Por Mí mismo juré, de mi boca surgió palabra de justicia y no será revocada; ante Mí se doblará toda rodilla y de Mí testificará toda lengua. Isaías 45:23.
A las tres de la tarde me levanté de mi aflicción, y con mis ropas rasgadas caí de rodillas, y extendí mis manos en oración a YHWH Dios, diciendo: SEÑOR estamos avergonzados como para levantar nuestro rostro ante Ti, oh Dios nuestro, pues nuestras culpas se multiplicaron sobre nuestra cabeza y nuestros graves pecados subieron hasta el cielo. Esdras 9:5-6.
Al llegar Jesús al huerto de los Olivos, les dijo: oren para que no entren en tentación. Entonces Él se apartó de ellos a una distancia como de un tiro de piedra, y poniéndose de rodillas, oraba diciendo: Padre, si es tu voluntad, pasa de Mí esta copa, pero que no se haga mi voluntad sino la tuya. Entonces pareció un ángel del cielo para fortalecerlo. Lucas 22:41.
Esta es una enseñanza poco usual, pero se complementa con una anterior escrita en 2016, titulada postrados ante Dios, ha sido inspirada por mi SEÑOR mientras oraba de rodillas con el salmo del día, sucedió algo increíble, tan pronto me arrodillé experimenté que la gloria de Dios me rodeó, senti un alivio maravilloso, la paz extraordinaria de Dios me rodeo con libertad y paz, algo diferente a otras ocasiones, cuando me arrodillo a orar con la palabra; mi corazón se alegró mucho, mi cuerpo se hizo muy liviano y descansado, sentí gozo inefable y alegría indescriptible, percibí la presencia del SEÑOR, empecé a decir muchas referencias bíblicas. ¡Vayamos ante la presencia del SEÑOR! ¡Arrodillémonos ante el estrado de sus pies. Salmos 132:7.
Al estar de rodillas dije una tras otra frase como: de rodillas te veo, de rodillas miro tu rostro, de rodillas te adoro, de rodillas me humillo ante Ti, de rodillas se goza mi alma, de rodillas te alabo, de rodillas tengo respuesta de Ti, de rodillas subo a tu presencia, de rodillas te oigo, de rodillas me uno a Ti, de rodillas veo tu gloria, etc., estas y muchas palabras más. Porque escrito está: Vivo YO dice el SEÑOR, que ante Mí se doblará toda rodilla y toda lengua alabará a Dios. Romanos 14:11.
Luego escuché su voz en lo profundo de mi corazón diciendo: asi quiero que mi pueblo permanezca en mi presencia, diles que quiero que me adoren y hablen conmigo de espíritu a Espíritu doblando sus rodillas, rindiendo su ser con su rostro puesto en tierra porque allí hablaré, los escucharé, les responderé y les daré revelación e instrucción y paz; diles que no paren de buscarme en oración, de confesar mi nombre y vivir mi palabra, no quiero activismo ni que se cansen haciendo lo que no les mandé hacer; que guarden silencio ante Mi y adoren. Quédense quietos, reconozcan que YO SOY Dios. Toda nación me honrará, y seré enaltecido en toda la tierra. Salmos 46:10.
Así surgió esta enseñanza que hoy les comparto, y creo que nunca antes como ahora, ha sido tan importante y urgente para el pueblo de Dios estar de rodillas clamando, hablando con Dios y adorando, debido a los acontecimientos del tiempo presente y las asechanzas terribles y continuas de las tinieblas.Por esta razón me pongo de rodillas delante del Padre, de quien recibe nombre toda familia en la tierra y en el cielo. Le pido que de su gloria, nos de interiormente poder y fuerza por medio del Espíritu de Dios, que Cristo se afirme en nuestros corazones por la fe y que el amor sea la raiz y fundamento de nuestras vidas...Efesios 3:14-21.
Humillados de rodillas ante el Padre y a los pies de Cristo hay poder liberador y respuesta a nuestra necesidad, se desata gran liberación espiritual, porque es humildad que demuestra a Dios pobreza espiritual, y es bueno adorar e interceder de rodillas postrados ante el Grande y Sublime SEÑOR del universo; estar de rodillas ante Dios es un gesto de humildad y dependencia a Él, allí reconocemos nuestra permanente necesidad de su protección y su fuerza, se fortalecen los débiles para derrotar todo mal. Que se arrodíllen y adoren al Todopoderoso los que viven y comen, todos los que han de volver al polvo se postren ante Él, pues solo en Él tenemos vida. Salmos 22:29.
Doblar nuestras rodillas ante Dios nos hace fuertes en la fe y firmes ante los embates del mundo porque es la sencillez de un corazón adorador reconociendo el gobierno y dependencia de Dios en todas las áreas de nuestra vida; en el original hebreo la expresión adoración es Shahhah, literalmente ponerse de rodillas con la cara en el suelo rindiendo tributo y homenaje al Creador para reconocer su majestad, y señorío, conscientes de que Él es el Dios de todo lo creado, Vengan, adoremos de rodillas; arrodillémonos delante del SEÑOR, pues Él nos hizo, Salmos 95:6; hoy nuestro compromiso de adoración reverente es con Jesucristo, nuestro Dios hecho Hombre que vino para salvarnos; otra palabra que tiene que ver con adoración es Eved, se refiere a servir en obediencia y sujeción a Dios con la actitud reverente de un adorador que sabe que todo lo que hacemos o dejamos de hacer es teniendo en cuenta a Dios, porque, Cuando estoy angustiado, llamo al SEÑOR y Él me responde. Salmos 120:1.
Arrodillarse, postrarse y adorar al Eterno, debe ser una forma de vida de quien entiende que Dios es Santo, Eterno y Dueño de todo lo que existe, que su presencia es real, verdadera y tangible, y por lo tanto, solo a Él nos rendimos y nos humillamos en adoración, conscientes de que en su Todopoderio, omnipresente y omniciente, Dios nos ve, nos escucha y nos cuida todo el tiempo. Estar de rodillas con el corazón postrado ante el SEÑOR es una clara muestra de humilde entrega de alguien que lo ama y confía en Él; adorar y alabar a Dios no es cantar mirando alrededor a la gente, es mirar al Padre y al Hijo con los ojos del espíritu, conectados y alineados de Espíritu a espíritu, como estuvo Moisés en el Sinaí; en adoración anduvieron Enoc y Elías, hablando con el Eterno postrados de rodillas, y no vieron la muerte, y yo quiero eso para mi. Génesis 5:24 y 1 Reyes 18:15.
Salgamos de lo natural y vayamos a lo espiritual, asi como nos enseñó nuestro divino Maestro, Él anduvo en el secreto espiritual para alcanzar y fortalecer el propósito de su vida, en continuo modo de oración de rodillas ante el Padre, mírémoslo en el desierto y en el Huerto de Getsemaní, alli estaba Jesús postrado de rodillas hablando con el Padre celestial: Mateo 14:23, 26:26-46; Marcos 1:35, 14:32-52; Lucas 9:18, 22:32-52, Lucas 22:39-41, Juan 4:23-24, Juan 17. La Escritura enseña muchas veces que debemos postrarnos de rodillas ante Dios, las veces que sea necesario. Salmos 95:6, 2 Crónicas 6:13, 7:3, 29:29, 1 Reyes 8:58, Daniel 6:10, Esdras 9:5; Mateo 15:25, 17:14, Marcos 5:6, Lucas 5:8, Hechos 9:40, 20:36 y 21:5; Filipenses 1:9-10, Efesios 3:14.
De rodillas se doblega el ego en humildad y confianza a Dios, el tiempo que pasamos de rodillas ante Dios es de gran ganancia, demostrando que creemos que para Dios nada es difícil ni imposible; la reina de Inglaterra dijo de Juan Wesley, "le temo más a las rodillas de ese hombre que a un ejército de 10.000 hombres;" porque de rodillas somos poderosos en las manos de Dios, somos conocidos en los cielos, como fieles de Él, determinados a confiar en Dios a pesar de las circunstancias y los ataquel del mal, cuando estamos de rodillas, somos invencibles porque descansamos en los brazos divinos mientras Él pelea nuestras batallas, Salmos 46:10. Jesús se apartó de sus discípulos, a cierta distancia; y postrado de rodillas oró, diciendo: Padre, si quieres, pasa de mi esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya...Lucas 22:41-44.
Las rodillas son la articulación más grande del cuerpo humano, ellas son importantes y vitales porque nos proporcionan, estabilidad, fuerza y resistencia para mantener el cuerpo en equilibrio mientras corremos, caminamos o estamos de pie. Es necesario cuidar las rodillas delante de nuestro Creador y Salvador, para que con con el paso de los años no se debiliten ni pierdan su fuerza facilmente, sino que permanezcamos con todo el movimiento, porque Dios es nuestro sustentador. Aunque Elías anduvo en la presencia de Dios tuvo miedo de Jezabel creyéndo que era el único que quedaba, y huyó a esconderse en una cueva, pero el SEÑOR lo fortaleció diciendo que había un remante que no había doblado rodillas ante baal y dijo: Levántate y come porque largo camino te resta; le dio instrucciones y le abrió los ojos diciendo: YO haré que queden en Israel siete mil, cuyas rodillas no se doblaron ante Baal, y cuyas bocas no lo besaron. 1 Reyes 19:18.
Las rodillas están configuradas para soportar todo el peso de nuestra humanidad, facilitándonos la extensión y la flexión: la extensión es alargar las piernas sobre una superficie, pero es con la flexión de las rodillas que desarrollamos mayor peso porque nos encorvamos y doblamos el cuerpo, lo cual se denomina alabeo al momento de agacharnos y arquear la columna, es exactamente lo que hacemos cuando nos arrodillamos ante Dios. ¡Vaya qué curioso! dice alabeo como alabar. Al arrodillarnos no solo nos estiramos para orar, sino que nos encorvamos para adorar en una posición de rendición total de genuina humildad y mansedumbre expresando nuestro amor sincero y necesidad de Dios para ver su gloria y sus milagros. Pedro echó a todos fuera, se puso de rodillas y oró; luego dijo a la niña que había muerto: levántate. Y ella abrió los ojos, y viendo a Pedro, se incorporó. Hechos 9:40.
Recuerdo que desde niña me causó curiosidad ver las ramas y las hojas de los sauces, siempre inclinadas hacía abajo, un día andando por el camino le pregunté al SEÑOR, ¿Padre por qué esos árboles parece que estuvieran tristes y llorando? Él me respondió: no es que estén tristes ni llorando, es que ellos todo el tiempo se inclinan para adorarme, por eso los sauces abundan en las orillas junto a corrientes de aguas, así permanecen verdes por mucho tiempo, guauu, dije: SEÑOR, yo también quiero adorarte así, ¡qué incrreible! Cuando salía Jesús para seguir su camino, vino uno corriendo, y arrodillándose delante de Él, le preguntó: Maestro bueno, ¿qué debo hacer para heredar la vida eterna?
Así como las rodillas son la mayor articulación de nuestro cuerpo, adorar y hablar de rodillas con Dios es la mayor y más profunda forma de comunión que nos mantiene en los manantiales del cielo, es el poder que el Cuerpo de Cristo necesita para ganar cada batalla; adorar y orar de rodillas son armas letales, ofensivas y defensivas que vencen al enemigo para que obtengamos victorias; si las rodillas son importantes para el movimiento y el desplazamiento físico, estar de rodillas ante Dios nos permite llegar en el Espíritu a lugares remotos para que la gloria de Dios descienda y se manifieste haciendo milagros en muchos lugares remotos para que haya salud integral y una actitud de alerta en equilibrio espiritual, emocional y mental. Si cuidamos nuestras rodillas físicas, también cuidemos nuestra rodillas espirituales, pues de rodillas se ganan grandes batallas como nos enseña 2 Crónicas 20. Josafat se inclinó rostro a tierra, toda Judá y los moradores de Jerusalén se prostraron delante de YHWH, y adoraron al SEÑOR...Al final sabemos que el SEÑOR hizo que los enemigos se destruyeran unos a otros. Lee 2 Crónicas 20:1-33.
Hay poder y respuesta de rodillas ante Dios, pues al inclinarnos y postrarnos, no solo nos sometemos y nos rendimos en reverente actitud de sumisión, sino que nos quedamos quietos para que Él actúe; así no somos nosotros los que peleamos, sino el SEÑOR que nos defiende y sustenta contra los embates del mundo, los retos de la vida y el ataque del enemigo; desde las rodillas enviamos cobertura espiritual a nuestra vida, la familia y las naciones para que haya arrepentimiento y perdón según la dirección de Dios. Esteban puesto de rodillas clamó a gran voz: SEÑOR, no les tomes en cuenta este pecado…Hechos 7:60.
Estando de rodillas, encorvandos y doblando el cuerpo se crucifica el alma, se doblega nuestra cerviz y se rinde nuestro corazón a Dios para reconocer nuestra limitación y pequeñez ante la grandeza del Gran Creador y SEÑOR Todopoderoso; en Dios encontramos salvación, perdón y respuesta en perfecta armonía y plenitud, y la verdad, es que de las rodillas se hace más gloriosa la oración y la adoración que agrada a Dios, excepto si es algo religioso, mecánico o fanático. Estando de rodillas experimentamos la gloria de su presencia, con esto no quiero decir que solo de rodillas recibimos de Dios, NO, a Él no le importa en muchos casos la postura de nuestro cuerpo sino la intención de nuestro corazón. El fariseo puesto en pie oraba consigo mismo…pero el publicano, estando lejos, no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que se golpeaba el pecho, diciendo: Dios, sé propicio a mí, pecador…Jesús dijo que el publicano se fue a su casa justificado, pero el fariseo no…Lucas 18:9-14.
Doblar las rodillas religiosamente es como trabajar con actitud servil esperando siempre algo a cambio, pero hacerlo con sinceridad, humildad y sencillez es amor a Dios y sujeción a su gobierno, estar de rodillas no es masoquismo ni humillación negativa, es un acto espiritual de fe genuina, aunque muchos por su condición de salud no lo pueden hacer físicamente lo pueden hacer desde su interior. Ir de rodillas ante Dios es hacerlo desde nuestro interior, algo que solo Dios ve y los espirituales entienden viendo la grandeza y misericordia del SEÑOR que nos da respaldo con milagros y prodigios oportunos. Elías oró y clamó pidiendo la manifestación de Dios y el fuego del SEÑOR consumió el holocausto avergonzando a los profetas de Baal y respaldando Dios a su profeta Elias. Cuando todo el pueblo vio, se postraron sobre su rostro y dijeron: EL SEÑOR, Él es Dios; el SEÑOR, Él es Dios. 1 Reyes 18:39.
Asi como como el liquido sonovial de la rodilla la conecta con los huesos fémur, tibia y peroné, asi, al arrodillarnos en oración y a doración, nos unimos al Padre al Hijo y al Espíriru Santo, en un ligamento celestial de profundo apoyo y poder espiritual para,que funcionemos en el Cuerpo de Cristo y afectemos todo ámbito que traspasa lo natural; estabilizados y firmes en la batalla, madurando, creciendo y avanzando en los propósitos divinos: en las rodillas se mata el orgullo, la soberbia, la autosuficiencia y se somete el ego reconociendo que somos barro en manos del Alfarero; asi, Él se deleita cuando su pueblo está de rodillas, cuando su Cuerpo, la Iglesia, se sostiene en oración unida por las coyunturas de sus rodillas espirituales. Y cuando de rodillas escudriñamos las Escrituras y oramos con la palabra hay revelación y entendimiento, viene cantico profético y subimos hasta el trono de la gracia, y nuestro corazón se ensancha de amor por Dios. Porque escrito está: Vivo YO, dice el SEÑOR que ante Mí se doblará toda rodillas, y toda lengua confesará a Dios. Romanos 14:11.
Hay fuerza en las rodillas para expresar pobreza de espíritu, de lo cual enseñó Jesús en las Bienaventuranzas, la gloria de Dios desciende y la atmósfera se llena de su presencia en un ambiente de luz e intimidad celestial; a veces guardamos silencio y escuchamos al SEÑOR, sea en el lugar secreto, en medio de la naturaleza o en un espacio propicio para ese momento en el río del Espíritu; de rodillas para Dios en un acto de libertad para recibir los manjares de la mesa del Rey, llegando a expresarnos con el idioma del cielo, unidos al canto al de los ángeles y la corte celestial que nos acompaña y asiste en momentos especiales. Jesús se apartó de sus discípulos y cayó de rodillas en el Getsemaní, con su rostro en tierra clamaba al Padre estando en agonía, rogando que se hiciera la voluntad del Padre y se le apareció un ángel del cielo para fortalecerlo. Lucas 22:39-46.
En las rodillas podemos sentir el más intenso impacto al tocar el corazón del Padre, sentimos que somos verdaderos hijos amados y auxiliados por Abba Padre. ¡Cuando de rodillas te adoro, veo lo grande que eres Padre, mi espíritu se eleva y alcanza la gloria de tu presencia, saturando mi alma de tu amor y tu gozo! Además, estar de rodillas es más cómodo para el cuerpo, podemos permanecer mayor tiempo sin cansarnos, si estamos sobre una superficie suave y cálida a los pies del SEÑOR, estaremos atentos a lo que Él manifieste, como lo hizo Abraham por el pacto de la circuncisión y Myriam a los pies de Jesús en casa de Lázaro, Lucas 10:39. Entonces Abraham postró su rostro a tierra y Dios habló con él, diciendo: He aquí mi pacto contigo, y serás padre de muchedumbre de gentes. Génesis 17:3.
La posición de rodillas ante Dios es una sincera actitud de respeto reverente de un hijo que busca el consejo de su Padre para aceptar su voluntad y dirección, sabiendo que el Padre es fuente de sabiduría y se interesa por nosotros en cada detalle de nuestra vida, porque Él es nuestro único Rey soberano a quien servimos de corazón y nos responde, Elias se arrodilló y oró siete veces hasta que llegó la lluvia...Elías subió a la cumbre del Carmelo, y postrándose en tierra, puso su rostro entre las rodillas...Y aconteció estando en esto, que los cielos se oscurecieron con nubes y viento, y hubo una gran lluvia...Y la mano del SEÑOR estuvo sobre Elias, el cual ciñó sus lomos. 1 Reyes 18:41-46.
Estando de las rodillas adoramos guardamos silencio para recibir instrucciones, en el privilegio de ser usados como instrumentos de su gloria, y que su Espíritu Santo nos llene con aceite fresco y nos faculte para llevar a cabo el llamado y la encomienda, como lo hacían los patriarcas, los profetas y los apóstoles, pues de rodillas somos obedientes para buscar el rostro de Dios, recibir visiones y revelación, sino es así, no solo las rodillas, sino todo el cuerpo se debilitarán a causa del pecado de desobediencia e independencia de Dios. Deuteronomio 28:35. Y cuando te digan, ¿por qué gimes? Dirás: Por la noticia que viene, todo corazón desfallecerá, toda mano se debilitará, todo espíritu se apagará, y toda rodilla flaqueará. He aquí viene y sucederá, declara el SEÑOR. Ezequiel 21:7.
Es bueno buscar a Dios de rodillas en todo tiempo, especialmente cuando nos sentimos angustiados, desolados y vencidos, pues Él es poderoso para levantarnos, darnos una salida y aliviar nuestras cargas. Estar de rodillas ante de Dios es un privilegio celestial que nos saca de la tibieza y la rutina espiritual, preparándonos para enfrentar y conquistar cada día, con espíritu afable, fuerte y firme caminando con Cristo y aceptando lo que consideramos incomprensible; de rodillas nos olvidamos del mundo y nos concentramos en Dios el Padre y el Hermano Mayor. Al que tropezaba tus palabras han levantado, y las rodillas débiles has robustecido. Job 4:4. David dijo al pueblo: bendigan ahora al SEÑOR nuestro Dios. Y toda la asamblea bendijo a YHWH, el Dios de sus padres, se inclinaron y se postraron ante el SEÑOR y ante el rey. 1 Crónicas 29:20 y Hebreos 2:11-12.
Una espiritualidad de rodillas ante Dios nos hace gigantes de la fe, equipados con su autoridad suprema y si nos sentinos derrotados, nos levantamos renovados como águilas, fuertes como búfalos, e invencibles como leones espirituales a la manera de guerreros dispuestos para la batalla. Vengan, adoremos y postrémonos; doblemos las rodillas ante el SEÑOR nuestro Hacedor. Salmos 95:6.
Albert Einstein dijo una frase que no podemos pasar por alto: El hombre es grande cuando está de rodillas, el que se humilla ante Dios, Él lo exalta y lo hará firme para estar de pie en el mundo, alejados del maligno y de todo ataque que se levante contra nosotros, con la Luz de Cristo y el fuego del Espíritu que brilla y reposa sobre nosotros como fuego consumidor y como El aceite que corre desde la cabeza de Aarón y baja por sus vestiduras, allí envía el SEÑOR bendición y vida eterna. Salmos 133. Esto porque Aarón era un sacerdote que permanecía mucho tiempo de rodillas en la presencia del Eterno, nosotros también somos sacerdotes que deben ir continuamente de rodillas delante de Dios, para que su gloria nos impregne y nos empape con sus aguas de vida. Todos los grandes de la tierra comerán y adorarán; se arrodillarán ante Dios todos los que descienden al polvo, aun aquellos que no pueden conservar viva su alma. Salmos 22:29.
Si estamos de rodillas fluirán las aguas vivas del río de Dios desde su trono, en una unción fresca, abundante y productiva como lo describe Ezequiel 47, para salvación, sanidad, crecimiento y multiplicación, porque de rodillas recibimos las fuerzas de Dios que rejuvenecen y resplandecemos como luminares en el mundo disipando las tinieblas, como lámparas que arden llenas de aceite en el altar de Dios, la novia que espera al Esposo, aprendiendo paciencia mientras corregimos nuestras faltas en el SEÑOR y nos perfeccionamos constantemente, y porque el amor por Dios nos vence, terminamos de rodillas ante Él. Por esta causa, doblo mis rodillas ante el Padre de nuestro SEÑOR Jesucristo, de quien toma nombre toda familia en los cielos y en la tierra. Efesios 3:14-15.
Es urgente en este tiempo estar de rodillas ante Dios las veces que sea posible en el día y la noche para guardar esta salvación tan grande, suplicar protección, fortalecer nuestro espíritu, ser valientes y contender ardientemente por la fe, sabiendo en manos de quien estamos, a quien pertenecemos y a dónde vamos; en las rodillas nos blindamos firmes sobre la Roca de los siglos y nos escondemos en la Torre fuerte contra todo ataque del maligno. Y alzando David los ojos, vio al ángel del SEÑOR que estaba entre la tierra y el cielo, con una espada desenvainada en su mano, extendida sobre Jerusalén. Entonces David y los ancianos, vestidos de cilicio, cayeron sobre sus rostros. 1 Crónicas 21:16.
No son los ideólogos del mundo, ni los políticos de turno con sus leyes acomodadas los que transforman nuestra sociedad ni nos hacen justicia, y mucho menos nos defienden, es nuestra adoración y oración junto a Dios que une nuestro corazón al corazón del Padre, en perfecta comunión y amistad para ver cambios y vida nueva; el sacerdote Esdras al ver la terquedad y desobediencia de su pueblo y que vivian mezclados con los pueblos paganos, se tiró de rodillas para interceder ante Dios pidiendo misericordia, Y a la hora de la ofrenda de la tarde, me levanté de donde había estando haciendo duelo con mi vestido y mi manto rasgados, y caí de rodillas, para extender mis manos al SEÑOR mi Dios... Esdras 9:5-7.
De rodillas pedimos perdón a Dios por los pecados propios y del pueblo, al mismo tiempo que rendimos culto al Rey de reyes, sumergiéndonos en su misericordia y su bondad, para eliminar la toxicidad del mundo como cautivos de esperanza que confian y creen en el futuro glorioso de Sión, para levantarnos del polvo con vidas dignas y limpias, sin máscaras, ni fachadas ni falsedades de hipocresía, porque el tiempo apremia y es tiempo d3 arrepentirnos, de estar en Dios y alinear nuestra mente a la de Cristo. Vengan, adoremos y postrémonos; arrodillémonos delante del SEÑOR nuestro Hacedor, porque Él es nuestro Dios; nosotros el pueblo de su prado, y ovejas de su mano. Salmos 95:6-7.
Buscar a Dios de rodillas, nos mantiene despiertos y abre nuestro entendimiento para NO ser fácil presa de las circunstancias, aunque sean parte del control de calidad del Alfarero que nos esculpe en sus manos de amor y ternura haciéndonos vasijas de su honra para predicar y enseñar con efectividad, mostrando su rostro resplandeciente. Fue lo que le sucedió a Moisés, estuvo cuarenta días y cuarenta noches postrado y atento ante la presencia del Santo y su rostro resplandecía, Éxodo 34:29. El universo entero se postra ante su Hacedor…SEÑOR, Tú hiciste los cielos de los cielos con todo su ejército, la tierra y todo lo que en ella hay, los mares y todo lo que en ellos hay. Tú das vida a todos ellos y el ejército del cielo se postra ante Ti. Nehemías 9:6…se inclinarán a Él todas las costas de las naciones cada una desde su lugar. Sofonias 2:11.
Una vida llena del Espíritu, continuamente va de rodillas al lugar santísimo en ayuno, oración y adoración, para ser liberados de los afanes, las locuras del mundo, la presión del adversario, las cargas que da el sistema y aprendiendo a doblegar la carne; toda batalla se gana de rodillas; el SEÑOR nos hace estrategas y guerreros valientes que desarrollan los dones y viven el fruto; lo digo por la experiencia, que es cuando estoy de rodillas escudriñando las Escrituras en oración que recibo inspiración y revelación del Espíritu Santo con cántico nuevo, lenguaje celestial y profetizando la palabra, recibiendo entendimiento y fuerzas nuevas con gran gozo, mucho más cuando estoy débil y casi vencida, de rodillas encuentro libertad, consuelo y victoria. Y Josafat humilló su rostro para consultar a YHWH, e hizo pregonar ayuno a toda Judá…2 Crónicas 20:1-4.
Estar rostro a tierra delante de Dios nos introduce en la corte celestial, protegidos, guardados y con sabiduría para afrontar peligros y situaciones graves; deleitándonos en la gloria celestial y alcanzar oportuno socorro. Solo ante Dios doblamos las rodillas, bajar la cerviz y humillar el rostro para avivando el alma y el espíritu. Y toda la multitud adoraba, los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; y cuando acabaron de ofrecer, se inclinó el rey, y todos los que con él estaban y adoraron. 2 Crónicas 28-29.
Adoraremos, inclinados, postrados y rendidos a sus pies. Amén y amén. Aleluyaaa.
Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.