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29 sept 2015

EL ESPÍRITU SANTO NUESTRO MEJOR AMIGO, BÚSCALO.


EL ESPÍRITU SANTO ES NUESTRO MEJOR AMIGO AYUDADOR-¡BÚSCALO!

En nuestra debilidad el Espíritu Santo acude para ayudarnos, porque No sabemos qué pedir, pero el Espíritu intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Romanos 8:26.

Pido al SEÑOR que por medio del Espíritu Santo y el poder de sus gloriosas riquezas, nos fortalezca en lo íntimo de nuestro ser, para que por la fe en Cristo, Él reine en nuestros corazones, para que seamos arraigados y cimentados en su amor. Efesios 3:17-17.

El SEÑOR es Espíritu, y donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad. 2 Corintios 3:17.

Espíritu Santo quiero decirte que he tenido muchos ideales y muchos sueños en la vida, pero con el paso del tiempo se han apoderando de mí muchas cosas que me enferman por dentro: tengo rencores, egoísmos, nerviosismo, celos, envidias, tristezas, ambiciones, cansancio, desilusiones y quejas. Todo eso, poco a poco, me ha ido quitando la alegría de soñar, vivir, amar, y servir. 1 Tesalonicenses 5:19-21.

Ahora, en lugar de luchar por un mundo mejor, lo que busco es estar solo y tranquilo, para que no me moleste nadie, y así disfrutar de la vida a mi manera. Yo sé que eso es bueno, pero me duele haber enfriado mi espíritu y haber abandonado mis sueños más hermosos. Por eso te pido maravilloso Espíritu Santo, que me renueves la mente, y con el fuego de tu presencia, yo pueda volver a tener las ganas de hacer el bien, de dar fruto de nuevo y de cambiar en algo este mundo; transforma mi mente para que yo recobre al alegría de una vida fraterna y solidaria, para servir con alegría y trabajar con los demás. Gálatas 5:22-23.

Espíritu Santo lléname de nuevo, para que yo deje de sobrevivir y vuelva a vivir. Espíritu Santo, dame más de Ti y menos de mi para que pueda recuperar el diseño con el cual fuí creado y que yo recobre el espiritu de luchar por grandes ideales. Espíritu Santo, hazme arder en el fuego de tu amor y tu poder; llename de esperanzas, alegría y paz a todos los que creemos en Jesucristo. Que rebosemos de esperanza por el poder del Espíritu Santo. Romanos 15:13. Porque Él habita en los redimidos y no podemos apagarlo, sino avivarnos en El. Estudiemos de Él.

I. EL ESPÍRITU SANTO SUSTENTADOR DEL  MINISTERIO DE CRISTO.
Los que viven según la naturaleza pecaminosa no pueden agradar a Dios. Sin embargo, ustedes no viven según la naturaleza pecaminosa, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios vive en ustedes, y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de Cristo. Romanos 8:8-9.

Los nacidos de nuevo, que son hijos de Dios, trabajamos con la naturaleza espiritual, porque tenemos a Cristo, por lo tanto tenemos el Espíritu del SEÑOR. El carnal trabaja como un animal, pero el espiritual debe dominar la parte animal. Porque el Espíritu Santo no es una influencia, ni un fenómeno, ni una fuerza positiva, ni algo abstracto, Él es una persona viva y real.

1. El Señor Jesucristo nació del Espíritu Santo, El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra. Así que el Santo niño que va nacer lo llamarán Hijo de Dios, Lucas 1:35. María era una joven virgen, en hebrero, parteros, que significa niña no desflorada, embarazada sin intervención de varón humano, sino fecundada por el Espíritu Santo, Jesús era Dios hecho humano.

2. Humanamente poseía la sustancia de su madre, y como Hijo del Padre, poseía la sustancia divina, Jesús en uso de su divinidad y siendo Hombre, recibe al Espíritu Santo al ir voluntariamente a bautizarse en el Jordán, Tan pronto como Jesús fue bautizado, subió del agua. En ese momento se abrió el cielo, y Él vio al Espíritu de Dios bajar como una paloma y posarse sobre Él. Mateo 3:16. Todo esto sucedió para que Cristo pudiera realizar su ministerio.

3. Jesús fue guiado por el Espíritu Santo, Luego el Espíritu llevó a Jesús al desierto, para que el diablo lo sometiera a tentación, Mateo 4:1.

4. Jesús expulsaba demonios por el Espíritu Santo, Pero al oírlo los fariseos, dijeron: Éste expulsa los demonios por espíritu del Belzebú, príncipe de los demonios, Mateo 12:24. El demonios salían al ver el poder del Espíritu Santo en Jesucristo.

5. Jesús enseñó por el poder del Espíritu Santo, Y se admiraban de su enseñanza; porque les enseñaba como alguien que tiene autoridad, y no como los escribas, Marcos 1:22; Y le hablaron, diciéndole: Dinos, ¿con que autoridad haces estas cosas, o quién te dio esta autoridad?, Lucas 20:2.

Con su autoridad divina mostrada en la sinagoga le entregan a Jesús el libro de Isaías y lee lo qu dice en el capítulo 61: El Espíritu de JHV el Señor está sobre Mí, porque me ungió JHV; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la cárcel; a proclamar el año de la buena voluntad de JHV…a consolar a todos los enlutados; a ordenar que a los afligidos de Sión, se les de gloria en lugar de ceniza, óleo de gozo en lugar de luto, manto de alegría en lugar de espíritu angustiado…Luego enrolló el libro, se lo devolvió al ayudante y se sentó…y Él comenzó a hablarles: Hoy se cumple esta escritura en presencia de ustedes. Lucas 4:20-21.

Jesús leyó el libro de Isaías lleno del Espíritu Santo, y no sólo leyó, sino que se llenó aún más del Espíritu Santo para asegurar que esa profecía se cumplía en Él, porque la Biblia y el Espíritu Santo trabajan juntos.

6. Jesús tenía la unción del Espíritu Santo, Me refiero a Jesús de Nazaret; como lo ungió Dios con el Espíritu Santo y con poder, y como anduvo haciendo el bien y sanando a todos los que estaban oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él, Hechos 10:38. Jesús fue ungido por el Espíritu Santo para ser el Ungido de Dios.

7. Jesús fue crucificado mediante el Espíritu Santo, Si esto es así, ¡cuánto más la sangre de Cristo, quien por medio del Espíritu Eterno se ofreció sin mancha a Dios, purificará nuestra conciencia de las obras que conducen a la muerte, a fin de que sirvamos al Dios viviente! Hebreos 9:14. Fue así que Jesucristo se ofreció, para que tú y yo tengamos perdón de pecados.

8. Jesús resucitó por el poder del Espíritu Santo, Y si el Espíritu de Aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu, que vive en ustedes, Romanos 8:11. Hay muchos cristianos bautizados con el acelerador pentecostal sin frenos, cuando no oramos ni leemos la Biblia como debiéramos. El Espíritu Santo que mora en nosotros nos da vida y armonía en nuestra manera de vivir.

II. EL ESPÍRITU SANTO CON PERSONALIDAD. El Espíritu Santo es la parte espiritual y personal del Dios Creador y salvador para estar en medio de los hijos de Dios.

1. Él es solidario, una energía o una fuerza no puede tener esta característica de persona. Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu Santo intercede por los creyentes conforme a la voluntad del Padre, Romanos 8:26-27.
Así que deja que el Espíritu Santo te llene y ponga las palabras en tu boca, por lo tanto no descuides la oración, y si no oramos, nos fregamos, y si no intercedemos nos caemos, porque lo que tu oras por otros, también llega a ti.

2. El Espíritu Santo siente amor. Los conceptos intelectuales, ni las energías ni las fuerzas sienten amor. Les ruego, hermanos, por nuestro Señor Jesucristo y por el amor del Espíritu Santo, que se unan conmigo en esta lucha, y que oren a Dios por mi, Romanos 15:30. En el fruto del Espíritu, la primera característica es el amor, por Él es Dios, y Dios es amor, aunque muchos lo pongan en duda con algún pretexto.

3. El Espíritu Santo tiene conocimiento, Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios. En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios, 1 Corintios 2:10-11. Así que el Espíritu Santo, siendo Dios, es omnisciente, pero nosotros aunque nos llenemos de Él, seguimos con un conocimiento limitado, pero Él lo conoce todo.

4. El Espíritu Santo posee voluntad. Todo esto lo hace un mismo y único Espíritu, quien reparte a cada uno, según Él lo determina, 1 Corintios 12:11. Él es quien determina con su voluntad cómo y con quien hace la obra.

5. El Espíritu Santo puede ofenderse. No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención, Efesios 4:30. Nosotros podemos ofender al Espíritu Santo con nuestras iras, maledicencia y “mentiritas blancas”; las obras de la carne son como bofetadas y latigazos que lastiman al Espíritu Santo de Dios, por eso desconocerlo, ignorarlo es pecado, y atribuirle sus milagros al diablo, es un pecado que no es perdonado, sino que trae condenación eterna.

III. EL ESPÍRITU SANTO TRABAJA EN LA VIDA DEL CREYENTE.
El simbolismo del Espíritu Santo es maravilloso: Es representado con una paloma, tiene dos alas, cada ala está compuesta de nueve (9) plumones; los plumones del ala derecha, representa las nueve (9) parte del fruto, los nueve (9) plumones del ala izquierda, representa los dones, ellos dos juntos, dan el equilibrio perfecto a la vida del creyente. Los dones nos proporcionan el poder de Cristo, el fruto, nos da el carácter de Cristo. ¡Maravilloso!

1. Por el Espíritu Santo hemos nacido de nuevo, Juan 3:1-5. Si alguien no ha nacido de nuevo, no puede ver a Dios, y vive en fantasías espirituales. No hay escapatoria, debemos nacer de nuevo para poder ser regenerados por el poder del Espíritu Santo, así que antes de pedir dones, seamos llenos del fruto, para vivir y actuar a la estatura de Jesucristo.

2. Por el Espíritu santo tenemos vida abundante. Por tanto, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir conforme a la naturaleza pecaminosa. Porque si ustedes viven conforme a ella, morirán; pero si por medio del Espíritu Santo, dan muerte a los malos hábitos del cuerpo, vivirán, Romanos 8:12-13. Es el Espíritu Santo quien nos inspira y nos ayuda a morir a la carne que son las debilidades e inclinados de nuestro cuerpo, para que nuestro espíritu se vivifique y vivamos para Dios, quien nos adoptó como sus hijos.

3. Somos guiados por el Espíritu Santo. Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios, Romanos 8:14. Así que si alguno actúa por su propia voluntad, y no es guiado por el Espíritu Santo, no es hijo de Dios, es por el Espíritu Santo que acertamos a la voluntad de Dios y podemos desechar la nuestra.

4. Vivimos en libertad. Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu de Dios, allí hay libertad, 2 Corintios 3:17. El Señor nos da libertad con el Espíritu Santo que nos hace libres para hacer lo bueno, porque el que usa la libertad para lo malo, ya la ha convertido en libertinaje, y ese se hace un libertino desagradando a la santidad de Dios.
Con el Espíritu Santo en nuestra vida, tenemos, mostramos y practicamos el orden; por eso muchos tiene atavío de ramera, muchos van a la congregación buscando al Señor, pero esas otras van buscando algún señor.

El Espíritu Santo nos da libertad para vivir santa y piadosamente, por eso su carga es ligera, no estamos solos, el Espíritu Santo nos ayuda en todo. Dios condena toda clase de discriminación, tanto de los de arriba que miran mal a los de abajo, como los de abajo, que miran mal a los de arriba, pero todos somos iguales antes los ojos de Dios.

El Señor le está hablando a la Iglesia, y la está preparando para El Gran Avivamiento, un fuerte despertar espiritual, para el cual debemos estar llenos del fruto del Espíritu, Y Él nos dice: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca halla; y al que llama se le abrirá. Lucas 11:9-10.

Y si el Espíritu Santo sustentó de principio a fin al Hijo de Dios para salvarnos, ¿cuánto más hará por nosotros? Entonces, ¿por qué tenemos miedo, desfallecemos y lo apagamos? Ahora es el tiempo de rendirnos a su poder, no con temor ni con incredulidad, sino con confianza, fe y calma, el Espíritu Santo se encargará de mostrarnos cuánto nos ama el Padre, y cuánto ha hecho, hace y hará el Hijo por ti y por mi.

Oremos así: Fluye Espíritu Santo, fluye, haz lo que quieras hacer en mi, yo me ofrezco para que me uses como quieras, pero fluye Espíritu Santo y no lo dejes de hacer lo que tienes que hacer en mi vida.

¿Quieres llenarte del Espíritu Santo? Ama intensamente a Jesucristo y Él te dará abundantemente de su Espíritu.



LO QUE DICES DETERMINA TU VIDA


LAS PALABRAS AGREGAN O QUITAN SIGNIFICADO A LA VIDA.

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón, delante de Ti, oh SEÑOR, Roca mía y Redentor mío. Salmos 19:14.

 

Yo mismo me dije: atenderé a mis caminos, para no pecar con mi lengua. Guardaré mi boca con freno, en tanto que el impío esté delante de mi. Salmos 39:1.

 

YHWH, Dios mío, pon guarda a mi boca, y guarda las puertas de mis labios. Salmos 141:3.


La palabra de Dios está llena de palabras que debemos leer, reeler, recordar y meditar, para proteger nuestra mente y nuestro corazón en la manera de hablar y estar atentos a lo que dicen nuestros labios, esas palabras de vida que el Eterno ha dejado en la Biblia son un fuerte muro para guardar nuestra vida y nuestro destino si nosotros las confesemos para vencer la maldición y desatar bendición, conscientes de que el rostro de Dios está sobre nosotros para respaldarnos. Porque los labios del justo saben hablar lo que agrada a Dios; pero la boca de los impíos habla perversidades. Proverbios 10:32.

 

Siendo seres sensibles y emotivos en la carne, en muchos de nuestros momentos no prestamos atención de los que decimos y expresamos, las palabras, que no solo se dicen en un momento, sino que se repiten a manera de queja cuando nos enojamos, nos disgustamos o algo nos contradice, se conviertan en un techo y una atmósfera que se mueve en los aires de nuestra casa; nuestra forma de hablar tiene un gran efecto positivo o negativo en la capacidad para lograr el éxito y disfrutar de una vida alegre y serena; las palabras son un asunto en el que la gran mayoría no es consciente de lo que expresa, y ni siquiera se detienen a pensar que palabras van de decir, porque ya están habituados a lanzarlas en sus momentos de apasionamiento febril. Pero el que guarda su boca y su lengua, su alma guardará de la angustia. Proverbios21:23.

 

Con relación a las palabras los expertos han hecho estudios donde descubrieron que el uso repetitivo de las palabras negativas, terminan alterando los niveles hormonales y neuronales del cerebro; las palabras mal dichas, las negativas, de reproche y maldición liberan cortisol que es la hormona del estrés. Estos cambios negativos en la química del cerebro afectan inmediatamente nuestra lógica y razonamiento, y nos resulta imposible comunicarnos o procesar información adecuadamente; por esta razón, si nos encontramos alterados emocional y psicológicamente, no debiéramos decir nada, mejor guardar silencio, salir y tomar un poco de aire fresco para sosegarnos; Jesús dijo: Lo que sale de la boca, del corazón sale, y esto contamina al hombre. Porque es del corazón que salen los malos pensamientos. Los homicidios, los adulterios, las fornicaciones y los hurtos; los falsos testimonios y las blasfemias. Estas cosas son las que contaminan al hombre. Mateo 15:18-20.

 

Habituarse a soltar palabras negativas y guardar el enojo a largo plazo podrían llegar a afectar seriamente las estructuras esenciales del cerebro, vinculadas con la memoria y el control emocional; el problema de hablar palabras negativas, que son necias según la Biblia, activan inmediatamente la amígdala, la cual es el centro de nuestras emociones, asociando las palabras negativas a experiencia traumáticas del pasado, y trasmitiendo así un mensaje de alerta al cerebro; por eso se requiere que hagamos un cambio importante en la transformación de nuestra manera de hablar y decir las cosas, para que también nuestra vida alcance refrigerio y paz en Dios. Ninguna palabra corrompida salga de su boca, sino la que sea buena y necesario para la edificación del que habla y los oyentes. Si hablan mal, entristecerán al Espíritu Santo de Dios. Efesios 4:29-30.

 

Dios siempre ha hablado palabras de poder creativo y bendición, lo vemos en toda la Escritura, allí encontramos multitud no solo de palabras, sino de frases y textos completos repletos de fe y esperanza para que hablemos positivamente, y este lenguaje del reino es el que debemos escoger para dejar atrás las palabras negativas de crítica, queja, reclamo y toda esa serie de vocablos que roban bendición, y lo único que provocan son enfermedad, disensiones, odios y venganzas que Dios aborrece, pues toda mala palabra es una forma de pecado que provoca muerte espiritual y nos impide ser bendecidos y prósperos como Dios lo ha planeado. Pero ahora, dejen también ustedes estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia, para que no salgan palabras deshonestas de su boca. Colosenses 3:8.

 

Somos un pueblo valiente y esforzado, disciplinémonos para ampliar nuestro vocabulario según el lenguaje del reino y no del mundo, el cual posee una multitud de palabras de fe, poder y esperanza, en la construcción correcta de la vida al  hablar y expresarnos para darle gloria a Dios y al mismo tiempo provocar nuestra buena salud en activación neural en cadena que nos provoca el actuar correctamente y conforme a la voluntad y propósito del Creador; hemos sido creados con poder volitivo para decidir lo mejor en beneficios de todos, eligiendo las mejores palabras y verbos precisos de alabanza que reactiven el correcto funcionamiento y den fuerza natural a nuestro organismo desde el cerebro hasta la planta de los pies, sanidad que Cristo ya hizo en la cruz del Calvario, pero que nosotros no desarrollamos por necia, y malas posturas al hablar y expresarnos. Sean siempre sus palabras con gracia, sazonas con sal, para que sepa cada uno cómo responder en cada caso. Colosenses 4:6.

 

Debemos conocer y comprender el gran alcance de nuestras palabras que excitan o inhiben el funcionamiento sináptico del cerebro cuando nos alteramos y lanzamos palabras negativas que disparan las neuronas motoras de la corteza cerebral, provocando una caída de efecto dominó en nuestra salud y estado de ánimo; las palabras apropiadas y dichas con los vocablos inadecuados, y con emociones alteradas,  harán excitar, saltar, activar y atacar varias zonas del cerebro; si es un grito, inhibirán e intimidan, pero si es un “bravo, eres genial,” la neurona gaba o neurona de la calma, se activará adecuadamente poniendo un freno de calma y relajación en nuestra actividad cerebral y nerviosa, contrarrestando los transmisores excitatorios e inhibidores, ayudándonos a mantener el equilibrio nervioso, sensitivo y emocional. Así que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de SEÑOR Jesucristo, sacrificios de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. Hebreos 13:15.

 

Por lo anterior, es apremiante que prestemos atención a nuestro estado de ánimo, y las palabras que usamos a cada instante con las personas que nos relacionamos a diario, especialmente, con las que tenemos mayor contenido emocional, con ellas, debemos usar palabras de alabanza, reconocimiento y bendición para que repercutan saludablemente en nuestro cerebro, y dejemos huellas de amor, comprensión y misericordia en todas las personas; examinémonos a la luz de la palabra, y asegurémonos de hablar como Jesús lo haría en nuestro lugar, y así romper obstáculos de enemistad, distanciamiento y división, empezando por nuestra familia; también fijémonos cómo hablamos y nos expresas de nosotros mismos, que podríamos ser nuestro propio enemigo y obstáculo al progreso, porque muchas palabras dichas se hacen profecías negativas en nuestra contra. Porque el que ama la vida, y desea ver días buenos, refrena su lengua del mal, y sus labios no hablan engaño. 1 Pedro 3:10.

 

Dejemos de decirnos a nosotros mismos que no podemos hacer algo, si dice la palabra de Dios que todo lo podemos en Cristo, así es; las personas con sobre peso que se dicen, no puedo lograrlo y se dicen palabras desmotivadoras y sin fe, deben parar de decirse para dejar de ser infelices; alegrémonos de la vida diciendo palabras de proyección y demos pasos de fe y confianza en Dios y en sí mismos; si nos proponemos a cambiar nuestra jerga por vocabulario bueno y seleccionado, de seguro veremos el cambio en la atmósfera y en nosotros mismos, oremos y Dios vendrá en nuestro auxilio. Crean que ya han recibido todo lo que están pidiendo en oración, y lo obtendrán. Marcos 11:24.

 

Somos hijos de Dios, somos gente que avanza, lo lograremos contando con la ayuda de Dios y nuestro esfuerzo en el trabajo de equipo, nosotros hacemos lo humanamente posible, Dios hará lo imposible mientras los adoramos y oramos a Él poniendo nuestras peticiones delante de Él. YHWH, has examinado mi corazón y todo lo conoces de mí. Tú sabes cuándo me acuesto y cuándo me levanto, Tú conoces cada uno de mis pensamientos; Tú SEÑOR trazas la senda delante de mí y me dices dónde debo descansar. Cada momento sabes dónde estoy; me ves cuando viajo y cuando descanso en casa; aún antes de que pronuncie las palabras con mi boca, he aquí, oh YHWH, Tú ya la sabes toda. Samos 139:2-4.

 

Las palabras que decimos también deben generar expectativas de vida y planeación con proyectos realistas que se puedan concluir, sin echarnos la culpa a nosotros mismos ni a otros si no se dan como queremos, porque todo es como Dios quiere y en el tiempo del SEÑOR para nuestro bien; dispongámonos para echarnos en el regazo de Dios y todos nuestros asuntos en sus manos; vivimos el hoy, pero proyectémonos para el mañana. Además como pueblo snto de Dios estamos llamados a bendecir,  hablar lo que no es como si ya fuera y andar por fe, sin que nuestros estados de ánimo, persnas o circunstancia nos desubiuen de nuestro lugar de conquistadores en Cristo.  Porque por fe andamos, no or vista. Y el Dios de eperanza nos llen de todo gozo y paz en el creer, para que abunde en nosotros la esperanza por el poder del Espíritu Santo.; 2 Corintios 5:7 y Romanos 15:13. Amén.


Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y sevidora de su reino.




 

 





SABIDURIA PARA VIVIR


SABIDURÍA PARA VIVIR EN ESTE MUNDO

El principio de la sabiduría es el temor a Dios; buen juicio demuestra los que cumplen sus preceptos. ¡Su alabanza permanece para siempre! Salmos 111:10.

 

Porque el SEÑOR nuestro Dios da la sabiduría; el conocimiento y la ciencia brotan de sus labios. Proverbios 2:6.

 

Dichoso el que halla la sabiduría, el que adquiere inteligencia. Porque son de más provecho que la plata, y rinden más que las ganancias en oro. La sabiduría es más valiosa que las piedras preciosas; ni lo más deseable se puede comparar con ella. Proverbios 3:1-15.

 

Los errores y equivocaciones que cometemos en la vida, y aun si nos desviarnos de los propósitos de Dios, no significa que Él cambie o deje de lado lo que ya planificó para cada uno de nosotros desde la eternidad; Dios quiere que de cada experiencia aprendamos a vivir con sabiduría, para que su plan y propósito con el cual nos dio vida y nos trajo a ezta tierra, se hagan realidad, patente y tangible, para ello debemos tener en cuenta algunos aspectos y detalles significativos para que evitarnos algunas tristezas, y no haya depresión ni frustración en nosotros, sino que disfrutemos el regalo de la vida al máximo, andando por el camino mejor. Los sabios son dignos de honra, pero los necios merecen deshonra. Proverbios 3:35.

 

No podemos pasar por esta tierra como si nuestra vida fuera un experimento, ni tampoco debiéramos partir de este mundo vacíos, hastiados y decepcionados de todo los que hemos pasado, viendo como si toda nuestra existencia hubiera sido inútil; algunos parten así porque no conocieron a Dios y por lo tanto, ignoraron el amor y los propósitos de Dios para la vida de ellos, por eso muchos se ven imposibilitados de hacer lo que debieran, como no lo saben, fracasan; otros viven la vida de manera equivocada, a su manera, porque aunque conocen a Dios, no se consideran merecedores de sus bendiciones. No abandones nunca la sabiduría, y ella te protegerá; ámala y ella te cuidará. Proverbios 4:6.

 

Para saber vivir la vida y afrontar toda circunstancia, todos sin excepción, como personas que razonan, requerimos de conocimiento en la información, sabiduría y entendimiento que son comprensión de la información que recibimos, y sin estos aspectos básicos, la gran mayoría de la gente se pierde de grandes beneficios y privilegios que Dios pone en el camino, porque no solo ignoran a Dios sino que tampoco les interesa informarse para entender y comprender su entorno, por lo tanto, no entienden mucho de lo que les pasa, pues sin estos ingredientes, no hay la facultad de razonar sabiamente ante los múltiples conflictos que el mundo plantea; es necesario comprender desde el conocimiento, todo lo que vemos, oímos y vivimos, para entender y actuar. SEÑOR, enséñanos de tal manera a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría, Salmos 90:12.

 

La sabiduría es la aplicación de la información y el conocimiento bien comprendido; la sabiduría es una virtud y un don dado por Dios para el camina con Dios, algo muy importante y necesario para que crezcamos y aprendamos a manejarnos madura y seriamente en los sucesos diarios, así como también saber administrar bien lo que tenemos y lo que somos; necesitamos ser sabios para estar en este mundo y permanecer firmes en los planes e intereses de Dios durante nuestro paso por esta tierra. ¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? Que lo demuestre con su buena conducta, mediante obras hechas con humildad que le da su sabiduría. Santiago 3:13.


Ser sabios requiere ser disciplinados, personas de mente abierta, y despierta, hijos de Dios humildes y dispuestos a dejarse guiar y enseñar por el Espíritu, en todo lo que Él pone delante de nosotros; disciplina y obediencia nos permite no solo comprender aspectos vitales e importantes para la vida, sino que nos trae bendición, especialmente, en lo que se refiere a la vida espiritual, para reflejarlo en lo natural, y para que así haya un disfrute pleno de la vida con Cristo. No seas sabio en tu propio parecer; mejor teme a Dios y huye del mal. Esto producirá salud a tu cuerpo y fortalecerá tu ser. Proverbios 3:7-8. 


Necesitamos conocer a Dios para saber Él cómo piensa, y leyendo su palabra es que entenderemos lo que debemos hacer en un momento determinado; porque lo quieran o no reconocer muchos ignorantes de Dios y su palabra, nuestra forma de responder ante las circunstancias de la vida es el resulta de conocer y entender la palabra, lo cual tiene efectos positivos; el hombre natural ante las circunstancias adversas de la vida y la crueldad del mundo reacciona con temor, no razona, crítica, se queja o se paraliza y se encierra, pero la persona sabia, hace un alto, reflexiona, busca consejo, ora y actúa inteligentemente, con base en la palabra, para no dejarse desequilibrar por los sucesos del mundo; la sabiduría es la base fundamental para mantenernos sanos y fuertes en este mundo; el sabio echa mano a las herramientas, recursos y habilidades dados por Dios, para afrontar cualquier situación por difícil que sea, él sabe que cuenta con la ayuda de Dios y permanece inamovible a su fe. El que con sabios anda, sabio se vuelve; el que con necios se junta, saldrá mal parado. Proverbios 13:20

 

La sabiduría es columna vertebral de nuestra vida, es el cerebro de nuestro correcto andar y la fuente inagotable del comportamiento coherente a la fe; la sabiduría jamás despierta envidia, por eso el sabio se detiene y reflexiona, pero el ignorante se afirma en su error; necesitamos ser sabios en estos tiempos, porque tener sabiduría es luchar contra la injusticia, el miedo y la ignorancia; una persona sabia es consciente que nunca terminamos de aprender a resolver conflictos, por eso el sabio enseña con acciones, no con palabrerías; una persona sabía puede cambiar de opinión, el necio no, porque el sabio obra en pro de mantener el balance emocional y psicológico desde la espiritualidad en Dios. Las palabras del sabio son placenteras, pero los labios del necio son su ruina. Proverbios 17:28.


La clase de vida que tenemos ahora, es el resultado de la sabiduría que hemos tenido, o que nos ha faltado, lo que hablamos y la manera en que afrontamos los problemas y las dificultades marca el horizonte; para no vivir derrotados, frustrados, ni sentirnos incompletos, experimentando la sensación de seres miserables, tenemos que ser diligentes, en la adquisición de la sabiduría que emana de Dios; porque en lo que decimos y obramos revelamos lo que tenemos dentro, el cómo está nuestra alma en la calidad de nuestros carácter: con necedad de palabras y actitudes no sólo nos afectamos a nosotros mismos, sino que también se afecta a otros y el entorno. Los labios de los sabios esparcen conocimiento; pero el corazón de los necios, ni piensa en ello. Proverbios 15:7.

 

Hay personas que han perdido cosas valiosas, y aun han destruido su vida por falta de sabiduría e inteligencia, han arruinado su salud, han dañado seres queridos y perdido amigos por falta de sabiduría y entendimiento; y aunque algunos vivan más años, no significa que tengan sabiduría, pues la sabiduría no depende de la edad ni de la experiencia, es la misericordia de Dios que se vale de las circunstancias para encaminarnos por el buen camino, a fín de que seamos sabiós y salvos hasta el final. Ser sabios es hablar sobre la base de la verdad y los hechos reales y concretos, no hablando mal de nadie ni reaccionando equivocadamente, sino razonables y correctos; sabiduría es orar para que disminuya la maldad, la pobreza económica y espiritual que afecta a las familias y naciones. Pido que el Dios de nuestro SEÑOR Jesucristo, el Padre glorioso, nos dé el Espíritu de la sabiduría y de revelación, para que conozcamos lo mejor. Efesios 1:17.

 

La sabiduría que viene de Dios no opera en la mente, sino en el corazón, el conocimiento lo almacenamos en el cerebro, pero en el intelecto, está el entendimiento que se almacena en el alma; con estos tres aspectos aprendemos a conducirnos prudente y sabiamente, también es sabio aprovechar bien el tiempo, armonizando felizmente con lo que se hace, se piensa, se dice, se es y se sabe, para alcanzar las bendiciones y el favor de Dios en Cristo. La sabiduría nos librará del camino de los malvados y de los que profieren palabras perversas. Proverbios 2:12.


A la sabiduría se le une el discernimiento que logra distinguir entre lo conveniente y lo inconveniente, por eso, por sobre todas las cosas debemos adquirir sabiduría que no nos llega de manera natural ni espontánea, hay que buscarla en nuestra comunión Dios y el estudio de su palabra, cada uno considerando la importancia y valor de su vida, por eso el reino de Dios requiere de gente consagrada y sabia; nuestra responsabilidad es adquirir sabiduría diariamente a través del Espíritu Santo, Él es el dador del don y del fruto de la sabiduría que nos hace sabios según Dios, empapándonos de las aguas vivas de la palabra, llenándonos así de conocimiento y entendimiento por el Espíritu. Si a alguno de ustedes les falta sabiduría, pídasela a Dios, y Él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie. Santiago 1:5.

 

Adquirir sabiduría es un mandato divino, por lo tanto, es nuestra obligación buscarla, la cual se adquiere en la medida que pones en práctica el conocimiento; pero hay que tener claridad en que hay sabiduría terrenal, animal, humana y divina; y para sabir vivir en esta tierra, debemos usar tanto la sabiduría divina como la sabiduría humana, con ellas vencemos inteligentemente las circunstancia contrarias, entendiendo lo pertinente y cumpliendo la palabra de Dios, atentos a lo que somos, cómo respondemos al mundo y qué expresamos a cada instante. ¿Qué es lo que decimos constantemente de nuestra patria, del gobierno, la situación del mundo, la familia, el cónyuge, los hijos, la empresa, el empleo, los negocios, la profesión o el oficio que realizamos? La ley del SEÑOR es perfecta; infunde aliento. El mandamiento del SEÑOR es digno de confianza, porque da sabiduría al sencillo. Salmos 19:7.

 

Los dos elementos fundamentales para tener una buena vida humana, son la inteligencia y la sabiduría, y aunque cada uno nace con un índice de CI, o coeficiente de inteligencia, tenemos que esforzarnos por usar el cerebro, razonando y analizando las circunstancias, en búsqueda de opciones y salidas; es decir, en la medida que usamos la mente, así creceremos en inteligencia; cuando la Biblia nos exhorta a adquirir sabiduría, está diciendo que seamos personas sensatas y prudentes, para que la inteligencia no se vuelva astucia mal sana; razón por la cual la Biblia llama a unos sabios y a otros necios, astutos con malas intenciones, que con el tiempo se destruirán a sí mismos, por su manera de actuar y hablar, acercándo o alejando la bendición. Así que tengan cuidado en su manera de vivir. No vivan como necios, sino como sabios, aprovechando al máximo cada momento oportuno, porque los días son malos. Efesios 5:15-16.

 

Ser sabios hace referencia a que el conocimiento que tenemos, lo alineamos a lo que Dios enseña establece y ordena en su palabra, porque lo ponemos por obra, pues no somos autómatas para reaccionar por impulsos, o por causa y efecto; somos responsables de crear vida, somos respinsables de loque pensamos y lo que vivimos en carne y hueso, recordando que somos espirituales y no carnales, pertenecemos al reino de Dios, y así como nuestro Dios es Padre de vida abundante y de Él emana toda la inteligencia y el poder para bien, también de sus hijos debe salir sabiduría para bendición, y no necedad para maldición. Puedes ponerte a la sombra de la sabiduría o a a sombra de dinero, pero la sabiduría tiene la ventaja de dar vida a quien la posee. Eclesiastés 7:12.

 

La sabiduría que viene de arriba, nos lleva a obrar con rectitud y justicia, dentro de un balance y un equilibrio conductual en los propósitos de la voluntad y los intereses de Dios; con disciplina aprendemos a ser sabios en este mundo que tanto necesita a Dios; no es de sabios maldecir la nación donde Dios nos ha colocado, ni renegar por la familia que nos ha tocado, cambiemos de mentalidad, seamos agradecidos en todo, oremos para Dios cambie lo que no está bien, eso es sabiduría; entreguemos todo en manos de Dios y démosle gloria siempre a Él, eso ser sabios. Compórtense sabiamente con los que no conocen a Cristo; aprovechen cada oportunidad, para que su conversación sea amena y de buen gusto. Con sabiduría sabrán cómo responder a cada uno. Colosenses 4:5-6.

 

La sabiduría es tan valiosa que supera al oro, y la inteligencia a la plata, pero mucha gente falta de entendimiento, vive en función del dinero, y aunque el dinero ni las riquezas son malos, el problema está cuando el dinero se codicia desmedidamente y se convierte en la más alta prioridad, y la Biblia nos presenta dos opciones: adquirir dinero, o adquirir sabiduría, y la respuesta es obvia, hay que adquirir sabiduría porque con ella obtendremos el oro, y la sabiduría nos capacita para que no tengamos falta de  ningún bien. Y aunque haya malos tiempos y fracasos si somos sabios, estaremos cinfiados y no tomaremos malas decisiones; las situaciones que se salen de nuestras manos las ponemos en manos de Dios y Él nos ayudará a solucionarlas. Que nadie se engañe. Si alguno de ustedes se cree sabio, según las normas del mundo, hágase ignorante para así llegar ser sabio. 1 Corintios 3:18.

 

No seamos necios porque la sabiduría no conviene a lo necios, pues los echará a perder y se apartarán del bien con astucia, así que seamos sabios con todo lo que tiene que ver con nuestra vida en Cristo y respecto al destino final; la sabiduría nos da la oportunidad de ser diferentes al común del mundo, pero si alguien carece de sabiduría, conocimiento e inteligencia, tendrá limitaciones y vivirá en desventaja a causa de las ataduras que hay en el corazón de un necio, y la ignorancia esclaviza, pero la sabiduría produce libertad; no se trata de vivir por vivir, se trata de ser sabios para vivir mucho mejor. La sabiduría es árbol de vida para quienes la abrazan; ¡dichosos los que la retienen! Porque con sabiduría afirmó el SEÑOR la tierra, y con inteligencia estableció los cielos. Proverbios 3:18-19.

 

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.