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26 jul 2015

FORMAR HIJOS TRIUNFADORES


FORMAR HIJOS TRIUNFADORES

Y todos tus hijos serán enseñados por YHWH, y grande será la paz de tus hijos. Isaías 54:13.

Los nietos son la corona de gloria de los ancianos; los padres son el orgullo de sus hijos. Proverbios 17:6.

Tan compasivo es el SEÑOR con los que le temen, como lo es un buen padre con sus hijos. Salmos 103:13.

Con ceereza creo que si las familias que dicen ser hijos de Dios, viven conforme a la palabra de Dios, se multiplicarán los padres que se ocupan en aprender a ser de excelencia para criar los mejores hijos, porque son muchas las palabras pero escasos los hechos, pues la vida en familia se reflejan en la sociedad que tenemos; para formar y levantar hijos triunfadores y de éxito en la vida, el trabajo empieza por ser padres sabios, y temerosos de Dios, parejas trabajadoras esforzadas, honradas, amadoras de la rectitud, responsables y apartados del mal; los padres sabios tienen muy en cuenta a Dios en su espiritualidad para vivir conforme al corazón del SEÑOR, es por eso que ellos saben exactamente lo que necesitan los hijos, se sacrifican y son cuidadosos de no dar solo lo que los hijos quieren, y piden, sino que intentan que todos sean felices teniendo lo necesario, y que en familia todos puedan llegar a ser personas de éxito; los padres inteligentes planean y trabajan juntos y en común acuerdo poniendo todo en oración en las manos de Dios, empezando por entregar sus vidas y sus hijos a Jesucristo para consagrarse a sí mismos y que Dios los respalde en todo proyecto. Por todo en las manos del SEÑOR, y tus planes y todo lo que hagas, tendrán éxito. Proverbios 16:3.

Todo padre tiene las mejores intenciones, sueños y anhelos para sus hijos, pero muchas veces no se pone interés ni voluntad, por falta de conocimiento en Dios y la carencia de las herramientas adecuadas para enfrentar situaciones que se presentan en el diario vivir, por eso todos los padres, necesitamos estar orando y dependiendo de Dios, para sabiduría y dirección del su Espíritu Santo; el principio de la sabiduría es el temor reverente a Dios, porque El quien revela, nos enseña e instruye para saber tratar y conducir a cada hijo. Oye hijo mío la instrucción de tu padre y no desprecies la dirección de tu madre; lo que aprendas de ellos adornará tu cabeza como una corona, y tu cuello como un collar. Proverbios 1:8-9.

Así como el éxito económico viene por el arduo y duro trabajo, de igual manera criar y levantar hijos triunfadores y de éxito, es entrenarlos desde pequeños en el reino de los cielos, que crean a Dios para que sean valientes vencedores en el mundo, eso nos exige a los padres trabajar 24/7 con los hijos, con la pedagogía de la presencia, con la atención de un médico o de una enfermera, conocer para razonar y analizar como si fuéramos psicólogos; mantener la atención, la mirada y el corazón sobre los hijos que el cielo nos ha concedido y ha puesto en nuestras manos; educarlos con la responsabilidad y forjarlos como joyas y tesoros en las manos de Dios, pero respondiendo nosotros con con afecto y ayuda oportuna . Pongan la mirada en las cosas de arriba, no en las de la tierra. Colosenses 3:2.

La crianza, educación, formación y edificación de los hijos que han de ser triunfadores es una labor integral de trabajo físico, emocional y espiritual, grabando como con cincel en sus corazones lo que es santo, puro, verdadero, honesto, todo lo que es amable, lo que es virtud, y todo lo que es digno de alabanza y reconocimiento, tanto el padre como la madre, graban en los hijos el ejemplo y el testimonio de su vida diaria, Enseñen a sus hijos, hablen de mi palabra con ellos cuando estén en la casa y cuando vayan por el camino; cuando se acuesten y cuando se levanten. Deuteronomio 11:19.

La responsabilidad de ser padres no se limita a dar y alimentar, es aprender juntos y con la institución educativa, sabiendo que ven, que oyen, que se les enseña, qué practican y se vive en su entorno; en el hogar de hombres y mujeres de fe hay un compromiso con el Salvador Jesucristo, por eso, padres e hijos se consagran a Dios como ciudadanos del Reino eterno, reflejando a Cristo, mostrando en sí mismos la verdad, los principios, fundamentos y cimientos de la sabiduría contenida en la Palabra de Dios, la Biblia. Es con estas bases que forjamos hábitos saludables de identidad, sentido de pertenencia, seguridad, crecimiento integral y costumbres poderosas del bien sobre el mal; siempre padres determinados y movidos para dar lo mejor, con el fin de llegar a ser los padres que Dios espera que seamos, lo que Él soñó cuando nos dio vida en el vientre de mamá, y ratificando lo que Cristo ya hizo en la cruz para salvarnos. Dejen que los niños vengan a Mí, y no se lo impidan, porque el reino de los cielos es de quienes son como ellos. Mateo 19:14.

Propender por el bien y el bienestar de nuestros hijos es poder de Dios para juntos avanzar y derribar los antagonismos del mundo, dando buen fruto para sí mismos, la familia, la sociedad y el reino de Dios; hijos criados así, no irán a la deriva, sino que tendrán un proyecto de vida concebido desde el corazón de Dios, plasmado en el corazón de los padres, sembrado en el alma de niños y llevado a cabo por todos; pero si alguno de los padres se estaciona y se estanca a la mitad del camino, no llegarán a ningún lugar; por lo tanto, como padres, debemos dejar los individualismos, los celos y la mezquindad de pensar solo en sí mismos, tenemos que trabajar como pareja pensando en el bienestar de los hijos, pues solo dejaremos de ser padres cuando nos vayamos de este mundo. ¿Puede una madre olvidar a su niño de pecho y dejar de amar al hijo que ha dado a luz? Aun cuando ella olvido, YO no te olvidaré. Te llevo grabado en las palmas de mis manos…Isaías 49:15-16.

El éxito que alcancemos con los hijos se hace en amor y con amor, con ayuda de la disciplina, con acompañamiento y consejo, con un caminar y diálogo continuo juntos; ser constantes en el buen trato y la corrección con respeto y paciencia, todo lo que nos sea posible, con oración y dirección del Espíritu Santo, sin desmayar ni cansarnos, mucho menos, renegar o quejarse de las situaciones difíciles o momentos coyunturales que muchas veces afrontamos en el hogar, seamos agradecidos con lo poco o lo mucho, tengamos contentamiento y alabemos a Dios. Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados en ella. Hebreos 12:11.

Para desempeñar el rol de padres y funcionar como esposos, nadie nos enseñó ni vamos a una universidad para formarnos, necesitamos aprender en el camino, esto nos obliga a ser productivos con los hijos, ver el fruto de nuestro esfuerzo en ellos, renovando nuestro carácter y afianzando la fe con las tareas diarias, con una vida natural pero centrada en Dios cuidando los hijos, para ser sobrenaturales en Dios; crear practicas de trabajo en el hogar, costumbres y hábitos de orden y aseo, que deben hacerse rutina y forma de vida alineados al parecer de Dios según su palabra. Por lo tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados. Efesios 5:1.

Criar hijos triunfadores no se trata de estar corriendo detrás del éxito ni sufrir por alcanzarlo, se trata de responsabilizarnos con madurez y disciplina constante, ejemplificada por los padres en el hogar, padres que son puntuales, que cumplen su palabra, que ordenan sus cosas, que se colaboran mutuamente; éxito con loa hijos es todo un estilo de vida de padres estables, seguros y con visión, que saben qué quieren y a dónde van, usando sabiduría de lo alto y la inteligencia del Espíritu; el reto de los padres es cultivar buenos hábitos y costumbres integrales aplicadas a la realidad de la vida, manejando bien las finanzas, cuidando la salud, pero siempre acorde a las instrucciones del SEÑOR. Apártense de los ídolos, 1 Juan 5:21; trabajen por la paz, porque serán llamados hijos de Dios, Mateo 5:9.

Criar hijos triunfadores es propio de padres que saben salir del escollo de manera correcta para no volver a caer en la trampa, es decir, no cometen los mismos errores siempre, porque han sacado provecho de sus decisiones y errores; por eso saben dirigir, corregir, dialogar y aconsejar a sus hijos; saben como alimentarlos física, emocional y espiritualmente, con todo lo bueno que Dios nos provee en la naturaleza; la vida familiar requiere, normas de hogar y establecimiento de prioridades a través de una buena administración que promueve actividades, establece tareas y revisa el cumplimiento de los deberes. Esposos de se turnan en las labores de la casa, que ponen a sus hijos a colaborar de acuerdo a la edad, dentro dr una vida natural e inspiradora frente a los hijos, porque el éxito de toda la familia y el triunfo de los hijos se construye con unión, fuerza y perseverancia. Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad. 3 Juan 1:4

Si todos estos parámetros no se practican en casa, en el futuro próximo se podría pagar un alto precio de dolor y angustia; recordemos que todo lo que empecemos debemos terminarlo, no dejemos trabajos a medias, seamos constantes, disciplinados y creativos para formar campeones de logros y buenos resultados con el esfuerzo, añadiendo fidelidad y fe, pues podemos descansar en Dios y no lo hacemos todo en nuestras fuerzas, ni con nuestra sola habilidad sino con el auxilio y asesoramiento del cielo; que nada nos impida alcanzar el éxito como padres y como familia. Cree en el SEÑOR Jesucristo; así tú y tu familia serán salvos. Hechos 16:31.

Sí o sí debemos transformar la negligencia en eficiencia y excelencia de vida mediante la formación de hábitos de compromiso, esfuerzo, trabajo y cumplimiento, para que todos seremos exitosos, llevando propósito en la vida paso a paso, sin carreras alocadas, ni afanes del mundo; hogar, vida y avance para nuevos horizontes, son una construcción constante de incentivos por la vida en familia de la mano de Dios y el trabajo arduo cada día, para una vida plena y a la manera de Dios. Pues todos los que somos hijos de Dios, somos guiados por el Espíritu Santo de Dios. Romanos 8:14.

El éxito de los hijos de Dios no es como el mundo lo plantea: trabajar y trabajar hasta 18 horas para alcanzar riquezas, títulos y posición, eso acaba todo, solo se acumula riqueza y se agranda el ego; es mejor establecer prioridades: Primero Dios, luego la familia y después el resto, si alteramos el orden de Dios, nuestra casa se hará un caos y todos terminarán alejados del SEÑOR; mejor construyamos costumbres y hábitos juntos, papá, mamá y los niños; la espiritualidad en el seno del hogar repercutirá hacia la realización de todos y el éxito colectivo; hábitos como leer juntos la Biblia y hacer preguntas respecto a los temas, orar con la palabra, cultivar un altar familiar, destinando un tiempo a la semana para entregarse a la intercesión y adoración, también al deporte, el aseo y el orden, pero regocijándose todos delante del SEÑOR. Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien. Deuteronomio 5:29.

Los padres deben ayudar a los hijos para que coman bien y abandonen manías de comida chatarra y esclavitud al celular, los juegos y la tele, para ello requerirán del poder en Dios y actuar correctamente, superarando la velocidad que lleva el mundo; debemos terminar procesos, cerrar puertas, e iniciar nuevas pautas de vida, pues el éxito siempre toca a nuestra puerta, pero se pierde por falta de atención y buenos hábitos saludables dejando atrás los vicios que hasta ahora nos han causado dolor, pérdida, enfermedad y momentos tristes. Porque antes éramos oscuridad, pero ahora somos luz en el SEÑOR. Vivamos como hijos de la Luz. Efesios 5:8.

No te sabotees a ti mismo papá y mamá, decídete y cambiar tú, para que veas la repercución en tus hijos, por ti padre, por ti madre, por tus hijos; cambia tus narrativas, desecha las quejas y los reclamos, quita los gritos y el enojo, cambia tus esquemas mentales; sumerjámonos en Dios, alimentemos de la palabra, naveguemos en el río del Espíritu, hagamos ejercicio juntos; vive más en el espíritu, menos en el cuerpo, mata el ego; que tu estilo de vida sea humilde, no visceral, aterrizados, realistas y razonables, como maduros en Cristo. No hemos recibido un espíritu de esclavitud, sino el Espíritu que nos adoptó como hijos, y nos permite aclamar: Abba Padre. Romanos 8:15.

Soy una mujer de 59 años en 2015, espero con la ayuda de Dios ver a mis hijos más exitosos de lo que son hoy; en casa siempre apartabamos el día sábado para estar los cuatro; salir a almorzar fuera, ir a nadar, ver el cine y muchas cosas más. Como padre, mi esposo siempre fue el mejor, con errores como todo ser humano, pero buen padre, yo, como madre siempre estuve al lado de mis hijos, soliamos ir todos al templo a oir la palabra y cantar felices a Dios; nada fue fácil, hubo dolor y lágrimas, pero con éxito hoy nuestros hijos aman y temen a Dios, mi hijo médico con dos especializaciones vive fuera del país con su esposa y sus hijos, en 2023 tendrá 40 años. Mi hija tendrá 32, está casada, es abogada y con su esposo, sirven al SEÑOR. Estoy feliz delante de Dios, porque como padres le cumplimos al SEÑOR y formamos hijos triunfadores temerosos de Dios y apartados del mal. ¡Aleluya, A  Dios sea la gloria!

¡Para criar y levantar hijos triunfadores, se require de padres determinados y valientes que sepan dar y recibir amor!.

Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero, y servidora de su reino.









































PALABRA VIVA Y EFICAZ QUE CONSTRUYE Y RENUEVA


PALABRA VIVA Y EFICAZ, 
QUE CONSTRUYE Y RENUEVA.

Porque la palabra de Dios es viva y eficaz. es más cortante que cualquier espada de dos filos; logra partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos; que discierne los pensamientos y las intenciones del corazón. Hebreos 4:12..

Toda la escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra. 2 Timoteo 3:16-17.

En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el Principio con Dios. Juan 1:1-2. Jesucristo es el esplendor de la gloria del Padre, la imagen de su esencia, Èl sustenta todas las cosas con el poder de su palabra...Hebreos 1:3a.

En estos tiempos tan oscuros, Cristo resplandece en nuestra vida con su presencia y  con el poder de su palabra porque Él es la palabra Viva, el Verbo Eterno que transforma vidas y renueva corazones cuando nos rendimos a Dios al oír su evangelio volviendo a caminar por la senda angosta de la vida y la salvación, es allí donde la voz de Dios, su palabra, empieza a ser poderosa, viva y eficaz para iluminar nuestro entendimiento, sacándonos de las tinieblas a su Luz Admirable y haciéndonos nuevas criaturas. El que beba del agua que YO daré, nunca más tendrá sed. Porque el agua que YO doy, se convierte en él un manantial de aguas, que brota dándole vida eterna. Juan 4:14.

La palabra es viva y eficaz porque no solo es la voz de Dios, sino que es Dios mismo en la persona del Hijo, entonces si amamos  a Cristo y Él reina en nuestro corazón, amaremos y atesoraremos su palabra, así se va cumpliendo el propósito divino reconstructivo y regenerador de la salvación, cambiando, transformando y perfeccionando nuestro ser desde adentro, irrumpiendo en el oscuro mundo con su Luz Admirable; la Palabra es viva y eficaz porque es Cristo, la Luz del mundo en nosotros prosperando la palabra en lo cual es enviada, porque es el Espíritu de la palabra obrando a través de nosotros por la fe obediente, resplandeciendo como luminares en el mundo, porque Cristo que es la Luz del mundo es reflejado a traves de nuestro testimonio para traer salvación y hacer vidas santas. Juan 8:12 y Filipenses 2:12-18.

Toda la maravilla sobrenatural de la palabra hace que el infinito amor y misericordia del Padre se vea y se mueva sobre la tierra, efectuando Él plan divino de salvar a miles mediante la exposición de su palabra viva, eficaz y cortante que llega hasta los tuetanos y las coyunturas para provocar un gigantesco mover y despertar espiritual en cada uno de los que son impactados con el mensaje bíblico; porque es su palabra es como un espejo, donde nos miramos, ella examina, inspecciona, confronta, redarguye corrige, escruta, nos enseña, nos instruye en justicia para hacer las obras que ya Dios preparó de antemano para que endemos en ellas, su palabra somete a juicio el verdadero sentir de los corazones y saca a la luz las intenciones de la mente humana. En cuanto a las obras humanas, por las palabras de Tus labios yo me he guardado de las sendas de los violentos. Salmos 17:4.

Dios también advierte en su palabra que, si no se arrepienten, abandonan su vida de pecado y se vuelven a Él y su Palabra, esa palabra los juzgará porque los tiempos serán peores, Él lo está diciendo desde temprano. Busquen al SEÑOR mientras puedan encontrarlo, llámenlo mientras esté cerca. Que el malvado deje su camino y el perverso deje sus ideas; vuélvanse al SEÑOR, y Él tendrá compasión de ustedes; vuélvanse a Dios, Él es generoso para perdonar. Isaías 55:6-7.

Amo la Palabra Viva y amo la palabra escrita contenida en Las Escrituras, es verdad, es vida, esperanza y seguridad en medio de toda la locura y desorden que vive la humanidad en este mundo, y Dios está diciendo: Vuélvanse a Mi y encuéntreme en mi Palabra, regresen a mis mandamientos, vivan en mis principios y enseñanzas porque son para salvación y dice: párense firmes en mi Camino para que tengan paz y lleguen a la vida. Allí habrá una calzada, un camino, y será llamado Camino de Santidad: el inmundo NO transitará por él, sino que será para el que ande en el Buen Camino; los necios no vagarán por él. Isaías 35:8.

TODA LA ESCRITURA, es inspirada, creada e iluminada por Dios, no dice que algunas fracciones, o apartes, es TODA. La Palabra de Dios contenida en la Biblia es clara en su contexto literal, se interpreta a sí misma, es como se expresa y en los Diez Mandamientos es muy explícita: No tendrás dioses ajenos ni te harás ninguna imagen, NO tomarás el santo nombre en vano, Guarda el tiempo que le corresponde a Dios, Honra a tus padres, No asesinarás, no adulterarás, no robarás, y NO codiciarás nada de tu prójimo, así de sencillo como lo dice, los demás mandatos, son literales, no necesitan ninguna interpretación, sólo fe obediente y amor a Dios. Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. Romanos 10:17.

La Palabra de Dios describe hechos históricos del principio de la relación Dios-hombre y el trato de Dios para su pueblo, mediante Israel, el pueblo elegido para un propósito, junto con la ley Mosaica, todo lo cual fue desarrollo social para esa época. La Escritura también contiene un contexto simbólico, en lo cual no se puede confundir la profecía con la poesía, ni los ejemplos con la instrucción. El contexto vivencial está implícito porque narra lo que pasó con el nombre de los actores, así entendemos y podemos tomar ejemplo para la vida. La palabra de Dios NO se puede poner en duda, ni debatir o poner en tela de juicio, la biblia es completamente clara, veraz y entendible, pero requiere estudio, análisis y profundización en la parte simbólica de la profecía en el trasfondo de la cultura hebrea en que se desarrolló. Y el que estaba sentado era de aspecto semejante a una piedra de jaspe y sardio, y alrededor del trono había un arco iris, de aspecto semejante a la esmeralda. Apocalipsis 4:3.

Jesucristo, la Palabra viva dijo: YO SOY el Camino, la Verdad y la VidaJuan 14:6. Aunque muchos lo nieguen, Él también confirmó: Pero al principio de la creación, varón y hembra los hizo Dios, Marcos 10:6. También dijo: Como fue en los días de Noé que vino el diluvio…Como sucedió en los días e Lot con Sodoma y Gomorra…como estuvo Jonás en el vientre del gran pez, Mateo 12:40, aquí dice un gran pez, no dice una ballena. Así que si Jesucristo, el Hijo de Dios que es la Palabra Viva corroboró la palabra escrita, así sucedió y no puede haber sombra de duda porque el que habla es Dios. No decimos que somos creyentes en Cristo, si a unos contenidos bíblicos decimos sí y a otros decimos no. Si el Hijo del Hombre, Jesucristo, el Verbo de vida lo dice, yo lo creo y lo atesoro, porque amo y confío en el Dios, real, verdadero y vivo, soy una verdadera hija de Dios. Jesús dijo: Porque si creen a Moisés, me creen a Mí, porque de Mí, escribió él. Juan 5:46.

El apóstol Pablo hablándole a Timoteo le escribió acerca de la utilidad de la Palabra del Evangelio, para llevarla a cabo en un servicio pragmático, la desglosamos así: Útil para enseñar: es decir, para que aprendamos, adquiramos conocimiento y nos instruyamos de cosas que ignoramos acerca de Dios y sus enseñanzas, y que debemos saber; para redargüir, es decir, para llamar la atención, confrontarnos consigo mismos, ayudarnos a discernir y rechazar asuntos que no provienen de Dios y que acontecen; para corregir, esto es, para enderezar lo que está torcido y salvar al indicar e introducir en el camino verdadero; para instruir en justicia, lo que indica, aprender, educar, aleccionar, formar y perfeccionar a los hombres para hacer lo correcto, lo adecuado, lo que es coherente, cabal y acertado a las buenas obras. El camino para encontrar estas obras, es el Camino de la Vida, porque el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre. 1 Juan 2:17.

Si analicemos algunas cualidades de la Palabra de Dios en Salmos 19:7-11, podremos ver que tienen que ver con los atributos del carácter del SEÑOR Jesucristo; la Palabra viva y el Verbo es Cristo y su palabra es tan efectiva como una espada de doble filo; cuando Él llega a nuestra vida, su amor llega hasta nuestros tuétanos y las coyunturas y la voz de su palabra discierne, es decir, identifica y confronta las intenciones de nuestro corazón para transformarnos sacando todo lo oculto y lo sucio empezando su poderoso proceso de renovación y santificación, aleluya! 

1.La ley de YHWH es perfecta, Así como Dios es perfecto e infalible, que no se equivoca, ni miente, también los caminos de su palabra lo son. Por lo tanto, sean ustedes perfectos, como su Padre celestial es perfecto. Mateo 5:48.

2. El mandamiento del SEÑOR es digno de confianza, Dios permanece fiel y es inmutable, así que tú y yo podemos creer, recibir y vivir lo que Él enseña y dice, Dios es absolutamente digno de fiabilidad para fe. ¡La Roca eterna! Su obra es perfecta, porque todos sus caminos son justos; Dios de fidelidad y sin injusticia, pero que  juzga rectamente. Deuteronomio 32:4.

3. Da sabiduría al sencillo, Dios da inteligencia y sabiduría al sencillo y al humilde de corazón, NO a quien se jacta de docto y erudito con soberbia, la palabra de Dios nos capacita con acierto, y cuando aplicamos su conocimiento a nuestra vida, llegamos a ser prudentes, juiciosos y perseverantes en Dios con sentido común. Con soberbia se llega a la deshonra, pero la sabiduría acompaña a los humildes. Proverbios 11:2.

4Los preceptos del Señor son rectos, ni en una sola línea de la Palabra hay mentira ni manera de desviarse, ni torcerse, ni a la derecha ni a la izquierda; Dios es santo, por lo tanto, su palabra nos enseña rectitud para no desviarse, sino para comportarnos con integridad. El SEÑOR ama la justicia, y el hombre recto mirará su rostro. Salmos 11:7. El Creador hizo al hombre recto, pero ellos buscaron muchas perversiones. Eclesiastés 7:9, y se torcieron.

5. Trae alegría al corazónel rostro del SEÑOR resplandece en nosotros cuando vivimos su Palabra, lo cual nos impide poner cara larga, sino que nos alegra con el gozo del Espíritu Santo. Tú me enseñas el camino de la vida; con tu presencia me llenas de alegría; estando a tu lado seré siempre dichoso. Salmos 16:11.

6. El mandamiento del Señor es puro, Dios es puro y trasparente como la luz y su conocimiento nos alumbra para que andemos en santidad, y a través de los ojos se verá el interior del corazón del hombre; su palabra rompe los velos, destruye los paradigmas y quita las escamas de los ojos. Si Dios es luz, su palabra alumbra y resplandece como su propia persona. Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino. Salmos 119:105.

7. El temor del SEÑOR es limpio, La palabra nos enseña a reverenciar al SEÑOR amándolo a Él y sus instrucciones, lo cual nos quita todo miedo e inseguridad; amar a Dios y vivir su palabra, nos crea seguridad y libertad de vida. Dios es eterno y su palabra permanece para siempre purificando el corazón humano, para dar testimonio y cada día se suma alguien que respeta y ama al Eterno viviendo su palabra. Ustedes son limpios por la palabra que les he enseñado. Juan 15:3.

8Los juicios del Señor son verdad, su palabra es verdadera y justa, es ella la que juzga a cada quien, y lo confronta, hace que nos examinemos ante la santidad de Dios para corregirnos. Dios es verdad, por lo tanto, su palabra no miente. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final. Juan 12:48. 

9. Deseables, más que el oro más refinado, la palabra de Dios es ley pura y justa, ella crea riqueza espiritual y virtud humana, es por eso que debemos buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, escudriñando, atesorando y proclamado su palabra y todo lo demás nos será añadido, Mateo 6:33¿Cómo puede un joven llevar una vida íntegra? Viviendo conforme a la palabra. Salmos 119:9.

10. Y dulce más que la miel que destila del panal, la palabra nos resultad dulce cuando la estudiamos, la leemos, meditamos y vivimos, ella nos endulza la vida y es como un panal que nos da placer y gusto, porque es inédita y nos llena de gozo en fe y esperanza. Porque la ley del Eterno es perfecta y convierte el alma; es testimonio fiel de Dios haciendo sabio al sencillo; los mandamientos del SEÑOR son rectos y alegran el corazón; el precepto de Dios es puro y alumbra los ojos. El temor de YHWH es limpio y permanece para siempre; los juicios de Adonay son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, más que el oro puro; y dulces, como la miel que destina del panal. Tu servidor es amonestado con ellos; en guardarlos hay grande galardón. Salmos 19:7-11Todo esto y mucho más, es la palabra de Dios para la vida de quien cree y confía en Dios

El Señor llama a su congregación a reconocer sus pecados, arrepentirse para cambiar su estilo de vida, Él anhela ardientemente traer cambio mediante renovación espiritual para que su nación santa se manifieste al mundo reflejando el carácter del Hijo y la gloria del Padre. Dichosos los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. Lucas 11:28. 

El Amado y Deseado de las naciones nos exhorta a tener una vida de devoción y de entrega y con orden en el estudio de su palabra, para no pecar, ni fallar sacando palabra al azar como si fuera agüero; debemos consultar la biblia cuidadosamente, anhelando que Dios nos hable, aconseje y ministre. Sabemos que la ley de Dios es espiritual; pero nosotros somos carnales, vendidos al pecado. Porque lo que hago no lo entiendo; pues no hago lo que quiero, sino que hago lo que aborrezco. Y si lo que NO quiero, eso hago, apruebo que la ley es buena. Romanos 7:12-16.

La palabra de Dios está completa, no le falta ni le sobra, contiene lo que Dios quiere que conozcamos y aprendamos según su propósito; las versiones de la Biblia son correctas, no nos dejemos engañar, los idiomas tienen sus propias formas gramaticales, y con el tempo de una cultura a otra, se eliminan arcaísmos por los modismos, y se renuevan algunos usos gramaticales que quedan en desuso; es el caso de longanimidad, bienaventurado o templanza, que muchos no entienden. Todos sus mandamientos son verdad...La suma de tu palabra es verdad, y eterno es todo juicio de tu justicia. Salmos 119:86 y 160.

Todo lo que enseñó el SEÑOR y sus discípulos fue en hebreo y arameo y Pablo los sabia, pero escribió en griego koiné, no en clásico, para que todos lo entendieran, pues era el idioma de la época como lo es hoy el Inglés; las épocas de la historia cambian, pero la palabra de Dios sigue inalterable, conserva su esencia y poder divino, el mensaje bíblico se conserva para salvación y transformación des vidas y abandono del pecado a santidad, eso es algo irrefutable que vemos y vivimos. Es necesario que usemos un lenguaje coherente y que corresponda al lenguaje bíblico con que Dios enseña y habla, para que la gente de hoy, niños y jóvenes entiendan, esa es la razón de las versiones, actualizar los modismos y no quedarnos en un lenguaje tardío, pero siempre conservando la esencia de la enseñanza bíblica. Porque el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será dichoso en lo que hace. Santiago 1:25.

Dios ha entregado la ley de su palabra para que lo conozcamos y apliquemos su palabra a nuestra conducta y comportamiento, sin excusas ni pretextos, sino con fe obediente para recibir en ella todo lo que nuestro Padre bueno tiene para darnos. Envió su palabra y los sanó, y los libró de su ruina. Salmos 107:20.

Por eso la palabra de Dios debe ser nuestra Ley de comportamiento, fuerza y defensa contra las tinieblas, el mundo y la carne; Dios nos oye y auxilia como lo hizo con Jesús en la tentación: Escrito esta; su palabra nos ilumina el camino para tomar decisiones, y si la aplicamos nos traerá grandes bendiciones espirituales y materiales. Dios de su voluntad, nos hizo nacer por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas. Santiago 1:18. 2 Timoteo 3:15. 

La palabra nos construye y renueva porque Cristo es la palabra viva para:

a. Bendiciones espirituales: Fe y salvación, Romanos 10:17.

b. Bendiciones psicológicas. Salud mental disfrutando de mucha paz. Salmos 119:165.

c. Bendiciones materialesBienestar, seguridad, voluntad firme para bien. Josué 1:8.

d. Bendiciones físicas y eternas. Dando fruto, Santidad y resurrección en Cristo. Salmos 107:20.

La biblia contiene todo lo que necesitamos para saber vivir en cualquier cultura, si la seguimos y nos sometemos a ella, todo funcionará bien si la aceptamos. Estos son los que fueron sembrados en buena tierra: los que oyeron la palabra y la reciben, y dan fruto a treinta, a sesenta y a cien por uno. Marcos 4:20. Así que los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. Hechos 2:41.

Lo que necesitamos, es creer, aceptar, vivir, practicar y compartir la Palabra de Dios, y como resultado seremos templos reedificados, una iglesia renovada, un país nuevo y reconstruido, un continente en progreso y una tierra bendita. En Proverbios 3:1-10 encontrarás todo el resumen de lo tratado aquí. Bendiciones para todos.


Lic. MEHC, hija del Dios vivo, real y verdadero y servidora de su reino.