Seguidores. Indica que te gusta

24 dic 2015

TIEMPO DE AMOR Y UNIÓN FAMILIAR


TIEMPO DE AMOR Y UNIÓN EN FAMILIA PARA RECORDAR EL AMOR DEL PADRE EN NUESTRO SALVADOR

Y repentinamente apareció con los ángeles una multitud de huestes celestiales, que alababan a Dios y decían: ¡Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, a los hombres de buena voluntad! Lucas 2:13-14.

El ángel les dijo: No teman; porque he aquí les doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo: porque les ha nacido en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el SEÑOR. Lucas 2:10.

Vale la pena recordar el significado del nacimiento de nuestro SEÑOR Jesucristo, que siendo Dios se hizo Hombre y dejo su trono de gloria para venir a esta tierra de pecadores a salvarnos y darnos vida en Él,, con Él tenemos un nuevo nacimiento que nos da reactiva a la vida espiritual a ti y a mí y para la eternidad.

Exactamente eso fue, ha sido y será siempre el sentido bíblico del nacimiento de Jesucristo nuestro Salvador, que todos nazcamos al gozo y la esperanza de una nueva vida de pureza y rectitud para glorificar al Eterno Creador, y que en todas las temporadas de nuestra existencia humana, lo adoremos, y nos mantengamos unidos a Él pase lo que pase.

Había un hombre que con ansiedad y expectativa esperaba en el templo poder conocer al Mesías Redentor, fue Simeón, un hombre justo y piadoso que esperaba la consolación para su pueblo, esperaba al Mesías prometido y el Espíritu Santo estaba sobre él, y le había sido revelado que no moriría sin haber visto al Salvador, el mismo Espíritu Santo lo movió a ir al templo, y se encontró con José y María, enseguida tomó al niño en sus brazos y profetizóLucas 2:25-35. Este hombre no era incrédulo ni ignorante de lo que Dios había dicho a través de los profetas, por eso esperaba conocer de cerca a su Salvador y lo logró.

La pregunta es: ¿Es Jesucristo el SEÑOR de tu vida, de tus sentimientos, de tu familia, de tu trabajo, de tus decisiones y de todo lo que eres y haces? No se trata de que decidas hacerlo o aceptarlo como SEÑOR, porque Él ya lo es, tu decisión es recibirlo como tu DUEÑO para que te sometas a su Señorío, su gobierno y su voluntad.

Así como Simeón, María y los pastores que visitaron al SEÑOR cuando nació, sencillamente lo creyeron y lo recibieron como su SEÑOR y Dios, hoy todos los seres humanos, hagamos lo mismo, porque estamos llamados a hacer a Jesús nuestro Rey, y que desde el Antiguo Tesamento su nombre quiere decir, YHWH Salva, ese Dios que un día nació como niño, también creció y se hizo adulto maduro, porque vino al mundo para darnos ejemplo, El era, es y será el Dios que Salva, por eso en la antigüedad cuando se mencionaba ese nombre, todos inclinaban su cabeza y adoraban.

Hay un solo SEÑOR y Salvador, ese es Jesús, nombre por el cual, a través de la historia muchos han sufrido la muerte, Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos, Hechos 4:12. Los anales de la historia nos cuentan cuántos hombres y mujeres de Dios han sido mártires por amar y vivir para para Cristo, porque vale la pena servirle y sacrificarse por ese Dios que vino como un bebé, creció con una vida ejemplar y maduró como el Santo y puro Hijo de Dios para dar su vida por cada uno de nosotros. Jesús es el SEÑOR.

Si confiesas su Señorío, es el comienzo de tu salvación, porque no podemos recibir lo que Dios da, si rechazamos lo que Jesucristo es y si no creemos lo que El hizo; es decir, no puedes recibir salvación, si estas rechazando a Jesús como tu SEÑOR y Salvador, único y suficiente, sólo hay un Salvador, que es Cristo el SEÑOR, Lucas 2:10-11.

Como dijo un gran predicador la mayor necesidad del mundo actual, no es la información porque nos estamos ahogando en un mar de información, el conocimiento se multiplica, pero la verdad de Cristo se estanca en el corazón de muchos, no necesitamos información, necesitamos transformación en Cristo.

Si Dios hubiera querido darnos mucha información, nos hubiera enviado un reportero periodista; tampoco es tecnología lo que necesitamos, porque hay mucha y hasta nos intimida tanto conocimiento tecnológico, y si fuera tecnología lo que necesita el mundo, Dios hubiera enviado un super científico; tampoco nuestros problemas se resuelven con suficiente dinero, si ese fuera el problema, Dios nos hubiera enviado un excelente economista banquero. Nuestra gran necesidad es SALVACIÓN del alma y cambio de vida desde el interior del corazón, para que se refleje el bien en toda la sociedad y destruyamos tanto mal que nos agobia.

Por eso Dios el Padre envió al único Salvador, su Unigénito Hijo Jesús. Es hermoso y nos maravillamos que Él escogió a unos humildes y sencillos pastores para dar su mensaje de Salvación, y Herodes, hombre prominente, no lo entendió; como en la actualidad, los que se creen grandes sabios en conocimiento, gobierno y poder, no lo pueden entender aún, por eso sus obras son malas y ofenden a Dios. Mateo 11:25.

Por favor mi amigo lector, si estás aquí, deja tu orgullo intelectual en el piso y ven a Jesús pidiendo que te revele esta verdad, porque la confesión de su Señorío, te asegura la salvación; en Cristo es la única forma de ser salvo de la eterna separación de Dios. Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el SEÑOR, y crees en tu corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, serás salvo. Porque con el corazón se cree para ser justificado, pero con la boca se confiesa para ser salvo, Romanos 10:9-10. Que de ahora en adelante, el SEÑOR Jesús se tu único SEÑOR, Dios y Salvador. 

Recuerda que no es aceptarlo, sino recibirlo como tu Salvador, porque es algo así como cuando se contrae matrimonio, los esposos confiesan con sus bocas que se reciben como marido y mujer, se toman y se prometen amor eterno para dar todo lo mejor de cada uno al otro. Y en la medida que la unión avanza en relación e intimidad, va creciendo su conocimiento y estrecho lazo de amor. Igual es con Cristo. O lo tomas todo y lo das tomo, o nada, porque así como Cristo se entregó totalmente en la cruz por ti y por mi, de igual manera debemos entregarnos a su Señorío, voluntad y gobierno, porque Él siempre nos dará lo mejor.

Si el convertido declara que conoce la voluntad del SEÑOR, pero no intenta seguirlo ni obedecerlo en amor, y hace lo que le parece, no es salvo. No podemos decir que vivimos el Evangelio, si vivimos como vive el mundo común. No puede decirse que se es hijo de Dios cuando se adora ídolos, pide a santos y hace sus propios caprichos viviendo a su manera, así no es la vida de un santo de Dios y mucho menos de un discípulo del Salvador, que en vez de adorar, se está pervirtiendo y dejando por el piso el Santo nombre de Jesús.

La gracia de Dios no es lugar para la lujuria, los malos deseos ni los extremos perniciosos. Aunque se den regalos a los pobres, se visite a los enfermos y a los presos y le des comida a los hambrientos, NO ERES SALVO, nadie se salva por las buenas obras, ellas deben ser el resultado de una persona salva y consagrada a los principios y mandamientos de Dios, Efesios 2:8-9.

Jesús bajó del cielo, camino sobre esta tierra y derramó su sangre en el madero, porque Cristo para esto murió y resucitó, y volvió a vivir, para ser SEÑOR así de los muertes como de los que viven, Romanos 14:9. (memorizar), Así serás salvo, no solo si aceptas, sino si confiesas con tu boca, crees con tu corazón y vives en su presencia con amor, así podrás recibir todo lo que Dios nos da en su Hijo nacido en un sucá, en una cabaña durante la fiesta de los tabernáculos.

Quite su ego del trono, y afírmese en la salvación porque Dios no salva a los rebeldes, a los soberbios, a los auto-suficientes ni a los necios que no doblan sus rodillas ante Jesucristo.

Si confiesas a Jesús como tu SEÑOR, no sólo serás salvo, sino que tendrás capacidad y poder para servirlo a Él y ensanchar su reino, Él será tu Maestro y te dará oportunidades para ser uno de sus servidores conforme al corazón de Dios; ni te imaginas qué alegría, qué gozo, qué placer, qué privilegio y qué satisfacción hay cuando servimos a Dios. Eso nos da vida y nos sentimos útiles y amados. ¡Qué privilegio imitar el ejemplo del Dios hecho Hombre en Belén y acompañado de humildes pastores!  Cuando ellos vieron al niño, dieron a conocer lo que se les había dicho a cerca del Salvador, Lucas 2:17. Esto sucede porque al hacer a Jesús nuestro SEÑOR, nuestras vidas son transformadas y nuestras decisiones dramáticamente cambiadas.

Al único que debemos tratar de complacer en todo tiempo y circunstancia es a Dios, porque es al Rey de reyes a quien servimos. Al doblar nuestras rodillas ante Él, debemos hacer lo que hizo Pablo en el Camino a Damasco: ¿SEÑOR qué quieres que yo haga? Hechos 9:6. Y siendo hijos de Dios, el mejor consejo que podemos dar a las otras personas es lo que dijo María en las Bodas de Canaán, Hagan todo lo que Él les dice, Juan 2:5. Así que si agradamos a Jesús, no importa a quienes desagrademos, y la manera de agradarlo es obedeciendo sus mandamientos y viviendo su palabra. 

Deja de dar vueltas, deja de dar tumbos, entrégale tu vida a Jesucristo y toma la más importante decisión de tu vida, ora y busca su guía continuamente; la decisión de recibir a Cristo demanda seguirlo Con Pasos Firmes en Dios, amarlo y servirlo con el alma y nuestra vida entera.

Recuerda: Es Cristo o tu ego inflado, es Cristo o el mundo. No añadas nada más a tener a Cristo, él dijo: Ninguno que pone su mano en el arado y mira hacia atrás, es apto para el reino de Dios, Lucas 9:57-62. El niño que una vez nació en Belén, creció y se hizo el Hijo del Hombre, Él es nuestro Salvador, Él puede darte el mejor regalo en esta temporada: que Jesús gobierne tu corazón y llene tu vida. Lo primero en tu vida es tu relación personal con Jesús, Él es tu SEÑOR. Y debe ser nuestra prioridad. Amén.

¿Eres Salvo? ¿Es Cristo tu SEÑOR y tu Dios?

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.