TRANQUILIDAD Y PAZ A LA MANERA DE
DIOS
Que
el Señor te bendiga y te proteja; que el Señor te mire con agrado y te muestre
su bondad; que el Señor te mire con amor y te conceda la paz, Número 6:24-26.
La
paz les dejo, mi paz les doy, pero no se las doy como la dan los que son del
mundo. No se angustien ni tengan miedo. Juan 14:27.
Y
la paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus
pensamientos en Cristo Jesús, Filipenses 4:7.
El
ritmo de vida que hay en el mundo ha hecho que gran cantidad de personas sean víctimas
del estrés, la preocupación, la tensión y la ansiedad que en casos más graves, consume a muchos en la depresión, porque se sienten insatisfechos y frustrados, no
solo porque se han cargado de quehaceres y tareas, sino peor aún, porque tienen
ambición y deseos de tener y tener. Tener más dinero, más cosas materiales,
tener varios títulos, tener mejor posición social, tener roces sociales más
altos, etc., lo cual ha venido dejando desastres tras de sí. Jesús fue muy
amoroso y sabio al decir: Vengan a Mí todos ustedes que están
cansados de sus trabajos y sus cargas; y YO los haré descansar, Mateo 11:28.
Estas
hermosa palabras de Jesús cobran fuerza y vida cuando las oímos, las creemos y
venimos a Él en busca de ayuda y alivio, pero tristemente, muchos, o no las
saben, no les prestan atención o simplemente son indiferentes al tierno llamado del reposo que nuestro Señor nos hace, es por eso que miles de personas, en
especial jóvenes se están quitando la vida; gente empezando a vivir, con toda
su vitalidad y sus fuerzas, deciden poner fin a su vida, esto es algo que está
llenado los hogares de luto y vacíos en el corazón de las familias que
enfrentan este terrible flagelo, No se aflijan por nada, sino
preséntense ante Dios en oración, y pídanle por lo que necesitan, dándole
gracias, Filipenses 4:6.
Todos
necesitamos paz, pero el problema es que la gente no quita su mirada de sí
mismos, su yo les impide fijar los ojos y el corazón en Dios; esto es un asunto
vital para encontrar paz, porque lo que hace que muchos tropiecen y entren en
depresión es que no saben cómo llegar a Dios para encontrar sosiego interior en
medio de la tormenta. Debemos tener hambre y sed de conocer a Dios, ese es el
camino a la bendición, pero todos corren con hambre de riquezas, posición y
renombre, fallando en lo más importante, el deseo de tener a Dios, quien nos da
paz sin importar la condición en que estemos, Y la paz de Dios que
sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus pensamientos en
Cristo Jesús, Filipenses 4:7.
El
Señor no nos promete quitar la tormenta, sino darnos paz en medio de la
tormenta, Dios no nos quita la luchas, porque hay errores que debemos
enfrentar, por lo tanto debemos vivirla, afrontarla y vencerla,
En el mundo tendrán aflicción; pero confíen, YO he vencido al mundo, Juan 16:33.
Así
como Jesús pudo vencer, nosotros que hemos sido hechos hijos de Dios en Cristo,
podemos vencer también, porque todo lo podemos en Cristo que vive en nosotros y
es Él quien nos fortalece, Filipenses 4:13. La paz que Dios
promete es la del alma, es espiritual, basada en nuestro amor y confianza en Él, nuestra paz se gana en la intimidad con Cristo, hablándole todo lo que sentimos y siendo obedientes a sus mandatos e instrucciones, haciendo,
ocupándonos de nuestra vida y haciendo lo que Dios quiere que hagamos para
agradarle a Él, apegándonos a la verdad de su palabra
para tener una conciencia limpia, 1 Timoteo 3:9.
Si
somos realmente cristianos seguidores de Jesús, amamos a Dios y su palabra para
creerla y obedecerla en la práctica, podremos ser personas que logremos vivir
una vida plena y en paz, sin que tengamos que renunciar a la prosperidad, el
disfrute de los bienes materiales y el gozo espiritual, Dios da todo para
nuestro provecho, depende de nosotros cómo usamos las bendiciones y cómo
vivimos en esta tierra, solo la paz de Dios es la que sobrepasa todo
entendimiento, Filipenses 4:7. Dios ya nos dio la
paz, somos nosotros los que decidimos vivirla o rechazarla, porque cuando
nuestros caminos son agradables al Eterno, entonces hace estar todo en paz a
nuestro alrededor, aún a los enemigos que nos asedian, atormentan y agobian, Proverbios
16:7.
Esto es
posible al que le cree a Dios y vive su palabra, porque a las cosas
espirituales no hay que ponerles lógica ni razonamiento humano, se asumen por
fe, así Dios podrá actuar y ayudarnos sin importar el tamaño de la tormenta o
el conflicto, porque al que cree todo le es posible, Marcos
9.23,
Entonces tiene fe en Dios para soportar
y resolver el problema, así podrá salir adelante.
La
verdadera paz, entonces, es espiritual, no emocional ni momentánea, es perfecta
y continua en Dios si nos ponemos de acuerdo con lo que Él dice y obedecemos la
parte que Él nos ordena; la paz de Dios es la que guarda
nuestros corazones y nuestros pensamientos en Cristo, Filipenses 4:7. Esto significa que
nuestro interior no se agitará ni se angustiará corriendo de aquí para allá buscando
soluciones humanas, nuestra mente descansará pensando en el milagro que es
posible en Dios; si la paz de Dios guarda nuestros corazones, quiere decir que
nuestra alma reposará confiada en Dios aún en medio del conflicto y la prueba.
La fe
que llama las cosas que no son como si fueran produce paz porque hay confianza
en Dios, esta confianza a su vez provee calma a nuestra alma, este es el reposo
divino que pone freno para evitarnos cometer errores mayores en tiempos
difíciles, por lo tanto debemos depositar todo nuestro ser en las manos de Dios
para que sea Él quien tome el control de la situación, mientras oramos y usamos
las armas espirituales para que Dios obre el milagro y traiga la respuesta que
consolide la paz total sin miedos ni turbaciones de corazón, Juan
14:27.
Pero
no tener confianza en Dios ni conocer sus promesas, acarrea perdida de voluntad
entrando en grandes angustias y perdiendo la paz que lleva a muchos a
desfallecer en la carrera, quedando atónitos e impotentes viendo como todo se
derrumba y se les viene encima, pierden los deseos de luchar y se sucumben, llegando
al suicidio, pero muy distinto es tener a Cristo, confiar en Dios y poder estar
seguros de una solución milagrosa, los cual nos llena de fuerzas y esperanza
para perseverar en la batalla, porque, Si tienes que pasar por
el agua, YO estaré contigo, si tienes que cruzar ríos, no te ahogarás; si
tienes que pasar por el fuego, no te quemarás, las llamas no arderán en ti,
Isaías 43:2,
dice el Señor. ¡Creámosle!
Es
necesario que entreguemos nuestra mente y nuestros pensamientos a Dios en
tiempos de angustia, porque la intranquilidad nos ataca implacablemente, y nos
embotamos pensando en el problema, los pensamientos nefatos nos invaden, robándonos
la calma y la alegría se esfuma, Dios debe controlar nuestros pensamientos y
llenar nuestra mente, llevando cautivo todo pensamiento para que se someta a
Cristo, y nuestro corazón obedezca a Dios, 2 Corintios 10:5.
Para
poder perseverar en estilo de calma espiritual, debemos estar orando, leyendo
la palabra, cantarle a Dios, pedir fuerzas al Espíritu Santo, buscar la
compañía de una persona de fe que acompañe a interceder y que sea una persona
de fe que Dios pueda usar para nos ayude a levantar cuando nos sintamos débiles,
es una forma de cuidarnos y servirnos unos a otros, 1
Corintios 12:25 y Gálatas 5:13. Esta es la paz espiritual que Dios da y
sobrepasa todo razonamiento humano, y que jamás se puede hallar en las cosas
terrenales.
A
continuación algunas ordenanzas bíblicas para vivir en la paz de Dios:
-Trata y haz a los demás como quieras
que te traten a ti, Mateo 7:12.
-Dale al pobre y Dios te lo devolverá, nada
te faltará, Proverbios: 19:17.
-Si piensas en el pobre para ayudarlo,
a ti Dios te librará en mal tiempo,
Salmos 41:1.
-Nunca niegues un favor cuando alguien
te necesita, Proverbios 3:27.
-Que tu primera ayuda sea Dios, porque
te hará justicia en su momento, Salmos
46.
-Esposo, se comprensivo y honra a tu
mujer, para que no tengas estorbo cuando ores por ayuda, 1 Pedro 3:7.
-Que el enojo no te dure para que no
peques ni el diablo gane ventaja, Efesios
4:26.
-Ten fe en la justificación de Cristo,
así tendrás paz por medio de Jesús,
Romanos 5:1.
-Se manso y humilde de
corazón para que tu alma repose, Mateo
11:29.
-Siempre refúgiate en
Dios, Juan 16:33.
-Está seguro que Dios
siempre tiene los mejores pensamientos para ti, Jeremías 29:11.
-Habita siempre bajo el
amparo de Dios, Salmos 91.
-Que tu esperanza
repose en Dios, Salmos 62:5-7.
-Echa sobre el Señor
tus cargas y Él te sostendrá, Salmos
55:22, y 1 Pedro 5:7.
-haz el bien confiando
en Dios, Salmos 37:3-5.
-Recuerda que la presencia
de Dios va contigo para darte descanso, Éxodo
33:14.
-Si has creído a Dios,
entrarás en su reposo, Hebreos 4:3.
-Se agradecido para que la paz de Dios
gobierne tu corazón, Colosenses 3:15.
-Haz el bien refrenando tu lengua del
mal y no engañes, sigue la paz, 1 Pedro
3:10-11.
-Que Dios ponga en ti
su paz, Números 6:26.
Lic,
MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.