Porque ya conocéis la gracia de nuestro
SEÑOR Jesucristo, que por amor a nosotros se hizo pobre, siendo rico, para que
nosotros con su pobreza fuéramos enriquecidos, 2 Corintios 8:9.
Pues si ustedes,
siendo malos, saben dar buenas dádivas a sus hijos, ¿cuándo más su Padre
celestial, les dará todas las cosas a los que le piden. Mateo 7:11.
Su provisión
abundante bendeciré, porque Dios ha saciado de pan a los pobres. Salmos 132:15.
Generosidad es un valioso principio bíblico que nos hace personas bondadosas con el acto continuo de
dar espontáneamente de lo que somos, poseemos y tenemos en el corazon, sin esperar nada a cambio; es un principio que nace primero en el corazón de Dios, que lo coloca por
su Espíritu en el corazón de sus hijos sensibles y obedientes para mostrar su amor, misericordia y bondad hacia un necesitado; ser generosos sinceros nos hace personas virtuosas desprendidas de lo material, pues la generosidad se
caracteriza por ayudar de diversas maneras a otros, sin prejuicios ni discriminación; a la generosidad se la asocia con
el altruismo y la solidaridad en la correcta y verdadera filantropía que comparte,
reparte, ofrece bienes, apoya y da bienestar a quien lo requiera; también hay generosidad en el hecho de ocupar parte de nuestro tiempo de calidad en el acompañamiento y cuidado de un enfermo, un anciano o un niño; la generosidad muestra nobleza y bondad de un corazón noble, y sano dador de lo bueno. El alma generosa será prosperada, y el
que riega, recogerá en su tiempo. Proverbios 1:25.
Dar y ser generosos es muestra de una vida espiritual victoriosa y
favorable, pero si hay derrota habrá una enorme falencia y desventaja en el
acto de dar, lo cual significa que aún no estamos completos y hay algo que
debemos atender pues está afectando la vida de mayordomía en las finanzas y las
bendiciones que Dios nos da; es posible estar bien en la familia, la salud, las
emociones, y aun las espiritualidad, pero hay un enredo en las finanzas por
estar desubicados, y muy seguramente vendrán períodos de preocupación, afán y
ansiedad, proclives a quebrantar las leyes de Dios por el ansia de tener estabilidad
económica: Mía es la plata y mío es el oro, y míos todos los tesoros, declara YHWH
de los ejércitos, Hageo 2:8.
Dios obrando en su gran sabiduría y poder, diseñó principios y mandatos
que al obedecerlos y ponerlos por obra se constituyen en garantía para que tengamos
una vida en completa victoria en todo lo que concierne al bienestar integral de
nuestro diario vivir, dependiendo de la actitud en verdadera fe obediente y
sujeción que mostremos a Dios; en lo que respecta al principio de generosidad
que consiste en dar, junto con el tema de la pureza sexual y el manejo de
las finanzas los siervos lo piensan antes de predicar porque a muchos les
resulta un tema complejo de predicar y enseñar; peo no debemos olvidar lo que
dice la palabra: Raíz de todos los males es el amor al dinero; el cual codiciando
algunos, se extraviaron de la fe, y fueron traspasados de muchos dolores, 2
Timoteo 6:10;
El dinero no es malo ni bueno, lo que es malo es el corazón del ser
humano que se tuerce y utiliza el dinero no para el bien sino para el mal, y la
gran mayoría le da mal uso al dinero, pero el dinero y todas las riquezas son de Dios; sin embargo, hay muchos que
tienen, pero no son bendición con sus riquezas, y también es cierto, aunque
muchos no lo admitan, que hay capitalismo compasivo, gran parte de los capitalistas
apoyan la obra cristiana y el servicio al prójimo, porque ellos saben que eso obra
en su bienestar, pues pronto se le retribuyen más sus ganancias. El Dios justo
se da cuenta y les da más para que sigan dando más, por eso los judíos son
prósperos, porque trabajan por el bien de otros y diezman fielmente, pues Dios
recompensa muy bien, pues Dios no es deudor de nadie, y al que es generoso le da más.. A Jehová presta el que da al pobre, y
el bien que ha hecho, se lo volverá a pagar, Proverbios 19:17, Dios.
En el tema de las finanzas es difícil ponernos de acuerdo pues hay muchos puntos de vista y
discrepancias personales, aún dentro del pueblo de Dios hay personas desleales,
deshonestas y aprovechadas, gente sin escrúpulos que no tienen temor de Dios, y
se aprovechan de los inocentes sin malicia, esas gentes no poseen un foque
cristiano genuino, quizá porque no ha nacido de nuevo; pero la Biblia enseña
las bases de una economía sana, pues Dios nos creó mayordomos administradores
de sus bendiciones, y el mejor ejemplo de generosidad es nuestro SEÑOR
Jesucristo, el SEÑOR del universo y dueño de todo, Porque en Él fueron creadas todas las
cosas, tanto las que están en los cielos, como las que están en la tierra,
visibles e invisibles; ya sean tronos o dominios o poderes o autoridades; todo
ha sido creado por medio de Él y para Él, Colosenses 1:16.
Dios establece en su palabra la virtud de dar y ser generosos sin prejuicios
de a quien se le da, pues dar es el gesto más loable de cualquier ser humano
ante la presencia de Dios, así Él abre sus manos para bendecirnos económicamente,
pues tener un corazón generoso y dar incondicionalmente es un acto de adoración
al Dueño de todo; Cristo siendo rico, se hizo pobre para que nosotros fuéramos
enriquecidos, espiritualmente, emocionalmente, socialmente, personalmente, pero
también económicamente, ricos en todas las áreas de nuestra vida; no podemos
apartar el tema de economía, finanzas, dinero ,generosidad y dar, de nuestra fe
y nuestra devoción a Dios, todo junto va de la mano. Nuestro SEÑOR Jesucristo en su bondad,
siendo rico se hizo pobre por causa de nosotros, para que con su pobreza
nosotros fuéramos enriquecidos en Él. 2 Corintios 8:9.
La finanzas, la mayordomía y el ser generosos dando, tienen gran valor
en el campo de la fe si en verdad confiamos en Dios, todos ellos son
herramientas de las que disponemos para alabanza de Dios, beneficio de otros y
bendición para nosotros; cada vez que tenemos la oportunidad de dar, Dios pone
a prueba nuestro corazón, amor y sensibilidad con el prójimo, y en la medida
que nos disponemos para bendecir a otros, estamos mostrando qué conocimiento
tenemos de Dios y que es lo que realmente atesoramos en el corazón, según la
forma en que lo usufructuamos y lo invertimos; el dinero debe ser nuestro
sirviente, por lo tanto no podemos permitir que sea el amo que nos maneja. Nosotros somos enriquecidos en todo
sentido para que en toda ocasión podamos ser generosos, y para que por medio de
nosotros todo resulte en acciones de gracias a Dios. 2 Corintios 9:11.
¿En qué consiste la generosidad de Dios? En darse a sí mismo, en dar su
persona completa en la cruz, ese es nuestro mayor tesoro a favor, Dios mismo
abrió con su sacrificio la llave del altruismo, la generosidad y la bondad a
favor de todos, el propio SEÑOR Dueño del universo, lo dio todo. Si retenemos
todo para nosotros, es condenable delante de Dios, porque estamos siendo avaros
y codiciosos, lo cual es iniquidad; el NT contiene advertencias contra el abuso
del dinero, y uno de cada cuatro versículos, habla sobre el dinero. Manténgase libres del amor al dinero, y
conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: nunca te dejaré, jamás te
abandonaré. Hebreos 13:5.
De todo lo que hemos recibido de Dios, un día tendremos que rendir
cuentas ante Él, porque Dios es el Dueño, nosotros los mayordomos administradores;
Dios continuamente menciona en su palabra, acerca del dinero y las riquezas
materiales; ¿Por qué Dios se empeña en recalcar el tema? Porque lo considera
muy importante, por eso la mitad de las parábolas de Jesús, hablan del dinero y
de bienes materiales. Judas vendió a Jesús por dinero, el temible 666, la marca
de la bestia, es un código comercial para comprar y vender, por lo tanto, tiene
que ver con el dinero y los bienes materiales, así que, el entender la
importancia del dinero en la Biblia, depende nuestra vida espiritual y material. Los que pretenden enriquecerse pronto,
caen en tentación y lazo del diablo, en muchas pasiones insensatas y dañinas
que hacen caer a los hombres en corrupción y perdición. 1 Timoteo 6:9.
El bienestar de los hijos de Dios no depende de la economía del mundo ni
de la clase de trabajo que desempeñamos, dependemos de las abundantes riquezas
del Padre; las sociedades más ricas sobre la tierra, son precisamente las que
practican los principios económicos de las Sagradas Escrituras, Dios creó las
riquezas y las sabe dar con gran abundancia. El dinero mal habido pronto se acaba;
pero quien ahorra, poco a poco se enriquece. Proverbios 13:1.
Hay cosas mucho más
valiosas que amontonar riquezas:
a). La primera riqueza que tenemos de Dios es la vida. Démosle gracias por
esta enorme riqueza, b) Dios nos da talentos y dones, en los
cuales debemos invertir tiempo con acciones de calidad porque son riquezas sin
igual, aprendamos de la parábola de los talentos en Mateo 25:14-30; esas capacidades
que Dios nos ha dado, hay que hacerlas rendir y multiplicar a favor de todos. c) Dios ha dado
posesiones en bienes materiales disponibles, que junto con las finanzas son
bienes que debemos hacen rendir y multiplicar para bendición y alabanza de Dios,
desde nuestro puesto del trabajo que es una puerta abierta al bienestar de
posesiones, por eso se dice, me voy a posesionar del cargo; por lo tanto, todo
lo que rinde y multiplica nuestra posesión y finanzas, se nos ha dado para
administrar sabia y generosamente. Den, y se les dará; se les echará en el regazo
medida llena, apretada, sacudida y desbordante. Porque con la medida que miden
a otros, se les medirá a ustedes. Lucas 6:38.
Howard Dayton, administrador hotelero americano, en un fragmento de su
libro “Tu dinero cuenta”, afirma que las Escrituras dan mucha importancia a
cómo administramos fielmente lo que Dios nos ha confiado, teniendo en cuenta la
calidad al dar y la mayordomía, responsable y generosa, que no mezquina
nada. Somos responsables de cómo usamos el dinero, a quien le damos y cómo
nos manejamos con él; Dios a todos nos da, y nadie tiene excusa de no ser generoso.
Porque el mayordomo fiel
es responsable de lo que tiene, ya sea mucho o poco. Con sabiduría y
conocimiento se adquieren riquezas para sí, así podemos adquirir oro y plata
para el tesoro. (hacer una reserva). Ezequiel 28:4.
Algunos dicen que no dan, pero alguna razón debe tener el Eterno Dios,
que hizo que Abraham diezmara por fe, el que hizo que los israelitas diezmaran
por la ley, Él es el mismo que habla y dice que los cielos y la tierra pasarán,
pero su palabra no pasará; administrar las finanzas y ser generosos va de la
mano con el manejo de los dones y los talentos viviendo el fruto del Espíritu y
el manejo de las finanzas en el hogar, somos responsables de manejar bien todos
los recursos que recibimos de Dios, y al que mucho se le da, mucho se le
demandará, Lucas 12:48. ¡Ay de ustedes, maestros de la ley,
hipócritas! Que separan para Dios la décima parte de la menta, el anís y el
comido, pero no hacen caso de las enseñanzas más importantes de la ley, que son
la justicia, la misericordia y la fidelidad. Esto es lo que deben hacer sin
dejar de hacer lo otro. Mateo 23:23.
Ser generosos nos provee muchos beneficios que son más grandes e importantes
que el mismo dinero, pues Dios siempre responderá a nuestras oraciones, sanará
nuestro cuerpo, y obra de maneras extraordinarias que ni imaginamos, en
respuesta a nuestra generosidad y disposición para dar. Jesús dice que hagamos justicia
y seamos misericordiosos sin dejar el diezmo; la fe involucra una parte
espiritual y otra parte material, sí somos misericordiosos y hacemos justicia
dando, también debemos diezmar. Los fariseos eran muy rigurosos con respecto al
diezmo, pero descuidados con la misericordia, la justicia y la fe. La
prosperidad se abre con estas tres llaves de amor en nuestro corazón, porque si
solo diezmas y no practicas misericordia, justicia y fe, tiras tu dinero a la
basura, y diezmar es la otra cara de la moneda, va de la mano con las tres
anteriores…Mal le irá al hombre
que amontona riquezas para sí y no usa sus riquezas para la causa del reino de
Dios. Lucas 12:15-21.
Ser generosos y dar no es un privilegio para todos, sino para ciertas
personas que son coherentes y conscientes del gozo que representa dar con amor,
liberalidad y desprendimiento, sin aferrar el corazón a los material y temporal
de este mundo; así como tampoco tener un trabajo es un castigo, ni una carga,
sino la oportunidad y privilegio del gozo de dar y bendecir a otros, pues si
algo nos falta, Dios lo proveerá, y cuando abrimos las manos para dar, estamos
siendo reflejo de Jesucristo, evidenciando su amor y misericordia, lo cual se nos
devolverá de manera multiplicada, pues nuestro Dios es SEÑOR de compensaciones
y recompensas. A donde quiera que vayas haz el bien, que después de un tiempo el bien
que hagas se te devolverá. Eso es lo que quiere decir: echa tu pan sobre las
aguas, que después de mucho tiempo lo hallarás. Eclesiastés 11:1.
El Espíritu Santo pone en nuestro corazón el querer como el hacer y el
Padre espera ver nuestras acciones y actitudes para saber cómo nos va a recompensar
y bendecir, porque cuando obedecemos, Dios actúa a nuestro favor. En todo lo que damos generosamente mostramos
lo que somos, y no damos como si fuera una carga, ni por obligación o por quedar bien, sino que damos como un acto de amor que Dios nos permite, para alegrar y hacer sonreír al prójimo compartiendo bendiciones del
cielo; Jesús nos entrega la llave de la prosperidad enseñándonos a ser generosos,
ofrendando y diezmando, todo unido a la fe de un corazón misericordioso y justo;
a través de Malaquías el SEÑOR nos trata y moldea con el dinero al retarnos a dar de lo que Él nos da, para abrir las compuertas de los cielos hasta que
sobreabunde, Porque la bendición
de Dios es la que enriquece y no añade tristeza con ella. Proverbios 10:22.
Muchos no dan para Dios con el pretexto que el país está en crisis, y
que esa crisis afecta fuerte a los cristianos, pero eso es mentira del diablo, pues
Dios nuestro Padre es el Dueño de todo. Los puritanos fueron los más prósperos
en tiempos de crisis pasadas, ellos enseñaron el 80-10-10: 10% para el SEÑOR,
10% para el ahorro, en la época de las vacas gordas, guardando una reserva para
necesidades futuras en el tiempo de las vacas flacas como enseñó Dios a José en
Egipto, y el 80% es para el sostenimiento; en esa época los puritanos fieles no
quebraron porque eran fieles al evangelio, primero actuamos nosotros, luego
Dios bendecirá todas las áreas de nuestra vida. Porque si uno lo hace de buena
voluntad, lo que da es bien recibido según lo que tenemos, y no según lo que no
se tiene 2 Corintios 8:12.
Es una ley eterna, dar para recibir, y el diablo miente cuando dice que
los cristianos sufriremos las mismas crisis que el mundo, la Biblia confirma
que en tiempos de crisis, los hijos de Dios siempre recibimos todo lo
suficiente. Un hijo de Dios no sufrirá problemas de necesidad, si cumple la ley
de la mayordomía y maneja bien del dinero, organizando sabiamente sus finanzas,
el problema es que vivimos diciendo, mi chequera, mi billetera, mi dinero, mi
cuenta, mí, mí. Pero a los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes, ni
pongan su esperanza en las riquezas, que son muy inseguras, sino que se apoyen en
Dios, que nos provee todo con abundancia para que disfrutemos. 1 Timoteo 6:17.
Actuemos según las instrucciones de Dios, y no estaremos involucrados en las crisis del mundo ni la caída de la economía en las naciones, porque los principios del reino de Dios no dependen del mundo natural, pues Dios está por encima de todo, y además, las crisis son temporales y momentáneas, son oportunidad de Dios para mostrar su gloria, su amor, su fidelidad y cuidado con quienes Él ama y lo aman a Él; el hambre en la tierra es una amenaza en contra del bienestar humano, y salió de Egipto, que representa el sistema del mundo, pero no somos del mundo, por lo tanto en Cristo, vivimos diferente al común del mundo. Nada es totalmente nuestro, y el Dueño de todo sólo nos pide el 10% y nos deja el 90%, eso merece besarle los pies al Eterno; es lo que cualquiera haría, si un multimillonario nos dijera que el 10% de su negocio es de él, y que tomemos el 90%, saltaríamos de a dicha y lo besaríamos dándole un gran abrazo. Hay quien reparte, y le es añadido más, pero hay quien retiene lo que es justo, solo para venir a pobreza. Proverbios 11:24.
Así, que, no desciendas a Egipto, quédate donde Dios te ha puesto o espera que te muestre el camino, Génesis 26:2, no busques comodidad, estabilidad y bienestar en el mundo, Dios nos instruye, nos direcciona, nos da y nos provee sin reparo, aprendamos de Él para ser generosos y altruistas con los pobres y necesitados y con la obra del SEÑOR, pues es mejor dar que recibir, Hechos 20:35-36; obedezcamos y seamos fieles a Él, y no nos faltará nada, porque Dios suplirá todo lo que nos falte, conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús, SEÑOR nuestro, Filipenses 4:19. Honra al SEÑOR con tus bienes y con los primeros frutos de tus cosechas. Proverbios 3:9.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.