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13 abr 2019

ÉXITO Y FELICIDAD VERDADEROS


VERDADERA FELICIDAD Y ÉXITO
Sea su carácter sin avaricia, contentos con lo que tienen, porque el Señor ha dicho: Nunca te dejaré ni te desampararé, Hebreos 13:5.
Porque nada trajimos a este mundo, y nada podremos llevarnos. Así que, si tenemos ropa y comida, estemos contentos con eso, 1 Timoteo 6:7-8.
El éxito y la felicidad verdadera se logran cuando encontramos el propósito de nuestra vida que es conocer a Dios y amarlo por encima de todo. En mi proceso por la vida, muchas veces le he preguntado a Dios y he entendido en su respuesta, que la felicidad y el éxito no consisten en tener mucho dinero, mantener un bello cuerpo completo, tener un estatus o que no te falte nada. Lo he entendido muy claro, la felicidad verdadera y el éxito es poseer el poder de la presencia de Dios en nuestro corazón, Y me ha dicho: Que mi gracia te baste; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana, mejor me gloriaré en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces logro fortaleza, 2 Corintios 12:9-10.
Esa es la razón por la cual puedo reír aun cuando todo vaya mal; poseer el poder de la presencia de Dios nos permite guardar silencio mientras adoramos en medio de la adversidad, dando amor aunque nos desprecien. Estar quietos dependiendo y esperando en Dios solo se logra por fe cuando no podemos salir corriendo a ninguna parte. Pablo y Silas adoraron mientras estaban presos, después de haberlos azotado mucho, los echaron en la cárcel…pero a media noche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de pronto un gran terremoto, de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían, y al instante se abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron. Despertando el carcelero, y viendo abiertas las puertas de la cárcel, penando que los presos habían huido. Pero Pablo clamó a gran voz diciendo: no te hagas ningún mal, pues todos estamos aquí. El carcelo entonces pidió luz y se precipitó adentro, y temblando se postró a los pies de Pablo y de Silas, y sacándolos les dijo:. ¿Señores, ¿Qué debo hacer para ser salvo? Hechos 16:23-30.  Nuestro dolor y penas pueden ser la salvación para otros.
Contar con el poder de la presencia de Dios entronado en nuestro corazón nos permite perdonar muchas veces cuando nos rechazan, nos odian, nos vuelven la espalda y nos abandonan. Poder sonreir y decir que todo está bien cuando todo está mal, es una maravilla y es gracia que solo Dios la da, Sean buenos y compasivos unos a otros, y perdónense mutuamente, como Dios los perdonó a ustedes en Cristo, Efesios 4:32.
El poder de la presencia de Dios reinando en nuestro ser es lo que nos permite aceptar nuestros errores y equivocaciones para pedir perdón, disculpas y excusas apropiadas. Ese poder de la divina presencia es lo que me conduce a despertar y dar gracias al Omnipotente aunque me vea roto, incompleto, imperfecto y hecho pedazos, es así que puedo decir: Buenos días Padre, buenos días, mi Amado Salvador y mi perfecto amigo, gracias por un nuevo día, que es una oportunidad para ver tu gloria, tus milagros y misericordias y puedo adorarte, Estén siempre gozos, oren en todo momento; den gracias a Dios por todo, porque esto es lo que Él quiere de ustedes como creyentes en Cristo Jesús, 1 Tesalonicenses 5:16-18.
El poder de la presencia de Dios me permite amar no solo a mis hijos y mi familia, sino a todos sin excepción, aunque en muchos casos no nos podamos ver, pero que en el amor de Dios puedo dar de su afecto incondicional. Puedo ver y oír todo lo bueno y lo malo que dicen de mí, unos me rechazan y otros me abrazan, por el sencillo hecho de cumplir con la esencia del evangelio: el amor que entrega todo sin condiciones en servicio y beneficio de los demás, No se cansen de hacer el bien, 2 Tesalonicenses 3:13.
El poder de la presencia de Dios gobernando mi vida es lo que me permite vivir en la luz de Cristo cada día, ¡eso si que me hace feliz! Encontrar la verdadera felicidad y vivir el verdadero éxito es tener a Jesucristo sentado en el trono de mi corazón con el poder omnipotente para hacer el bien sin cansarme, dando todo lo mejor de mí a quienes amo y a quienes no me aman. Ustedes han oído: ojo por ojo y diente por diente. Pero YO les digo: No resistan al que es malo; antes a cualquiera que te hiere en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quiera ponerte a pleito y quitarte tus prendas, déjale también el abrigo; y a cualquiera que te obligue a llevar una carga por una milla, ve con él dos millas. Al que te pida, dale y al que quiera tomar de ti prestado, no se lo rehúeses. Ustedes oyeron que fue dicho: amarás a tu prójimo y aborrecerás a tu enemigo. Pero YO les digo, bendigan a los que los maldicen, hagan el bien a los que los aborrecen, y oren por los que los ultrajan y persiguen; para que sean verdaderos hijos de su Padre que está en los cielos…Mateo 5:38-48.
La verdadera felicidad y el éxito es poder compartir acerca del reino de Dios, contar mi testimonio, predicar de Jesucristo y vivir en comunión y dependencia total al Dios Creador. Mirar los rostros alegres o sorprendidos de los que oyen a cerca de la realidad de Dios y el sacrificio de mi Salvador, ¡eso sí que es poder, gloria y razón para vivir! Si dijera: No pensaré más en el Señor, no volveré a hablar en su nombre, entonces su palabra en mi interior se convierte en un fuego que devora, que me cala hasta los huesos. Trato de contenerla, pero no puedo. Jeremías 20:9. Dios me seduce con su amor.
No me importan los carros, los lujos, las suntuosas propiedades, tampoco me interesa andar flirteando por ahí perdiendo el tiempo, no, eso no es felicidad, la verdadera felicidad radica en mantener la gloriosa presencia de Dios viva en mi alma a pesar de las tormentas y los sin sabores que da la vida; es el amor y el poder de Dios lo que impulsan mi vida y le dan sentido a mi existir; pero también hay muchas otras cosas que me hacen feliz, sin emargo, he encontrado que obedecer a Dios es la cosa número uno para yo ser feliz, talvez no de inmedisto sea feliz, pero siempre  al final, experimento gran gozo, eso es suficiente y basta. Gracias Dios Creador y omnipotente por haber fijado tus ojos y tu residencia en mí, ¿Acaso ignoran que su cuerpo es el templo del Espíritu Santo, el cual está en ustedes, el cual tienen de Dios, y que son de ustedes mismos? 1 Corintios 6:19.
Tengo bellos contactos en mi privado, Dios usa a muchos de ellos de diferente manera para consolarme cuando estoy caída y cuando he llorado, El Eterno tiene el poder de hacerme sonreir, levantarme y fevolverme las fuerzas para elevar mis alas; la vida no es nada fácil, pero con Cristo es mejor, uno de esos escritos me ha llenado de gozo y dice así: Vas a sanar, porque ríes con el alma, porque eres de corazón noble, porque la vida tiene algo aún mejor esperando por ti; porque lo mereces, y porque a pesar de todo brillas hasta con el alma rota, ese texto usó Mi Padre a traves de una bella mujer para animar mi alma; y Jesús dice: Tomen mi yugo sobre ustedes y aprendan de Mí, que SOY manso y humilde de corazón, y hallarán descanso para sus almas, Mateo 11:29. Gozarse en Dios en medio del dolor, es humildad y mansedumbre.
La palabra del Eterno se hace realidad en sus hijos, y cuando la persona me envió ese mensaje dijo: querida, te envío algo que muestra un pedacito de lo que tú eres. Y yo digo: si algo soy y algo puedo hacer, es precisamente porque el poder de la presencia de Dios y su amor habitan muy profundamente en mi ser. Muchas veces sonreímos, saludamos con alegría y damos consuelo a otros mientras nuestro corazón está hecho pedazos, y no es hipocresía, es fortaleza de Dios en nosotros, porque el Dios de la vida todo lo ve y conoce y eso es lo que nos debe importar, El SEÑOR está en su santo templo, el trono del Eterno está en los cielos; sus ojos contemplan, sus parpados examinan a los hijos de los hombres, Salmos 41:4.
Si tú que me lees, estás triste, o confundido, si no sabes qué hacer, no te angusties, corre a los brazos del más grande y tierno amor incondicional: El Cristo vivo del Calvario, el Dios que se  hizo hombre, padeció, murió y resucitó por ti y por mi para darnos vida y nuevas oportunidades. Yo soy testigo continuo de su inmenso amor y fidelidad, más me tardo en arrodillarme, llorar y hablar ante su presencia, que Él en responderme, Aún antes de que haya palabra en mi boca, he aquí, oh SEÑOR, Tú ya sabes todo, Salmos 139:4.
Nuestra diaria lucha para ser verdaderamente felices, vivir en paz, tener éxito y hallar sentido a nuestra vida, es buscar a Dios y las cosas de su reino, Busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas las demás cosas les serán añadidas, Mateo 6:33. Y pongan la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra, Colosenses 3:2.
Dios es mi fuerza, es la Roca que me sustenta y el Aliento de mi vida, ¿puedo pedirle más a la vida? Si Dios conmigo, ¿quién contra mi? Sigo corriendo hacia la meta, sigo guardando la fe, sigo descansando en los brazos de mi Abba Padre y me refugio bajo el manto de mi salvador que con el fuego de su Espíritu que me imparte gozo, sonrisas y esperanza. ¡Vamos, tú también puedes! Todo lo podemos en Cristo, Él es quien nos da las fuerzas, Filipenses 4:13. Amén
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.