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11 feb 2016

CRISTO EL GRAN MAESTRO.



JESUCRISTO ES EL GRAN MAESTRO DE MAESTROS

Jesús iba por toda Galilea, enseñando en las sinagogas y proclamando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad y dolencia en el pueblo. Mateo 4:23. Les enseñaba como alguien con autoridad, y no como un escriba. Mateo 7:29.

Al desembarcar, Jesús vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas in pastor; entonces comenzó a enseñarles muchas cosas. Marcos 6:34.

Subiendo a una barca, pidió que separara de la tierra un poco; y sentándose enseñaba a las multitudes desde la barca. Lucas 5:3.

Todo ser humano desde que nace, necesita de un tutor, un guía y un maestro, en nuestra primera infancia son nuestros padres, en nuestra niñez y juventud son los maestros de la escuela, pero cuan tomamos conciencia de nuestra espiritualidad y destino eterno, Jesucristo viene a ser nuestro Maestro de maestros; Él bajo la dirección del Padre es el Gran YO SOY, el Ángel de YHWH en el AT, y en sus enseñanzas del NT, citó la palabra dada desde la antigüedad, estableciendo su Gran Ministerio de Maestro. Inclinen su oído y vengan a Mi; oígan y vivirá su alma; y haré con ustedes pacto eterno, las misericordías firmes de David. He aquí YO lo di por testigo a los pueblos, por Jefe y por Maestro a las naciones. Isaías 55:3-4.

Mientras que los maestros de las filosofías humanistas y gastadas han muerto, han desaparecido y han sido olvidados, Jesucristo y sus enseñanzas en la Palabra de Dios permanecen firmes y actuales para siempre; en muchos pasajes del NT, Jesucristo estuvo enseñando lo que ya estaba establecido y profetizado desde el principio, Él dió el ejemplo perfecto de un maestro que enseña con sabiduría, amor y pureza, resistiendo el mal, la tentación y el ataque de sus oponentes, honrando con carácter y firmeza al Padre celestial y la verdad de la Escritura para que aprendamos a vivir sus principios, a utilizar su palabra, y recordar que: El discípulo no es superior a su Maestro; pero todo el que es perfeccionado, será como su Maestro. Lucas 6:40.

Nuestro Redentor es el modelo a seguir en su posición del Hijo del Hombre que encarna la esencia misma de gran Maestro, Educador e Instructor que enseña y forma a sus seguidores y discípulos con su propio ejemplo y testimonio de vida santa, íntegra, sabia y recta, tocando los corazones de la humanidad de manera personal y colectiva hasta el día de hoy; todas y cada una de sus enseñanzas son excepcionales, reflexivas y prácticas, especialmente el Sermón del Monte con sus bienaventuranzas, donde demuestra el conocimiento y el dominio de las Escrituras resaltando el poder y el impacto que ellas tienen en nuestro diario vivir, porque enseñaba recordando las profecías y honrando a los profetas de Dios de la antiguedad, haciendo comparaciones y paralelos entre lo dicho antes para ser vivido en el ahora y en la practica de un eterno presente. Éxodo 16 y Juan 6:32-33.

Las instrucciones del Maestro de maestros declararan doctrina divina con el fin de dar a conocer al Creador del universo y al Salvador en su obra expiatoria para el fortalecimiento de nuestra fe, para que aprendamos obediencia a las enseñanzas y fundamentos del Padre y en Cristo tengamos salvación y vida eterna. Las Escrituras testifican y siguen hablando y enseñando de nuestro SEÑOR y Maestro; Pablo en 1 Corintios 12:28, habla del ministerio y don del maestro en su llamado a enseñar, es el tercer don en su orden después del apostol y el profeta, funciones y ministerios enaltecidos por el Padre celestial en su Hijo. Al salir Jesús para seguir su camino, vino uno corriendo, e incándose de rodillas delante de Él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna. Marcos 10:17.

Las enseñanzas y doctrina de un maestro bíblico no son las mismas de un educador común en el mundo, son los fundamentos y mandatos que han salido de Dios lo que el maestro bíblico enseña; de tal forma que, un maestro bíblico enseña a su Maestro y testifica de su instrucción, por lo tanto, es alguien que investiga y profundiza para exponer sus enseñanzas y ser más eficaz en el Reino de Dios. Las técnicas de enseñanza del divino Maestro son todo un tratado de estrategias y elementos sencillos y practicos que nadie ha superado hasta hoy porque Jesucristo era docto en las artes y ciencias de la ley de Dios, lo demostró desde los doce años cuando se sentó en el templo al mismo nivel de los doctores de la ley, para escucharlos y hacerles preguntas, y todos los que lo oían hablar, se maravillaban de sus preguntas y respuestas, Lucas 2:41-50; Cristo era Dios en forma de Hombre, enseñando sabiduria y ciencia a los hombres porque Él era el Ungido sobrenaturalmente para mostrar y dar a conocer al Padre, Jesucristo es nuestro ideal de SEÑOR y Maestro, el que nos indica El Camino, la Verdad y la Vida, porque Él mismo los encarna. Nicodemo vino a Jesús de noche, y le dijo: Rabí, sabemos que has venido de Dios como Maestro; porque nadie puede hacer las señales que Tú haces, si no esta Dios con El. Juan 3:2.

Los maestros de hoy deben ser como el Maestro de maestros, teniendo su carácter y su sabiduría; también deben ser ungidos por el Espíritu Santo para tal llamado, porque no todos los que enseñan biblia son maestros, ni todos los que dicen educar tienen el espíritu de maestro, algunos enseñan solo porque les gusta o por alguna razón son empujados y obligados a enseñar algo, pero el que posee el llamado de maestro está dotado por Dios para enseñar e instruir con palabra buena y sazonada que es inspirada desde arriba; son esa clase de maestros que con frecuencia reciben revelación en la misma palabra, y con sabiduría de lo Alto explican la escritura de manera clara, profunda, entendible y aplicable. Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo da el SEÑOR…Uno pone el fundamento y otro edifica...y cada uno recibirá su recompensa conforme a su obra 1 Corintios 3:6-10.

Nuestro Salvador es el Mayor y más grandioso Maestro que ha tenido la humanidad, Él ha sido y será el único que ha entregado enseñanzas eternas para la vida, instrucciones sabias y fundamentos de moral con diseño divino que forma personas virtuosas; Él no solo enseñó, sino que vivió y mostró con su vida la santidad y unidad con el Padre y la integridad y el amor con el prójimo. Jesús era La Palabra viviente, y nunca ha habido ni habrá un maestro como nuestro Maestro Dios y Redentor, Jesucristo. Él entregó su vida para salvar, ganar corazones y marcar vidas una vez y para siempre, era Dios en forma humana, sabiendo todas las cosas, poseyendo toda la riqueza del conocimiento, teniendo todos los tesoros de la instrucción, las estrategias, las técnicas y tácticas de la educación que forma guerreros para luchar en la vida, y lo hace desde adentro, desde el espíritu, para evidenciarlo afuera, en lo relacional. Empezó a enseñar desde niño al lado de los doctores de la ley, luego de lleno empezó con su ministerio a los 30 años cuando fue bautizado por Juan el Bautista y Ungido por el Padre que dejó oír su voz mientras lo llenaba del Espíritu Santo. Comenzó a enseñar desde Moisés y continuó con todos los profetas, y les enseñaba lo referente a Él en todas las escrituras. Lucas 24:27.

Era Dios y sabía cómo llamar la atención de sus oyentes para cautivar corazones que Él veía aptos para ser sus seguidores, los cuales llegaron a amarlo hasta la muerte, hoy sigue tocando las profundidades de la naturaleza humana y las fibras de nuestras entrañas a traves de su Espíritu. Nuestro Divino Maestro es la personificación de la hermosura santa y perfecta, Él era lo que enseñaba, antes de predicarlo lo mostraba en sí mismo; inspiraba respeto por la profundidad en sus enseñanzas y se interesaba por la gente con amor y ternura. Él sabía comunicar con un alto nivel de educación y experticia en la ley. Ustedes me llaman Maestro y SEÑOR, y dicen bien porque lo SOY. Pues YO el SEÑOR y el Maestro, he lavado sus pies, ustedes también deben lavarse los pies unos a otros. Porque ejemplo les he dado, para que como YO he hecho, ustedes también lo hagan. Juan 13:14-15.

Los evangelistas nombran al SEÑOR como Maestro más de 45 veces, refiriéndose a Jesús, pero en toda la Escritura la palabra maestro está implícita cuando se habla de SEÑOR, gobernador, amo, capitán, jefe, príncipe, director, doctor y otras. Y con él estaba Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan, maestro e ingeniero y recamador en azul, púrpura, carmesí y lino fino. Éxodo 38:23. He aqui YO lo di por testigo a los pueblos, por jefe y por maestro a las naciones. Isaías 55:4.

1. Cristo el más Grande Portavoz de los fundamentos del reino de Dios. Ustedes no deben pretender que nadie los llame maestros, porque todos ustedes son hermanos, y solo UNO es su Maestro, el Cristo. Mateo 23:8. Jesús más que enseñar con palabras, revelaba al Padre y al reino de los cielos, enseñando en sí mismo con hechos y acciones de verdad cargadas de afecto sincero. En cada parábola Jesucristo enseñó virtudes y fundamentos morales con la sustancia y la esencia del amor que contiene el evangelio del reino; Él era comprometido y entregado, ofreciendo ternura, piedad y misericordia, lo cual confirmó haciendo grandes milagros, sanidades y liberaciones, enseñando que la salvación está al alcance de todos mediante la conversión y la fe obediente en Dios y su palabra. Todo el que se desvía y no permanece en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios; el que permanece en la doctrina de Cristo, ese sí tiene al Padre y al Hijo. 2 Juan 1:9.

Él iba por los caminos y aldeas buscando a la gente, desplegando grandes verdades que conducian a la justicia del reino; sus palabras y ejemplos nos instruyen para llevar una vida recta y santa, Cristo presentaba enseñanzas para todos los que se disponían a oír, pero también explicaba aparte a sus discípulos los misterios del reino para que ellos pudieran enseñarlos después. Ustedes me llaman SEÑOR y maestro, y tienen razón porque lo soy. Juan 13:13.

Hoy nos damos cuenta que todas las enseñanzas de la Escritura nos conducen a Jesús y de Él aprendemos que el sendero de la vida solo tiene dos caminos: el camino ancho que lleva a la destrucción eterna y el camino estrecho que lleva a la vida eterna, Cristo, el Maestro, nos invita a entrar por la puerta angosta que nos permitirá estar con Él para siempre. Mateo 7:13-14.

2. El Maestro más sabio de todos los siglos. Nicodemo vino al SEÑOR de noche y le dijo: Rabí, todos sabemos que has venido para enseñarnos, porque nadie puede hacer esas señales milagrosas, que Tú haces, si Dios no estuviera con él.  Juan 3:2,

Mediante parábolas, símbolos y referencias a la naturaleza y la vida práctica el SEÑOR narraba historias éticas, creando imágenes fulgurantes, Él graficaba enseñanzas valiosas con paradojas, analogías y toda clase de formas gramaticales para darse a entender en sus mensajes; usaba todos los recursos posibles de educador que le permitieran enseñar y expresar de la mejor forma posible la esencia de los mensajes que traía del Padre, y lo hacía con un lenguaje sencillo, vívido y muy profundo para hacer reflexionar y pensar a sus oyentes; atraía hacia Él los corazones con la manifestación de su caballerosidad, amabilidad y calidez, para luego llevarlos poco a poco en la medida que iban comprendiendo. Y sabemos que no podremos hacer nada para agradar al Padre si primero no aceptamos y recibimos al Hijo. Mis enseñanzas no son mías, sino del Padre que me envío. Juan 7:16.

Con sabiduría e inteligencia habló del nuevo nacimiento como la base fundamental para reconciliarnos con Dios haciendo renacer nuestro espíritu y ser regenerados para llegar a ser parte de la familia de Dios si un día queremos entrar por la puerta estrecha de la salvación y llegar al cielo junto a Cristo para siempre. Juan 3. Díganlo los redimidos del Eterno, los que Él ha redimido del poder del enemigo. Salmos 107:2.

3. El Maestro más paciente, tierno y amable. Tengan paciencia y manténgase firmes para salvar su alma. Lucas 21:19. Nuestro SEÑOR se adaptaba al lento caminar humano y nuestro aprendizaje gradual y paulatino para comprender, entender y aceptar lo que es bueno; se apartaba a lugares desiertos para descansar y hablar con sus discípulos, enseñándoles a hablar con el Padre a través de la oración en su nombre, para así hallar respuesta a nuestra necesidad dando honor al Padre y al nombre santo de Jesús lleno de poder y de gracia; Él como nuestro abogado y Gran Sumo Sacerdote intercede todo el tiempo por nosotros ante el Padre, para que andemos en santidad, y para que Él responda nuestras peticiones, si no nos dejamos vencer por el pecado que obstaculiza la oración. Juan 15:16.

Nuestro Gran Maestro entendía lo que había en el corazón de la gente y los probaba haciendo preguntas, porque sabía quienes estaban vacíos de amor para con su prójimo a causa de la religión llena de reglas, dogmas y formatos de hombres, pero sin sustento espiritual. Así nos dejó la enseñanza del Buen Samaritano, enseñando que el verdadero significado de la ley divina no es la letra, sino el amor demostrado con hechos.1 Juan 4:21. ¡Ay de ustedes, escribas y fariseos, hipócritas! Porque cierran el reino de los cielos delante de los hombres, y ni entran ni dejan entrar. Mateo 23:13.

Nuestro divino Maestro usó su ministerio de enseñanza y docencia para acercarse a la gente, revelar y dar amor en el mensaje del Padre, se relacionaba con respeto, fortaleciendo la fe y animando con la verdad, manteniendo el orden, cumpliendo la ley de la palabra, fomentando y dando amistad genuina y cumpliendo la misión que le fue encomendada, Él dejó de igual manera una tarea para su iglesia que debe trabajar para desarrollar los objetivos del reino de Dios, valorando, viviendo y defendiendo los principios y fundamentos de la ley divina donde todos debemos participar según el llamado, la comisión y los recursos dados por el Eterno, en cumplimiento a la ley del amor con actitud de fe obediente y confianza en Dios hasta el final. Filipenses 2:1-18.

4. El Maestro más polémico por enseñar la verdad y confrontar el pecado. Cuando llegó Jesús al templo, los principales sacerdotes y los ancianos del pueblo se le acercaron mientras enseñaba, y le preguntaron: ¿Con qué autoridad haces estas cosas, y quien te dio esta autoridad? Mateo 21:23. Nuestro Redentor no temía ni se avergonzaba de instruir acerca de la verdad y denunciar los males del mundo a causa del pecado, les mostraba el camino de la rectitud desde el espíritu, corriendo el riesgo de ser rechazado y poco popular entre su pueblo, reconociendo que nadie es profeta en su propia tierra. Mateo 23.

Jesús nunca enseñó para ser elogiado ni admirado como un gran maestro, su propósito principal era transformar vidas y ganar almas mediante el conocimiento del Padre y su reino. Así nos dejó las Bienaventuranzas del Sermón del Monte, también hizo referencia a los Mandamientos que el Padre le entregó a Moisés para llevarlos a una vida en el Espíritu, identificando los principios del reino y los fundamentos de la verdad de Dios conducentes a una calidad de vida moral y virtuosa, resumiendo toda la ley y los profetas en la ley del amor, base y sustento de familias y sociedades productivas, prósperas y de avance. Amarás al SEÑOR tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, y con todas tus fuerzas, y al prójimo como a ti mismo. Lucas 10:27.

Jesús nos enseñó a andar en amor para ser discípulos genuinos e hijos de Dios con testimonio de integridad, esta sería la señal con la cual todos conocerían a sus seguidores, amándose unos a otros aunque la sociedad del común nos rechace, nos persiga y nos oprima. Juan 23:35.

5. Jesucristo el Mayor Profeta Enseñador del tiempo venidero. La gente al ver las señales milagrosas que hacía Jesús, decía: Este verdaderamente es el profeta que había de venir al mundo. Juan 6:14. En nuestro SEÑOR Jesucristo se encuentran los cinco ministerios del Espíritu Santo, pero ninguno como Jesús habló proféticamente de los tiempos finales para la humanidad y la tierra, de las consecuencias del pecado, del regalo de la salvación, del privilegio de la vida eterna y de su grandioso y poderoso regreso por sus redimidos; Cristo todo lo enseñó mostrando el camino angosto que nos permitirá entrar por la puerta estrecha de la vida eterna, y que sepamos que la vida sobre la tierra es una continua preparación, sabiendo a dónde vamos a llegar despúes de nuestro peregrinaje terrena; sus enseñanzas se centran en la palabra profética dada desde el AT, confirmándolo y dando origen al NT o Nuevo Pacto, escrito por sus discípulos en el paso de los años y las experiencias de vida de cada uno de ellos junto a su Maestro Salvador y su revelación personal. Mateo 24.

En Cristo está contenido el carácter de un verdadero maestro y un predicador genuino entregado a Dios y a favor de los que han de ser salvos. Con su modelo de vida, Jesucristo nos enseñó a  depender de Dios y efectivos en el servicio desinteresado a Dios y el prójimo. A los gobernantes les habló de servir al pueblo con justicia, aunque solo estuvo en un palacio para ser sentenciado a muerte; todas sus instrucciones y testimonio de vida nos deben motivar a ser buenos administradores y buenos padres que enseñan el bien y hacen lo bueno, siendo hijos obedientes y vecinos respetuosos que ayudan y consuelan, como hermanos que acompañán y abrazan al que sufre, sosteniéndonos unos a otros no solo con oración, sino con manos generosas que ayudan fraternalmente…YO SOY el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas…Juan 10:7-18.

El divino Maestro confirmó con su vida todo lo que se había profetizado de Él en cada libro del AT, habló claramente del juicio y el castigo que hay sobre la raza humana que no se arrepiente ni cree ni obedece a su Creador y Salvador, por lo cual viven en el pecado, la iniquidad y el orgullo del corazón de hombres necios, nos  advirtió las consecuencias y los juicios de los tiempos finales. Nuestro Maestro se caracterizó por enseñar con humildad, mansedumbre, verdad, santidad y conocimiento profundo de las Escrituras para que aprendamos a vencer con la palabra, el pecado, la tentación, el mundo y la carne, y resucitar triunfante y victoriosos en día postrero, habiendo consumado nuestra misión en la vida terrenal; Él Maestro espera que su pueblo, su cuerpo, su Iglesia, su novia y su remanente santo seamos imitadores de su vida y enseñanzas al decir: Porque ejemplo les he dado, para que como YO les he enseñado y he hecho, ustedes también hagan. Juan 13:15-16.

Jesucristo es y será por la eternidad el mayor Maestro con radicalidad espiritual y compromiso para con Dios y su reino, siendo consagrado y entregado por amor. Nuestro SEÑOR y Salvador es el máximo Pedagogo digno de imitar por aquellos que son educadores y desean enseñar a las nuevas generaciones proclamando las verdades eternas que construyen vidas en las aulas, y que deben ser maestros fidedignos que trabajan sobre la base del DEBER, SER y el HACER que conserva una sociedad segura, auténtica, libre y repleta de amor, verdad y justicia. Nunca ha existido ni existirá una persona como el Divino Maestro tan capacitado para realizar su misión y su trabajo en amor sacrificial como nuestro SEÑOR Jesucristo; el Padre lo envió como su Mensajero de vida y vocero extraordinario de los misterios celestiales, porque todo lo que enseñó Jesús lo aprendió del Padre para reconciliarnos con Él y dejar huella en las vidas para la eternidad. Sin embargo, Todos matamos al Autor de la vida, al cual Dios resucitó de los muertos; de lo cual nosotros somos hoy sus testigos.  Hechos 3:15.

Para la iglesia de Jesucristo, el ministerio de la enseñanza debe ser el más importante, porque antes que hacer milagros y sanidades, debemos ser edificadores de vidas para que todos aprendamos a ser padres y maestros responsables, dignos de respeto, honor y ejemplo entre nuestros jóvenes, justos y tiernos en el carácter y con testimonio de bondad para con los abuelos; niños, jóvenes y ancianos son nuestros educandos y discípulos más valiosos y lo podemos hacer porque somos portadores del sublime y glorioso Espíritu Santo que nos recuerda y enseña la verdad y revelación del cielo para que lo entreguemos, enseñando, predicando, compartiendo y testificando con nuestra propia vida y responsabilidad de hijos de Dios y ciudadanos de su reino. El Consolador, el Espíritu Santo que el Padre les enviará en mi nombre Él le enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho, Juan 14:26,

Pero antes, de todo esto debemos tener un encuentro personal cara a cara con el Divino Maestro de maestros. Lamentablemente la gente es más atraída a ver milagros, liberaciones y sanidades que a escuchar, atender y aprender la sana enseñanza de la palabra de Dios, que nos hace espirituales y santos en vida nueva y aterrizada, pero diferentes al común del mundo. Hermanos míos, no haya entre ustedes tantos maestros, pues ya saben que quienes enseñan serán juzgados con mayor severidad. Santiago 3:1

Todos los redimidos nacidos de nuevo, estamos llamados a atender el llamado al ministerio de la enseñanza y el aprendizaje para poder predicar y la palabra, primeramente con el ejemplo de vida, para luego ir a cumplir la misión evangelizadora de la cual todos tenemos una asignación de parte del SEÑOR Jesucristo, para ser sabios, cuidadosos, claros y precisos cuando hablamos del evangelio y no errar, ni alterar el mensaje de las buenas nuevas; dirigidos y presididos siempre por el Espíritu del Maestro de maestros y Príncipe de los pastores. Aleluya.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.