababa de aniquilar a 450 profetas de Baal estaba harto y hastiado de tanta dificultad en su vida, tanto, que quería dejar
todo atrás y pedía a Dios que lo matara. Y él se fue por el desierto un día de camino, y vino y se sentó debajo de un enebro; y deseando morirse, dijo: Basta ya, oh Jehová, quítame la vida, pues no soy yo mejor que mis padres. 1 Reyes 19:4.
En tercer lugar tenemos la
oración de Jonás que suplica su muerte porque no vió a Ninive destruida por su pecado, es una oración
inaudita, donde el profeta Jonás pide a Dios que le quite la vida y lo saque de
este desquiciado mundo, le decía a Dios que ya no soportaba ver que los pecadores fueran perdonados. Ahora pues, oh YHVH, te ruego que me quites la vida; porque mejor me es la muerte que la vida, Jonás 4:3.
Estos vemos claramente que entramos en depresión, miedo, soledad y aislamiento cuando el hombre, aunque sea justo con Job, se encierra en su burbuja personal queriendo que se haga lo que queremos y no deseando ver la vomyntad de Dios en el mover de las circunstancias; estos varones eran buenas personas, siervos que amaban a Dios y obedecían sus misiones, exitosos y eminentes
profetas, pero la depresión pudo vencerlos sin dejarlos ver más opciones que la muerte, pero necesitamos salir de nuestra zona de confort, dejando atrás nuestros propios prejuicios y caprichos para abandonarnos en los brazos de Dios, confiando en lo que Él es y sabe hacer. Necesitamos abandonar el yo para ser liberados y sanados de la vanidad y la soberbia del ego en el alma, raíz de la depresión, el miedo, la soledad y la cobardía para enfrentar la vida con lo que venga. Eclesiastés 1 y 2.
¿Cuáles problemas contribuyen a que haya depresión, miedo, soledad, cobardía y deseos de morir?
La razón del
decaimiento de estos valientes hombres de Dios, fueron los problemas de cualquier ser humano y lo que ellos temian frente a su misión para vencer la prueba, lograr su llamado y estar por encima de la maldad del mundo de su época, de igual manera nos puede pasar a nosotros.
1. El agotamiento físico. Había una razón fisiológica por la
cual ellos oraron esta clase de oraciones, los tres estaban cansados y muy agotados, mental, espiritual y físicamente, Y dijo Moisés a Jehová: ¿Por qué has
hecho mal a tu siervo? ¿Y por qué no he hallado gracia en tus ojos, que has
puesto la carga de todo este pueblo sobre sobre mí? Números 11:11. Los israelitas eran
una extenuante carga de dirección para Moisés, era una congregación grande, casi dos
mil personas quejándose casi todo el tiempo; en su depresión Moisés
le dice a Dios: ¿Concebí yo a todo este pueblo? ¿Lo
engendré yo, para que me digas: llévalo en tu seno, como lleva la que cría al
que mama, a la tierra de la cual juraste a sus padres? ¿De dónde conseguiré yo
carne para dar a todo este pueblo? Porque lloran a mí, diciendo: Danos carne
que comamos. No puedo yo solo soportar a todo este pueblo, que me es pesado en
demasía, Números 11:12-14. Estos versículos muestran claramente que este varón de
Dios estaba completamente agotado, a causa de los errantes israelitas que se habían convertido en una
pesada carga sobre sus hombros de Moisés, y él simplemente sentía que no podía suplir
más a sus necesidades.
Por su parte Elías,
estaba hambriento, llevaba mucho tiempo sin comer y huyendo, emocionalmente estaba
exhausto y acaba de terminar una carrera a campo traviesa de casi 50 kilómetros,
había perdido sus fuerzas, estaba, rendido y debilitados al
borde de la extenuación cuando dijo: Basta ya YHWH quítame la vida, Jonás 4:3.
Jonás también había
llegado al límite porque él quería ver el castigo y el juicio de Dios sobre Ninive, y huyó de Él, por eso tuvo por prisión a un gran pez, al cual fue a parar tan pronto terminó de hacer
su predicación de avivamiento a la gran ciudad de Nínive, una ciudad con un poco más de un
millón de habitantes; teniendo en cuenta que en esos tiempos no habían hoteles
para hospedarse, ninguna clase de transporte, y mucho menos existían megáfonos
para decir su mensaje, para colmo de males, el calor era insoportable y tan
intenso que el profeta se desmayó, fue en ese momento cuando le pidió a Dios
que le quitara la vida, Jonás 4:3-5.
Estos hombres de Dios estaban tremendamente agotados, cansados y hastiados hasta llegar al límite de la depresión, así todos somos candidatos para caer en ella, Vince Lombardi, uno de los mejores entrenadores de fútbol
americano dijo: la fatiga hace cobardes de todos nosotros.
2. La perturbación Psicológica. Estos tres profetas además del
problema físico estaban perturbados y deshechos psicológica y emocionalmente.
Moisés se preocupaba por el bienestar de los demás más que por sí mismo, todos venían a pedirle
cosas que él no podía proveerles, por eso se sentía sobrecargado, la gente
literalmente le lloraba, le gritaba y le apuntaba con el dedo culpándolo de
todo, a Moisés se le agotaba la paciencia, tenía sobrecarga emocional y un
ataque de depresión, aunque él dio todo de sí mismo, una y otra vez, y cada vez que daba,
algo de fuerza salía de él. El SEÑOR Jesús supo de esto cuando una mujer tocó
el borde de su manto, entonces poder y fuerza salieron del Jesús, Marcos
5:30; Ten misericordia de mi, oh Dios, porque estoy en angustia; mis ojos están consumidos por el dolor; mi cuerpo y mi alma también porque mi vida anda en tristeza...Salmos 31:9-10.
¿Qué clase de
problema psicológico tenía Elías? Autocompasión, estaba bebiendo de la copa amarga
de la auto-conmiseración y la victimización del ego, por eso dijo: Basta ya YHVH, quítame la
vida, pues no soy yo mejor que mis padres, 1 Reyes 19:4.
Elías quitó su mirada
del SEÑOR y la pusó en las amenazas y circunstancias contrarias, solicitaba a Dios algo para sí mismo, porque por un tiempo se había imaginado que
él era el mayor profeta y mejor que otras personas, supuso que era inmune a las dificultades y a
las persecuciones, pero le llegó la hora de enfrentar el verdadero problema, su ego ante la persecución de la maldad. La perversa reina Jezabel acababa de amenazarlo con sentencia de
muerte, y en el fondo Elías no deseaba morir pues corrió un día de camino para
huir de las manos de Jezabel, lo que realmente el profeta estaba sintiendo era una profunda depresión debida a su lástima
de sí mismo, por no estar como él quería. Lucas 21:34; ¿Por qué te abates, alma mía, y por qué te agitas dentro de mi? Espera en Dios, porque aún he de alabarmo, Él es mi Dios Salvador. Salmos 43:5.
En realidad estos
profetas no deseaban morir. El problema de Jonás era terquedad y capricho deseando ver el castigo de los pecadores ninivitas, le desagradaba pensar que Dios los perdonara, Por eso Jonás se apesadumbro
en extremo y se enojó, Jonás 4:1. A pesar de que había llevado un despertar
espiritual a Nínive, se apesadumbró y se enojó porque se arrepintieron y Dios no los destruyó. El amor inquebrantable del SEÑOR nunca cesa; sus misericordias nunca terminan; son nuevas cada mañana, grande es su fidelidad. Lamentaciones 3:22-23.
Jonás había
profetizado juicio de Dios contra Ninive pero a cambio vió la salvación en la ciudad, Y oró a YHVH y dijo: Ahora, oh SEÑOR, ¿No es esto lo que yo decía estando aún en mi tierra? Por eso me
apresuré a huir a Tarsis; porque sabía yo que Tú eres Dios clemente y piadoso,
tardo en enojarte y de grande misericordia, y que arrepientes del mal. Jonás
4:2.
Jonás huyó del
llamado a predicar porque asumió en su parecer que terminaría como un tonto, y ¿por qué
prevenir del juicio, si Dios perdona tan rápidamente como nos arrepentimos?
Jonás quería que su palabra de juicio prevaleciera sobre la bondad de Dios, pero la
gente de Nínive escuchó el mensaje, se arrepintieron y Dios tuvo compasión de
ellos, Jonás 3:5-10.
Según Jonás su reputación como profeta quedó arruinada, no se deleitó en hacer la voluntad de Dios, quería lo de él mismo, por eso entró al pueblo predicando sentencia y juicio,
pero mo sabía que la gente atendería al mensaje de Dios que los perdonó y las advertencias de destrucción de
Jonás nunca se hicieron realidad, el problema mayor de Jonás era con la
misericordia de Dios, Jonás era un super patriota y amaba a Israel, sabía que
Nínive era una amenaza y enemigo de su pueblo, los ninivitas eran un pueblo de
bandidos y asesinos, eran malvados y viles, por eso Jonás deseaba verlos desaparecer ante sus ojos, y que Dios los
aniquilara, pero a la vez conocía el lado misericordioso de Dios, y a Jonás le hubiera gustado ser el profeta responsable de la destrucción de Nínive, pero terminó
sólo siendo la herramienta que Dios utilizó para salvar la ciudad, pero recordemos que el barro no puede contender con su alfarero, Isaías 45:9. Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8.
La depresión llega
muchas veces cuando algo que amamos y valoramos se ve amenazado o
es arrebatado de nuestras manos, puede ser una posesión, o un ser querido, o
puede ser alguna esperanza a la que nos aferramos y no llega. Jonás como profeta, había
guardado la esperanza de que Nínive fuera destruida, pero esa esperanza le fue
arrebatada, Salmos 109:22-25.
A la depresión la acompañan el miedo, la duda, la soledad y la cobardía, se da
cuando tenemos altas expectativas y las cosas no se dan, llegando así a la
frustración, impotencia y desánimo porque no logramos lo que queremos. Como seres humanos nos llega la depresión cuando Dios nos pide que
amemos a los enemigos, casi todo el tiempo deseamos que los enemigos reciban su
castigo o mueran para sentirnos satisfechos, pero Dios no obra así, Dios tampoco
le permitió a Jonás huir, esto causó un verdadero enojo en el corazón del
profeta que se echó a dormir, Jonás 4:3-4.
Existe mucha gente
amargada, enojada, impotente, con gran rencor y deseo de venganza que los deprime, los aisla y los acaba lentamente, porque algo en lo cual
colocaron su esperanza, fue la venganza y el castigo, pero les fue quitado su deseo.
Otros están deprimidos porque Dios les ha pedido que perdonen y amen a los que
más daño les han hecho y los odian, pero es que Dios nos pide lo que a nuestros ojos es inaceptable, Dios sabe cómo sanarnos y darnos su medicina, mediante el amor, el perdón y la obediencia a Él. Mateo 6:14-15; Porque ninguno es justo, ni aún uno. Romanos 3:10.
3. Debilidad espiritual. Moisés, Elías y Jonás, estaban mental, física, emocional y espiritualmente agotados, porque el diablo es un maestro de estrategias, ataca donde sabe que estamos vulnerables, sabe cuándo avanzar y agredir con el decaimiento, el dolor y la apatía, sabe
cuándo distraer para hacernos quitar nuestra mirada del SEÑOR para fijarnos en sí mismos haciéndonos ver como miserables; los grandes siervos y
obreros de Dios pueden agotarse espiritualmente, los hombres y mujeres fuertes
que aman intensamente al SEÑOR, podríamos estar espiritualmente débiles y
corriendo el riesgo de caer en la depresión, los siervos de Dios, ya sea que se
encuentren en las bancas o en el púlpito de la iglesia, pueden sufrir de
depresión si infringen las leyes de Dios no dependiendo de Dios ni refugiándose en Él sino en otras personas o cosas, asi tengamos que llorar larga y amargamente vayamos a Dios, eso es lo mejor, porque Dios ve nuestro corazón y oye nuestras súplicas. 2 Reyes 20:5; Porque el justo aunque caiga siete veces, se levantará, mientras los malvados se hunden en su desgracia. Proverbios 24:16..
Podemos fácilmente
meternos en problemas si somos débiles espirituales, añadido esto a problemas físicos y
psicológicos sin acudir a Dios, así el diablo aprovecha y ataca atormentándonos con depresión, miefo, soledsd, duda y falta de esperanza, perturbándos, como presa fácil, él sabe que esas condiciones trabajan a su favor y en nuestra contra, 1 Pedro 5:8; Pero Dios tiene planes buenos sobre nuestra vida, cosas para bien y no para mal. Jeremías 29:11.
Estos profetas de
Dios, acababan de experimentar grandes victorias espirituales, Moisés vivió el
Éxodo y la victoria del Mar Rojo, debería estar emocionalmente en la cima, pero
estaba en lo profundo del valle deseando morir.
¿Cuándo oró Elías y
le pidió a Dios que le quitara la vida? Justamente después del tremendo
avivamiento en el Monte Carmelo cuando Elías se enfrentó con los 450 profetas
de Baal. Fuego cayó del cielo y el pueblo se postró diciendo YHVH es
el Dios, Jehová es el Dios, 1 Reyes 18:39. Pero luego lleno de miedo y deprimido, huye de
una mujer, después de experimentar una gran victoria, pasa a experimentar una
gran depresión.
Jonás por su parte
inicia un tremendo avivamiento pero luego se enoja con Dios, predicó a un
millón de malvadas personas, pero éstas se convirtieron con la predicación y
ante el posible juicio de Dios, luego pasa Jonás al valle de la depresión. Jonás no
debía responder de esa manera, Jesús pasó exactamente por lo mismo cuando el diablo
lo tentó, después de 40 días de ayuno en el desierto, Jesucristo estaba
físicamente agotado, aunque había experimentado una gran victoria espiritual,
acaba de ser bautizado y el Espíritu del Padre había descendido sobre Él en
forma de paloma, pero aparece satanás para tentarlo. Pero Jesús no cedió a la
tentación. Así como satanás no venció a Jesús, TAMPOCO TIENE QUE DERROTARNOS A
NOSOTROS.
Entramos bajo el ataque de la depresión, el miedo, la soledad, la duda y la cobardia porque espiritualmente dejamos de confiar y mirar a Dios, para poner la mirada
en la gente, las circunstancias y en nosotros mismos. Toda persona que elude a Dios y esquiva rendirse totalmente a Él, se va a deprimir inevitablemente.
LA PROVISIÓN DE DIOS PARA LA DEPRESIÓN. Tenemos la provisión
de Dios cuando enfrentamos la depresión en rendición y oración ante la presencia y poder de Dios, allí encontramos su amorosa
provisión; Él nos abre puertas para ocuparnos, trabajar, crear, servir y aprender y le damos gracias por todo, aunque no entadamos mucho; salir de la depresión fortalece nuestra fe al ver las oraciones contestadas, aunque también debemos dar gracias por las oraciones no contestadas como esperabamos, sino a la manera de Dios, asi lo hizo Job y fue restaurado y grandemente recompensado. Job 2:10, también lo dice 1 Tesalonicenses 5:18.
¿Acaso no estaríamos
en verdaderos problemas si Dios siempre nos diera lo que le pedimos? ¿Si Dios
siempre contestara nuestras oraciones, o nos dejara sin transformar nuestro carácter para morir al ego inflado? Agradezcamos a Dios porque Él
no siempre nos da lo que queremos, sino lo que Él sabe que nos conviene y es bueno para
nosotros. Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra
debilidad; pues qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el
Espíritu Santo mismo, intercede por nosotros con gemidos indecibles, Romanos
8:26.
Dios nos da lo que realmente necesitamos.
En cuanto a la
provisión física y material, Dios conoce nuestra condición, sabe cuánto podemos soportar,
sabe cuando pasamos por un mal momento, y sabe cuánto estamos atascados con la
depresión, por lo tanto Dios siempre hace provisión para nosotros permaneciendo a nuestro lado, Éxodo 33:14, Deuteronomio 31:8, Josué 1:5, Oseas 11:8, Lamentaciones 3:31, Isaías 62:4, Salmos 94:14, etc, etc.
A Moisés Dios le dio 70
ancianos para que le ayudaran a gobernar el pueblo, Números 11:16-17. La mayoría de las
veces que nos agotamos, es porque hacemos cosas que Dios NO nos ha mandado
hacer. Dios nos da suficiente tiempo cada día para hacer decorosamente, lo que
Él quiere que hagamos. Los cristianos muchas veces sufrimos de activismo, con
el pretexto de que estamos ayudando a los demás, cuando en realidad nos hacemos
daño a sí mismos. Debemos revisar nuestra lista de actividades, porque allí hay algunas cosas que deben ser eliminadas, otras que necesitan ser delegadas, y el resto son las actividades a las que debemos dedicarnos por encargo divino. Jeremías 1:8-10.
Para Elías la
provisión de Dios fue física, un ángel del SEÑOR despertó a Elías y lo llamó para comer y beber, luego el profeta volvió a dormirse y por segunda vez el Ángel
de YHVH lo tocó diciéndole que se levantara y comiera, porque largo camino le esperaba, luego caminó 40 días y 40 noches, hasta Horeb el Monte de Dios, en realidad Elías
disfrutó de unas vacaciones que el SEÑOR le dio para descansar y le proveyó
alimento y bebida, 1 Reyes 19: 5-8. Quizá alguno de
nosotros necesite de unas vacaciones, si no puedes, recuerda lo que dijo David: YHVH me ha sido por refugio, Salmos 94:22; si no podemos tomar
unas vacaciones, necesitamos un lugar privado donde podamos conversar
largamente a solas con Dios.
La provisión para
Jonás, Jehová le dijo: Haces tú bien en enojarte tanto? Y salió
Jonás de la ciudad, y acampó hacia el oriente, y se hizo allí una enramada, y
se sentó debajo de ella a la sombra, hasta ver qué acontecería en la ciudad. Y
preparó YHWH Dios una calabacera, la cual creció sobre Jonás para que le hiciese
sombra sobre su cabeza, y lo librase de su malestar; y Jonás se alegró
grandemente por la calabacera. Jonás 4:4-6. Este es un gesto amoroso de Dios, Él
hizo que Jonás pudiera descansar y refrescarse a la sombra de una planta puesta por Dios, porque Él sabía que el
profeta tenía una necesidad física que le provocaba un malestar. Quizá algún
deprimido necesite ver al doctor para que lo examine, quizá hasta necesite un
cambio en la dieta y un poco de ejercicio.
Dios nos da la
provisión psicológica, Él hizo algo por cada uno de estos siervos profetas: A
Moisés le mostró que no podría hacerlo todo él solo, nadie puede ser
indispensable e importante en todo, a Elías Dios le mostró su poder y su cuidado, porque el profeta
estaba asustado por una mujer. Después del descanso Dios causó un terremoto por
todo el territorio, pero Dios no estaba en el terremoto, causó un gran fuego,
pero Él no estaba en el fuego, causó un tornado y un poderoso viento, pero Dios
no estaba allí, luego un suave silbido, en un susurro apacible y delicado, y
ahí sí estaba Dios, aunque Elías tenía poder contra Jezabel, Dios le mostró que el
verdadero poder estaba en la presencia delicada de Dios, que no siempre es terremotos, vientos,
ni fuego, y cuando estemos en medio de la depresión y la prueba, debemos
sintonizarnos con el susurro apacible de Dios para avanzar confiadamente y salir del terremoto de las emociones negativas y las muchas cosas por hacer...Estén quietos y sepan que YO SOY Dios...Salmos 46:10
Jonás estaba
encaprichado, pero Dios le quitó por un momento la calabacera para que pudiera
ver bien toda la ciudad, dándole una nueva perspectiva de su propio egoísmo. Psicológicamente
Dios le dio a cada uno de estos hombres, algo con que reemplazar la
autocompasión egoísta y depresiva. Espiritualmente Dios los amó, los atrajo de nuevo hacía Él,
y los hizo instrumentos de su poder, todo el tiempo Dios los cargaba en sus
brazos y los llevaba en su seno pero ellos veían lo que los rodeaba no al Padre amoroso, atento y cercano. Miren a Mí y sean salvos...Isaías 45:22.
Dios nos ama
inmensamente y nunca nos desampara por más depresión, miedo, soledad, duda y cobardia que acontezcan, aunque
nos neguemos a Él, Dios no se puede negar a nosotros, Él permanece fiel.
Podemos ver que la historia de cada uno de estos siervos de Dios, no terminó en
el valle de la depresión, ellos salieron triunfantes, Aunque ande en valle de sombra de
muerte, no temeré mal alguno, porque Tú estarás conmigo, tu presencia y tu
palabra me infundirán aliento, Salmos 23:4.
Dios nos da la
provisión no solo espiritual sino total, al mismo tiempo que Dios nos provee, material, física y
psicológicamente su ayuda, nos restaura integralmente. Cuando aceptamos la
provisión espiritual en Cristo lo físico, psicológico y material vienen por añadidura. Estas tres necesidades están ligadas en la vida en el Espíritu. Dios es
el SEÑOR del perdón, de la gracia y de la restauración, nuestro proceso no ha terminado, Dios lo sigue perfeccionando en ti y en mi hasta el día de nuestra partida de este mundo.
Si estamos
deprimidos, solos, abatidos, tristes y aislados, debemos revisar nuestra agenda, quizá alguien se siente muy vació
interiormente porque su agenda está demasiado llena de cosas innecesarias.
Debemos desacelerar nuestro ritmo de vida, sacar tantas actividades para
permitir que Dios nos dirija con su amor. Usted puede ayudarse a sí mismo, eliminando algunas
de las responsabilidades, delegar otras y dedicarse al resto, hágalo con calma
y serenidad. Recuerde, Dios nos da suficiente tiempo cada día para hacer
excelentemente lo que Dios quiere que hagamos. Por nada debemos estar afanados ni angustiados, sino traer todo ante Dios en oración. Filipenses 4:6-7.
Combata la depresión, el miedo, la soledad y el ego quitando la mirada de la gente, de las circunstancias y de sí mismo, trate esto
como lo que es: pecado, porque es echar a Dios de lado, volvamos a poner los ojos en Jesús, el
autor y consumador de la fe, Hebreos 12:2. Miremos con todo nuestro ser el maravilloso
y hermoso rostro de Jesús, repitamos su nombre día tras día, minuto tras minuto.
Digámosle continuamente, Jesús, yo te amo y te pertenezco. Al despertar,
alabémosle, al dormir démosle gracias. Sin Dios no podemos hacer nada que nos
de satisfacción y nos produzca bienestar integral. Juan 15:5-8.
Cristo es la vid, nosotros
los pámpanos, entreguémosle a Él toda nuestra vida y cada día de ella.
Sometámonos a Dios y pongamos toda nuestra esperanza en Él, para que vivamos la
vida a través de Él.
La solución de la depresión la vemos en Salmos 40. Léalo, medítelo y aprópiese de sus enseñanzas y
bendiciones para que aprendamos a saber esperar en Dios y actuar a la manera de
Dios, sin quitar nuestros ojos de Él. Permitamos que el Espíritu Santo nos ame y dirija, cuando
no nos sentimos amados y confundidos. Somos valiosos porque Él nos ama, y nos ama para poder
transformarnos, así que esforcémonos por conocer cada día más a Dios de manera personal, a
través del Hijo y la dirección del Espíritu.
Escuché este bello mensaje en un momento de gran prueba y depresión, Dios que nos ve y conoce todo lo que nos pasa, me lo permitió oír, me consoló, me ministró, me edificó mucho, me sanó y alentó mi alma. Por eso lo comparto con todos ustedes. Yo fuí primero ministrada y consolada por Dios. Ustedes también lo necesitan. Gloria al SEÑOR Todopoderoso que nunca nos abandona. Damos por gracia lo que recibimos como regalo de Dios...Mateo 10:8-18.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.