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26 mar 2016

RESUCITÓ Y DEJÓ LA TUMBA VACÍA

JESUCRISTO EL MÁS GRANDE HÉROE QUE RESUCITÓ, VENCIÓ LA MUERTE Y DEJÓ LA TUMBA VACÍA
 

Jesús dijo: YO SOY la resurrección y la vida; el que cree en Mí, aunque muera, vivirá, Juan 11:25. Así que no se maravillen de esto; porque vendrá la hora cuando todos los que están en los sepulcros oirán la voz del Hijo del Hombre; y los que hicieron lo bueno saldrán a resurrección de vida; , pero los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación. Juan 5:28-29.

 

No está aquí, pues ha resucitado, como dijo, Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor, Mateo 28:6. Pero Él les dijo: No se asusten; buscan a Jesús Nazareno, el que fue crucificado; HA RESUCITADO. Marcos 16:6.

 

Y si el Espíritu de Aquel que levantó de los muertos a Jesús, vive en ustedes, el mismo que levantó de los muertos a Cristo Jesús dará vida también a nuestros cuerpos mortales por el Espíritu Santo que vive en nosotros, Romanos 8:11.

 

Dios ha establecido leyes naturales y leyes morales, las leyes morales así como los principios de Dios no cambian, son eternos porque tienen que ver con lo que es correcto, bueno y perfecto, contra lo que es incorrecto, malo y pecaminoso; la ley de la muerte física está dentro de las leyes naturales y de eso nos habla la palabra en muchos textos bíblicos, el Creador ha establecido para el hombre y los seres vivos: nacer, vivir, morir, resucitar, juicio condenación eterna o salvación y recompensa eterna. Porque está establecido para los hombres que mueran una vez y después el juicio. Hebreos 9:27.

 

Frente a la resurrección, debemos entender que el Todopoderoso Dios es soberano para romper las leyes naturales que ´El mismo ha establecido para los hombres y los seres vivos, de acuerdo a sus propósitos eternos; esto significa que todos los que murieron y resucitaron tanto en el AT como en el NT tuvieron que volver a morir finalmente, pero resucitarán para ser juzgados. Así la muerte humana, no puede verse como una segunda oportunidad, sino como una obra especial para demostrar el señorío y soberanía de Dios sobre la muerte, especialmente la muerte espiritual y condenación de los enemigos de Dios para que el nombre de Cristo sea glorificado con su gloriosa resurrección eterna de entre los muertos. Jesús dijo: YO SOY la resurrección y la vida. El que cree en Mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en Mí no morirá jamás. ¿Crees esto? Juan 11:25-26.

 

Resurrección en hebreo es Techi.yath ham-methim, significa revivir de entre los muertos, y en griego es Anastasis, que significa ponerse de pie nuevamente, uno que había muerto, porque con la resurrección se reactiva el patrón de vida que Dios ha conservado en su soberanía y poder, de acuerdo a la voluntad y propósitos de Dios para una persona determinada; una persona que resucita es restaurada a la vida con cuerpo humano y esencia espiritual, reteniendo su identidad personal, conservando su misma personalidad y recuerdos que tenía antes de morir. Recuerden lo que les dijo cuando aun estaba con ustedes en Galilea: El Hijo del Hombre tiene que ser entregado en manos de hombre pecadores, y ser crucificado, pero al tercer día resucitará. Lucas 24:6-7.

 

La maravilla de Dios provista en la resurrección es la maxima expresión de la bondad y el amor de Dios para perdonarnos y preservarnos para Él, desplegando su sabiduría, y su poder para llevar a cabo su perfecta, buena y agradable voluntad conforme a sus designios, y para que esto suceda, es necesario tener alma, cuerpo y espíritu; así Jesucristo vivió como Hombre sobre la tierra con un cuerpo físico y espiritual para morir y resucitar de la misma forma, una vez y para siempre conduciéndonos al Padre para vida eterna por su obra sacrificial redentora y con du sobrenatural resurreccion salvadora. Así mismo, Cristo padeció una vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios el Padre, siendo a la verdad muerto en la ca, pero vivificado en el Espíritu, Y en Espíritu fue y predicó a los espíritus encarcelados, los que en otro tiempo desobedecieron, cuando un día esperaba la paciencia de Dios en los días de Noe…1 Pedro 3:18-20.

 

La resurrección del SEÑOR Jesucristo es el fundamento de la fe del creyente bíblico, que por fe recibe a Cristo como SEÑOR y Dios, para nacer de nuevo y lleguemos a ser hijos de Dios y discípulos que dan testimonio, como lo hicieron los apóstoles que lo vieron vivo después de haberlo visto morir crucificado; el SEÑOR Jesús es Dios vivo, real y verdadero que con poder volvió a la vida de entre los muertos dejando la tumba vacía después de tres días de haber muerto crucificado y haber sido sepultado; por lo tanto, su resurreccion es nuestra victoria y confesión de fe en el único Dios genuino, es el Dios se hizo Hombre para venir a expiar nuestros pecados y liberarnos por amor del juicio, la ira de Dios y la condenación eterna; tras su resurrección, Jesucristo ascendió en cuerpo y alma al cielo de donde había bajado, así volvió a ocupar su lugar al lado del Padre para seguir reinando desde allí sobre toda su creación. No se asusten, les dijo: Ustedes buscan a Jesús el nazareno, el que fue crucificado. ¡Pues ha resucitado! No está aquí, miren el lugar donde lo pusieron, está vacío. Marcos 16:6.

 

La resurrección de Cristo Jesús confirma para los creyentes bíblicos su divinidad de Hijo de Dios e Hijo del Hombre profetizado en los libros del AT, con poder y autoridad del Dios vivo todo suficiente; su resurrección es la prueba cumbre de la naturaleza divina de nuestro SEÑOR, Maestro y Redentor Dios; con su resurrección física Jesús completó el plan expiatorio del Padre desde Genesis 3:15; su triunfó sobre la muerte es la victoria total del creyente en Jesucristo, lo cual desarrolla nuestra fe, seguridad de vida y confiamos en Él; por su resurreccion renacemos a vida nueva, no somo espiritualmente, sino mental, física y emocionalmente, para gozar de vida abundante en este mundo y después de partir de esta tierra, tener vida eterna junto a Dios; así que, resucitaremos para el nuevo mundo que será restaurado cuando Jesus regrese por degunda vez; pero los que no confían en Cristo ni creen en su sacrificio y resurrección, recibirán muerte eterna, separación para siempre de la presencia de Dios en un lugar determinado para ellos. ¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro SEÑOR Jesucristo! Porque por su gran misericordia nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de Jesucristo, para que tengamos una esperanza de vida. 1 Pedro 1:3.

 

La maravillosa resurrección de nuestro Salvador Jesucristo y Dios vivo, conlleva en sí misma numerosas bendiciones y promesas de Dios que de su pueblo, el pueblo diferente al resto del mundo porque gozamos del amor y el cuidado del Padre; por su resurrección Jesús merece ser exaltado sobre todo, acallando las voces que decían que el SEÑOR murió porque lo merecía, habiendo sido declarado culpable por Roma y los religiosos de su época sin haber cometido ni la más mínima falta, porque el AT declara que todo el que es colgado de un madero está bajo la maldición de Dios, pero la realidad es que Jesús no murió por ser pecador, sino por dar amor y salvar, pues Él cargó con el pecado de toda la humanidad, y con su obediencia a tal sacrificio agradó al Padre que lo exaltó hasta lo sumo, confirmando su nombre, sobre todo nombre, Filipenses 2:9. Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como los que no tienen esperanza. Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios resucitará a los que durmieron en Él. 1 Tesalonicenses 4:14.

 

Cuando el Salvador clamó en la cruz Consumado es, el Padre estuvo de acuerdo con la consumación de la obra redentora del Hijo, porque sabia que iba a resucitar para hacer todo nuevo en Él; la resurrección del SEÑOR Jesús respalda y confirma el mensaje de las Buen Nuevas de la palabra de vida, porque además de salvar el alma, también regenera nuestro cuerpo físico y transforma nuestro espiritu, así todo nuestro ser integral será glorificado nuevo, dejando sin fundamentos a los que pretenden que la resurrección es algo etéreo y sin nada que ver con el cuerpo, pero la Escritura dice que nuestro destino final, soncielo nuevo y tierra nueva, porque resucitaremos como Jesús, no tendremos una mera existencia celestial, habrá vida terrenal junto a Cristo para gobernar con Él, por lo tanto, tendremos cuerpos resucitado y glorificados en Cristo, pues la glorificación es el último paso de nuestro proceso salvador, Romanos 8: 17-18. Dichosos los santos que tiene parte en la primera resurrección. La segunda muerte no tiene poder sobre ellos, sino que serán sacerdotes del Dios vivo en Cristo, y reinarán con Él por mil años. Apocalipsis 20:6.

 

Los justificados en su muerte y resurrección, resplandeceremos como el sol en el reino de nuestro Padre, como herederos y coherederos con Cristo; es Él quien transformará nuestro cuerpo mortal en un cuerpo glorioso, lo cual puede hacer con el poder que tiene para sujetar todas las cosas bajo su gobierno y autoridad. Cristo resucitó en cuerpo, por extraño y sorprendente que le parezca a muchos, y Él fué visto y tocado por sus discipulos, tambien comió con ellos cuando instituyó la Cena del SEÑOR, y cuando llegue la resurrección final de los muertos, miles volverán pero con cuerpos físicos nuevos como el de Jesús; esta es nuestra fe, esperanza y destino último en Jesucristo. Cuando Cristo, nuestra vida, sea manifestado entonces nosotros también seremos manifestados con Él en gloria. Colosenses 3:4.


Jesucristo resucitado es las primicias de los que durmieron en Él, todos los muertos resucitarán como personas con un cuerpo fisico, sea para vida eterna o para recibir juicio de condenación. Pero lo cierto es que Cristo ha resucitado, Él es el primer fruto de la cosecha de vida, porque ha sido el primero en resucitar y permanecer vivo eternamente, Y así como por causa de un hombre, Adán, vino la muerte,, también por causa de un Hombre, Cristo, viene la resurrección de los muertos, Y así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos tendremos vida…1 Corintios 15:20-34.

 

Con la resurrección física del SEÑOR Jesucristo, Él venció a satanás  rescatándonos de sus garras, de la esclavitud del pecado y el miedo a la muerte, esa fue la razón por la cual el apóstol dijo: Ahora en mi cuerpo Cristo será engrandecido, ya sea por vida o por muerte. Porque para mi el vivir es Cristo y el morir es ganancia, Filipenses 1:20-21; así los solvados en Él, recibiremos nueva vida y cuerpo nuevo para vivir en mundo nuevo en el tiempo venidero, esto produce en nosotros un gran gozo de fe y esperanza a la existencia después de la muerte. 


La vida final del creyente en Jesucristo, va más allá de esta temporalidad tierrenal, pues su resurreccion nos bendice aún al envejecer, pues nuestro ser integral recobra las fuerza, al ser regenerados en El, por su sangre y su Espiritu, También somos regenerados mediante la resurreccion de Cristo, 1 Pedro 1:3, Juan 1:12-13, 3:16, 1 Juan 5:1. Vi también a los muertos grandes y pequeños, de pie delante del trono. Se abrieron unos libros, y luego otro, que es el libro de la vida.. Los muertos fueron juzgados según lo que habían hecho, conforme a lo que estaba escrito en los libros. El mar devolvió sus muertos; la muerte y el infierno devolvieron los suyos; y cada uno fue juzgado según lo que había hecho. Apocalipsis 20:12-13.

 

Los santos, pronto nos iremos para unirnos al SEÑOR Jesús en nueva vida y cuerpo resucitado, para estar con Él eternamente en tierra y cielos nuevos, vamos a nuestro hogar eternal por la justicia de Cristo; animémonos unos a otros con estas palabras de fe en el Hijo de Dios; la muerte ya está vencida y bajo la potestad del SEÑOR Jesucristo, ella no es nuestro destino final, alertas y con los pies en la tierra, vivamos en Cristo y para Cristo guardando esta salvacion tan grande, porque el que persevere santo hasta el fin, ese será salvo para ser libres de juicios y sentencias de la ira de Dios. ¿Dónde está, oh muerte, tu aguijon? ¿Donde, oh sepulcro, tu victoria? El aguijón de la muerte es el pecado y el poder del pecado la ley. Pero a Dios sean dadas las graciad, que nos ha dado la victoria por medio de nuestro SEÑOR Jesucristo. 1 Corintios 15:55-57. 


Vivamos con fe obediente, aferrados en la pureza que nos provee el Espiritu Santo; contemplemos con gozo y esperanza la resurrección de Cristo, porque seremos resucitados y revestidos de cuerpos vivificados y santificados para reinar con Él con todo nuevo y restaurado, Cristo ordenará lo desordenado y su creación recobrará su estado original. Y con la ayuda de Dios sigo firme hasta ahora, hablando de Cristo a todos, grandes y pequeños. Y no hablo nada aparte de lo que los profetas y Moisés, dijeron que habría de suceder. Que el Mesías tenía que morir, pero que después de morir, sería el primero en resucitar, para anunciar la luz de su salvación, tanto a su nación como a las otras naciones. Hechos 26:22-23.  

 

¡Cuánto nos ha amado Dios! Y lo que podemos decir es que Dios está de nuestra parte, y nadie podrá estar en contra de nosotros, Cristo es nuestro abogado intercesor porque El Padre no nos negó ni siquiera a su propio Hijo, sino que lo entregó a la muerte y la sepultura por amor a nosotros, con la resurrección de Cristo el Padre nos dará todas las cosas. ¿Quién puede acusar a los que Dios ha elegido? Si Dios mismo nos ha declarado inocentes en la muerte y resurrección de su Unigénito. ¿Puede alguien condenarnos? Cristo es quién no solamente murió, sino que también resucitó para justificarnos, y Él es quien también está sentado a la derecha del Padre velando y peleando por nosotros, aunque el principe de este mundo ya ha sido juzgado. Juan 16:11.


¿Quién podrá separarnos del amor de Dios? Nada ni nadie, ni los problemas, ni los sufrimientos, ni el hambre, nl la desnudez, ni las dificultades, ni el mundo, ni la carne, ni el peligro de la muerte, porque como está escrito: Por la causa de Cristo somos muertos todo el tiempo, y nos tratan como a ovejas de matadero. El apóstol dijo: Cuando el Padre resucitó a su Hijo, lo envió primero a sus discípulos para bendecirlos, haciendo que cada uno se convierta de su maldad. Hechos 3:26.


Y en medio de todas las cosas del mundo, estamos seguros de que Jesucristo, quien nos amó hasta la victoria de la cruz y el sepulcro vacío, nos ha hechó más que vencedores con su resurrección. Y estamos seguros que ni la muerte, ni la vida, ni los ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo porvenir, ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna cosa creada, podrá separarnos del gran amor de Dios, que es en Cristo Jesús, nuestro SEÑOR. Romanos 8:31-39; 


En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio al SEÑOR y creyó. Porque hasta ese momento no había entendido la Escritura, que dice que Jesús tenía que resucitar. Juan 20:8-9.

La victoria de su resurrección es nuestra victorial presente y final, ¡gloria a Dios!

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.