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5 mar 2017

LECCIÓN #16-LA FAMILIA-DISCIPULADO A LAS NACIONES


LECCIÓN #16. INSTITUCIÓN DIVINA PARA GUARDAR EL ORDEN SOCIAL-LA FAMILIA

Por lo tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne, Génesis 2:24. Así que no son ya dos, sino una sola carne; por lo tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre, Mateo 19:6.

Y si dos duermen juntos, entran en calor; pero uno solo se muere de frío. Una sola persona puede ser vencida, pero dos ya pueden defenderse; y si tres unen sus fuerzas, ya no es fácil derrotarlas, Eclesiastés 4:11-12. Un texto que representa bellamente la familia: esposo, esposa e hijos.

Creo y estoy convencida porque lo he vivido, que después de Dios los más valioso en la vida de todo ser humano es la familia; tener un hogar es un regalo maravilloso del cielo, es un tesoro tan grande que nuestro Creador lo pensó y formó la familia desde el Huerto del Edén con un hombre y una mujer para tener hijos, amarlos, criarlos, protegerlos y formarlos, el Eterno sabía lo que representa el seno familiar para la buena salud espiritual, emocional y psicológica de todas las personas.

El término familia en hebreo es mispahah y bayith, que traducen grupo de personas ligadas por lazos de parentesco matrimonial que viven juntas bajo la autoridad de una cabeza para tener una comunidad natural, afectiva y de economía común unidos para el servicio y la perpetuación de la especie humana, en griego es oikos dando la idea de vivir bajo un mismo techo.

Cuando Dios formó la primera pareja los bendijo diciendo: “Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla...”Génesis 1:26-28.(BPT). Cuando dice que los bendijo, significa haber celebrado el primer matrimonio en la tierra, fue la primera familia que hubo sobre este planeta. La familia es la institución de origen divino por excelencia, Dios es el autor y creador de ella cuando unió y bendijo a un hombre y una mujer desde el comienzo de la creación, así Él dio origen al hogar, la descendencia, el linaje, la parentela, la generación, la posteridad, la simiente y la casa que llamamos familia. Estos son todos términos que encontramos en la Biblia para identificar la familia.

Desde la creación Dios está interesado en bendecir y prosperar la familia para que se mantenga unida hasta el final. La familia es base y cimiento de la sociedad; está compuesta por papá, mamá y los hijos, seguida por los demás miembros consanguíneos y personas que ellos hayan adoptado como parte de su núcleo familiar.

Desde el punto de vista pedagógico, la familia constituye la unidad social básica, el sistema natural para que una persona pueda coexistir, crecer, desarrollarse y ayudarse con la comunicación interpersonal, la integralidad, el lenguaje, el pensamiento, el sentido de pertenencia y la creatividad. La tarea más importante de la familia consiste en mantener los lazos afectivos y relacionales que permitan la estabilidad integral de sus miembros para contar con una sociedad sana y estable. 

El ser humano es por naturaleza un ser gregario y de relaciones, y es en el seno familiar donde logra madurez y plena realización que le permitirán cumplir sus roles y ejercer sus obligaciones, deberes, derechos y aspiraciones, con base en principios y valores. 

Hay un texto bíblico que describe bien al tema de la familia: “Mejor son dos que uno, porque sacan más provecho de lo que hacen. Si uno de ellos tropieza, el otro puede levantarlo. Pero pobre del que cae y no tiene quien lo ayude a levantarse. Y también, si dos se acuestan juntos, entran en calor; pero uno solo se muere de frío. Una sola persona puede ser vencida, pero dos ya pueden defenderse; y si tres unen sus fuerzas, ya no es tan fácil derrotarlas.” Eclesiastés 4:9 -12. (BPT).

La palabra de Dios es tan hermosa que contempla todos los temas necesarios para mantener el orden social y la familia unida. Este versículo nombra primero a dos personas, que bien se aplican a los esposos que se apoyan y se sostienen mutuamente, después nombra tres personas, incluyendo a los hijos. La familia unida es fuerza vital que sostiene un pueblo; es el lazo de tres dobleces que el Creador entrelazó en amor para que haya equilibrio en la humanidad; Cristo y el amor deben constituir el centro de todo hogar, de este modo el infierno NO podrá destruir la familia, porque estará fundada sobre la Roca. Mateo 7:24-25.

La familia fue creada de conformidad con la intención y los propósitos divinos, Génesis 2:18. Dios estableció el matrimonio por decreto como la institución base que debe gobernarse por principios, fundamentos y valores bíblicos para guardar el orden social y la moral que le permita prevalecer ante los embates del mundo, los cambios del modernismo y los efectos del materialismo intelectual.

Un hombre y una mujer serían hechos una carne por medio de un pacto sagrado voluntario ante Dios sobre la base del amor, la justicia, el respeto y la verdad, Génesis 2:21-24, de la misma forma que se encuentran estas características en el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, tres personas que forman un solo Dios.

La trinidad ejemplifica grandiosamente al esposo, la madre y los hijos, tres clases de personas en una sola esencia y entidad llamada familia; en ella se conjugan diferencias y talentos en un todo que se complementa y sustenta armoniosamente, “Casadas, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor. Maridos, amad a vuestras mujeres, y no seáis ásperos con ellas. Hijos, obedeced a vuestros padres en todo, porque esto agrada al Señor. Padres, no exasperéis a vuestros hijos, para que no se desalienten.” Colosenses 3:18-21 y Efesios 5:21-25.

La familia constituida en el primer matrimonio desde la creación hasta el día de hoy, tiene la responsabilidad de formar y conservar un hogar centrado en Dios. Sin embargo, en la medida que fueron multiplicándose sobre la tierra, cada grupo familiar se caracteriza por rasgos específicos de identidad, religión, educación, economía, cultura, protección y afectivos, formando así una personalidad propia para cada miembro, dentro de fundamentos morales de justicia, unión, armonía, y balance para formar personalidades sanas y maduras.

La familia es de los bienes más preciados de la humanidad, es la primera Iglesia y el primer centro misionero y evangelístico del cristiano, es nuestro Jerusalén espiritual. Hechos 1:8.

La familia es el lugar donde se recibe consuelo y se sana el alma; donde brazos de amor  mitigan las penas; donde todos se alegran del éxito de sus integrantes; donde se celebran los méritos de cada uno; donde los padres se aman y son amados y respetados por los hijos; la familia es el lugar donde los hijos son deseados y cuidados con esmero; se desarrollan y crecen pues son ángeles que Dios envió por un tiempo y luego se van. Efesios 5:28-33.

La unidad familiar debe estar basada en el amor sacrificial, entregado y de presencia para poder preservar a los hijos y a los esposos de los males del mundo, de las garras de las tinieblas y la debilidad de la carne. Un hogar debe ser un pedacito de cielo en la tierra. La familia es tan importante, que la primera idea que los niños se forman acerca de Dios proviene de la calidad del trato y relación que los padres se muestren como pareja, y que éstos prodiguen a sus hijos. Efesios 6:1-4.

Si a los hijos se les ama, se les disciplina y se les corrige a tiempo con misericordia y bondad, les quedará fácil entender y aceptar el amor de Dios como Padre con los atributos que sostienen su divina paternidad, pero si son niños maltratados, denigrados, abandonados y violentados, costará un gran esfuerzo que entiendan y acepten todo lo que tenga que ver con Dios, la salvación, el amor protector y la gloria de su presencia, Proverbios 22:6.

La calidad relacional de la familia y las leyes que deben gobernarla se consolidan en las verdades bíblicas que viven en la cotidianidad los miembros de ella. Todos los que toman el concepto de familia a la ligera ignoran que la familia fue diseñada por Dios, para ser la primera escuela formativa de toda persona. “Hijos, obedeced en el Señor a vuestros padres, porque esto es justo. Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa; para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor.” Efesios 6:1-4.

Es en el seno del hogar donde los individuos aprenden a triunfar o fracasar en la vida. Es dentro de la familia donde se cultivan y construyen las grandes personas del mañana, los empresarios y los profesionales morales y éticos del futuro; también los trabajadores responsables, comprometidos y productivos. Del seno de la familia surge la empresa y los negocios exitosos. Es en la familia donde cada persona aprende a ser valiente o cobarde, y el secreto para el éxito está en los fuertes lazos familiares y el conocimiento que se tenga de Dios dentro de la familia. “Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.” Proverbios 19:18, 22:6 y 29:17.

El rol de papá y mamá es el más importante para todo hombre y mujer dentro de la sociedad, el rol de padres es la responsabilidad más grande delante de Dios. Los padres se constituyen en los primeros maestros y orientadores de los niños, adolescentes y jóvenes; de la presencia, lealtad y compromiso de los padres depende el futuro de los hijos y el estado de la sociedad en general. Así que si una familia permanece delante de Dios, se mantendrá sano nuestro territorio, familiar, social y nacional. 2 Crónicas 7:14.

Es dentro de la familia que se desarrollan los medios naturales de crecimiento y formación personal, es allí donde se descubren las primeras maneras de ayuda, apoyo, colaboración y complemento de unos a otros para satisfacer las necesidades personales. La familia es el lugar perfecto para suplir las necesidades básicas de atención, valoración y reconocimiento. Es en el hogar donde se aprende a desarrollar la intimidad, la privacidad y se aclaran mal entendidos, aprendiendo a aceptar los puntos de vista y las diferencias de otros, sin usar sarcasmos, cinismo o desprecio, Éxodo 20:12, Proverbios 13:1.

Es en el núcleo familiar donde se aprende el cómo, cuándo, dónde y el tono en que nos dirigimos a los demás, creando condiciones favorables de educación, urbanidad y buenos modales para relacionarnos pacíficamente. La familia es donde obtenemos identidad y pertenencia, donde todos se sienten amados, apoyados, respaldados, seguros y tenidos en cuenta, con posibilidades de ser cada día hombres y mujeres auténticos, reales, rectos y mejores en calidad y valor humano, Efesios 6:1-3.

Dentro de la familia se conocen nuestros defectos, cualidades, fortalezas, debilidades, dones y habilidades; nos levantamos el ánimo cuando estamos tristes, nos consolamos cuando nos sentimos derrotados y frustrados, nos prodigamos el mayor de los afectos, que en ninguna otra parte se podrá encontrar, sino con papá, mamá, hermanos y de demás miembros que la componen, Colosenses 3:18-20.

Los padres y los hijos son un todo en Cristo, un equipo que vive para contribuir a la felicidad y realización personal mutua. Muchos jóvenes, adolescentes y niños se refugian en amigos equivocados, en vicios, en perversión sexual o buscan el suicidio porque no hallan espacios afectivos de diálogo en casa ni momentos que les permitan experimentar atención e importancia; a los niños, adolescentes y jóvenes les resulta imposible resolver sus problemas porque los ven muy grandes, los padres no deben ver a sus hijos como carga o error, porque matas su auto valía y el amor propio lanzándolos a abismos profundos de destrucción, maldad y muerte, Efesios 6:4.

Todo intercambio de comunicación en familia debe llevar el propósito de ayudar, orientar, mejorar, aclarar, acercar, conciliar, animar, reconciliar y levantar a todos los miembros, en vez de ofender, herir, castigar o afectar negativamente, lo cual provoca resultados nefastos, Colosenses 3:21-23.

Tomemos conciencia de la gran responsabilidad que Dios nos ha dado al ser padres y desempeñemos correctamente los roles paternos y maternos para que la sociedad progrese en términos morales, espirituales y éticos. Construir una familia es un compromiso serio delante de Dios y de todos. Es por eso que los padres se constituyen en los primeros maestros edificadores de los niños, por lo tanto de la madurez de los padres depende el futuro de los hijos y el estado social en general. 2 Crónicas 7:14. Cuando los padres permanecen unidos a Dios, se mantiene sano el territorio familiar, local, nacional y global.

Nadie podrá poner en el corazón de los hijos la identidad, la confianza, la seguridad, el sano auto-concepto, el espíritu de superación, el avance personal, el sentido de identidad y pertenencia, el valor de la responsabilidad, la semilla de la excelencia, la nobleza de la humildad y la fuerza del amor a Dios, como sólo pueden hacerlo los padres, a quienes el Creador ha equipado con el afecto y la autoridad necesarios para tal fin.


En una era caracterizada por la falta de idoneidad y compromiso, los adultos estamos llamados a rescatar principios y valores fundamentales en la familia tales como: la lealtad, la fidelidad, la espiritualidad, la fe, la pureza, la responsabilidad, el respeto, el valor de la palabra dada, el orden y la honestidad, entre otros aspectos claves para que nuestros niños, adolescentes y jóvenes los interioricen, los vivan y lo experimenten desde la familia.


Padres sin el conocimiento ni el amor de Dios muy difícilmente podrán alcanzar éxito con sus hijos. No existe ni podrá darse una verdadera felicidad familiar fuera de la certidumbre de que sólo Dios puede ayudar a conservar y construir la familia en medio de los buenos y los malos tiempos, Oseas 4:6. La mayor bendición que podemos dar como padres y recibir como hijos es tener a Cristo como Señor y Dios de la casa, Yo y mi casa serviremos a JHV, Josué 24:15.

REFUERZO 17- INSTITUCIÓN DIVINA PARA GUARDAR EL ORDEN SOCIAL

1.  ¿Cómo ha de ser el matrimonio según Hebreos 13:4?

2. ¿Qué personas creó Dios para vivir juntos? Génesis 1:27.

3. Para un hombre ¿qué significa hallar esposa o viceversa? Proverbios 18:22.

4. Explique con sus palabras Proverbios 19:14.

5. Con relación a la esposa ¿qué dice el Señor en Efesios 5:22-23?

6. ¿Cuáles son las características de un hombre casado que aspira al Ministerio? 
       1 Timoteo 3: 2.

a.     En cuanto al comportamiento social. vv. 3.

b.     En cuanto a su hogar. vv. 4-5.

7. ¿Cómo ha de ser una madre ya madura para con sus hijas jóvenes? Tito 2: 3-4.

8. ¿Con qué propósito se debe enseñar a una hija joven a gobernar bien su casa? Tito 2:5.

9. ¿Qué hará Dios contra el esposo infiel? Malaquias 2:14.

10. ¿Aprueba Dios el divorcio? Explique por qué sí o no. Mateo 19:6.

11. ¿Por qué es importante el matrimonio? 1 Corintios 7:1-2.

12. El pacto de Dios con su pueblo, es igual que el pacto entre los esposos. Escriba las
        Características según Oseas 2:19

13. Mencione algunas falsas enseñanzas con relación al matrimonio. 1 Timoteo 4:3.

14. ¿Cuál es la obligación de la pareja dentro del matrimonio? 1 Corintios 7: 3-5.

15. ¿Cuál es la obligación del Padre como sacerdote de su familia? Job 1:1-5.

16. ¿Cuál debe ser la actitud del padre ante los errores de los hijos? Lucas 15: 11-24.

17. ¿Cuál es el consejo para los esposos? 1 Pedro 3:7.

18. ¿Cuál debe ser la conducta de la mujer? 1 Pedro 3: 1-6.

19. Describa la obligación de los padres para que sean honrados. Proverbios 22:6.

20. ¿Cuál debe ser la conducta de los hijos para con sus padres? Proverbios 23:22.

21. Enumere los frutos de la disciplina con los hijos.  Hebreos 12: 5-11.

22. Describa con sus palabras ¿cuál es la promesa que Dios da a los hijos y el mandato
      que éstos deben guardar para con los padres? Efesios 6: 1- 4.

23. ¿Qué son los hijos para los padres dentro de la familia? Salmo 127: 3-5.

24. Si un padre no corrige a su hijo, ¿qué muestra con esto? Proverbios 13:24.

26. Escriba lo que enseña a los padres Proverbios 19:18. 

27. Describa los deberes y roles de los miembros de la familia, Colosenses 3: 18-21.

28. Explique Proverbios 13:1 con relación a la familia.

29. ¿Qué representa para la familia el término cabeza? Efesios 5:23-25. 

30. Explique con sus palabras la responsabilidad de los cónyuges con relación a la pureza en el matrimonio, Proverbios 5: 18-20.