EL MANDATO DE AMOR ES CRISTO EN EL CORAZÓN
PARA PRODUCIR UNA SOCIEDAD DE VIDA, UNIÓN Y PAZ.
Un
Mandamiento nuevo les doy: Que se amen unos a otros, como YO los he amado, ustedes
deben amarse, Juan 13:34.
Sopórtense
unos a otros y perdónense unos a otros, si alguno tiene queja contra otro. De
la misma manera que Cristo nos perdonó, así también debemos hacerlo nosotros, Colosense
3:13.
Es un lamento
profundo desde las entrañas, hoy he sentido una inmensa tristeza al ver el
mundo actual, se mata, se roba, se engaña, se manipula, se deshonra, se viola y
mata a mujeres indefensas, se destruye la inocencia de nuestros niños, se destruye
la vida a los adolescentes, y se permite toda clase de desmanes matándose entre
hermanos, compatriotas y semejantes destruyendo familias enteras, sembrando el
terror, la muerte y el dolor sobre la tierra. ¡Somos seres con sentimientos y
con capacidad de razonar coherentemente! ¿Qué nos ha pasado?
Cuando oyes hablar a las
personas alrededor del mundo sin importar lo externo ni la ubicación, vemos con
certeza y asombro que todos buscamos al mismo y único Dios, todos estamos
necesitados del Único que puede ayudarnos y transformarnos, el único que puede
cambiar los corazones. En el fondo de cada alma, hay una honda necesidad de un
encuentro personal con el Amoroso Eterno Dios, y ¡cuánto nos amó! ¡Cuánto nos
anhela! Él mismo bajó para dar su vida por todos y darnos su amor; para mostrarnos
el Camino, para que fijemos los ojos en Él, para que hallemos la dirección, la sabiduría
y la paz que sólo Él sabe dar. Dios nunca nos ha abandonado, somos los seres
humanos los que le hemos dado la espalda y lo hemos ignorado, haciendo lo que
nos da la gana.
Por El Eterno Dios
santo, ¡Basta, Basta, Basta! De tanta maldad, de tantas muertes, de tanto dolor
y perversión! Lo que todos necesitamos es AMARNOS como hermanos, como compatriotas
y como congéneres. ¡Somos personas, NO cuadrúpedos salvajes!
Necesitamos VOLVERNOS
A DIOS, recuperar el amor que nace del Corazón del Cristo Redentor, ese Amado
Dios hecho hombre que bajó a nuestra condición para salvarnos de tanta locura,
confusión y oscuridad, El perfecto Señor de los cielos sabía que EL ÚNICO ENEMIGO
QUE EN REALIDAD TEMOS ES SATANÁS, por eso dio la batalla por todos.
El enemigo de las
almas, el destructor de las vidas, el ladrón de la unión y usurpador de la PAZ
debe ser sacado de nuestras vidas, de nuestras familias, de la sociedad, de
nuestro país y de las naciones. Sólo contra él debe ser nuestra batalla, es una
guerra en oración en pureza, en rectitud, en hermandad, en buenas obras, en
mutua ayuda todo basado en EL AMOR; la guerra no es contra personas de carne y
hueso, es contra las potestades de las tinieblas que han hecho nido en la vida
de muchas personas que deben ser liberadas con el poder y el amor de Jesús, con
el deseo ardiente de cada uno para ser transformados para ser buenos ciudadanos
y buenos hijos de Dios.
Como seres humanos formados
a imagen del Creador, fuimos hechos para AMAR, para la unidad, para el perdón,
para vivir en comunidad con solidaridad y armonía, para el compañerismo y la verdad.
Siento un profundo dolor y tristeza en mi alma, pero no es mía, es Dios mismo
que llora, es Jesucristo que sigue sangrando por el terror y la maldad sembrada
sobre la tierra, esta tierra prometida que nos entregó para cuidarla,
protegerla y administrarla con sabiduría y está patas arriba.
¿Qué estamos
haciendo? Acabando con la tierra, acabando con la familia, acabando los
recursos, acabando con la vida, y devorándonos unos a otros. NO NOS DEJEMOS
ENGAÑAR DEL DIABLO, él es quien siembra en los corazones, avaricia, deseos
insanos de poder, inmoralidad, violencia, perversión, rebeldía, desobediencia,
etc., él enemigo de las almas, es cruel, maligno, perverso, NO LO IMITEMOS, NO
NOS PAREZCAMOS A él. IMITEMOS A CRISTO Y PAREZCAMONOS AL SEÑOR DE LA VIDA Y DEL
AMOR.
Aún hay tiempo para
el cambio y para la vida abundante. QUE SE UNAN LAS VOCES Y LOS HECHOS POR LA
VIDA, POR LA UNIÓN, POR EL AMOR Y POR LA PAZ. SOLO LA UNIDAD Y LA VERDAD NOS
HARÁN LIBRES, al unísono, con el mismo sentir y el mismo anhelo podremos darnos
respiros de libertad y justicia.
Sólo soy una voz que
clama, un corazón que se parte y un alma que se quiebra deseando
apasionadamente ver crecer a nuestros niños en su niñez normal, a los
adolescentes madurando con la ayuda de sus padres, a los jóvenes formándoles
con los principios que emanan de Dios y a la familia unidad a la manera de Dios.
Es imperativo alzar la voz y llamar a la reflexión y la movilización del cambio personal, por cada uno que se decida por Cristo y cambie su vida, habrá verdadera movilización hacia la justicia, el orden, la verdad y la paz. Amén
LOS INVITO A VER EN NETFLIX EL DOCUMENTAL
UCRANIANO, WINTER ON FIRE, para que comprobemos lo que puede hacer la UNIÓN DE
UN PUEBLO QUE ANHELA LIBERTAD, VIDA Y PAZ.
Te mueve las entrañas.