LECCIÓN 23. CENTINELAS, ATALAYAS, VIGILANTES Y GUARDADORES.
Y aconteció que al cabo de siete días vino palabra de YHWH, diciendo:
Hijo de hombre, YO te he puesto por atalaya a la casa de Israel; oirás, pues,
tú la palabra de mi boca, y las amonestaciones de mi parte. Ezequiel 3:16-17.
Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la
noche no callarán jamás. Y los que se acuerdan de YHWH, no reposen. Isaías
62:6-7.
¡Escucha! Tu centinela, levanta la voz y da gritos de triunfo, porque
ves con tus propios ojos cómo vuelve el SEÑOR a Sión: Isaías 52:8.
En tiempos bíblicos del AT, habían personas que cuidaban
y vigilaban la ciudades, los rebaños, las viñas y las cosechas que iban madurando; con ese
propósito se situaban en cabañas y torres elevadas construidas para tal fin, “Levantad bandera sobre
los muros, reforzad la guardia, poned centinelas, disponed celadas;” Jeremías
51:12. Eran voceros centinelas en medio del pueblo y la oscuridad
de la noche para proteger a su gente y guardarse contra los enemigos y el peligro.
Los centinelas atalayas eran cuidadores que se colocaban como soldados vigilantes, guardianes,
guerreros y vigías, para la defensa y protección de la poblacion y las ciudades amuralladas. Los atalayas eran encargados de alertar y prevenir el asedio enemigo y avisar al pueblo contra las acciones bélicas, dando
aviso al rey de cualquier extraño que se acercara al muro de la ciudad. La palabra
atalaya viene del hebreo sofeh y somer,
del griego filax y teron que significa guerrero cuidador guardador
destinado para prevenir toda trampa y peligro. Los lugares altos desde donde se atalayaba se
llamaban torre del vigía y eran construidas para apostar a los trompeteros del shofar como protectores con el fin de cuidar la vida de las personas, la estabilidad de la ciudad y las pertenencias de los ciudadanos debido a las asechanzas de los ladrones, salteadores y enemigos se vida y la tranquilidad.
En momentos de hostilidad bélica y
peligros de la noche era particularmente temido por la fuerza del asedio con que se atacaba los lugares
fortificados que brindaban información militar a los comandantes. Cuando el rey
Saúl estaba acampando con su ejército tenía atalayas cuya responsabilidad era
velar por el bienestar y seguridad de él y su ejército, 1 Samuel 14:16 y 26:15-16.
YHWH levantó atalayas cuidadores que al mismo tiempo eran
los profetas de la nación en medio de Israel con el fin de alertar al pueblo al
sonido del shofar y la trompeta, Jeremías 6:17 y Oseas 9:8. El Señor le mandó al profeta Isaías que colocara atalayas
que custodiaran de día y de noche, Isaías 21:6,10. Los atalayas también eran puestos para dar voces de
alegría por el cuidado y las misericordias de Dios. Isaías 52:8.
Los atalayas se
apostaban sobre los muros y las torres de las ciudades, para ver de lejos a los
que se acercaban, fuera en momentos de paz o posible guerra, siempre con el fin de avisar el peligro al rey a través de un mensajero; estos vigías no solo eran los profetas, sino los reporteros, voceros y periodistas
de los tiempos bíblicos, 2 Samuel 18:24-27 y 2 Reyes 9:17-20.
Uno de los roles del profeta es ser atalaya, para
advertir y presentar las señales de los eventos confirmados por Dios y fundamentados en su palabra; un profera no puede exponer nada
por emoción o sentimientos del alma; sino que debe cuidar de sí mismo, en lo que dice y
hace; el profeta-atalaya debe advertir los juicios del SEÑOR, llamar al arrepentimiento, señalar el pecado y mostrar la destrucción que vendrá si no se arrepienten, pero si el atalaya no cumple con esto, se le considera
culpable del desastre espiritual, material o físico de otros. En el AT si las personas no
prestaban atención a las advertencias, perecían por su propio error, pero el
atalaya quedaba libre de culpa. Ezequiel 3:17-21 y 33:1-9; así que el atalaya es profeta, intercesor y predicador.
Hoy en día, todo creyente, todo hijo de Dios, nacido de nuevo en Cristo,
está llamado para ser hasta cierto punto un atalaya espiritual con su vida de
oración e intercesión. Un atalaya es un templo vivo donde habita Dios, por lo tanto, deve tener a Cristo en el
corazón y haber sido sellados con la presencia del Espíritu Santo; ser hijos de Dios y soldados de Jesucristo no hace atalayas guardianes de los muros espirituales que protegen a nuestra
familia, la iglesia y la nación, aunque algunos tienen un llamado más específico y avanzado en la guerra espiritual, porque el ladron viene para hurtar, matar y destruir todo a su paso, 1 Juan 10:10.
Como pueblo de Dios todo el tiempo
hacemos las veces de torre y columna espiritual que da voz de alarma ante el
pecado, la amenaza y el peligro, somos trompetas de alerta en la medida que recibimos revelacion por el Espíritu; es por eso que
Pablo dice: Exhórtense uno a otros cada, mientras dura el hoy del que habla la
escritura, para que ninguno de ustedes sea engañado por el pecado y su corazón
se vuelva rebelde, Hebreos 13:3 y continua: Anímense y consideren la manera de
estimularse unos a otros al amor y las buenas obras, Hebreos 10:24.
Ser atalayas es ayudar a sostener el cuerpo de Cristo, resguardar la familia y proteger la nación anunciando el evangelio, mostrando la palabra con el testimonio y siendo misericordiosos, llamando asi la atención hacia la santidad y el arrepentimiento, y también intercediendo, orando y haciendo guerra espiritual a favor la del reino de Dios y su justicia, ensanchando la obra, hablando a las personas a cerca de Cristo y ayudando en las necesidades de otros. Bíblicamente el atalaya es
un ministerio profético y sacerdotal que enseña la palabra?; es puesto por Dios para exhortar, prevenir, advertir, aconsejar, cuidar, consolar,
edificar y velar para que los deseos del corazón de Dios se lleven a cabo en
medio de su pueblo y en el mundo entero, con la responsabilidad de velar y cuidarnos a nosotros
mismos; Ten cuidado de
ti mismo y de lo que enseñas a otros, y sigue firme en todo. Si lo haces así,
te salvarás a ti mismo y salvarás también a los que te escuchan,
1 Timoteo 4:16.
El atalaya puede serlo por
naturaleza, ser formado en su caminar con Cristo y entrenado para el cuidado y desarrollo de la
obra; es alguien que tiene entendimiento claro y comprende al llamado para llevar la carga espiritual y levantarse cuando Dios habla; el atalaya tiene el oído atento a la voz de Dios porque es
sensible espiritual y tiene los cinco sentidos entrenados a los deseos divinos, por eso sabe lo que quiere su SEÑOR. El atalaya expone ante
la gente los mandamientos de Dios con claridadvy profundidad alineándose a las Escrituras, sin dejar de enseñar, advertir ni ocultar lo que está escrito, 2
Timoteo 4:2.
Un atalaya espiritual es aquel que ha sido tratado, probado, entrenado, formado y provisto
por Dios para ver con los ojos del espíritu. En Mateo 13:9, Jesús dice que a todos nos ha dado ojos para ver y oídos
para escuchar y cada uno hemos recibido una medida de fe para actuar y hablar guiados por el Espíritu, Porque fiel es el SEÑOR, que nos afirmará y nos guardará del mal, 1 Tesalonicenses 3:3.
Un atalaya tiene que ser equipado por Dios para ver lo que otros no ven,
tiene una capacidad especial para ver cuando el enemigo se está moviendo e invadiendo. El atalaya debe tener un agudo sentido del discernimiento que le permita ver y desenmascarar al adversario; por eso ora; ayuna y vela para estar muy alerta y hace sonar la trompeta a tiempo en señal de advertencia rápida ante el peligro de su familia propia, la familia de la fe, su nación y el mundo para que haya arrepentimiento y no destrucción. También puede recibir ojos espirituales para ver algo que está
pasando en la vida de la congregación. El atalaya se da cuenta cuando algo ha
entrado encubiertamente trayendo confusión, disensión, conflicto y peligro. 2 Corintios 10:3-5
Para desarrollar correctamente el llamado de atalaya, el cristiano debe
ser un sacerdote íntegro y de testimonio, un valiente soldado de Cristo y un osado guerrero del Reino; el atalaya es alguien comprometido
y entregado, que está dispuesto a dar la vida por la obra salvadora a favor del
género humano, por eso todo atalaya constantemente se está llenado del Espíritu Santo, avivando los dones y el fruto para atraer a las gentes, producir despertar espiritual, sostener la obra y provocar avivamiento en el mundo. Efesios 6:10-12
El atalaya se solidariza
con la necesidad del cielo del Eterno. Cuando ora lo entrega todo, pues es un servidor consagrado del
lugar santísimo, 1 Timoteo 3:7 y 9. Los atalayas son ungidos con investidura del poder que otorga Dios por
su gracia a los escogidos que claman a Él día y noche, Apocalipsis 5:8; se consagran y se
santifican, están puestos para vigilar el rebaño a través del ayuno y la lucha
espiritual en defensa de la fe que nos fue dada una vez y para siempre, Judas 3.
Un atalaya está primeramente
a favor del lugar donde Dios lo ha llamado a congregarse, ora por sus pastores,
sus hermanos en la fe, por su comunidad, la iglesia, la nación y el mundo
entero, guardando su posición de soldado y embajador de Cristo. Es un adorador nato, sabe
que la adoración y la alabanza son poderosas armas de guerra masiva contra el enemigo y sus demonios. Con
atalayas ungidos el maligno no puede ganar ventaja, porque toda maquinación en
contra del pueblo sale a la luz para ponerlo de manifiesto y echadorlo fuera al basurero eterno. Los atalayas son fuertes columnas del reino y la casa de Dios. 1 Pedro 5:8-9.
En la historia, los atalayas o trompeteros estaban
apostados sobre las paredes de la ciudad llevando a sus espaldas y bajo su responsabilidad la seguridad
de toda la ciudad o una nación. Sobre tus muros, oh Jerusalén, he puesto guardas; todo el día y toda la
noche no callarán jamás. Los que se acuerdan del Eterno Dios, no reposen,
Isaías 62:6-7. Aunque toda la ciudad durmiera, el atalaya velaba en
medio de la oscuridad de la noche, atento sobre la pared, honrando a quien lo
había colocado allí: No dará tu pie al resbaladero, ni se dormirá El que te guarda. He aquí,
que Él nunca duerme, no se dormirá El que guarda a su pueblo, Salmos 121:3-4. Como lo dice
en Joel 2:5, alza el
cuerno del carnero y emite la señal de advertencia para que las personas puedan
prepararse y no sean tomados por sorpresa ni desprevenidos.
La mejor oración del
atalaya más grande está en Juan 17, Jesús oró por sí mismo porque llegaba su hora, oró por los suyos para permanecer juntos, oró
por nosotros para ser salvos y por las multitudes para no ser divididos. Nosotros somos el fruto de ese gemido divino
en el Getsemaní, Jesucristo nos incluyó en esa sublime oración, Él intercedió,
suplicó, gimió y profetizó a favor de los que habrían de ser reconciliados con
el Padre. Su clamor se centró en los que habrían de creer en Él; oró por la
unidad de su pueblo. Sus parábolas y sermones están llenos de enseñanzas,
advertencias y promesas acerca del reino de los cielos, el infierno, la
salvación y la condenación.
Un pedido desde los tiempos
bíblicos es que el Señor traiga y capacite más obreros y soldados para que sean
colocados en lugares estratégicos contra el mal, y hayan obreros fieles en la
mies. Es necesario que cada ministerio tenga más de un obrero que trabaje
en el oficio de atalaya, y que sea delegado por Dios para vigilar por los miembros
del equipo ministerial; así siempre vamos a tener victoria en medio de las circunstancias y asechanzas del mal. Romanos 8:37-39
HOY Dios nos ordena despertar,
levantarnos y soltar las ataduras de cautividad, atar y echar fuera todo plan maligno, vigilando para vencer y dando voces contra el peligro y que luego podamos gritar de júbilo por su liberación, Isaías 52:8. El llamado del atalaya
además de ser un ministerio profético del AT, es un ministerio de liberación
hoy; todo cristiano comprometido es responsable de orar e interceder para que
se rompan las cadenas de impiedad, Efesios 5:14-17.
Velando con perseverancia,
el enemigo encontrará las puertas cerradas y guardados los muros, mientras la obra sigue
creciendo y el reino de Dios se sigue ensanchando por la predicación de las Buenas Nuevas en el poder y dirección del Espíritu Santo. Del mismo modo, habrá torres de
protección a favor del creyente que esté débil, sea inexperto, esté
desorientado o quizá haya sido desobediente. El atalaya depende de Dios
para estar despierto velar y proteger contra los ataques del enemigo porque Dios
quiere centinelas velando en el Espíritu y su Palabra, para no darle tregua al adversario,
ni ignorar las maquinaciones del los malos, Colosesnses 2:14-15.
El ministerio del atalaya
es muy serio, reclama responsabilidad y tiempo; Dios alerta a mantenernos como
fieles guardianes de su reino, que no pase como en la antigüedad que Dios
testificó contra la negligencia de su pueblo: “Sus atalayas son ciegos,
todos ellos ignorantes; todos ellos perros mudos, no pueden ladrar,
soñolientos, echados aman el dormir. Y estos perros comilones son insaciables;
y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios
caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado.” Isaías 56:11.
No tener
conocimiento de las verdades bíblicas hace que Satanás gane terreno cuando un
creyente no actúa, toma malas decisiones o camina según su propio parecer. Ser atalaya exige ser santos
y atentos. El centinela lucha y vence el sueño para evitar quedarse dormido guerrear y así estar firme, no como las vírgenes insensatas, Mateo 25:1-13.
El llamado a vigilar no es
para unos cuantos cristianos, es para toda la Iglesia del Señor. Dios mismo
prepara y habla al corazón dando pasión por la vigilia liberadora de su pueblo en ayuno y clamor unido como lo hizo Ester, Ester 2:19-23. En el Getsemaní Cristo nos dio el ejemplo máximo
de un atalaya orando por su mision, guardando y protegiendo la viña de noche y hasta la madrugada, para
que los planes del Padre prosperaran y se hiciera su voluntad, Marcos 14:32-42.
Así como los atalayas del AT anhelaban
con ansia la llegada del día, el cristiano debe cuidar continuamente su
salvación velando, en oracion y estando alerta 24/7, esperando
la llegada del Salvador que vendrá como ladrón en la noche.
“Un hombre con Dios siempre es la mayoría” — John Knox.
Mg.
MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino
REFUERZO 24- VIGILANTES
DEFENSORES EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
1. ¿Qué le dijo el Señor que debían hacer los
atalayas? Jeremías 6:16.
2. Escriba una de las tareas del Atalaya. Ezequiel
6:2.
3. Los pastores son atalayas, ¿a qué los exhorta el
Señor? 1 Pedro 5:2.
4. Cuando construían los muros de Jerusalén los
judíos fueron atalayas. ¿Cuáles fueron las
tareas
exactas que realizaron como atalayas de noche y de día? Nehemías 4:9 y 22.
5. Dios puso atalayas en Jerusalén en tiempos
antiguos. Anote Isaías 62:6.
6. Con sus palabras explique ¿cómo se aplica hoy el
texto anterior de Isaías?
7. ¿A qué debe estar atento el atalaya? Mateo 24:42.
8. En Lucas 21:36 ¿qué le dice el Señor a su pueblo.
.
9. ¿Cómo se le llama al atalaya y a qué debe estar
dispuesto? 2 Timoteo 2:3-4.
10. Los pastores como atalayas del rebaño ¿qué deben
hacer? Lucas 2:8.