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31 oct 2015

¿DESESPERADO? BÚSCA A JESÚS EN SU PALABRA, LA BIBLIA Y LEE



SI ESTÁS DESESPERADO BUSCA A DIOS EN LA BIBLIA

Bienaventurados los que lloran porque ellos recibirán consolación, Mateo 5:4. Cercano está el Señor para salvar a los que tienen roto el corazón y el alma, Salmos 34:18.

Aunque yo tenga que pasar por el más oscuro de los valles, no temeré peligro alguno, porque Tú, Señor estás conmigo; tu vara y tu bastón me inspiran confianza, Salmos 23:4.

Cuando me llame, le contestaré; ¡YO mismo estaré con él! Lo libraré de la angustia y lo colmaré de honores. Lo haré disfrutar de una larga vida; ¡Lo haré gozar de mi salvación! Salmos 91:15-16.

Hoy puedo recordar y hacer una comparación de la realidad, puedo acordarme cuando sufría pero estaba sin Cristo, mi dolor era fuerte, sentía que mi corazón iba a fallar, lloré tanto, sufrí tantas cosas duras, que en ocasiones sentía que desfallecía y quería morir, duraba horas y días llorando desconsoladamente, pero solo el sueño y el cansancio me vencían, despertando luego a la realidad sin esperanza ni consuelo, porque el pecador es derribado por su maldad…Proverbios 14:32a, y muchos son sus dolores…Salmos 32:10a

Lo maravilloso del cambio, es que cuando caminamos con el Amado Salvador Jesucristo el dolor ya no es solo tuyo, Él lo toma en sus manos y se hace más liviana tu carga; he sufrido cosas que mis amigas han dicho: amiga, te admiramos, porque lo que has pasado, nosotras no lo hubiéramos podido soportar, ¡a Dios sea la honra! El punto es que sufrir, llorar, pasar la prueba, sentir dolor, tener pérdidas y creer que el mundo se te vino encima, es diferente cuando caminas de la mano de Jesús, el que camina con el Señor su misericordia lo rodeará, Salmos 32:10b.

Tú lloras a sus pies, le cuentas tu dolor y gimes de angustia derramando tu corazón, pero una vez que hablas con Él, buscas su palabra y encuentras el consuelo perfecto, su palabra cobra vida, su voz suena como una dulce cascada que refresca tu alma. Entonces te puedes parar de tus rodillas, fortalecida, consolada, con nuevas fuerzas, con fe firme y confianza sólida en Aquel que te ha oído, te ha respondido y consolado y has experimentado su amor y percibido su abrazo, Ustedes se afligen ahora; pero YO volveré a verlos, y entonces su corazón se llenará de alegría, una alegría que nadie les podrá quitar, Juan 16:22.

Si hoy puedo ser fuerte, si hoy puedo soportar muchas cosas, es sólo porque cuento con la presencia permanente del amor de mi Señor Jesucristo y el dulce calor de su Santo Espíritu que continuamente cultivo en su presencia y me recuerda sus promesas plasmadas en su bendita palabra.Si alguno de ustedes está afligido, que ore. Si alguno está contento que cante alabanzas. Santiago 5:13. No llores ni te angusties, adora a Dios y Él cambiará tu lamento en regocijo, quitará tu luto y lo convertirá en fiesta, Salmos 30:11.

Cuando sufrimos un dolor profundo, nuestro cuerpo se enfría y pierde vitalidad, pero Dios llega y te inunda calor de vida, llena tus vacíos y te da deseos de seguir luchando y perseverando, ya no para ti, sino para Él, por amor a Él; cuando complaces el corazón de Dios, Él te bendice y te llena de gozo, el amor intenso de Dios y el que brota de tu corazón hacia el Dueño de Todo, se unen en una sola fuerza poderosa e inquebrantable que nos impulsa a levantarnos como águilas para volver a volar. Pero debemos entender que sin dolor no hay ganador y todo tiene un precio que pagar en esta vida, así como lo pagó nuestro Salvador Jesús por la salvación de nuestras almas, Dios es como el oxígeno, no puedes verlo, pero sin Él no puedes vivir, Cercano está el Señor para salvar a los que tienen roto el corazón y el alma, Salmos 34:18.

Si tu mi querido lector, estás pasando por cosas difíciles, Busca al Eterno Amor en tu biblia, lee si te sientes perdido, si crees que no tienes esperanza, allí encontrarás a Quien te ha amado de tal manera que entregó su vida por ti, te ha cuidado hasta el día de hoy, entonces  sabrás ¡cuán grande es Jesús! Sólo Él hace leve el peso que hay en tu vida, una buena vida aún en el dolor, se relaciona directamente con Amar a Dios por encima de toda y oír su voz en las páginas de la biblia bien leída, meditada, recordada y vivida, ¡Oh, cuánto amo yo tu palabra Señor! Todo el día es ella mi meditación, Salmos 119:97.

La biblia es poder transformador, tiene la gracia extraordinaria de cambiar las vidas, renovar nuestra mente e impactar nuestro comportamiento cuando creemos y vivimos las instrucciones y consejos que Dios nos enseña en ella. La palabra de Dios cobra vida en ti y en mí, cuando la atesoramos, porque ejerce un fuerte afecto de ternura sobre el corazón, Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir. De ese modo, los servidores de Dios estarán completamente entrenados y preparados para hacer el bien, 2 Timoteo 3:16-27.

Hasta el día de hoy y hasta el último que yo tenga en esta tierra, Dios y su palabra serán mi refugio, mi fortaleza y mi alegría en todo tiempo. Así que, es imperativo, urgente y sabio leer y vivir la biblia para cambiarlo todo en nuestra vida, nuestra familia, nuestro alrededor y el mundo entero. Porque la salvación de los justos es de YHWH. Y Él es su fortaleza en el tiempo de la angustia. YHWH los ayudará y los librará; los libertará del malo, y lo salvará, por cuanto en Él esperaron, Salmos 37:49-40.

Todo depende de nuestra actitud ante Dios y su palabra, debemos ser responsables y crear confianza en la gente con nuestra manera de vivir como hijos amados de Dios; si mostramos serenidad, alegría aún en medio del dolor, y vivimos los principios, fundamentos de Dios y parámetros de moralidad que nos heredó en la biblia, podremos ser vencedores y victoriosos en el bien vivir y en las relaciones interpersonales, sonriendo y ayudando a otros en medio de nuestra propia necesidad, ustedes deben saber ¡cuán maravilloso es eso!. Ustedes, como hijos amados de Dios, procuren imitarlo, Efesios 5:1. Si nuestro Rey sufrió siendo santo, cuánto más nosotros que somos pecadores.

Te sugiero algunas formas de profundizar en las Escrituras, para tener vidas felices, en paz y con propósito aun cuando estés sufriendo:

Oyéndola:          En las enseñanzas dadas en cada predicación, Romanos 10:17
Leyéndola:         Diariamente de manera juiciosa y tomando apuntes, Deuteronomio 17:17
Meditándola:      Dándole vueltas en la mente y haciéndola una forma de vida, Josué 1.
Memorizándola: Recordando promesas y confesándola en momentos difíciles,
                           Salmos 119:11
Obedeciéndola: Prestando atención a los principios y mandatos de Dios, Deuteronomio 28
Predicarla :        Practicando y compartiendo todo lo bueno que ella nos enseña y
                          atendiendo sus consejos y advertencias para enseñarla a otros,
                          Romanos 2:13, Santiago 1:22-25.

La Biblia hay que leerla para ser sabios, Salmos 19:7
creerla para ser salvos, Juan 5:39
practicarla para ser santos, Efesios 5:26
apropiarse de ella para ser sanos, Salmos 107:20
confesarla para ser libres, Efesios 6:17
obedecerla para ser bendecidos, Deuteronomio 28:1-14 y 
predicarla para honrar a Dios y salvar a otros cumpliendo la Gran Comisión, Mateo 28:19-20, Éxodo 18:20 y Tito 1:9.

La Biblia es la Palabra de Dios, siempre la tienes a la mano. Hebreos 4:12,
La Biblia es la biblioteca divina, contiene 66 libros y es eterna, Mateo 24:35
La Biblia es la voz de Dios, que todo el tiempo se deja oír, Salmos 119:105,

La Biblia es el Manual de Vida del creyente, te forma en principios, valores y virtudes, Santiago 1:22,2 Timoteo 3:16-17

La Biblia es la Guía Máxima para una vida con propósito, nos confronta con  nuestro pecado, nos corrige en el error, nos ánima en el dolor, nos aconseja a la hora de decidir, nos exhorta, nos muestra el camino y nos da paz Mateo 7:24,

La Biblia es la Revelación de Dios,  para conocer al Padre, al Hijo y al Espíritu  Santo  en su profundo y eterno amor perdonador, Juan 1:1 y 5:39,

La Biblia son las Sagradas Escrituras que iluminan tu camino y fortalecen tu ser, Juan 7:38.

La Biblia es consolación de Dios en tiempos de angustia y soledad, Salmos 18:35-36
La Biblia es sabiduría de Dios para hacernos prudentes, sabios y santos, Salmos 119:130,Proverbios 2:2.

La Biblia es alimento al alma, fuerza vital al cuerpo y luz al espíritu, Mateo 4:4 y  1 Pedro 2:2.

La Biblia es el camino a la libertad verdadera en Cristo Jesús, Juan 8:31-32,
La Biblia endulza y alegra nuestra cotidianidad, Salmos 119:103.

La Biblia nos enseña y nos muestra el Camino de salvación que lleva al cielo para gozar eternamente viendo el rostro de Dios, Santiago 1:21,  Proverbios 8:35 y Juan 10:28-30.

Así que mi querido lector, no estés nunca más desesperado, no te sientas abandonado, tampoco creas que estás solo o que nadie te comprende, porque Papá Dios, nuestro Amado Jesucristo y nuestro Amigo Espíritu Santo, están junto a ti; Dios te ama, te mira, te oye y te abraza continuamente cuando vienes a Él. Es tan hermoso nuestro Dios, que nunca está muy ocupado como para no atendernos; Él siempre espera por ti y por mí para consolarnos, darnos su amor y mostrarnos un camino mucho más excelente. YO estoy con ustedes todos los días hasta el fin, Mateo 28:19.

Ustedes deben procurar los mejores dones. Yo voy a enseñarles un camino mucho más excelente, 1 Corintios 12:31. Y en el capítulo siguiente, encontramos la preeminencia del amor, porque Amar a Dios y amar su palabra, nos capacita para valorarnos a nosotros mismo y amar a nuestro prójimo, cubriendo con su amor multitud de faltas y consolando en el dolor; amemos a Dios intensamente, sólo así veremos su gloria en la transformación de nuestra vida y nuestras circunstancias. ¡Qué el Dios de la esperanza los llene de todo gozo y paz en la fe, para que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo! Romanos 15:3. 

Si usted no está seguro en la autoridad de la Biblia ni cree en la veracidad de la palabra de Dios, usted será esclavo de lo que le suene y le parezca bien al mundo, su vida será como una hoja mecida por el viento que va de aquí para allá sin tener un buen final en su carrera.


Mg. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino



28 oct 2015

EL PECADO-NOMBRES BÍBLICOS


NOMBRES BÍBLICOS DEL PECADO 
QUE NOS SEPARA DE DIOS

Todos han pecado y están lejos de la presencia gloriosa de Dios. Pero Dios, en su bondad y gratuitamente, nos hace justos, mediante la redención que Cristo hizo en la cruz, Romanos 3:23-24. El pecado te alcanzará, Números 32:23.

Mi pueblo es destruido por falta de conocimiento, Oseas 4:6. Mi pueblo es hecho prisionero y desterrado porque no reconocen mi autoridad, Isaías 5:13.

Muchas personas andan por el mundo de manera liviana, retraída y perniciosa, creyendo que el estilo de vida y los hábitos que practican son “normales” y en muchos casos dicen que no le hacen mal a nadie, algunos hasta se jactan  diciendo: no mato, no robo y con nadie me meto., pero la biblia asegura que el pago por el pecado es muerte, pero el regalo de Dios es vida en Cristo Jesús, Romanos 6:23. . 

El mundo actual anda preocupado, aterrado por la violencia, el alto grado de maldad, el desorden social, el derrumbamiento familiar y la falta de honestidad a todo nivel y en todo lugar, todos estos fenómenos de dolor que enfrenta la humanidad es consecuencia del pecado, miles hacen caso omiso a las advertencias de Dios y están alejados de Él. Quizá algunos escapen de las leyes humanas y se burlen de todos, sin embargo su pecado los alcanzará, y si no se arrepienten, Dios y su conciencia serán sus jueces.

El pecado tiene muchas formas y facetas, la biblia lo define de varias maneras: es transgresión a la ley de YHWH haciendo caso omiso a sus mandamientos, sea de manera casual o intencional, Ezequiel 18:31 y 1 Juan 3:4; es iniquidad por rebelión contra Dios y desobediencia a sus mandatos e instrucciones, desafiando el señorío, autoridad y gobierno de Dios en franca oposición de seres sin Dios y sin ley, debido a su soberbia, ego inflado, terquedad, orgullo y auto suficiencia, sin tener la cobertura del Creador,  Zacarías 7:11 e Isaías 1:2; es perversidad con corrupción moral por deseos sensuales, codicia y avaricia, dando rienda suelta a los apetitos del cuerpo, traspasando los límites de lo decente con una procaz manera de vivir, Proverbios 6:12-14, Romanos 7:7-24

También pecado es Maldad, mediante intenciones sucias, malsanas e inapropiadas salidas de la dureza de un corazón que no teme a su Creador, Lucas 11:39; es Degradación, con continuos pensamientos torcidos y delictuosos de extrema gravedad malévola, Génesis 6:5; es Ignorancia, en el desconocimiento al Creador Salvador y sus asuntos santos, que hace tropezar no solo a sí mismos, sino también a otros, Salmos 19:12 es injusticia, al torcer, viciar y enlodar lo que es recto y justo, llamando bueno a lo malo y viceversa, 2 Samuel 24:17 y Romanos 1:18.

La Iniquidad, significa venir torcidos desde el principio, desde el vientre, son características personales y generaciones como consecuencia del pecado que se perpetua en una familia desde sus antepasados, lo cual levanta un acta de decretos y juicio en contra de generaciones, es algo que se ve reflejado en enfermedades y ciertas situaciones particulares que golpean y hacen sufrir de manera recurrente a los miembros de varias familias, en muchos casos, casi hasta destruirlas por entero, Salmos 51:5, 79:8, 1 Samuel 3:14, Números 14:18-19.
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Es Prevaricación en corrupción de los entes gubernamentales de un estado, con delitos cometidos por aquellos a quienes se les ha delegado autoridad en el gobierno y la vida de los negocios, cometiendo arbitrariedades jurídicas y administrativas incumpliendo, usurpando lo ajeno y pasando por alto sus deberes morales dañando a quienes tienen bajo su cargo y alrededor de ellos, Proverbios 2:6-15; es Incredulidad y duda, por desconfianza y escepticismo hacia Dios, en muchos casos por falta de fe y piedad, porque todo lo que NO proviene de fe es pecado, 1 Corintios 15: 17 y 56, 1 Juan 5:10.

Es culpa, generada por omisión de lo bueno, por acción imprudente o negligente causando daño, al estar alejados de Dios y haberle dado la espalda sin arrepentirse, Zacarías 7:11, Jeremías 32:33; es Irreverencia y falta de respeto al Eterno, ofendiendo y blasfemando su nombre, no respondiendo como merece a su santidad y dignidad. Una persona irreverente es contestona, se queja, critica y cuestiona todo lo de Dios, Efesios 2:2.
                         
Es Falta de perdón es resentir y amargar el espíritu con ira, enojo y deseos de venganza manteniendo una herida abierta, Mateo 6:12, Mateo 5:28; es Injusticia es faltar al bien común por ausencia de amor a Dios y al prójimo, y que por avaricia e intereses propios se centra en el beneficio particular pasando por encima de los demás en ausencia de equidad y misericordia, Levítico 19:15, Efesios 4:30-32; es dejar de hacer lo bueno cuando estamos en posibilidad de ayudar y socorrer a otros y omitimos una oportuna y buena acción, Santiago 4:17. El pecado afecta la manera de vivir: los malos hábitos y no tener a Dios en cuenta hace que los seres humanos dejen de hacer lo oportunamente, correcto y responsable lo cual afecta la salud del cuerpo y el crecimiento espiritual acarreando enfermedad, sufrimiento y estancamiento.

También se toma como pecado el rechazar la existencia del Creador  y Salvador que súper naturalmente dio origen a todo el universo en un diseño inteligente, de orden, formas, colores, sonidos y armonía. Ante Dios el pecado es pecado, por leve o insignificante que una acción parezca a los ojos humanos. El pecado es como un microbio, como una bacteria, como un cáncer que da origen a una plaga que descompone, daña y mata; “Hay Camino que al hombre le parece derecho; pero su fin es camino de muerte.” Proverbios 14:12 y 16:25. El pecado contamina toda la vida del hombre, como la levadura impregna toda la masa y la cambia de tamaño. Todo esto se define bíblicamente como pecado, pero Cristo es la solución.

El pecado es un delito espiritual que atenta contra los mandamientos, principios, fundamentos y virtudes morales expresadas por Dios en su palabra, al pasarlos por alto somos culpables de una pena y un castigo, ya que el pecado es infracción de la ley, no viviendo de acuerdo a los principios y fundamentos de la palabra : Porque todos los que sin ley han pecado, sin ley también perecerán; y todos los que bajo la ley han pecado, por la ley serán juzgados, Eomanos 2:12.

Estar bajo la ley es no estar viviendo conforme a la instrucción divina, es decir, que la ley lo señala culpable, porque la ley juzga, señala y condena al infractor que es el impío, asesino, ladrón, adúltero, pervertido, etc. razón por la cual murió Cristo en la cruz, pues no estamos en capacidad de pagar tan alta deuda.

La Biblia compara el pecado a un poco de levadura que fermenta toda la masa, haciéndola crecer y aumentándole el tamaño, Gálatas 5:9; porque el pecado en el corazón humano es como una llaga maligna que invade, corroe el alma y avanza implacablemente si no se le pone fin,  “Cacen las zorras pequeñas, porque echan a perder grandes viñas.” Cantares 2:15. Este texto bíblico hace referencia a esos “pecadillos” que suelen llamarse veniales, pero que al hacerlos un hábito terminarán por esclavizar y acabar a quien no los abandona.

El pecado, en términos humanos, es injusticia, desviación moral y ética, haciendo cosas arbitrarias como resultado de una conducta ofensiva y dañina para sí mismos y los demás. La sociedad lo llama indiscreción, los educadores modernos lo llaman ignorancia, los evolucionistas lo llaman trato para cuadrúpedos, los científicos lo enseñan como ausencia de buenas maneras, el hombre carnal lo excusa como debilidad y los nuevos teólogos lo declaran como simple egoísmo, pero el pecado es el mayor abismo de la relación humana con su Creador, 1 Juan 5:17. Pecado es no reconocer que somos pecadores ante el Dios santo.

Siempre hemos creído que pecado es todo aquello malo que hacemos como mentir, robar, matar, emborracharse o hacer toda clase de impurezas sexuales, pero la gran verdad es que todo eso son manifestaciones del pecado que vive en el interior del corazón humano; juzgamos y nos fijamos en todo lo que otros hacen, dicen o dejan de hacer, sin darnos cuenta, que nosotros mismos somos como ellos, Por lo cual eres inexcusable, oh hombre, quien quiera que seas tú que juzgas; pues en los juzgas a otro, te condenas a ti mismo; porque tú que juzgas haces lo mismo, Romanos 2:1.

Que tremenda verdad la que nos ofrece la palabra de Dios, el pecado es la semilla de rebeldía y desobediencia que fue sembrada en el corazón humano con la caída en el Edén, dejándonos la naturaleza pecaminosa y la tendencia al mal. Esa raíz impulsa a todos a satisfacer sus propios deseos, dejando de lado a Dios…Se rebelaron contra Dios, echaron su Palabra tras sus espaldas…Nehemías 9:26, 2 Reyes 14:9b. Lucifer se enalteció en su corazón, se corrompió a causa de su esplendor y se rebeló arrastrando consigo la tercera parte de los ángeles del cielo, que hoy son los ángeles caídos o demonios. Isaías 14: 12-15; Ezequiel 28:12-17 y Apocalipsis 12:7-9. Dios los expulsó del cielo y cayeron como un rayo a la tierra para contaminar a la raza humana.

Pecado es hacer lo que se nos antoja rompiendo los límites de lo bueno, lo correcto y lo santo, ignorando todo lo que tiene que ver con Dios, no queriendo que nadie nos gobierne, ni nos tome cuentas, pero si pasamos por encima de la autoridad del Señor, también pasaremos por encima de las demás autoridades cometindo infracción de la ley divina. Y me volvieron la cerviz, y no el rostro; y cuando los enseñaba desde temprano y sin cesar, no escucharon para recibir corrección, Jeremías 32:33.

La realidad del pecado es que todos quedamos separados de la presencia de Dios rompiendo el libre diálogo del ser humano con su Creador, Gálatas. 3:22; pero aunque el pecado comenzó en el cielo y se extendió a la tierra, también la salvación es completada en el cielo y se extiende a la tierra.  Y aunque el pecado en cualquier dimensión nos distancia trágicamente de Dios, tenemos promesas salvadoras en YESHUA, Cristo para acogernos a ellas, Isaías 59:1.  

La raza humana es pecadora por naturaleza, Marcos 7: 20-21, así que toda persona es pecadora por voluntad propia, Juan 3:19. Solo cuando reconocemos esa vulnerabilidad que nos expone al pecado haciéndonos débiles, podemos apoyarnos en el sacrificio expiatorio de Jesús y ser salvos. Si nos comparamos ha de ser con Jesucristo para resistir a la tentación de creernos justos por las buenas obras, Jeremías 17: 7-8.

Si alguien muere sin Cristo, irremediablemente irá al lago de fuego llamado infierno. Dios creó el infierno para Satanás y sus demonios, pero él quiere llevarse a muchos. Por eso engaña haciéndole creer a la gente que pueden ser dioses independientes de su Creador, e impidiéndoles de diversas maneras conocer al Salvador Jesucristo. Génesis 3:4-5.

La raíz del pecado que se llama diablo, rompió con la inocencia e introdujo el conocimiento de lo malo. Dios había creado al hombre sabiendo solo lo que es bueno y santo, pero el diablo sembró de su naturaleza soberbia y maligna en el corazón humano; es por eso que Jesús dijo: No es lo que entra en la boca lo que contamina al hombre; sino lo que sale de su boca, eso es lo que contamina, Mateo 15:11. Así es como el hombre continuamente falla al único Santo.

No podemos ignorar ni evadir que el pecado trae consecuencias tristes y lamentables:

a) Muerte espiritual que es separación de Dios mientras se está vivo, 1 Corintios 15:56; Isaías 59:1-2, Apocalipsis 20:10. b) Muerte física, nuestro cuerpo muere pero nuestra alma es eterna, el cuerpo envejece, se enferma y desaparece de la tierra, pero el alma va al lugar que ganamos mientras estuvimos vivos, Romanos 6:23. c) Muerte eterna o segunda muerte, cuando alguien muere sin Cristo y sin arrepentimiento, hay condenación eterna, y el alma es echada en el infierno, Apocalipsis 21:8; 20:14-15, d) Roba bendiciones que Dios nos ha dado para el peregrinaje terrenal, Jeremías 5:23-31; e) Otras consecuencias del pecado son la enfermedad, los problemas, dolores, angustias, debilidad, cargas pesadas, y opresión demoníaca, entre otras. Ezequiel 18:4 Proverbios 14:12 y 16:25. Salmos 32:3-5.

Por eso te invito a aceptes a Jesucristo, lo recibas en tu corazón, te arrepientas y le confieses tus pecados para que seas lleno del Espíritu Santo, empezarás a ser una nueva criatura si te consagras a Dios, tu vida será impacta con alegría y paz y tu alma será salva por la eternidad, cuando te vayas de esta tierra.

Si deseas saber más del tema, adquiera el Libro de Discipulado Eficaz más completo, Con Pasos Firmes.

Espero que este escrito mueva tu corazón y desees ser una persona útil en las manos de Jesucristo. Espero tus comentarios, escríbeme.


Mg. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino


27 oct 2015

PERSONAS EN EL ÁRBOL DE NUESTRA VIDA,























FRATERNIDAD SEA VISTA



Amémonos de corazón, y de labios no fingidos, para cuando Cristo venga, nos encuentre preparados, ¿cómo puedes tú orar enojado con tu hermano, Dios no escucha la oración, si no estás reconciliado. Cristo dijo perdonad, para que seas perdonados, porque aquel que no perdona, no podrá ser perdonado. Un mandamiento nuevo os doy, que os améis unos a otros, como YO os he amado, os améis también vosotros. ¡Qué  bueno y agradable es, que los hermanos convivan juntos en armonía! Salmos 133:3

EN EL DESIERTO LIBERACIÓN Y TRANSFORMACIÓN CON DIOS


EN EL DESIERTO CON DIOS HAY LIBERACIÓN Y TRANSFORMACIÓN

Los saqué, pues de la tierra de Egipto y los llevé al desierto, Ezequiel 20:10. 

Pero he aquí que YO la atraeré y la llevaré al desierto, y hablaré a su corazón  para que se vuelva a enamorar de Mí. Oseas 2:14.

Y te acordarás de todo el camino, por donde te ha traído YHWH tu Dios estos cuarenta años en el desierto, para afligirte, para probarte, para saber lo que había en tu corazón, si guardarías o no sus mandamientos. Y te afligió, y te hizo tener hambre, y te sustentó con maná, comida que no conocías tú, ni tus padres la habían conocido, para hacerte saber que no solo de pan vivirá el hombre,  Deuteronomio 8:2-3.

El desierto, por lo general es un mar de arena, es una gran zona árida de temperaturas extremas por las escasas lluvias, es muy seco; de día es muy caliente, de noche muy frío, su paisaje está desnudo, no hay vegetación, solo se ve un gran mar de arena y soledad, Como entré en juicio con sus antepasados en el desierto, así entraré en juico con ustedes, declara el SEÑOR. Ezequiel 20:36..

Aunque creemos que el desierto es un lugar desolado e inhóspito sin vida, en realidad su suelo alberga organismos y animales muy especiales adaptados al duro ambiente; son animales peligrosos, venenosos y ponzoñosos; la poca vegetación que se puede encontrar son cactus espinosos, con hermosas flores coloridas. No solo es desierto el lugar lleno de arena, también lo son las zonas polares y las grandes sabanas; los desiertos se encuentran en casi todos los países del mundo. Hay cuatro clases de desiertos: los secos y calientes, los semiáridos, costeros y fríos. El desierto y el yermo se alegrarán, y se regocijará el Arabá, florecerá como el azafrán; florecerá copiosamente y se regocijará en gran manera y gritará de júbilo…Isaías 35:1.-10.

En algún momento de nuestra existencia hemos experimentado desiertos tan fuertes que nos parece que no vamos a salir de ahí como lo expresa David en Salmos 40, es como si no hubiera remedio y nos tocara quedarnos sufriendo hasta donde podamos aguantar, me pasó algunos años atrás, estuve tres años en el desierto más cruel de mi vida, tanto, que llegó un momento cuando volví a mi país, casi perdiendo la razón, mi mente parecía que se escapa de mí y que yo quedaba como en una nebulosa sin principio ni final, fue algo demasiado fuerte, pero gracias sean dadas al Eterno Dios de amor que me libertó, me sacó del desierto de la desesperación, me sanó y volví a ser yo, en mejores condiciones que antes, aprendiendo mucho y soltando lo que me tenía aprisionada, el Espíritu Santo intercedía por mí con gemidos indecibles. Romanos 8:26.

Cuando aún no hemos entrado en el desierto, nos quejamos, nos afanamos, y corremos de aquí para allá, tanto, que ahogamos la voz del Padre, que quizá nos está advirtiendo algo para nuestro bien, pero le hacemos más caso al corazón engañoso y perverso; si estuviéramos más atentos y conectados con el corazón de Abba Padre, seguro que no iríamos al desierto en circunstancias tan fuertes, Moisés fue al desierto porque desapareció a un egipcio que golpeaba a un hebreo. Esa no era la voluntad de Dios, pero Dios usó esa situación para traer a Moisés al desierto, enseñarlo y prepararlo para ser un gran libertador, allí vio la zarza que ardía y no se consumía; tuvo que vivir en el duro desierto de Madían. Éxodo 2:11-15.

Dios permite que lleguemos al desierto por muchas razones: para sacarnos del pecado, para que maduremos, para que soltemos las cargas que nos aprisionan, para que lo escuchemos, para cambiar algún área de nuestro carácter o para darnos instrucciones en una tarea; en mi caso, Dios me permitió ese desierto, porque era la única manera de sacar de mi cabeza la obsesión que tenía, fue la única manera en que Dios me aquietó, me maduró y me hizo poner los pies sobre la tierra. ¡Qué maravilloso es nuestro Amoroso Padre Eterno! YO la voy a enamorar; la llevaré al desierto y le hablaré al corazón, Oseas 2.14. ¡Y me ha enamorado!

Cuando pasamos por el desierto nos sentimos, solos, abandonados y no encontramos humanamente un alivio para nuestra alma, porque cuando Dios nos lleva al desierto nada ni nadie nos podrá sacar de ahí, solo Dios, cuando hemos entregado toda nuestra vida a Cristo, ya no nos pertenecemos, y cuando hemos dado todo por Él, es impresionante cómo el Señor toma el control de cada momento y área de nuestra existencia, por eso si el Señor nos disciplina y nos corrige, nadie debe intervenir en esos momentos, porque toda ayuda humana será inútil y podría truncará el proceso de Dios para nuestra vida y no habrían cambios, ni mejores resultados, Nunca preguntaron: ¿Dónde está el SEÑOR que nos sacó de Egipto, que nos guio por el desierto, por tierra seca y en ruinas, que nos guio por tierra oscura y peligrosa, una tierra inexplorada donde no se puede vivir. Jeremías 2:6.

Pero es precisamente en el desierto donde mejor estamos cuidados por las manos protectoras de Papá, aún en medio de las lágrimas y la angustia; en el desierto experimentamos largos momentos de silencio, es allí donde mejor podemos escuchar la voz del Amado, aunque también en la mayoría del tiempo que estamos en el desierto, Dios puede callar. Eso hace que pensemos, reflexionemos y decidamos un cambio en medio de la agonía y los gemidos, es el perfecto momento en que somos consolados y abrazados por Dios, aunque Él guarde silencio, nos sigue mirando, oyendo y protegiendo de todo peligro que hay en el desierto…Ellos verán la gloria de YHWH, la hermosura del Dios nuestroIsaías 35:2b.

En el desierto Dios nos susurra, pero estamos tan metidos en el dolor, la angustia y el deseo de salir que ahogamos su dulce, tierna y poderosa voz; de lo que estoy totalmente convencida es que Dios seguirá hablando hasta que le prestemos atención, pero nos metemos tanto de nuestros propio dolor, que no lo escuchamos, por eso muchas veces, en el desierto nos deslizamos más y más hasta lo profundo del hoyo, quedamos en una encrucijada de abatimiento donde todo parece oscuro y sin final, Yo confié sinceramente en el SEÑOR, y Él escuchó mi oración. El SEÑOR me sacó del pozo de la destrucción; me sacó del barro y del lodo, puso mis pies sobre la roca, en tierra firme donde yo puedo andar con seguridad. Salmos 40:1-5.

Dios sabe lo que hace, nosotros muchas veces no, Él nunca ha perdido el gobierno de la vida de sus hijos, pero lo lindo del desierto es que crecemos a niveles extraordinarios de espiritualidad y comunión con el Amado. En el desierto con Dios bien podemos ser águilas que vuelan contra la tormenta, porque allí hay gran liberación y nuestra vida se transforma, podremos clamar y danzar como lo narra el salmista por su divina libertad, Preparen en el desierto camino para el SEÑOR, hagan camino recto delante de Él. Isaías 40:3-5.

Cuando ya ha pasado un buen tiempo, y hemos llorado hasta el cansancio, hasta que nos vence el sueño, hasta que no quedan fuerzas al punto de ser como hojas batidas por el viento, cuando hemos hablado en oración de tal manera que ya no nos quedan palabras, es ahí cuando el Amado interviene, y suceden cosas increíbles y gloriosas, Juan Bautista empezó a hablarle a la gente en el desierto y decía: Cambien su manera de pensar y de vivir, porque el reino de Dios está cerca. Mateo 3:3.

Empezamos a ver el mover extraordinario del buen Padre: personas inesperadas nos tienden sus manos, puertas desconocidas se abren, el día se aclara y nuestros movimientos son sorprendentes, tanto que las cosas comienzan a solucionarse, la tristeza se cambia en risa, el dolor en alegría y la soledad en compañía, la presencia del Amado se hace tan palpable, que no puedes hacer más que llorar de alegría, dar gracias y alabar porque vemos el sol brillar y el horizonte abierto, sabemos que pronto saldremos de la encrucijada, Pues el Señor tu Dios te ha bendecido en todo lo que has hecho; Él ha conocido tu peregrinaje a través de este inmenso desierto. Por cuarenta años, el Señor tu Dios, ha estado contigo, nada te ha faltado, Deuteronomio 2:7.

Dios a veces nos lleva al desierto como sucedió con Jesús cuando fue llevado por el Espíritu para ser tentado, otras veces somos nosotros con nuestra testarudez, necedad y nuestra locura emocional que suscitamos ser llevados al desierto, porque estamos tan arranchados en algo que casi obligamos a Dios a que haga lo que queremos; por eso se hace necesario que pasemos por tiempos de dolor y sufrimiento de fuerte trato en el desierto; ese tiempo en realidad es de bendición para que empecemos a ver mejor las circunstancias, lo que hicimos, lo que haremos y lo que cambiaremos, ahora todo es más claro y nos damos cuenta cuán equivocados estábamos; quizá a todos NO les pase lo mismo, pero a mí sí me pasó, y aprendí bien la lección en contra de lo que yo creía era lo mejor, pero no era así Y Abba Padre me sacó de mi error y me condujo a sus propósitos y depósitos de bendición, Marcos 1:4  y Lucas 3:4.

Los hijos de Dios, tarde o temprano serán llevados al desierto, para experimentar quebrantamiento, la vasija del yo viejo tiene que romperse para ser humillada y transformada para que aprendamos a amar con profundidad al Perfecto Amor Jesucristo, y a la gente. Las crisis nos hacen más fuertes, el refugio divino se hace más palpable que nunca y su presencia se hace visible, Entonces me invocarán y vendrán, y orarán a Mí y YO los oiré, y me buscarán y me hallarán porque me buscarán de todo su corazón. Y seré hallado por ustedes, dice YHWHJeremías 29:12-14 y 33:3.

Aunque en el desierto lloramos y nos damos contra el mundo, en lo profundo del corazón hay felicidad porque experimentamos el amor de Dios en medio del dolor, la fe nos hace sentir seguridad de que saldremos de allí y anhelaremos lo mejor del Padre Dios, YO le seré a él por Padre y él me será por hijo. Y si hace mal, YO lo castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres; pero mi  misericordia no se apartará de él...2 Samuel 7:14-15.

La primera persona interesada en que pasemos desiertos espirituales es nuestro Creador: Juan bautista habitó en el desierto para prepararse en la predicación del Evangelio del arrepentimiento, Juan 3:1-4; Jesús, fue llevado por el Espíritu al desierto para ser tentado por el enemigo; allí fue probado y fortalecerse para cumplir su misión redentora del Calvario, Mateo 4:1-11. Moisés fue al desierto para aprender a adorar, depender de YHWH y pastorear a Israel para sacarlo a la libertad; en el desierto nos surge la adoración espontánea con palabras que salen sinceras del corazón.

Oseas nos dice que Dios nos atrae al desierto para que vayamos en pos de su presencia; en el desierto nuestra fe es desafiada, para que reconozcamos que la única fuente de ayuda y provisión solamente es Dios, 1 Samuel 23:14-15. Esa es la razón por la cual en el desierto, no encontramos ayuda ni consuelo humano, en el desierto aprendemos a depender totalmente del Amado. Cuando llegamos hasta el fondo, aprendemos la verdadera comunión y amistad con el Eterno. Así que si estás en un desierto, no te quejes, no reclames, no reniegues, no trates de buscar soluciones porque te quedarás sin fuerzas; adora, canta, ora, gime o guarda silencio, pero préstale atención al Gran Sabio, escúchalo, Él tiene mucho que decirte, enseñarte y corregir en el desierto, 1 Reyes 17:2-6.

Si tú estás pasando por uno de esos desiertos, quizá por haber hecho un negocio equivocado que ahora te lleva del cuello, una relación fuera de la voluntad del Padre, un viaje fuera de tu país sin la aprobación divina, una deuda por una fianza, momentos de escasez y de hambre a causa de una mala decisión, etc., quiero decirte, No temas, no te aflijas, no te angusties, no desmayes, sigue agarrado de Dios, aférrate a su presencia, no salga de allí, clama, gime, grita, humíllate, busca su rostro con desespero y da toda tu vida a Él, Dios está contigo; si con fe, paciencia y confianza en Dios asimilas pronto la lección, en esa misma medida saldrás, de lo contrario, seguirás hasta que aprendas y te humilles, Génesis 21:20.

Te aseguró que habrá valido la pena el dolor y el sufrimiento, porque lo que viene después es extraordinario, experimentarás la paz, libertad y alegría que solo Cristo puede dar, porque lo que el Señor hará será sorprendente y extraordinario. Soporta pero mantente firme en el Amado Rey de gloria, Él con toda la fuerza de su amor, te sacará en victoria. Dispón tu tiempo, tu corazón y toda tu vida a Cristo, ve continuamente ante Él, háblale, cuéntale, explícale, pregúntale, dilo todo a Él, será algo incomparable, será algo demasiado hermoso, YHWH está en medio de ti, poderoso, Él salvará; se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos, Sofonías 3:17. ¡Aleluyaaa! 


Cada desierto y cada prueba que nos sobrevine, no es otra cosa que una gran necesidad de que Él nos llene y nos haga ver lo que Él puede SER como Padre y lo que puede HACER por nosotros, como nadie más lo haría.


Lic. MEHC, hija del Dios vivo real y verdadero y servidora de su reino.




25 oct 2015

ENSEÑANDO A LOS HIJOS



ENSEÑANDO HIJOS EN
Amor, Disciplina y Límites

Grábate en tu mente todas las cosas que hoy YO te he dicho, y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes, Deuteronomio 6:7-8.

Ninguna disciplina resulta agradable a la hora de recibirla. Al contrario, ¡es dolorosa! Pero después, produce la apacible cosecha de una vida recta para los que han sido entrenados en ella, Hebreos 12:11.

¡Formar hijos! Nadie nos enseña, lo aprendemos en el camino cuando somos padres; criar niños y educarlos no es tarea fácil, no hay un manual escrito y nadie nos da las pautas precisas para cada momento y circunstancia que atravesamos como familia con nuestros hijos; pero Dios siempre está cerca para darnos sabiduría, control y dirección a través de su palabra y su presencia que en ocasiones nos permite escuchar su voz.

Los padres debemos ser conscientes que en nuestras nuevas generaciones hay una enorme ola de rebeldía, mal comportamiento y un torcido estilo de vida que afecta negativamente; la juventud rebelde y sin control crea desorden, daña todo a su paso y provoca caos, porque el sistema mundial está en abierta rebeldía contra Dios, todos parecen empeñados en romper con las leyes divinas sin importarles nada, como resultado hay dolor, anarquía, violencia y muerte; la sociedad se destruye y se va hundiendo a pasos agigantados. Dios está llamando a su pueblo para volver a traer orden, para que los adultos dejen de pensar tanto en el dinero para dar todo a los hijos y se encarguen de ellos; también la Iglesia es columna y fundamento de la verdad para apoyar a las familias, 1 Timoteo 3:15.


Los padres muchas veces somos crueles con los hijos, pero debemos orar y pedir sabiduría a Dios para corregirlos, para valorar lo que son y detectar sus dones y talentos; para entender cuando vienen angustiados y preocupados; los problemas de los niños y los pequeños que están entrando en la juventud, a los adultos nos parecen tontos, pero para ellos en ese momento es algo importantes que merece toda nuestra atención y ayuda de padres, si no los atendemos, ¿a quién irán?

Los padres debemos estar apegados a Dios, porque continuamente hay que cambiar los métodos de corrección y disciplina para los hijos, educarlos con paciencia y bondad para poder guiarlos a lo mejor. Debemos mantener ocupados a los niños que son activos, debemos jugar con ellos; desde mi experiencia, como hermana mayor de diez hermanos y como madre de dos hermosas personita, les puedo asegurar con certeza que cuando corriges señalando el hecho incorrecto y no calificando negativamente al niño y al joven, ellos serán sensibles a la corrección, lograremos cambio y buenos resultados, Dirige a tus hijos por el camino correcto, y cuando sean mayores, no lo abandonarán, Proverbios 22:6. .

Los padres implícitamente hemos adquirido responsabilidad vitalicia y Dios nos ha encomendado una gran misión, así como nosotros, los hijos también han venido a la vida con un propósito; le guste o no le guste al mundo, la familia y la Iglesia deben estar unidas para formar generaciones de vida, de paz, respeto, orden, armonía y fundamentos morales, Dios nos ha hecho padres para manifestar al mundo la verdad que nos hace libres, Juan 8:32.


La familia está para dirigir a los hijos por el camino de la madurez, los hijos todo el tiempo están viendo a los padres, y ellos imitan lo que ven; el hogar es la escuela de auto gobierno, el varón que cambia de esposa, se casa y se descasa muchas veces, jamás alcanzará madurez si no se hace firme en Dios y por lo tanto jamás logrará su propio auto gobierno; el matrimonio y la familia son escuela de auto gobierno para los hijos, en el hogar tenemos libertad para hablar, movernos y expresarnos, pero los padres deben poner límites en medio de esa libertad, sométanse unos a otros por reverencia a Cristo, Efesios 5:21.


Para alcanzar madurez y auto gobierno con límites en casa, se necesita la disciplina con amor y autoridad, pero es lo que menos se hace ni se imparte. La disciplina nos capacita para vivir bien, el objetivo principal de los padres al ejercer disciplina es ayudar al niño y al joven desde la corrección, para que llegue a ser una persona capaz de manejarse así misma; el mejor padre, el mejor maestro, el mejor pastor y mejor mentor, es aquel que progresivamente y con el correr del tiempo se vuelve innecesario para su pupilo; para  ser padres, Dios nos ha dejado enseñanzas, estrategias y recursos en su palabra.


1. GÁNESE EL RESPETO Y MANTÉNGALOPadres, no hagan enojar a sus hijos, con la forma en que los tratan. Más bien, críenlos con la disciplina y la instrucción que proviene del Señor. Efesios 6:4. El respeto que aprende un niño con sus padres, será proporcional y directo con el respeto que tendrá por las reglas de la escuela y las leyes de su país, las autoridades públicas, los superiores y la sociedad en general. El respeto es una avenida en dos sentidos, un padre o una madre no puede esperar respeto de sus hijos, si ellos no respetan a sus hijos, si son sarcásticos y criticones con los pequeños, no puede esperar que sus hijos lo respeten y acaten.


La biblia es extraordinaria y única en sabiduría para ayudarnos a formar familia; nos ordena amar a los semejantes, y para amarlos, hemos de empezar por amarnos a nosotros mismos; ni tú ni yo podremos respetar a los demás, si no nos valoramos con dignidad; los padres que ganan y mantienen el respeto de sus hijos desde los primeros años, serán respetados y valorados toda la vida; los padres deben ser conscientes que si no son merecedores del respeto, tampoco lo serán en sus creencias, sus normas morales, su país, ni nada de lo que ellos crean y quieran enseñar a sus hijos.


Lo triste es que aquellos padres que no han logrado que sus hijos crean y confíen en ellos, son personas que les cuesta creer en Dios y verlo como su Padre celestial y Salvador. Los padres que no se han ganado el respeto de sus hijos, tampoco lograrán que ellos lo hagan con su fe, su moral ni nada de lo que ellos intenten con sus hijos. Es por ello que la brecha generacional es preocupante hoy, esa brecha se generó en el hogar y ahora se hace muy visible en la clase de sociedad que tenemos; necesitamos rescatar la compañía, la comunicación, el orden que se rompió en casa, busquemos momentos para compartir; la falta de respeto rompe con el aprecio y la consideración mutua, Dios es el Dios del orden y la paz, 1 Corintios 14:33.


Los padres suelen considerar a sus hijos de manera elemental y a la ligera, no consideran que los niños son los observadores más agudos, con sus cinco sentidos lo graban todo con lujo de detalles, son esponjas que absorben todo a su paso, así que los padres no pueden esperar mayor respeto de sus hijos, que el que ellos se otorguen entre sí, o el que le den a sus hijos y a otras personas.


2. ESTABLEZCA LÍMITES EN SU FAMILIA. Hijos, obedezcan a sus padres…porque esto es lo correcto. Honra a tu padre y a tu madre…si lo haces, te irá bien y tendrás una larga vida en la tierra, Efesios 1:1-3. Un hogar feliz y bien estructurado, tiene límites; para mantener relaciones sanas y pacíficas es necesario establecer fronteras bien definidas, los hijos necesitan saber hasta dónde pueden llegar, qué se les puede permitir, y qué se le prohíbe, los límites específicos y claros deben definirse de la mejor manera posible, razonables y rígidos en algunos casos; los límites se quitan o se modifican en la mediad que los hijos crecen, cuando los hijos conocen sus límites, no se meterán en problemas, a menos que deliberadamente los busquen, pero mientras se mantengan dentro de sus límites, encontrarán seguridad, aceptación y aprobación por parte de sus mayores.


Vivimos en un mundo donde hay una terrible prohibición, “es prohibido prohibir” los psicólogos y muchos que se llaman expertos, prohíben a los padres el castigo, la corrección y la disciplina, aluden que hay que dejar hacer a los hijos lo que ellos quieran, si un padre o una madre corrige a sus hijos, éstos pueden denunciar a sus padres ante las autoridades. Pero la biblia nos enseña que hay que establecer corrección a los hijos para que haya orden y respeto, todo en la vida tiene límites. Toda la escritura es inspirada por Dios, y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto. 2 Timoteo 3:16.


Dios siendo Dios, es modelo de auto gobierno, Él es el origen de toda ley y autoridad, y ha establecido principios y mandatos para guardar límites en el universo,  la sabiduría de Dios le puso límites a los mares, para que no se extendieran más allá de sus márgenes, también demarcó los cimientos de la tierra, Proverbios 8:29.


Dios es el primero en respetar los límites, la omnipotencia de Dios no es como la imaginamos, hay muchas cosas que Él no hace, por respeto a los límites, Dios es nuestro perfecto modelo de auto gobierno, Dios no miente, por lo tanto sus promesas y sus juramentos no pueden cambiar, Hebreos 6:18. Él no puede mentir, tampoco puede morir, Él no hace que un cuadrado sea redondo, no se niega a sí mismo para perdonar y salvar a todos los que acuden a Él, Dios es amplio en perdonar, Isaías 55:7.


Todos necesitamos límites, cuánto más los hijos, los hijos deben experimentar el amor y reconocer el valor de las personas y las cosas; cuando vamos a un centro comercial, toda la mercancía tiene límites, no todo se puede tocar ni manosear a voluntad; necesitamos límites en la familia, que se ha ido resquebrajando por falta de amor, disciplina y límites. La carencia de límites ha hecho olvidar y fallar en principios morales, y en el valor de vida humana, lo vemos en la indiferencia ante niños, mujeres y ancianos, a las nuevas generaciones parece que no les importara. Una sociedad sin límites, no aprecia nada, ve todo descartable, inútil y sin valor, trasgrediendo la palabra de Dios, Filipenses 2:3.


Aún la libertad tiene límites, cuando ésta pierde sus límites, se transforma en anarquía y libertinaje descarado, muchos que gritan ser libres, en realidad son libertinos sin Dios ni ley; la persona verdaderamente libre, no hace lo que quiere, sino lo que debe. Una persona que dice ser libre para actuar como quiera y obrar a su parecer, en realidad es un pobre esclavo de la tiranía de su ego inflado y equivocado; es esclavo de su egoísmo, de la opinión y el parecer ajeno y de las circunstancias, es un muñeco y un títere de sí mismo. Todo tiene límites, ¿Quién encerró con puertas el mar, cuando se derramaba saliéndose de su seno… establecí sobre él mi decreto. Le puse puertas y cerrojo, y dije: hasta aquí llegarás, y no pasarás adelante, y allí parará el orgullo de sus olas? Job 38:8-11.


3. ENSEÑE RAZONAMIENTO Y OBEDIENCIA. Vengan ahora, razonemos, para resolver este asunto, dice el Señor, Isaías 1:18a. Lo peor que le puede suceder a una persona, es que aprenda solo a obedecer sin razonar,  debo pensar el porqué de obedecer; padres enseñen a sus hijos a controlar su comportamiento, no permitan pataletas, enseñen serenidad y sujeción; que los hijos piensen lo que hacen, para que cuando crezcan, sepan hacer buenas decisiones, resolver problemas, tener en cuenta que hay opciones para construir planes para un mejor futuro cada día. A lo primero que los padres deben poner límites, es a controlar su propio comportamiento, razonar claramente sobre las posibilidades de elección, ¡Ya no sigas enojado! ¡Deja a un lado tu ira! No pierdas los estribos que eso sólo te trae daño. Salmos 37:8.


Cuando un hijo entiende las consecuencias de sus actos y su comportamiento, podrá comportarse bien cuando sus padres no estén presentes, padres somos llamados a formar buenos ciudadanos, construir adultos aptos, ayudarles a desprenderse y separarse de la niñez y la temprana juventud para que sean adultos maduros y sabios, porque lo que el hombre siembra, eso también segará, Gálatas 6:7.


Los niños nacen con la naturaleza caída, egoístas, no reconocen límites, no aceptan autoridad ni ley, queriendo manejar el mundo a su voluntad. Los padres debemos ser parte en la madurez y adaptación de los hijos para vivir como gente responsable. Cuando a los hijos se les enseña a cumplir reglas, serán personas confiables; los padres deben hablar siempre con la verdad y dar explicaciones claras para ayudar a entender a sus críos que cada acción requiere cordura y sabiduría para evitar el mal.


La única forma de ser libres, es ser responsables, así los hijos llegarán a ser aves con dos alas para volar con libertad responsable, entonces, las cumbres serán de ellos. Tú debes permanecer fiel a las cosas que se te han enseñado, porque sabes que son verdad, y sabes que puedes confiar en quienes te enseñaron. Desde la niñez se te han enseñado las Escrituras; las cuales te dan sabiduría para recibir salvación que viene por confiar en Cristo Jesús, 2 Timoteo 3:14-15, porque la disciplina y la instrucción que viene de Dios, nos hace inteligentes y prudentes.


Para formar un delincuente, todos contribuimos, para su rehabilitación hace falta la integración y acción de toda la sociedad, resulta fácil señalar y criticar, pero Dios no nos llamó a ser jueces, somos llamados a establecer el orden, establecer la verdad de Dios, los límites de Él para vivir bien y convivir en paz.


Nunca antes, como hoy, nuestros niños y jóvenes son tan vulnerables y expuestos; están a merced de depredadores sexuales y de hombres lobos, vemos a diario, como todos aquellos niños y jóvenes desamparados terminan siendo abusados, maltratados, mercantilizados, y aún asesinados por gente sin escrúpulos y perversos; los padres de ellos, descubrieron muy tarde lo que les sucedía. Hoy debemos estar más alerta que nunca, para que en nuestras familias no nos pase igual.


Nos tenemos que levantar como familia y como iglesia, unidos para señalar y exigir cambios a los medios de comunicación que trasmiten basura, antivalores y perversión. Es urgente hacerlo ahora, no cuando ya no haya vuelta de hoja, no esperemos que siga avanzando tanta perversión, que no sea demasiado tarde, no esperemos que los hijos y nietos perezcan en medio de este mar de maldad que anega la moral y los principios impidiendo crecer sanamente a nuestros pequeñitos. Es tiempo de exigir a los gobiernos que asuman su responsabilidad de poner límites en la sociedad y los medios.


Es un privilegio convertirse en padres, y vernos reflejados en ellos, para dejar huellas de bien en sus vidas y poder seguir viviendo en ellos con su buen estilo de vida; agradezcamos a Dios ser padres, abuelos y tíos pero asumamos la responsabilidad que nos compete como tal. Dios nos ha dado el don de formar generaciones inteligentes y bellas promesas humanas para el bien de la sociedad.


Gracias Señor por los hijos que nos has dado, por el privilegio que nos diste de formarlos, por los recursos que nos permitiste para educarlos, te imploramos que tomes bajo tu cuidado a todas nuestras generaciones por venir, para que sean extensión y ejemplo de verdaderas familias multiplicadoras del bien de tu reino. Amén.

Mg. MEHC hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino