LA UNIDAD TRAE CAMBIO DE
ATMÓSFERA ESPIRITUAL EN LA NACIÓN. ¡O NOS UNIMOS, O LO PEOR VIENE!
El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo. Y Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin, de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguen a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. Efesios 4:11-13.
Todos nosotros judíos y no judíos, esclavos y libres, fuimos bautizados para formar un solo cuerpo por medio de un solo Espíritu; y a todos se nos dio a beber de ese mismo Espíritu. 1 Corintios 12:13.
¿No tenemos todos un mismo Padre?¿ No nos ha creado un mismo Dios? Entonces, ¿Por qué nos portamos deslealmente unos contra otros, profanando el pacto de amor dado a nuestros padres? Malaquías 2:10.
El corazón del SEÑOR hace tiempo se duele de angustia como lo hizo en el Getsemaní, al ver la situación espiritual de su pueblo en Colombia, esa Iglesia que Cristo fundó con amor, con su propia vida y su sangre derramada; un pueblo que está dividido y lleno de mundo, no de Cristo, que no muestra el carácter de Cristo, ni ministra correctamente su palabra porque están contaminados, y dispersos como ovejas que no tienen pastor porque no viven a la unidad del Padre y del Hijo. La división es algo que debe evitarse a toda costa, porque es un gran obstáculo para la vida plena, la paz en unión, el crecimiento espiritual de la iglesia y la extensión del reino de Dios en la tierra; al respecto Pablo escribe: Hay disensiones entre ustedes para que se revele quiénes tienen la aprobación de Dios y asi se manifieste quienes son verdaderos creyentes y seguidores de Cristo. 1 Corintios 11:18-19.
Unos se exhiben y compiten, mientras otros se esconden y callan haciendo cada uno sus propias agendas; esto es propio de gente insensible que ya no se quebranta ante su Creador, ni con la palabra, ni tampoco buscan la vida del Espíritu, porque están acomodados, entonces unos son tibios y otros fríos ante la voz y la presencia del Padre que ve tanto dolor e injusticia entre su mismo pueblo; ministros que ni se inmutan ante la condenación de miles de almas que caen a diario en el infierno y su pueblo no se une a trabajar por evitarlo. Les ruego, hermanos, por el nombre de nuestro SEÑOR Jesucristo, que todos se pongan de acuerdo, y que no haya divisiones entre ustedes, sino que esten enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer. 1 Corintios 1:10.
Muchos que se dicen servidores, hijos, y ministros de Dios que han sido revestidos de poder y autoridad, oran y piden un despertar y avivamiento espiritual que no llega como debiera, porque cada uno sigue en su ley carnal de contiendas, competencia, orgullo, celos, soberbia, rebeldía, envidia y desobediencia, arranchados en sus posiciones personales y no en el propósito del Padre, cuando en realidad todos somos uno en Cristo, igualmente amados, importantes y valiosos para Dios, todos con un llamado y una misión para que hagamos realidad la oración de Jesús en Juan 17.
Es tiempo de alinearnos al corazón de Dios para ser hermanos unidos que trabajan por el reino y lloran a los pies de Cristo, arrepentidos y quebrantados para ser verdaderamente un cuerpo; hay que empezar de nuevo tomados de la mano, para provocar el cambio tan deseado, empezando desde nuestro interior, conciencia y carácter personal, siendo verdaderamente santos que se unen para Dios, trabajando hombro a hombro por la vida, los perdidos y los necesitados y así ver la gloriosa respuesta de Dios de un gran despertar espiritual para este tiempo tan oscuro y tan lleno de maldad. ¡Reacciona, da un paso al frente, haz tu parte! Jesús estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían a la tierra. Lucas 22:44.
El SEÑOR Jesús es Dios de orden y organización perfecta, por eso en el cielo hay ángeles, arcángeles, serafines y querubines, donde cada uno cumple una función específica trabajando al unísono con la voz del Rey; nuestro Dios no produjo los Ministerios de la noche a la mañana, Él empezó con fundamento y dio origen paso a paso a la organización de su pueblo desde el comienzo, para que Él sea el centro y el timón de la vida de la Iglesia y que todos sus representantes sean uno de principio a fin, así como Dios es UNO en tres personas. Escucha, oh Israel, el SEÑOR nuestro Dios, UNO es. Deuteronomio 6:4.
Jesucristo vino a establecer aquí en la tierra el diseño de la unidad del reino celestial que fue dado desde la antigüedad, y hoy lo sigue haciendo por su Espíritu a través de los llamados y enviados, haciendo de su Iglesia UN SOLO CUERPO donde Cristo es la cabeza que dirige, gobierna e instruye, a la congregación del Padre y familia de Dios, a través de los ministerios y de un pueblo obediente que debe moverse por amor, con acciones mancomunadas de una fe firme que participa llevando su palabra según la voluntad del Padre. Porque, así como en un solo cuerpo hay muchos miembros, y no todos los miembros sirven para lo mismo, así también nosotros, aunque somos muchos, formamos un solo cuerpo en Cristo y estamos unidos unos a otros como miembros del mismo cuerpo. Romanos 12:4-5.
Es apremiante, imperativo y urgente recuperar la unidad del Cuerpo de Cristo para ver el impacto espiritual del que habla la Biblia, porque en la unidad hay poder y victoria contra el mal, en especial esa unidad debe verse y palparse entre los Ministerios y el pueblo que sirve; Dios es el origen de la unidad para establecer orden y organización dentro de un diseño funcional que materialice su gloria entre los hombres, y que ninguno haga lo que quiera o se le ocurra, ni nadie haga cosas raras diferentes a las cuales Dios nos llamó y nos comisionó, por eso Jesús oró, pidiendo al Padre que sus seguidores sean uno. Te pido Padre que todos estén unidos; que como Tú, oh Padre, estás en Mi y YO En Ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tu me enviaste. Juan 17:21.
Pablo enseñó a cerca de los Cinco Ministerios porque conocía desde el principio a Dios y su palabra en la pedagogía del reino contenida en la Escritura y la historia del pueblo de Dios. Son Cinco Ministerios con su respectiva función, pero UNA SOLA OBRA en cuanto a objetivos y propósito. Padre, la gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno. YO en ellos, y Tú en Mi, para que sean perfectos en unidad...Juan 17:22-23.
En los escritos bíblicos se nos habla mucho acerca de aprender sabiduría e inteligencia, con la recomendación de adquirir el conocimiento de Dios todos juntos en la palabra, para poder sembrar los fundamentos y mandatos de Dios en los corazones, y que la memoría retenga, y así como las manos y los pies se mueven al unísono, llevemos la acción y la práctica en el amor unido que el SEÑOR nos da, dejando de lado la vana información que nos desubica, confunde y desinforma, sacándonos de la verdad, del propósito y la realidad de Dios...La iglesia perseveraba en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las oraciones...Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas... Y perseveraban unánimes cada día...Hechos 2:40-47.
Los cinco ministerios no aparecieron con el Nuevo Pacto, se ratificaron y se dieron a conocer ya con la Iglesía, pero siempre han existido y han estado presentes, activos y funcionando al unísono desde el comienzo; con servidores ceñidos a la obediencia, la sujeción y dirección del Eterno, gente que se goza en complacer el corazón del Padre en su anhelo eterno de dar lo mejor a sus hijos, y así como Dios es UNO, su obra es una, la salvación es una, su cuerpo es uno y los Ministerios son uno en Él y para Él con diferentes dones y funciones pero para un solo reino...Hasta alcanzar la unidad en la fe en el conocimiento del Hijo de Dios...Efesios 4:11-13. Porque desde el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Juan 1:1,
Si vamos a los orígenes, veremos la maravillosa unidad de los cinco Ministerios contenidos en los cinco primeros libros de la Biblia, adentrándonos al diseño divino del orden, la organización y la mayordomia que Dios le dio a su nación desde Abraham y Moisés hasta hoy como base de unión entre su pueblo; hoy Dios anhela hombres y mujeres ceñidos de poder y autoridad en Cristo, con ministerios ligados entre sí, NO que estén divididos, como islas ni divorciados como extraños, mucho menos distanciados, sino que en unidad planifiquen, se muevan y actuer en una misma tarea y dirigidos bajo el mismo Espíritu, con funciones que completen la obra evangelística que Jesús dejó establecida hasta el final, y con la cual se lleva a cabo la misión redentora y transformadora del SEÑOR en el ser humano. Ahora, pues, ve, y YO estaré con tu boca, y te enseñaré lo que has de hablar. Éxodo 4:12.
Todos como hijos de Dios y redimidos en Cristo, habiendo nacido de nuevo, somos llamados, preparados, instruidos y enviados para revelar a Cristo a través de la enseñanza de la palabra, enseñando lo que Él ya dijo y estableció; el mensaje de vida que no era nuevo para la iglesia original del primer siglo que conocía la pedagogía del cielo, el contenido y la estructura de la Escritura que se transmite de generación en generación, pues es Dios el que ministra a través de verdaderos servidores que unidos Él hacen su voluntad y lo representan en todos sus deberes, comportamiento y carácter, actuando como instrumentos de gloria, amor y poder para salvación del género humano, poniendo límites al reino de las tinieblas, que ha ganado terreno ante cristianos divididos, ausentes, indiferentes e insensibles. Como el cuerpo es uno solo y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo siendo muchos, son un solo cuerpo en Cristo…Y si un miembro sufre, todos los miembros sufren con él; y si un miembro es honrado, todos los miembros se regocijan con él. 1 Corintios 12:12-14 y 26. Veamos cómo nacieron los ministerios:
1. GENESIS, origen del Apostolado…El SEÑOR había dicho a Abraham; vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre a la tierra que YO te mostraré…Y se fue Abraham, como YHVH le dijo…Génesis 12:1-9. Abraham fue llamado, escogido y enviado para salir de su territorio de confort, así también experimentaron los patriarcas que lo sucedieron, todos ellos fueron misioneros preparados y enviados para enseñar y dar a conocer al Dios de Israel y sus principios contenidos en los mandamientos que reflejan el perfecto amor y carácter santo del Padre que instruye a su pueblo con su Mesorá, su mensaje, su evangelio de las Buenas Nuevas, todos los antigüos del AT, fueron pregoneros de justicia, al igual que ha sido comisionada la Iglesia. Mateo 28:19-20.
El shaliaj o shaliahim, son los apóstoles del AT, eran emisarios, agentes legales del reino, enviados con autoridad como mensajeros que emitían la palabra, voz y la ley de Dios, transmitiéndola al pueblo las órdenes divinas; hoy son los que reciben en el nombre de Jesucristo a los que llegan por primera vez a Cristo, Mateo 18:18, Marcos 9:37; son gente santa que instruye a los niños espirituales en cumplimiento a la misión delegada de lo Alto de generación en generación hasta el día de hoy, sirviendo y enseñando a vivir a muchos a la manera de Dios y en un trabajo irrevocable; en Génesis nace el apostolado del pueblo de Dios con los primeros enviados que han materializado la gloria del Eterno entre el pueblo, mostrando y revelando al Dios Espíritu, que nos dió las llaves de su reino, Mateo 16:19. Porque YO sé que mandará a sus hijos y a su casa después de sí que guarden el camino de YHVH, haciendo justicia y juicio, para que el SEÑOR haga venir sobre su siervo lo que ha hablado a cerca de él. Génesis 18:19.
El apostolado es el ministerio que une, engendra y expande el reino de Dios con nuevos creyentes actuando como un padre, ellos plantan nuevos grupos de creyentes en cada lugar que le es indicado desde arriba, con el diseño original de unidad entre del Padre y el Hijo, ensanchando así el reino en la tierra, sobre base bíblica, formando hijos de Dios maduros y con fruto, en asistencia y colaboración con los demás ministerios. Aunque tengamos diez mil instructores, tenemos solo un Padre; pues en Cristo hemos sido engendrados por su único Evangelio. 1 Corintios 4:15 y 3:10.
2. EXODO, origen de los profetas. Ahora, pues, ven y te enviaré a Faraón para que saques a mi pueblo, los hijos de Israel de Egipto. Éxodo 3:10. Profeta en hebreo, Nabi-nabilin, sungular y plural, es uno que sirve de conexión e intermediación entre Dios y los hombres, recibiendo del Padre una palabra y una encomienda que debe ser revelada; el profeta es un enviado que habla de parte de Dios pero que también intercede por el pueblo como lo hicieron Abraham y Moisés ante los juicios de Dios por la maldad de la gente.
El profeta da a conocer al pueblo lo que Dios ha hablado y desea que se le obedezca para que se cumpla y así puedan ser librados y bendecidos, si atienden las instrucciones, advertencias y exhortaciones, evitando ser parte de los juicios; profeta también es un vidente, hozeh, hazah, un varón de Elohim, 2 Samuel 24:11; una persona escogida por Dios para entender su voluntad, y a quien se le abren los ojos para discernir y recibir cosas espirituales que no están al alcance de toda la gente en general, los profetas con sabiduría, ciencia y conocimiento revelan, transmiten, aconsejan e instruyen al pueblo con lo que sale del corazón de Dios. Antes que te formara en el vientre te conocí, y antes que nacieras te santifiqué, y te di por profeta a las naciones. Jeremías 1:5.
Éxodo contiene los nombres de los hijos de Israel con Moisés como primer profeta, representante e intermediario entre Dios y el pueblo con el mensaje que recibió cara a cara del Eterno en continuos encuentros, para luego darlo a conocer. Moisés no solo fue llamado, fue escogido desde niño y enviado al desierto para ser entrenado como guía y dirigente libertador de la nación de Israel, y de lo que sería la Iglesia hoy, y que tú y yo seamos parte de ese pueblo, Todo el pueblo conocía que Samuel era fiel profeta de Dios, 1 Samuel 3:20, 2 Samuel 7:2 y 24:11; es así que hoy la Iglesia es llamada a ser una parte vital de la visión de Dios para su pueblo y la tierra, formando parte de la historia, 1 Crónicas 29;29. Enséñales los estatutos y las leyes, y hazles saber el camino en que deben andar y la obra que han de realizar. Éxodo 18:20.
Básicamente este ministerio profético da a conocer los diseños del Padre sobre la base de la palabra revelada, consolidando, edificando, alentando y exhortando para despertar, ubicar, direccionar y mantener activa y unida a la Iglesia en el trabajo de la obra, atendiendo a las instrucciones y alertas del Padre. Jeremías 6:16-17 y 23:3-8, Isaías 44:6, 2 Reyes 17:13. Entonces Moisés oró en presencia de YHWH su Dios, y dijo: Oh SEÑOR, por qué se encenderá tu furor contra tu pueblo que sacaste de Egipto con gran poder y con mano fuerte? Éxodo 32:11.
3. LEVÍTICO, origen del MINISTERIO evangelista. Si ustedes dan oído a mi voz, y guardan mi pacto, ustedes serán mi especial tesoro sobre todos los pueblos, porque mía es toda la tierra. Y ustedes me serán un reino de sacerdotes, y de gente santa. Estas son las palabras que dirás al pueblo de Israel. Éxodo 19:5-7. En Éxodo el propósito de Dios era que todos en su pueblo fueran sacerdotes ligados a su corazón, comunicadores y divulgadores de sus principios, orando 24/7, para transmitir su mensaje e interceder unos por otros, pero debido a la rebeldía solo se escogió a la tribu de Leví. !Cuán hermosos son sobre los montes los pies del que trae alegres nuevas, del que anuncia la paz, del que trae nuevas de bien, del que publica salvación, del que dice a Sión: ¡Tú Dios reina! Isaías 52:7.
En hebreo evangelista es Mebazar y Mebazarim, singular y plural respectivamente, se relaciona con los sacrificios sacerdotales que purifican al pueblo, con el mensaje Mesorá, del evangelio y las Buenas Nuevas, dando buen informe y noticias de esperanza; razón por la cual Jesucristo se hizo carne sacrificando su cuerpo y su sangre en el calvario para dejar en su carne su eterno mensaje salvador de propiciación por nuestros pecados, haciéndose nuestro Gran Sumo Sacerdote, encarnando en sí mismo la Palabra Viviente, Él es la cabeza y sus redimidos un solo cuerpo en Él, la iglesia unida llevando el Mensaje vivo de las Buenas noticias de salvación y poder transformador. El Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad. Juan 1:16.
El evangelista ha salido del pueblo y ha sido escogido por Dios para ir afuera de las cuatro paredes, a traer y unir más miembros al reino, mediante la proclamación del evangelio de un lugar a otro, tal como lo hacía Jesús; el evangelista es un anunciador que une al cuerpo de Cristo por las coyunturas, mostrando las maravillas de Dios y es respaldado con milagros; servidor que en unión con los otros ministerios, cumple la parte de su tarea misionera en la edificación y perfección del cuerpo de Cristo a lo cual están llamados y unidos los diaconos y servidores del cuerpo de Cristo. Evangelista somos todos en la Iglesia de Cristo porque proclámanos el evangelio y transmitimos el buen informe de Salvación por donde vamos, y así como lo hicieron Caleb y Josué, animamos y alegramos al pueblo con la palabra de fe y esperanza para salir a conquistar y ensanchar nuestro territorio; el evangelista es enviado a un lugar que no conoce al Mesías Rey como lo hizo Felipe con el etíope en Hechos 8:26-39 y como Pablo se lo encargó a Timoteo. Pero tú, se sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu ministerio. 2 Timoteo 4:5.
Este ministerio une al cuerpo predicando y defendiendo la verdad, pregonando y difundiendo el
evangelio, para adherir más gente arrepentida al cuerpo de Jesucristo; tú y yo somos evangelistas unidos al Cuerpo de Cristo, portavoces de las Buenas Nuevas, asiduos seguidores y defensores de Jesucristo y
la sana doctrina bíblica por donde quiera que vamos, pero siempre en armonía y comunión con Dios y con todos los demás ministerios. Hechos 8:13.
4. NÚMEROS, origen del Ministerio pastoral. Moisés apacentaba el rebaño de Jetro su suegro, sacerdote de Madián, y condujo el rebaño hacia el lado occidental de desierto, así llegó a Horeb, al monte de Dios. Y se le apareció el Ángel de YHVH en una llama de fuego en medio de una zarza; y él miró, y vió que la zarza aunque ardía, no se consumía. Entonces dijo: iré y veré esta gran visión, porque causa la zarza no se quema. Viendo YHVH que Moisés iba a ver, lo llamó desde la zarza y dijo: ¡Moisés, Moisés! Y él respondió: heme aquí...Éxodo 3:1-32.
En este libro se habla de ovejas, pastor y rebaño, resaltando a Moisés en el cuidado de las ovejas de Jetro; nos habla del pastor como dirigente y guía del Rebaño del Gran Pastor, el Roeh, el guía y compañero de viaje que ve, pastorea y observa sus ovejas cuidándolas de las fieras, asi el pastor de la Iglesia, exhorta, corrige y pastorea a los miembros del Cuerpo de Cristo, en el proceso de crecimiento y madurez para que ningún lobo rapaz las tragué, ni ninguna ande como oveja sin pastor, un roeh-tzon, que ama, cuida y mantiene unidas sus oveja, describiendo al pastor como un padre que con afecto entrañablemente atiende su rebaño, y no solo supervisa a una oveja, sino que responde por todas las ovejas como lo hace un padre con sus hijos. Isaías 40:11 y Marcos 6:30-34.
Nuestro SEÑOR Jesucristo se consagró como el Buen Pastor del rebaño del Padre, dando su vida por las ovejas del redil, posicionando de dos pueblos, un solo pueblo, la iglesia, poniéndola en lugares celestiales del reino, siendo Cristo mismo, el Camino perfecto para la unidad de su pueblo; asi Dios nos da estabilidad y alimento estando juntos en la obra, mientras peregrinamos por el desierto de este mundo, preparándonos para entrar a la tierra de pastos verdes y abundantes aguas que será nuestra Jerusalén celestial. Tengan cuidado de ustedes y de la grey, en medio de la cual el Espíritu Santo los ha hecho obispos para pastorear la iglesia de Dios, la cual Él compró con su propia sangre. Hechos 20:28.
El pastor es el obispo y presbítero que preside la congregación de YHVH; un ministerio amplio porque más que predicar es quien
asegura el éxito, la unidad y la salud espiritual de los cristianos en una asamblea local mediante, el acompañamiento, la asesoría, el consejo y supervisión, primeramente de Dios pero también unido a los demás ministerios, despertando así la visión y la misión del reino de Dios, para que todos sean parte activa en el
trabajo de la Gran Comisión; el pastor está capacitado para visitar y celebrar ceremonias que consolidan la unidad conforme al evangelio. Juan
21:15-19, Mateo 18:12-14, Marcos 9:36.
5. DEUTERONOMIO, origen del Ministerio del Maestro. Moisés recuerda al pueblo toda la ley y las promesas dadas por Dios en Horeb, después que conquistaron sus territorios y dijo: Miren, yo les he entregado la tierra que YHVH juró a nuestros padres Abraham, Isaac y Jacob, que les habría de dar a ellos y a su descendencia después de ellos. Deuteronomio 1:1-8. ¿Cómo llevaré yo solo sus molestias, sus cargas y sus pleitos? Dénme de entre ustedes, y sus tribus, varones sabios, entendidos, y expertos para que yo los ponga por jefes sobre ustedes. Y me respondieron: bueno es hacer lo que has dicho, y tomé a los principales de las tribus, varones sabios y expertos y los puse sobre ustedes como jefes de millares, de centenas, de cincuenta y de diez, para gobernar sobre sus familias...Ellos fueron jueces para juzgar rectamente entre hermano y hermano, entre el pueblo y el extranjero para, unidos y sin hacer distinción, ni tener preferencias en el juicio... Deuteronomio 1:12-18.
El maestro es aquel servidor del Cuerpo de Cristo que vive recordando la palabra al pueblo, formando y capacitando cada día más servidores para el reino, dentro de un trabajo unido, pedagógico y educativo organizado que se dirige y orienta por lo que Dios ya ha establecido en su palabra. El maestro se maneja como colaborador del pastor formando discípulos y creando grupos familiares con las llaves del reino; él recuerda y mantiene fresca la palabra en el corazón de la gente, con los principios y mandamientos del Padre contenidos en la Bíblia, para que todos vean Cuán bueno y cuán agradable es cuando los hermanos viven en unidad y armonía. Salmos 133:1.
La unidad y la figura del maestro representa unión entre los hermanos, donde Cristo es el Gran Maestro, Mateo 23:8, que nos une en una sola fe, un bautismo, un solo Dios y un solo Padre, Efesios 4:5-6. El maestro como miembro del Cuerpo de Cristo, primeramente une a los suyos al rededor del Evangelio, y mantiene la autoridad para luego salir ante el pueblo. Maestro, sabemos que dices y enseñas rectamente, y que no haces distintición entre las personas, sino que enseñas el camino de Dios con verdad. Lucas 20:21.
Maestro en hebreo es Moráh, Moré, Morin, femenino, masculino y plural, el maestro en la iglesia de Cristo, permanece estrechamente ligada al corazón de Dios y atesora su palabra como una joya de gran precio porque la ama y la enseña: yo he recibido de parte de Dios, el ministerio de Maestra de la palabra, lo recibí en 2012, en Olavarría, Provincia de Buenos Aires en una pequeña congregación donde Dios me permitió servir, por eso humildemente me gozo en escudriñar, investigar y leer para luego dejarlo plasmado aquí, en este Blog; así enseño y transmito con fe obediente la ley de mi Dios de generación en generación. Pero ustedes no pueden pretender que la gente los llame maestros, porque todos son hermanos y solo Uno es su Maestro. Mateo 23:8.
En este punto el ministerio de la enseñanza une al cuerpo de Cristo trabajando con los demás ministerios para dar fuerza a la unidad y el compañerismo de los cinco ministerios y toda la Iglesia, según la Escritura. En realidad cada ministerio es un foco de unidad que edifica con las Buenas Nuevas, con nuestro estilo de vida unido como hermanos, dando testimonio del Cuerpo único de Cristo, la Iglesia y del reino del Padre que une a su pueblo con la palabra de verdad que salió de su boca, ratificada, certificada y confirmada, desde Génesis hasta Apocalipsis; juntos, fuertes y permanentemente unidos, indicando el vínculo profundo del amor que nos hace uno en Cristo. Y la multitud de los que habían creído eran de un corazón y un alma; ninguno decía ser suyo propio nada de lo que poseía, sino que tenían todas las cosas en común...Hechos 4:32-37.
Son Cinco Ministerios como cinco son los primeros libros que inauguraron la Escritura, y cinco son los dedos de la mano de Dios y ahí cabemos todos; Él es UNO, por lo tanto, los Ministerios NO están divididos, como tampoco su palabra, ni su cuerpo están divididos, somos un Ejad, una unidad completa, plena y perfecta en Cristo, y así debemos trabajar para permanecer juntos en la misma tarea: adorar y obedecer a Dios, todos a favor de la palabra de verdad, buscando siempre el reino de Dios y su justicia. Juan 17.
El Dios que subió al cielo, es el mismo que descendió y dejo dones ministeriales para llevar a cabo su obra después de su ascensión; estos ministerios permanecen entretejidos unos con otros, aunque cada uno hace diversas tareas en una Iglesia, que es la novia del Cordero de Dios, tienen el mismo fundamento y deben funcionar al unísono, a,la voz de Dios, ligados estrechamente a nuestro Salvador y Maestro máximo. Efesios 4:10-16. Ustedes me llaman Maestro y SEÑOR; y tienen razón, porque lo SOY. Juan 13:13.
Jesús como maestro hizo discípulos de manera personal, transmitió el mensaje del Padre lo mostró en Él, dependiendo de Abba al 100%; no solo habló totalmente la palabra dicha desde la antigüedad confirmando lo profetizado en el Antiguo Pacto, sino que atrajo multitudes con su cálidez, bondad, amor y ternura; el ministerio del Maestro está hecho no solo para enseñar e instruir en la palabra de Dios, sino para ser un imán que atrae con dulzura, afecto y amabilidad a las gentes, alineando al pueblo con su Creador y corrigiendo con la verdad bíblica, provocando hambre y sed de Dios en arrepentimiento, Teshuvá, para volvernos a Cristo y mantenernos en cohesión con la senda antigua de santidad e inocencia de maldad, con amor, comunión, sujeción y obediencia a los mandamientos, instrucciones y principios del Eterno. Predica la palabra, insiste a tiempo y fuera de tiempo; redarguye, reprende, exhorta con mucha paciencia e instrucción…2 Timoteo 4:2-3.
Los Morin son educadores, docentes e instructores de la palabra, estudiando y escudriñando las
Escrituras a profundidad, porque no solo transmiten conocimiento intelectual,
sino que edifican a la Iglesia y abren los ojos espirituales con la didáctica y dinámica del reino para despertar la
necesidad de conocer a Dios a través de las Escrituras. Romanos 12:6-7 y 1 Pedro 4:11.
Aunque todos los ministerios tienen funciones básicas, todos
en plena soberanía de Dios son escogidos, llamados, preparados, nombrados y
enviados para unir; todos oramos, intercedemos, ayunamos y vigilamos; TODOS somos UNO en el Padre que nos creó UNO en Cristo que nos
contiene, y somos uno en el Espíritu que nos otorga aliento de vida y nos mueve para UNA misma misión:
proclamar a Cristo, y el reino de Dios mediante las Buenas Nuevas de salvación. Juan 4:35-42, 1 Corintios 3:4-15 y 2 Corintios 3:5-8. A fin de que nadie se jacte en su presencia...1 Corintios 1:29-31.
Somos UNO porque nuestro máximo ejemplo es Jesucristo, UNO con el Padre, Él, nuestro Gran Sumo Sacerdote, Apóstol, Maestro, profeta, evangelista y pastor, por lo tanto, todos los Ministerios están ligados a Él y están vigentes, con sus funciones y propósito, con el respaldo superior del cielo; todos ganamos almas con el Evangelio, todos predicamos la verdad, todos enseñamos a Cristo, todos profetizamos la palabra, todos somos miembros del cuerpo de Cristo, todos exhortamos al confrintar el engaño y todos somos pregoneros de justicia, representantes del reino de Dios, embajadores de Cristo y en unión con los demás miembros del Cuerpo de Cristo, somos UNA nación santa y un pueblo adquirido para gloria de Dios, instruyendo día a día a todo el pueblo que desea vida y nos rodea. El que ama la instrucción ama la sabiduría; pero el que aborrece la corrección es ignorante Proverbios 12:1. 2 Timoteo 3:16-17.
Pero la Iglesia y los ministerios están divididos hoy en día a causa del pecado, el individualismo, la soberbia, la rebeldía y la falta de humildad, la escases de mansedumbre del pueblo, pero como desde el comienzo, Dios sigue insistiendo en hacer de su nación un reino de sacerdotes y gente santa, pero debido a los corazones endurecidos y necios, hoy solo hay un remanente como en el pasado solo hubo una tribu sacerdotal, la Leví.
Es el mismo pueblo el que se ha encargado y se empeña en apagar el fuego del Espiritu que tiene la virtud de unir, pero los que esconden y falsean la verdad, acallan y opacan los Ministerios, y ninguno quiere dar el primer paso a la unidad, provocando así grandes consecuencias divisorias de islas ministeriales, apostasía, falsas doctrinas y costumbres del mundo que han permeado a la Iglesia con las mentiras del mundo; el SEÑOR hace sonar su trompeta de alarma para despertar y alentar a su pueblo a la UNIDAD, porque el mundo se mueve rápidamente polarizado, confundido y en caos, pero la Iglesia debe hacer la diferencia con la obediencia, amor y el trabajo unido en el pueblo, así Dios hará el cambio, la transformación y el despertar soñado. Teniendo la palabra fiel que es conforme a la enseñanza, para ser capaces de exhortar con sana doctrina y refutar a los que contradicen Tito 1:9.
En Cristo somos un organismo vivo, un gran engranaje viviente que debe mover al mundo y no que el mundo nos mueva a nosotros ni nos sorprenda; somos como una gran planta productora de bien, verdad, unión y justicia dirigida por la Cabeza, pero cada parte del Cuerpo es una pieza importante del engranaje divino que funciona con los Ministerios como piñones espirituales y creyentes como ejes que se mueven con fuerza de Dios en cada elemento que compone el gran organismo vivo, donde el Creador está en control de todo ser viviente en su gran planta celestial. Romanos 12:1 y 1 Corintios 12:12.
Como en una gran fábrica los engranajes, espirituales, unidos a los pequeños piñones del creyente, los ejes del amor y todas sus partes, se mantienen y lubrican con el aceite del Espíritu, así el Cuerpo de Cristo está puesto para producir vida y traer salvación, si continuamente nos renovamos en la mente con el maná de la palabra, el aceite de la unción y las aguas vivas del río de Dios, en el servicio UNIDO de los Ministerios y toda la Iglesia con las operaciones de Dios en cada miembro del cuerpo que trabaja en equipo bajo la presencia y dirección de Dios. Y al señalar estas cosas a los hombres serás un buen ministro de Cristo Jesús, nutrido con la palabra de fe y de la buena doctrina que has seguido. 1 Timoteo 4:6.
Si no hay unidad en los Ministerios, los piñones, engranajes, ejes y partes de la gran empresa del Reino, correrán el riesgo de oxidación y descomposición con las trabas y las piedras del mundo, que hacen fallar toda la planta celestial y la producción espiritual se reducirá y se detendrá; enfretemos y venzamos el problema de división que existe hoy en el pueblo de Dios, liguémonos a Cristo, dependamos del Padre, vivamos en el Espíritu, cortemos con todo lo que nos aleja de Dios; matemos la tibieza espiritual, eliminemos el enfriamiento y muerte espiritual entre el pueblo y busquemos a los que han desertado; no permitamos que el enemigo siga ganando terreno, ni que el mal avance llenando la tierra de tinieblas. Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón en los oídos, acumularán para sí, ministros conforme a sus propios deseos. 2 Timoteo 4:3.
Qué maravilloso organismo viviente y estructura organizacional somos en Jesucristo para aprender unidad estando juntos con la pedagogía del Padre en los Ministerios, andando en el amor sacrificial del Hijo, y con la unción del Espíritu para que se materialice el reino de Dios en la tierra; NO se trata de hacer líderes, se trata de servir para hacer que huya el maligno, andemos en un Espíritu con Cristo, y hagamos que toda fuerza de maldad sucumba ante la UNIDAD de la fe y el amor unido, destruyendo el espíritu que divide y polariza a la Iglesia y la raza humana. Santiago 4:7.
Somos un ejad, una unidad, un todo completo y perfecto en Cristo. Para que sean alentados nuestros corazones, y unidos en amor, alcanzando todas las riquezas que proceden de una plena seguridad de comprensión, resultando en un verdadero conocimiento del misterio de Dios, es decir, de Cristo. Colosenses 2:2-3.
La unidad es victoria sobre todo mal del enemigo, que no desiste en destruir la Iglesia, la familia, la vida y la sociedad sacándonos del diseño original. Y perseveraban en la doctrina de los apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y las oraciones…Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas…perseveraban unánimes cada día en el templo…comían juntos con alegría y sencillez de corazón…Hechos 2:42-47.
Después de reconstruir los muros y reparar las puertas Nehemías se reunió como un solo hombre con todo el pueblo para centrarse en la Torah, el Tanaj o palabra del Eterno que son Las Escrituras, Nehemías 8:1; todos alredor de Reino de Dios y su justicia, puestos los ojos en Jesús, Autor y fundamento de nuestra fe. Jesúa con sus hijos y sus hermanos, Cadmiel sus hijos, hijos de Judá, como un solo hombre asistían para colaborar con los que hacían la obra en la casa de Dios, junto con los hijos de Henadad, sus hijos y sus hermanos levitas. Esdras 3:9.
A Unidad, armonia, trabajo y acciones claras somos llamados hoy por el Eterno para cumplir una labor, y esa labor está centrada en Cristo y su palabra con un trabajo de equipo funcional, sea apóstol, profeta, evangelista, pastor, maestro, y miembros del cuerpo: todos SOMOS UNO en el SEÑOR y la Biblia donde vemos que todos somos misioneros. Y siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en Aquel que es la Cabeza, esto es, Cristo, de quien todo el cuerpo, bien concertado y unido entre sí por todas las coyunturas que se ayudan mutuamente según la actividad propia de cada miembro, para recibir crecimiento y edificándonos en amor. Efesio 4:15-16.
Mg.MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino eterno.
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