Nuestra naturaleza humana nos hace evocar recuerdos continuamente para volver al pasado, hasta el punto, que podemos llorar de alegría o de tristeza, y muchas veces parece que quisiéramos seguir ahí, estancados en recuerdos, pero nuestro Dios no es así, Él no está estático, ni se queda suspendido en el tiempo, el Eterno no duerme, lo tiene todo bien diseñado, organizado y cuida su creación. Salmos 104.
Dios en medio de su pueblo es progreso, renovación, cambio y avance para dar más vida y hermosura a lo que somos en Él, en cada uno de sus hijos está haciendo cosas nuevas para nuestro provecho y santificación. Su amor misericordia y fidelidad permanecen inmutables, Él hace lo suyo porque es soberano; los acontecimientos, las edades y las gentes cambian con el correr del tiempo, pero el pecado es el mismo, por eso muchas circunstancias se repiten en la historia, Lo que sucede ahora, ya había sucedido y lo que va a suceder, ya sucedió. Dios se encarga de lo que está más allá de la comprensión de los seres humanos. Eclesiastés 3:15.
Cuando no conocíamos a Dios, tropezábamos y caíamos muchas veces, pero cuando Cristo salió a nuestro encuentro, empezamos de nuevo en un proceso de continua renovación y transformación en Él; con su presencia, su palabra y su Espíritu amoroso hacen que vengan cosas nuevas cada día. Dios nos rodea de nuevos momentos, nuevos procesos y nuevas personas según su propósito; es así que nos da nueva canción, nueva alegría y nuevos amaneceres, porque nos ama y desea siempre lo mejor para sus hijos, cambia nuestro lamento en baile, Salmos 33:11, por su fidelidad seguimos aquí y nos da nuevas mañanas cada día, Lamentaciones 3:22-23.
Cada instante el Padre nos habla, nos moldea, nos examina y nos prueba para completar su obra santificadora; su voluntad es nuestra perfección, que crezcamos, que, estando despiertos, desarrollemos los dones y los talentos depositados en nuestro ser. Su mayor interés es nuestra santidad en humildad y mansedumbre, lo cual nos conviene para darnos forma y ser más parecidos a su Hijo; Dios está interesado en que seamos ramas fructíferas en el árbol de su plantío dando nuevos frutos para su gloria, bendición y provecho no solo nuestro, sino de muchos que nos rodean, porque El Espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados de corazón; a pregonar libertad, a los oprimidos, a predicar el año agradable del Señor, Isaías 61:1-2 y Lucas 4:18-19.
En Dios hay una continua novedad para los santos, el Señor Jesucristo cumplió lo perfecto del Padre siendo el ejecutor del nuevo pacto para que se cumpliera la palabra dicha por los profetas, He aquí, vienen días, declara el Señor, en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá un nuevo pacto, Jeremías 31:31. Era un nuevo comienzo para la raza humana y El Padre quería tener nuevos hijos y nuevos herederos para su reino, por lo tanto: Las cosas viejas pasaron, ahora se convierten en algo nuevo, 2 Corintios 5:17.
Son últimos tiempos y Dios está haciendo cosas nuevas, que para muchos pasan inadvertidas, desde que Él nos soñó, nos formó, nos hizo nacer, y hasta el último día todo se estará renovando; la biblia es la más grande prueba de esto, Dios y su palabra son un eterno presente, pero gana nuevas vidas y cambia miles de almas cada día, con nuevos comienzos; la vida en Cristo es la antítesis del mundo que es estancamiento, destrucción y muerte; pero sin salir de éste mundo, los hijos de Dios por su Espíritu, pasamos de lo viejo a lo nuevo en muchos procesos, Porque nadie echa vino nuevo en odres viejos, porque el vino nuevo romperá el odre, porque se perdería el vino y también los odres; se necesitan odres nuevos para el vino nuevo, Marcos 2:22.
El escritor de Eclesiastés habla de que todo tiene su tiempo, y se lleva a cabo en el momento preciso; el Creador sigue hermoseando y perfeccionando sus criaturas y su creación, por eso todo lo que sucede Dios lo permite con la razón de hacer todo nuevo; Dios todo lo hace hermoso; puso en la mente del ser humano la idea de lo infinito, aun cuando los seres humanos no alcanzan a comprender en toda su amplitud lo que Dios ha hecho y hará, Eclesiastés 3:11.
Este es un texto maravilloso que se ha fijado muy fuerte en mi corazón porque lo veo hecho realidad cada día, en cosas grandes y pequeñas, en simplezas y complejidades, la mano de Dios siempre está trabajando, por lo nuevo en pro de la perfección y la santificación. Pues he aquí, Pues he aquí, YO creo cielos nuevos y tierra nueva, y no serán recordadas las cosas primeras ni vendrán a la memoria Isaías 65:17.
El Creador del universo es Señor y amo de todo, por lo tanto permitirá muchas cosas que no nos parecerán tan bonitas, pero será para limpieza, perfección, transformación, disciplina, corrección, enderezar nuestros pasos, destruir lo malo, arrancará la cizaña, levantar y bendecir a justo, El hacha ya está lista a la raíz de los árboles; por lo tanto todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego, Mateo 3:10.
Desde tiempos antiguos Dios ha anhelado que los suyos estén separados para Él con vida nueva y un cambio total de comportamiento, impactando vidas, siendo sus fieles testigos con un corazón que transmite su amor, YO les daré un corazón y un nuevo espíritu pondré dentro de ellos. Y quitaré de su carne el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, Ezequiel 11:19; tristemente en la mayoría de los casos, solo lo logramos a través del dolor, la prueba, la pérdida y el sufrimiento, de lo contrario no aprendemos, el buen Padre que ama, corrige a sus hijos, Proverbios 13:24.
Darnos una vida nueva como sus hijos y discípulos de su Unigénito, significa que hemos sido sepultados con Cristo cuando nos bautizamos, su trasfondo es morir al viejo hombre de pecado para ser nuevos y exclusivos seres humanos como el Diseñador, y si hay pecado, ya no hay vida, sino muerte, Romanos 6, por lo tanto, nuestra nueva vida, es en Cristo, implicando vivir separados para Él, porque si alguno está en Cristo, nueva criatura es y lo viejo pasó, 2 Corintios 5:17, pero muchos siguen como si nada hubiera cambiado para ellos y llegará su momento de cambio.
Así como la santidad es virtud y cualidad propia e Dios, también debe ser nuestro distintivo de nuevas criaturas, una forma de vida para los que decimos amar a Dios; para ver nuevo panorama es apremiante morir lo viejo y gastado estilo de vida carnal y terrenal, el pecado es viejo y gastado, y si se persiste en lo viejo, atraerán la ira de Dios y su enojo vendrá sobre los desobedientes, que no practican lo nuevo de Dios, YO les daré un corazón y un espíritu nuevo en sus entrañas; les quitaré el corazón de piedra de su carne y les daré un corazón tierno y receptivo. Ezequiel 11:19. Colosenses 3:1-17 y Efesios 2:16-19.
Cuando reconocimos y recibimos a Cristo como Señor y Salvador entramos a formar parte del nuevo pacto en su gracia, desde ese momento Dios se comprometió a ser propicio a las injusticias y no volver a acordarse de nuestras iniquidades, y lo viejo debió desaparecer de nuestro ser. Cuando Dios habla de una nueva alianza es porque ha declarado vieja la primera y lo viejo y anticuado debe desaparecer. Hebreos 8:13. Entonces, ¿Por qué insistimos en lo viejo y gastado del pecado? No esperemos malos tiempos, debemos ser NUEVOS en Cristo YA, AQUÍ y AHORA.
Hemos renacido a una herencia incorruptible en la resurrección de Cristo, para que seamos santos como Él, para que no nos contaminemos, sino que nos reservemos continuamente limpios para Él, 1 Pedro 1:3, El Amado nos ha dado una hermosa nueva vida insertándonos en su familia, para y para unidad en el nuevo mandamiento del amor mutuo, Juan 13:34; solo viviendo el nuevo pacto podemos destruir las divisiones, los celos, la competencia y la envidia, Porque como los cielos nuevos y la tierra nueva que YO hago permanecerán delante de Mí, declara el SEÑOR, así permanecerá su descendencia y su nombre. Isaías 66:22.
Dios ha hablado mucho para estos últimos tiempos, ha exhortado, ha advertido, ha llamado al arrepentimiento, a la confesión y separación del pecado, ha puesto delante la claridad del cielo y del infierno, ha llamado a la predicación, ha recordado la tarea de la gran comisión, ha estado exhortando a la santidad, la oración y la adoración, porque anhela que su pueblo sea de gente santa, atentos a su voz y su llamado para hacer su voluntad, porque nos ha dado a Cristo, por lo tanto anhela un cambio notorio en cada uno para que seamos diferentes de los común del mundo, Entonces verán las naciones tu justicia, y todos los gobernantes tu gloria, y te llamarán con un nombre nuevo, que la boca del SEÑOR determinará, Isaías 62:2.
Dios sigue insistiendo en el arrepentimiento, la santidad y la adoración, porque sabe que todo eso nos ayuda a ser nuevos, porque son armas certeras contra el pecado y la maldad; Él sigue convocando a la predicación fresca y ungida, porque un día veremos la nueva ciudad, Y vi la ciudad santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo de Dios, preparada como una novia ataviada para su esposo. Apocalípsis 2:2.
Dios ha estado profetizando, porque anhela encontrar a su hermosa novia sin mancha y sin arrugas, con sus lámparas llenas de aceite fresco, atentos a los tiempos para que todos se preparen y se mantengan firmes a su Segunda Venida. Cantemos al SEÑOR nuevos cantos, cantemos sus alabanzas en todos los confines de la tierra, los que descienden al mar, y todo lo que hay en él, las islas y sus moradores. Isaías 42:10.
Habrá nuevos acontecimientos, nuevos tiempos, nueva tierra, nuevos cielos, habrá vencedores con nombre nuevo que hereden lo nuevo de Dios, pero también perdedores que serán descalificados por vivir en lo viejo y gastado del pecado, Y el que está sentado en su trono dijo: He aquí, YO hago nuevas todas las cosas. Y añadió: Escribe, porque estas palabras son fieles y verdaderas…Apocalipsis 21:1-16. Entonces muchos serán promocionados y recompensados, Y el remanente de la casa de Judá que se salve, echará de nuevo raíces por debajo y dará fruto por arriba, 2 Reyes 19:30..
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.