VIDA Y BENDICIÓN EN SUJECIÓN A DIOS
Busquen al SEÑOR y su
fortaleza, busquen su rostro continuamente, 1 Crónicas 16:11.
Sométanse a
Dios, resistan al diablo, y el diablo huirá de ustedes, Santiago 4
No temas, porque YO estoy contigo; no desmayes, porque YO SOY tu Dios que te
esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi
justicias, Isaías 41:10. Mi
presencia irá contigo y te daré descanso, Éxodo 33:14
Depender de Dios es oxigenar nuestra vida con aire puro, vivir sin
Dios es intoxicarse lentamente con el gas metano del mundo, no podemos tener una
vida digna sin Dios, sólo en Él somos realmente lo que debemos ser y estamos
resguardados en su amor y su bondad, El SEÑOR está cerca de los que lo
invocan, de los que lo invocan con sinceridad, Salmos 145:18. Cuando aprendemos a depender de Dios, no hay obstáculo ni gigante que pueda detenernos.
Fuimos
creados para andar en la presencia de nuestro Creador, apartarse de Dios crea
un gran vacío espiritual en el alma, que termina destruyendo la vida. La
ausencia de Dios en el ser humano es lo que lleva a los vicios que encarcelan y
al sexo torcido que corrompe el alma, poniendo todo fuera del orden de Dios,
Porque sus iniquidades han hecho separación entre ustedes y su Dios, y nuestros
pecados le han hecho esconder su rostro para no escucharnos, Isaías 59:2.
Los creyentes por su parte, dejan de depender de Dios, para
depender de sus labores, sus estudios, sus amigos y sus propias agendas,
dejando a Dios de lado. Moisés entendía muy bien cuánto necesitaba al Padre, por
eso dijo: Si tu presencia no va conmigo yo no iré, Éxodo 33:15. Debemos ser conscientes
de la necesidad que tenemos de Aquel que nos creó para caminar en Él y con Él,
desde la mañana hasta la noche, Dios es nuestro seguro de vida y bendición.
Dios es nuestro sustentador, sustentar en hebreo es saad
y traduce fundamento firme que nutre, sostiene, sujeta, alimenta
y hace crecer fuerte al árbol desde la raíz; de igual
manera toda nuestra vida como un árbol, se sustenta y soporta firmemente si
nos enraizamos, en Dios, sostenidos en sus poderosas y tiernas manos, que no
solo sostienen, sino que alimentan y consuelan, Tú,
Señor, eres mi todo; Tú me colmas de bendiciones; mi vida está en tus manos,
Salmos 16:5.
Es necesario tener clara la importancia de vivir en función de
Dios y no centrados en nosotros mismos, la presencia de Dios en la vida es tan
vital como el aire a nuestros pulmones; Cristo es la fuente de vida y fe para
movernos seguros a cada paso; Dios iba en medio de su pueblo en la nube de
sombra del día y la columna de fuego en la noche porque Él sabía que ellos necesitan
su dirección para subsistir en el desierto, hoy más nunca, necesitamos a Dios
en el desierto del mundo, y separados
de Cristo, nada bueno podemos hacer, Juan 15:5.
Debemos examinarnos diariamente para saber si en verdad estamos
andando en la presencia de Dios, de Él procede nuestra fortaleza, seguridad y
confianza para no ser desobedientes ni soberbios y que no nos pase como a Saúl, Y el
Espíritu del YHWH se apartó e Saúl, y lo atormentaba un espíritu malo de parte
del Eterno, 1 Samuel 16:14.
Estoy convencida y lo he experimentado, no podemos pasar un momento
sin Dios, debemos conservar viva nuestra relación con el Amado para alcanzar
santidad en su presencia. Un cristiano verdadero no puede crecer espiritualmente,
ni ver respuesta a sus necesidades diarias, ni solución a los problemas, ni
alcanzar sus sueños, si no camina delante de su Creador, reconociendo su
cercanía y su amor protector, Dios es grande, y nosotros
no lo conocemos, Job 26:26. Nuestro
futuro solo está seguro, firme y tendrá un buen final si andamos de la mano de
Jesús, y para eso hay que conocerlo.
En las áreas que creemos ser más fuertes son quizá las que más
necesitan a Dios, la auto confianza hace que nos descuidemos y el enemigo entre
sutilmente a robar, matar y destruir; sin darnos cuenta nos deslizamos de la
presencia del Eterno santo y se debilita nuestra fe; de pronto el alma
se siente vacía sin saber por qué; cada tropiezo y cada prueba que nos
sobreviene, no es otra cosa que una necesidad de que Él nos llene, y nos haga
ver lo que Él puede ser y hacer por nosotros como Padre, SEÑOR está con ustedes, si ustedes están con Él. Si ustedes lo buscan, lo
encontrarán, pero si lo abandonan, Él también los abandonará, 2 Crónicas 15:2.
Si no hubiera la atmósfera, no sabríamos qué es el calor del sol
allá arriba en el espacio que vemos en la distancia, pero en ese cenit que
parece cercano al sol, hay una perpetua zona gélida, donde nuestra sangre se
congelaría de inmediato, es el sol el que da vida a la tierra, de igual manera
es Dios para nosotros. Cristo es nuestro Sol espiritual, sin Él nos congelamos
espiritualmente, llegando al borde de la muerte. el Espíritu divino da Aliento a
nuestro espíritu, alma y cuerpo, creando la atmósfera para vivir en Dios, oír
su voz, y hacer posible que habitemos en el radiante calor de su amor, Y habrá
un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero
contra el turbión y contra el aguacero, Isaías 4:6.
Dios le da balance y armonía a nuestra vida, Él es el único que
puede proveernos todo lo que realmente necesitamos; habitar en su presencia requiere
vaciarnos de nosotros mismos y de toda dependencia humana. Rendirnos
incondicionalmente a los pies de Cristo, nos permitirá ver, cuán sabio es, y
cuán fuerte es su mano para sostenernos en todo tiempo. La fe debe darnos la confianza
absoluta de abandonarnos en Dios por lo que Él, no por lo que puede darnos, Jesús les
dijo: Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta saciarse, y no
porque hayan entendido las señales y los milagros, Juan 6:26; debemos correr a Dios,
como el río corre en dirección al mar y el fuego asciende al sol.
El Dios de la vida siempre está atento por más pequeñas o simples
que parezcan nuestras necesidades; todos los días no tenemos el mismo nivel de
fe ni la misma fortaleza, por lo tanto debemos depender de Él, Dios espera
que le consagremos nuestra existencia cada día a la altura de la su palabra
mientras tengamos vida, Busquen al SEÑOR y su fuerza;
busquen el rostro del SEÑOR continuamente, 1 Crónicas 16:11. Lo más bajo depende de
lo más alto, así nosotros debemos estar subordinados a Dios. Nuestra vida
depende del Creador, y la vida solo procede de arriba y de adentro, del
Espíritu que es el Aliento de vida.
En la medida que nos consagremos y dependamos de Dios, el Aliento
de vida irá llenando los vacíos del alma dando armonía, sentido y orden a lo
que vivimos en el día a día para poder ser hombres y mujeres de buena voluntad
en el servicio santo de Dios; Él derramará el fuego de su presencia en la
medida que dejamos salir el aire frío del pecado y la vanagloria de la vida, el
aire cálido del Espíritu Santo llenará nuestros corazones, para dar lo que Él
nos da, porque más dichoso es dar que recibir, Hechos 20:35.
Tenemos que estar ligados a la poderosa persona del Espíritu Santo
porque Él es el oxígeno que respiramos, podemos pasar días sin alimento, vivir
sin ver ni oír, pero no podemos vivir una hora sin respirar, y así como la
respiración es la función más esencial de todas nuestras funciones físicas,
vivir en el Espíritu es vida para el alma y para permanecer en Dios disfrutando
el fuego protector de su amor. Cristo es nuestra torre fuerte y Roca de los
siglos, única razón para vivir confiadamente. Solo Él nos crea la atmósfera y
el ambiente adecuados dentro del cual nada nos falta ni nos daña. En Ti
confían los que conocen tu nombre, porque Tú, SEÑOR, jamás abandonas a los que
te buscan, Salmos 9:10.
La presencia de Dios nos mueve a lo perfecto cuando tenemos los
sentidos ejercitados, pero cuando apagamos el Espíritu corremos grandes
riesgos, perdemos tranquilidad y seguridad actuando por nuestra propia cuenta
sin consultar al SEÑOR, lo cual estanca, roba bendiciones, y nos hace
fluctuantes; en hebreo es tamid, significa
tambalear continuamente; esto nos advierte que somos vulnerables todo el tiempo
y por lo tanto necesitamos el abrigo y cobertura de Dios cada vez que
respiramos, Mantengámonos firmes, y sin fluctuar en la profesión de nuestra
esperanza, porque fiel es el que prometió, Hebreos 10:23.
¿Cómo demostramos que somos cristianos genuinos si no tenemos
certeza de fe, firmeza de espíritu y dependencia del SEÑOR? No podemos
vivir ni estar sin Él ni un solo instante, entender esto es lo que nos
ayuda a ser hijos y discípulos obedientes que reciben todo del Padre, Jesús lo
advierte, Si permanecemos en Jesús, y sus palabras
permanecen en nosotros podemos pedir todo que queramos, y nos será hecho, Juan
15:7. Pero muchos no entienden,
por eso reinciden, caen y no tienen bendición; consagremos totalmente nuestro
corazón a Cristo bajo los aires cálidos del Espíritu para gozar de una
atmósfera perfecta.
Nuestra conexión y dependencia a Dios debe manifestarse
en toda circunstancia y momento, si actuamos solos, el
enemigo vendrá como río y león rugiente para acabarnos, porque nada
apropiado, bueno y sabio podemos hacer separados de Dios y actuando por nuestra
propia cuenta, No te
apresures en salir de la presencia del Rey, ni persistas en las cosas malas;
porque Él tiene el poder para hacer todo lo que quiera. Pues la palabra del Rey
es con autoridad, y ¿Quién le dirá: qué haces? Eclesiastés 8:3-4.
Él que quiere ver maravillas debe vivir ligado a Cristo, porque YO también sé que les irá bien a los que temen ante a la presencia de Dios. Eclesiastés
8:12b.
Solemos buscar a Dios cuando estamos enfermos, tenemos necesidad o
problemas grandes, esa es la clase de cristianos de los que está llena la
iglesia: buscan a Dios, se arrodillan, lloran y oran cuando están hasta el
cuello necesitando un milagro. Pero debemos ser coherentes y consistentes con
nuestra fe, si en verdad amamos a Dios. Él siempre nos ve, nos oye, nos habla y
nos bendice, por eso dice: YO sé
todo lo que haces…Apocalipsis 2:2.
Dejemos la independencia y corramos a Dios para abandonar la
tibieza y no convertimos en nuestro propio dios y enemigos de nosotros mismos,
por eso muchas respuestas no llegan, milagros no se ven pero abundan los
problemas; el Rey de gloria quiere que nos abandonemos en su regazo y nos
mantengamos adheridos a Él. Rechacemos los viejos y gastados hábitos de
imaginar que para levantarnos, salir y entrar no necesitamos a Dios, no sigamos
equivocados, Jesús lo dijo claramente, el que
permanece en Mí y YO en él, ese lleva mucho fruto, Juan 15:5.
Salir de la presencia de Dios es como estar muertos y sin fruto,
Él Señor es quien da el crecimiento, la vida espiritual está en Dios y se
manifiesta cuando oramos, actuamos, hablamos y damos testimonio, Y daré
bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia
en su tiempo; lluvias de bendición serán, Ezequiel 34:26.
Necesitamos al SEÑOR aun para bañarnos, ¿cuántos han resbalado en
el baño y han muerto? Dios es indispensable para todo, reconozcamos que Dios está
a nuestro lado y hablemos con Él mientras hacemos cada cosa; es increíble, pero
incluso para saludar y entablar una conversación con alguien necesitamos a Dios
para hallar gracia e impactar a alguien con su palabra, un mensaje propicio,
perfecto y apropiado que toque corazones, Abre tu
boca y YO la llenaré, Salmos 81:10, esto lo hace la presencia viva de Dios en nosotros por el
Espíritu que habita en estos templos vivos.
Necesito a Dios mirando a un lado y a otro para huir del mal y no
hacer movimientos en falso que nos causen algún dolor o daño. NO
pasemos por alto a Dios, no nos atrevamos a decir que servimos a Dios si no lo
reconocemos a cada instante. No tener en cuenta a Dios es cederle terreno a
satanás para que nos azote, creo que a esto se refiere el apóstol: Sométanse
a Dios, resistan al diablo, y el diablo huirá de ustedes, Santiago 4:7.
Entreguemos todas las áreas de nuestra vida al gobierno y
soberanía del Eterno Rey, no nos sigamos acomodando a nuestra voluntad ni a la
maldad de nuestro corazón; cerremos todas las puertas que hemos abierto al
engañador. Ahora puedo entender muchas cosas, cuando me siento a trabajar,
cuando permanezco un buen tiempo de pie y comienzan los dolores y nada cuadra
bien, parece que todo se confabulara contra mí, es que lo estoy
haciendo sola, no estoy dependiendo de Él, no lo invité ni le di
gracias, Encomienda tu camino
en las manos del Señor; confía en Él, y Él vendrá en tu ayuda, Salmos 37:5.
Allí donde no tengo en cuenta a Dios mis fuerzas son
cero, yo no puedo controlar mi cuerpo ni las circunstancias espirituales, pero
Dios si puede tomar el control de todo lo que ponemos en sus manos, Porque
así me ha dicho el Señor: Me estaré quieto, y miraré desde mi morada, como
calor resplandeciente al sol, como nube de rocío en el calor de la cosecha,
Isaías 18:4.
En repetidas ocasiones planeamos muchas cosas sin invocar a Dios,
pensamos, hablamos y actuamos sin damos cuenta que necesitamos a Dios; lo
necesitamos desde que nace la intención hasta que culmina la acción, porque
satanás vez tras vez nos estorba, nos impide orar, alabar, adorar, hablar con
Dios, trabajar y obrar. El SEÑOR permitirá muchas cosas hasta que entendamos,
cuánto necesitamos su presencia, Porque
en Dios vivimos, nos movemos y existimos…porque somos descendientes de Dios, Hechos
17:28a.
Es tiempo de acabar con la religiosidad y empezar a vivir por fe
como verdaderos hijos que dependen del Padre 24/7 como el aire para vivir. Lo
pequeño, sencillo y simple sucede todo el tiempo, pero las grandes
situaciones, lo complejo y difícil sucede ocasional y paulatinamente,
evitemos grandes crisis unidos al corazón de Dios. Si nos renovamos a este
nivel de espiritualidad, la fe se manifestará ante nuestros ojos; veremos
respuestas, milagros y maravillas que sucederán.
Aún antes de sentarnos en la cama, debemos mirar a Dios, cuando
tumbemos la cabeza en la almohada meditemos en Jesús hasta que quedemos
dormidos. Porque he
aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a su pueblo, Salmos 12:12. Dios vela por nosotros
todo el tiempo y nos habla todo el tiempo, ¿por qué nosotros lo ignoramos? Pero
Dios guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en Él persevera, porque
en Él ha confiado, Isaías 26:3.
Cuando estemos
ligados a Dios al 100%, empezaremos a vivir los momentos más maravillosos, aún
en los días grises, tendremos una vida llena de contentamiento, de bendiciones
y vida abundante; en ese momento descubriremos que podemos hacer lo que Dios
dice que podemos y seremos lo que Dios dice que somos. Si salimos de la
presencia de Dios no nos daremos cuenta que otros necesitan oír hablar de
Jesús, por eso dijo; que somos ciegos guías de ciegos
y cayendo todos en el mismo hoyo, Mateo 15:14.
¡Oh Dios mío,
abre mis ojos para ver lo que Tú quieres que yo vea y a quién quieres bendecir!
Mucho de lo que hacemos es solo nuestra elección, pero mi Dios debes ser el centro
de nuestra acción.
Padre yo quiero ser como Cristo, ayúdame a no volverte a ignorar, sino a
tenerte en cuenta en todo momento de mi vida, así como respiro, vivo y me muevo
en ti, agárrame fuerte de tu mano y enséñame a caminar pegada a tu corazón, mi
Señor Jesús, Amén.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo,
real y verdadero y servidora de su reino