PRIMERO LA TOALLA, LUEGO EL MANTO
¡Porque el que se humilla será enaltecido!
Entonces
Jesús reuniendo a todos les dijo: Ustedes saben que los gobernantes de las
naciones, tratan a su pueblo con prepotencia y los oprimen, los funcionarios
hacen alarde de su autoridad frente a los subalternos y abusan de su autoridad,
pero entre ustedes será diferente. El que quiera ser el más importante de
todos, deberá primero ser el servidor. Y el que quiera ser el primero entre
ustedes, debe convertirse en esclavo de todos, Pues ni aún el Hijo del Hombre
vino para que le sirvan, sino para servir a otros, y para dar su vida en
rescate por muchos, Mateo 20:25-28, Marcos 10:42-45.
Curiosamente para los
cabalistas numerólogos de pacotilla el número trece es malo, en Juan
13 hay trece claves valiosas que salieron del corazón de Dios, y en 1 Corintios 13 que tiene trece
versículos se habla de la grandeza del amor, y aquí se enseñan trece claves con
relación al servicio.
1. El
servicio vine del amor,
Antes
de la fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado, para que
pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el
mundo, los amó hasta el fin, Juan 13:1. Y Dios nos une y reúne para que prestemos
un servicio, pero no se empieza con el servicio, se empieza con el amor. El que
sirve sin amar es un asalariado, un ganador de propinas, una persona
despreciable que hace el trabajo de mala gana. Amar es servir, servir es amar. 1 Tesalonicenses 4:11-12.
2. Los
traidores buscan que les sirvan, Y cuando cenaban, el diablo ya había
puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que traicionara a Jesús,
Juan 13:2.
La historia extrabíblica dice que este Judas era un hombre importante, de
familia noble, muy inteligente, servía a los romanos y seguía a Jesús solo
porque veía en ello una oportunidad política de ser instrumento para el
imperio. Proverbios 29:2, MIqueas 7:3.
Judas está listo para
la cena final, es un traidor, por eso no se presenta en esa hora como amigo. La
triste realidad, es que así hay muchos entre el pueblo del Señor, y Él dijo que
dejaran crecer la cizaña y el trigo juntamente, Mateo 13:30. Debemos tener
cuidado con quien compartimos la mesa, que no sea un Judas, porque el
que no vive para servir, no sirve para vivir. Proverbios 10:4, Hechos 20:35.
3. El
servicio da poder,
Sabiendo
Jesús que el Padre le había dado todas las cosas en las manos, , y que había
salido de Dios y a Dios iba, Juan 13:3. Jesús tiene todo el dominio sobre todas las
cosas, maginables e inimaginables, Él es el Adonai, El Shadai, es el Rey de
reyes, El Elyon, Aquel cuya estatura no se puede medir, el Kirius, todos le
tenían que servir a Él, están invitados a una cena, y sin embargo Él se hizo
siervo, él no los llamó para que le sirvieran, sino para servirles, pero
lamentablemente en el pueblo del SEÑOR, hay muchos que vienen a que les laven
los pies, y no son capaces de agacharse a lavar los pies de nadie, no sirven,
porque no sirven para servir, pero el Poder es servicio y el servicio es poder. Proverbios 10:15.
4. El
siervo tiene el manto, pero usa la toalla, Se levantó de la cena, se quitó manto, y se ató una toalla a la cintura, Juan
13:4.
El manto es unción, significa majestad, poder y autoridad, Jesús estaba presidiendo
la mesa, pero se despojó del símbolo de su autoridad y su poder. El apóstol
Pablo le dijo a los Filipenses hablando del despojo de Jesús, que el SEÑOR hizo
una Kenosis, esto significa,
vaciamiento total del recipiente cuando se pone boca abajo para que quede
completamente vacío. Eso fue lo que hizo nuestro Salvador despojándose de todo
su poder y toda su majestad para hacerse como uno de nosotros. Mateo 20:26-27.
Luego se ciñe una
toalla de sirviente, así el Señor del universo, se hizo siervo, no esperó que
otros vinieran a servirle, Se despojó así mismo, tomando forma
de siervo, hecho semejante a los hombres, se humilló así mismo, haciéndose
obediente hasta la muerte, muriendo en la cruz, Filipenses 2:7-8. Y el
que sabe usar la toalla, sabe usar el manto, y pretender usar el mando
sin saber usar la toalla, no funciona. Primero toalla, después el manto. Y el SEÑOR te pregunta: ¿Qué tan bien usas la toalla? Si lo haces bien, ven te
coloco el manto para que tengas mí poder.
5. El
servicio purifica,
Luego
puso agua en un recipiente, y comenzó a lavar los pies de los discípulos y a
secarlos con la toalla que llevaba a la cintura, Juan 13:5. Esta es una escena
que quebrante nuestro corazón, algo maravilloso ver al Hijo de Dios encorvado
sirviendo a unos humildes pescadores y lavándoles los pies. Salmos 37:23, 2 Timoteo 3:15-17.
El mensaje es que
purificamos a todos aquellos que servimos, pero al mismo tiempo el acto de
servir nos purifica a nosotros, aunque hay algunos que lo hacen como un acto
religioso. El que lava los pies de otros se purifica a si mismo. Me
hago puro, mientras purifico a mi hermano sirviéndole.
6.
Quien rechaza el servicio, no es amigo del SEÑOR, Entonces vino a Simón
Pedro; y Pedro le dijo: SEÑOR, ¿Tú me lavas los pies? Jesús le respondió: Lo
que YO hago, tú no lo comprendes ahora; pero lo entenderás después. Pedro le
dijo: No me lavaás los pies jamás. Jesús le respondió. Si no te lavo, no tienes
parte conmigo. Entonces le dijo Simón Pedro: Señor, no solo mis pies, sino
también lávame las manos y la cabeza, Juan 13:6-9.
Pedro se comportó
como un hipócrita porque faltaban pocas horas para negar al SEÑOR, un hombre
tan parecido a todos nosotros; sin darse cuenta está rechazando al Siervo sufriente,
así no era digno de estar con Él, debemos permitir que el agua del Espíritu
Santo nos lave con sus aguas. Así hay muchos que aparentan seguir al SEÑOR,
pero continuamente lo traicionan con estilo de vida pecaminosa. Ser
amigo, es ser sirviente, y ser sirviente es ser amigo.Juan 15:15.
7. El servidor
camina y se ensucia los pies, Jesús le dijo: El que está bañado, no
necesita sino lavarse los pies, pues ya todo su cuerpo está limpio, y ya todos
ustedes están limpios, Juan 13:10. Pero Él sabía que
no todos estaban limpios.
Cuando vamos al
bautismo nos sumergimos en las aguas del Espíritu Santo, ya en nuestro corazón
está la fuente de agua viva, no necesitamos bañarnos todo. Lo que sucede es que
mientras caminamos por la vida, los pies pasan por pedregales, por el lodo, por
las espinas y lugares donde hay muchas
impurezas, los pies se ponen sucios y las uñas se llenan de suciedad. Ezequiel 33:8, y 36:25, Salmos 51:10.
La lección que el
SEÑOR nos da aquí es que solamente debemos lavarnos los pies, porque el
Espíritu Santo nos ha hecho trasparentes delante del Padre al limpiarnos con sus aguas vivas y su fuego purificador, pero diariamente
tenemos muchos problemas, cometemos muchos pecados, por eso diariamente antes
de ir a dormir, antes de subirnos a la cama, debemos lavarnos los pies, no
solamente por higiene en lo físico, sino en el interior con arrepentimiento
diario del pecado diario, lavarnos todos los días los pies, de toda la impureza
que hemos acumulado en el camino del día, para que podamos hacer bien la tarea
y Dios pueda decir: ¡Cuán hermosos son sobre los montes
los pies del que trae alegres nuevas, del que ANUNCIA LA PAZ, del que trae
nuevas de bien, del que publica salvación, del que dice a las naciones: ¡Tu
Dios reina! Isaías 52:7. Mi corazón está limpio, aunque mis pies
estén sucios. Samos 51:2 y 7.
8. Hay
que lavar los pies de los traidores, Jesús sabía quién lo iba a traicionar,
por eso dijo que no todos estaban limpios, Juan 13:11. Jesús sabía que
Judas era un doble, un sin vergüenza, alguien que no solo tenía sucios los pies,
sino también el corazón, sin embargo le lavó los pies, el SEÑOR no lo
reconvino, ni lo avergonzó delante de los demás, no le señaló que tenía sucia
la conciencia, sino que fue al primero que le lavó los pies. Proverbios 25: 21-22, Lucas 6:28 y 35.
Y cuando llega la
hora de la cena, le rinde el mayor homenaje que en aquella época un anfitrión
le rendía a un huésped, le mojó el pan en el vino de su plato y se lo entrega
en la mano. Nada parecido a un país como el nuestro, donde la gran mayoría
reclama venganza, donde no quieren poner esperanza de perdón y reconciliación
como lo establece Dios, es una gran lección para reflexionar y aprender. Y si
somos verdaderos hijos de Dios, y verdaderos discípulos de Cristo, tendremos
que decir: ¡Lavaré los pies del que me patea! Mateo 5:43-44.
9. El
siervo tiene la toalla y conserva el manto, Después de terminar lavarles
los pies, Jesús volvió a ponerse el manto y volvió a sentarse en su lugar a la
mesa, Juan 13:12a.
El lugar de Jesús no lo ocupa nadie, el manto le custodió el puesto, y ese
manto nadie más se lo puede colocar encima. Él se quita la toalla después de servir, se vuelve a colocar su manto y se sienta en el lugar que le corresponde, porque solo
el que usa la toalla, merece usar el manto.
10. El
servicio nos otorga bendición. Y les dijo: ¿Entienden ustedes lo que he
hecho con ustedes? Ustedes me llaman Maestro y SEÑOR, y tienen razón, porque
los SOY, Juan 13:12b-13. Les enseño esto para que tengan discernimiento de lo
que acabo de hacer, el servicio nos da autoridad, Juan 19:17 y trae revelación del cielo, Apocalipsis 22:6. El servicio nos otorga bendiciones, 1) nos convierte en motivo de oración, muchos estarán orando por nosotros, Efesios 6:18, Colosenses 4:12; 2) nos llena de amor por aquellos a los cuales servimos, Hebreos 6:10; 3) nos prepara para cosas mayores pues Dios nos promueve y abre puertas, Apocalipsis 22:3; 4) despierta el sentido de unidad porque nos une para una tarea; 5) no incrementa el amor y la entrega a Dios porque en cada momento vemos el mover y respaldo del SEÑOR.
6) el servicio siempre produce buen fruto porque vemos milagros del cielo y resultados de nuestro esfuerzo, Lucas 19:17; 7) el servicio crea en nosotros un corazón agradecido al tener el privilegio de servir a Dios y ser tenidos en cuenta, y aunque la gente no nos reconozca, a Dios nada se le pasa por alto y nos llama amigos, Juan 15:15; 8) El buen servicio trae prosperidad, porque buscamos a Dios dependiendo de Él, 2 Crónicas,31:21; 9) nuestro servicio también bendice a la familia, Salmos 102:28; 10) Dios protege a quienes le sirven, Salmos 143:12; 11) Hay gozo y satisfacción al servir, Isaias 65:13; 12) El servicio es una herramienta divina para traer a muchos a los pies de Cristo, 1 Corintios 9:19.
En las casas de los
pueblos semitas y árabes, era muy usual, aún hoy en día en algunas partes, que
a la entrada de la vivienda, había un sitio para lavarse los pies, se quitan
el calzado, se lavan los pies, se secan y entran descalzos, como un símbolo
de respeto a la casa y de no entrar contaminación. En la época de Jesús existía un
sirviente que siempre estaba a la puerta con una toalla, esperando que fueran
entrando los invitados, para lavarles los pies, secarlos y ungirlos y así hacía
con todos los que llegaban a la casa. Que se traiga un poco de agua, para que se laven los pies, y puedan reposar. Gén3sis 18:4. Abigail dijo así a los siervos que David envió a su casa en el Carmel: he aquí tu sierva, es una criada para lavar los pies de los siervos de mi señor. 1 Samuel 25:40-41.
Pero el día de la
cena en el Aposento Alto, el Señor Jesús tomó el lugar de ese sirviente. Es
como si dijéramos hoy que el dueño del hotel cinco estrellas le lavara los pies
a sus servidores y huéspedes, pero ni las manos las lavan, antes exigen. Es algo
para impresionarnos y admirarnos en el mismo Dios hecho Hombre, siendo el Rey
de todo lo que existe sea visible e invisible. Porque el que sabe servir, sabe mandar. Por eso Jesús estuvo entre los hombres como el que sirve. Lucas 22:27. Así nosotros debemos servir a los demás como verdaderos discipulos de Jesús, porque el servicio es asistencia a quien lo necesita.
11. El
servicio debe ser recíproco, Pues si YO, el Maestro les he lavado
los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros, Juan
13:14.
Claramente nos dice que el servicio debe ser recíproco, y en el cuerpo de
Cristo sería algo maravilloso empezarlo a hacer. Yo te sirvo, tú me sirves hermano...Sirvanse unos a otros con amor. Gálatas 5:13.
12.
Servir es imitar a Cristo,
Porque
ejemplo les he dado, para que como YO les he hecho, ustedes también lo hagan, En
verdad les digo que ningún siervo es mayor que su señor, ni el mensajero es más
que el que lo envía, Juan 13.15-16. Es importante poner en práctica el don del servicio, y con sencillez de corazón construir sobre la Roca, para llevar una vida real y genuina
en el Evangelio. El SEÑOR quiere una
iglesia donde todos seamos lavadores de pies, no por prepotencia ni por interés, suficiente con el menosprecio, debe acabarse el espíritu de crítica y de miradas por encima del hombro, el SEÑOR quiere
ver a todo su pueblo gozoso ciñendo la toalla ceñida para ganar a muchos. Servimos al SEÑOR con el fervor que nos da el Espíritu Santi. Romanos 12:11.
El siervo no es
servil.
Porque
el hombre que lisonjea a su prójimo, red tiende debajo de sus pasos, Proverbios
29:5.
Si se da una palmadita en la espalda debe ser sincera, afectuosa y de apoyo. Es
decir que quien mucho alaba al amigo, mucho lo engaña, porque quien vive
alabando a su amigo, le está tendiendo una trampa a los pies para hacerlo caer.
Tampoco servir indica
llenarse de incondicionales que a todo dicen sí, porque los serviles son aduladores que al final resultan traidores; todos tengamos espíritu de servicio con
equilibrio y balance y aunque hayan diferencias hay que servir, Y
después de mucha discusión, Pedro se levantó y habló…Hechos 15:7. Esto no significa
que hay que discutirlo todo, porque al final el Espíritu Santo dice la palabra
final. Como en el boxeo al que gana se le coloca un manto, y en una pelea
el cobarde se debilita y tira la toalla. El que tira la toalla, no tendrá
manto, esa es la lección; hay que ceñirse la toalla, es decir, aferrarse al SEÑOR para servir de buena gana, sin desmayar, ni quejarse, sino perseverando en el servicio a Dios sin cansarnos, para que al final recibamos el manto de unción y reconocimiento del Padre. Bien buen siervo fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré: entra en el gozo de tu SEÑOR. Mateo 25:21.
13. El
servicio otorga satisfacción a su SEÑOR, Si entienden estas cosas y las ponen
en práctica, serán dichosos, Juan 13:17...A quien me sirva, mi Padre lo honrará, Juan12:26. Ahora sabemos que servir a la gente, es servir al SEÑOR mostrando humildad y afecto, una gran lección de servicio incondicional y de entrega que debe calar fuerte en nuestro corazón para que brillemos con increible intensidad de amor a Cristo, un espírutu de servicio que se desprende de conocerlo a Él, así avergonzamos la arrogancia y el servilismo de muchos; porque en su profundo amor, humildad y sencilles, El SEÑOR se levantó de la cena, y se quitó su manto, y tomando la toalla, se la ciñó. Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de sus discípulos, y los secaba con la toalla. Juan 13:4-5.
Así recordamos toda
la plenitud de Dios en Cristo, ese Jesús de Nazaret que se despojó de su trono de gloria junto a la majestad del Padre para nacer en un establo de indefensión y pobreza en una pesebrera rodeado de
animales domésticos, cuya humildad fue tan ejemplar que práctico el servicio como
hoy lo vemos. Pues si YO, el SEÑOR y Maestro, he lavado sus pies, ustedes también deben lavarse los pies, unos a otros. Juan 13:14.
Toda la Plenitud de
Dios está en un Hombre, Cristo, el Kyrius, el SEÑOR y Maestro, Pablo le hace un himno
apoteósico al SEÑOR, en un acto público que reconoce que Jesucristo es Dios, Completad mí gozo, sintiendo lo mismo, teniendo el mismo amor, unánimes
sintiendo una misma cosa. Nada hagan por contienda o por vanagloria; sino con
humildad estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo, no mirando
cada uno por lo suyo…Haya en todos ustedes el mismo sentir que hubo en Cristo…Que siendo
Dios se despojó así mismo, y se hizo siervo semejante a los hombres… Filipenses 2:5-11.
El don del servicio
se desprende directamente de Dios en la persona d Espíritu Santo que Jesucristo nos dejo. Toda persona que realmente asimila la obra redentora de Cristo en su espíritu, es transformada en un servidor del
Reino de Dios, empezando en el hogar con los roles de esposo, esposa, padre, madre, hijo, hermano,
patrón o empleado. Un servidor es uno que ha renacido para ser hijo de Dios, y vive apasionado por Jesucristo entregado a su voluntad en plena certidumbre de fe obediente. Porque ningún siervo busca su propio bien, sino el de otro. 1 Corintios 10:24.
Ciñámonos la toalla
para que el Rey nos ponga el manto, porque Él está buscando campeones de peso
pesado que no tiren la toalla en la batalla que se avecina. Somos compañeros de trabajo al servicio de Dios, y ustedes son campo de cultivo de Dios, son edificio del SEÑOR. 1 Corintios 3:9.
Comparto esta bella enseñanza dada por el Espíritu Santo y mostrada en nuestro SEÑOR Jesucristo, algo que Dios quiere que aprendamos, porque para ser promocionados a un Ministerio, primero debemos aprender a ser siervos; necesitamos el testimonio del servicio en estos últimos días antes de su venida, para que el SEÑOR nos encuentre haciendo lo que Él nos encomendó. Mateo 24:46, Lucas 12:43-45.
Comparto esta bella enseñanza dada por el Espíritu Santo y mostrada en nuestro SEÑOR Jesucristo, algo que Dios quiere que aprendamos, porque para ser promocionados a un Ministerio, primero debemos aprender a ser siervos; necesitamos el testimonio del servicio en estos últimos días antes de su venida, para que el SEÑOR nos encuentre haciendo lo que Él nos encomendó. Mateo 24:46, Lucas 12:43-45.
Lic.MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero, y servidora de su reino.