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19 oct 2019

HONESTIDAD EN-NO ROBAR- 8°.MANDAMIENTO

PRINCIPIO DE HONESTIDAD EN LA ORDEN DIVINA DE NO ROBAR-OCTAVO MANDAMIENTO

No Robarás, No hurtarás, Éxodo 20:15, Levítico 19:11 y Deuteronomio 5:19

No extorsionen a nadie, ni calumnien...Lucas 3:14b.

No oprimas a tu prójimo, ni le robes, No retengas el salario del tu trabajador en tu casa hasta la mañana, Deuteronomio 19:13.

NO ROBAR es vivir en total honestidad, y honestidad es todo acto humano que conlleva decencia, rectitud e integridad, y al mismo tiempo  representa a una persona con decoro que honra a Dios, también se honra a sí mismo y a las otras personas, dando y proyectando dignidad y valor a la esencia humana en la manera de actuar con recato moral, pudor, sinceridad y rectitud, todo lo cual es justicia en el reino de Dios y si se viola, tiene sus consecuencias. ...Nadie que robe o jure en falso puede quedar sin castigo. El SEÑOR Todopoderoso afirma: YO envío maldición para que entre en la casa del que roba y en casa del que jura en falso por mi nombre. La maldición permanecerá allí hasta que no queden ni vigas ni piedras. Zacarias 5:3-4.

No se trata simplemente de no hurtar abusando de la confianza de otros, lo cual es pecado, se trata de NO ROBAR, lo cual es iniquidad al arrebatar con agresión y violencia cosas tangibles o intangibles  que no nos pertenecen cometiendo un delito en total ausencia de escrúpulos y ley moral; honestidad tampoco es un valor relativo, es un gran principio eterno establecido por Dios en el Octavo Mandamiento: NO ROBARÁS. No tengas envidia de los hombres malos, ni desees estar con ellos; porque su corazón piensa en robar, e iniquidad hablan sus labios. Proverbios 24:1-2

La honestidad escasea y de ella poco se habla ni se enseña, debido a la falta de autoridad moral; a la gran mayoría de la gente parece no interesarle ni importarle la honestidad, por eso nadie confía en nadié y a muy pocos se les cree; la honestidad es menoscavada con un simple "no hurtes, no le quites nada a nadie," pero la deshonestidad es algo muy sucio e injustificable desde todo punto de vista, la HONESTIDAD está contemplada en las Escrituras como una orden divina que nos ordena NO ROBAR, y que debe cumplirse y mantenerse diariamente para recibir bendición y no maldición; es un principio que nos hace virtuosos desde el hogar, empezando con las relaciones personales que luego se hacen colectivas, y creando confianza y respeto mutuo en la convivencia pacífica, que honra a Dios y representa su reino en la tierra. Por todo esto, respeten al SEÑOR y sírvanle con sinceridad y lealtad. Josué 24:14a.

Asi que el Octavo Mandamiento NO ROBARÁS y no hurtarás, involucra y contiene el Principio de Honestidad que debe ser aplicarlo en todas las áreas y acciones humanas; NO es simplemente un NO apropiarnos de pertenencias ajenas para evitar problemas en la vida, sino que, SER HONESTOS, encierra un alto contenido moral de identidad y pertenencia con el Dueño de todo; si todos fuéramos rectos e íntegros en todo el contenido y peso de la palabra tendríamos una sociedad de gente honorable, confiable y segura,  lastimosamente no es así, porque la interpretación y apropiación personal del Octavo Mandamiento no se queda en lo básico ni en lo simple, Él va mucho más allá de nuestra humanidad, Dios ordena que seamos total y definitivamente honrados en todo lo que somos,  hacemos, decimos, pensamos y vivimos, especialmente hoy con los negocios y la competencia. Porque todos los negocios de la bolsa le pertenecen a Dios y Él los supervisa, Proverbios 16:11 y 11:1, Honestidad es ser confiables en todo para vivir en justicia y paz.

Este mandamiento es el más interesante de todos porque contiene a todos los demás mandamientos. ¿Por qué? Porque ser idolatras venerando ídolos, es ser infieles al Verdadero Dios vivo, y eso es deshonestidad, pues se le está robándo la gloria que le pertenece solo a Dios; el tramposo y el corrupto que toman el nombre de Dios en vano al ocupar un cargo público con la mano sobre la Biblia, juran falsamente y le roban honor, reverencia y respeto al nombre más santo y Dador de la ley; el no descansar ni tomar tiempo para Dios y nuestro descanso, es trampa para con Dios y consigo mismo, robando el honor que le pertenece a Él y nuestro tiempo de compartir con la familia; abandonar e irrespetar a los padres es robar y pisotear la dignidad familiar, deshonrándola con rebeldía, egoísmo y altanería. ¡Ay del que obtiene ganancias ilícitas para su casa, para poner en alto su propio nido, queriendo librarse de la calamidad! Habacuc 2:9.

Privar de la vida a una persona es robar la existencia humana y la soberanía al único Dueño de ella, traspasando los límites de la decencia y lo santo de la esencia humana; adulterar es robar la confianza del cónyuge con falta de moral y pudor consigo mismo y el resto de la familia, abusando de la libertad; dar falso testimonio es robar dignidad humana al inocente, falseando la verdad, mintiendo y engañando a todos con maldad e injusticia, y finalmente, codiciar encierra las más oscuras intenciones de un ladrón mezquino y desvergonzado, que no le importa Dios, ni su familia ni así mismo, apropiándose de bienes y cosas que no le pertenecen porque ya tienen un dueño, y así sucesivamente; todas estas violaciones a las leyes de Dios son una total falta de honorabilidad, honestidad y amor. Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con obras y de verdad 1 Juan 3:18.

Para el sistema del mundo la honestidad es un simple no cojas las cosas ajenas o no hagas fraude en tus pruebas académicas porque sales perdiendo, pero la honestidad bíblica se enfoca en el SER de la esencia con que fuimos creados a imagen y semejanza de Dios: No robar representa lo que somos tú y yo delante de Dios, de nosotros mismos y los semejantes; es por eso que siendo correctos e íntegros, si nos lleguen a decir ladrones y mentirosos, nos ofendemos terriblemente, pues a esa clase de personas son detestables a Dios y al bien común, y nadie las quiere tener cerca, pues no son confiables, Así como a los justos los guía su honestidad; a los falsos los destruye su hipocresía, Proverbios 11:3.

Con la honestidad dejamos gratos recuerdos, pero también con el engaño y la deshonestidad se dejan lastres humanos y cadenas espirituales duraderas que nos dañan, como si fueran heridas producidas por un arma corto punzante o de fuego. No salgas corriendo a formar pleito ante el tribunal, porque otro testigo puede desmentirte y al final no sabrás qué hacer, Proverbios 25:8

Tan sencillo y simple como edificar nuestra amistad con Dios es ser sinceros y honestos unos con otros, aún para reconocer nuestras faltas y mostrar sincero arrepentimiento con gestos de afecto y respeto; Dios no espera que seamos perfectos mientras estamos aqui, pero Él demanda e insiste en que seamos completamente honestos viviendo en la verdad, Por lo cual, desechando la mentira, hable verdad cada uno con su prójimo; porque somos miembros los unos de los otros. Efesios 4:25.

Si somos sinceros de corazón, debemos reconocer con vergüenza que en muchos casos el común denominador de la gran mayoriá es ser deshonestos al mentir con frecuencia intentando quedar bien a toda costa para ocultar malas intenciones y acciones; la realidad es que casi todos se engañan unos a otros, so pretexto de no lastimar el fuero interno de otra persona, viviendo con ocultamientos, con el mal hábito de engañar y la costumbre de mentir, todo lo cual es iniquidad y pecado que viola el Octavo Mandamiento de NO robar, y por lo general, lo que se esconde es vergonzoso y frustrante. Cuando nos interrogan por algo que se quiere ocultar, rehusamos y escondemos la verdad con engaño, máscaras y mentira tras mentira, como sucede con el adulterio, donde los infieles inventan dramas y películas para justificar las escapadas y llegadas tarde, Por lo tanto, mentimos si decimos que tenemos comunión con Dios, pero seguimos viviendo en la oscuridad del engaño, porque no practicamos la verdad, 1 Juan 1:6.

Es muy preocupante darse cuenta que la gente "de fe" aprende mucha teología y tiene la doctrina de su religión y hasta recitan versículos bíblicos, aprenden muchas artes, destrezas y profesiones, pero el problema generalizado de la sociedad es que no viven en el reino de Dios y su justicia, no conocen la cultura del reino que estableció Jesucristo en todas sus enseñanzas; a la gran mayoría le falta humildad, santidad y mansedumbre para reconocer su deshonestidad, miles de personas viven el mundo de las mentiras y el engaño como si fuera algo normal, llamando bueno a lo malo y viceversa. Por eso el común de la gente es falsa e hipócrita todo el tiempo, ¿de qué sirve tanto bagaje intelectual, capacidad profesional y supuesta espiritualidad si no hemos aprendido a SER totalmente honestos, honrados, sinceros, fieles, rectos y veraces? ¿De qué le sirve a alguien decir que segue a Cristo, si en realidad no ha sido transformado por el Espíritu de su palabra y su presencia y no conoce a Dios? La violación de los mandatos divinos es muy mala, provoca culpa y peso de conciencia porque es iniquidad delante de Dios, y el mayor inicuo es satanás. Pero dichosos los de corazón limpio porque ellos verán a Dios, Mateo 5:8.

No robarás es el único mandamiento que está abierto a lo que SOMOS en esencia cada uno, cumplir o desobedecer este mandato, nos lleva a la manera cómo hablamos, accionamos y actuamos, los demás mandamientos son específicos pero el Octavo Mandamiento es general porque toca todas las áreas de nuestra vida. Cuando Dios nos ordena, advierte y prohíbe NO robar ni hurtar nos enfoca en la Ética y moral de su reino, la Alteridad, donde el otro es tan valioso e importante como yo y en ambas caras está el rostro de Dios, y como no específica lo que NO se debe robar, ahi radica su importancia, valor y profundidad en la gravedad de las consecuencias al violarlo y pasarlo por alto con deliberada trasgresión. Hagan a los demás lo que quieren que la gente haga con ustedes. Lucas 6:31.

NO Robar y NO tomar nada que NO nos pertenece nos enfoca en Dios, Él es quien otorga y provee los bienes y las bendiciones pues todo es propiedad de Dios mientras nosotros solo somos administradores de sus bendiciones, por lo tanto debemos depender de Él y hacer lo correcto. En la sociedad los justos reclaman a gritos honestidad y justicia para que los delincuentes dejen de cometer tantos delitos y desmanes, así miles dejarían de ser hijos y amigos del diablo para que se conviertan en amigos de Dios, El ladrón satanás vino solo para robar, matar y destruir, pero Jesucristo vino para dar vida ofreciendo la suya, para que todos la tengamos en abundancia, Juan 10;10. Miraremos algunos aspectos relacionados con la honestidad.

1. Honestidad con la libertad humana. Una persona le pertenece a Dios porque Él la creó y le dio alieno de vida. Un aspecto muy importante que resalta el Octavo Mandamiento es NO robarse o no raptarse a otro ser humano, esto no es una simple falta de honestidad, es un vil delito y grave atentado contra la vida; el secuestro y trata de personas roba la libertad y la vida, matando la paz no solo del afectado, sino de un hogar y destruyendo la unidad de esa familia, tanto la vida como la familia le pertenecen a Dios pues Él las creó. El Octavo mandamiento condena el rapto de persona y la esclavitud humana, entonces ¿por qué se usa a los seres humanos como carne de cañón en la guerra y por qué se negocia con personas como si fueran mercancía de compra y venta? Esto es una total barbarie y atropello contra la dignidad e integridad humana. El que se robe a una persona, secuestrándola para venderla o tenerla en su poder, ciertamente morirá, Éxodo 21:16y Deuteronomio 24:7. Esta clase de delitos merecen penas capitales.

2. Honestidad y respecto a la propiedad ajena. Un segundo aspecto de gran magnitud que se contempla en el Octavo Mandamiento, NO Robarás, NO hurtarás, es el latrocinio, una vulgar y cínica forma de adueñarse de la propiedad ajena, como lo hace el satánico comunismo que roba descaradamente arrebatando, usurpando y expropiando ilegalmente las posesiones de los ciudadanos honestos que trabajaron para tener su techo; por eso de este mandamiento surgió el Derecho a la Propiedad Privada, con el cual se intenta proteger la tenencia honesta de las tierras, ganado, inmuebles y objetos de valor; derecho que permite crear empresas que compran y venden decentemente, con legalidad y confiabilidad lo que se trabajó y se luchó en años honradamente, son propiedades que nunca se deben quitar ni arrebatar por la fuerza y mucho menos por medios corruptos…Cuando alguno hurta un animal, lo degüella y lo vende pagará cinco veces, pero si el ladrón es hallado con el hurto vivo en la mano, pagará el doble…Éxodo 22:1-4.

El régimen totalitario y dictatorial de este siglo está desafiando a su Creador al violar este mandamiento al cometer delitos contra la comunidad haciendo caso omiso al mandato de Dios con injusticia y atropello, pasando por encima del Dueño de la tierra y del Derecho a la Propiedad Privada, lo cual es robo descarado y total crímen digno de una pena. Lee en 1 Reyes 21, lo que sucedió y que mal terminan las personas perversas y malvadas que roban y asesinan por adueñarse de un terreno, Entonces me dijo: Esta es la maldición que sale sobre la faz de toda la tierra; porque todo aquel que hurta (como está de un lado de rollo) será destruido; y todo aquel que jura falsamente (como está al otro lado del rollo) será destruido. Dice YHWH de los ejércitos, YO he hecho salir maldición sobre la casa del ladrón y del que jura falsamente en mi nombre; y esa maldición permanecerá en su casa y la consumirá, con sus maderas y sus piedras, Zacarías 5:3-4.

3. Honestidad a bienes NO materiales e intangibles. El robo a la reputación, al buen nombre, a la dignidad, la identidad, la confianza, el don intelectual y creativo de los escritos, el arte y la música se llaman Derechos de Autor. Atentar contra la propiedad intelectual y creativa de una persona, plagiando y copiando es una terrible falta de honestidad de pobreza mental y moral que se contempla como delito y que merece una fuerte sanción. La calumnia, el chismes y los rumores contra una persona, una familia o una entidad es algo infame, bajo, ruín y destructivo, casi imposible de restaurar por completo, pues siempre quedará la duda y el entredicho en el ambiente, Las riquezas mal habidas no son de provecho, pero la honradez libra de la muerte, Proverbios 10:2.

4. Falta de honestidad por traición, es otro aspecto de NO Robar. Ser desleal y cometer felonía, comúnmente llamado abuso de confianza, es engaño con extralimitación de confianza, saberes y conocimientos específicos dentro de una labor desempeñada o una tarea encomendada. Ausencia de honestidad es la compra-venta de cosas que han sido robadas y con adquisición fraudulenta de trampa y mentira, o a sabiendas vender un producto imitado, defectuoso, y que no funciona como se presume. Falta de honestidad es manipular y engañar los sentimientos de otra persona intentando obtener algún beneficio personal o sexual. Que ninguno agravie ni engañe en nada a su hermano; porque el Señor es vengador de todo esto, 1 Tesalonicenses 4:6a. Por lo tanto, la intención de este mandamiento es evitar que caigamos en la iniquidad del robo, la traición y el latrocinio, y que seamos justos al conservar una vida honorable, de moralidad, honestidad, honradez y justicia en todos los aspectos y áreas de nuestra vida. ¿Crees que la falta de honestidad es algo tonto y pequeño? Si es así y te causa gracia o indiferencia este principio del Octavo Mandamiento, entonces no conoces a Dios y no eres salvo, te has amoldado al mundo y no a tu Creador ni a su palabra, por lo tanto, debes saber que los ladrones y los tramposos están en el mismo nivel de los homicidas ante los ojos de Dios, y que transgredir este mandato es algo muy serio, El que practica el engaño no vivirá en mi casa; el que habla mentiras no permanecerá en mi presencia, Salmos 10:7.

Si somos realmente honestos, tendríamos que aceptar que nuestro objetivo no es dejar de pecar, sino obedecer a Dios viviendo la cultura de su reino donde el pueblo de Dios es Juez y representante, y por lo tanto cada miembro del Cuerpo de Cridto es responsable de su fe, su testimonio y su espiritualidad, estando atentos a sus instrucciones para llevarlas a cabo; desconocer y desobedecer la palabra de Dios, conduce a toda iniquidad y pecado de delitos que dañan a todos, lo cual no solo es condenable por nuestro Padre celestial sino también por las leyes humanas; lo lamentable de todo esto es que el engaño y la deshonestidad se pasean rampantes con el apoyo de los corruptos y delincuentes de cuello blanco que contribuyen al latente delito y las mentiras contra la gente de bien, pues la doble moral y el doble ánimo manejan las máscaras de las personas sin principios ni temor de Dios. El SEÑOR aborrece a los mentirosos, Apocalipsis 22:15; y los de doble ánimo NO son nada confiables debido a la inconstancia de todos sus caminos. Santiago 1:8Parafraseado.

Los padres de familia estamos llamados a formar a nuestros hijos con principios eternos como el de la honestidad y la rectitud, atributos que emanan del mismo Dios. Números 23:19 y Tito1:2; nuestro carácter y personalidad deben ser ejemplo a niños y jóvenes, puesto que una persona honesta y recta es persona de verdad, alguien confiable que se gana el respeto y la confianza de los demás. Ser honestos es actuar sobre la base de la bondad y la justicia, por lo tanto, los padres y abuelos debemos enseñar a los más jóvenes con el ejemplo, desarrollando conocimientos y practicas reales de rectitud a toda prueba en todas las áreas de la vida, empezando por los sentimientos, emociones, vivencias, experiencias y habilidades, así todos podremos vivir felices y en paz recibiendo alabanza y reconocimiento de Dios en nuestra manera de vivir. Camina en su integridad el justo; sus hijos son dichosos después de él, Proverbios 20:7.

El mandato de No Robar y su extensión al principio de honestidad, cobra importancia si miramos las cabezas de quienes representan la autoridad gubernamental, las naciones tienen el común denominador de gobernantes corruptos, que, mediante el tráfico de influencias, abuso de autoridad y leyes impías se enriquecen desmedidamente robando los tesoros públicos y explotando a su arbitrio los recursos de su nación. Peor aún, roban, hurtan y usurpan el derecho de propiedad cuando a miles de personas se les negocia indebidamente su terreno para urbanizar; o cuando se apoderan a la fuerza y con engaño de los terrenos, con fines de lucro, todos los que hacen esto son ladrones y malhechores que esperan ser enjuiciados por el Dueño de la tierra, Dios, porque la tierra es de Dios y Él ha dado a muchos el poder de ganarla con su trabajo y su esfuerzo. Él Eterno es Justo y Defensor del derecho, Salmos 24:1.

El robo es crasa maldad desde toda óptica por donde se mire, el robo y el hurto son la sanguijuela de la sociedad, un continuo pecado de injusticia que genera violencia, odios, tristeza, guerras, venganzas inseguridad y muerte. ¿De dónde vienen las guerras y los pleitos entre ustedes? ¿No es de sus pasiones, las cuales combaten en sus miembros? Codician, y no tienen; matan y arden de envidia, y no pueden alcanzar; combaten y luchan, pero no tienen lo que desean, porque no piden. Santiago 4:1-2. Hay que pedir en oración a Dios para tener lo que necesitamos y no transgredir el Octavo Mandamiento.

La honestidas nos hace coherentes a la vida de fe en el reino de Dios, como ciudadanos integros, sinceros, verdaderos y con la justicia del reino, la cual ayuda  y construye nuestra propia identidad de hijos de Dios y con sentido de pertenencia al reino santo; así que, somos correctos en toda la extensión de la palabra, con nuestros actos, hablando siempre la verdad, no teniendo nada que ocultar, armonizando con las normas, hablando de manera sincera y cumpliendo con los compromisos y horarios; la honestidad arraigada nos hace incapaces de robar, tendremos paz interior, felicidad, amistades, credibilidad de la gente, confianza; respeto y seguridad para ser promovidos y elegidos por SER AUTÉNTICOS…Lo que quiero es que ustedes vean que muchos están decididos a ayudar para demostrar la sinceridad del amor verdadero, 2 Corintios 8:8.

Aprendamos, interioricemos y practiquemos el principio de honestidad para poder conocernos mejor a nosotros mismos, y que gocemos de libertad para expresar lo que sentimos y pensamos, así aborreceremos toda forma de mentira, tendremos la capacidad de juzgar con autoridad, podremos cumplir promesas y luchar limpiamente por lo que queremos, nos quedará más fácil devolver lo que nos han prestado, distinguiendo entre lo correcto y lo torcido, entre lo santo y lo contaminado. porque las riquezas obtenidas deshonestamente no duran mucho, Proverbios 21:6. ¡Amén, gloria a nuestro Dios!

Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.