Proclamad esto entre las naciones,
proclamad guerra, despertad a los valientes, acérquense, vengan todos los
guerreros. Forjad espada en vuestros azadones, lanzas de vuestras hoces, diga
el débil: fuerte soy. Juntaos y venid, naciones todas…congregaos; haz
venir oh Jehová a tus fuertes. Despiértense las naciones y suban al Valle de
Josafat; porque allí me sentaré para juzgar a todas las naciones… Echad la hoz,
porque la mies está ya madura. Venid descended, porque el lagar está lleno,
rebosan las cubas; porque mucha es la maldad de ellos…Porque cercano está el
día de Jehová… Joel 3:9-14.
Levántate, clama de noche al Señor
desde el principio de las vigilias; derrama como agua tu corazón ante su
presencia; levanta hacia Él tus manos, intercediendo por la vida de tus niños
que se están muriendo de hambre en todas las esquinas y encrucijadas de las
calles, Lamentaciones 2:19.
Levántate y trilla, hija de Sión,
porque haré tu cuerpo como de hierro, y tus uñas de bronce, y desmenuzarás a
muchos pueblos; y consagrarás a YHWH tu botín, y tus riquezas al Señor de toda
la tierra, Miqueas 4:13.
Cuando leemos en
muchos pasajes de la biblia, notamos que el pueblo de Dios estuvo muchas veces
en angustia, la situación estaba complicada a causa de los enemigos que producían
desolación y devastación en la tierra, unas veces no había cosechas, otras
veces la tierra no producía y otras los enemigos las robaban, provocando todo
esto hambre y pobreza; sequía y enemigos estaban contra el pueblo que se había
olvidado de su Dios. En realidad, era un tiempo de juicio en contrasta con la
gracia de Dios que los llamaba continuamente a dejar la idolatría y volverse a
Dios, en arrepentimiento oración, ayuno y proclamar la palabra de verdad. ¡Oh, si me hubiera oído mi pueblo, si
en mis caminos hubiera andado Israel! En un momento habría YO derribado a sus
enemigos, y vuelto mi mano contra sus adversarios. Salmos 81:14.
Esto le pasaba al pueblo
de Israel en el AT, pero también sucede hoy al pueblo de Dios, humanos
diferentes en tiempo diferente, pero con el mismo enemigo, no solo satanás,
sino nosotros mismos que tanto necesitamos que venga su misericordia. El SEÑOR ha
estado alertando a los suyos por décadas que, si continúan en su iniquidad,
viene el juicio y la destrucción, pero hay muchos que siguen siendo tercos y
desobedientes...Gedeón limpiaba el trigo a escondidas...trabajando rápidamente para
ocultarlo de manos de los madianitas...Jueces 6:11-24.
Lo que pasaba en el
pasado con el pueblo de Dios, hoy sucede espiritualmente con la nación de YHWH,
Dios sigue convocando a su pueblo en este tiempo para que seamos santos de fe
obediente, comprometidos con el Padre y unidos a Él peleemos contra el enemigo
orando a tiempo y fuera de tiempo, ayunando, discipulando, evangelizando,
predicando y dejando el pecado con el cual el enemigo toma derecho legal para
robar la vida, las bendiciones y la comunión con Cristo; porque Él ya ganó la
guerra, pero nosotros por estar en este mundo seguimos en batallas. Y por su misericordia, Dios extirparía
a nuestros enemigos y destruiría a los que nos afligen el alma; pues nosotros
somos sus servidores. Salmos 143:12.
Sin embargo, el
pueblo sigue sordo, indiferente y en desamor a su Creador y Salvador, cuando
debiéramos unirnos al Gran Guerrero para la batalla, y lo irónico es que nos
hacemos la guerra nosotros mismos, haciendo cada uno lo que bien le parece, sin
darnos cuenta que el día del SEÑOR está cerca, pues nos estamos adentrando a
tiempos difíciles, pero Dios sigue hablando a tiempo, clara y directamente. Es
un llamado urgente para que el pueblo de Dios se una a Él para pelear contra el
enemigo, Él dice: Ustedes sacerdotes de YHWH, pónganse ropa de luto y pasen la
noche llorando porque todos se han olvidado de hacer el bien y guardar la
palabra, reúnan a todos los habitantes del país y clamen al SEÑOR, pues estamos
como en tiempo de jueces. En aquellos días no había rey en Israel, y cada uno hacía lo que
bien le parecía. Jueces 21:25.
Cuando Dios hace un
llamado así a su pueblo, es para que hagamos un alto en el camino, haya arrepiento,
muchos se alejen de su mal camino y se vuelvan a Dios buscándolo en clamor, limpieza
de manos y ponernos a cuenta con Él; nuestra lucha es al lado de Dios porque no
podemos evitar cosas que están sucediendo, y que las noticias nos cuentan cada
día, tenemos que unirnos a los planes el Rey. El mundo dejará pasar las cosas
indiferentemente, pero los hijos de Dios, no podemos ser como el mundo, porque
en el aspecto físico y material es posible, pero en el ámbito espiritual no podemos
ser indiferentes, no permitir que la maldad avance ni las tinieblas ganen
terreno. Sean firmes y valientes, no teman ni se amedrenten ante ellos, porque el
SEÑOR tu Dios es el que va contigo, no te dejará ni te desamparará.
Deuteronomio 31:6.
La raíz y el
trasfondo de lo que sucede en esta sociedad es espiritual, sin embargo, muchos
no quieren entender ni ver, no se dan cuenta que la batalla es espiritual,
fuerte y peligrosa. No es simplemente cuestión de guerras y violencia física en
las naciones, es gente desquiciada usada por el enemigo de las almas para destruir
y matar. Y aunque no nos guste, esto está profetizado, pensemos seriamente, seamos
proactivos y responsables con nuestra manera de vivir, reconozcamos que ya estamos
en tiempos peligrosos según advierte la Biblia y Dios desea que miles se
unan a Él, y aunque bíblicamente sean muchas las señales, Dios peleará a nuestro favor, y nosotros debemos caminar hombro
a hombro con Jesús, el Varón de guerra y Capitán de las huestes celestiales. En los postreros tiempos vendrán
tiempos peligrosos. Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros,
vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos,
impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles
y aborrecedores de lo bueno. 2 Timoteo 3:2-3.
El punto no está en
lo que hacen los malos, lo trágico es la pasividad e indiferencia de los buenos
y del pueblo de Dios que está distraído, la inactividad del pueblo de YHWH es
intimidante, demasiada quietud, pocos hacen la obra a la que fuimos
encomendados, pocos trabajan y casi nadie se une a favor del reino en ayuno y
levadas de oración, como Dios espera de su pueblo escogido, en nuestra función de
sacerdocio, atalayas e intercesores como nación santa adquirida por el Eterno
Dios, 1 Pedro 2:9; Porque
YO les daré palabras y sabiduría que ninguno de sus adversarios podrá resistir
ni refutar. Lucas 21:15.
La gente sin
conocimiento de Dios ni de las Escrituras no puede entender que la violencia,
la muerte, el hambre, el dolor, las plagas y la confusión que se está viviendo en
el mundo es algo de trasfondo espiritual, las personas normales, no pueden
cometer tanta barbarie como la vemos hoy, es el poder de las tinieblas en
aquellos que se han dejado usar por el diablo. Como fue en los días de Noé, se casaban
y se daban en casamiento, hasta el día que entró Noé en el Arca, y vino el
diluvio y los destruyó a todos. Lo mismo sucedió en tiempos de Lot, comían,
bebían, compraban, vendían, plantaban, edificaban; más el día en que Lot salió
de Sodoma llovió del cielo fuego y azufre, y los destruyó a todos. Así será el
día en que el Hijo del Hombre se manifieste. Lucas 17:26-30.
El pueblo de Dios anda
como en los tiempos de Noé y de Lot; no se trata que Dios no quiera que vivamos
vidas normales, sino que debemos estar con Él, caminar con Él, y vivir con Él, atentos
para discernir y percibir la maldad que se está gestando, somos espirituales y
no podemos enfocarnos solo en el diario vivir de cada quien, debemos estar
despiertos llenos del Espíritu para poder obrar de manera aterrizada pero
espiritualmente, vistiendo y usando las armas de guerra que el Creador nos ha provisto.
Por lo tanto,
hermanos míos, fortalezcámonos en el SEÑOR y Enel poder de su fuerza. Vistamos
toda la armadura de Dios, para que podamos estar firmes contra las asechanzas
del diablo…Efesios 6:10-18.
No fuimos creados
simplemente para existir vegetativamente, estamos llamando a ser uno con Cristo
y llevar a cabo cosas grandes en el mundo espiritual que afecte lo natural de
manera sobrenatural, y solo en Cristo estamos trabajando para Dios el Padre, y
evitar contristar al Espíritu Santo, y a cambio, llenarnos de su fuego y de su
fruto para que Él nos use con sus dones; su llamado a unirnos, vivir y pelear
al lado de Dios es contundente. Vuélvanse a Mí. Si Dios hace este
llamado es porque sabe que algo no está bien, ni lo estamos haciendo a la
manera de Dios. Si Dios nos está llamando a la oración, al ayuno y al clamor en
unidad a Él, es porque quiere obrar por medio de su pueblo proezas y maravillas. Dios alzará la mano contra los
adversarios, y todos nuestros enemigos serán exterminados. Miqueas 5:9.
Las señales son
claras, lo que está pasando no son cosas aisladas, hay todo un panorama
espiritual alrededor de nosotros, y ¿cuál es el papel que juegan los creyentes
en este tiempo? ¿Cuál es el papel de la congregación de YHWH hoy? Los hechos
son realizados por seres humanos, pero miremos quién está detrás, son fuerzas
espirituales que debemos discernir si son de Dios o del enemigo para salir a
atacar o apoyar, en batalla espiritual con oración, clamor, ayuno en unidad y
en amor ligados al corazón de Dios. Prenderé fuego a Moab, y consumirá los palacios de Queriot; y morirá
Moab, con tumulto, con estrépito y sonido de trompeta…Amós 2:1-8.
Porque no tenemos lucha con personas de
carne y hueso, sino contra principados, contra potestades, contra los
gobernantes de las tinieblas de este mundo, contra huestes espirituales de
maldad en las regiones celestes, Efesios 6:12. Entonces ¿por qué seguimos peleando con la gente?
Cuando debiéramos obrar en el ministerio de reconciliación y con amor atraer a
los incrédulos, orando, intercediendo, ayunando y trayéndolos a los pies del
SEÑOR Jesucristo, pues Jesús vino para destruir y deshacer las obras del diablo, 1 Juan 3:8. Debemos estar en
pie de lucha junto al Varón de guerra, YHWH Gibor y Sabaot, porque contra tan
fuerte movimiento espiritual de estos últimos tiempos, solo somos vencedores en
Jesucristo. El que no está conmigo,
contra Mí está; el que conmigo no recoge, desparrama. Mateo 12:30.
El SEÑOR está listo a
dar la batalla por nosotros, pero su pueblo se tiene que movilizar, Él nos ha
escogido y nos ha dado poder para vencer en su nombre, en el poder de su
Espíritu Santo y su Palabra. Para atar y desatar, Mateo 18:18-19, para vencer serpientes y escorpiones y
sobre todo poder del enemigo y nada nos dañará, Lucas 10:19.
En el libro de Daniel
Dios muestra la realidad de nuestra lucha, Daniel oró y ayunó. El SEÑOR le dijo: Daniel, no temas,
porque desde el primer día que dispusiste tu corazón a entender y humillarte
ante la presencia de tu Dios, fueron oídas tus palabras; y a causa de tus
palabras YO he venido, Daniel 10:12. La respuesta salió del trono de Dios
desde el primer día que Daniel, oró pero, el príncipe de Persia, se opuso
durante 21 días, por eso el Eterno Dios envío al arcángel Miguel con sus
ángeles para ayudar a Daniel, verso 14, y ¿qué habría pasado si Daniel hubiera suspendido el ayuno antes de
tiempo?
Estemos seguros que
desde el primer día que oramos Dios nos ha dado respuesta, pero seguramente
alguna fuerza espiritual maligna pueda evitar que esta respuesta llegue hasta
nosotros porque hay cosas espirituales que se mueven y que muchas veces, siendo
pueblo de Dios, no lo entendemos. Pero miramos y juzgamos todo humanamente
diciendo que Dios nos abandonó, que no nos escuchó, que todo está mal, que
quizá no es la voluntad de Dios, etc., cuando la verdad es que Dios siempre
está a nuestro lado peleando nuestras batallas, y desde el primer momento nos
ha respondido, sea sí o sea no; con actitud de fe y confianza en Dios vemos el
cambio, pero con quejas y reclamos le hacemos fácil el trabajo al enemigo. ¡No
le hagamos fácil el trabajo al diablo, declarémosle la guerra! YO destruí al amorreo delante de ellos,
cuya altura era como la altura de los cedros, y era fuerte como las encinas; YO
destruí su fruto por arriba, y su raíz por abajo. Amós 2:9
Entendamos que hay
una batalla que se está dando en el campo espiritual, y esa guerra espiritual
afecta nuestro diario vivir, no podemos quedarnos llorando, impávidos, quejándonos
y lamentándonos; aferrémonos a Dios, tomemos nuestro lugar en la brecha, cumplamos
nuestros roles y nuestro papel en el reino de Dios. No podemos seguir dispersos
como islas; en 2 Tesalonicenses 2 se nos dice que la razón de toda esta maldad,
es que ya está en marcha la iniquidad, que se manifiesta la apostasía, que se
manifiesta el hombre de pecado y el hijo de perdición, ese que se opone y se
levanta contra todo lo que se llama Dios. Pero el Espíritu Santo en nosotros,
le hace frente a toda esa maldad. El SEÑOR nuestro Dios pondrá todas las maldiciones sobre los enemigos y
sobre los aborrecedores que nos persiguen-Deuteronomio 30:7.
Somos la sal de la tierra y luz del
mundo, por eso la tierra no se ha cubierto totalmente de tinieblas, y si Cristo
es la Luz del mundo, si estamos unidos a Él, su luz disipara la tinieblas, El
llamado es ser lámparas que alumbran para que dejemos el enredo de nuestras
propias vidas, porque No me eligieron ustedes a Mí, sino que YO los
elegí a ustedes, y los he puesto para que vayan y lleven fruto, y su fruto
permanezca; para que todo lo que pidan al Padre en Mi nombre, Él se lo dé. Juan
15:16. Dios pudo haber escogido a los ángeles para la batalla, pero también
nos escogido a nosotros, para pelear y llevara cabo su obra contendiendo por la
fe, Él nunca nos va a dejar avergonzados, sino que en Cristo y su Espíritu,
llevaremos fruto para su gloria y multiplicación para su reino.
Éramos cobardes, pero
Cristo nos ha hecho valientes guerreros despiertos para proclamar la lid contra
el enemigo, no que salgamos corriendo temblando de miedo; que vengan todos los
hombres valientes en batalla, porque tenemos una pelea sin cuartel contra las
fuerzas del mal que quieren acabar con el mundo y sus habitantes, Porque el anhelo ardiente de la
creación es aguardar la manifestación de los hijos de Dios. Romanos 8:19. Dios nos llama a ser
uno con Él, para que se haga realidad la oración del SEÑOR Jesús en Juan 17, y que su pueblo se
vuelva a Él viviendo en su presencia unidos unos a otros.
La forma de unirnos a
batallar es la adoración que mueve los cielos y puede vencer esta patente
oscuridad; pongámonos en pie de guerra porque lo que está pasando en el mundo
es conmigo y contigo; hay un mundo que está muriendo alrededor y debemos dar
cuenta a Dios del papel fundamental que desempeñamos. Es importante y urgente
impactar esta aldea global llevando la presencia de Dios, para que su amor se
manifiesta; lancemos bombas espirituales de amor, oración, ayuno y predicación
para que Dios obre, Porque todos los enemigos serán avergonzados y se turbarán en gran
manera; se volverán y de repente serán avergonzados, Salmos 6:10.
No sigas creyendo que
tu oración es insignificante, cada vez que abrimos la boca para conectarnos con
Dios, se desata poder en los cielos, nuestra oración es arriba una bomba
atómica, y entre el pueblo se frena la maldad, e impide que el mundo siga corrompiéndose;
todos somos importancia en el reino de Dios, por eso tenemos que mantenernos en
pie de lucha. Toda violencia y espíritu de muerte tienen que ver con el pueblo
santo de Dios para hacerlos retroceder. Porque Dios prepara mesa en presencia de los enemigos; Él unge nuestra
cabeza con aceite y hace rebosar nuestra copa con su unción, Salmos 23:5.
Seamos sabios para discernir bien los
tiempos, y produzcamos fruto hablándole a la gente de Jesucristo, si todos lo hacemos,
las filas del reino de Dios estarán llenas de gente transformada para que el
mundo sea un espacio donde se pueda vivir otro; el enemigo tiene su guerra
perdida, Cristo ya lo venció, y el SEÑOR sigue confiando en ti y en mí. Sea como el impío mi enemigo, y como el
injusto mi adversario. Job 27:7; El SEÑOR me libró de poderoso enemigo, de los
que me aborrecían, pues eran más fuertes que yo. 2 Samuel 22:18.
Oremos: SEÑOR perdónanos porque separados de
Ti, nada bueno podemos hacer, danos sabiduría y discernimiento para saber
luchar y cumplir nuestro propósito, ayúdanos para que no sigamos viviendo como
en los días de Noé y de Lot. SEÑOR el mundo no puede seguir así, y yo debo
hacer algo caminando de tu mano y siendo uno contigo; guíanos con tu Espíritu
Santo y ayuda a aquellos que sufren, empezando por los de mi casa, mis vecinos
y conciudadanos, SEÑOR acepto lo que Tú dices en tu palabra, acepto mi misión y
mi llamado, acepto haber sido escogido por Ti, ayúdame a vivir a tu manera.
Padre gracias por hacernos tus hijos y llamarnos a la unidad contra las fuerzas
del mal, y para batallar contra las cosas feas y malas que están sucediendo en
el mundo, recuérdame continuamente que juego un papel fundamental en lo que
sucede hoy en la sociedad.
Padre levanta a tu
pueblo como si fuéramos un solo hombre, ¡despierta a tu congregación ¡Oh Dios! Hoy tocamos trompeta para que tu pueblo se
aperciba, se levante y se despierte, sigue llamando a muchos para volverse a
Ti, entendiendo que, si nos llamas, es porque algo no está bien y algo tenemos
que hacer.
Tocamos trompeta para
que tu pueblo, ore con mayor intensidad, ayune y te busque, entendiendo que nos
quieres usar poderosamente; SEÑOR gracias por convertir tus planes en realidad
en este tiempo, y gracias por enseñarnos que no hay oración insignificante
delante de Ti, sino que cada vez que un hijo tuyo ora, explota una bomba en los
cielos para que Tú actúes a nuestro favor.
Despierta el querer
como el hacer buscando tu rostro todo el tiempo sin parar, y rogamos para que
desates en nuestro corazón toda la compasión que hay en el tuyo, y así podamos dar
y expresar amor y misericordia por la gente que nos rodea hablando de Cristo,
Gracias Padre por seguir confiando en nosotros, en el nombre de Jesús, Amén.
Dios sigue llamando a
su pueblo, óyelo, arrepiéntete de andar como una isla, y déjate usar con su
poder. Ésta enseñanza ha sido confirmada por el SEÑOR y me dio su palabra, y tiene
que ver con todo lo que se ha venido escribiendo en este Blog. Toda la honra y
la gloria sean al Eterno y amoroso Dios, de quien soy y a quien sirvo.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y
verdadero y servidora de su reino.