Abraham se fue de Ur de los caldeos, tal como el SEÑOR se lo había dicho; pero Lot fue con él, Abraham tenía 75 años cuando partió de Harán. Génesis 12:4.
Abraham se trasladó al monte hacia el oriente; allí plantó su tienda, teniendo a Bethel al occidente y Ahí al frente; allí edificó un altar al SEÑOR e invocó su nombre. Génesis 12:8.
Abimelec y Ficol comandantes del ejército de Abraham, le dijeron: Dios está contigo en todo lo que haces. Génesis 21:22; Abraham era viejo, entrado en años, y el SEÑOR había bendecido a Abraham en todo. Génesis 24:1.
Vemos que Dios engrandeció a Abraham dándole riquezas, ejército, siervos y muchas bendiciones que eran ratificadas por los mismos comandantes que lo conocían de cerca, todo esto alcanzó Abraham porque él caminaba con Dios, se movía con pasos de fe, habiendo creído, confiado y obedecido a Dios, además de adorar al SEÑOR por donde él iba, Abraham era un hombre de altares, un hombre de fe que se ganó el nombre de amigo de Dios. Y se cumplió la escritura que dice: Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia., por lo cual fue llamado amigo de Dios. 2 Crónicas 20:7, Isaías 41:8 y Santiago 2:23.
Dios puso a prueba la fe de Abraham, diciéndole primero que saliera de su tierra al lugar que el SEÑOR le mostraría, luego le prometió un hijo en su avanzada edad y una gran descendencia como las estrellas del cielo y la arena del mar, Abraham creyó y confió en Dios; Abraham en su fe empezó la marcha a lugar desconocido; a sus 100 años les nació su hijo Isaac, una vez que nació, Isaac, el SEÑOR le pidió a Abraham que lo sacrificará para Él, Abraham no preguntó ni cuestionó nada, solamente obedeció las instrucciones de Dios, sabiendo que el SEÑOR le daría una gran descendencia, todo lo cual lo encontramos desde Génesis capítulos doce al quince. Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Génesis 12:1-5 y Hebreos 11:8.
La fe y la confianza en el Todopoderoso, SEÑOR y Creador del cielo y de la tierra, es lo que mantiene firme, alegre, feliz y bendecido al pueblo de Dios, porque Él ve el corazón, no bendice por las apariencias sino por la sinceridad del corazón que ama a Dios; aunque el mundo piensa que el pueblo de Dios es gente tonta e insignificante, el SEÑOR de la Creación ha elegido a quienes lo aman, le creen, confían, obedecen y esperan el tiempo de Dios para tener sus bendiciones, así el SEÑOR hace que los que se creen sabios, ricos y poderosos entiendan que no saben nada ni son nadie sin Dios. Por consiguiente, todos deben saber que los que son de la fe, estos son descendientes de Abraham, y por lo tanto hijos de Dios. Gálatas 3:7.
Dios, el único y verdadero SEÑOR y Salvador, escoge y bendice a todos aquellos que, desde el punto de vista humano, son débiles, despreciables, gastados y de poca importancia, para que los que se creen con mucha importancia, se den cuenta, que, en realidad, no lo son. Así Dios ha demostrado que los soberbios, arrogantes, incrédulos e independientes de Él, no tienen vida ni bendiciones verdaderas sin Él. Porque, en realidad, sin fe es imposible agradar a Dios; ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que Él existe y que es Dios quien recompensa a quienes lo buscan. He3breos 11:6.
Por eso, ante Dios, nadie tiene de qué sentirse orgulloso ni autosuficiente. Dios ha unido a su pueblo en Cristo Jesús, porque Él es la fuente de nuestra fe y sabiduría de Dios que en su gracia nos bendice. Es en Cristo que somos justificados, sanados y libres de pecado para vivir en la libertad de los hijos de Dios conforme a la por fe del Hijo de Dios, en él vivimos y nos movemos confiando en su palabra y su amor, la fe es invisible, están el creer con el corazón puesto en Dios, no por lo que vemos con los ojos naturales. Vivimos por fe no por vista, 2 Corintios 5:7.
No es nuestra habilidad humana, no son nuestras súper ideas, no son nuestros planes, no son nuestros estudios y carreras profesionales, no es la práctica de una ciencia, es la gracia, el favor y respaldo de Dios, sobre aquellos que en verdad le son fieles y permanecen firmes en fe obediente a sus instrucciones y mandamientos, los que alcanzan grandes bendiciones y promesas del cielo, Así que si alguien quiere jactarse o enorgullecerse de algo, que se gloríe y se alabe en el SEÑOR. 1 Corintios 1:27-31.
Dichosos doblemente y felices son los pobres de espíritu, los que reconocen que necesitan a Dios, en cada paso que dan por la vida, pues de ellos es el reino de los cielos. Mateo 5:3; los pobres de espíritu saben mantenerse en la presencia de Dios para llevar vidas poderosas en las manos de Aquel sustenta el universo con su poder, soberanía y su amor, agradando el corazón del Santo y dignificando el nombre del que nos limpió con su sangre y nos hizo suyos, sellándonos con su Espíritu, para que caminemos a la manera de Dios, Esta es la palabra de fe que predicamos: que, si confesamos con la boca que Jesús es el SEÑOR, y creemos en nuestro corazón que Dios lo levantó de entre los muertos, seremos salvos. Romanos 10:8-9.
La mejor decisión en la existencia humana, es adorar al Padre, enamorarse del Hijo, llenarse del Espíritu Santo, y sumergirnos en la profundidad de la palabra de Dios, para que verdaderamente seamos personas de fe, esta es la única manera de alcanzar grandes victorias, recibir respuesta a la oración, vencer el pecado, y el mundo y derribar tantos obstáculos, dificultades y dolor que el mundo nos da. Que peleemos la buena batalla, que terminemos la carrera que mantiene nuestra fe. Por lo demás, nos espera la corona de justicia que el SEÑOR; el juez justo, nos otorgará en aquel día; y no solo a mí también a todos los que con amor hayan esperado su venida. 2 Timoteo 4:7-8.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
