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18 jun 2018

VIDA Y BENDICIÓN EN SUJECIÓN A DIOS



VIDA Y BENDICIÓN EN SUJECIÓN A DIOS

Busquen al Señor y su fortaleza, busquen su rostro continuamente, 1 Crónicas 16:11. Sométanse a Dios, resistan al diablo, y el diablo huirá de ustedes, Santiago 4


No temas, porque YO estoy contigo; no desmayes, porque YO SOY tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicias, Isaías 41:10. Mi presencia irá contigo y te daré descanso, Éxodo 33:14


Depender de Dios es oxigenar nuestra vida con aire puro, vivir sin Dios es intoxicarse lentamente con el gas metano del mundo, no podemos tener una vida digna sin Dios, sólo en Él somos realmente lo que debemos ser y estamos resguardados en su amor y su bondad, El Señor está cerca de los que lo invocan, de los que lo invocan con sinceridad, Salmos 145:18. Cuando aprendemos a depender de Dios, no hay obstáculo ni gigante que pueda detenernos.

Fuimos creados para andar en la presencia de nuestro Creador, apartarse de Dios crea un gran vacío espiritual en el alma, que termina destruyendo la vida. La ausencia de Dios en el ser humano es lo que lleva a los vicios que encarcelan y al sexo torcido que corrompe el alma, poniendo todo fuera del orden de Dios, Porque sus iniquidades han hecho separación entre ustedes y su Dios, y nuestros pecados le han hecho esconder su rostro para no escucharnos, Isaías 59:2.

Los creyentes por su parte, dejan de depender de Dios, para depender de sus labores, sus estudios, sus amigos y sus propias agendas, dejando a Dios de lado. Moisés entendía muy bien cuánto necesitaba al Padre, por eso dijo: Si tu presencia no va conmigo yo no iré, Éxodo 33:15. Debemos ser conscientes de la necesidad que tenemos de Aquel que nos creó para caminar en Él y con Él, desde la mañana hasta la noche, Dios es nuestro seguro de vida y bendición.


Dios es nuestro sustentador, sustentar en hebreo es saadtraduce fundamento firme que nutre, sostiene, sujeta, alimenta y hace crecer fuerte al árbol desde la raíz; de igual manera toda nuestra vida como un árbol, se sustenta y soporta firmemente si nos enraizamos, en Dios, sostenidos en sus poderosas y tiernas manos, que no solo sostienen, sino que alimentan y consuelan, Tú, Señor, eres mi todo; Tú me colmas de bendiciones; mi vida está en tus manos, Salmos 16:5.


Es necesario tener clara la importancia de vivir en función de Dios y no centrados en nosotros mismos, la presencia de Dios en la vida es tan vital como el aire a nuestros pulmones; Cristo es la fuente de vida y fe para movernos seguros a cada paso; Dios iba en medio de su pueblo en la nube de sombra del día y la columna de fuego en la noche porque Él sabía que ellos necesitan su dirección para subsistir en el desierto, hoy más nunca, necesitamos a Dios en el desierto del mundo, y separados de Cristo, nada bueno podemos hacer, Juan 15:5.

Debemos examinarnos diariamente para saber si en verdad estamos andando en la presencia de Dios, de Él procede nuestra fortaleza, seguridad y confianza para no ser desobedientes ni soberbios y que no nos pase como a Saúl, Y el Espíritu del YHWH se apartó e Saúl, y lo atormentaba un espíritu malo de parte del Eterno, 1 Samuel 16:14


Estoy convencida y lo he experimentado, no podemos pasar un momento sin Dios, debemos conservar viva nuestra relación con el Amado para alcanzar santidad en su presencia. Un cristiano verdadero no puede crecer espiritualmente, ni ver respuesta a sus necesidades diarias, ni solución a los problemas, ni alcanzar sus sueños, si no camina delante de su Creador, reconociendo su cercanía y su amor protector, Dios es grande, y nosotros no lo conocemos, Job 26:26. Nuestro futuro solo está seguro, firme y tendrá un buen final si andamos de la mano de Jesús, y para eso hay que conocerlo.

En las áreas que creemos ser más fuertes son quizá las que más necesitan a Dios, la auto confianza hace que nos descuidemos y el enemigo entre sutilmente a robar, matar y destruir; sin darnos cuenta nos deslizamos de la presencia del Eterno santo y se debilita nuestra fe; de pronto el alma se siente vacía sin saber por qué; cada tropiezo y cada prueba que nos sobreviene, no es otra cosa que una necesidad de que Él nos llene, y nos haga ver lo que Él puede ser y hacer por nosotros como Padre, Señor está con ustedes, si ustedes están con Él. Si ustedes lo buscan, lo encontrarán, pero si lo abandonan, Él también los abandonará, 2 Crónicas 15:2.


Si no hubiera la atmósfera, no sabríamos qué es el calor del sol allá arriba en el espacio que vemos en la distancia, pero en ese cenit que parece cercano al sol, hay una perpetua zona gélida, donde nuestra sangre se congelaría de inmediato, es el sol el que da vida a la tierra, de igual manera es Dios para nosotros. Cristo es nuestro Sol espiritual, sin Él nos congelamos espiritualmente, llegando al borde de la muerte. el Espíritu divino da Aliento a nuestro espíritu, alma y cuerpo, creando la atmósfera para vivir en Dios, oír su voz, y hacer posible que habitemos en el radiante calor de su amor, Y habrá un abrigo para sombra contra el calor del día, para refugio y escondedero contra el turbión y contra el aguacero, Isaías 4:6.


Dios le da balance y armonía a nuestra vida, Él es el único que puede proveernos todo lo que realmente necesitamos; habitar en su presencia requiere vaciarnos de nosotros mismos y de toda dependencia humana. Rendirnos incondicionalmente a los pies de Cristo, nos permitirá ver, cuán sabio es, y cuán fuerte es su mano para sostenernos en todo tiempo. La fe debe darnos la confianza absoluta de abandonarnos en Dios por lo que Él, no por lo que puede darnos, Jesús les dijo: Les aseguro que ustedes me buscan porque comieron hasta saciarse, y no porque hayan entendido las señales y los milagros, Juan 6:26; debemos correr a Dios, como el río corre en dirección al mar y el fuego asciende al sol.


El Dios de la vida siempre está atento por más pequeñas o simples que parezcan nuestras necesidades; todos los días no tenemos el mismo nivel de fe ni la misma fortaleza, por lo tanto debemos depender de Él, Dios espera que le consagremos nuestra existencia cada día a la altura de la su palabra mientras tengamos vida, Busquen al Señor y su fuerza; busquen el rostro del Señor continuamente, 1 Crónicas 16:11. Lo más bajo depende de lo más alto, así nosotros debemos estar subordinados a Dios. Nuestra vida depende del Creador, y la vida solo procede de arriba y de adentro, del Espíritu que es el Aliento de vida.


En la medida que nos consagremos y dependamos de Dios, el Aliento de vida irá llenando los vacíos del alma dando armonía, sentido y orden a lo que vivimos en el día a día para poder ser hombres y mujeres de buena voluntad en el servicio santo de Dios; Él derramará el fuego de su presencia en la medida que dejamos salir el aire frío del pecado y la vanagloria de la vida, el aire cálido del Espíritu Santo llenará nuestros corazones, para dar lo que Él nos da, porque más dichoso es dar que recibir, Hechos 20:35.


Debemos estar ligados a la poderosa persona del Espíritu Santo porque Él es el oxígeno que respiramos, podemos pasar días sin alimento, vivir sin ver ni oír, pero no podemos vivir una hora sin respirar, y así como la respiración es la función más esencial de todas nuestras funciones físicas, vivir en el Espíritu es vida para el alma y para permanecer en Dios disfrutando el fuego protector de su amor. Cristo es nuestra torre fuerte y Roca de los siglos, única razón para vivir confiadamente. Solo Él nos crea la atmósfera y el ambiente adecuados dentro del cual nada nos falta ni nos daña. En Ti confían los que conocen tu nombre, porque Tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan, Salmos 9:10.


La presencia de Dios nos mueve a lo perfecto cuando tenemos los sentidos ejercitados, pero cuando apagamos el Espíritu corremos grandes riesgos, perdemos  tranquilidad y seguridad actuando por nuestra propia cuenta sin consultar al Señor, lo cual estanca, roba bendiciones, y nos hace fluctuantes; en hebreo es tamid, significa tambalear continuamente; esto nos advierte que somos vulnerables todo el tiempo y por lo tanto necesitamos el abrigo y cobertura de Dios cada vez que respiramos, Mantengámonos firmes, y sin fluctuar en la profesión de nuestra esperanza, porque fiel es el que prometió, Hebreos 10:23.


¿Cómo demostramos que somos cristianos genuinos si no tenemos certeza de fe, firmeza de espíritu y dependencia del Señor? No podemos vivir ni estar sin Él ni un solo instante, entender esto es lo que nos ayuda a ser hijos y discípulos obedientes que reciben todo del Padre, Jesús lo advierte, Si permanecemos en Jesús, y sus palabras permanecen en nosotros podemos pedir todo que queramos, y nos será hecho, Juan 15:7. Pero muchos no entienden, por eso reinciden, caen y no tienen bendición; consagremos totalmente nuestro corazón a Cristo bajo los aires cálidos del Espíritu para gozar de una atmósfera perfecta.


Nuestra conexión y dependencia a Dios debe manifestarse en toda circunstancia y momento, si actuamos solos, el enemigo vendrá como río y león rugiente para acabarnos, porque nada apropiado, bueno y sabio podemos hacer separados de Dios y actuando por nuestra propia cuenta, No te apresures en salir de la presencia del Rey, ni persistas en las cosas malas; porque Él tiene el poder para hacer todo lo que quiera. Pues la palabra del Rey es con autoridad, y ¿Quién le dirá: qué haces? Eclesiastés 8:3-4.


Él que quiere ver maravillas debe vivir ligado a Cristo, porque yo también sé que les irá bien a los a Dios temen ante su presencia, Eclesiastés 8:12b.


Solemos buscar a Dios cuando estamos enfermos, tenemos necesidad o problemas grandes, esa es la clase de cristianos de los que está llena la iglesia: buscan a Dios, se arrodillan, lloran y oran cuando están hasta el cuello necesitando un milagro. Pero debemos ser coherentes y consistentes con nuestra fe, si en verdad amamos a Dios. Él siempre nos ve, nos oye, nos habla y nos bendice, por eso dice: YO sé todo lo que haces…Apocalipsis 2:2.


Dejemos la independencia y corramos a Dios para abandonar la tibieza y no convertimos en nuestro propio dios y enemigos de nosotros mismos, por eso muchas respuestas no llegan, milagros no se ven pero abundan los problemas; el Rey de gloria quiere que nos abandonemos en su regazo y nos mantengamos adheridos a Él. Rechacemos los viejos y gastados hábitos de imaginar que para levantarnos, salir y entrar no necesitamos a Dios, no sigamos equivocados, Jesús lo dijo claramenteel que permanece en Mí y YO en él, ese lleva mucho fruto, Juan 15:5.


Salir de la presencia de Dios es como estar muertos y sin fruto, Él Señor es quien da el crecimiento, la vida espiritual está en Dios y se manifiesta cuando oramos, actuamos, hablamos y damos testimonio, Y daré bendición a ellas y a los alrededores de mi collado, y haré descender la lluvia en su tiempo; lluvias de bendición serán, Ezequiel 34:26.


Necesitamos al Señor aun para bañarnos, ¿cuántos han resbalado en el baño y han muerto? Dios es indispensable para todo, reconozcamos que Dios está a nuestro lado y hablemos con Él mientras hacemos cada cosa; es increíble, pero incluso para saludar y entablar una conversación con alguien necesitamos a Dios para hallar gracia e impactar a alguien con su palabra, un mensaje propicio, perfecto y apropiado que toque corazones, Abre tu boca y YO la llenaré, Salmos 81:10, esto lo hace la presencia viva de Dios en nosotros por el Espíritu que habita en estos templos vivos.


Necesito a Dios mirando a un lado y a otro para huir del mal y no hacer movimientos en falso que nos causen algún dolor o daño. NO pasemos por alto a Dios, no nos atrevamos a decir que servimos a Dios si no lo reconocemos a cada instante. No tener en cuenta a Dios es cederle terreno a satanás para que nos azote, creo que a esto se refiere el apóstol: Sométanse a Dios, resistan al diablo, y el diablo huirá de ustedes, Santiago 4:7.


Entreguemos todas las áreas de nuestra vida al gobierno y soberanía del Eterno Rey, no nos sigamos acomodando a nuestra voluntad ni a la maldad de nuestro corazón; cerremos todas las puertas que hemos abierto al engañador. Ahora puedo entender muchas cosas, cuando me siento a trabajar, cuando permanezco un buen tiempo de pie y comienzan los dolores y nada cuadra bien, parece que todo se confabulara contra mí, es que lo estoy haciendo sola, no estoy dependiendo de Él, no lo invité ni le di gracias, Encomienda tu camino en las manos del Señor; confía en Él, y Él vendrá en tu ayuda, Salmos 37:5.

Allí donde no tengo en cuenta a Dios mis fuerzas son cero, yo no puedo controlar mi cuerpo ni las circunstancias espirituales, pero Dios si puede tomar el control de todo lo que ponemos en sus manos, Porque así me ha dicho el Señor: Me estaré quieto, y miraré desde mi morada, como calor resplandeciente al sol, como nube de rocío en el calor de la cosecha, Isaías 18:4.

En repetidas ocasiones planeamos muchas cosas sin invocar a Dios, pensamos, hablamos y actuamos sin damos cuenta que necesitamos a Dios; lo necesitamos desde que nace la intención hasta que culmina la acción, porque satanás vez tras vez nos estorba, nos impide orar, alabar, adorar, hablar con Dios, trabajar y obrar. El Señor permitirá muchas cosas hasta que entendamos, cuánto necesitamos su presencia, Porque en Dios vivimos, nos movemos y existimos…porque somos descendientes de Dios, Hechos 17:28a.


Es tiempo de acabar con la religiosidad y empezar a vivir por fe como verdaderos hijos que dependen del Padre 24/7 como el aire para vivir. Lo pequeño, sencillo y simple sucede todo el tiempo, pero las grandes situaciones, lo complejo y difícil sucede ocasional y paulatinamente, evitemos grandes crisis unidos al corazón de Dios. Si nos renovamos a este nivel de espiritualidad, la fe se manifestará ante nuestros ojos; veremos respuestas, milagros y maravillas que sucederán.


Aún antes de sentarnos en la cama, debemos mirar a Dios, cuando tumbemos la cabeza en la almohada meditemos en Jesús hasta que quedemos dormidos. Porque he aquí, no se adormecerá ni se dormirá el que guarda a su pueblo, Salmos 1212. Dios vela por nosotros todo el tiempo y nos habla todo el tiempo, ¿por qué nosotros lo ignoramos? Pero Dios guardarás en completa paz, a aquel cuyo pensamiento en Él persevera, porque en Él ha confiado, Isaías 26:3.


Cuando estemos ligados a Dios al 100%, empezaremos a vivir los momentos más maravillosos, aún en los días grises, tendremos una vida llena de contentamiento, de bendiciones y vida abundante; en ese momento descubriremos que podemos hacer lo que Dios dice que podemos y seremos lo que Dios dice que somos. Si salimos de la presencia de Dios no nos daremos cuenta que otros necesitan oír hablar de Jesús, por eso dijo; que somos ciegos guías de ciegos y cayendo todos en el mismo hoyo, Mateo 15:14.

¡Oh Dios mío, abre mis ojos para ver lo que Tú quieres que yo vea y a quién quieres bendecir! Mucho de lo que hacemos es solo nuestra elección, pero Dios debe ser el centro de nuestra acción.


Padre yo quiero ser como Cristo, ayúdame a no volverte a ignorar, sino a tenerte en cuenta en todo momento de mi vida, así como respiro, vivo y me muevo en ti, agárrame fuerte de tu mano y enséñame a caminar pegada a tu corazón, mi Señor Jesús, Amén.


Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino