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13 feb 2018

# 44- PLEGARIA POR LIBERACIÓN Y RESTAURACIÓN



# 44, SALMOS 44
PLEGARIA POR LIBERACIÓN Y RESTAURACIÓN

Oh Dios, con nuestros oídos hemos oído, nuestros padres nos han contado, la obra que hiciste en sus días, en los tiempos antiguos. Tú con tu mano echaste las naciones, y los plantaste a ellos; Afligiste a los pueblos, y los arrojaste. Porque no se apoderaron de la tierra por su espada, ni su brazo los libro; sino tu diestra, y tu brazo, y la luz de tu rostro, porque te complaciste en ellos. Tú, oh Dios, eres mi Rey; manda salvación a tu pueblo. Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios. Porque no confiaré en mi arco, ni mi espada me salvará; Porque Tú nos has guardado de nuestros enemigos, y has avergonzado a los que nos aborrecían. En Dios nos gloriaremos todo el tiempo, y para siempre alabaremos tu nombre. Vs. 1-8.

En este salmo el pueblo de Dios gime ante la gran angustia que sufre y llama a su Hacedor para que los libre y redima como lo hizo en tiempos de Egipto, este fue un texto bíblico que Gedeón citó en momentos de guerra contra los madianitas, y dijo: Oh Señor mío, si estás con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo que nos sacaste de Egipto? Jueces 6:13-14. Y El Eterno dio fuerza a su siervo para salvar a su pueblo, porque era El Señor del universo quien lo enviaba.

Esta es una palabra que también es para Colombia hoy, en estos tiempos de aflicción, porque sólo el Eterno puede ser nuestra ayuda y nuestro socorro; y así como nuestro Dios intervino en el pasado, lo hará otra vez HOY en nuestra nación y en el mundo donde haya pueblo suyo, Porque solo Él es nuestro Rey y enviará salvación a sus hijos., Vs.4. Dará poder a su pueblo para vencer al enemigo por su Espíritu Santo. Es tiempo de gemido y clamor ante el Eterno en todo rincón de la nación..

Nuestro Señor Jesucristo es nuestro Rey HOY y siempre y nuestra confianza en Él hará que venga a liberarnos del asedio de las tinieblas, nos hará libres del sufrimiento de los perversos codiciosos, hambrientos de poder y riquezas que no les servirán de nada; esta es una promesa bíblica para nosotros HOY, Por medio del Señor sacudiremos a nuestros enemigos; y en su nombre hollaremos a nuestros adversarios, porque no confiamos en armas mortales, ni en ejércitos humanos, sino en el poder del Eterno libertador, Vs. 5-6.

En este momento hay un remanente santo en la nación y en cada rincón de la tierra que pide noche y día al Creador que sea Él quien haga venganza del impío y del perverso; hoy ya no solamente oramos, sino gemimos y clamamos contra todo engaño y manipulación del adversario y no podrán usar al inocente, ni al débil ni al indefenso para sus planes. Somos llamados a perdonar y a amar, pero muchas veces resulta difícil ante lo cruel de los sucesos, pero debemos hacerlo ante el Señor y entregar al enemigo en sus manos, porque Él es recto en su justicia y se encargará de ellos según su palabra, Porque mía es la venganza, YO pagaré,  Romanos 12:19

Oramos no solamente contra aquellos que personalmente hayan causado mucho daño y dolor, sino contra la maldad de aquellos que de diversas formas intentan obstaculizar y parar la obra de Dios en esta tierra, los que intentan estorbar que la palabra de Dios corra y que su reino se ensanche y establezca

Clamamos para que sea Dios quien intervenga, y no el hombre tomando su propia justicia. Aunque el enemigo se enfurezca, nosotros permanecemos firmes en la línea de batalla, aunque nos persigan queriendo acabarnos, permaneceremos fieles al Eterno Vencedor del calvario, porque Su mano poderosa y la diestra de su poder los arrancará y los destruirá, los echará por tierra y los vencerá del todo. Gemimos, oramos, ayunamos, vigilamos y nos unimos. Aunque la angustia y el dolor nos rodeen, veremos la respuesta del Varón de guerra, Éxodo 15:3.

Aunque a causa de nuestro pecado, pareciera que el Eterno nos ha desechado y hemos quedado en vergüenza delante del enemigo, aunque hemos sido saqueados por los que nos aborrecen y muchos hayan sido entregados como ovejas al matadero y hayan sido esparcidos por las naciones y vendidos de balde el Eterno nos salvarà si seguimos clamando...Vs.9-19.

Es cierto que muchos cristianos en la actualidad están sufriendo por causa de Cristo en algunos países, pero desde la perspectiva mundial, la Iglesia no está sufriendo una verdadera persecución, pero en un futuro próximo, ese remanente fiel a su Creador, será perseguido y por esa causa oramos desde ahora porque ese remanente serán nuestros hijos, nuestras nuevas generaciones.

En humildad reconocemos y pedimos perdón porque todo esto nos ha venido por causa de que la nación se ha olvidado del Dios de bondad y gracia, porque hay un remanente que permanece fiel, no se ha vuelto a dioses extraños ni se ha olvidado del verdadero Dios, ni del pacto de su gracia. Muchos hemos sufrido pero no nos hemos vuelto atrás en nuestro corazón ni nos hemos apartado de los camino del Señor.

Ante tanto dolor, muerte, anarquía, perversión y maldad, el corazón de los hijos de Dios, clama, gime y llora diciendo: ¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Despierta! No te alejes para siempre. Vs. 23.

Aunque sabemos que el Eterno no duerme, es un clamor en momentos de desesperación lo que hace que oremos así. Ese es el clamor del atalaya que muchos veces no duerme, que vela, que despierta repetidas veces cuando aún está oscuro y gime ante Aquel, único, y poderoso para dar la batalla por nosotros y mostrarnos la gloria de su salvación, porque nuestro Dios Creador, real y verdadero no se adormecerá, pues Él es quien cuida y guarda a su pueblo, Salmos 121:4.

Él no descansa, al contrario, Él se prepara para entrar en acción, no se olvida ni reprende a su pueblo para siempre, actuará en el momento que nos parezca más oscuro, nuestra oración llegará a sus oídos y nos libertará por su compasión y misericordia, veremos su justicia y su verdad se levantará sobre toda esta nación y los rincones del mundo donde hay ovejas de su grey, Vs. 24-26.

Y cuando hubo tomado el libro, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos cayeron sobre sus rostros delante del Cordero, teniendo cada uno arpas, y copas de oro, llenas de perfume, que son las oraciones de los santos, Apocalipsis 5:8. Y ellos han vencido por medio de la sangre del Cordero, y por el testimonio del evangelio, menospreciando su vidas hasta la muerte, Apocalipsis 12:11.

Gracias amado Padre, por tu bondad y fidelidad, por todo lo que harás a favor de los que te temen, te aman, te obedecen y te honran para siempre; gracias por los que has salvar y pasarán a forma parte de tu pueblo lavado en la sangre del Cordero.


Mg. MEHC, sierva del Dios vivo, real y verdadero.