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9 nov 2015

JESÚS, PAN DE VIDA Y PAN DEL CIELO

 
JESÚS PAN DE VIDA Y PAN DEL CIELO QUE SACIA TODAS
NUESTRAS NECESIDADES

Pidieron, e hizo venir codornices, y del pan del cielo los sació. Salmos 105:40. YO SOY ese pan vivo que ha bajado del cielo; el que come de este pan, vivirá para siempre. El pan que YO daré es mi propia carne. Lo daré por la vida del mundo, Juan 6:51.

Jesús les dijo: YO SOY el pan de vida; el que a Mi viene, nunca tendrá hambre y el que en Mi cree, no tendrá sed jamás, Juan 6:35.

Y el que suministra semilla al que siembra y pan al que come, suplirá y multiplicará a ustedes su sementera y aumentará la siega de su justicia, 2 Corintios 9:10.

El pan es el alimento más antiguo de la humanidad y único que no falta cada día en la mesa de todas las familias, pero tenemos el verdadero pan eterno que nos satisface por completo; biblicamente el pan se asocia como alimento para vida, tan esencial que Jesús lo usó para compararse con Él y establecer la Santa Cena en recordatorio y bendición especial de su sacrificio por nuestra salvación; Él es suficiente para que podamos vivir en este mundo lleno de necesidad. Respondió el SEÑOR: He aquí YO les envío pan, mosto y aceite, para que sean saciados; y no dejaré que pasen vergüenza frente a las naciones del mundo. Joel 2:19. 

Jesucristo es ese pan vital que no avergüenza ni nos deja hambrientos, tan vital como el pan para la vida humana, por eso el SEÑOR se compara con pan, no cualquier pan, sino el pan que bajó del cielo, Él nuestro sustento y vida eterna, por eso habló de comer su pan, como si fuera comer a Jesús, lo cual significa recibirlo en el corazón, como único Dios Salvador para que reine en nuestro corazón, porque Él es suficiente alimento espiritual y físico desde ahora y para la eternidad. Como el Padre que vive Me envió, y YO vivo por el Padre, así mismo el que me come, él también vivirá por Mí, Juan 6:57

Desde la caída en el Edén, Dios dijo al hombre que con el sudor de su frente, el trabajo duro y la lucha ganaría su pan diario, Génesis 3:19, razón por la cual el hombre ha luchado y peleado a traves de la historia para vivir y subsistir, y aunque es una realidad, esto nos sustrae de la búsqueda del verdadero y más importante pan de vida; no solo hemos de batallar por el pan físico y material, es muy importante buscar a Cristo cada día, porque Él es el pan del cielo que alimenta el alma y da vida al espíritu; nuestro SEÑOR Jesús vino para ser el Pan Vivo provisto por el Padre para saciar plenamente toda necesidad de la existencia humana. YO SOY el Pan de Vida. Su padres comieron el mana en el desierto y murieron. Este es el Pan que desciendió del cielo, para que el que de Él coma, no muera. Juan 6:48-50.

Dios alimentó y trató a su pueblo durante 40 años en el desierto, Éxodo 16:4-5, los sacó no solo para liberarlos de la esclavitud del trabajo pesado, lo hizo también para enseñarles a alimentarse de Dios y no quedarse con la comida de Egipto; y así como el Padre les dio el pan del cielo y el agua de la peña, figuras y tipos de nuestro SEÑOR Jesucristo, el Padre le cambió la dieta contaminante de Egipto a los israelitas a la cual estaban acostumbrados, los alimentó con el maná y la carne del cielo que representan a Cristo como nuestro alimento santo y suficiente; Él Padre les suministraba una ración para cada día, esto nos habla de comunión diaria e intimidad con el SEÑOR, para purificarnos en su presencia y así mantenernos firmes y fuertes en este mundo que esclaviza y debilita. YO SOY el pan vivo que bajó del cielo, si alguno come este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, la cual daré para que el mundo viva. Juan 6:51.

Aprender a alimentarnos no es algo puramente material y superficial que pasa, es imprescindible alimentarnos integralmente de Cristo y su palabra, asi como nuestra salud y existencia dependen del alimento físico, Dios quiere que dependemos de Él alimentándonos espiritualmente en Cristo. Jesús vino a darse como alimento y pan sustentador, pues solo Él sacia el hambre del cuerpo y la sed de justicia del espíritu humano. Nuestros antepasado comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer. Jesús les contestó: les aseguro que no fue Moisés quien les dio el pan del cielo; pero mi Padre les da hoy el verdadero pan que ha bajado del cielo. Juan 6:-31-32.

En la ley del tabernáculo la finalidad de tener pan en el propiciatorio, no solo era alimenticia y de provisión, tenía el significado espiritual del sacrificio que el SEÑOR haría por reconciliarnos con el Padre; el pan representa el cuerpo y la vida entregada del Maestro, Él es nuestro Pan vivo que descendió del cielo para darnos vida abundante y vida eterna, Él es nuestra provisión y porción diaria en el desierto del mundo. Y habiendo tomado el pan, después de haber dado gracias, lo partió, y les dio, diciendo: este es mi cuerpo que por ustedes es entregado...Lucas 22:19.

El pan del propiciatorio era un pan santo que solo podían comer los sacerdotes, hoy somos real sacerdocio y nación santa, por eso Cristo vino a ser ese pan, con su cuerpo de Cordero para el sacrificio está simbolizado en el pan de cuerpo simbolizado en la cena, es un como recordario del nuevo pacto en su cuerpo y su sangre, lo comemos y compartimos para ser uno con Él; Jesús entregó su cuerpo a los heridores por amor a nosotros, Isaías 50:6; y así como el pan es alimento básico que sustenta la vida física, nuestro pan Cristo, es esencial y vital para no morir por inanición espiritual; necesitamos una estrecha relación con el SEÑOR, y a la vez cultivar el compañerismo entre el pueblo de Dios; Él habita en nuestro interior y nos hace un solo cuerpo, Él la cabeza, y el pan vivo que sacia y llena todo vacío del alma humana. YO SOY el pan de vida. Juan 6:48.

Con su propiciación Cristo nos ha hecho reyes y sacerdotes para participar de su mesa santa, con el Pan Vivo que bajo del cielo, Él es nuestro alimento diario, así es que comemos pan de nobles, Él es Rey eterno sobre nuestro corazón. Éxodo 19:6, 1 Pedro 2:9 y Apocalipsis 1:6. Con este pan vivo el Padre alimenta el alma y sustenta el cuerpo de sus hijos, hemos sido rescatados del mundo en el cuerpo molido del SEÑOR; Cristo fue expuesto desnudo en la cruz a vista de todos como pan que se parte y se sirve en la mesa.1 Corintios 1:22.

El pan es vida y alimento favorito, Jesucristo es nuestra vida y el primero de nuestra existencia diaria, Él es nuestro pan diario porque es la palabra viva y encarnada; los panes sin levadura en el Tabernáculo eran las primicias ofrecidas a Dios que simbolizan al Cristo santo y redentor que da vida...Las primicias de los que durmieron. 1 Corintios 15:20-28. Y así como Él resucitó, nosotros resucitaremos para vivir eternamente al lado del Padre porque la gloriosa presencia de Cristo habita en nuestro ser, nos alimenta y nos nutre el alma a cada instante para darnos fuerzas y santidad en Él, llenando nuestra vida a plenitud. Les diste pan del cielo en su hambre, y en su sed les sacaste agua de la peña; y les juraste que entrarían a poseer la tierra, y alzaste tu mano para confirmar que se las habría de dar. Nehemías 9:15.

El pan, el agua y el vino que Cristo vino a darnos es su cuerpo sacrificado y su sangre derramada, Él, el alimento que nos fortalece a todos los hambrientos y sedientos, pues Cristo no es propiedad privada, Él está dispuesto a darse a todo el que lo busque; en la obra redentora Cristo y su cuerpo molido y traspasado, vino a ser el sustento que necesitamos, no solo para tener fuerzas físicas, sino para tener vida eterna. Pues mi carne es verdadera comida y mi sangre verdadera bebida, Juan 6:55

Bebemos la sangre de Cristo cuando lo entronamos en el corazón y somos lavados en su sangre al arrepentirnos y abandonar el pecado y comemos de su cuerpo cuando lo confesamos y lo recibimos con nuestra boca como SEÑOR y Dios de nuestra vida, así comemos su pan y bebemos su sangre, Él llena y sacia todo nuestro ser; en Él vivimos, resucitamos y entramos en la dispensación de la gracia para salir de la mortandad del mundo de pecado; su obra de amor sacrificial y su sufrimiento en la cruz nos obliga a ser ofrenda y sacrificio vivo y santo para el Padre. Romanos 12:1. 

Hay muchas personas en el mundo que hacen diversidad de cosas para saciar el hambre y calmar la sed espiritual, queriendo llenar el vacío que solo puede ocupar y ser llenado por Jesús, por eso algunos se la pasan viajando por todo el mundo, otros comen y comen, gastando su dinero en placeres, juegos y lujos; otros más desafortunados buscan saciarse en las drogas, los vicios, el sexo desmedido y la perversión con toda clase de depravaciones y males, pero siguen hambrientos, sedientos y raquíticos no sólo físicamente, sino espiritualmente sin lograr saciarse. Porque comen pan de maldad y beben vino de robos. Proverbios 4:17. 

Tantos que en el mundo no saben que Jesús es el pan de vida que bajó del cielo, por eso alimentan del pan muerto y contaminado del mundo, ellos necesitan ese pan perfecto que es nuestro SEÑOR Jesucristo, para alimentarse y saciarse, integral, total y completamente y no perecer en el desierto del mundo. Nos alimentamos de Él y de su evangelio continuamente para fortalecer nuestra fe y avivar nuestro espíritu. Porque el pan de Dios es Aquel que descendió del cielo y da vida a la humanidad...Jesús les dijo: YO SOY el Pan de Vida; el que a Mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en Mí cree, no tendrá sed jamás. Juan 6:32-35.

Tantos que no comprenden que Jesús es el único que puede saciar su hambre de amor y su sed espiritual de justicia, porque al tener a Jesús en nuestro ser se sacia todo anhelo del corazón, al creer en Él se sacia toda sed espiritual y emocional del alma; con Él no experimentamos angustia, ansiedad ni depresión. Cuando llegamos a Cristo, toda nuestra vida se renueva, nuestra alma cobra vida, nuestro espíritu se llena de luz y dejamos de ser esclavos de pasiones y circunstancias, vivimos alegres a pesar de todo, vivimos satisfechos con lo poco o con lo mucho que tengamos, vivimos totalmente plenos, llenos de gozo, sueños y esperanza, aún en medio del dolor y la necesidad que impera en el mundo. Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados, Mateo 5:6.

Los panes sin levadura en la mesa de la propiciación del Tabernáculo, que se cambiaban continuamente, nos enseña que nuestra comunión con Cristo nos renueva cada día sin que resulte algo rutinario ni añejo, la vida en Cristo es una aventura diaria de amor y cosas nuevas llenas de bendiciones, situaciones maravillosas llenas de gracia y sabiduría, Él es nuestra provisión total y plena. Bienaventurado el que coma pan en el reino de Dios. Lucas,14:15.

Jesús nos sacia en todo lo que atañe a la vida natural y sobrenatural, nos alimenta con pensamientos limpios, sentimientos sanos y buena voluntad, pero si no logramos progresar en estas áreas, no es problema de Dios, quizá hay una semilla de incredulidad que nos impide la confianza, compromiso y entrega total a Jesús. Y mientas comían, tomó Jesús el pan, lo bendijo, lo partió y lo dio a los discípulos diciendo: tomen y coman, este es mi cuerpo que es entregado por muchos. Mateo 26:26 y Lucas 22:19.

Así como comer pan sacia el hambre y beber agua sacia la sed, con Cristo obtenemos todo eso y mucho más porque Él es dimensión de lo eterno; y aunque volvamos a tener hambre y sed física, Jesús nos profetiza que al vivir y permanecer en Él, jamás volveremos a tener hambre ni sed de las cosas perecederas del mundo, Él ya ha llenado nuestro vacío espiritual con su omnipresencia de Emanuel Dios con nosotros. Pero si no venimos al Padre a través de Cristo, no habrá otra manera de ser saciados, y el tiempo de buscar a Dios se acabará. He aquí vienen días, declara el SEÑOR Todopoderoso, en el que enviaré hambre sobre la tierra, no hambre de pan, ni sed de agua, sino de oír la palabra de Dios. Y vagarán de mar a mar, y del norte hasta el oriente; andarán de aquí para allá en busca de la palabra del SEÑOR pero no la encontrarán. Amós 8:11-12.

La saciedad y llenura integral en Cristo es una verdad y una realidad para vivir felices, seguros y satisfechos en todo, es una provisión continua, real y gratuita, solo por amor entre el Salvador y los salvados. A todo los sedientos: vengan a las aguas; y los que no tienen dinero, vengan, compren sin dinero y sin precio, vino y leche. ¿Por qué gastan el dinero en lo que no es pan, y su trabajo en lo que no sacia? Óiganme atentamente, y coman del bien, y se deleitará su alma con grosura. Isaías 55:1-2. El que beba del agua que YO le daré, nunca volverá a tener sed. Porque el agua que Yo le daré se convertirá en él en un manantial de agua que brotará dándole vida eterna. Juan 4:14.

Jesús el Dueño y SEÑOR del universo es suficiente para saciarnos y proveer a todas nuestras necesidades, de acuerdo a sus riquezas en gloria porque el Padre nos ha dado lo mejor en el Hijo: Pan de nobles comió el pueblo; les envió comida hasta saciarlos, Salmos 78:25. Y si el pueblo antiguo que vivió antes de Cristo, comió pan de nobles y fue saciado, ¡cuánto más habrá para nosotros hoy!  Porque el SEÑOR ha saciado el alma sedienta, y ha llenado de bienes al alma hambrienta, Salmos 107:9, Efesios 3:20. SEÑOR: Danos hoy nuestro pan diario!. Mateo 6:11. ¡Amén!

Lic. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.