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13 nov 2015

ECHEN LAS REDES PARA PESCAR


ECHAR LAS REDES DEL EVANGELIO PARA PESCAR ALMAS
Basado en Ezequiel 47:1-12.

Y volviendo yo, vi que en la ribera del rio habían muchísimos árboles a uno y otro lado….Y habrá muchísimos peces por haber entrada allá estas aguas, y recibirán sanidad; y vivirá todo lo que entre en ese río. Y junto al río, en su orilla, estarán los pescadores…será un tendedero de redes, y por sus especies serán los peces tan numerosos como los peces del Mar Grande…Ezequiel 47:7-12.

…Jesús dijo a Pedro: Remen mar adentro, y echen sus redes para pescar…Lucas 5:1-11.

 

Y les dijo: echen la red al lado derecho de la barca y hallarán pesca. Entonces la echaron, y no podían sacarla por la gran cantidad ce peces…Juan 21:6.


Muchas personas luchan toda su vida, tratando de vivir lo que es la fe, algunos alcanzan respuestas en su cotidianidad, otros más fuertes reciben favores de Dios, pero los más osados reciben milagros, sobrenaturales. La biblia es muy clara en afirmar lo que es la fe de Dios y la fe en Dios: Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve, Hebreos 11:1.  La fe sin obras es muerta, Santiago 2:14-17, y sin fe es imposible agradar a Dios, Hebreos 11:6.


El profeta Ezequiel tuvo una visión increíble donde la misma mano de Dios lo llevó a la cima de una montaña, allí se le apareció un hombre cuyo aspecto era como el bronce, Ezequiel 40:3; esta es la misma visión de Juan en la Isla de Patmos, Apocalipsis 1:15; los pies de ese Hombre eran semejantes al bronce bruñido que brilla refulgente en un horno de gloria; esa persona que se les aparece a los dos siervos, no es otro que el mismo Señor Jesucristo. Él les reveló a ambos, maravillosas visiones de la gloria del Padre, para la edificación, crecimiento y avance de la Iglesia de Cristo. Allí se nos dice lo que debemos SER y hacer en los últimos tiempos mientras se acerca la Segunda Venida del Hijo de Dios.

En Ezequiel 47; 1-12, Dios en su soberanía y amor nos ha revelado lo que es la fe, lo que conlleva la fe, los procesos que lleva crecer y fortalecerse en la fe, lo que implica tener y vivir la fe y los resultados que produce la fe, porque la fe es sobrenatural, pues procede de Dios para todo aquel que cree en Dios, le cree a Dios y vive para Dios.

1. Ezequiel 47:1-2. En la visión el profeta es llevado a la puerta del templo, ese templo representa al templo vivo que es Cristo y cada miembro de su cuerpo; es Jesucristo quien nos muestra al Padre, Juan 14:9. Jesús es la raíz y fuente de la fe verdadera, esa FE que permite ver milagros, prodigios y maravillas. Cuando el texto habla de llevar una cuerda en la mano para medir, significa que Jesucristo será el juez para el impío, pero abogado para el justo, porque a Él le ha sido dado por el Padre todo el juicio a las naciones, Juan 5:22-29.

2. Ezequiel allí vio una corriente de agua que fluía hacia el oriente por debajo de la puerta del templo y pasaba por la derecha de la puerta sur del altar. Si nos remitimos a la distribución de las tribus de Israel alrededor del Tabernáculo, sabremos que al oriente estaba Judá, cuya raíz hebrea significa agradezco y reconozco a Dios, la Tribu de Judá era la encargada de ministrar la alabanza y la adoración a Dios.

La corriente de agua representa en la Biblia al Espíritu Santo y la Palabra de Dios; el Espíritu Santo nos provee la fe como fruto y como don, la palabra nos fundamenta en la fe, Así que la fe es por el oír, y el oír la Palabra de Dios, Romanos 10:17. Al correr las aguas por el oriente donde residía Judá, nos indica que debemos adorar y alabar a Dios al reconocerlo en la totalidad de nuestra vida siendo agradecidos por todo y en todo. La alabanza y la adoración no sólo mueven el corazón de Dios, sino que también confunden al enemigo y lo hace huir de nuestra vida.

3. Ezequiel 47:3. Salió el varón hacia el oriente llevando un cordel en la mano…Dios llevó al profeta a lo largo de la corriente del agua y, mientras avanzaban, iba midiendo, cuando llegaron a los 530 metros, el agua les llegaba a los tobillos. Caminar con Cristo es una aventura diaria de vida y sorpresas increíbles sobre las cuales Dios nos va llevando en crecimiento espiritual desde el momento de la conversión y el nuevo nacimiento. Las aguas a los tobillos simbolizan el comienzo de la vida de fe dentro de un cristianismo práctico que muestra a Cristo.

4. Ezequiel 47:4a. Avanzaron otros 530 metros y caminando dentro de la corriente, el agua les llegó a las rodillas. Esto simboliza un paso más en la fe de alguien que anda con Dios. El agua a las rodillas, nos recuerda que somos débiles y limitados, que solos no podremos vencer para poder caminar con pasos firmes por la vida, Porque separados de Mí, nada podréis hacer, Juan 15:5. Esto nos exhorta a doblar rodillas, a clamar a Dios y nadar más fuerte contra la corriente de este mundo que está arrastrando a miles hacia la hecatombe final, es tiempo que la fe del cristiano se deje ver para que Dios la respalde con maravillas, milagros y prodigios, porque si tenemos a Cristo en el corazón, mayores cosas que las que Él hizo, haremos en su nombre, Juan 14:12.

HOY más nunca necesitamos de una fe firme, valiente, esforzada y osada para no caer ni dejarnos ahogar en medio del mar de maldad que el mundo nos presenta. por eso Dios continuamente nos está hablando para fortalecernos y sostenernos en el camino, Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: Esforzaos, no temáis; He aquí que nuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá y nos salvará, Isaías 35:3-4. Porque la FE se hace crecer por la obediencia y vivencia de la Palabra de Dios.

5. Ezequiel 47:4b. Midió otros 350 metros y lo hizo pasar por las aguas hasta los lomos. El agua hasta la cintura, nos habla claramente de un esfuerzo mayor que debemos hacer para seguir avanzando en nuestros proyectos y propósitos de vida. Los lomos representan entendimiento, preparación y compromiso para el servicio y el trabajo en la obra, y en nuestras propias responsabilidades adquiridas como miembros de una familia, prójimos de un vecindario y ciudadanos de una nación.

Hoy, más que en otros tiempos de la historia, la Iglesia del Cordero requiere con urgencia que salga a ganar almas, discipulando, evangelizando y presentando el amor de Cristo con un estilo de vida, único y verdadero, que impacte e inquiete al mundo, y haga huir al diablo y sus potestades; este nivel de fe conlleva sacrificio, empeño, renuncia, generosidad y privación, aún en contra de nosotros mismos e imitar a Abraham, él creyó en esperanza y contra esperanza, para llegar a ser padre de muchas gentes, conforme a lo que se le había dicho; así será tu descendencia, Romanos 4:18. Porque fe es esperar con paciencia los tiempos del Eterno, para recibir en el momento oportuno lo que Él nos ha prometido. Fe es moverse en UNIDAD, perdón, y reconciliación, acompañado de compañerismo leal, verdadero y trasparente en la congregación de los llamados hijos de Dios y redimidos de Cristo.

6. Ezequiel 47:5. Midió otros 350 metros, y era ya un río que no se podía pasar sino a nado, porque las aguas habían crecido demasiado. Este hermoso texto, nos enseña que así como Dios siempre trabaja y nunca se duerme ni estanca, así debiera ser la vida de un verdadero creyente y de un genuino discípulo de Jesucristo, el camino de los justos es como la luz de la aurora, que va en aumento hasta que el día es perfecto, Proverbios 4:18. Crecer en la fe, es avanzar en el reino de Dios, es abundar en el fruto, es abandonarse en los brazos de Dios, es confiar en que Él todo lo puede aunque tengamos el agua al cuello, y estemos en una situación apremiante, la seguridad en Dios nos dará la victoria, 

A toda persona, le llega en la vida un momento en que sus habilidades y autosuficiencia, le impedirán permanecer, apenas sobrevivirá. Ese es el tiempo que Dios usará para entrenarlo en la fe y que aprenda a confiar en Él. Cuando entramos en su reposo, podemos nadar sobre el mar de las circunstancias, agitando las aguas de la prueba con los brazos de la fe y la esperanza; puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de la fe, Hebreos 4:1-16 y 12:1-2.

Así como nadar es una actividad natural de bajo impacto dentro del agua, pero que involucra todo el cuerpo (espíritu, alma y cuerpo); así llegará un punto en que nuestro caminar con Cristo, determine un abandono absoluto de nuestra vida a Dios. Estaremos listos para descansar en sus poderosas manos y flotar en las aguas del Espíritu Santo y la Palabra, dependiendo totalmente de la gracia sobrenatural del Todopoderoso, lo cual impedirá que seamos golpeados y movidos como olas, o zarandeados como frágiles barquitos en las artimañas del enemigo y la corriente del mundo.

7. Ezequiel 47:6-9. Luego se le preguntó al profeta si había observado bien, y fue llevado a la orilla del río; en la ribera había muchísimos árboles a uno y otro lado, esas aguas salían del oriente (fe que alaba) y recibían sanidad (fe que libera) Y toda alma viviente que nade por donde entren estos dos ríos (Espíritu Santo y la Palabra) por haber entrado estas aguas, recibirán sanidad (pecado vencido, injusticia y violencia reducidos a nada), todo lo que entrare a ese río vivirá (avivamiento y despertar espiritual).

Toda esta visión nos revela el poder del Espíritu Santo obrando en la Fe de la Iglesia, al orar e interceder poderosamente a la vez que lleva el evangelio a la casa, al vecindario, a su país y hasta lo último de la tierra. Así Dios derramará un gran avivamiento, en un poderoso mover y fluir del Espíritu Santo, estos últimos días. Así como el profeta no podía comprender lo grandioso y sublime de la visión, así Dios nos dejará perplejos y asombrados cuando despierte las almas que están muertas en este país y la unidad de su iglesia, sea una realidad..Para eso debemos hacer nuestra parte.

La revelación de Dios es gradual, porque empezamos como bebés con el nuevo nacimiento, luego maduramos en nuestro proceso de intimidad con Dios y llegamos a ser ancianos que nadan en el río de Dios. Cuando nadamos no nos apoyamos en la superficie del suelo, sino que flotamos y dependemos del flujo del agua, en algunos casos, es la única opción para pasar al otro lado. Jesús les dijo a los discípulos que pasaran a la otra orilla, y los haría pescadores de hombres, Mateo 4:19 y Marcos 4:35. Del mismo modo hoy Dios anhela que sus hijos, estemos en una dimensión de fe, que solo el amor y la obediencia a Él, nos impulsen a ganar almas y apoyarnos mutuamente, por el poder del Santo Espíritu, dejándonos guiar divinamente para hacer la obra del Ministerio con la eficacia, eficiencia y excelencia que vienen de arriba.

Los tesoros escondidos de Dios no se logran chapoteando como niños en la superficie o en la orilla del río, sino profundizando en las aguas del Espíritu, por la comunión y amistad insondables, lo cual hará que se produzca la mayor pesca imaginada, de los grandes peces que se encuentran en la profundad. Así como para lavarnos el cuerpo demanda abundancia de agua, más que para lavarnos solo los pies, nuestra comunión con Dios, debe abundar en profundidad para que venga la pesca milagrosa.  Así las aguas vivas que salen del trono de Dios, saltarán para vida eterna, trayendo supervivencia y multiplicación en las red de cada pescador.

Si la iglesia se lava de todo pecado, de toda tibieza espiritual, de toda apatía, y de toda indiferencia con los que se pierden, así el río de Dios hará que broten árboles en el desierto, y manaderos de agua en las soledades, Isaías 35:1-2 y 43:19. Los servidores, seguidores, soldados y discípulos de Cristo, seremos verdaderamente árboles plantados junto a las corrientes de las aguas, dando fruto a su tiempo, sin que disminuyan las fuerzas, y todo lo que hagamos en la obra de Dios y en nuestras propias vidas, reverdecerá y será prosperado, Salmos 1:3.

Si queremos ver las nuevas generaciones en la presencia de Dios, tenemos que esforzarnos en nadar continuamente en el río que fluye del trono de Dios. El resultado será que muchos creerán, confiarán, vendrán, se transformarán y se salvarán; porque todo aquel que cree en Cristo, de su interior correrán ríos de agua viva, Juan 7:38-39. Podremos vivir lo que dijo el profeta inspirado por el Espíritu Santo: En aquel tiempo habrá un manantial abierto para esta casa (Colombia) y para sus habitantes, por haberse purificado del pecado y de la inmundicia, Zacarías 13:1.  Dios hará cosa nueva en esta nación, los hombres dejarán de hacer mal, y no se dañarán unos a otros, porque esta tierra, será llena del conocimiento de Dios, como las aguas cubren la mar, Isaías 11:9. Para justicia estarán los gobernantes y los servidores del reino del Altísimo, presidirán en justicia y juicio, Isaías 32:1.

Llegó el momento de nadar y flotar en las aguas del río celestial, dejar el acomodo y el conformismo de la orilla y bogar mar adentro para echar las redes con el poder de la fe, Lucas 5:1-8.

Este es un mensaje que salió del corazón de Dios, el día de hoy, cuándo mi hija me comentó, que no entendía lo que era la fe, El Espíritu Santo comenzó a enviarme su palabra, y aquí está. La comparto para todos aquellos que adoran a Dios, se apasionan por Cristo y anhelan ser pescadores de almas con las redes del Rey.

¿Y qué de ti? ¿Irás a pescar? ¿Por dónde empezarás? ¿Estás con el agua a los tobillos, a las rodillas, al lomo, o estas nadando y flotando en el río?

HIJO DEL HOMBRE NUESTRO MÁXIMO EJEMPLO


EL HIJO DEL HOMBRE SE HIZO CARNE 
PARA SALVARNOS Y DEJARNOS EJEMPLO DE VIDA.

Y comenzó a enseñarles que el Hijo del Hombre debía padecer, y ser rechazado por los ancianos, los principales sacerdotes y los escribas, y ser muerto, y después de tres días resucitar. Marcos 8:31.

Jesús ante el concilio y la pregunta del sumo sacerdote, de si Él era el Cristo, el Hijo del Bendito le respondió: tú mismo lo has dicho, YO SOY, y les digo que desde ahora verán al Hijo del Hombre sentado a la diestra del poder de Dios, viniendo sobre las nubes del cielo. Mateo 26:64 Marcos 14:62 y Lucas 22:69. 

Y dijo Esteban: he aquí veo los cielos abiertos, y el Hijo del Hombre de pie a la diestra del Padre. Hechos 7:56.

Se enseña mucho acerca de la divinidad de Cristo y muy a menudo se pasa por alto su humanidad, lo cual debe saber todo ser humano para que aprendan de El y dejen de ser simples mortales naturales, que en alguna medida, dejen de desear figurar y lucirse para ser reconocidos entre la gente como sobresalientes y especiales, ese es el pensamiento común de la gente; lo hacen muchos porque no conocen a nuestro Salvador que es el mejor y máximo modelo de vida humana, pues siendo Dios se hizo hombre humilde, santo y manso para venir a salvarnos, el común de la gente no conoce su posición en Cristo, por eso no están seguros de quienes son, de dónde vienen, a dónde van, qué deben hacer, ni a dónde pertenecen; el hombre natural realiza una labor para recibir alguna recompensa. Pero nosotros todos; con el rostro descubierto, reflejamos como en un espejo la gloria del SEÑOR, porque somos transformados a su semejanza con más y más gloria, por la acción del Espíritu del SEÑOR. 2 Corintios 3:18. 

El Hijo del Hombre es un título mesiánico usado en arameo y hebreo, Ben Ha-Adam para describir a nuestro Salvador que se despojó de su posición en el cielo como Hijo de Dios para bajar a la tierra en la condición de Hombre, semejante a los hombres, un ser humano de carne y hueso con alma y espíritu; en hebreo despojarse es katá pantá, signigica abandonar la esencia de su propia naturaleza divina para despojarse de su divinidad y hacerse hombre de carne y hueso. Isaías 7:14; Zacarias 9:9, Mateo 11:29, Hebreos 2:9, Filipenses 2:7. 

Jesús era completamente Hombre y completamente Dios al 100%, era la divinidad encarnada en un cuerpo de hombre, semejante a Adán y a todos los hombres, por eso se le llama el Hijo del Hombre; es nuestro SEÑOR y Dios tomando forma humana para habitar entre nosotros, pero conservando sus atributos divinos de sabiduría, santidad, poder y perfección para hacer milagros y maravillas; nació como todo ser humano, fue niño pero creció y maduró, después de su resurrección conservó su cuerpo humano, para ser Hombre-Dios eternamente y para siempre, como lo registran: Mateo 26:29, Lucas 24:39-43, ...Este mismo Jesús que ha sido tomado de entre ustedes al cielo; así volverá como lo han visto ir arriba, Hechos 1:11; Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo Hombre. 1 Timoteo 2:5..  

Tenemos la certidumbre de que Jesús es único que conserva la unión hipostática entre Hombre y Dios, es decir, lo invisible de Dios era visible en Cristo, gracias a que Dios se hizo hombre, tenemos fácil acceso directo con el Padre, en una hermosa relación íntima con el Hijo, único humano santo y libre de pecado, algo que ningún otro puede sostener de sí mismo, y su cuerpo limpio no pudo ocultar su deidad. 1 Reyes 8:46, Salmos 51:5; Él era el único Hombre especial que podía remover la caída del primer Adán, viviendo la vida perfecta en obediencia al Padre, Juan 8:29,  Él no solo murió por nosotros, vivió por nosotros, y mientras estuvo en la tierra hizo la voluntad del Padre, Juan 5:30, cumpliendo la ley con toda justicia. Mateo 3:15.

Jesús es el postrer Adán que trajo éxito donde el primer Adán falló en el cumplimiento de la ley y las instrucciones de Dios, hizo lo que se requería y que Adán no pudo, así transfirió su justicia en aquellos que ponen su fe en Él para recibir perdón de pecados y salvación, 2 Corintios 5:21 y Filipenses 3:9; la sangre de los animales no era suficiente para quitar el pecado, esa es la razón por la cual, Jesús, el postrer Adán se entregó así mismo como Cordero para el sacrificio quitando los pecados del mundo. Por lo cual debía ser en todo semejante a sus hermanos, para venir a ser misericordioso y fiel sumo sacerdote en lo que a Dios se refiere, y así expiar los pecados del pueblo. Hebreos 2:17.

Ahora el SEÑOR Jesús está al lado del Padre como Gran Sumo sacerdote, que aboga, intercede y media a nuestra favor ...Mas no ruego solamente por estos, sino también por los que han de creer en Mí, por la palabra de ello. Juan 17:20. 

El Hijo del Hombre requería conducta intachable e impecabilidad total, pués en su vida terrenal estaba expuesto a todo lo que cualquier humano está expuesto, con toda necesidad física, fisiológica, emocional y mental, pero sin pecado; en su concepción virginal demostró que el pecado sobra en la vida del hombre, y no es un componente con el cual hemos sido creados; recordemos que Dios creó a Adán puro, inocente, sin pecado y con la capacidad de no pecar, pero cayó y se convirtió en pecador porque rompió la ley y los principios de Dios, ahora somos culpables porque pecamos como Adán. Por tanto, como el pecado entró al mundo por un hombre, y por el pecado la muerte, así la muerte pasó a todos los hombres, por cuanto todos pecaron. Romanos 5:12.

El Únigénito del Padre, hecho Hombre pudo desafiar a sus oponentes que lo probaban de ser culpable, Juan 8:46, y ni  siquiera Pilatos, el gobernador pudo hallar culpa alguna en Él, Juan 18:38, también la esposa de Pilato reconoció a Jesús como un Hombre justo, Mateo 27:19, por eso llegó a ser el Cordero perfecto y sin defecto a favor de la humanidad como lo narra Isaías 53.

Nuestro SEÑOR Jesús no pecó, no porque conservará su naturaleza divina, sino porque echó mano de todos los recursos que le fueron dados en su humanidad: Amaba al Padre, atesoraba la palabra y meditaba en ella; oraba continuamente, confiaba en la sabiduría y voluntad de Dios, se sujetaba y obedecía la palabra del Padre y confiaba en el poder sobrenatural del Espíritu Santo para hacer todo lo que se le había encomendado. No puedo yo hacer nada por mi mismo; según oigo, así juzgo; y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, la del Padre. Juan 5:30.

Jesús ha sido el único Hombre que superó todas las pruebas que el primer Adán no logró, y al vencer, fue revestido de todo el poder del Espíritu Santo para hacer milagros, así leyó Él mismo una profecía que se cumplió en Él, en el libro de Isaías 61:1-2, El Espíritu del SEÑOR está sobre Mí, fue llenó en toda su vida de poder para su Ministerio y era respaldado en todo por la palabra de Dios, venciendo al enemigo al citar las Escritura, y ratificando: está escrito; aún en su oración agónica del Getsemaní el SEÑOR estaba comprometido con la oración. Lucas 22:42-44.

El Dios hecho Hombre no era superior en su humanidad a otros hombres, era un hombre real, su humanidad y su divinidad no encajaban la una con la otra, de lo contrario hubiera sido un súper humano, así no hubiera podido ser nuestro sustituto en el madero, pues debía ser como nosotros. Él Hijo de Dios no dejó de ser Dios, ni se convirtió en un dios menor, Jesús siguió siendo plenamente Dios, habitando corporalmente toda la plenitud de la deidad en Él. Colosenses 2:9.

Jesús vino a vivir entre los hombres como Emanuel, Dios con nosotros, para salvar voluntariamente a una humanidad caída y rebelde, renunciando a su trono celestial; en su infinito amor se vació y renunció de sí mismo a su posicion de gloria para rescatarnos del lazo del adversario, y dar así cumplimiento al Proto Evangelio de Génesis 3:15, lo cual registran Mateo 1:18-24 y Lucas 2:1-7. El Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros, Juan 1:14 y Se despojó a sí mismo y tomó forma de siervo para ser semejante a los hombres. Filipenses 2:7.

El santo de Dios bajó al nivel de un hombre sobre la tierra pero sin pecado y pudo decir; ¿Quién de ustedes me condena de pecado? Juan 8:46; en su misión hubo un proceso de intercambio temporal de lo divino a lo humano haciéndose semejante a nosotros; el Dios Espíritu invisible se hizo carne visible tomando forma del un hombre que nace, crece, lleva a cabo su misión, y finalmente muere a este mundo, pero resucita glorificado para ascender triunfal a su lugar celestial de origen…Haya pues en ustedes, el sentir que hubo en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no escatimó el ser igual al Padre, ni se aferró a su deidad; sino que estando en la condición de Hombre, se humilló así mismo, siendo obediente hasta la muerte, y la muerte de cruz… Filipenses 2:1-11.

Cristo era igual al Padre pero desistió de esa igualdad para hacerse servidor y libertador de todos, en su trayecto por la tierra y estando en el mundo vivió más cerca del Padre que cualquier otro ser humano, así fue libre de todo pensamiento pecaminoso, eso era lo que debía comunicar a sus criaturas, debía mostrarnos que siendo humanos podemos agradar a Dios en santidad, la mejor forma de enseñar era volverse humano para alcanzarnos de manera directa y personal, Pedro y Juan, sus más íntimos amigos testificaron de su pureza. El Cordero sin mancha y sin contaminación. 1 Pedro 1:19, No cometió pecado ni se halló engaño en su boca 1 Pedro 2:22 y 1 Juan 1:8-10.

Dios hecho Hombre se humilló y se olvidó de sí mismo hasta llegar a la muerte; pero mientras vivía amó, acompañó y ayudó a la gente con el poder por sus atributos divinos visibles y que Él mismo corroboró: Ciegos ven, cojos andan, los leprosos son limpiados, los sordos oyen, los muertos son resucitados, y a los pobres se les anuncia el evangelio. Lucas 7:22; de manera inusual y desacostumbrada entre los hombres, Jesús hacía hazañas sobrenaturales e impecables, dejando una huella universal y eterna de amor y bondad; Él manifestó en la tierra las características propias del Hombre, santo. Pues para que sepan que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados, le dijo al paralítico: levántate, toma tu cama y vete a tu casa. Mateo 9:6.

El Hijo del Hombre llegó a ser el más grande entre los hombres, algo que ha sido imposible de negar en el transcurrir de la historia, notorio y sobresaliente frente a los religiosos y políticos de su época que les costó creer en Jesucristo, porque Él no vino con poder político ni militar, como ellos esperaban que fuera su Libertador profetizado; era un ser celestial conocido como su Ben Ha-Adam, Hijo del Hombre, Juez Justo y Abogado perfecto que los libraría del yugo romano en el día final. Hijo de Hombre, YO te envío a los hijos de Israel, a una nación de rebeldes que se han rebelado contra Mí; ellos y sus padres se han levantado contra Mí hasta este mismo día. Ezequiel 3:1.

Ellos esperaban que Él hiciera una entrada triunfal al estilo de los grandes paladines, que saliera de una notable y rica familia de renombre, según ellos conceptuaban, alguien que no se untara de pueblo, que demostrara un agudo sentido de superioridad, hablando las grandes palabras de un líder político que se relaciona con los grandes, pero todo esto discrepaba de la forma en que Cristo hizo su aparición en la tierra, como se comportaba, hablaba y se relacionaba con el pueblo. Vino el Hijo del Hombre, que come y bebe con los hombres, y ustedes dicen: Miren a un hombre glotón y bebedor de vino, amigo de recaudadores de impuestos y de pecadores. Pero la sabiduría se justifica por sus hechos. Mateo 11:19.

El Hijo del Hombre no solo destaca la realidad de la naturaleza humana, sino su inofensiva actitud cuando a nadie ofendió ni dijo palabras imapropiadas, porque se asemejaba y se asociaba a un ser angelical que amaba, hacía el bien y traía justicia y juicio a la tierra, Él era a quien un día, los hombres tendrían que darle cuentas. Según las raíces semitas, este título aparece algo más de 100 veces, en la forma en que Dios se dirigió al profeta Ezequiel cuando hablaba con él en visión y en varias ocasiones nombra Hijo de Hombre. Ezequiel 2:1-8 y 3:1-3. 

También en la visión de Daniel dice que venía Uno como Hijo de Hombre, Daniel 7:13-14, esto identifica a Cristo como Hijo de Hombre que venía en las nubes para acercarse con gran esplendor al Anciano de Días, para recibir en su mano dominio, gloria y reino eterno, lo cual fue confirmado por el Padre en Mateo  24:30, al final de los tiempos cuando el Hijo del Hombre vendrá para recoger la cosecha, y llevar a sus escogidos de todos los extremos de la tierra; Hijo del Hombre también es el título usado por los apóstoles y los escritores neo-testamentarios, Lucas 9:44, Romanos 8:3 y Apocalípsis 14:14. Cuando llegó Jesús a la región de Cesarea de Filipos, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres, que es el Hijo del Hombre? Mateo 16:13.

El Hijo del Hombre da a conocer una vida sin igual, cargada de nobleza y poco, casi nada de lo terrenal y transitorio pero irradiando la Luz de la eternidad y la perfección; Hijo del Hombre era la frase favorita del SEÑOR en el NT porque conocía la profecía de Daniel y confirmaba que Él era el Mesías; mencionado más de 88 veces en el NT. Lucas 1:31-35, el apóstol Pablo también lo nombra como Hijo del Hombre en Romanos 1:3-4 Gálatas 4:4, Filipenses 2:6-8; Juan lo identifica como el Cristo, la palabra y Verbo encarnado, Juan 1:14. En la humanidad de ese Hombre, la raza humana sería rescatada y restaurada, Esteban testificó de Él antes de morir. He aquí veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie a la diestra de Dios. Hechos 7:56.. 

Era Hijo del Hombre porque tenía una genealogía humana como lo indican Mateo 1:1-17 y Lucas 3:23-28; fue concebido en el vientre virginal de María, Mateo 1:20 y Lucas 1:26-37; tuvo un nacimiento humano, Mateo 1:25 y Lucas 2:1-7; fue circuncidado en el octavo día, Lucas 2:21; creció y vivió una niñez humana y en familia, luego, a los 12 años predicó en el templo al nivel de los doctores de la ley. Lucas 2:41-52, pero fue rechazado, sufrió y murió como un hombre cualquiera, sentenciado por delitos que jamás cometió, como lo narran los evangelios. Marcos 14:62.

Él es la personalidad más hermosa, excelente y sobresaliente de toda la historia. Como Hombre, Jesús pronunció las palabras eternas más hermosas, importantes y profundas, que nadie más ha dicho, con su doctrina y enseñánzas se cambian vidas y se salvan almas por eso Él es la Luz del mundo, y Él mismo lo afirmó:  Cielo y tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Lucas 21:33.

En su naturaleza humana, el Hijo del Hombre con solo tres años de ministerio, hizo el impacto más duradero y universal, que aún hoy, más de 2000 años después su poder y su majestad permanecen, y muchos somos transformados con la revelación de su amor. Siendo Hombre, se le podía tocar, Juan 20:27; sentía hambre, sed, cansancio y sueño, Mateo 4:2 y 8:20; tenía sentimientos porque lloraba, expresaba compasión, ira e indignación, Mateo 9:37 y Juan 2:13-14: Jesús vino en carne, pero sin pecado. Hebreos 2:14-17 y 1 Juan 4:2

La conciencia que Cristo tenía de su propia pureza era sorprendente. ¿Quién de ustedes me redarguye de pecado Pues si digo la verdad, ¿Por qué ustedes no me creen? El que es de Dios, la palabra de Dios oye; por eso no la oyen ustedes, porque no son de Dios. Juan 8:46-47. Nosotros debemos ser conscientes que entre más nos acercamos al Padre y tengamos intimidad con Cristo, mayor será nuestra conciencia de pecado y santidad. Jesús les dijo: Mi comida es hacer la voluntad del que me envío y que termine su trabajo, Juan 4:34.

Desde el primer momento que Jesús vino a este mundo lo hizo en silencio, no llegó haciendo fiesta, ni tocando trompeta, Él llegó anónimo entre la gente, era el sencillo carpintero de Nazaret, que sabía quién era, quién lo había enviado y a qué había venido, por lo tanto, era fiel al Padre, y vino a recorrer largos caminos polvorientos llevando la salvación, atento siempre a ganar vidas y transformarlas con amor, así ganó a la samaritana, y ésta a su vez ganó a toda Samaría con pura ternura. Y la voluntad del que me envío es que YO no pierda a ninguno de los que me ha dado, sino que los resucite en el último día, Juan 6:39.

De su humanidad los amigos, los espectadores y los vecinos dieron, testimonio del SEÑOR, como de una persona sin tacha, y por ningún lado se registran fallas del Hijo del Hombre. Lucas 23:22 y 41.Y si nuestro Salvador y Dios, no hizo su propia voluntad ¿por qué persistimos en hacer la nuestra? Sujetarse a Dios y obedecerle es la lucha constante de miles de personas, el problema se agranda cuando no logramos sujetarnos a Dios, porque tampoco nos sujetaremos a las autoridades humanas que han sido puestas sobre nosotros; si no obedecemos a Dios, es que nos falta amor por Dios, Jesús lo dijo claramente: Si ustedes me aman, obedecen mis mandamientos, Juan 14:15.

Jesús amaba de tal manera al Padre y a la humanidad, que siempre estaba enfocado en su trabajo, proclamaba la palabra, sanaba, liberaba, consolaba, enseñaba, iba por las ovejas perdidas de Israel porque sabía el tiempo que vivía, los campos estaban blancos para la siega, tenía clara su misión y su visión de las cosas a su alrededor. Él hacía lo que le correspondía en el momento que era preciso, porque, El Hijo del Hombre vino a salvar lo que se había perdido. Mateo 18:11.

El lio de muchos es doble, porque si no aman a Dios, la vieja naturaleza sigue viva para meterlos en problemas de desobediencia y rebeldía impidiéndoles ser salvos y cumplir su llamado a cabalidad. Para Jesús era tan vital su obediencia y sujeción al Padre, que era responsable de su trabajo y su misión y comparó el hacer la voluntad del Padre con la comida; porque así como no podemos prescindir de la comida para vivir, tampoco deberíamos prescindir de nuestra dependencia al Padre para hacer lo bueno y lo justo a su debido tiempo, porque Cualquiera que se avergüence de Mí y de mis palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre también se avergonzará de él, cuando venga en la gloria de su Padre con sus santos ángeles. Marcos 8:38. 

Ser desobedientes haciendo nuestra propia voluntad es estar separados de Dios, y si Jesús es el árbol y nosotros ramas desgajadas, no daremos fruto como hombres de Dios en la tierra, entonces no podemos decir que tenemos nueva vida y que somos hijos de Dios si no hacemos lo que el Padre nos ha encomendado; si no estamos apegados a Jesús y si no lo tenemos en el centro de nuestras obligaciones, no podremos resistir al mundo, al enemigo y la carne, lo cual impedirá que cumplamos nuestra comisión, Vayan por todo el mundo y prediquen el evangelio a toda criatura, Marcos 16:15. Vayan a las ovejas perdidas de la casa de Israel, Mateo 10:6,

Jesús era el único que como el Gran YO SOY, en su dominio, autoridad espiritual y su peso de gracia salvadora trascendente, entregó su vida para saciar el hambre y la sed espiritual del hombre que experimenta vacío e insatisfacción en el mundo, Mateo 5:6, Juan 4:14, 7:37. El Hijo del Hombre era el único que podía vencer la muerte y derrotar al que la poseia como imperio; Cristo nos enseña el más alto sentido de humildad, justicia y responsabilidad al negarse a la voluntad propia para hacer la del Padre. Él sabía a quien estaba representando en la tierra, entendía que lo importante y prioritario en su ministerio era salvar para hacer justicia divina. Les digo que pronto les haré justicia. No obstante, cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra? Lucas 18:8.

Jesús es nuestro magno y supremo ejemplo de vida en la tierra, era 100% Dios, pero también 100% hombre, con las limitaciones propias de todo ser humano, entonces no pensemos que le fue fácil al Hijo del Hombre responsabilizarse de la colosal misión redentora en su naturaleza humana padeciendo dolor y angustia como sufrió en el Getsemaní y estando colgado del madero. Se le dio poder y autoridad para ejecutar juicio, porque Jesucristo es el Hijo del Hombre. Juan 5:27.

Como Hijo del Hombre, nuestro Salvador soportó luchas en la carne como todos nosotros, pero se mantuvo fiel y puro para Abba Padre que le permitió la tentación, el dolor y la muerte para darnos su ejemplo de vida santa en fortaleza espiritual con un propósito superior, y de que aprendieramos valentía y firmeza de carácter para contender por la fe y mantenernos en santidad confiando en Dios, Jesús les dijo: En verdad, en verdad les digo: si ustedes no comen la carne del Hijo del Hombre y beben su sangre, no tienen vida en ustedes. Juan 6:53.

El corazón del Hijo del Hombre estaba saturado de amor por la humanidad, sintió satisfacción de su tarea y sus padecimientos, sabiendo que era el enviado a imagen nuestra, pues era el único Hombre digno de tal sacrificio, pudiendo lograrlo, por eso veía el sacrificio de su cuerpo como alimento que satisfacía su espíritu humano; el pedido y las palabras que había oído del Padre eran su manjar, su meditación y su fuerza, no permitiría que sus necesidades fisiológicas o la locura del mundo que lo rodeaba le quitaran ni le menguaran el deber de su labor, para culminar victorioso diciendoHa llegado la hora para que el Hijo del Hombre sea glorificado. Juan 12:23.

Así como Jesús en carne de hombre pudo vencer, nosotros también podemos por su Espíritu Santo que vive en cada redimido del Mesías. Debemos andar como Él anduvo, en la unción y el poder del Espíritu, doblegándo y sometiéndo por amor, asi debe ser nuestra naturaleza humana, como sacrificio vivo y santo a Dios; para vencer cualquier obstáculo: amando al SEÑOR con locura, entrega y compromiso, Porque cuando salgamos de este mundo, Veremos los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre de pie, a la diestra de Dios Hechos 7:56.

Era necesario que nuestro redentor se hiciera el Hijo del Hombre para que la raza humana viera la sobrenaturalidad y manifestación celestial en forma de milagros y lo espiritual en la esfera natural, Lucas 7:22; era de esperar que Él tuviera un agudo sentido de diferencia con los demás hombres, ciertamente sus palabras serían las más grandes que se hayan dicho y sus enseñanzas las profundas y edificantes que puedan existir, Lucas 21:33; Él era el Hijo del Hombre en la personalidad y el carácter más sobresaliente y hermoso de todos los tiempos, cada acto suyo y palabra que Él dijo, tienen el más alto valor para nosotros. Porque el Hijo del Hombre, vino a salvar lo que se había perdido. Mateo 18:11.

Jesucristo el Hijo del Hombre, hasta el día de hoy tiene el mayor poder para cambiar vidas de forma duradera y universal, en honor a la verdad de su santidad humana, que satisface el hambre espiritual y ejerce poder sobre la muerte y el pecado porque resucitó para ascender al cielo sentándonos con Él en lugares celestiales, para regresar y gobernar con Él. Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se derramó en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre. Salmos 45:2.

Tebemos que renovarnos, despertarnos, levantarnos, avivarnos en el Espíritu y vivir al estilo de vida del Hijo del Hombre, alzando la mirada al Padre y llenándonos del Espíritu Santo; busquemos tener su carácter y personalidad que atrae bendición a la vida propia y la de miles. Seguí mirando en las visiones nocturnas, y he aquí, con las nubes del cielo venía uno como Hijo de Hombre, que se dirigió al Anciano de Días y fue presentado ante Él. Y le fue dado dominio, gloria y reino, para que todos los pueblos, naciones y reinos le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que nunca pasará, y su reino uno que no será destruido. Daniel 7:13-14.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.