PUEBLO DE DIOS UNIDO EN
COLOMBIA
CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL
SEÑOR, Tú me armaste de valor para el combate; bajo mis pies sometiste a mis enemigos. 2 Samuel 22:40. Mira, hoy te he dado autoridad sobre las naciones y sobre los reinos, para arrancar, para derribar, derrocar y destruir; (todo mal), pero también para edificar y para plantar. (vida y salvación) Jeremías 30:1.
Tengan la certeza que YO les he dado poder y autoridad para hollar, serpientes y escorpiones y sobre toda fuerza del enemigo y nada los dañará, Lucas 10:19.
Te daré las llaves del reino de los cielos; lo que tú ates en la tierra, también será atado en el cielo, y lo que tú desates en la tierra, quedará desatado en el cielo, Mateo 16:19.
Todo está dicho, profetizado y asegurado en la palabra de Dios, entonces ¿por qué nos vemos resultados claros y permanentes en nuestra tierra? Quizá porque no creemos, nos falta fe y no obedecemos lo que ha salido de la boca de Dios, por lo tanto, es necesario: ponernos de acuerdo, Porque donde están dos o tres reunidos en Mi nombre, allí estoy YO en medio de ellos, Mateo 18:20; Todo lo podemos en Cristo que nos fortalece, Filipenses 4:13. Pongámonos la armadura de Dios para que podamos hacer frente a las artimañas del diablo, Efesios 6:11; Habitemos bajo el abrigo del Altísimo y estaremos seguros bajo la sombra del Omnipotente, Salmos 91:1; Sometámonos a Dios y resistamos al diablo, para que él huya de nosotros, Santiago 4:7; entonces El SEÑOR nos concederá la victoria sobre los enemigos. Avanzarán contra nosotros en perfecta formación, pero huirán en desbandada. Deuteronomio 28:7.
La verdad, son tiempos de oscuridad, ataque y peligro contra la integridad personal, contra la Iglesia, la familia y la nación, porque hay debilitamiento espiritual de gran parte del pueblo del SEÑOR, siempre lo digo y lo repito, estamos vivos por la gracia de Dios, pero debemos trabajar y luchar juntos por un despertar espiritual y un renacer en Cristo comenzando desde los hogares; necesitamos santificarnos y apartarnos para el SEÑOR para que haya renovación y restauración en el Espíritu, por lo tanto, respuesta desde el cielo, pero no podemos hacerlo solos, sino como el todo de un cuerpo unido por las coyunturas. Y por Cristo el cuerpo entero se ajusta y se liga bien mediante la unión entre sí de todas sus partes; y cuando cada parte funciona bien, todo va creciendo y edificándose en amor. Efesios 4:16.
La Iglesia cristiana en Colombia reclama con urgencia soldados valientes de Cristo, verdaderos guerreros del reino del Eterno con ministerios sólidos, unidos, servidores incondicionales, adoradores puros, todos juntos sin barreras denominaciones ni color político en los púlpitos, para que el Espíritu Santo nos envuelva con el don de la unidad y el trabajo solidario en amor por Dios, por sí mismos y por la humanidad, ¿Acaso está divido Cristo? Les ruego hermanos, por el nombre de nuestro SEÑOR Jesucristo, que se pongan siempre de acuerdo para que no haya divisiones entre ustedes. Vivan en armonía, pensando y sintiendo de la misma manera. 1 Corintios 1:10.
Como en el tiempo de los jueces, y sin dejar de orar, debemos prestar atención a cada detalle que nos da la palabra, en situaciones de guerra de Israel contra los enemigos y preguntarle al SEÑOR: ¿Cuál es mi parte en ésta batalla? Y vemos en Jueces 1:4, una luz al respecto: La tribu de Simeón se unió a la tribu de Judá para pelear contra los cananeos, entre ellos los ferezeos, eran aldeanos idólatras de la familia de los gigantes, saqueadores, merodeadores y belicosos enemigos de Israel. Entonces los de Judá le dijeron a los de Simeón: vengan con nosotros a pelear contra los cananeos…Los de Simeón aceptaron, así salieron juntos a pelear; y Dios los ayudó a derrotar a los cananeos y a los ferezeos. Jueces 1:3-4.
Contra ellos salió Judá, que del hebreo Lehodot significa dar gracias a Dios con adoración y alabanza en señal de agradecimiento por su poder y soberanía; y Simeón, Shimon, que traduce Dios escucha la oración y responde, pues viene de la raíz Shama que es oído. Así esas dos tribus unidas derrotaron a sus enemigos y a su rey Adonisedéc en Bezéc cortándole los pulgares de manos y pies. Adoni-Tseq signiia Dios hace justicia. Jueces 1:5-7. Pues Dios le hizo a ese rey cananeo, lo mismo que él solía hacer con los que consideraba sus enemigos para hacerlos sus esclavos. Jueces 1:7.
Estos textos bíblicos nos enseñan que el pueblo de Dios debe, seguir clamando, pero a la vez unirse a adorar y alabar todos juntos para dar gracias al Eterno por anticipado, de la victoria que esperamos tener en Él, contra los enemigos de la vida, la paz, la libertad y la democracia. El SEÑOR nos ayudará a vencer al enemigo donde sus cabecillas serán sometidos totalmente; como Israel cortó los pulgares de las manos del rey cananeo Adonizedéc; lo cual nos enseña que Dios le quitará toda la fuerza y el poder a los adversarios, y al cortar los pulgares de los pies nos enseña que Dios hará que sean confundidos y pierdan el equilibrio en sus planes. La unidad de fuerza espiritual en el pueblo de Dios, hará que el Eterno siembre entre nuestros enemigos desánimo e impotencia para que queden desubicados sin saber qué hacer; es decir, que la artimaña del enemigo se volverá en contra de sus malvados instrumentos para ser vencidos. Jueces 1:1-7.
Y uniendo lo anterior a lo que decía Pablo, nadie
podía afirmar que era de Pablo, Cefas o Apolos, por ser Cristo la cabeza, así
Dios sigue hablando de unidad a su pueblo hasta la saciedad, y hoy nadie puede decir: pertenezco a tal o cual
congregación, vivo para tal movimiento, soy de tal o cual pastor, porque Cristo
NO está dividido, Él siempre trabajó en la tierra en comunión con el Padre y la
dirección y poder del Espíritu, nos dio ejemplo de cómo trabajar para el reino
de Dios a favor de todos, Cristo fue completo a la cruz por nosotros, y hemos
sido bautizados en el mismo Espíritu, y si en verdad hemos nacido de
nuevo; seamos agradecidos primero con Dios y luego unos con otros y unamos las fuerzas, porque somos diferentes y tenemos diferentes
dones para unirlos al mover de las operaciones del Espíritu, pero siempre juntos por
el bienestar de la nación y la tierra. Pues aunque vivimos en el mundo, no libramos
batallas como lo hace el mundo. Las armas conque luchamos no son del mundo,
sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. 2 Corintios 10:3-4.
Si queremos vencer el ataque de las tinieblas que se ha cernido sobre nuestra vida, nuestra familia y la nación, para salir victoriosos en medio de tantas fuerzas de maldad que dividen, distraen y nos alejan del propósito de nuestra vida en Cristo, tenemos que ser verdaderamente pueblo de Dios y ponernos de acuerdo en las diferencias, dejando tanta crítica, polémica, dando soluciones, salidas y manteniéndonos uno al lado del otro para que NO QUEPA el adversario ni siga ganando terreno. Perdonemos porque Dios nos ha perdonado en Cristo, para que satanás NO gane ventaja alguna sobre nosotros; pues no ignoramos sus maquinaciones. 2 Corintios 2:10-11.
El deber es de todos, juntos ayunando, orando, ayudando y sirviendo haciendo lo que nos enseña la palabra: amar, perdonar, hablar bien del hermano, y juntos hollar, atar, rechazar lo malo y declarar la victoria que Jesucristo YA NOS DIO, no podemos darle vacaciones a la fe, ni mucho menos que nos debilitemos, ni nos enfriemos o paralicemos espiritualmente; somos los que destruyen, rechazan y echan fuera todo ataque de los demonios y los oscuros de los instrumentos del mal, hordas del mal, que además de querer destruir la Iglesia, también quieren hacerlo con Colombia, pero la unidad es poderosa en Dios. El SEÑOR nos librará de todo mal y nos preservará para su reino celestial. A Él sea la gloria por los siglos de los siglos. Amén. 2 Timoteo 4:18.
En nuestra lucha espiritual no vemos físicamente a los enemigos, por lo tanto, toda nuestra vida debe ser 100% espiritual, alineados Espíritu, contrapesando lo natural con lo espiritual y no al revés, y todo con afecto fraternal genuino, porque somos testigos de Cristo, portadores de su presencia, embajadores como nación, siendo verdaderamente una familia, un cuerpo donde todos los miembros se ayudan y se sirven mutuamente, porque además, somos templo del mismo Espíritu y edificados sobre un fundamentos viviendo los principios eternos a cada paso y en las decisiones que hacemos. El amor sea sin fingimiento, aborreciendo lo malo y siguiendo lo bueno; amándonos unos a otros fraternalmente; honrándonos y prefiriendo al otro más que a nosotros mismos. Romanos 12:9-10.
Caminemos con Cristo, no solos ni por nuestra cuenta, andar solos nos hace vulnerables, pero juntos nos hacemos más que vencedores; prestemos atención y estemos despiertos. Compartamos los que Dios hace a diario en nuestra vida, comuniquemos y oremos juntos de cerca o desde lejos para entender la atmósfera espiritual y actuar en el momento preciso y con la sabiduría que viene de arriba. Practiquemos el dominio propio y mantengámonos alerta. El enemigo como león rugiente, anda buscando a quien devorar. 1 Pedro 5:8.
El que pelea por Colombia, nosotros y la iglesia es YHWH
Zabaot y Gibbor, el Varón de guerra y Capitán de las huestes, el León de la
Tribu de Judá, Él siempre gana las batallas, nos guarda y defiende, pero
nosotros debemos buscarlo, amarlo, obedecerlo y adorarlo en espíritu y verdad. En lo que requiera diligencia, no ser
perezosos, sino fervientes en espíritu sirviendo al SEÑOR; gozosos en la esperanza;
sufridos en la tribulación; constantes en la oración; compartiendo para las
necesidades de los santos; practicando la hospitalidad. Bendiciendo a los que
nos persiguen; gozándonos con los que se gozan y llorando con los que lloran.
Romanos 12:11-12.
La adoración, el amor y la unidad hacen ese
tremendo y fuerte cordón de tres dobleces que hace fuerza contra el enemigo y nos
da la victoria. Uno solo puede ser vencido, dos podrán
resistir; pero la cuerda de tres hilos no se romperá fácilmente. Eclesiastés
4:12.
Hemos sido llamados a plantar y edificar no a
desparramar, si es que en la verdad deseamos obtener justicia y paz que solo
provienen de nuestro Dios con un pueblo siendo uno en Cristo; cumplamos con
responsabilidad el supremo llamamiento en el poderoso nombre de Jesucristo, Él
es nuestro ejemplo a seguir en nuestras pisadas; Jesucristo es nuestro verdadero
Gobernante, Rey y dirigente libertador para gloria y honra del Padre. Les digo estas cosas para que estén unidos a
Mí y así sean felices de verdad. Tengan valor: YO he vencido los poderes que
gobiernan este mundo. Juan 16:33.
Así que, si recordemos y tenemos en cuenta
esta palabra, podemos ser UNA FUERZA superior de luz contra las tinieblas,
siempre dispuestos como un escuadrón eficiente y eficaz contra el
enemigo. El
SEÑOR está con nosotros como un guerrero invencible; los que nos persiguen
caerán, y no podrán vencernos; ellos fracasarán, quedarán avergonzados,
confundidos para siempre y cubiertos de deshonra inolvidable. Jeremías 20:11. Y
a pesar que muchas cosas sucedan en el mundo, nuestra victoria es absoluta por
medio de Cristo, quien nos amó hasta la muerte de cruz; esto y mucho más a
nuestro favor lo dice Romanos
8:37-39. Amén.
Si hacemos nuestra parte, Fiel es el SEÑOR, quien nos afirmará y guardará del mal. 2 Tesalonicenses 3:3. No podemos dejar de orar en unidad a favor de Colombia porque es la patria donde Dios nos ha puesto y donde vivimos hasta hoy. Porque somos colaboradores de Dios, labranza de Dios, edificados en Cristo…1 Corintios 9-11. Amén.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.