Las buenas noticias del Evangelio nos hablan de la grandeza de Cristo, y Cristo a su vez nos muestra la grandeza del Padre. Ese mensaje brilla como la luz, pero Satanás que es el dios de este mundo, ha cegado la mente de los incrédulos. Por eso son incapaces de ver la luz de Dios y no entienden el mensaje de salvación, 2 Corintios 4:4-5. Parafraseado.
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito, el justo por la fe vivirá, Romanos 1:17.
Les digo la verdad, si ustedes tienen fe, aunque sea como un grano de mostaza, podrán decirle a esa montaña: Muévete de quí para allá, y la montaña se moverá. Nada les sera imposible. Mateo 17:20.
Incredulidad en hebreo es Lehasés, traduce duda y falta de juicio hacia la verdad, falta de confianza en el Dios de la verdad, Apistia Apistos en griego, negación a Cristo no aprovechando el evangelio; la incredulidad es ausencia de fe 6 confiaza en el SER SUPERIOR; incredulidad brota de corazones autosuficientes y soberbios de hombres altivos e independizados de su Creador y Salvador; incredulidad es pecado, como un cáncer cerebral que carcome el alma, corroe la conciencia y controla al ser humano con sentimientos de impureza e inseguridad por no conocer o rechazar la verdad de Dios, a causa de la naturaleza caída y la intervencion del maligno. Incredulidad es un término que denota infidelidad y rebeldía, se relaciona con personas escépticas, agnósticas, suspicaces, impías, inicuas, faltas de entendimiento y aceptación a Dios. Cuando el AT habla de incredulidad, narran hechos de rebeldía, desobediencia, queja, murmuración e ingratitud, dirigidos directamente en contra Dios, sus mensajes y sus mensajeros. Salmos 78:40.
La incredulidad y la duda constituyen un estado de zozobra, inquietud e incertidumbre que se erige como barrera que impiden reconocer la verdad que hace justicia; ser incredulos obstaculiza la certeza a la realidad espiritual y sobrenatural que proceden de Dios. Es asombroso ver en el tiempo y hasta actualidad el gran aumento de este cáncer espiritual de la incredulidad, como está apartando a miles de vidas de la presencia bienhechora de Dios y de su salvación eterna...Corazones malos por la incredulidad apartándolos de Dios, Hebreos 3:12.
La incredulidad fue lo que mató la espiritualidad de los primeros padres con relación a la comunión de ellos con Dios en el Huerto del Edén; la incredulidad hace dudar de los mandatos, principios, e instrucciones de Dios en su palabra, haciendo que miles nieguen la existencia del Dios vivo, real y verdadero, Creador del universo, Jesucristo, la historia bíblica y la vida eterna después de la muerte terrenal. Hoy en día la incredulidad es el común denominador en la mayor parte de la sociedad que vive rodeada de problemas, tristeza y estupor, porque se olvidado de su Creador. ¿Cómo es posible que haya tanta resistencia a creer que Dios existe, que Cristo es real y que todo lo que dice la palabra de Dios es verdad, con todo lo que vemos que se cumple ante nuestros ojos y que ha sido profetizado miles de años? Bien lo dijo Jesús: ¿Cuando venga el Hijo del Hombre (Cristo), hallará fe en la tierra? Ciertamente no habrá fe en un amplio porcentaje de incrédulos. Porque no creyeron en Dios, ni confiaron en su salvación. Salmos 78:22.
La
incredulidad es de raigambre generacional, es decir, que se lleva en los genes,
en la clase de padres que muchos tuvieron, en la manera en que fueron criadas las
personas, esto puede determinar si son gente de fe o incrédulos; también se produce incredulidad cuando
no se asimilan de manera correcta las situaciones de prueba, tristeza y difícultad, donde muchos corren el riesgo de rebelarse contra Dios, renieguen y lo niegan, tomando el calificativo de “ateos.” Y Debido al aumento de la iniquidad, el amor de
muchos se enfriará, Mateo 24:12. Como dice el Espíritu en la Escritura: si ustedes, hoy escuchan lo que Dios dice, no endurezcan su corazón como aquellos que se rebelaron en el desierto y pusieron a Dios a prueba. Alli sus antepasados pusieron al Eterno a prueba, a pesar de que vieron todas sus maravillosas obras durante cuarenta años. Y el SEÑOR se enojó, y ellos anduvieron siempre extravidos en su corazón, porque no quisieron conocer los caminos del SEÑOR...Hermanos, cuídense de NO tener un corazón tan malo e incrédulo que los aparte del Dios viviente...que ninguno sea engañado por el pecado ni que su corazón se vuelva rebelde; mantengámonos firmes hasta el fin...Hebreos 3:7-19.
La incredulidad en términos generales no es solamente rechazo a la existencia de Dios, ni negar y polemizar la divinidad de Cristo, básicamente está en cerrar el corazón a la Divinidad, a la verdad de Dios y a los eventos que narra la Escritura, pero todavía contamos con la promesa de entrar en el reposo de Dios a causa de la fe en Cristo. Pero nosotros que hemos creido, entraremos en el reposo del Padre, pero todavía falta que algunos entren, crean y conserven su fe. Escucha lo que Dios dice y se sensible en tu corazón a la voz de Dios. Lee Hebreos 4 y 5.
Lo más terrible para un ser humano es darle la espalda a Dios, ignorar al Creador y evitar una relación personal con Cristo, Dios ha mostrado su gran amor a través de los tiempos, especialmente en la vida y sacrificio de su Hijo, nuestro SEÑOR Jesucristo. El ateísmo, los materialistas, el agnosticismo y algunos seudocientificos expresan abiertamente la soberbia de su autosuficiencia y rebeldía oponiéndose a Dios y la realidad espiritual; por causa de la incredulidad se niega la creación milagrosa del hombre en el Edén; un incrédulo no atiende, hace caso omiso a los principios y mandatos de Dios, manteniendo su propia manera de pensar, actuar y vivir a su parecer, contrario a lo que Dios establece para el bienestar humano. Porque YO se los pensamientos que tengo para ustedes, dice el SEÑOR, pensamientos de paz, y no de mal, para darles el bienestar que esperan. Jeremías 29:11.
Hoy escribo acerca del tema, porque he sentido un fuerte dolor en mi corazón al hablar con varias personas acerca de Cristo, con tristeza lo digo, son ya personas tanto maduras como jóvenes que están totalmente cerradas, enojadas, agresivas y a la defensiva cuando se les habla de Dios, ellos no quieren que Dios interfiera en sus vidas ni en lo que creen. Pero Dios nos ha creado con la capacidad de ser gente de fe, un ejemplo claro son los niños, ellos creen sin dudar lo que dicen y enseñan sus padres, familiares, maestros y personas mayores. Mateo 18:3; pero en la medida que van creciendo, se desarrollan y ven el estilo de vida de los adultos, y su entorno, en algunos esa fe innata mengua y casi les mata la espiritualidad, la creencia, la inocencia y la confianza en Dios y los mayores, esto es muy doloroso. Sean como niños para entrar al reino de los cielos. Mateo 18:6.
El incrédulo en las Sagradas Escrituras está denominado de varias maneras y que lo califica como pusilánime y cobarde que no será salvo, Apocalipsis 21:8. El calificativo impío es el más fuerte para un incrédulo, aquel que pone en tela de juicio todo lo referente a Dios, siempre piensa en sí mismo, mantiene intenciones malsanas, y piensa hacer lo malo siempre; esto en alguna medida me produce gran dolor, pero es algo que Dios tiene bien claro en su palabra: Todas las cosas son puras para los puros, pero para los corrompidos e incrédulos nada les es puro; pues hasta su mente y su conciencia están corrompidas, Tito 1:15.
La incredulidad no sólo se mueve fuerte en el mundo, también dentro del pueblo de Dios la hay; la duda es un arma que el enemigo de Dios y las personas esgrime contra Dios, el Evangelio y los seguidores de Jesucristo, sembrando dureza de corazón, desinterés y apatía hacia las cosas celestiales; la incredulidad está en uno que se dice “cristiano” pero es tibio espiritual y gente que no madura, esperando que otros crean, piensen y oren por él, y que lamentablemente pueden terminar en la apostasía. Ellos salen de entre nosotros; pero en realidad no eran de nosotros, si hubieran sido, se habrían quedado con nosotros. Pero sucedió así para que se vea claramente, que no todos le pertenecen a Dios. 1 Juan 2:19.
La incredulidad puede coexistir con la novelería y la religiosidad; Jesús estaba en Nazaret, en medio de los judíos, sus discípulos y su familia, Él enseñaba en la sinagoga con sabiduría y todos se admiraban, pero dicen los Evangelios que: No hizo milagros allíen Nazaret, a causa de la incredulidad de ellos, Mateo 13:53-58. El diablo usa sus artimañas para sembrar la cizaña de la duda, la incredulidad y la incertidumbre en el corazón, pero tenemos palabra de Dios para atesorar y combatir la incredulidad. Firmemente arraigados y edificados en Cristo, confirmados en nuestra fe, tal como fuimos instruidos y rebosando de gratitud en Él. Colosenses 2:7.
LA INCREDULIDAD ES PECADO. Y cuando el Espíritu Santo venga, convencerá al mundo de pecado, de justicia y de juicio. De pecado por cuanto no creen en Mí, Juan 16:8-9. Es un pecado que desagrada a Dios, va acompañada de rebeldía, arrogancia, dureza de corazón, desobediencia, impiedad, crueldad, e independencia a Dios, Y sin fe es imposible agradar a Dios. Todo el que se acerca a Dios debe creer que Él existe y que Él recompensa a los que lo buscan con sinceridad. Hebreos 11:6. Un incrédulo es un necio que vive errando y cayendo, maquina mal contra su prójimo y hace su propia voluntad debido a su desarraigo espiritual. Dice el necio en su corazón; no hay Dios. Se ha corrompido, hace obras abominables, cree que nadie hace el bien, Salmos 14:1, pero se engañan, porque la fe nos permite vivir una vida sobrenatural y hermosa en Jesús, gobernados por su Espíritu y no por el sistema del mundo.
Uno de los grandes problemas que enfrenta el creyente son los momentos de duda que limitan el poder de Dios que le impiden ver milagros en su vida, ni respuesta a sus oraciones, por no conocer el arsenal de promesas que Dios nos ha dejado; oramos, hacemos peticiones y muchos dicen no recibir respuesta porque: primero, no se dan cuenta cuando Dios responde, segundo, las cosas no se dan como lo esperaban, tercero, se cansan de esperar en Dios porque son inmediatistas, por eso hay cristianos que divagan y titubean entre la fe y la incredulidad. Pero tú, vuélvete a Dios, practica a misericordia y la justicia y espera siempre en Dios. Oseas 12:6.
Pero debemos saber que en cada promesa Dios nos entrega condiciones, requerimientos y tareas que debemos ejecutar, sin embargo, en la mayoría de los casos, no las hacemos por falta de disciplina y consagración a Él, no creemos, obedecemos, falta de perseverancia y confianza, por vivir en una falsa piedad y aparente entrega al SEÑOR; sucede que las promesas de Dios, caen entre pedregales, entre espinos y en la arena, por eso cuando llega la adversidad, la semilla se seca, pierde su vigor y su fertilidad, quedando sin fruto, Lucas 8:12-14.
Fue exactamente lo que sucedió con los mayores de 20 años en el pueblo de Israel cuando iban por el desierto rumbo a la tierra prometida, tristemente los venció la incredulidad lo cual hizo que murieran en el camino sin entrar a la tierra prometida. Si en verdad somos hijos de Dios, y nacidos de nuevo, somos personas de fe, no incrédulos, nuestra responsabilidad es luchar y vencer el demonio de la incredulidad con la fe genuina que confía y reposa en Dios, la falta de fe trae consecuencias graves…El que duda es condenado, porque no lo hace con fe; y todo lo que no proviene de fe, es pecado, Romanos 14:23.
LA INCREDULIDAD DESHONRA EL CARÁCTER FIEL DE DIOS. La incredulidad brota de un corazón pecaminoso y depravado que pone en duda a Dios y su palabra, Y si decimos que no hemos pecado, hacemos a Dios mentiroso, y su palabra no está en nosotros, 1 Juan 1:10. Cuando dudamos y desconfiamos del amor y poderío de Dios, mostramos a un Dios más pequeño que nuestros problemas, un Dios incapaz de cumplir sus promesas y sostener a su pueblo.
Cuando hay incredulidad nos quejamos de todo, murmuramos del mundo entero y contendemos contra el Omnipotente y Todopoderoso Dios Creador, por situaciones que consideramos duras, injustas y difíciles; por incredulidad la gente dice que Dios es cruel, castigador, inconsciente, indiferente, vengativo, indiferente al dolor humano y apático al mal del mundo; pero debemos estar seguros que Dios es eternamente compasivo, tierno, perdonador, paciente y amoroso, Su fidelidad es grande, y sus misericordias son nuevas cada mañana, Lamentaciones 3:13. Por lo tanto, la incredulidad es una franca y perversa afrenta al carácter santo, fiel, perfecto e inmutable del Dios eterno que no cambia, Dios es el mismo, ayer, hoy y por los siglos. Hebreos 13;8.
Aunque nos parezca que los problemas se agravan y la circunstancias nos ahogan, nuestra fe debe superar la incredulidad para seguir confiando y creyendo en la soberanía de Dios, darle adoración, alabanza y reconocimiento, para poder ver cosas sobrenaturales en nuestra vida, porque será Dios quien pelee por nosotros y nos de la victoria, las batallas ganadas no dependen de nuestra astucia, ni de nuestras fuerzas, depende de la grandeza de Dios que se glorifica en la fe de su pueblo para hacer maravillas, milagros y prodigios que para el ser humano le resultarían imposibles, Al que cree, todo le es posible. Marcos 9:23.
LA INCREDULIDAD CORROMPE EL CORAZÓN HUMANO. La incredulidad cegó los ojos de ellos, y endureció su corazón; para que no se arrepientan, no crean en Dios, ni sean salvos. Isaías 6:10. La incredulidad hace de los seres humanos, gente cobarde, violenta, rebelde, cruel y recalcitrante, No sean rebeldes contra el SEÑOR…Números 14:9; la incredulidad roba la visión de la vida en Dios por la dureza del corazón encallecido con heridas sin sanar, haciendo que la gente pierda toda sensibilidad, Éxodo 32:9, no creyeron a YHWH como tampoco lo habían hecho sus padres, 2 Reyes 17:14; en el desierto todos daban gritos y lamentaban haber salido de Egipto, ni siquiera podían acordarse de las maravillas que Dios acaba de hacer para liberarlos de sus opresores, su alma se llenó de abatimiento y desaliento debido a la falta de fe, miraron las circunstancias y se olvidaron de las promesas de Dios: dejaron a Dios y nombraron jefes entre ellos queriendo volver a Egipto. Números 11:4.
Una persona incrédula se convierte en alguien deprimido y sin esperanza, Éxodo 16:3, un ser desagradecido, utilitarista e interesado, Números 14:2-3; aunque Dios los había rodeado de bendiciones y milagros en Egipto como en el desierto, nuevamente ante la proximidad de los enemigos lloraron y lamentaron deseando volver atrás, Números 11:5.
Los ejemplos que nos ofrece el AT son numerosos, por lo tanto, lo mejor que podemos hacer es confiar en Dios, ser obedientes a su palabra y fieles a su amor todo tiempo, velando en fe hasta el final, porque sólo Él sabe y puede recompensar sobrenaturalmente; y si hay cristianos que dudan y no confían en Dios, tendrán que sufrir las consecuencias de su deslealtad a Dios e incapacidad para rendirse a Cristo. La incredulidad divide el corazón del hombre llevando a muchos a la idolatría y la religiosidad del mundo, dándole la espalda a único que los puede salvar, Dios. Elías se dirigió al pueblo y les dijo: ¿Hasta cuándo van a seguir indecisos, titubeando entre dos opiniones? Si el SEÑOR es Dios, ¡síganlo! Pero si Baal es dios, entonces síganlo a él. Pero todos se mantenían en absoluto silencio. 1 Reyes 18:21.
LA INCREDULIDAD LIMITA LA OBRA DE DIOS. Y respondiendo uno de la multitud, dijo: Maestro, traje a Ti mi hijo, que tiene un espíritu mudo, el cual, donde quiera que le toma, lo sacude; y echa espumarajos, y cruje los dientes, y se va secando; y dije a tus discípulos que lo echaran fuera, y no pudieron. Respondiendo Jesús dijo: ¡Oh generación incrédula! Hasta cuándo he de estar con ustedes, ¿hasta cuándo los he de soportar? Tráiganlo. Marcos 9:17-19.
Cuando hay falta de fe en medio del pueblo de Dios, esto impide que los planes de Dios se lleven a cabo. El propósito de Dios es que haya vida, milagros, sanidades, liberación y bendición entre su pueblo; que haya abundancia y gozo, pero la incredulidad produce temor, ira, duda e impotencia impidiendo el mover de Dios, quizá esta sea una de las razones por las que ya no se ven tantos milagros en las congregaciones. Dios aumentó entre los discípulos, el número de personas que creyeron en el SEÑOR. Sacaban los enfermos a las calles, para que, al pasar Pedro, su sombra cayera sobre algunos de ellos para que fueran sanados. Hechos 5.14-16.
La incredulidad retarda, estanca y pone tropiezos al mover de Dios. Abraham y Sara pudieron haber tenido el hijo de la promesa en el tiempo perfecto, pero por incredulidad, no sabiendo esperar, tuvo un hijo con la esclava Agar, y se vieron obligados a esperar 25 años; en Génesis 15, Jehová Dios prometió a Abraham un heredero legítimo, pero Sara evidenció su falta de fe con risa cuando escuchó la promesa, e hizo que Agar diera a luz a Ismael, Génesis 16, cosa que Dios no había dicho, ya sabemos el problema de este asunto hasta el día de hoy; con incredulidad no reverenciamos a Dios en la grandeza y lugar de soberanía que les corresponde, y en vez de eso, se ridiculiza el Evangelio, Un abismo llama a otro abismo, Salmos 42:7-9.
Nazaret era el pueblo donde Jesús había crecido, pero allí Él no pudo hacer milagros a causa de la incredulidad de ellos, Mateo 13:58 y los de Jerusalén no creyeron en Él, a pesar de todas las señales que había hecho delante de ellos, Juan 12:37. El incrédulo siempre será un obstáculo alejando la bendición en la obra de Dios. Quizá muchos cristianos estén peleando su batalla y la vean perdida a causa de la incredulidad, cediendo así terreno al enemigo que los hace sentir derrotados, ¡Miserable de mi! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte? Pero gracias a Dios por Jesucristo. Romanos 7:14-14, Él ya nos dio la victoria. Seamos obedientes, confiados y rendidos a Cristo, bajo la dirección del Espíritu Santo, el dador del fruto y del don de fe, Romanos 8 y Gálatas 5:22.
LA INCREDULIDAD ACARREA LOS JUICIOS Y LA IRA DE DIOS. Siervo malvado, ¿no deberías tú tener misericordia de tu consiervo como YO tuve misericordia de ti? Entonces el Señor enojado, lo entregó a los verdugos, hasta que pagara todo lo que debía, Mateo 18:33-34. El incrédulo lleva su pecado de rebelión, porque la raíz está en Satanás, por lo tanto, Dios no perdona si no se arrepienten, esa fue la razón por la cual los de Coré, Números 16, y los doce espías murieron en su pecado en mitad del desierto, Éxodo 3:8 y 33:3, El pecado de incredulidad alcanzará al que guarda duda en su corazón y sufrirá las consecuencias, porque sin fe es imposible agradar a Dios, Hebreos 10:35 y 39.
Los incrédulos se engañan, porque no saben que la fe nos permite vivir una vida sobrenatural de bendiciones y expectativas, una continua aventura de amor confiando en Dios, porque, aunque la fe no hace las cosas fáciles, las hace posibles para el que confía sin dudar, le cree al Dios vivo, y disfruta la vida en la presencia de Cristo y llenándonos del Espíritu Santo, que aleja al creyente de la mentira y del sistema del mundo, Jesús dijo al centurión: ve, y como creíste, te sea hecho. Y su criado fue sano en ese mismo momento. Mateo 8:13.
CARACTERÍSTICAS DEL INCRÉDULO. a) Duda de las promesas
de Dios, b) Olvida los
milagros que Dios le ha hecho, c) es
de doble ánimo viviendo de aquí para allá, d) Son negativos y pesimistas, e) Afecta y contamina a quienes lo rodean; f) adolece de un sano auto concepto, se siente inferior con
aires de grandeza, creyéndose víctima, y g) su alma vive con el Egipto del mundo, por lo tanto, así
habla y actúa. Santiago 1:8.
Pero si somos cristianos de fe: a) Confiamos en Dios, b) tenemos certeza de la victoria, c) nos entregamos a Cristo y dependemos de Él, d) somos obedientes a la palabra, e) somos valientes y esforzados, f) los problemas y las pruebas viéndolas como oportunidades para adorar a Dios, fortalecer nuestra fe y agarrarnos más firmes del SEÑOR, g) permanecemos en la compañía del Espíritu Santo y h) sabemos que Dios peleará por nosotros, por lo tanto, nuestra victoria está garantizada. Deuteronomio 3:8, Salmos 34:7-22.
Si quieres ser un hombre o una mujer de fe, te invito a leer Romanos, capítulos 1 y 2. Que esto sea tu devocional de hoy y Dios te llene de poder para Caminar Con Pasos Firmes en Dios por la fe que nos provee el Espíritu Santo.
Bendiciones para todos.
