LA MANIFESTACIÓN
DE LOS HIJOS
DE DIOS
El
fruto del justo es árbol de vida, y el que gana almas es sabio. Porque si el
justo recibe recompensa aquí en la tierra, ¡con cuánta más razón el malvado y el
pecador recibirán su merecido, Proverbios 11:30-31.
Deben
saber ustedes que cualquiera que haga volver a un pecador de su mal camino, lo
salva de la muerte y hace que muchos pecados sean perdonados, Santiago 5:20. Porque
también hay alegría en el cielo por un pecador que se arrepiente y se vuelve a
Dios, que por noventa y nueve justos que no necesitan convertirse, Lucas 15:7 y
10.
Porque así dice el Señor a su pueblo, Buscadme y viviréis. Amós 5:4.
La seguridad del cristiano no consiste en la ausencia de peligro,
sino estar en la presencia de Dios; tampoco tenemos por qué estar tristes ni
preocupados en medio de los eventos actuales, nuestra mirada debe estar puesta
en Dios y nuestro corazón lleno de su gozo, porque nuestra paz y gozo interior
no provienen de las circunstancias sino que emanan de la presencia de Dios Y
aún en medio de todo esto debemos seguir hablando de su grandeza, de su amor y de
su sacrificio para que otros entren al reino de Dios y sean salvos, con todo yo me alegraré en YHWH, y me gozaré
en el Dios de mi salvación, Habacuc
3:18. Somos la sal y la luz para el mundo y debemos llevar la presencia de Cristo para que muchos entren a su reino.
Dios sigue hablando, ¿haremos oídos sordos al clamor del corazón
de Dios que ansía que su pueblo manifieste su gloria y lleve su presencia para
salvar almas y consolar al necesitado? Nuestra tarea comienza en casa, Amarás a
Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas.
Y estas palabras que YO te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás
a tus hijos y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y
al acostarte y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y
estarán como frontales entre tus ojos, y las escribirás en los postes de tus
casas, y en tus puertas. Deuteronomio 6:6-9.
No podemos olvidar la tarea impuesta
por nuestro salvador a sus seguidores. Lo cual debemos hacerlo con entrega,
alegría y satisfacción porque pertenecemos a Dios que nos compró con la sangre
del divino Cordero, y es a Dios a quien servimos, obedecemos y amamos por
encima de todo. Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Cristo Jesús
como Señor, y a nosotros como siervos de todos por amor de Jesús, 2 Corintios
4:5. Y Dios juzgará a cada uno según lo que haya
hecho, Romanos 2:6.
La palabra es tan actual que podemos
comparar lo que dice en tiempos antiguos al tiempo actual, debemos tomar el
ejemplo de joven, casi niño Samuel: El joven Samuel ministraba a YHWH en presencia del sacerdote Eli;
porque la palabra del Señor escaseaba en aquellos días…1 Samuel 3:1. Por lo tanto, Tú pues, prepárate,
levántate y diles todo lo que YO te mande. No temas ante ellos, no sea que YO
te infunda temor delante de ellos. Jeremías 1:17.
Todo
lo que hagan, háganlo de buena gana, como si estuvieran sirviendo al Señor y no
a los hombre, Colosenses 3:23.
Nuestra
confianza en Dios, nuestra fe, nuestra obediencia y nuestra santidad son un
escudo de protección para salir a llevar su palabra y Él estará con nosostros, Así
que, anda, que YO estaré contigo cuando hables, y te enseñaré lo que debes
decir, Éxodo 4:12. YO SOY el Señor tu Dios, que te saque de la tierra de
Egipto; abre tu boca, y YO la llenaré, Salmos 91:10. Por lo tanto mis queridos
hermanos, sigan firmes y constantes, trabajando siempre más y más en la obra
del Señor; porque ustedes saben que no es en vano el trabajo que hacen en unión
con el Señor, 1 Corintios 15:58.
La Biblia contiene los pensamientos, los deseos y las instrucciones de
Dios para salir e ir en su nombre; la palabra de Dios continuamente nos desafía
a la valentía y éxito seguro; es el único libro que contiene las profundas
verdades, los propósitos y el amor del Eterno a lo cual nadie podrá resistir
por más que se oponga el infierno entero; es con la palabra de Dios que los
hijos de Dios en la presencia del Espíritu Santo, Emanuel con nosotros que
podemos trasformar el mundo entero, Así que no podemos cansarnos de hacer
el bien; porque si no nos desanimamos, a su debido tiempo cosecharemos, Gálatas
6:9.
Hoy
más que nunca debemos pararnos firmes, levantarnos del sueño, del engaño, de la
inercia, de la apatía y la manipulación de las tinieblas, no podemos caer en el
mismo problema en que cayó en pueblo de Israel en tiempos de los jueces y del
sacerdote Elí y sus hijos que vivían en el templo del Señor; no podemos
permitir que la palabra de Dios escasee; debemos orar con ella hablar con ella,
pensar con ella y movernos por ella para que el mundo encuentre a Jesucristo y
vuelvan a Él su corazón, No abandones nunca el amor y la verdad;
llévalo contigo como un collar; grábalo en tu mente y en tu corazón, y tendrás el
favor y el aprecio de Dios y de los
hombres, Proverbios 3:3-4.
Ahora
es el momento de ser grandes servidores, mayordomos y ministros proclamando su
palabra con verdad y fuerza como lo hacían Elías y Juan Bautista en las manos
del Señor; si estamos cimentados en Abba Padre y su palabra, no podemos salir
corriendo a buscar ayuda en los hombres y el mundo, sino de rodillas rendidos y
humillados ante Aquel que todo lo puede y tiene el poder para salvar, quebrar
yugos y romper obstáculos, Si Dios es por nosotros, ¿quien contra nosotros? Si
el Padre no escatimó ni a su propio Hijo Jesucristo para salvarnos, ¿cómo no
nos dará con Él todas las cosas?, Todas las almas que le pidamos, todas las
vidas que llevemos a su presencia? Romanos 8:31-32.
Que en
aquel día nuestro Rey pueda decirnos como el jefe de aquel siervo,
Su señor le respondió: ¡Hiciste bien, siervo bueno y fiel! En lo poco has sido
fiel; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu
Señor!, Mateo 25:21.
Sigamos avanzando hacia la meta del supremo llamamiento, vayamos por los que
han de ser salvos porque el tiempo apremia. Por eso nosotros también
debemos estar preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá cuando menos lo
esperemos, Mateo 24:24.
Es el tiempo de valientes, de los que
arden en el fuego de Dios, y arrebatan para el reino de Dios, Busquemos
la manera de ayudarnos unos a otros teniendo más amor y haciendo el bien. No
dejemos de asistir a nuestras reuniones, como lo hacen algunos, sino animémonos
unos a otros; y tanto más cuando vemos que el día del Señor se acerca, Hebreos 10:24-25.
Despiertos, fieles, firmes y fuertes
trabajando para el Dueño de nuestras almas y del universo, Por
lo tanto, mantengámonos despiertos, porque no sabemos en qué momento vendrá
nuestro Señor, Mateo 24:42.
Es
Él quien lo dice y lo afirma, He aquí YO vengo pronto y mi
galardón conmigo para recompensar a cada uno según sean sus obras. ¡Maranatha!
Apocalipsis 22:12.
El
que declara esto, dice: Sí, vengo pronto. Amén. ¡Ven, Señor Jesús! Apocalipsis
22:20.