LO QUE ES PERMANECE AUNQUE MUCHOS QUIERAN EVADIRLO.
¿Qué prefieres: felicidad en el cielo, o tormento eterno?
Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los creó, varón y hembra los formó. Génesis 1:27.
Sin santidad nadie verá al SEÑOR. Hebreos 12:14. Sean santos, porque YO SOY santo. Levítico 11:44, y 1 Pedro 1:16.
Y si el SEÑOR condenó a destrucción las ciudades de Sodoma y Gomorra, convirtiéndolas en ceniza y poniéndolas por ejemplo, a los que viven sin temor ni reverencia a su Creador, pero Dios libró al santo Lot, que era acosado por la nefasta conducta de los malvados, pues este justo tuvo que soportar, ver y oír, la inmundicia de ellos, porque vivía en medio de ellos, y se afligía cada día su alma justa con los terribles hechos de impureza y maldad. 2 Pedro 2:6-8.
Lo que ha dicho Dios, siempre permanecerá, así muchos saquen pretextos e ideologías vanas para evadir su responsabilidad y hacer ver su maldad como algo “normal”, cada uno será culpable o inocente delante de Dios, por lo que hizo o dejo de hacer con su vida y por el trato que le dio al cuerpo que es templo del Espíritu Santo. No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para que los que creen sean salvos. Romanos 1:16.
Lo que dice la Escritura es verdad y es correcto, porque salió de Dios, aunque el hombre malo intente torcerlo, cambiar y alterar en su contenido, millones de biblias en el mundo conservan la verdad de Dios intacta, sea en el idioma que sea, la palabra de Dios permanece para siempre; el Eterno mostrará su irá castigando y dejando en el lugar que le corresponde a toda la gente sea mala e injusta o buena y justa; la maldad es locura inicua que intenta ocultar la verdad. Lo que de Dios se conoce, ellos lo saben muy bien, porque Dios mismo se los ha revelado y lo ha puesto en sus conciencias. Romanos 1:19.
Estas perversiones que hoy vemos tan descaradas, son muy antiguas, porque mientras haya gente en la tierra, habrá malos y buenos; El Creador, a través de sus ángeles castigo a los sodomitas que intentaron violar en grupo a las criaturas angélicas enviadas por Dios para salvar a Lot, los moradores de Sodoma, Gomorra y sus ciudades vecinas estaban totalmente perdidos en su depravación, fue por eso que quedaron ciegos esos perversos. Génesis 19:1-11. Cada uno sabe las razones que lo han llevado a ese estilo de vida, y mientras haya vida hay esperanza de arrepentimiento para abandonar el pecado y volverse a Dios para que cuando mueran vayan al cielo. Y como Lot todavía titubeaba, los ángeles lo agarraron de la mano, y también a su esposa y a sus dos hijas, y los llevaron enseguida a un lugar seguro fuera de la ciudad, por el SEÑOR tuvo misericordia de él y su familia. Génesis 19:16.
La palabra del Santo Dios es clara y precisa, No se echará el varón con otro varón como si fuera con mujer, esto abominación ante Dios. Levítico 18:22. Esto incluye a la mujer que tampoco debe tomar a otra mujer para vivir con ella como si fuera un marido. Y si alguno se ayunta con varón como si fuera con mujer, ambos cometieron gran maldad; ambos han de ser muertos; sobre ellos será su propia sangre. Levítico 20:13. No solo están muertos espiritualmente, sino que, si no se arrepienten y abandonan tal iniquidad, entonces irán a condenación eterna cuando mueran.
La sodomía incluye la prostitución, y todo pecado que se comete contra el cuerpo, toda impureza sexual y violencia contra la integridad humana es perversión aborrecible, porque se manipula, se comercia, se vende, se ensucia y se expone el cuerpo como si fuera cualquier cosa que vale un sucio dinero dado por el placer delo momento, No puede haber entre el pueblo, ramera alguna, ni haya sodomitas entre los hijos de Dios. Deuteronomio 23:17.
El libro de jueces, reyes y otras partes de la biblia advierten con ejemplos reales la maldad de la gente sin temor de Dios, mostrando las acciones pervertidas y torcidas aún entre el mismo pueblo de Dios, los benjamitas, que violaron hombres y mujeres, por lo cual fueron condenados duramente y pagaron con su propia vida, y no era para menos ante tan crasa abominación. Jueces 19:16-24.
El Eterno había advertido a su pueblo que no imitaran lo mismo que practicaban los pueblos que no conocían a Dios, sino que se mantuvieran limpios y santos para su Creador y Libertador, pero ellos cayeron en las mismas abominaciones, por eso el SEÑOR los entregó a la destrucción en manos de sus enemigos. Hubo también sodomitas en la tierra, hombres hebreos que hicieron conforme a todas las abominaciones de las naciones que el SEÑOR había echado de delante de los hijos de Israel. 1 Reyes 14:24.
Como verdaderos hijos de Dios y redimidos en Jesucristo, somos llamados a amar a todos, pero eso NO indica que tengamos que aceptar y tolerar las inmundicias de los sodomitas y todos sus derivados; hoy, debido a los DDHH, no podemos hacer lo mismo que los santos de la antigüedad hacían, pero sí podemos alejarnos y protestar porque no aceptamos sus prácticas que nos quieran imponer a la fuerza con miles de ardides, su vergonzoso estilo de vida; pueden vivir como quieran pero no tuerzan la verdad, no corrompan a los inocentes ni se descaren en los lugares públicos. Por lo cual Dios los abandonó a su inmundicia, para que hicieran todas las cosas vergonzosas que deseaban en su corazón. Y como consecuencia usaron sus propios cuerpos para hacerse cosas viles y degradantes entre sí. Romanos 1:24-25.
No los aborrecemos ni los odiamos, pero si los exhortamos y oramos por ellos para que se arrepientan y vuelvan a la rectitud delante de su Creador. Asa, rey de Judá, hizo lo recto ante los ojos del SEÑOR, como David su padre. Porque quitó del país a los sodomitas y quitó todos los ídolos que habían hecho. 1 Reyes 15:1-12.
La prostitución, la sodomía y toda perversión sexual se relaciona con la brujería, y a idolatría, todas ellas son abominaciones gravemente castigadas por el SEÑOR. Entonces el rey Josías se puso de pie junto a la columna del templo e hizo pacto con el SEÑOR, de que él y su pueblo caminarían con el SEÑOR y guardarían sus mandamientos, sus testimonios y sus estatutos, con todo el corazón y con toda su alma, y que cumplirían las palabras del pacto que estaban escritas en el libro de la ley de Moisés. Y todo el pueblo confirmo el pacto. Derribaron los altares de prostitución e idolatría que había en la casa de YHWH, en los cuales las mujeres tejían para la diosa Asera. 2 Reyes 23:3-7.
Muchos imaginan que eso se habló porque era el AT, pero que en NT si estamos en Cristo y la gracia, “todo es válido”, pero se equivocan y se engañan muchos, toda la palabra de Dios es válida desde Génesis hasta Apocalipsis hasta el último día que haya gente sobre la tierra. ¿No saben que los injustos no heredarán el reino de Dios? No se yerren ni se equivoquen: ningún fornicario, ni idólatra, ni adúltero, ni los afeminados, ni los que se echan con varones. 1 Corintios 6:9.
La iniquidad consiste en violar los Diez Mandamientos para cometer los peores y más atroces pecados en que el hombre traspasa los límites delante de Dios, Conociendo esto, que la ley no fue dada para los justos, sino para los transgresiones, desobedientes y violadores del bien, la ley es para los impíos, criminales, homicidas, ladrones, irreverentes y profanos, para los pecadores parricidas y matricidas, para los fornicarios, para los sodomitas, para los secuestradores, para los mentirosos, los que violan juramentos, y para todos los que se oponen a la sana y santa doctrina. 1 Timoteo 1:9-10.
Todo pecado de la carne es un vicio letal, algo sucio que desvía los pensamientos, tuerce la vida y contamina el alma para que se condenen muchos por la eternidad, porque con todo eso los engaña el diablo queriendo que eviten a Dios, no lo obedezcan, lo ignoren o lo aborrezcan. No olviden que Sodoma y Gomorra y las ciudades vecinas, estaban llenas de inmoralidad y de toda clase de perversión sexual. Esas ciudades fueron destruidas con fuego, y sirven como advertencia a la humanidad, que, con el juicio de Dios, muchos irán al fuego eterno. Judas 1:7.
Cuando la palabra habla de fornicación también incluye la homosexualidad y la prostitución, puesto que son pecados que no sacian y se cometen con más de una persona, Efesios 5:5, Hebreos 13:4 y Apocalipsis 21:8 y 22:5. Los que están esclavos de todo esto innombrable, están bajo la ira de Dios y sufrirán el feroz castigo de su pecado. Jueces 19:22, contiene un ejemplo de tal abominación.
Conociendo la palabra, creo que esto es suficiente para que sirva de enseñanza y ayude a muchos que quizá lean esta enseñanza de la palabra y puedan recapacitar, arrepentirse y dar un giro de 180 grados para que se vuelvan a Cristo, reconozcan y confiesen su pecado, sean lavados en su sangre, sellados con su Espíritu y sean salvos. Es urgente, muy importante y necesaria la santificación hasta el último día que estemos en la tierra, porque sin santidad nadie verá al SEÑOR, Hebreos 12:14. ¡Que cuando muramos, estemos limpios y preparados para encontrarnos con nuestro Rey eterno y permanecer en su presencia por la eternidad!
Lee Miqueas 1:1-16. La Biblia dice que hay vida después de la muerte. Según la Palabra de Dios, esto significa que los que acepten a Jesús como SEÑOR y Salvador pueden tener la certeza de que estarán con Él por toda la eternidad. Sin embargo, los que rechacen al SEÑOR estarán sin Él en un lugar terrible y sin esperanza. Es bueno recordar que el ser humano no consta solo del cuerpo físico. Contrario al resto de la creación, Dios creó a cada ser humano con espíritu, alma y cuerpo, 1 Tesalonicenses 5:23. Hablando sobre el fin de la vida del ser humano, Salomón escribió: Volverá entonces el polvo a la tierra, como antes fue, y el espíritu volverá a Dios, que es quien lo dio. Eclesiastés 12:7.
No es nuestro cuerpo físico el que vivirá por siempre, el cuerpo que tenemos hoy volverá a la tierra Génesis 3:19, el espíritu de los hijos de Dios vivirá con Él por la eternidad. Es precisamente nuestro espíritu el que responde a Dios, Romanos 8:16. Nuestro Padre se revela a cada uno de nosotros a través de su creación y a través de su Palabra. Pero nosotros debemos permitirle entrar y morar en nuestro corazón, Apocalipsis 3:20. Al hacerlo, recibimos la esperanza de la vida eterna junto a Dios.
La gran realidad es que muchos ignoran, que nadie podrá ir al cielo haciendo lo contrario a la palabra de Dios. No existe un sitio intermedio después de la muerte, así que ni misas ni oraciones ni ninguna otra cosa sacará de su lugar a los muertos. La única manera de ser salvos es a través de Jesucristo, y es mientras vivimos que decidimos ir al cielo creyendo y recibiendoa Cristo como SEÑOR y Salvador, con Él decidimos felicidad eterna, sin Él, muchos irán al infierno porque siguen haciendo los que les da la regalada gana, se gozan haciendo su propia voluntad dejando a Dios a un lado viviendo en vanidades ilusorias y temporales, dándole gusto a su cuerpo; así que, si no has tenido un encuentro personal con Jesucristo, lamentablemente te condenarás. Arrepiéntete, abandona tu pecado y vuélvete a Dios, entrégale tu vida y vive para obedecer su palabra llena de principios y virtudes que nos hacen responsables de sí mismo y aceptos ante Dios.
Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero, y servidora de su
reino.
