No dejo de dar gracia al SEÑOR por ustedes recordándolos en mis oraciones. Pido al Dios de nuestro SEÑOR Jesucristo que les conceda el don de sabiduría por el Espíritu para que se manifieste en ustedes, y puedan conocerlo verdaderamente. Pido que les ilumine la mente para que sepan cuál es la esperanza a la que hemos sido llamados y cuáles las riquezas de su herencia en gloria para los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación ilimitada de su potente fuerza, la cual operó en Cristo, resucitándolo de los muertos y sentándolo a su diestra en los lugares celestiales, sobre todo principado, autoridad, poder y señorío, y sobre todo nombre que se nombra, no solo en este tiempo, sino también en el venidero; y sometió todas las cosas bajo sus pies dándolo por Cabeza a la Iglesia, la cual es su Cuerpo, y recibe de su plenitud ya que Cristo es quien todo lo llena a plenitud. Efesios 1:16-22.
Cuando veo los cielos, obra de tus manos, la luna y las estrellas que Tú formaste, digo: ¿Qué es el hombre para que lo tengas en cuenta, el hijo de hombre para que te preocupes por él? Lo hiciste un poco menor que los ángeles, lo cubriste de la gloria y honra de tu autoridad haciéndolo señor de la obra de tus manos, todo fue puesto por ti bajo sus pies. Salmos 8:3-6.
Porque NO me avergüenzo del Evangelio, porque es poder de Dios para que todos los que creen alcancen salvación, a los judíos en primer lugar, pero también a los que no lo son. Romanos 1.16.A todo puedo hacerle frente, gracias a Cristo, que me da su poder y su fuerza. Filipenses 4:13.
Los seres humanos enfrentamos a diario complejas relaciones de poder, autoridades que exigen e imponen comportamientos y conductas que en la mayoría de los casos son inaceptables y no aprobamos, pero que, por desconocer a Dios y su palabra, la mayoría de las veces, el pueblo agacha la cabeza y se doblega para promover la injusticia y hacerse partícipes de la inmoralidad y la corrupción, con la indiferencia y el silencio, aceptando todo sin hacer nada. Pero Dios ha mostrado su bondad, al ofrecer salvación a toda la humanidad. Esa bondad de Dios nos enseña a renunciar a la maldad, y los deseos del mundo, para llevar una vida de buen juicio, rectitud y piedad...Tito 2:11-12.
El desconocimiento, la apatía, la falta de acción y falta de sometimiento a la autoridad y poder de Dios en su pueblo impide que seamos y hagamos lo que Dios quiere, erramos mucho y lo que hacemos es estimular el totalitarismo y la tiranía en los gobernantes que no ven a Dios en su pueblo porque muchos andan sin Dios y sin ley, y los gobiernos de la tierra se enseñorean de las naciones, no para servir al pueblo, sino para satisfacer su ego, su avaricia y codicia, convietiéndose en espinos y cardos contra el pobre, el débil, el necesitado y el ignorante. Mi pueblo no avanza y es destruido porque no tiene entendimiento. Y por cuanto han menospreciado mi conocimiento, YO también los excluire del sacerdocio; y porque han olvidado mi ley, YO también me olvidaré de sus hijos. Oseas 4:6.
Necesitamos suscitar un levantamiento espiritual para hacer resistencia inteligente a tanta maldad con la sabiduría de Dios, porque se hace insoportable el abuso de autoridad y poder, de los gobiernos que actúan totalmente contrario a lo que El Eterno enseña y espera de ellos, pues es con sana autoridad y justicia en el poder que se producen buenos ciudadanos, gente sujeta a las leyes, vidas en paz y manos productivas, que como resultado traerían orden y progreso a una nación y la sociedad en general, como decía George Washington: "Es imposible gobernar una nación, sin Dios y sin la Biblia". Pero El que busca la justicia y el favor, halla vida, prosperidad y honra. Proverbios 21:21.
La humanidad ha malinterpretado el verdadero poder y autoridad que vienen de Dios y no de los hombres, no solo se conceptúa mal, sino que se gobierna y se actúa mal, haciendo que reine la injusticia y la maldad desde los puestos de mando públicos y privados, aún desde el seno de la iglesia; en el mundo hay gente que raya en la iniquidad y los extremos, ejerciendo la fuerza para obligar y subyugar a la gente, algo que enfrentamos y vivimos a diario, con las autoridades, gobernantes, empresarios y gente con el poder económico que oprime sin compasión ni temor al débil e indefenso, pero que como hijos d3 Dios, debemos hacer lo que nos corresponde. Jesús llamándolos les dijo: Ustedes saben que los gobernantes paganos gobiernan con tiranía a su pueblo, y los poderosos hacen sentir su autoridad sobre ellos enseñoreándose de las naciones. Pero entre ustedes no debe ser así, sino que el que quiera ser grande, debe servir a los demás. Mateo 20:25:26.
La autoridad y el poder humano están desfigurados, y la gente peca con incredulidad, duda, rebelión, división, codicia, avaricia, cobardia y miedo provocando muerte, pues ni conoce a Dios ni se somete al gobierno y autoridad de Cristo que vino a este mundo a deshacer las obras del diablo, las leyes que hace el hombre estan desprovistas de los principios eternos que son leyes justas y divinas, pues en lo puramente humano, no se mueve ni el poder ni la autoridad de Dios, sino en los deseos de la carne.1 Juan 3:8
el mundo gobernado por su maligno príncipe, ejerce dominio con manipulación, mentira, engaño e influencias malignas que presionan la sociedad, razón por la
cual los pueblos se ven obligados a cruzar caminos de dolor, muerte y pérdida de
libertades, al decretar leyes que van en contra de la moral y los mandatos que Dios estableció desde la eternidad. La
autoridad y el poder deben ejercerse sobre la base moral de una conciencia que vela por el buen hacer y buen vivir, con testimonio y coherencia a la palabra de Dios. Cuando un país, anda mal, sus gobernantes
aumentan, pero cuando hay un buen dirigente, él sabe mantener el orden.
Proverbios 28:2.
Los linderos entre el poder y la autoridad se entrecruzan, mientras que la sana autoridad encierra moralidad, responsabilidad, seriedad y respeto, el poder debe mover mecanismos justos y balanceados de organización y planeación que dirijan correctamente el destino de una sociedad una nación y un Estado, ninguno debe actuar simuladamente ni esconder artificios o trampas que son corrupción; si estudiamos la palabra de Dios, vemos que el pueblo de Dios tiene autoridad y poder delegados en el nombre de Cristo, por su palabra, en la oración, ofrendando ayuno a Dios y crucificando la carne, llevando puesta la armadura de Dios, viviendo en el Espíritu, adorando con vidas santas, valorando la sangre del Cordero de Dios, todo ello nos ha sido entregado en Cristo Jesús para usarlo como defensa y ataque contra el enemigo, el mundo y la carne. Necesitamos ejercer nuestra autoridad y poder que son espirituales, provienen de Dios y nos hace poderosos contra la maldad de las tinieblas, orientándonos a lo justo, lo recto, lo verdadero y lo que agrada al Padre. Porque llegará el día en que los poderosos serán quitados de sus tronos, y los humildes serán exaltados. Lucas 1:52.
Dios, en Cristo Jesús nos ha hecho más que vencedores con poder y autoridad, porquecÉl gobierna sobre su creación, sus criaturas y sus redimidos a quienes el Hijo les ha otorgado de su esencia de poder y su manto de autoridad. Poder en la raíz hebrea significa todo lo que puede ser posible en Dios, y en Cristo todo es posible, Él ya hizo todo por nosotros y nos hizo templo de su glorioso Espíritu que nos capacita para interferir en la esfera espiritual para batallar, y luchar contra todo lo que se opone a la voluntad de Dios y aquellas acciones humanas que son fraguadas en lo oculto y movidas por las tinieblas, somos los encargados de luchar, vigilar, interceder, vencer y alcanzar bendiciones con una vida santa de oración, amistad y comunión con el Amado. Y en Cristo Jesús, el Padre, Nos ha hecho un reino de sacerdotes para nuestro Dios; y reinaremos con Él sobre la tierra. Apocalípsis 5:10.
La Biblia me enseña que los sacerdotes tienen poder y autoridad de Dios para juzgar el mal y defender la justucia, y si nos sometemos a Dios en amor y fe obediente, Él obrará para traer justicia, restauración, edificación de vida y despejar el camino, tal poder y autoridad divinos nos hace disfrutar del gozo del Espíritu aun en la aflicción, porque bajo la grandeza de su poder se someterán los enemigos, y toda la tierra lo adorará; nuestro Dios es temible en hechos y maravillas sobre los hijos de los hombres, y Él habita en nosotros para ayudarnos a vencer todo mal y toda tiniebla; el poder y autoridad de Dios son nuestra defensa, y al mismo tiempo nuestro deleite en el SEÑOR: entonces yo oro, y Él me oye y responde, si intercedo a favor de otros, Él salvará y todos seremos bendecidos, pero andemos en amistad con Dios, porque Él señorea con su poder para siempre y preserva nuestra vida. Job 22:21--30. ¡Esto sí que es poder!
Ese poder y la autoridad divinos se hacen efectivos cuando somos santos, humildes y mansos como Jesús, atributos propios de Dios y de los cuales somos partícipes y con ellos nos equipa para hacer fluir el fruto y los dones con los cuales se gobierna y administra con justicia, rectitud y lealtad, en la efectividad de cada uno de los hijos del Padre, siendo buenos mayordomos en casa, buenos hijos, buenos padres, buenos vecinos, buenos empleados y buenos amigos, gente que dirige con sabiduría de Dios, organizando y trabajando, dentro y fuera del hogar y la congregación. 1 Timoteo 3:4-13 y Tito 1:5-9.
El poder y la autoridad empiezan desde lo personal e individual hasta lo colectivo, y según haya sido un buen gobernante en su casa, lo será también en la empresa y con la nación. Hoy requerimos de gobernantes genuinos que con autoridad y poder de Dios direccionen con justicia las naciones y la vida organizacional de la sociedad, lo cual muchos denominan capacidad de liderazgo, pero en Dios son dones y atributos espirituales, algo mucho más grande, fuerte y poderoso que lo humano; ese poder y autoridad de Dios están hoy en el pueblo de Dios y dependen de la cercanía y sometimiento a Cristo para que sea Dios obrando en nosotros. Porque El tesoro del Espíritu Santo está en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros. 2 Corintios 4:7. Filipenses 2:13. Y YHWH dará poder a su pueblo; el SEÑOR bendecirá a su pueblo con paz. Salmos 29:11.
Toda autoridad y poder
del cristiano son dados en el nombre de Jesucristo, por el Espíritu y la palabra con el propósito de derrotar a satanás, vencer el pecado, doblegar la carne y no dejarnos arrastrar
por el mundo, derrotando todo aquello que se opone a la justicia y lo santo, para que
junto con todas las herramientas dadas en la Escritura, plantemos la
verdad del reino que conquistó el SEÑOR Jesucristo para su pueblo mientras esté sobre la tierra, y lograremos ser presevados en Dios. Hijitos, ustedes son de Dios y han vencido;
porque Mayor es el que está en nosotros que el que está en el mundo. 1 Juan
4:4.
El mundo en que vivimos tiene dos reinos, uno natural y otro espiritual, y Cristo nos ha capacitado con poder y autoridad para mantenernos en el reino espiritual batallando en medio de lo natural, afectando lo físico, viviendo en el Espíritu, y debilitando las tinieblas. Nadie puede entrar en la casa de un hombre fuerte, y saquear sus bienes, si primero no lo ata; entonces podrá saquear su casa. Marcos 3:27. Hemos recibido autoridad y poder de arriba, para atar al ladrón y derribar la maldad, arrebatando en el reino de los cielos lo que nos pertenece en el nombre de Cristo. Porque el reino de los cielos lo arrebatan los valientes en espíritu. Mateo 11:12.
Como dijo Pablo: El reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder. 1 Corintios 4:20. Nuestro poder y autoridad están en el compromiso con Dios y la fidelidad a su reino, atendendo las instrucciones de la verdad de Dios, lo cual nos lleva a entender y dimensionar lo que es poder y la autoridad en Cristo para nuestra vida; si nos hemos entregado a Cristo, entonces nos moveremos por el poder de su presencia y entenderemos con mayor claridad la grandeza y dimensión de la majestad y grandeza del Eterno en nosotros; el deseo del Padre es que nos apropiemos de ello para hacer nuestro trabajo en la obra, y que nuestra victoria sea tal como lo dice la biblia...Con el poder de señales y prodigios, en el Espíritu Santo de Dios...Romanos 15:19.
El poder y la autoridad del cristiano no está en lo mucho que hablemos, sino el poder visible de Dios en nuestras vidas. Pablo oró por la Iglesia para que todo el Cuerpo de Cristo fuera consciente del poder y autoridad de Dios operando en los redimidos, pues solo Él es el que puede cambiarlo todo, cuando encuentra corazones hambrientos y mentes sedientas de la revelación decsu gloria...Oro para que el poder de nuestro SEÑOR Jesucristo, y el Padre de gloria, nos dé espíritu de sabiduría y de revelación en su conocimiento, alumbrando los ojos de nuestro entendimiento, para que sepamos cuál es la esperanza a que Él nos llamó, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder, para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza. Efesios 1:17-19.
El poder y autoridad del hombre natural distan mucho del poder de Cristo en su iglesia que es la fuerza superior, eminente, todopoderosa y creativa de Dios en Cristo actuando en los que hemos creído, poder de gloria que destruye la muerte y crea vida como la que levantó a Cristo de entre los muertos, es la dinamita explosiva del Aliento de vida que lo ascendió al cielo y lo sentó al lado del Padre, lo sobrenatural que produce gloria y regocijo, saca de la atmósfera lo invisible a lo visible. Efesios 1:17-23. Reconozcan al SEÑOR, oh hijos de los poderosos; reconozcan su gloria y poder. Den al Eterno la gloria que merece su poderoso nombre; adórenlo en santidad. Salmos 29:1-2.
El poder y autoridad de Dios en nosotros está dado en el amor de Cristo que lo cambia e invade todo, con la certeza de fe, confianza y seguridad en Dios aceptando al Hijo que nos hizo su familia y su propiedad por el Espíriru y que nos envía a continuar trabajando para que se establezca su reino; Cristo oró, yo oro, Él obedeció y se sometió al Padre, yo me someto y obedezco a Cristo; Cristo sirvió, yo sirvo, Él intercedió, yo intercedo por otros, El actuó y conquistó, yo trabajo y conquisto para su reino para que miles de vidas sean cambiadas por el poder de su amor con vidas cambiadas que se convierten en testigos santos, pero quese quiera o no, somos oprimidos y perseguidos pero en Cristo vencedores y ganadores, para gloria de su nombre. Todo lo puedo en Cristo y en el poder de su fuerza. Filipenses 4:13.
Desde el punto de vista bíblico, el poder de Dios en el cristiano obra y presta servicio a otros siguiendo las pisadas de Jesucristo con Él reinando en nuestro corazón y gobernando a su pueblo y su creación, haciendo nuestra parte; el poder y la autoridad de Dios son para los nacidos de nuevo por su Espíritu que ha venido a ser nuestro huésped interior fluyendo con fuego y poder. Una vez habló Dios; dos veces he oído esto: que de Dios es el poder. Salmos 62:11.
Autoridad en el original hebreo es shultan, que se traduce como dominio, derecho, oficio de gobernar con incidencia de dirección y al servicio del orden, la libertad y la justicia; poder por su parte es Jailá o Ushná, que se entiende como, fortaleza, portento, capacidad y habilidad para ejecutar una encomienda con responsabilidad hasta el fin, y Shen que es ganar con ánimo resuelto y carácter valiente luchando para prevalecer y crecer en número y en espacio seguro. Es como el SEÑOR le dijo a Josué para llegar a conquistar la tierra prometida venciendo a los enemigos y opositores que se levantan contrario al diseño de Dios. Josué 1:5-8.
Con ese poder y autoridad nadie nos puede hacer frente en todos los días de nuestra vida, porque Cristo nos hace valientes, esforzados y trabajadores para tomar y heredar lo que el Padre ya nos ha dado y preparado como sus hijos y que lo hemos heredado en el Hijo; y ¿cómo es eso? Cuidando de hacer como Dios nos ha instruido en su palabra, sin torcernos ni a derecha ni a izquierda, es el poder soberano que nos fortalece y sostiene en todo lo que emprendemos conforme a su voluntad y su instrucción. Nunca nos apartemos de la biblia, estudiémosla cada día, meditándola de día y de noche, para asegurarnos de obedecer lo que allí se nos dice. Josué 1:8.
La autoridad y poder legítimo de Dios son para trabajar juntos y en equipo con Él en el plan salvador, pero se requiere esfuerzo, sabiduría y conocimiento de bases sólidas de su asombroso mover que crea milagros, hace naravillas y proezas, Salmos 60:12; y el mayor milagro después de la resurrección es el cambio de una vida tocada por Cristo con testimonio de su poder ejerciendo e impactando entre los que han de ser alcanzados, Cristo testificó del Padre, nos corresponde testificar y mostrar a Cristo en nuestra vida con poder y autoridad; su Espíritu nos dirigirá, recordará, aconsejará e inspirará para saber dónde ir, qué hacer y cómo actuar en la implantación efectiva de su Reino y su justicia porque somos portadores de su gloria sobrenatural; somos instrumentos como martillo y que con su luz rompemos tinieblas y las aguas vivas del Espíritu quiebran las rocas de impiedad, Éxodo 17:4-7 y Job 14:18-19. Porque martillo me son ustedes, y armas de guerra; y por medio de ustedes quebrantaré naciones, y por medio de ustedes destruiré reinos, Jeremías 51:20.
El poder y autoridad son el distintivo del reino de Cristo y manifestado por el Espíritu y la palabra; Cristo vino a la tierra con el poder del amor de Dios y la autoridad del Padre para rescatar magistralmente a la humanidad; es el poder de su amor lo que ha hecho que los corazones de piedra se ablanden marcando la historia; Cristo, la palabra viva y su Espíritu, son cordón de tres dobleces que no se rompe, y en nosotros muestra sus maravillas, prodigios y señales ratificando su majestad de Rey soberano. Porque en Él fueron creadas todas las cosas, tanto en los cielos como en la tierra, visibles e invisibles; ya sean tronos, dominios, poderes y autoridades; todo ha sido creado por medio de Él y para Él. Y Él es antes de todas las cosas, y en Él todas las cosas permanecen. Colosense 1:16.17.
Cristo es la realidad del poder de Dios en la Iglesia que cree, confía, actúa, adora y ora en su nombre, para que conforme a su voluntad el fuego del Espíritu haga retroceder los demonios, que huyan las tinieblas y no tenga cabida ningún mal en el Cuerpo de Cristo, con poder y autoridad, deben quedar imposibilitados para entrar, y si lo intentan serán expulsados con la dinamita explosiva de su gloriosa palabra y el fuego del Espíritu, que pulveriza, desintegra y derriba todo mal en el nombre de Cristo; su diestra desarraiga todo lo que se opone, venciendo la debilidad, la intimidación y el miedo para que fluya la fuerza de su gloria celestial. Nadie me quita la vida, sino que YO la doy por mi propia voluntad. Tengo poder para darla y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. Juan 10.18.
Nuestro SEÑOR de señores, Soberano de las naciones, Majestad inigualable, el Sustentador único de todo lo que existe y todo lo que ha hecho y hace, el Dios hecho Hombre, es el poder para gobernar con justicia, sentándonos a su lado y liberando las almas del lazo del cazador; es así que sus hijos tenemos autoridad y poder de tal magnitud, que jamás ha sido ni será otorgada a ninguna otra criatura…Cuán grande y sin límites es el poder de Dios, el cual actúa en nosotros los creyentes. Este poder es el mismo que Dios mostró con tanta fuerza y potencia cuando resucitó a Cristo y lo hizo sentar a su derecha en el cielo, poniéndolo por encima de todo poder, autoridad, dominio y señorío, y por encima de todo lo que existe tanto en el tiempo presente como en el venidero…Efesios 1.17-23.
Porque el Padre puso todas las cosas bajo el poder y autoridad del Hijo, nombrándolo SEÑOR y Dios del universo y Cabeza de su Iglesia que se completa en su plenitud, para que en ese poder viva y actúe su gloria y se predique en su nombre, unánimes y constantes, lo cual no es una opción, es una obligación, recibiendo más conocimiento, sabiduría, inteligencia, discernimiento y revelación, que son las riquezas de su Reino. Cristo es el Fundador de su Iglesia y Dueño de todo lo creado. Josafat dijo: YHWH Dios de nuestros padres, ¿No eres Tú Dios en los cielos, y tienes dominio sobre todos los reinos de las naciones? ¿No está en tu mano tal fuerza y poder, que no hay quien te resista? 2 Crónicas 20:6.
Sin este poderoso conocimiento muchos viven un cristianismo terrenal, intelectual y carnal alejados de la espiritualidad que emana gloria y da victoria; esta clase de creyentes lo que tienen son buenas palabras acerca de Dios, pero un tenue y superficial conocimiento de la Biblia. Dios dijo a Moisés: en verdad YO te he puesto para mostrar en ti mí poder y para que mi nombre sea anunciado en toda la tierra. Éxodo 9:16.
El problema de muchos es la incredulidad, la tibieza, la liviandad y la ignorancia que les crea duda, inseguridad, miedo, depresión, tristeza y los derrota en el camino, pero si vivimos en Cristo nada ni nadie podrá derrumbarnos, Somos más que vencedores...Romanos 8:28-29.
Pueblo de Dios estamos en
la responsabilidad de manifestar el poder y autoridad de Cristo en múltiples
formas: con amor fraterno, unidos vomo Cuerpo, con entrega total al Padre, siendo discípulos de Cristo, testificando y yendo por los perdidos en obediencia a la Gran Comisión y con el mismo espíritu de
servicio conque Cristo lavó los pies de los apóstoles; fue con el ejemplo que
el SEÑOR nos enseñó para que muchos lo conozcan; Él
obró en autoridad y poder constructivo, regenerador y renovador con la autoridad de
la palabra y la dinamita del Espíritu, sin estos elementos, los creyentes
seríamos personas que aman, pero no ganarían batallas, así que ¡llenémonos del
Espíritu de poder y manos a la obra! ¡Cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor!
Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. Salmos 36:7; Y por
último, recuerden que nuestra fortaleza debe venir del gran poder del SEÑOR. Efesios 1:10.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.