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8 abr 2018

ACERO TRATADO EN MANOS DE DIOS



SOMOS ACERO TRATADO EN MANOS DE DIOS

¡Porque la fe de ustedes debe ser como el oro; su calidad debe ser probada por medio del fuego, 1 Pedro 1:7a.

Ahora, aunque somos frágiles vasijas de barro poseemos la presencia del Espíritu y la luz de Cristo en nuestros corazones. Esto deja bien claro que nuestro poder proviene de Dios y no de nosotros mismos. 2 Corintios 4:7.

Mi palabra es como el fuego, como un martillo que hace pedazos la roca. YO el Señor, lo afirmo, Jeremías 22:29b.

Cuenta la historia que un herrero después de una juventud llena de excesos decidió entregar su alma a Dios. Durante muchos años trabajó con ahinco, practicó la bondad, pero, a pesar de toda su dedicación, nada parecía andar bien en su vida, por el contrario, sus deudas y sus problemas se acumulaban día a día.

Una tarde, un amigo que lo visitaba y que sentía compasión por su situación difícil, le comentó: realmente es muy extraño que después de haber decidido volverte un hombre temeroso de Dios, tu vida haya comenzado a empeorar. No deseo debilitar tu fe, pero a pesar de tus creencias en el mundo espiritual, parece que nada ha mejorado para ti.

El herrero no respondió enseguida, pues ya había pensado en esos muchas veces, sin entender lo que acontecía con su vida, sin embargo, como  no deseaba dejar al amigo sin respuesta, comenzó a hablar, y terminó por encontrar la explicación que buscaba, he aquí lo que dijo el herrero:

En este taller yo recibo el acero que no ha sido trabajado y debo transformarlo en relucientes espadas. ¿sabes tú cómo se hace esto? Primero caliento la lámina de acero bajo un calor infernal hasta que se pone al rojo vivo, en seguida, sin ninguna piedad, tomo el martillo más pesado y le aplico varios golpes, hasta que la pieza adquiere la forma deseada, ¡Porque la fe de ustedes debe ser como el oro; su calidad debe ser probada por medio del fuego. La fe que resiste la prueba vale mucho más que el oro, el cual se puede destruir. De manera que la fe de ustedes, al ser probada así, merecerá aprobación, gloria y honra cuando Jesucristo aparezca, 1 Pedro 1:7.

Luego la sumerjo en un balde de agua fría, el taller entero se llena con el ruido y el vapor, porque la pieza estalla y grita a causa del violento cambio de temperatura; tengo que repetir este proceso varias veces hasta obtener la espada perfecta, una sola vez no es suficiente debido a la naturaleza de la pieza, Efesios 2:10.

El herrero hizo una larga pausa, luego siguió: a veces, el acero que llega a mis manos, no logra soportar este tratamiento, el calor, los martillazos y el agua fría terminan por llenar la pieza de fisuras. En ese momento, me doy cuenta, que jamás se transformará en una buena hoja de espada, entonces lo dejo en el montón del hierro de desecho que ves a la entrada de la herrería,

Hizo otra pausa el herrero y terminó: Sé que Dios nos coloca muchas veces en el fuego de las aflicciones. Acepto los martillazos que la vida me da, aunque en ocasiones me siento tan frío e insensible, como el agua que hace sufrir al acero. Sé que la voluntad de Dios para cada uno de sus hijos, es buena, agradable y perfecta. Y cuando estoy en lo más duro del proceso, ORO, y le suplico que no desista conmigo, hasta que yo consiga tomar la forma que Él espera de mi, porque sé que mi vida tiene un propósito en Él.

Y le digo: Mi Alfarero divino, inténtalo de nuevo, de la manera que te parezca mejor, por el tiempo que creas conveniente para mí, pero nunca me pongas en la montaña del hierro inútil de las almas que se dejan vencer por las dificultades, para que un día yo también pueda decir: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe, 2 Timoteo 4:7.

¡Ruego que tú y yo crezcamos en las manos de Cristo como esa vasija de honra que Él desea formar en ti y en mi para que funcione en honra y alabanza a Él! El Eterno Dios cumplirá su propósito en ti y en mí, porque su gran amor perdura para siempre. Y Él no abandona la obra de sus manos, Salmos 138:8.

Por todos lados nos presionan dificultades y pruebas de toda clase pero nada de eso nos aplastará. Estamos perplejos, podriamos caer en angustia pero nuestra fe y esperanza están en Cristo. Somos perseguidos pero nunca abandonados del amor divino, quizá nos sintamos derribados, pero no destruidos; la verdad es que mediante el sufrimiento, nuestro cuerpo participa de la muerte de Jesús, para que la vida de Jesús también pueda verse en nuestro estilo de vida. 2 Corintios 4:7-12.

Es cierto, vivimos en constantes peligros y amenaza de muerte porque debemos menguar día a día mientras Cristo crece para que su vida se manifieste en nosotros; la realidad es que vivimos de cara a la muerte, pero esto nos da como resultado vida eterna, y a pesar de todo, devemos seguimos predicando y testificando porque tenemos la misma clase de fe que tenía el salmista cuando dijo: Creí en Dios, por tanto habléSalmos 116:10 y 2 Corintios 4:13.

Sabemos que Aquel que resucitó a Jesús por su Espíritu, también nos resucitará a nosotros, y por lo tanto, mientras estemos en esta tierra debemos levantarnos y resplandecer una y otra vez. Por más tinieblas que nos rodeen, el Creador nos dejará ver su luz, porque toda prueba y sufrimiento en Dios son para beneficio, en ganar más y más personas para el reino con nuestro testimonio en el fruto del Espíritu. Cuando alguien es abatido, es para derribar su orgullo; pero YHWH salva a los humildes. Y si tus manos están limpias, muchos inocentes serán librados. Job 22:29-30.

Es necesario pasar por el fuego de la prueba, y la disciplina para recibir corrección, y muchas veces es inevitable tocar fondo en esta vida, somos seres humanos imperfectos y hay muchas equivocaciones si no dependemos del Diseñador de la vasija, pero en todo aprendemos para bien, y lo mejor es ser dóciles y descansar en el Señor para que las cargas se hagan lígeras en sus manos. Mateo 11:28-30.                                                                                         
La solución a nuestros problemas no es quedarnos tirados en el suelo, llorando todo el día, la solución y la paz estan en nuestra fe y confianza en el único Dios grande y fuerte, para Quien no existen imposibles. El Abba Padre continuamente nos está diciendo: NO temas que YO te  llevo en mis brazos y te sustento de de mi. Mano. Hay que levantar nuestro ánimo y fortalecer nuestra fe y esperanza, tenemos que sacudirnos el polvo del desánimo, pararnos firmes y caminar a la meta del supremo llamamiento. Filipenses 3.

Las bendiciones se alcanzan peleando la buena batalla de la fe y hay que quitar del medio todo obtáculo que estorbe nuestra buena carrera para que se cumplan las promesas, por eso es indispensable santificarnos y perfeccionarnos en Cristo y la palabra bíblica, levantando clamor y manos limpias en oración, ayuno, intercesión y guerra espiritual. Job 11:13-20.

Somos más que vencedores y nunca nos damos por vencidos, aunque nuestro cuerpo muera cada día, nuestro yo debe hacer lo mismo para que nuestro espíritu se vaya renovándose y nuestea alma se vaya perfeccionando. Nuestras dificultades actuales frente la grandeza y gloria del Eterno  son pequeñas y no durarán mucho tiempo. Todo esto nos debe producir una gloria inefable que durará para siempre y que es mucho más peso de gloria que las dificultades. 1 Pedro 1:6-9. Lee este texto, es grandioso y fortalece nuestra fe.

Así que no miremos las tormentas que ahora nos rodean; a cambio, fijemos nuestra mirada en el Autor y consumador de la fe, hagamos tesoros en las cosas de arriba que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre, 1 Corintios 3:7-18.

Somos barro, polvo y piedras moldeables en las manos de nuestro Alfarero, Él conoce aún lo más oculto y profundo de nuestro ser, de tal manera que es sabio echarnos en su regazo, abandonarnos en sus brazos y permitir que en sus manos, Él sea el máximo artífice de nuestra vida, porque solo Él es Dios y nuestra vida fue dada por Él y a Él volveremos, Ciertamente el monte que cae se deshace, y las peñas son removidas de su lugar; y las piedras se desgatan con el agua impetuosa, que se llevan el polvo de la tierra, del  mismo modo haces Tú perecer la esperanza del hombre. Para siempre serás más fuerte que él porque él se va; demudarás su rostro y lo despedirás, Job, 14:18-20.

¡Si un profeta tiene un sueño, que diga que es un sueño, pero si recibe mi palabra, que la anuncia fielmente! No se puede comparar la paja con el trigo, ni las cabras con las ovejas y tampoco el oro con el hierro, cada uno recibe un trato diferente. Mi palabra es como el fuego, como un martillo que hace pedazos la roca. YO el Señor, lo afirmo, Jeremías 22:29. El Dios que creó el universo y ha dado vida a los hombres es Señor de la palabra y la vida, ¿por qué hemos de rebelarnos a su trato, disciplina y enseñanza?.

Somos vasijas de honra, moldeables en las Supremas manos de nuestro Dueño, también somos como joyas en las manos del Arquitecto, Él usará lo que sea necesario para darnos la forma perfecta, usará el martillo y el cincel de la adversidad pata limar nuestras ásperezas, y si somos tercos usará un mazo de dolor, si seguimos siendo tercos, usará el taladro de la perdida; todos nuestros problemas son una oportunidad para forjar el carácter, y cuánto más difíciles sea el material, mayor será la potencia que Dios pondrá en nosotros, para construir nuestro andamiaje espiritual y la fibra moral de nuestro caminar en Cristo; las circunstancias externas son pasajeras, lo importante es tu riqueza interior, y nuestro carácter será moldeado toda la vida siendo, Y yo te digo: Padre mantenme firme y fiel hasta que hayas alcanzado tu propósito en mi, pero dame tu fuerza y gracia continua para glorificar tu nombre, Amén.


Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.
               https://youtu.be/_XhbWcNlwh8