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31 ago 2016

CRISTO AMIGO PERFECTO



CRISTO AMIGO FIEL Y VERDADERO 

Vuelve ahora en amistad con Dios, y tendrás paz; y por ello te vendrá bien, Job 22:21.                                                                                                                 
 Ya no los llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; pero los llamo amigos, porque todas las cosas que YO oí de mi Padre, se las he dado a conocer, Juan 15:5.

Un amigo es siempre afectuoso, y en tiempos de angustia es como un hermano, Proverbios 17:17.

Muchas personas andan buscando amigos verdaderos, sinceros y fieles, asunto que en los días actuales es algo un poco difícil de hallar; esta es la razón por la cual algunos andan solos, desorientados, tristes y melancólicos buscando refugio en los vicios, en el sexo y en variedad de cosas horribles que en vez de darles vida y paz, los echan a perder, el punto es que han buscado primero en el mundo y se  han olvidado del Mejor amigo de todos, Jesús, El amor más grande que uno puede tener es dar la vida por sus amigos, Juan 15:13.

Dios todo el tiempo está usando circunstancias para llamar tu atención abriendo puertas y oportunidades intentando entablar una relación personal contigo; nuestro salvador quiere que tú y yo seamos sus amigos; así como nosotros escogemos los amigos, Dios nos escoge a cada uno en particular; Él sabe que los buenos amigos son selectos y de un alto precio. La amistad es un acto de decisión, y Jesús espera que nos decidamos por Él porque se goza al bendecirnos y que todo nos salga bien, hay amigos que son más fieles que un hermanos Proverbios 18:24.

Empezamos a relacionarnos con Dios cuando lo recibimos como Señor y Salvador de nuestra vida, empezamos siendo siervos, que se someten, recibimos instrucciones, obedecemos y hacemos la voluntad del Señor, en la medida que conversamos y compartimos cosas, esa relación va progresando a mayores niveles de intimidad. Dios siempre está dispuesto al intercambio de ideas, le gusta que le hagamos preguntas, que le compartamos nuestras alegrías y sufrimientos, que le contemos nuestras preocupaciones, que lo tengamos en cuenta todo el tiempo y en todo lugar, es decir, que vivamos con Él y para Él, Jesús era amigo de Marta, María y Lázaro y los amaba, Juan 11:5.

Cuando empezamos a conocer a Dios nos relacionamos de Rey a siervo y de Capitán a un buen soldado, así prolongamos nuestra relación con Cristo por mucho tiempo y vamos viendo y sintiendo que nuestro acercamientos a Dios se hace más profundo más grato y duras más tiempo nuestros encuentros,  mientras oramos, leemos su palabra y apartamos un tiempo para buscar su presencia;  así nuestra amistad con Dios se va desarrollando de manera alegre y con expectativas nuevas cada día. Ya no es una relación seca, mecánica ni fría, Jesús lloró ante la tumba de Lázaro y la gente decía, miren cuánto lo amaba, Juan 11:35-36.

Llega el momento en que deseamos que cada encuentro sea mejor; entonces empezamos a desear tener un verdadero diálogo bilateral con Jesús, algo más estrecho y extraordinario, porque las buenas amistades se cultivan, se alimentan y se cuidan. Cuando oramos con quebranto, reímos de agradecimiento y le expresamos a Él que es nuestro Primer y más grande Amor esa es la mejor forma de cuidar su amistad. Jesús se convierte en el primer pensamiento al despertar, se vuelve en la razón de ser de nuestra vida, y ya no podemos vivir sin Él, Y uno de sus discípulos, el que Jesús amaba, estaba a la mesa con su cabeza reclinada en el pecho de su Señor, Juan 13:23.

Dios responde a esa relación de manera paulatina, porque Él sabe que es necesario que seamos primero sus siervos y él nuestro Dios, para que con fidelidad y persistencia aprendamos a ser sus amigos: para ser amigos de Dios, debemos pasar por un proceso que nos cambie la mentalidad de esclavos y de servidumbre. Es por esa razón que el pueblo de Israel tuvo que ser primero esclavo en Egipto y procesado en el desierto para llegar a ser amigos de Dios, Dios hablaba con Moisés cara a cara, como quien habla con su amigo, y después Moisés regresaba al campamento, Éxodo 33:11a.

Definitivamente es necesario conocer primero a Dios como el Todopoderoso, como el asombroso Creador, como el Señor de toda la tierra y como la base y fundamento de toda nuestra vida y nuestras relaciones personales; si tenemos una buena relación con Dios, las demás relaciones funcionarán bien; Dios busca corazones, Él Padre busca hijos e hijas y Jesús a través del Espíritu Santo busca amigos fieles y entregados. Ya no los llamaré más siervos, sino amigos, Juan 15:15. Dios merece lo mejor de nosotros, y yo me esmero por ser la mejor amiga que Dios jamás haya tenido.

Ser un amigo para Dios es algo especial y único, es diferente a la relación de los empleados, los vecinos o los compañeros; la amistad con Dios se basa en la intimidad y la sinceridad, donde los dos amigos aman las mismas cosas, comparten mucho, y pasan tiempo juntos en una linda y dulce camaradería. Después de tantos de conocer al Amado, todavía me considero una amiga principiante de Dios, apenas estoy comenzando a entender la profundidad y la seriedad de ser amiga del Señor. Si yo logro hacerme amiga íntima del Jesús, también podré atraer amigos para Él, Desde entonces no ha vuelto a surgir en Israel un profeta como Moisés, a quien el Señor conociera cara a cara, Deuteronomio 34:10.

Si Dios es mi amigo, Él me dirá, que ama lo que yo amo, pero añadirá: solo deseo que las hagas conmigo, en vez de alejada de Mí. Ser amigo de Jesús es hacer todas las cosas con Él, estar consciente de su presencia, teniendo en cuenta haciéndole preguntas. Si leo, lo hago con Él, si salgo a caminar voy con Él, si me siento a la mesa, me siento con Él. Que su presencia se haga real enfocándome en Él. No lo veo con los ojos físicos, pero si lo puedo ver con los ojos del corazón porque su  presencia se hace tan real que el ambiente cambia maravillosamente, Y el templo se llenó del humo de la gloria de Dios y su poder…Apocalipsis 15:8.

Ser amigos de Dios, es lavar los platos como si Jesús fuera a comer en ellos, De cierto te digo que en cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos más pequeños, a Mí lo hiciste, Mateo 25:40. Y mientras hacemos las tareas, hablamos con el Señor, sea mental o verbalmente, según donde estamos, así estamos reconociendo su presencia porque el Señor está con nosotros siempre, Mi presencia irá contigo y te daré descanso, Éxodo 33.14.

La presencia de Dios no solo debe verse en nosotros, debemos irradiarse, y eso es lo que más anhelo en mi alma, que sea tal la presencia de Dios en mí que todos lo vean, que todos lo perciban, que todos lo busquen y que todos lo deseen intensamente porque yo lo irradio poderosamente hasta el punto de traer arrepentimiento a miles a mi alrededor para salvación. Ese es mi sueño y anhelo, esa es mi oración, Y sacaban los enfermos a las calles, poniéndolos en camas y camillas para que, al pasar Pedro, al menos su sombra cayera sobre alguno de ellos y los sanara, Hechos 5:15.

Yo les pudo compartir todas estas cosas porque las he vivido con mi Jesús de Nazaret y todo el tiempo deseo sentir su presencia; sueño con escuchar su risa, porque he oído su voz amorosa y tierna, pero también he escuchado su voz enojada y tronante hasta derribarme al piso y quedarme sin fuerzas durante tres días como si hubiera salido de una intervención quirúrgica. He caminado de la mano del Señor por la orilla de la playa, al principio Él iba adelante y me hacía señal de seguirlo, y yo corría para alcanzarlo, luego llegó un momento en que no lo vi así, sino que me llevaba de su mano y andábamos juntos; he paseado con Él cuando voy a la montaña. Lo comparto con humildad porque se lo que es andar y conversar de tú a tú con mí Jesús, preguntamos y respondemos, Así se cumplió la Escritura que dice: Abraham creyó a Dios, y por eso Dios lo aceptó como justo. Y Abraham fue llamado amigo de Dios, Santiago 2:23.

Yo escribo porque quiero conocer mucho más a mi mejor amigo Jesús, si me esfuerzo a conocerlo más a través de su palabra, Él se hará muy real en mi vida y creo que es una buena estrategia para profundizar mi amistad con el Señor. Es una meta alta, porque los amigos son muy caros, demasiado valiosos, pero ¿qué otra amistad podría ser más valiosa que la de nuestro Amado Salvador?  Creo que debemos invertir tiempo de calidad con Él, dar todo lo mejor de sí mismos para Él y entregarnos sin reservas a su divina amistad, Ruth contestó: ¡No me pidas que te deje y que me separe de ti! Iré a donde tú vayas, y viviré donde tu vivas. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios será mi Dios, Ruth 1:16.

Para el Abba Padre los hijos son invaluables, del mismo modo son los amigos para Jesús, creo que a esto se refería el Apóstol Pablo cuando escribió: Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago; olvido lo que queda atrás, y me enfoco en lo que está adelante, prosigo a la menta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús, Filipenses 3:13-14. Pablo hablaba de un llamado más alto en Cristo Jesús y es la llave del gozo eterno de la amistad con Dios permaneciendo en su presencia.

Ser amigos de Dios es que tú yo nos enfoquemos en hacer las cosas que alegran el corazón del Padre y le dan placer al Hijo, en vez de buscar nuestro propio placer y alegría, complacer el corazón de Dios, es la llave de nuestro gozo y nuestra paz, por eso dice la palabra que el gozo del Señor es nuestra fuerza, Nehemías 8:10b. El versículo completo habla de comer, beber y enviar porciones a los que no tienen nada para no estar tristes, lo cual significa que damos gozo al corazón del Padre cuando compartimos con otros lo que tenemos, el gozo que damos al corazón de Dios, se vuelve a nosotros y experimentamos el gozo inefable que nos lleva a adorarlo con libertad, así su gozo es nuestra fuerza; todo esto implica nuestra amistad con Dios. Seamos amigos de Dios y nuestra vida será totalmente plena.

Mg. MEHC, Hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino

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